Introducción
En Colombia ha sido recurrente que los medios de comunicación, algunos políticos, la Iglesia y las Fuerzas Militares realicen diversas campañas para infundir pánico. Por ello, es fácil encontrar noticias en periódicos y en las diferentes redes sociales; publicaciones relacionadas con homicidios, robos, secuestros, saqueos, violaciones, entre otros.
Parece que este panorama está fuertemente asociado con los medios o referentes a los cuales los ciudadanos acuden para informarse de lo que sucede en su entorno. De acuerdo con la encuesta de percepción ciudadana, realizada en Bogotá en el 2017, es posible que los ciudadanos entreguen mayor confianza a las fuentes de información según su frecuencia de utilización. Según este estudio, la lista se encuentra encabezada por la televisión (44 %), seguido de las redes sociales (23 %), prensa escrita (13 %), radio (12 %) y el “voz a voz” (5 %). En el último lugar se encuentra, sin poder dar explicación, que solamente el 3 % de las personas encuestadas utilicen portales de las instituciones o entidades públicas para obtener información. Del mismo modo, es ya una costumbre que los ciudadanos consuman gran cantidad de información sin cuestionar la confiabilidad que estipulan estas fuentes.
Esta situación devela que los ciudadanos dependen de la información presentada por algunos medios de comunicación, centrándose en sus singularidades. Es el caso, por ejemplo, de los medios audiovisuales en los que se exponen sucesos impactantes y casos particulares acompañados de cuadros espantosos, vívidos e imágenes que eclipsan la información de tal manera que se privilegia la superficialidad o aquellos eventos que causan impresión por encima de las causas o razones que explican los hechos; de la misma manera, se exponen estadísticas oficiales que impactan y palabras que muestren una realidad a conveniencia de algunos sectores sociales (Gallego, 2017).
En particular, la televisión centra su atractivo en la facilidad de leer una imagen dramática, interpretar una representación estadística o analizar un texto argumentativo. Estas cualidades generan estimaciones distorsionadas a la hora de evaluar la importancia de presentar noticias o sucesos que tengan relevancia para los ciudadanos. Pero, en muchas ocasiones, en vez de informar de la forma más equilibrada posible, el principal propósito de las noticias consiste en insertar diversos tipos de miedo en la sociedad colombiana, crear opinión cuando inciden en el favoritismo de algunos candidatos que en su discurso hacen elogio de la guerra o en el consumo de productos asociados con temas de seguridad (seguros de vida, empresas de vigilancia, cámaras, entre otros) (Gallego y Reyes, 2017).
Es posible que exista una asociación entre las agencias noticiosas que predominan en el país y el tipo de información que promueven. De acuerdo con un estudio efectuado por la Asociación Colombiana de Investigación de Medios (Acim), durante el año 2016 el mayor número de televidentes en el país se concentraba principalmente en dos canales que son privados; no es coincidencia que estos dos medios de comunicación pertenezcan a dos poderosos grupos económicos, lo cual puede convertir la información en un objeto que defiende sectores sociales privilegiados. La tabla 1 relaciona la audiencia en miles de personas por canal; cómo se puede observar, existe una apreciable diferencia entre los televidentes de los dos primeros canales y los demás. Por tanto, los ciudadanos solo pueden obtener una imagen de la información sin tener la oportunidad de comparar y evaluar diversas fuentes, lo que contribuye muy poco a que puedan ser más críticos y complejos en el análisis de la información y particularmente de la estadística (Rocha y Gallego,2017).
Sesgos vinculados con el miedo: la teoría de Kahneman y Tversky
Cuando se estima la posibilidad de ocurrencia de un evento o la extensión de una categoría como la eventualidad de morir de forma violenta o ser víctimas de hurtos, los ciudadanos pueden confiar en engañosas estrategias intuitivas mediados por la fluencia con que ciertos sucesos son extraídos de la memoria: “Nuestras expectativas sobre la frecuencia de los acontecimientos están distorsionadas por la prevalencia y la intensidad emocional de los mensajes que nos llegan” (Kahneman, 2011, p. 516). A esta situación se ha denominado sesgo de la disponibilidad, y es una estrategia que consiste en reemplazar una pregunta que puede ser difícil de responder con información al alcance por otra más sencilla. Por ejemplo, al indagar: ¿cuál es la frecuencia de un evento A?, una posible pregunta heurística para responderla sería: ¿cuántos ejemplos puedo imaginar de tal evento?
De este modo, la disponibilidad conduce a sesgos al listar factores diferentes a la frecuencia de ocurrencia del evento aleatorio A, como se expuso en una investigación realizada por Kahneman y Tversky en 1974. Tal vez uno de los sesgos más sorprendentes es el denominado “imaginabilidad” que se presenta al estimar la posibilidad de un evento del cual no se tienen información y se realiza una valoración simple o demasiado sencilla (Zapata y Rocha, 2014).
La facilidad de construcción, asociación u obtención de ejemplos de una categoría a estimar puede estar influenciada por reportes de noticieros que ofrecen diferentes medios de comunicación para generar opinión pública, lo que provoca la expansión en la atmósfera de un clima público de miedo; este último como sesgo se inserta en el actuar cotidiano y traza arquetipos sobre cómo se debe actuar en sociedad. En relación con este argumento, Slovic, Lichtenstein y Fischhoff afirman que la disponibilidad y el afecto pueden estar asociados: “las ideas y las imágenes aterradoras nos vienen con particular facilidad, y las ideas fluidas y vívidas de peligros exacerban el temor” (como se cita en Kahneman, 2011, p. 186).
Este tipo de sesgos no están por fuera de los espacios de formación en probabilidad y estadística, ya que con frecuencia es posible observar que los estudiantes cuando proponen ejemplos caen en el sesgo de la disponibilidad. En muchas ocasiones, si se les invita a realizar estimaciones proponen valoraciones simples y, en general, utilizan sus argumentos dependiendo de la información que obtienen de los medios de comunicación.
Diseño metodológico
Experimento de aula como dispositivo didáctico
El diseño del experimento de aula fue dirigido a dos grupos de estudiantes, uno de control y otro de tratamiento. Para el grupo de tratamiento se elaboró previamente un video en el que se presentaba estadísticas que permitían contrastar comportamientos de variables relacionadas con el miedo que son encontradas en los diferentes medios de comunicación. Durante la intervención en el espacio académico se realizó una introducción y se proyectó el material audiovisual que tiene una duración de 17 minutos y se encuentra disponible en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=t7PlBshljX4
Posteriormente, se aplicó un instrumento de indagación en el que se agruparon las variables, indicadores e índices, como se presenta en la figura 1. Los primeros se concentraron en seis clases dependiendo del tipo de miedo, desde aquellos que tenían que ver con la economía hasta aquellos relacionados con el cambio climático; los segundos se basaron en estadísticas oficiales de instituciones o departamentos en Colombia, así como documentación encontrada en distintos países.
Los índices correspondientes al indicador salud humana se establecieron de acuerdo con estadísticas de las principales causas de defunción que reportó el Departamento Administrativo de Estadística (Dane) en el año 2017. Entre ellas se encuentra enfermedades como: cardiopatía isquémica, bronquitis, neumonía, diabetes e hipertensión arterial.
Para el caso del indicador cambio climático, se tuvieron en cuenta sus principales consecuencias según un informe del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) que presentó para el país en el 2016.
Los tipos de accidentes viales fueron seleccionados del reporte sobre defunciones y lesiones por siniestros viales proveniente del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2018).
Los índices que constituyen la estabilidad económica son expresiones de la violencia socioeconómica que propone Mora (2013), en particular se tomaron en cuenta aquellos relacionados con la inseguridad económica y la no generación de oportunidades.
Las manifestaciones de violencia en la sexualidad y la economía, así como la diferencia con las agresiones se definieron a partir de la propuesta de Campos (2010). Estos índices fueron complementados con algunas tipologías en concordancia con el contexto colombiano.
Para el caso de la inseguridad, se categorizaron algunos índices de estadística criminal que propone Knoema (2017).
Recolección de la información
El instrumento de indagación constaba de una pregunta de opción múltiple en la que los estudiantes valoraban en una escala de uno a cinco, siendo cinco la mayor valoración, el miedo que sentían ante ciertas situaciones relacionadas con la salud humana, accidentes viales, inseguridad, estabilidad económica, cambio climático, así como violencia y agresiones, como se expone en el ejemplo de la tabla 2.
Resultados de la intervención grupo tratamiento
Después de realizar un primer análisis exploratorio se puede decir que la variable escasez de agua obtuvo un promedio de 4,05 y presenta muy poca dispersión ya que su coeficiente de variación fue de 0,28, lo cual indica que las estudiantes sienten que el problema del recurso hídrico es primordial dentro de su contexto. Estos estadísticos concuerdan con la variable pérdida de biodiversidad, cuyo promedio fue de 3,98 con desviación estándar de 1,11. Estas variables tienen un comportamiento similar en las valoraciones debido a que presentan un leve sesgo a la izquierda de la distribución y son de tipo platicúrtico.
Variables como violación, homicidios, desempleo, prostitución forzada, hurto a personas, acoso sexual y robo a vivienda tuvieron un promedio cercano a 4; presentan poca dispersión, un leve sesgo a la izquierda y una distribución platicúrtica con excepción de las variables desempleo y homicidio cuya distribución fue leptocúrtica. Estos estadísticos indican que las participantes sienten un miedo alto ante situaciones relacionadas con la violencia y la inseguridad.
Existen cuatro variables que obtuvieron valoraciones promedio menores o iguales a 2,61 con desviaciones estándares alrededor de 1,20, todas con un leve sesgo a la derecha y de tipo platicúrticas, lo cual es una indicación de que las agresiones de tipo verbal como ofensas, burlas, piropos hirientes y bromas pesadas no representan problemáticas para el grupo estudiado.
Análisis para las respuestas agrupadas por indicador
Con el propósito de conocer si existen diferencias estadísticamente significativas dentro de cada indicador, se realizó la prueba de Kruskal Wallis para muestras independientes con un nivel de significancia al 0,05 así como el método de comparaciones múltiples de Dunn que permite “contrastar si la diferencia observada entre los rangos medios de cada par de muestras es o no significativa” (Rial y Varela, 2008, p. 157). En la tabla 3 se exponen resultados por indicador.
No se encontraron diferencias con relación a los índices que conforman el indicador salud humana. Para el caso de los demás indicadores se infiere que existe diferencia estadísticamente significativa entre los resultados obtenidos en cada uno de los indicadores a saber: inseguridad, accidentes viales, estabilidad económica, violencia y agresiones, así como en cambio climático.
En la tabla 4 se exponen las comparaciones organizadas por indicador y su correspondiente resultado a partir de las respuestas de los estudiantes en relación a qué indicador genera más miedo.
Conclusiones y reflexiones
Sobre los miedos más impactantes en los estudiantes observados
Con la intención de encontrar respuestas que relacionen la información que entregan los medios de comunicación y su asociación con los miedos que engendran en las estudiantes se pudo determinar que existen cuatro categorías o escalas que representan los diferentes niveles de miedos. El mayor nivel está representado por el indicador violencia y agresiones físicas. El segundo nivel se constituye por los problemas económicos, algunos relacionados con consecuencias del cambio climático y se destaca el acoso sexual. En el tercer nivel se agrupan los relacionados con las enfermedades, variables vinculadas con algunas catástrofes naturales y el desplazamiento forzado. En el último nivel se encuentran aquellas variables que relacionan el miedo con los maltratos sociales y los accidentes viales de tipo leve (Tabla 5).
Sobre la clasificación de los miedos más predominantes en los estudiantes: “miedómetro”
Con el propósito de presentar de forma gráfica los resultados una vez realizados los análisis estadísticos, se construyó un “miedómetro” que permite aproximar de forma ordenada los diferentes miedos que presentan las estudiantes, desde aquellos índices que generan menos miedo hasta los que más exacerban el temor, tal como se observa en la figura 2.