Ramón Bulerín¹

Desde que la humanidad existe, el hombre por diversas razones se mueve de un lugar a otro, en busca del milagro que le de sentido a su vida, ya sea por el bienestar económico, intelectual, físico y demás. En ese contexto el Norte, como le llamamos al los Estados Unidos de América, se impone como meta para el éxito. En la búsqueda de ese sueño americano individuos y diferentes grupos étnicos abandonan a sus países con pasaje de ida a un lugar donde se rodean de otros que no entienden que son también otro más. La ciudad de Nueva York esta plagada de situaciones donde gentes de todas las culturas convergen juntas en diferentes espacios que son determinados por el nivel socioeconómico y donde la sensibilidad de cada cual está centrada en la diversidad e integración, respeto y tolerancia todo esto con la premisa de que una ciudad mejor es sinónimo de una vida mejor.

Mis obras contribuyen a develar este fenómeno que esta sucediendo en todas partes del globo. Es un hecho que los medios de comunicación han traspasado las fronteras hasta penetrar en los rincones más remotos, desculturizando a los países en desarrollo y promoviendo el éxito material por encima de los valores genuinos y propulsando la asimilación que redunda en la perdida de la identidad. En esa propaganda se esconden los retos de cómo en ese afán de alcanzar ese sueño los inmigrantes son objetos de discriminación y marginalización proceso que se justifica como parte integral de esa meta. Independientemente de cómo y cuándo los emigrantes llegan mi obra representa el nivel de emigración y como artista plástico he también he sido objeto de esos procesos. La geografía enmarca el valor estético de mi obra y de esa manera mi experiencia es similar a aquellos inmigrantes que llegan con expectativas de éxito, reconocimiento y de aceptación. Mi trabajo es un pequeño apéndice que señala esta realidad de una forma desenfadada, mostrando ante la consideración del espectador lo que la mayoría no ve, no entiende o no le importa. Mis obras muestran, estimulan a la reflexión, la meditación y a la búsqueda de una posición ante el lenguaje pictórico que impone la obra.

Mis obras están realizadas con una composición simple en la cual el espacio esta dividido en tres partes desiguales utilizando un lenguaje plástico de múltiples lecturas con una línea abierta que no refuerce el tema, mas bien que lo libere de la descripción anecdótica y trayendo una pequeña innovación a la composición donde empleo tres colores y textura media dando la sensación de plenitud en un ambiente de tensión temática, como lo es la emigración. A la misma vez trato de fusionar la figuración en un espacio de apariencia abstracta creando una poesía visual libre sin imitación utilizando una pincelada libre y firme en planos de luz para destacar el color en una atmosfera renovada resaltando el pluralismo, la historia y la simbología social.

Gráfico 1
Gráfico 2

Notas

¹ Nacido en Canóvanas, Puerto Rico. Comenzó su carrera a temprana edad. Hizo su bachillerato en la Escuela de Artes Plásticas en San Juan y obtuvo una maestría en conservación y administración de arte. Su experiencia se extiende a la cátedra de arte, curaduría y montaje. Ramón Bulerín ha participado en un sin número de exhibiciones individuales y colectivas, las cuales han recibido críticas excepcionales. Entre sus exhibiciones más frecuentadas se distinguen: Diégesis ( 2002) y Mi Viejo San Juan (2007). Actualmente esta trabjando en una nueva propuesta artística donde aparte del dibujo y la pintura está creando esculturas que él llama "cosas" porque son más medio mixto donde se unen pintura, madera, papel y metal y cuyo producto final es una obra tridimensional.