Sr. Editor,
El Cuestionario de Salud del Paciente (Patient Health Questionnaire [PHQ-9]) es un instrumento de 9 ítems diseñado para cribar episodio depresivo mayor en las últimas 2 semanas según los criterios de la 4.a edición del Manual Diagnóstico y Estadístico1. El PHQ-9 goza de alta popularidad porque un sinnúmero de investigaciones han probado su rendimiento psicométrico en diferentes poblaciones2,3.
En Colombia el PHQ-9, frente una entrevista clínica estructurada, mostró con un punto de corte ≥ 7 una sensibilidad del 90,4% y una especificidad del 81,7% en consultantes de atención primaria4. Asimismo se observó una estructura factorial bidimensional para el PHQ-9 que se ajustaba adecuadamente a los datos de universitarios de carreras de ciencias de la salud. El primer factor (síntomas no somáticos) reunía los ítems 1, 2, 6 y 9 y el segundo (síntomas somáticos), los ítems 3, 4, 5, 7 y 85. Por último, el PHQ-9 ha mostrado alta consistencia interna, con valores de alfa de Cronbach entre 0,80 y 0,834,6.
El rendimiento psicométrico es muy variable entre las diferentes muestras de participantes, por lo que las adecuadas propiedades psicométricas de una escala en un grupo no garantizan el mismo desemperno en otro de características sociales y culturales distintas, lo que insta a realizar estudios de validación en contextos disímiles para obtener un comportamiento comparable y aceptable7.
La validación de los instrumentos es solo una ilusión porque generalmente es estadística o inferida. Los indicadores psicométricos no son «propiedades» de las escalas de medición, sino que reflejan únicamente el patrón de respuesta de los participantes7. Los puntos de corte para definir los casos siempre se deben determinar para cada población8. La estructura factorial puede mostrar distintos números de factores9. Y la consistencia interna observada de las escalas suele ser más estable que el punto de corte y la estructura factorial; sin embargo, es el indicador de confiabilidad y validez menos seguro y preciso10. La consistencia interna es muy sensible al número de ítems y de opciones de respuesta, y además se debe calcular por separado para cada factor de una escala bidimensional o multidimensional11. Calcular la consistencia interna es un proceso relativamente más fácil, sencillo y económico que estimar el número de factores o el mejor punto de corte para una población, por lo que algunas veces en las publicaciones científicas se informa la consistencia interna como indicador de validez y confiabilidad12.
Dada la necesidad de conocer rápidamente indicadores de validez y confiabilidad del PHQ-9 en el contexto de la pandemia de COVID-19 para cribar episodio depresivo mayor en diferentes contextos, el objetivo de este estudio fue realizar un análisis de factores y calcular la consistencia interna del PHQ-9 en sobrevivientes a la COVID-19 en Santa Marta, Colombia.
Participaron 330 sobrevivientes a la COVID-19 con edades entre 18 y 89 (media, 47,7 ± 15,2) años; el 61,5% eran mujeres; el 62,4% tenía educación universitaria; el 66,1% estaban casados o en unión libre y el 71,2% tenían bajos ingresos familiares. Los participantes completaron el PHQ-9 online. Cada ítem ofrece 4 opciones de respuesta que se califican de 0 a 3; a mayor puntuación, mayor riesgo de depresión1. Se realizaron análisis factoriales exploratorios (EFA) y confirmatorios (CFA) y se calculó el alfa de Cronbach13. El análisis se realizó con el programa Jamovi 1.8.2. Este estudio contó con aprobación un comité institucional de ética en investigación (Acta 002 de reunión ordinaria, 26 de marzo de 2020).
El AFE mostró coeficiente KMO = 0,86; x2 de Bartlett = 3.985,3 (gl = 54; p < 0,001) y 2 factores: el factor 1 (no somático) (ítems 1, 3, 4,5y8) con valor propio de 4,2 (el 46,3% de la varianza), y el factor 2 (somático) (ítems 2, 6,7y9) con valor propio de 1,1 (el 12,5% de la varianza). La correlación entre los factores fue 0,59. El AFC corroboró la adecuada estructura bidimensional: x2 de Satorra-Bentler = 97,1; gl = 26; p < 0,001; x2/gl, 3,8, RMSEA = 0,09 (intervalo de confianza del 90%, 0,07-0,11), CFI = 0,93, TLI = 0,90 y SRMR = 0,05. El PHQ-9 mostró a = 0,85; el factor 1, a = 0,81, y el factor 2, a = 0,75. La tabla 1 muestra las cargas factoriales.
El PHQ-9 presentó una estructura bidimensional, como en la publicación de Cassiani Miranda et al.5; sin embargo, hubo diferencias en los ítems retenidos de cada dimensión. Por su parte, la consistencia interna del PHQ-9 fue similar a la informada anteriormente4,6. Los indicadores de bondad de ajuste del AFC y el alfa de Cronbach son parámetros aceptables de validez y confiabilidad del PHQ-910,11,14. No obstante, es necesario establecer el mejor punto de corte para un episodio depresivo mayor en sobrevivientes a la COVID-198La «validación» de instrumentos de medición en psiquiatría es un proceso interminable, que se repite y debe corroborarse cada vez que se aplica el instrumento a una muestra particular7. Provisionalmente, se puede usar el PHQ-9 para cribar depresión, dada la alta frecuencia de depresión observada entre los sobrevivientes a la COVID-1915, y con ello reducir la probabilidad de agravamiento o cronicidad16.
En conclusión, el PHQ-9 muestra una estructura bidimensional y cada dimensión, alta consistencia interna. Estos indicadores psicométricos indican unas aceptables validez y confiabilidad. Es necesario determinar el mejor punto de corte para episodio depresivo mayor en sobrevivientes a la COVID-19.