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Investigación y Educación en Enfermería

Print version ISSN 0120-5307On-line version ISSN 2216-0280

Invest. educ. enferm vol.36 no.1 Medellín Jan./Apr. 2018

https://doi.org/10.17533/udea.iee.v36n1e01 

Articles

Fomento y fortalecimiento del conocimiento en Enfermería

Jhon Henry Osorio-Castaño1 

1 Nurse, Masters, Ph.D. Candidate. Associated Professor, Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín (Colombia). email: jhon.osorio@upb.edu.co


El conocimiento es el producto de la acción de conocer y tiene como requisito que pueda ser expresado y comunicado a otros.(1) De acuerdo con Fawcett,(2) uno de los asuntos centrales para la supervivencia de la Enfermería como disciplina es comprender la naturaleza y la estructura del conocimiento de Enfermería. Esto puede ser interpretado como la claridad acerca de lo que se debe investigar, lo que se debe hacer en la práctica y lo que se debe enseñar en la formación de los profesionales. Si bien la investigación, la práctica y la formación se han basado en el cuerpo de conocimientos de otras disciplinas(3) no es posible alcanzar una autonomía e independencia en la práctica como un derecho propio,(4) si no se avanza en la construcción, consolidación, y apropiación del conocimiento propio de la enfermería. Por lo tanto, se plantea que para promover el desarrollo del conocimiento en enfermería se requiere de tres elementos centrales: la formación, la práctica y la investigación, y cada uno de ellos transversalizados por otros elementos de soporte como el desarrollo y análisis de conceptos, el uso de teorías de mediano rango, el uso de un lenguaje normalizado y la enfermería basada en la evidencia.

El primer elemento necesario es la formación de pregrado y de posgrado. Esta cobra importancia debido a que son los procesos de aprendizaje y enseñanza los que permiten comprender y favorecer la apropiación de la enfermería como disciplina científica y como profesión autónoma. Pero para lograr esto, es indispensable soportar esta formación en elementos transversales, especialmente en el uso de teorías de mediano rango y de un lenguaje normalizado. Las teorías de mediano rango se ocupan de fenómenos específicos de la disciplina como por ejemplo las transiciones, el rol materno, los síntomas desagradables, la autotrascendencia, el sufrimiento, el padecimiento, el confort, la incertidumbre, entre muchos otros, que surgen de la práctica y vuelven a ella de una forma más elaborada. Moreno(5) y Seguel et al.(6) ratifican que la construcción de teorías, especialmente las de mediano rango, han sido esenciales para la práctica por el número limitado de conceptos y por su gran utilidad para comprender fenómenos específicos del quehacer enfermero.

Por su parte, los lenguajes normalizados se utilizan para documentar la práctica profesional, ya que permiten comparar y evaluar la efectividad de los cuidados brindados en múltiples escenarios de desempeño profesional, adicionalmente, proporcionan una herramienta para comunicar de forma clara y similar lo que se realiza.(7) Para Seguel et al.(6) y Silva et al.(8) el proceso de enfermería y el uso de lenguajes normalizados, a pesar de tener un fuerte influjo positivista, favorecen un método de trabajo que contribuye a la valoración, planeación y evaluación bajo estándares que pueden guiar la práctica; además, a generar preguntas sobre la efectividad de las intervenciones enfermeras que deben venir fuertemente adheridas en los profesionales desde los procesos formativos.

El uso de un lenguaje normalizado a partir de un método de trabajo, define de alguna manera, el conocimiento de la disciplina. De otro lado, si se usa apropiadamente puede permitir a los profesionales de enfermería, describir, comunicar, investigar y enseñar de forma consistente los fenómenos concernientes a la disciplina y práctica de enfermería.(9) Pero para lograr una formación de pregrado y de posgrado, se requiere también la formación del cuerpo docente. Como menciona Ramírez et al.,(10) la formación en Enfermería requiere de docentes altamente calificados para promover el aprendizaje autónomo de sus estudiantes, el mismo que dará origen a egresados comprometidos con su autoeducación, de tal forma que como grupo profesional asuman un papel protagónico en el desarrollo de la humanidad, y aprendan desde el aula a crear y participar en un mundo más humano, equitativo y responsable. Esto genera otro reto y es la estructura curricular de los programas de formación de pregrado y posgrado que deben dar respuesta a muchos componentes como los avances en la disciplina, los nuevos dominios de actuación, las necesidades poblacionales nacionales y mundiales y el fortalecimiento del conocimiento propio para poder participar activamente en la multidisciplinariedad.

Vinculado fuertemente con la formación, la práctica es el alma de una disciplina profesional. Este elemento es crucial a la hora de favorecer el desarrollo de conocimiento en enfermería, pues es allí donde se generan los problemas o los fenómenos propios de indagación derivados de la disciplina; pero también es en la práctica donde se puede ver lo que es enfermería y qué es lo que soporta su quehacer. Como afirma Duran de Villalobos,(11) la práctica va acompañada por un sistema de conocimientos abstractos, de desarrollo dinámico, el cual para su producción y modificación requiere apoyarse en la práctica diaria que, en última instancia, pone de presente los fenómenos y problemas relevantes del conocimiento disciplinar.

Para entender la práctica como fomento del conocimiento en enfermería, es necesario recurrir a un elemento transversalizador y es la Enfermería Basada en la Evidencia, entendida como el uso consciente, juicioso y explícito de la mejor evidencia científica disponible relacionada con el conocimiento enfermero que permite la toma de decisiones sobre el cuidado teniendo en cuenta las preferencias y valores de los pacientes.(12) Por consiguiente, es fundamental en la práctica y en la formación para contrastar, verificar, comprobar, refutar, cuestionar y replantear.(6)

La práctica y la formación de una disciplina que se basen en la tradición, en la intuición y en el poder hegemónico de otras disciplinas, probablemente están condenadas a desaparecer. De ahí entonces, que surja una nueva conexión entre la formación y la práctica formativa y profesional en Enfermería Basada en la Evidencia. En este punto se entiende que la evidencia se puede generar por la generación de conceptos, de teorías o corroboración de las mismas, la validación de un lenguaje normalizado y, por supuesto, el uso de los resultados de la investigación para generar nuevos conocimientos e indagaciones que contribuyan a consolidar la práctica. Esta debe lograr un equilibrio y un vínculo entre la orientación a la tarea y el procedimiento y la atención de experiencias que no son palpables o medibles para facilitar la generación de nuevas inquietudes, propuestas innovadoras y la permanencia de ambas orientaciones en una disciplina que se dedica tanto al baño en cama y al balance de líquidos como a las intervenciones para favorecer un sistema adaptativo y acompañar el tránsito hacia la maternidad.(13)

Todo lo que se ha descrito hasta ahora, no sería posible sin el concurso de la investigación. Para varios autores(6,10,14,15) la investigación es el motor que impulsa el desarrollo disciplinar y profesional, pues favorece la generación, renovación y consolidación de los conocimientos propios de la disciplina. Además, es fundamental para la formación y para la práctica y para los otros elementos transversalizadores que se han descrito hasta el momento. De acuerdo con Fawcett,(16) la investigación de Enfermería puede hacerse bajo dos perspectivas: para generar teoría o para probar teoría, no obstante, advierte que ambas deben poder basarse en una estructura conceptual y teórica propia de la disciplina y no podría ser posible si no existiera un núcleo paradigmático, como lo denomina Fawcett,(17) o unos dominios de conocimiento, como los llama Meleis.(18)

Es importante resaltar la pertinencia de la investigación a partir de la identificación de fenómenos de dominio de la enfermería. Estos fenómenos pueden ser definidos mediante una sola palabra o en términos teóricos, por un concepto. Los conceptos engloban una experiencia que puede ser identificada por la observación, la cognición o el lenguaje.(19) Moreno(5) indica que el análisis de conceptos es el primer paso para el desarrollo teórico de enfermería. Ahora bien, la investigación no puede tener repercusiones en ella misma, en la formación y en la práctica de Enfermería si no se difunde. En este sentido, la difusión se convierte en un elemento más real de la promoción del desarrollo del conocimiento en enfermería, pues aquello que no se publica queda muerto, inexistente. Solo lo que es posible leer, compartir, socializar será utilizado en la consolidación de la formación, la práctica, la investigación y la autonomía profesional. La publicación de los resultados de las investigaciones, especialmente en revistas con revisión por pares(20) determina la producción de conocimientos en una profesión,(21) posibilita la difusión de los nuevos conocimientos y contribuye decididamente al progreso científico.(22) Aunque como menciona Fawcett,(23) las conferencias locales, regionales, nacionales e internacionales son otra plataforma que favorece la difusión de los resultados de la investigación en enfermería, pero no tienen el potencial de llegar a miles como lo hacen las publicaciones seriadas. Otro aspecto fundamental en la investigación es la financiación. Este es un reto de primer orden en enfermería, ya que, según Avena,(24) se viene observando cierta negligencia por parte de las agencias financiadoras para ofrecer y desembolsar recursos para la investigación enfermera al considerarla de poco impacto.

Finalmente, todo lo expuesto en términos de factores que contribuyen a fomentar el conocimiento en Enfermería, se condensa en la gran autonomía, que a pesar de ser real, según la Ley 266 de 1993,(25) parece más una quimera por todas las brechas y desvinculaciones que se dan entre la formación, la práctica y la investigación y, adicionalmente, por todos los reveses que se presentan con las teorías de mediano rango -tanto en la formación, como en la práctica y como fundamentos de la investigación-, así como también con el uso de un lenguaje normalizado y la Enfermería Basada en la Evidencia, desconociendo que todo en conjunto conforma una estructura de conocimiento que permite promover su desarrollo y que blinda del consumo de conocimiento de otras disciplinas y de la generación de inquietudes sobre fenómenos que no le son propios a la Enfermería.

References

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