1. Introducción
En los últimos treinta años, los estudios de redes sociales cobraron relevancia en diversos ámbitos académicos que se vincularon con disciplinas como la Antropología, la Historia, la Sociología, la Matemática, entre otras. Esto generó el surgimiento de una línea de investigación que aportó un nuevo enfoque en el estudio de los vínculos entre los individuos2. Estas contribuciones aportaron otras lecturas y visiones acerca de los entramados de la política y el ejercicio del poder en América Latina entre el siglo XVIII y el siglo XX, hecho que permitió un análisis de las configuraciones reales y los vínculos efectivos entre los individuos para reconstruir sus redes sociales3. Esta nueva perspectiva de análisis tomó en cuenta los múltiples espacios y formas de poder que se manifestaron en Hispanoamérica. Por este motivo, los aportes al estudio de las redes sociales efectuados por Bertrand, Ponce Leiva y Arrigo Amadorí permitieron un análisis reflexivo del rol que jugaron las redes de poder y la forma en que fue utilizado este concepto por sociólogos e historiadores4.
En este sentido, la producción historiográfica argentina referida a las redes sociales y al poder se abocó, por un lado a realizar estudios generales vinculados con las dinámicas de las élites entre el período colonial y la construcción del Estado-Nación y por otro lado, a indagar desde perspectivas micro históricas la composición de las élites provinciales y la lógica de distribución del poder. Una de las primeras compilaciones fue la realizada por Hernán Otero y María Bjerg, quienes en su libro Inmigración y redes sociales en la Argentina Moderna, analizaron las redes sociales en los procesos migratorios y la continuidad de los vínculos de paisanaje de un lado al otro del Atlántico5. Posteriormente, Otero junto a María Bjerg y Blanca Zeberio compilaron un libro referido a las formas de reproducción social y la transmisión de la herencia desde una perspectiva comparada, hecho que reunió una serie de artículos que utilizando esta metodología analizaron diversos casos tanto nacionales como de Europa6. José Mateo realizó un aporte sustancial al indagar el partido de Lobos en la provincia de Buenos Aires, lo que permitió la comprensión de la dinámica de la élite y la configuración de las redes sociales en un espacio de frontera7. Daniel Santilli, fue otro de los historiadores que analizó la representación gráfica de las redes sociales y su utilización como recurso para explicar la dinámica de las élites, a partir de la cuantificación de las relaciones formales e informales. Con este ejercicio metodológico indagó la dinámica social de Quilmes entre 1780 y 1840, con la finalidad de analizar la conformación de los actores sociales que ocuparon el espacio, atendiendo no solo a los sectores de elite, sino a la sociedad en su conjunto. Siguiendo esta línea de análisis, indagó el rol del parentesco como piedra angular de la conformación de las redes sociales, en donde el compadrazgo fue una herramienta significativa para la reproducción social tanto para la elite como para los sectores subalternos en Quilmes8. En cuanto al espacio cuyano, los trabajos de Beatriz Bragoni aportaron nuevas interpretaciones acerca de las dinámicas de la elite mendocina, su rol empresario y las redes migratorias, haciendo énfasis en las redes de relaciones personales vinculadas con el poder político y económico9. Para el caso de la región norpatagónica, Graciela Iuorno analizó las localidades de Zapala y Cutral Co, a partir de la conformación de redes sociales de familias libanesas que estructuraron, a partir de vínculos formales e informales, las bases de su poder económico a fines del siglo XIX y principios del XX, hecho que les permitirá, en 1961, conformar el Movimiento Popular Neuquino, que dominó el escenario político, durante cuatro décadas desde 196110.
En el caso tucumano, los historiadores indagaron la conformación de la elite apoyándose en diversos marcos teóricos, que analizaron el contexto local desde la historia de la familia, las redes mercantiles y desde la organización de los grupos de poder11. Uno de los estudios pioneros desde la perspectiva de las redes sociales en el ámbito local fue la tesis doctoral (inédita) de Pablo Iramain, quien estudió la conformación de las comunidades políticas entre las provincias de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, entre 1810183812. Este investigador indagó sobre la construcción de las redes sociales en un período de transformaciones políticas, entre el período revolucionario y el control de la región por el caudillo riojano Facundo Quiroga, quien logra mediar en la relación conflictiva que existía entre las élites de las tres provincias. Por este motivo, recurrió al concepto de red social con la finalidad de analizar la configuración de las comunidades políticas y el papel que desempeñaron las redes, a la hora de conseguir acuerdos tendientes a construir o asegurar el orden político.
En este caso específico, este trabajo se orienta en el análisis de un período de transición entre la Confederación Rosista, el dominio de los federales y la proscripción de los unitarios a la construcción del Estado Nación a partir del paradigma liberal que encarno la generación de 1837. Esta coyuntura de disputa por el poder, -generó que la articulación de las redes sociales en Tucumán- fuera variando de acuerdo al contexto social, económico y político del período en estudio. En este sentido, a partir de 1850, la élite local trascendió las fronteras locales para vincularse con las élites regionales y nacionales13. Esta construcción del poder fue articulando a una serie de familias de la élite tucumana que implementaron diversas estrategias vinculadas a las inversiones inmobiliarias en la ciudad y el campo, como así también una profusa participación en la política local14. Este contexto permitió en algunos casos la consolidación de redes que se disputaron el poder, en que la relación poder político y negocios fue un elemento característico, situación que generó una acumulación patrimonial significativa que promovió prácticas de transmisión y protección de la herencia.
Por este motivo, el propósito de esta investigación fue indagar en las redes sociales de la ciudad de San Miguel de Tucumán entre 1830-1870 a fin de comprender, a través de un estudio de caso -el de los Posse-Talavera y los Posse Posse- la lógica de concentración del poder, el proceso de acumulación que derivó en la constitución de una serie de negocios, entre ellos el azucarero, y las prácticas de transmisión patrimonial.
El motivo de la elección de esta rama de la familia Posse se relaciona con su participación en la política provincial a partir de 1850, las alianzas y redes de poder que constituyeron, su participación en el negocio azucarero y la consolidación de su patrimonio, hecho que le permitió la conformación de diversas sociedades en el ámbito local.
Las fuentes consultadas son diversas: En el Archivo Histórico de Tucumán (a partir de ahora AHT) se consultó la sección Protocolos en donde se registraron la compraventa de propiedades, la sección Administrativa de Hacienda que complementó los datos que faltan o no eran relevados en Protocolos. La sección Judicial Civil, series A, B y parte de la C, a in de analizar las transmisiones de la herencia y las diferentes hijuelas que recibieron los descendientes. La Compilación Ordenada de Leyes y Decretos de la Provincia de Tucumán, que contiene la información referida a la composición de la legislatura provincial y cuáles fueron los integrantes de la familia Posse Talavera que participaron en este ámbito. En el Archivo de la Provincia (a partir de ahora AP) la sección Judicial Civil serie C y D, que no se encuentran en el AHT, a in de completar el relevamiento de los testamentos.
2. Vicente Posse y sus descendientes entre 18301850: tensiones políticas, uniones matrimoniales y levantamientos armados
Vicente Posse Tejerina, era descendiente del prominente comerciante peninsular Manuel Posse, quien contrajo matrimonio en 1783 con Águeda Tejerina y Domínguez, hija de Fermín Vicente Tejerina y Barreda y Teresa Domínguez15. El padre de Águeda fue arrendatario de la Sisa en 1764 y recusado como Alcalde de Segundo voto en 1767 y como Gobernador de Armas en 1776, de profesión comerciante16. La primera década del siglo XIX, inauguró los enlaces matrimoniales de algunos de los descendientes de Manuel Posse. En este caso, se centró la atención en el caso de -Vicente Posse y en su descendencia-, debido a que resultó la rama familiar que disputó el poder en el espacio provincial, a partir de la década de 1850 y configuró una red de poder que tenía vínculos locales y nacionales.
Vicente Posse contrajo matrimonio con Sabina Talavera y Olivera en la iglesia matriz de Santiago del Estero17. Fruto de este matrimonio nacieron 7 varones y cuatro mujeres18. Sabina era hija de José de Talavera, destacado comerciante y militar de extensa carrera que participó en la reconquista de Buenos Aires de 1806. Llegó al grado de coronel y fue hermano de la prestigiosa Tercera Orden de la Penitencia en Santiago del Estero y de Mauricia Olivera, perteneciente a una de las familias provenientes de los primeros conquistadores de la región19. En este sentido, este enlace matrimonial, evidencia las normas y costumbres que regían en la élite tucumana, donde las familias recurrían a su capital social en tanto elemento nodal del intercambio de contraprestaciones. Las mismas se materializaron en los matrimonios de las descendientes de la élite con los hijos de estos comerciantes peninsulares que poseían no solo un capital económico sino político y simbólico20.
Este enlace matrimonial permitió el análisis de los Posse Talavera, a partir del concepto de red social, en donde el parentesco formal e informal desempeñó un rol central en la reconfiguración de las relaciones sociales.
En este sentido, se piensa que un elemento central en la discusión teórica acerca de las redes sociales fue planteado por Michel Bertrand y posteriormente por Ponce Leiva y Amadorí, quienes cuestionaron la utilización por los historiadores de marcos teóricos que no les son propios, hecho que ocasionó interpretaciones que le otorgaron a los individuos comportamientos mecánicos en el establecimiento del vínculo de reciprocidad21. En este sentido, se entiende como una red a un núcleo determinado de personas que se encuentra interrelacionadas por vínculos formales - relacionados con la consanguinidad- y/o informales, que trascienden el parentesco y que representan valores e intereses comunes que adscriben a la red22. Zacarías Moutoukias se refirió a esta cuestión, al considerar que las redes que construyen los individuos se desenvuelven dentro de un marco normativo, pero en la mayoría de las ocasiones su accionar está más influenciado por objetivos personales, sus capacidades y la reciprocidad entre sus miembros estaba condicionada por los buenos resultados obtenidos23. Esta conceptualización se transformó en el eje a partir del cual se estudió la dinámica de la red social y de parentesco que estructuraron los Posse con la finalidad de explicar las estrategias que implementaron en el período en estudio.
De la misma manera, estas redes significaban vinculaciones no solo entre miembros de la élite, sino también con los sectores subalternos. Por este motivo, se analizó la dinámica de la familia Posse a partir de la concepción del poder planteada por Michael Foucault, quien estudio las relaciones de dominación. En la microfísica del poder realizó una diferencia sustancial entre el poder del Estado y el poder que ejerce un individuo sobre otro. Siguiendo a Foucault, un padre, un hijo, un maestro representan el poder de un Estado, el cual a su vez «representa» el poder de una clase social24. Por este motivo, se entiende que existieron diferentes grados de poder en la red social de los Posse, hecho que también fue un eje articulador con el entramado social de la élite.
Vicente se dedicó a las actividades comerciales -fue registrado como tendero en 1816- y durante la década revolucionaria aportó en concepto de empréstitos un total de 315 pesos, capital que no fue significativo debido a que recién se incorporaba a la red mercantil constituida por su padre Manuel Posse25. Adquirió una propiedad en la zona de la Reducción distante unos 15 km. de la ciudad capital, en las cercanías de la Villa de San Ignacio de Lules, antiguo espacio ocupado por los Jesuitas26. En este lugar, fundó el establecimiento la Reducción, en donde se dedicó a la actividad ganadera, al cultivo de caña y a la producción artesanal de azúcar.
Durante el gobierno de Alejandro Heredia participó en 1834 de un levantamiento junto a otros comerciantes, debido a que las medidas económicas implementadas por el gobernador, quien deseaba retomar el eje Alto peruano, perjudicaba sensiblemente a los comerciantes que desde hace varias décadas importaban y exportaban en dirección al puerto de Buenos Aires27. Este levantamiento evidenció la capacidad de movilización de Vicente y Felipe Posse (hermanos) quienes contaban no solo con recursos económicos sino con una clientela -peones que trabajaban en la estancia la Reducción- y que eran movilizados de acuerdo a las necesidades de sus patrones28. De acuerdo con Flavia Macías, esta conspiración quiso diferenciarse de una instancia de desorden que revivía el tradicional conflicto entre unitarios y federales. Por esto para justificar el levantamiento se acusó a Heredia de tirano, motivo por el cual, el pueblo asumía la vía armada para recuperar la soberanía29.
Este levantamiento en nombre de la soberanía del pueblo tucumano resultó significativo porque evidenció, por un lado, el poder de movilización de la familia Posse en el ámbito local y por otro lado, la necesidad de Vicente Posse de mantener el control de sus espacios de influencia a in de sostener y apoyar a los unitarios que buscaban romper con la hegemonía federal en la provincia30. Los descendientes de Posse, heredaron esta tradición unitaria, que se puso en práctica, en la década de 1840.
El asesinato de Heredia en 1838 resultó el momento preciso para que los unitarios emigrados por la política unanimista, regresen de su exilio a la provincia entre ellos, Vicente y Felipe Posse. En tiempos coincidentes, el primogénito de Vicente, Wenceslao Posse Talavera retornó a la provincia huyendo de la persecución de fuerzas federales por su participación en el levantamiento de los Libres del Sur31. La organización de un nuevo levantamiento en contra de la hegemonía rosista marcó la injerencia de la primera generación de los Posse Talavera en el ámbito político local.
En 1840 Gregorio Aráoz de Lamadrid fue enviado por Juan Manuel de Rosas -líder de la Confederación Argentina- a la ciudad de San Miguel de Tucumán a fin de solicitar las armas enviadas para la guerra con la Confederación Peruano Boliviana y mandarlas de regreso a Buenos Aires para luchar con los franceses, que mantenían bloqueado el puerto. Esta situación generó un pronunciamiento del gobernador Piedrabuena en contra de Rosas y luego de diversas deliberaciones, se unieron las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, Santiago del Estero y la Rioja, quienes firmaron un pacto que constituía una liga ofensiva y defensiva denominada Liga del Norte contra Rosas, motivo por el cual se constituyó un ejército32. Lamadrid se unió a este levantamiento en respeto a las instituciones y la voluntad emanada del pueblo tucumano33.
Vicente Posse se unió a este nuevo pronunciamiento contra Rosas, al igual que su hermano Luis Posse, quien formó parte de la comisión -junto con el Doctor Manuel Paz y el Señor Brígido Silva- que aprobó el tratado ofensivo-defensivo en contra de la autoridad del gobernador de Buenos Aires34. Luego de la derrota de la Liga frente a las fuerzas comandadas por el Gral. Manuel Oribe, los unitarios fueron perseguidos, algunos emigraron fuera de la provincia y otros fueron tomados prisioneros, como fue el caso de Vicente Posse, logró que le fuera perdonada su vida. Su hermano Luis, en cambio, fue perseguido por las autoridades federales, circunstancia que lo obligó a exiliarse en Córdoba aunque no dispuso de sus bienes que fueron confiscados. Recién en 1844, durante el gobierno federal de Celedonio Gutiérrez, regresó a Tucumán. Por iniciativa del Ejecutivo se aprobó una amnistía con el propósito de culminar las luchas intra elitista con las familias comprometidas con el unitarismo, y de esta manera, pacificar definitivamente la provincia35.
En el caso de los hijos de Vicente, Manuel participó en el levantamiento unitario, por este motivo, el gobierno de Gutiérrez lo sometió a una serie de empréstitos forzosos que incidieron en su patrimonio36. Sin embargo, esta coyuntura adversa no le impidió contraer matrimonio con Lucinda Silva y Zavaleta, hija del exgobernador Manuel Silva, -hacendado y comerciante de elevada fortuna- y Tomasa Zavaleta Ruiz de Huidobro, perteneciente a una de las familias de mayor tradición en la provincia37. El padre de Lucinda fue gobernador en 1828 pero fue depuesto por Javier López un año más tarde, aun así cuando se organizó la Coalición del Norte apoyó económicamente este levantamiento demostrando su filiación con el unitarismo38. Wenceslao ante las persecuciones a las que fue sometido emigró hacia territorio boliviano, pero antes de partir, le otorgó un poder a su padre con el propósito de contraer matrimonio con su prima Tomasa Posse Pereyra, hecho que inicio los casamientos entre parientes cercanos y marcó una estrategia de conservación del patrimonio familiar39. Si bien, el escenario político era adverso, esta situación no insidió en su actividad económica, debido a que en 1845 fundó el ingenio 'Esperanza', establecimiento que se ubicó en el departamento Cruz Alta y que fue uno de los pioneros en la incorporación de tecnología para la producción de industria azucarera, mucho antes de la llegada del ferrocarril a Tucumán40.
En este sentido, se observaron dos estrategias diferentes. Por un lado, uno de los propósitos fue unir a los Posse Talavera con los Silva, familia de un capital simbólico y económico significativo, y por otro lado, la intención de evitar la dispersión de los familiares fuera del núcleo central como así también de su patrimonio. De la misma manera el matrimonio entre Wenceslao y su prima Tomasa, da cuenta del inició de las relaciones endogámicas al interior de esta familia.
A partir de esta situación políticamente adversa, los Posse Talavera se mantuvieron durante el decenio de 1840, al margen de la participación política en el plano local y orientaron su interés hacia las actividades económicas.
El escenario político cambio sustancialmente a partir de la derrota en Caseros de Juan Manuel de Rosas frente a José Justo de Urquiza, lo que generó un contexto de inestabilidad política en el Noroeste, en donde dos grupos pujaron por el poder: los liberales y los federales41.
3. Los Posse Talavera y los conflictos por el poder en la década de 1850
La década de 1850 se inició en Tucumán convulsionada por las pujas por el poder entre liberales y federales. Finalmente, el gobernador Celedonio Gutiérrez fue depuesto de su cargo por una asamblea de vecinos, quienes lo destituyeron, aunque esta situación se resolvió finalmente con la derrota militar del caudillo federal a manos de José María del Campo42.
Posteriormente Del Campo fue elegido gobernador y propuso una política contraria a la fusión de partidos iniciada por Urquiza, que a la vez promovió la incorporación, a la Sala de Representantes, de liberales limitando las posibilidades de los federales de disputar el poder43. El gobernador mantenía estrechos vínculos con la familia Posse, quienes a partir de la llegada de Del Campo se consolidaron nuevamente en el plano político local. La cercanía con los Posse quedó manifiesta a partir de la elección de Wenceslao Posse -hijo de Vicente- como elector del distrito de Granero, Benigno Vallejo -esposo de Nicéfora Posse Talavera- como Juez de Primera Instancia y de José Posse Insúa -primo de Vicente- como Ministro General de Gobierno44.
Sin embargo, la sucesión de Del Campo tensionó las relaciones intra elitista debido a las diversas facciones que se disputaban el poder, entre las que se situaban la candidatura de José Posse con el apoyo de su familia, Anselmo Rojo, militar de carrera -que gozaba del consenso de los liberales de Salta, Santiago del Estero y Catamarca- y Agustín de la Vega, sostenido por Urquiza, quien era partidario de la política de fusión de partidos45.
Sin embargo, la elección del próximo gobernador no resultó sencilla debido a las diversas facciones que se disputaban el poder en el partido liberal, lo que aumentó la tensión y la gobernabilidad en el ámbito local. Finalmente, José Posse se apartó de la candidatura pero esta decisión provocó tensión al interior de la familia, porque los miembros de la misma desempeñaban funciones en el gobierno y no querían perder el protagonismo político conseguido. El poder que concentraron los Posse Tejerina deviene de la reorganización militar que realizó Del Campo con la finalidad de mantener el control de la provincia, sobre todo de la zona sur en donde se ubicaban los departamentos de Monteros y Famailla, que eran los más densamente poblados y porque eran áreas de frontera con Catamarca, lugar donde algunos federales -ex gutierristas- emigraron. En este proceso, se designó a José Ciriaco Posse como comandante de la Reducción -espacio en donde su padre tenía el establecimiento homónimo-, Benjamín como comandante del Escuadrón del departamento de Monteros46. Posteriormente, nombró a Ramón Posse como comandante del distrito de Lules -ubicado en el departamento Famailla- y a Segundo Posse como capitán del Regimiento N° 5 de Trancas, departamento lindante con Salta47.
De acuerdo con Paula Parolo, estos jefes militares contaban con atribuciones significativas que iban desde controlar los comicios electorales, enrolar la milicia, movilizar fuerzas y cumplir la función de juez48. Del Campo, con la finalidad de controlar de manera más efectiva a las fuerzas militares, les quitó algunas prerrogativas como la intervención en los dictámenes de los jueces, la imposición de castigos; la destitución de empleados y el requisamiento de ganado49.
A pesar de ello, los Posse poseían un poder efectivo a partir de la clientela que tenían cooptada en los departamentos de Monteros y Famailla, espacio en donde ejercían un rol paternalista al intercambiar trabajo por lealtad política. En este sentido, Paul Groussac aseveraba que los Posse eran casi como señores feudales en esas comarcas50.
La formación de la Guardia Nacional, por petición del gobierno central generó algunas resistencias en el departamento de Monteros, y Del Campo solo pudo organizar esta nueva fuerza en el ámbito de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Esto generó que las lealtades políticas en las fuerzas militares estuvieran divididas en dos espacios. Por un lado, las fuerzas leales a Del Campo, en donde los Posse jugaban un rol central; y por otro lado, los jefes militares que pertenecían a la Guardia Nacional que sostuvieron en el poder a Anselmo Rojo. Este último con amplia trayectoria militar tenía el consenso de los jefes militares de las provincias vecinas como era el caso de los Taboada de Santiago del Estero, encargados de defender la frontera con el Chaco51.
En 1856 José Ciriaco, Manuel y Ramón Posse Talavera, en compañía de Benjamín Posse Insúa (primo) realizaron un levantamiento armado en contra del gobernador Anselmo Rojo -la Revolución de los Posse- movilizando sus tropas hacia la ciudad de San Miguel de Tucumán con la finalidad de tomar el Cabildo, promover la renuncia de Rojo y generar las condiciones para que regresara al poder José María del Campo. De acuerdo con el Expediente Judicial, los motivos que alentaron a los Posse a organizar una sublevación se relacionaron con la decisión del Comandante General del departamento Monteros -Silvestre Álvarez- de relevar de la segunda comandancia a Benjamín Posse Insúa52. Más allá de esta versión aportada por algunos testigos, un hecho evidente era el poder militar de los Posse, quienes al contar con clientela y milicias propias buscaron por la fuerza, evitar la pérdida de los espacios de poder conseguidos durante el mandato de Del Campo53.
De la misma manera, este levantamiento reveló una disputa por el poder entre los liberales, un sector vinculado con el gobernador Anselmo Rojo y otro sector relacionado con Del Campo54. Este último de acuerdo a lo que subyace en el expediente judicial intentó que otros jefes militares - tanto del Piquete como de Guardia Nacional- se sumaran al levantamiento, pero los mismos se negaron y sostuvieron a Rojo en el poder55. Esta situación evidenció que la red de lealtades constituida por los Posse y Del Campo no representó una estructura de poder lo suficientemente sólida, para controlar y disciplinar a otros jefes militares de espacios propios y ajenos a los departamentos donde ejercían dominio.
En este sentido, se piensa que las falencias en la constitución de la red de poder de los Posse fueron producto de tres cuestiones. En primer lugar, el carácter personalista de los Posse Talavera, quienes detentaban un poder militar y clientelar en un espacio reducido -Monteros y Famailla- sin controlar otros ámbitos como la ciudad. En segundo lugar, solo constituyeron un lazo de confianza político con Del Campo estableciendo una relación diádica que imposibilitó la inserción de otros actores56. Esto denotó su imposibilidad de reformular sus relaciones y alianzas políticas en momentos coyunturales como el año 1856. En tercer lugar, los Posse Talavera fueron una familia que fracasó en sus intentos de consolidar un poder hegemónico durante el gobierno de Del Campo y no supieron reformular sus estrategias políticas con actores antagónicos dentro del liberalismo. Esto se relaciona con las prácticas políticas heredadas del período de Celedonio Gutiérrez, en donde la imposición era por la fuerza y esa fue la estrategia implementada por los Posse Talavera para no perder su poder.
Asimismo, estos sucesos visibilizaron a integrantes de la red de parentesco como Benigno Vallejo, quien contrajo matrimonio con Nicéfora Posse Talavera, hija de Vicente Posse Talavera y hermana de los acusados57. La pericia de Vallejo como abogado defensor se manifestó en una reducción de la pena, debido a que el juez condenó a los autores intelectuales y líderes del levantamiento -Ciriaco Posse Talavera y José del Campo- a seis años de exilio, mientras que el resto de los acusados solo a cuatro años, además de la imposición del pago de una pena en metálico para restituir los gastos que le ocasionó al gobierno sofocar el levantamiento58. No obstante, esta pena, no se cumplió en su totalidad porque Anselmo Rojo renunció y fue elegido Agustín de la Vega, quien contaba con la aprobación de Urquiza59. El nuevo mandatario decretó una amnistía que posibilitó a los Posse Talavera retornar a la provincia, este hecho les permitió reconfigurar su red social y fortalecer los lazos de parentesco al interior de la familia.
A pesar de este contexto de conflictividad política, los Posse Talavera realizaron diversas inversiones en la década de 1850. El padre de estos integrantes de la familia -Vicente- adquirió la casa materna y creó una sociedad en la Reducción de la que participaron Emidio y Ramón. En la misma, Vicente aportó de su patrimonio, 26.804 pesos, Emidio 2500 y Ramón 7531, comprometiéndose estos dos últimos a devolver la cantidad de 1600 pesos, durante diez años, a su padre por ser la persona que contribuyó con el mayor capital en la constitución del vínculo societario60.
Wenceslao Posse -primogénito de Vicente- no participó de la revolución de los Posse y se mantuvo al margen de la actividad política en la década de 1850. Se interesó en la producción de azúcar utilizando un método pre-industrial y al mismo tiempo, invirtió en la actividad minera que consistió en la explotación de una mina de cobre, en la zona de Andalgala (Catamarca)61. En este período, comenzó sus inversiones en el mercado inmobiliario tucumano, al adquirir una serie de propiedades en la ciudad y en la campaña62. Compró dos inmuebles en las adyacencias de la plaza principal por $1760 y adquirió la mitad de la estancia el Chañar por $500 en el departamento Burruyacú ubicado a 10 Km. al este de San Miguel de Tucumán63.
De acuerdo con la información registrada en los documentos, la producción azucarera y la actividad comercial significaron una fuente de ingresos constante64. Asimismo, los empréstitos solicitados por el gobierno de turno representaron la erogación de un monto considerable de dinero -alrededor de $3.234- que fueron entregados a la provincia65.
Con respecto a Manuel Posse, en el período analizado no efectuó ninguna compra de propiedades de acuerdo a las fuentes relevadas. Sin embargo, no se mantuvo en el ostracismo económico debido a que se dedicó a las transacciones comerciales al igual que el resto de su familia66. Se piensa que sus funciones militares y la coyuntura de transición entre el gobierno de Del Campo a Anselmo Rojo, motivó que Manuel concentrara su atención en la actividad militar a in de sostener el poder político de la familia.
El caso de Ramón fue muy similar al de Manuel. Solo participó de la sociedad que creó su padre en 1859 y se abocó a su actividad militar hasta 1856 en donde tras el intento revolucionario fue depuesto de su cargo67.
Emidio, uno de los hijos menores de Vicente, participó de acuerdo con Páez de la Torre en la revolución de los Posse de 1856, y en la sentencia, el juez lo condenó a prisión y el pago de los gastos procesales68. En cuanto a las actividades económicas, solo participó de la constitución de la sociedad con su padre en 1859.
Del mismo modo, los Posse Talavera consolidaron su red de parentesco en el medio local a partir de las uniones matrimoniales con integrantes de la élite local. Los casamientos de Wenceslao Posse con su prima Tomasa Posse Pereyra y de Manuel con Lucinda Silva Zabaleta fueron el inicio de la red social. Por otra parte, Manuel contrajo matrimonio con Lucinda Silva Zabaleta, hija del prominente comerciante local José Manuel Silva y de Juana Tomasa Zavaleta Ruiz de Huidobro69.
Igualmente, Ramón se casó con Genuaria Zavalía Iramain, descendiente de Zalustiano Zavalia Lami y de Januaria Iramain Díaz Gallo70. El padre de Genuaria se desempeñó como diputado provincial durante el gobierno de Alejandro Heredia, se exilió luego de la derrota de la Coalición del Norte a Perú retornando en 1856 a Tucumán donde se dedicó a la producción de caña de azúcar y posteriormente la política volvió a seducirlo siendo elegido gobernador por el partido liberal en 186071. Por su parte, José Ciriaco Posse contrajo matrimonio con Carmen Romano72. Juan Posse Talavera, el menor de todos los hermanos, se casó con Carmen Colombres Ruiz Huidobro, hija de Justo Colombres y Ángela Ruiz Huidobro73. Carmen provenía de una de las familias más prestigiosas del ámbito local, siendo su tío el Obispo Colombres, quien fuera uno de los precursores de la producción azucarera en la primera mitad del siglo XIX. Los enlaces matrimoniales de los varones dieron cuenta de alianzas con familias vinculadas al unitarismo y con una tradición de participación en las actividades comerciales, desde principios del siglo XIX e incluso antes, por lo que contaban con un significativo capital simbólico y económico.
En cuanto a los enlaces matrimoniales de las mujeres, Nicéfora Posse Talavera se casó con Benigno Vallejo Bazán, prestigioso abogado de la ciudad, quien representó a los Posse Talavera en el juzgamiento por la Revolución de los Posse y fue de gran utilidad en el aconsejamiento jurídico.
Sabina Posse Talavera se casó con Arsenio Granillo de la Colina, que era hijo de Francisco Solano Granillo Díaz de Loria y Josefa de la Colina Sarmiento74. Arsenio se desempeñó como funcionario público durante el gobierno de José María del Campo en el cargo de Ministro de Gobierno y se alineó políticamente con el partido liberal en la facción posista75. Así, los Posse Talavera ampliaron sus vínculos hacia el ámbito regional y precisamente con un sobrino de Domingo Faustino Sarmiento, quien fuera elegido presidente de la Nación entre 1868-1874.
Del resto de los hijos -Elina, Genaro, Emidio y Hortensia- se desconoce algún dato relacionado con sus respectivas uniones matrimoniales.
En síntesis, se observó en el comportamiento de esta familia, la distribución de roles de los integrantes de la misma, debido a que algunos miembros se responsabilizaron de mantener el poder militar -Manuel, José Ciriaco y Ramón- mientras que otros contribuyeron con la entrega de dinero en los períodos en donde Del Campo llegó al poder. En este caso, el poder ejercido por esta familia se vinculó con su rol como jefes militares designados por el Estado Provincial, aunque esta representación era meramente formal. Se piensa esto, porque los Posse utilizaban como fuerza su propia clientela que era cooptada de las diversas actividades económicas que realizaban en el departamento Monteros y la localidad de la Reducción, pero veían ese poder como propio y no como una delegación del Estado. En este sentido, esto da cuenta de los mecanismos políticos de la década de 1850, en donde el Estado todavía era espacio de disputa de grupos familiares y que entendían el poder delegado como propio. De la misma manera, los enlaces de las descendientes mujeres, aportaron una cuota significativa de capital político e intelectual, que benefició a esta familia en diversas coyunturas.
Al analizar la organización de la red social en torno a los Posse resultó claro que la misma persiguió la concreción de un determinado in. En este sentido, la filiación hacia el unitarismo fue un elemento nodal al momento de concretar las alianzas de familia mediante las uniones matrimoniales. Es decir, la imposibilidad de los Posse de conseguir el consenso en la década de 1850, generó una re funcionalización de las estrategias sociales ampliando los vínculos con otras familias que tenían los mismos objetivos políticos y que se nucleaban en torno al liberalismo. Esto significó no solo repensar sus propias estrategias sino también consolidar su patrimonio a in de ampliar la clientela política y sostenerse en el poder.
4. La consolidación de los Posse en el poder. Conflictos y tensiones entre los liberales tucumanos en la década de 1860
El decenio de 1860 representó la consolidación definitiva de los Posse en el ámbito local, en donde la red familiar, los negocios y el poder político se combinaron para potenciar las relaciones de los Posse y los vínculos de la red social que integraban. Las actividades comerciales, las agrícolas, las ganaderas y la producción de caña de azúcar fueron el ámbito en donde cooptaron una clientela numerosa, que permite dimensionar la combinación del poder no solo relacionado con el ámbito de la ciudad sino de la campaña, esto ligado al dominio militar que ejercían en el departamento Monteros y la localidad de la Reducción.
Sin embargo, la década de 1860 comenzó de manera convulsionada con la caída de la Confederación frente a las fuerzas de la provincia de Buenos Aires que triunfaron en la batalla de Pavón. A partir de este triunfo, el liberalismo se impuso paulatinamente en las provincias del interior, como ocurrió en Tucumán luego del triunfo de José María del Campo -junto a Antonio Taboada- frente a Celedonio Gutiérrez en la batalla del Ceibal76.
A partir de esta situación, José María del Campo accedió nuevamente a la gobernación de Tucumán, situación que le permitió a los Posse reconstruir su poder militar y acceder a la legislatura provincial. En este escenario, José Posse primo y aliado político de los Posse Talavera, fue el nexo de interlocución con el presidente Mitre en 1862, a partir de un fluido epistolario que el mandatario mantuvo con los Posse y con otros integrantes de la élite regional, a fin de sostener la política liberal en el contexto nacional77. La gobernación de Del Campo, se constituyó en una nueva posibilidad de acceso al poder por parte de los Posse. Esto se manifestó a partir del reemplazo de algunos comandantes de la Guardia Nacional -por orden de Del Campo- con la finalidad de rodearse de hombres de su confianza y fieles a su mandato. María Celia Bravo sostiene que quien controlaba la Guardia Nacional controlaba los comicios, y desde luego el manejo del electorado y la atenuación del conflicto intra elitista en favor de una familia, como fue el caso de los Posse78. En este escenario, Emilio Posse fue nombrado comandante del batallón de la Guardia Nacional y los mismos podían a su vez designar a la oficialidad, hecho que conllevó a la inserción de otros miembros de la familia Posse, -Roque Pondal Posse- como así también de aliados políticos como los Alurralde, los Paz y los Méndez79.
Los dos años de gobierno de Del Campo fueron suficientes para que los Posse consolidarán su poder y consiguieran que «José Pepe» Posse fuera elegido gobernador de la provincia en 186480. Esta asunción contó además con el beneplácito del presidente de la Nación, Bartolomé Mitre, quien consideró a los Posse como aliados políticos y favoreció a la fracción del partido liberal que dominaba en el ámbito local.
Los Posse consolidaron su poder entre 1863 y 1867, que fueron los años en donde la red parental y social concentró la mayor parte de los cargos. Eso significó la integración al espacio político de parientes directos y de amigos, lo que les posibilitó la elección posteriormente de Wenceslao Posse como gobernador en 186681.
En este sentido, al observar la composición de la legislatura, se identificó a los integrantes de la rama Posse Talavera, sus parientes más cercanos, como Felipe Posse Tejerina (su tío), Filemón Posse Bores (hijo de Luis Posse Tejerina), Arsenio Granillo de la Colina (esposo de Sabina Posse Talavera), Benigno Vallejo (esposo de Nicéfora Posse Talavera), los hijos del ex gobernador José María del Campo (Silvestre y Juan) y Roque Pondal Posse (primo e hijo de Roque Pondal y Joseina Posse Tejerina). Asimismo, otros integrantes de la familia participaron como fue el caso de Ramón y José Ciriaco Posse, comandantes de los distritos de Lules y La Reducción, consolidaron un fuerte dominio sobre dichos departamentos. Asimismo, Dermidio Posse se desempeñó como juez del departamento de Famailla y Ranchillos; Segundo Posse fue capitán y juez de Trancas; Emidio cumplió funciones como juez de Lules y comandante del Batallón Laureles, y Juan Posse fue comisario de Cruz Alta82. En Monteros contaban con el incondicional apoyo de José María del Campo, aliado y amigo del clan, que fue elegido Senador Nacional en reemplazo de Agustín Justo de la Vega83.
Este poder articulado entre parientes y amigos que conformaban la red social y parental de los Posse, que posibilitó sostener e imponer la candidatura de José «Pepe» Posse como senador nacional, generando tensiones al interior de la élite y sobre todo en el partido liberal, debido a que un sector expresó su descontento frente al manejo personalista de los Posse y denunciada por la prensa84.
Durante esta misma década, los Posse Talavera incrementaron exponencialmente su patrimonio a partir de la adquisición de propiedades. Con respecto a Manuel Posse, en el período analizado no efectuó ninguna compra de propiedades de acuerdo a las fuentes relevadas. Sin embargo, no se mantuvo en el ostracismo económico debido a que se dedicó a las transacciones comerciales al igual que el resto de su familia85. La única información con respecto a Manuel data de 1864, momento en que constituyó una sociedad con su hermano Wenceslao Posse, con el propósito de instalar una fábrica añilera en la zona de los Aguirre. Sin embargo, el proyecto resultó un fracaso que culminó con la disolución posterior de este vínculo societario86. A los fines de esta investigación no resulta un dato menor debido a que se transforma en el primer intento de Manuel Posse por diversificar sus actividades económicas.
Wenceslao Posse se interesó en incrementar la producción del ingenio Esperanza. Por lo que adquirió una centrífuga de azúcar para realizar el trabajo, que demandaba meses, en tan solo unos minutos87. Invirtió la suma de $ 10.000 en este artefacto que incrementó sustancialmente la fabricación de azúcar y como efecto inmediato generó un aumento del volumen producido para el mercado local88. De modo tal, que se transformó en uno de los pioneros en la modernización de la producción azucarera, lo que Schumpeter definió como un «empresario emprendedor»89. De acuerdo con las fuentes registradas, Posse pagó patente por un alambique de 1a clase y una destilería de 2a clase90. En este período se intensificó el interés de Wenceslao en la compra de inmuebles en la campaña invirtiendo la suma de $ 582791. Asimismo, participó del mercado inmobiliario de la ciudad adquiriendo una serie de propiedades cerca de la plaza central por $ 4.10092. La inversión efectuada en la campaña presentó una particularidad. Las mismas no estuvieron destinadas al aumento de la superficie cultivada del ingenio Esperanza -como se pensó en una primera instancia-sino a la cría de ganado vacuno, especialidad productiva que aumentó posteriormente las ganancias de Posse.
En el caso de su hermano Emidio, en 1865, recibe en donación la estancia la Reducción con todo lo plantado y edificado, más una propiedad en la ciudad93. En este sentido, Vicente, su padre con esta acción buscó que a partir de esta donación, el hijo varón que se encontraba más desfavorecido económicamente fuera propietario de la Reducción y sostener la sociedad creada en 1856.
En cuanto a Manuel Posse, no se registraron operaciones inmobiliarias en toda la década de 1860. En este sentido, se piensa que la actividad política en el caso de Manuel ocupó un lugar central.
La prosperidad económica, favoreció a la rama familiar de los Posse Talavera y a otros miembros con estrechos lazos de parentesco. Las actividades económicas de Felipe Posse Posse -primo hermano- comenzaron en 1855, año en el que adquirió una propiedad por un valor de 9.000 pesos bolivianos en la ciudad de San Miguel de Tucumán94. Esta adquisición marcó el comienzo de un acelerado ritmo de compra de propiedades inmuebles en la capital de la provincia a partir de la década de 1860, los que fueron destinados a cuartos de alquiler, actividad rentable debido al aumento sustantivo de población en la ciudad y a la necesidad creciente de lugares donde vivir95.
Posse integró dos sociedades en el ámbito local. La primera de ellas con su primo Roque Pondal -Posse Pondal y Cía.-constituida formalmente en el 1862 pero con presencia efectiva en las operaciones inmobiliarias en el ámbito de la ciudad en 1868. En ese año esta compañía adquirió dos propiedades en la ciudad por un monto de $ 280096. Sin embargo, a partir de esta compra el vínculo societario con Pondal se disolvió aunque se desconocen los motivos que generó esta decisión. Lo que resulta cierto, es que las propiedades fueron usufructuadas por Posse, quien se transformó en el único propietario de las mismas. En la segunda sociedad que constituyó -Felipe Posse y Cía.- se incorporó su hijo primogénito, Felipe Segundo. Esta empresa familiar comenzó sus transacciones inmobiliarias en 1867, año de su fundación. Sin embargo, en esta década su accionar en el medio local no resultó significativo debido a que solo se adquirió en la ciudad una propiedad por $ 50097.
En la campaña la característica sobresaliente es la adquisición de tierras por medio de vínculos societarios. En 1862, Felipe Posse compró, en sociedad con su primo Roque Pondal, una serie de propiedades en la zona de los Aguirre -distante 5 Km. al este de la ciudad capital-, por un valor de $ 217598. Esta operación significó el comienzo de la producción azucarera con el cultivo de los primeros surcos de caña y la construcción de un primitivo trapiche de madera en 1865, para la fabricación de azúcar por medios «artesanales»99. Al culminar el vínculo societario con Pondal, las propiedades fueron usufructuadas por Posse, quien se transformó en el único propietario.
En el transcurso de esta década Felipe adquirió nuevas tierras en los Aguirre con el propósito de extender la superficie cultivada del ingenio, lo que indicaría una complejización del proceso de fabricación azucarera100. Sin embargo, este nuevo emprendimiento económico fue realizado en nombre de Felipe Posse y Cía., vínculo societario constituido en el año 1867101.
La constitución de diversas sociedades en el contexto de la campaña por parte de Felipe Posse respondió a la necesidad de encontrar la figura empresarial más eficaz para administrar el negocio azucarero. En este sentido, la conformación de una empresa familiar de la que participó su hijo primogénito fue la opción más coherente para Posse102. De esta manera, deslindó responsabilidades concernientes al ingenio azucarero en Felipe Segundo, que le posibilitó atender otras operaciones económicas de su interés, las cuales se analizan en el apartado a continuación.
De la misma manera, la diversificación de actividades se vinculó no solamente con las actividades agrícolas y comerciales, que se orientaron a beneficiar a la industria azucarera, debido a que en 1863 los Posse adquirieron acciones del ferrocarril Rosario-Córdoba, que posteriormente se extendería, una década después, hacia Tucumán, modernizando los ingenios azucareros103
La familia mantuvo un poder hegemónico hasta 1865, momento en el cual, las fracciones del partido liberal que se situaban fuera de la red social y de poder de los Posse, se organizaron a in de disputarle el poder. De acuerdo con Flavia Macías, los miembros más destacados del grupo opositor fueron Julián Murga, quien se desempeñó como Diputado Nacional por la provincia, accediendo luego al rango de Coronel Graduado del Ejército Nacional; Salustiano Zavalia que mantuvo lazos políticos con los Posse en los inicios de la década de 1850, pero que luego fue desplazado, por lo que retornó a la escena local con la fundación del diario el Pueblo, opositor de los Posse; y Próspero García simpatizante del presidente Bartolomé Mitre y quien lideró, en el ámbito local y nacional, el grupo opositor a la familia Posse104.
En 1866, los Posse nuevamente utilizaron su maquinaria política y sus redes de poder con la finalidad de que fuera elegido como gobernador Wenceslao Posse105. La elección nuevamente de un integrante de la familia Posse tensionó aún más los vínculos al interior del partido liberal. Esta tirantez se relacionó con los manejos políticos de los Posse que consiguieron que varios miembros de su red parental ocuparan cargos en la legislatura local como fue el caso de Benigno Vallejo (esposo de Nicéfora Posse Talavera), Roque Pondal Posse (primo), Filemón Posse (fue elegido Diputado Convencional), Juan Posse Talavera (fue elegido elector del Colegio Electoral) y Manuel Posse Talavera, que al momento de la asunción de Wenceslao, fue elegido Senador Nacional por Tucumán106. De la misma manera, se desempeñó Dermidio Posse como Juez Departamental de Lules; Benigno Vallejo como Presidente del Supremo Tribunal de la Provincia; José María del Campo como Ministro General de Gobierno y José Posse como Fiscal General; Emidio Posse Presidente de la Comisión de Contribución Directa y Comandante del Batallón Laureles; Segundo Posse Juez Departamental de Trancas107.
En 1877 fue elegido Emidio Posse como Diputado por el Departamento de Famailla, Dermidio Posse como Juez de Paz de Ranchillos, José Ciriaco Posse era Comandante Interino del Distrito Lules y luego Comandante General de los departamentos del sur de la provincia, Ramón Posse como comandante interino del Regimiento n° 3 de Leales108.
El manejo exclusivo de los Posse del escenario político local provocó la fragmentación del partido liberal, en dos clubes, el Liberal -dirigido por los Posse- y el club del Pueblo -liderado por Zalustiano Zavalía y Fabián Murga-109. En este sentido, los conflictos entre ambos grupos se manifestaron en la prensa que a través del diario el liberal -sostén de los Posse-y el Pueblo -vocero de la oposición- fueron la herramienta elegida para el enfrentamiento.
Sin embargo, este conflicto entre los liberales reflejó un problema en el ámbito local, regional y nacional. En el ámbito local, los problemas entre los liberales fueron elevando la tensión política, hecho que generó un consenso de los opositores de que la única solución posible era deponer a los Posse del poder; por este motivo, estrecharon lazos con el clan familiar de los Taboada en Santiago del Estero y a este grupo se sumó la fracción mitrista cuando los Posse apoyaron la candidatura de Domingo Faustino Sarmiento, en contraposición con el candidato de Mitre Rufino Elizalde. Este conflicto se resolvió, con la organización de un levantamiento armado por parte del Batallón Belgrano, que contó con el apoyo de fuerzas nacionales comandadas por Octavio Luna y de la provincia de Santiago del Estero que tomó por sorpresa a los Posse, quienes no tuvieron capacidad de reaccionar y enfrentar militarmente el levantamiento110.
La salida de los Posse del gobierno, generó la renuncia de su red social en el ámbito de la legislatura provincial y esto conllevó a que la nueva legislatura ungiera como gobernador a Octavio Luna en 1868111. El nuevo mandatario inició una progresiva persecución en contra de esta familia con diferentes medidas entre los que podemos destacar los empréstitos forzosos contra las compañías de Felipe Posse112. La actitud de Luna desencadenó la reorganización de la familia que intentó recuperar el poder y desalojar a los mitristas del gobierno.
El gobernador instruyó un proceso político en contra de algunos integrantes de la familia Posse, ante los rumores de que los mismos preparaban un movimiento revolucionario en caso de no salir victoriosos en las elecciones.
[...] Las declaraciones de algunos testigos, dicen lo siguiente: que había oído decir o contar que en casa de don Angel Padilla se reunían Eustaquio Posse, Domingo José García, Napoleón Maciel, Marco Avellaneda, César Mur, Juan Nougués y los tres Padillas. Algunas noches iba Ramón Díaz, iba también José Frías. Algunos manifestaron que los que se reunían preparaban la revolución sino ganaban las elecciones y parecían de disponer de mucho dinero. Que los más exaltados eran Napoleón Maciel, Tiburcio Padilla y el viejo Frías. Otros testigos afirmaron que ellos no encubrían al gobierno al que públicamente llamaban mazorquero y acusaban al gobernador de haberse apartado de la constitución. De José Posse dijeron que les había dicho que con los 25.000 pesos de los que decían disponer era más fácil comprar al jefe principal, que hacer una revolución asaltando el cabildo, para proveerse de armas. De Isaías Padilla otros dijeron que manifestaba públicamente que él era opositor al gobierno, porque se había declarado por Elizalde, es decir por Urquiza, mientras él estaba por Sarmiento [...]113
En estas acusaciones se basó la persecución que Luna ejecutó contra de los Posse, estableciendo desde el Gobierno una serie de contribuciones forzosas.
Ese mismo año, la sucesión presidencial aumentó la tensión política en el medio local, debido a que el partido liberal se dividió en dos clubes. Por un lado, el club Sarmiento que aglutinaba a los Posse, sus adeptos y postulaba a Domingo Faustino Sarmiento y Adolfo Alsina. Por otro lado, el club del Pueblo dirigido por Octavio Luna, que promovían la candidatura de Rufino Elizalde y Wenceslao Paunero propuesta por el presidente saliente Bartolomé Mitre.
En las elecciones presidenciales de 1868, el Club del Pueblo que representaba al sector del partido liberal que apoyaba la candidatura de Ruino de Elizalde manipuló, con la ayuda de la Guardia Nacional, el resultado de los comicios114.
La manipulación de las elecciones presidenciales en Tucumán por parte de la fracción liberal fiel a Mitre fue en vano. A pesar de que Elizalde triunfó en la provincia en el resto del país se impuso la candidatura de Sarmiento para ocupar la primera magistratura de la Nación. Este resultado electoral desarticuló las ambiciones de Luna y los Taboada en el contexto regional. El nuevo mandatario estaba en contra de la influencia de la familia santiagueña en el Noroeste, motivo por el que fraguó un plan para quitarles poder en la región. Además, la existencia de un grupo de marcada tendencia mitrista, con un apreciable contingente militar, no inspiraba ninguna tranquilidad al Estado Nacional.
Una de las primeras medidas llevadas a cabo por el Estado Nacional fue enviar a Salta -en donde se produjeron trastornos institucionales y una velada sospecha de que Varela intentaría levantar a los federales nuevamente- a Julio A. Roca al mando de las fuerzas nacionales115. Esto molestó a los Taboada, porque esa misión debió ser encomendada a Antonino, en su carácter de comandante militar de la frontera del Chaco, cargo que le había asignado Mitre durante su presidencia.
La permanencia de Roca en Tucumán generó cierta inquietud en Luna y el clan santiagueño ante el acercamiento de las elecciones para gobernador de la provincia y por los vínculos parentesco entre el nuevo comandante militar y los Posse (eran primos). Ante la situación adversa Luna no tuvo más remedio que renunciar y los sectores en conflicto tuvieron que conciliar un candidato que fuera potable para todos los intereses en juego116.
Este nuevo escenario fue interpretado por los Posse como una oportunidad para utilizar el estrecho vínculo con el presidente Sarmiento y posicionarse en el escenario local. Sin embargo, los deseos de esta familia fueron resistidos, por una parte, por familias como los Avellaneda, los Méndez, los Alurralde que estaba en contra de que los Posse recuperaran el poder, porque rechazaban el manejo exclusivista que tuvieron durante su mandato; por otra parte, Sarmiento en vez de nombrar a su amigo personal, José Posse, como Ministro del Interior, eligió a Uladislao Frías, evitando de esa manera un nuevo fraccionamiento del partido liberal en Tucumán117. Este hecho marcó la finalización de la influencia de los Posse tanto en el ámbito local como nacional.
5. Conclusiones
En las páginas precedentes se analizó el caso de Vicente Posse Talavera y de sus hijos con la finalidad de indagar en la conformación de sus redes sociales y de poder. En este sentido, se centró la atención en la primera generación de esta rama familiar, debido a que, como se planteó en la introducción, fueron quienes cobraron relevancia en el medio local, regional y nacional.
A partir de la década de 1830, Vicente Posse participó en diversos levantamientos armados con el propósito de romper con el poder hegemónico que el gobernador Federal Alejandro Heredia ejercía en la provincia de Tucumán y el noroeste. Esta participación de Vicente en estos levantamientos -Liga del Interior y Liga del Norte- evidenció una puja de intereses económicos entre dos sectores de la élite. Uno que buscaba la reactivación de la ruta alto peruana, con el in de restarle poder al sector mercantil vinculado con Buenos Aires y otro, que detentaba el monopolio de las transacciones comerciales con el eje atlántico pero que ante la política proteccionista del gobernador Alejandro Heredia vieron perjudicados sus intereses económicos. La profusa participación de Vicente en el unitarismo incidió en sus descendientes, quienes apoyaron este movimiento y posteriormente se identificaron con el liberalismo como tendencia política.
En cuanto a la actividad económica, las transacciones comerciales efectuadas por Vicente Posse se realizaron en el marco de una red mercantil estructurada por su padre Manuel Posse y su tío Gerardo Posse con orientación hacia el puerto de Buenos Aires a fines del siglo XVIII. Algunos de los descendientes de Vicente Posse se incorporaron paulatinamente a esta red, a partir de la instalación de almacenes o pulperías en la ciudad de San Miguel de Tucumán, lo que les permitió paulatinamente acumular el capital necesario para invertir posteriormente en la compra-venta de inmuebles en la ciudad como en la campaña.
Por este motivo, la consolidación del poder de Vicente Posse y sus hijos, se vinculó con su rol como propietarios de grandes extensiones de tierras en los departamentos de Monteros y la Reducción, dedicadas a las actividades agrícolas ganaderas, que les permitió cooptar una clientela significativa.
En este sentido, el poder que ejercieron los Posse se vinculó con su rol de patter familia, debido a que otorgaban trabajo y protección a cambio de lealtad.
Esta relación con su clientela se complejizó aún más cuando en la década de 1850, algunos descendientes de Vicente Posse fueron designados como comandantes de milicias, - por el Gobernador José María de Campo- en los mismos departamentos en donde poseían sus propiedades. De esta manera, no solo detentaron un poder de coacción vinculado al acceso al trabajo y con el monopolio del ejercicio de la violencia.
De la misma manera, los Posse diseñaron una red parental que utilizó los enlaces matrimoniales como una herramienta para consolidar su influencia en el medio local. En este sentido, una característica de los casamientos de la primera generación fue que no fue azarosa sino formó parte de una estrategia familiar en donde concluyeron diversos intereses y vínculos de lealtad y afinidad. Por este motivo, en el caso de los varones, los casamientos se efectuaron con jovencitas cuyos padres se dedicaban al comercio -actividad en la que se desempeñaban los Posse desde fines del siglo XVIII- y que tenían fuertes lazos con el unitarismo. En el caso de las mujeres, contrajeron matrimonios con individuos que poseían un fuerte capital intelectual, debido a que eran abogados reconocidos en sus provincias de origen como en Tucumán. En este sentido, la profesión de estos jóvenes fue de suma utilidad en momentos en donde los Posse Talavera atravesaron contratiempos judiciales. Estos casamientos tuvieron como propósito aunar voluntades políticas, a la vez que sirvieron como estrategia para evitar la dispersión del patrimonio familiar como fue el caso de la unión matrimonial de Wenceslao Posse Talavera con su prima hermana Tomasa Posse Pereira (hija de José Víctor Posse). Con este enlace se iniciaron las relaciones endogámicas al interior de la red de parentesco de los Posse.
Por este motivo, la red de parentesco actúo como una red social que fue incluyendo a los nuevos miembros con la finalidad de utilizar sus vínculos e influencias en el medio local. Sin embargo, se distinguieron dos niveles en esta red social. Un primer nivel, en donde se establecieron dos clases de vínculos; una relación diádica entre los Posse Talavera y Del Campo, que dio cuenta del estrecho lazo de confianza entre los mismos y una tríadica, de la que participó José Posse Posse, el conjunto de los Posse Talavera y Del Campo, que tuvo un comportamiento homogéneo en la década de 1860. Un segundo nivel, que se relacionó con el resto de los integrantes de la red que integraron los espacios de poder de los Posse, como los Colombres, los Romano, los Zabaleta, quienes acompañaron las iniciativas políticas de los Posse cuando dominaron la escena política local.
Asimismo, al indagar la red de parentesco, se descubrió la asignación de roles al interior del núcleo familiar, debido a que los miembros de la misma desempeñaban funciones específicas. Una parte de los integrantes fueron responsables de dotar a los Posse de poder de movilización militar debido a su rol como comandantes de milicias, mientras que otra parte, fue la encargada de desarrollar los negocios familiares, tanto los emprendimientos individuales como los colectivos en la figura de sociedades que adquirían propiedades tanto en la campaña como en el espacio urbano.
Esta complejidad de funciones da cuenta de una estructura jerárquica en donde José Posse y Wenceslao Posse fueron las iguras de mayor proyección en el medio local y nacional.
De la misma manera, durante el período que se analizó en este trabajo, resultó claro que los Posse enfrentaron diversos escenarios en su lucha por el poder político. Sin embargo, la década de 1850, sirvió para que esta familia probara su capacidad militar a in de obtener el poder por medio de las armas, práctica utilizada recurrentemente por la élite y esta familia en particular. No obstante, a partir de 1856, el fracaso de la Revolución de los Posse generó un cambio en la percepción del poder por parte de esta familia, que a partir de ese momento, utilizó sus vínculos personales y lealtades políticas que se encontraban insertas en su red social, capitalizando las uniones matrimoniales y los vínculos informales con la élite política nacional a in de conseguir la gobernación de Tucumán. No obstante, el recelo por concentrar el poder provocó un manejo exclusivista de la política y del poder, que relegó a un sector de la élite que poco a poco reunió voluntades en su contra. En este sentido, si bien consensuaron con otras familias su ascenso al poder, cuando lo obtuvieron la familia ocupó el lugar central, hecho que impidió un equilibrio entre los diversos sectores de la élite, y generó una división en el partido liberal.
Por último, en cuanto al patrimonio, se evidenció una familia que supo invertir su patrimonio en diversas actividades, es decir que la diversificación no solo se orientó a la agroindustria azucarera sino también a la compra y venta de propiedades en la ciudad, y a realizar préstamos como fue el caso de Felipe Posse y Cía. En este sentido, al no existir un banco nacional o provincial, los Posse actuaron como financistas en el mercado local, hecho que les reditó buenos dividendos.
De la misma manera, los Posse Talavera consolidaron su poder en el medio local a partir del funcionamiento de una aceitada red de relaciones sociales y de poder que permitieron su ascenso en la provincia. Sin embargo, ese poder en cierto sentido era efímero porque dependía de la versatilidad de las relaciones, las formas en que resolvían las disputas por el poder con el sector antagónico de la élite en donde el enfrentamiento era una constante y sobre todo, su permanencia dependía más de su funcionalidad en la continuidad de un proyecto nacional dirigido por Mitre, que por su filiación a una tendencia del partido liberal. Por este motivo, el poder se acotó a las decisiones del poder central y cómo el sector de la élite opositora a los Posse supo capitalizar ese conflicto en su favor.
En este sentido, el poder en las gobernaciones provinciales estuvo sujeto a las decisiones del poder central quien recurrió a la utilización en la década de 1860 de estos levantamientos militares a in de mantener un control hegemónico en el ámbito nacional.