La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a las personas adultas realizar 150 minutos semanales de actividad física (AF) moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa para mantener la salud 1. Antes de la pandemia por COVID-19, el cumplimento de las recomendaciones de AF en los adultos era de un nivel medio y alto; en España, 70,6% de los hombres fueron más activos en comparación con las mujeres (52,2%), mientras que durante la pandemia la frecuencia de actividad física en las mujeres fue del 45% y en los hombres, del 53,5% 2.
A pesar del reconocimiento de los beneficios que trae para la salud física y mental, la práctica actividad física no alcanza los niveles recomendados 3. En Colombia, antes de pandemia, la AF en la población adulta alcanzó un nivel medio: 51,1% de los individuos entre los 18 a 64 años realizaron AF según las recomendaciones de la OMS, siendo más activos los hombres con un 61,1% en comparación con las mujeres, cuyo porcentaje fue del 42,7% 4. En otros estudios realizados en Colombia se reporta que la frecuencia de AF en el dominio del tiempo libre para las mujeres fue 66,1% y para los hombres, 72,1% 5.
El confinamiento de la población debido a la pandemia por COVID-19 incrementó el problema de inactividad física a nivel mundial 6 y las restricciones de movilidad han afectado la capacidad para realizar actividad física como parte natural de la vida diaria 7. El aislamiento social de las personas disminuyó el acceso a espacios públicos y privados para realizar AF de manera libre o incluso guiada por los expertos, lo cual ha expuesto a un mayor riesgo de inactividad física, comportamientos sedentarios (CS) y enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). Asimismo, la falta de espacios e infraestructura de los hogares para el ejercicio físico y la falta de conocimiento técnico sobre rutinas de ejercicios adecuadas ha ocasionado que los niveles de AF disminuyan drásticamente 8,9.
La realización de AF regular es beneficiosa para la salud física y mental y su disminución en tiempos de pandemia se convierte en un factor de riesgo significativo 10 para el aumento de la frecuencia de obesidad y ECNT, condiciones que pueden aumentar la vulnerabilidad a la COVID-19 11.
La necesidad de identificar las modificaciones que han surgido en las personas en cuanto a la práctica de AF y el CS durante la situación actual de confinamiento en sus hogares es un imperativo para diseñar estrategias que contribuyan a fomentar hábitos más activos. La realización de AF en el medio natural durante el tiempo libre y como transporte al trabajo o la escuela es una tendencia mundial que permite una vida activa mientras se está inmerso en las actividades al aire libre (12). Dado que el desplazamiento activo al trabajo, a la escuela y a otros sitios se ha restringido, los estilos de vida se han modificado hacia hábitos físicamente inactivos y sedentarios. Por ello el objetivo de este estudio fue determinar los cambios en la práctica de actividad física durante la pandemia por COVID-19 en sujetos adultos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Tipo de diseño
Se realizó un estudio de corte transversal mediante el cual se evaluaron las distintas variables de estudio. Esta investigación se realizó durante el periodo de mayo a julio de 2020 en los departamentos Atlántico, Cesar, Bolívar y Magdalena de Colombia.
Participantes
Se calculó la muestra de 980 personas adultas teniendo en cuenta un nivel de confianza de 95%, un poder del 80%, un error del 5% y una prevalencia del evento de intención de AF del 20%. Al final del estudio, 812 personas respondieron los cuestionarios, obteniendo una respuesta del 82,8%. Las personas fueron seleccionadas a partir del listado telefónico de familiares, amigos y compañeros de trabajo de los investigadores. La principal razón de la no respuesta del 17,2% fue la falta de tiempo debido al teletrabajo y las ocupaciones con los hijos en las sesiones de educación virtual.
Procedimiento
El cuestionario se aplicó vía telefónica; previo a la aplicación de los instrumentos de evaluación, se solicitó el consentimiento informado y para ello se le explicó a la persona el propósito y los objetivos del estudio. Una encuesta indagó sobre las características sociodemográficas de los sujetos tales como: rango de edad del que responde, sexo, nivel educativo y estrato socioeconómico. Se aplicó el Cuestionario de Intención hacia la AF de Prochaska y Marcus 13, el cual mide las siguientes etapas de cambio para AF: precontemplación, es decir, personas que no realizan AF ni tienen intención de práctica en un lapso de 6 meses; contemplación: personas que no realizan AF, pero tienen intención de hacerla en los próximos 6 meses; preparación: personas que no realizan AF, pero tienen intención de hacerla en los próximos 30 días; acción: personas que realizan AF regular desde hace menos de 6 meses; mantenimiento: personas que manifiestan realizar AF regular desde hace más de 6 meses.
La aplicación del instrumento de Prochaska y Marcus se realizó en el mismo momento de la llamada telefónica, aunque dos veces, de tal manera que se midiera la intención hacia la AF antes de la cuarentena y después de 4 meses del aislamiento social. El instrumento ha mostrado una consistencia interna por encima de 0,70 13. El CS se midió preguntando el tiempo que la persona suele pasar sentada o recostada haciendo alguna de las actividades a mencionar: horas al día frente a pantallas como televisión, computador y celular.
Análisis estadístico
Para determinar los cambios en la intención hacia la AF, antes y después de cuatro meses de aislamiento social, se realizó la Prueba de McNemar que permite comparar las proporciones de dos muestras relacionadas, en este caso, la proporción de sujetos en cada categoría de las etapas de cambio en los dos momentos de vida, es decir, antes y después de 4 meses de aislamiento social. La diferencia entre el comportamiento sedentario y las características sociodemográficas de los sujetos se estableció a través de la prueba estadística t de Student. A fin de determinar la relación entre los factores individuales y la práctica de actividad física durante la pandemia, se realizó una regresión logística binaria. En todas las pruebas se asumió una significancia estadística de 0,05 y fueron procesadas en el paquete SPSS versión 24.0 (registro de la Universidad Simón Bolívar).
RESULTADOS
De los 812 sujetos participantes en este estudio, el 50,5% pertenece al sexo masculino; 791, que corresponden al 97,4%, están en el rango de edad entre 18 y 59 años; según la característica nivel de estrato socioeconómico, el 53,8% de los encuestados son de estrato bajo; en cuanto al nivel educativo, el 52,1% de los participantes tienen una escolaridad alta (Tabla 1). La media de edad fue de 40.8±12.8 años.
Sexo | Frecuencia | (%) |
---|---|---|
Femenino | 402 | 49,5 |
Masculino | 410 | 50,5 |
Rango de edad | ||
Entre 18 y 40 años | 436 | 53,7 |
Entre 41 y 65 años | 376 | 46,3 |
Estrato socioeconómico | ||
Estrato bajo | 437 | 53,8 |
Estrato alto | 375 | 46,2 |
Nivel educativo | ||
Escolaridad bajo | 389 | 47,9 |
Escolaridad alto | 423 | 52,1 |
Total | 812 | 100 |
La Prueba de McNemar permitió estimar que la proporción de personas que se categorizan en las tres primeras etapas de cambio aumentó de 65% en la medición antes de pandemia a 74,4% después de 4 meses de aislamiento social; por el contrario, la frecuencia de sujetos que se ubican en las etapas de acción y mantenimiento disminuyó de 35% a 25,6% (p=0,0001) (Tabla 2).
Población general | Total n (%) | Valor de p | ||
---|---|---|---|---|
Después de 4 meses de la pandemia | 0,0001 | |||
Antes de la pandemia | Precontemplación, contemplación y preparación | Acción y mantenimiento | ||
Precontemplación, contemplación y preparación | 488 | 40 | 528 (65) | |
Acción/mantenimiento | 116 | 168 | 284 (35) | |
Total n (%) | 604 (74,4) | 208 (25,5) | 812 | |
Sexo femenino | 0,005 | |||
Después de 4 meses de la pandemia | ||||
Antes de la pandemia | Precontemplación, contemplación y preparación | Acción y mantenimiento | ||
Precontemplación, contemplación y preparación | 281 | 20 | 301 (74,8) | |
Acción/mantenimiento | 43 | 58 | 101 (25,1) | |
Total n (%) | 324 (80,5) | 78 (19,4) | 402 | |
Sexo masculino | 0,0001 | |||
Después de 4 meses de la pandemia | ||||
Antes de la pandemia | Precontemplación, contemplación y preparación | Acción y mantenimiento | ||
Precontemplación, contemplación y preparación | 207 | 20 | 227 (55,3) | |
Acción/mantenimiento | 73 | 110 | 183 (44,6) | |
Total n (%) | 280 (68,3) | 130 (31,7) | 410 |
Se encontró que la proporción de personas de sexo femenino categorizadas en las tres primeras etapas de cambio aumentó de 74,8% al 80,5% después de 4 meses de aislamiento social. Con respecto a las personas de sexo masculino hubo un aumento del 68,3% en las tres primeras etapas de cambio durante la cuarentena en comparación con el 55,3% antes de la cuarentena; mientras que en la etapa de acción y mantenimiento hubo una disminución del 44,6% a un 31,7% (p=0,0001).
En la Tabla 3 se observa que el promedio de horas al día en la población general frente al TV es de 2,7±2 horas; ante celulares, 3,8±2,8 horas y 2,4±2,7 horas frente al computador. Al comparar entre mujeres y hombres no se observan diferencias significativas y, contrario a los resultados según el estatus SE, es mayor el uso del computador en los de estrato alto (2,9±2,7 horas) que en el bajo (2±2,7 horas). Las personas de nivel educativo bajo gastan 7,8±4,4 horas sentados frente a pantallas, mientras que los de escolaridad alta gastan io,5±5,5 horas (p=0,0001). A su vez, el 62,3% de las personas gastan más de 2 horas al día en actividades sedentarias.
Sexo | Edad | Estrato socioeconómico | Nivel educativo | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Población general Media (Desviación estándar) | Mujeres | Hombres | Valor de p | Entre 18 y 40 años | Entre 41 y 65 años | Valor de p | Estrato bajo | Estrato alto | Valor de p | Escolaridad baja | Escolaridad alta | Valor de p | |
Horas TV | 2,7±2 | 2,8±1,9 | 2,3±2,1 | 0,07 | 2,7±2 | 2,7±2 | 0,6 | 2,8±2 | 2,6±2 | 0,5 | 2,8±2,1 | 2,7±1,9 | 0,36 |
Horas computador | 2,1±2,7 | 2,3±2,6 | 2,6±2,9 | 0,45 | 2,3±2,7 | 2,6±2,8 | 0,12 | 2±2,7 | 2,9±2,7 | 0,0001 | 1,3±2,1 | 3,5±2,9 | 0,0001 |
Horas celular | 3,8±2,8 | 3,9±2,6 | 3,8±3 | 0,07 | 3,8±2,8 | 3,8±2,8 | 0,8 | 3,8±2,8 | 3,9±2,8 | 0,09 | 3,4±2,4 | 4,2±3,1 | 0,001 |
Comportamiento sedentario total | 9,2±5,2 | 9,2±4,4 | 9,3±5,9 | 0,41 | 9±5,2 | 9,4±5,1 | 0,3 | 8,8±5,2 | 9,7±5,1 | 0,002 | 7,8±4,4 | 10,5±5,5 | 0,0001 |
Al relacionar las etapas de cambio para la actividad física y las características personales de los sujetos, se encontró que las mujeres tuvieron mayor riesgo de no practicar actividad física [OR 1,97 IC (1,4-2,7) 95%] frente a los hombres. Igualmente sucedió con las personas de nivel educativo bajo [OR 1,74 IC (1,2-2,4) 95%]. Las personas de mayor edad tienen más riesgo de baja actividad física [OR 1,75 IC (1,3-2,4) 95%] (Tabla 4).
Precontemplación, contemplación y preparación | Acción y mantenimiento | ||
---|---|---|---|
n (%) | n (%) | OR (IC95%) | |
Sexo | |||
Femenino | 324 (80,6) | 78 (19,4) | 1,9 (1,4-2,7) |
Masculino | 280 (68,3) | 130 (31,7) | 1 |
Rango de edad | |||
Entre 41 y 65 años | 258 (68,6) | 118 (31,4) | 1,7 (1,3-2,4) |
Entre 18 y 40 años | 346 (79,4) | 90 (20,6) | 1 |
Nivel educativo | |||
Escolaridad baja | 307 (78,9) | 82 (21,1) | 1,7 (1,2-2,4) |
Escolaridad alta | 297 (70,2) | 126 (29,8) | 1 |
Estrato socioeconómico | |||
Estrato bajo | 312 (71,4) | 125 (28,6) | 1,4 (1,02-1,9) |
Estrato alto | 292 (77,9) | 83 (22,1) | 1 |
DISCUSIÓN
Los resultados muestran que este periodo de pandemia por el COVID-19 ha tenido un efecto negativo en los estilos de vida activos y en el aumento de los CS de los participantes. Al comparar entre hombres y mujeres, en estas últimas se refleja en mayor medida el cambio hacia la no realización de actividad física. Datos preliminares han sugerido estas diferencias por el sexo de los sujetos, es decir, 31,5% de las mujeres no realizaron AF durante la pandemia en contraste con el 23,8% de los hombres 14. En el estudio de Romero et al.15, el 37,1% de los participantes se categorizaron en las etapas de precontemplación, contemplación y preparación, una proporción menor a la del presente estudio (74,4%). Sin embargo, el tiempo de actividad física se redujo durante el encierro para los participantes en las etapas de precontemplación (antes 45±9o min vs. después 7,5±15 min) y contemplación (antes 69,5±128,8 min vs después 38,5±87 min).
Zheng et al.16 reportan una reducción considerable de la AF durante la cuarentena. Antes del confinamiento, el tiempo de AF de moderada a vigorosa era de 6o,4 min al día y durante fue de 36 min; lo contrario se observó con el tiempo sentado, pues durante el aislamiento por COVID-19 el incremento fue significativo, de 7,8 a 10 horas al día. Los autores explican que estos cambios surgieron por la cancelación de los entrenamientos y las competiciones de deportes, el cierre de las instalaciones públicas de ocio y gimnasios, el trabajo desde casa y la preocupación por la amenaza que representa el COVID-19.
En nuestro estudio el comportamiento sedentario, medido a partir del tiempo frente a pantallas como celular, computador y televisión, fue alto. Más horas al día de comportamiento sedentario se asocia con mayor mortalidad por todas las causas, por enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 4. Varios meta-análisis lo ratifican: los adultos que gastaron más de 8 horas al día sentados tenían un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares 17 y el riesgo aumenta desde las 7,5 a 9 horas, siendo más elevado a más de 9,5 horas por día 18. Aunque la innovación tecnológica ha traído grandes beneficios para la humanidad, el cambio hacia ocupaciones y recreaciones más sedentarias ha contribuido a la transformación de los estilos de vida de las personas, disminuyendo las oportunidades de ser activos físicamente y a aumentar el comportamiento sedentario.
Katewongsa et al.19 encontraron que 3o% de las personas que realizaban AF antes de la cuarentena la habían abandonado durante el aislamiento, según la investigación, posiblemente por una respuesta emocional a la pandemia que derivaba en un sentimiento exagerado de miedo o ansiedad. Los autores concluyen que convencer a las personas a participar en más AF puede resultar difícil en el entorno actual. En otras investigaciones, los resultados han sido contrarios, ya que han mostrado un aumento de la AF en cerca de la tercera parte de la población encuestada durante y después del periodo de cuarentena, debido a la promoción de la AF en casa por parte del gobierno 20.
Si el estado actual de aislamiento continúa, no se alcanzaría lo establecido en el plan de acción de la OMS como meta global de actividad física para el 2030 -la reducción del 15% de inactividad física en jóvenes y adultos-, lo que es sin duda una situación de riesgo para la salud 21. El cumplimiento de las tareas del hogar y del teletrabajo, sumado a la falta de tiempo libre y la incompatibilidad en los horarios 22, podrían explicar los resultados del presente proyecto respecto a la reducción en la participación de actividades lúdicas y recreativas, la reducción del espacio y el tiempo en el hogar para la práctica de AF. Otros autores enfatizan que la AF se redujo de un 3o% en estudiantes universitarios de Australia, es decir, menos de 15o minutos semanales de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa, lo que generó trastornos físicos y comportamentales como el aumento de los niveles de ansiedad en la población joven, especialmente entre las edades de 18 a 34 años 23.
La evidencia señala que el confinamiento en casa incrementó los niveles de inactividad física y el comportamiento sedentario, por ello son tan relevantes las estrategias en el dominio doméstico para fomentar estilos de vida saludable 24. Se espera que estos resultados puedan orientar políticas públicas, acciones y estrategias con enfoque comunitario, las cuales fomenten ambientes para que las comunidades de la región caribe se favorezcan con prácticas innovadoras de AF en el hogar mediante tecnologías o programas comunitarios que logren llegar a los niveles recomendados por la OMS 4.
Se concluye que los cambios ocurridos durante el confinamiento en los estilos de vida de las personas se relacionan con la disminución de la práctica de actividad física y con el alto comportamiento sedentario asociado con el uso de dispositivos tecnológicos. Las mujeres fueron la población con mayor detrimento de la práctica de AF frente a los hombres. Entre las limitaciones de este estudio están el diseño transversal, el cual no permite estimar causalidad entre las variables estudiadas. En cuanto a las fortalezas, este es el primer estudio en Colombia que analiza la actividad física y el comportamiento sedentario antes y durante el encierro ♣