Introducción
Desde antes incluso de concluir la Guerra Civil española, el franquismo tuvo claro que la prensa y la radio debían ser un instrumento legitimador de su propio régimen, de ahí que creara una legislación ad hoc que permitiera controlar no solo los contenidos y enfoques, sino también la profesión periodística a través de diversas fórmulas coercitivas1. Esos mismos medios fueron imprescindibles, durante el tardofranquismo y la transición democrática, para introducir en la opinión pública la necesidad de un cambio político y social en España que trajera la igualdad y la libertad al país, precisamente por el papel fundamental que los medios pueden ejercer como espacio privilegiado de legitimización social y simbólica2.
En 1956 nace la televisión en España. No tardarán los responsables gubernamentales en percatarse de la capacidad de influencia del medio, por la posibilidad de penetración en todas las esferas sociales gracias al constante aumento de consumo y de audiencia3. Esto convertirá a la televisión en el medio preferido de la dictadura para instruir a la población española, en “su brazo propagandístico fundamental”4, como lo había sido anteriormente la radio. Sin embargo, en la última etapa de la dictadura franquista, en concreto en 1973, nacerá Informe Semanal, el programa informativo más longevo de la televisión europea y que acabará convirtiéndose en un espacio innovador, con gran éxito de público, que trató siempre de alejarse del discurso oficial franquista.
Creado y dirigido por Pedro Erquicia, contó desde su nacimiento con un alto índice de valoración entre la audiencia y la crítica gracias a las innovaciones tecnológicas, temáticas y de organización5. Precisamente porque cada sábado el equipo del programa se empeñó, no sin dificultades6, en trasladar la información con un enfoque alternativo a una sociedad acostumbrada a una narrativa alienada a la impuesta con la dictadura7. Una de las innovaciones será el consejo de redacción, que permitirá trabajar a los periodistas en una redacción democrática, en un país no democrático, lo que les ayudará a mostrar su compromiso político a través de las propuestas temáticas y los enfoques que se otorgarán a los reportajes8. Esto provocará que desde su nacimiento el programa viva momentos de inestabilidad y situaciones de tensión con los mandos televisivos y la censura, lo que corrobora que este tipo de contenidos fueran apreciados como una agresión al régimen y, por tanto, puedan considerarse un acto político. Esta tendencia ideológica será determinante para que Informe Semanal sea pronto considerado un programa antifranquista9. Además, la novedad editorial, la innovación en el tratamiento y la exposición de contenidos, añadido a la integración de una plantilla igualitaria10 que apuesta por trabajar en pro de una sociedad democrática, facilitará la inclusión de temáticas feministas hasta entonces inexistente en la televisión, pero también en la mayor parte de la sociedad española11.
En este contexto la Organización de las Naciones Unidas (onu) declaró 1975 Año Internacional de la Mujer (aim) y fijó la ciudad de México como sede de todo un hito de carácter internacional: la primera de las cuatro conferencias mundiales sobre la mujer organizadas por dicha institución. España, miembro de la Organización desde 1955, consciente del impacto mundial que tendría dicho evento, se vio en la necesidad de participar en él, a pesar de que desde sus inicios la dictadura prescribió un modelo de mujer basado en la sumisión y la desigualdad, contrario al que pretendía debatirse en el foro mexicano12.
Así este trabajo se basa en la transcendencia del medio televisivo como instrumento legitimador de nuevos universos sociales, al que se añade la importancia de Informe Semanal, desde su nacimiento “clave para estudiar la información en Televisión Española; [ya que es] en sus reportajes donde se puede calibrar el peso de las fuerzas de la reacción o de los impulsores de los valores democráticos en el tiempo de la transición”13 y la repercusión de la celebración del foro mexicano como detonante del estallido del movimiento feminista en España14.
Pese a que se han llevado numerosos estudios que abarcan la historia de tve (Baget, con un trabajo de gran valor por ser pionero aunque de carácter sumamente descriptivo15; Palacio16, con monografías que han profundizado en el papel de la cadena estatal y su impacto en la sociedad; Bustamante17, con un estudio más centrado en la historia económica de la televisión; Martín Jiménez18, centrado en la etapa de la Transición democrática; o el más reciente, Montero19, que por primera vez ofrece de manera exhaustiva la historia de la programación televisiva), así como del movimiento feminista español en la Transición, en los que encontramos las investigaciones de Larumbe20, Therlfall21, Moreno22, por citar algunos trabajos, hemos detectado una ausencia de investigaciones que incorporen las dos vertientes. Cabe destacar los trabajos de Cascajosa y Martínez23, de Gallego Reguera24, en el que las mujeres periodistas son protagonistas; y de Martín Jiménez25, Marina Vidal26 y Martínez Pérez27, centrados en el análisis de contenidos informativos con perspectiva de género.
Por este motivo, el objetivo fundamental de este artículo es analizar la cobertura que Informe Semanal concedió al aim y al congreso de México, con el fin de intentar dirimir si la perspectiva de dicho programa de la televisión franquista se acercaba más a la postura oficial marcada por el gobierno dictatorial, que mantenía la línea continuista del modelo de mujer propugnado durante casi cuatro décadas, o si, por el contrario, estaba más próxima a la propuesta por el movimiento feminista, que abogaba por un modelo de mujer antagónico. Se parte, por tanto, de la hipótesis siguiente: Informe Semanal aprovechará el aim para ofrecer a la audiencia un discurso democrático en pro de la igualdad entre mujeres y hombres que sirviese como ejercicio de oposición al régimen desde la única televisión existente en la España de Franco.
Por otra parte, esta investigación no se entiende como un estudio de un caso singular cargado de excepcionalidad, sino que se aborda el objeto de análisis dentro de una perspectiva de un marco teórico que muestra cómo la televisión, por su potencial influencia social, ha servido a lo largo de la historia para generar cambios político-sociales en contextos no democráticos. Se plantea así el caso de Informe Semanal y la cobertura ofrecida al aim como un ejemplo de cómo los medios de comunicación son capaces de promover transformaciones sociales aun en contextos dictatoriales marcados por consolidadas bases culturales, como ya se ha estudiado en el caso de hitos como la caída del muro de Berlín28, el cambio político en Portugal tras la dictadura de Salazar y Caetano29, el proceso de reforma política en la España de la Transición30 o el papel de la televisión en la Yugoslavia de Tito31.
El Año Internacional de la Mujer: la eclosión del feminismo en España
Como hemos adelantado, el año 1975 fue declarado aim por la Asamblea General de la onu el 18 de diciembre de 1972 por la Resolución 3010, lo que provocó que a partir de entonces se organizaran numerosas campañas y actos a nivel mundial que concluyeron con la celebración de dos congresos internacionales. El primero, dirigido a instituciones oficiales, se llevó a cabo en México en julio. El segundo, enfocado a la participación de organizaciones no gubernamentales, tuvo lugar en Berlín tres meses después.
España encargó a la Sección Femenina32 los trabajos preparatorios para la participación en el congreso de México. Se llevaron a cabo diversas acciones propagandísticas, como el homenaje a la mujer en la XVIII demostración sindical, centenares de conferencias “sobre temas de interés para la mujer”33, concursos de pintura, de literatura, de periodismo, organizado por la revista Teresa de la Sección Femenina34, exposiciones, representaciones teatrales, conciertos, etc.35, e, incluso, la aprobación de la Ley 14/1975 del 2 de mayo, sobre la reforma de determinados artículos del Código Civil y del Código de Comercio sobre la situación jurídica de la mujer casada y los derechos y deberes de los cónyuges, un mes antes del comienzo de la conferencia de México.
La declaración de 1975 como aim fue determinante para la eclosión del feminismo en España:
“Como movimiento no empieza realmente hasta el 75. Eso da el pistoletazo de salida a las organizaciones colectivas porque España estaba en la onu y a la dictadura, aunque no le gustaba nada el tema no le quedaba más remedio que asistir. Yo al principio estaba en la cárcel. Salgo en junio. Pero ya se habían hecho asociaciones, bueno, ni siquiera asociaciones, no eran legales, pero sí organizaciones y asambleas... Ese es el momento en el que se puede datar el inicio del movimiento feminista. Antes habíamos trabajado en pequeños grupos de personas, sobre todo para denunciar la situación legal de la mujer, que era realmente horrible”36.
A pesar de las críticas surgidas que veían la participación de España como estrategia propagandística, las opositoras aprovecharon la convocatoria para formar grupos de trabajo con el fin de participar en el congreso de Berlín37. Así, desde mediados de 1974 se comenzaron a fraguar los contactos necesarios que permitieran la presentación de una alternativa feminista y democrática a la propuesta por el gobierno38. Una gran cantidad de grupos heterogéneos participaron, con bastante dificultad por la falta de libertad, en la preparación de la postura oficiosa de España del aim.
La heterogeneidad del grupo no hizo fácil el consenso para elaborar un programa conjunto, que recogiese todas las inquietudes y reivindicaciones que cada asociación planteaba, pero, aun así, se logró aprobar un documento común39.
La Sección Femenina, por su parte, representó a España en la conferencia de México que se efectuó entre el 19 de junio y el 2 de julio con la asistencia de más de 6000 mujeres y 200 hombres de 133 países. Pese al hito que supuso que, por primera vez, casi todos los países del mundo se reunieran para hablar de la desigualdad de las mujeres, los movimientos feministas internacionales pudieron comprobar cómo problemas como “el divorcio, el aborto, la igualdad jurídica con el hombre y el libre acceso a los anticonceptivos” pasaron a un segundo plano40.
Tres meses más tarde se celebró en Berlín el Congreso Mundial de Mujeres, en el que participaron trece españolas. El Congreso no resultó para la delegación española como se habían imaginado porque el feminismo quedaba relegado a un segundo plano. Además, un acontecimiento precipitó la vuelta de las feministas españolas que habían acudido a Berlín en condiciones de clandestinidad. La radio y televisión estadounidense emitieron la noticia, falsa, de la muerte de Franco. Ante esta situación las españolas decidieron volver a España de inmediato después de festejar entre ellas dicho fallecimiento sin saber que este realmente no había sucedido41.
El primer aim fue entendido por el franquismo como una ocasión clave para reforzar la imagen de España como un país inmerso en un contexto internacional y conformar en el imaginario de Occidente otro concepto diferente de lo que era la dictadura, aunque esta aún promoviese un modelo de mujer supeditado al varón. Consciente de esta estrategia gubernamental, como veremos en el siguiente epígrafe, los medios españoles ofrecieron una amplia cobertura de dicha efeméride, aunque desde líneas editoriales muy dispares.
El relato del aim en los medios franquistas: el caso de Informe Semanal frente a la prensa nacional
La prensa de la España franquista informó a sus lectores de todo lo relacionado con el aim. Si centramos la mirada en dos de los diarios históricos con mayor tirada a nivel nacional, abc y La Vanguardia Española, vemos cómo, en primer lugar, trataron el tema con frecuencia y variedad. Hubo breves para informar de conferencias, concursos y premios, cartas al director, artículos de opinión, reportajes, noticias, alguna portada.
Y, en segundo lugar, estos periódicos proyectaron un discurso alineado con la retórica gubernamental, al utilizar fuentes oficiales y esclarecer en sus contenidos la distancia entre el feminismo y su propuesta de integración de la mujer en la sociedad, que debía seguir salvaguardando los roles de género atribuidos. Así, el 20 de febrero de 1975, ambos medios llevan a su portada una fotografía, a toda plana, de la mujer de Franco y la princesa Sofía en la inauguración del Año Internacional de la Mujer (ver imagen 1). abc, por su parte, desarrolla una amplia noticia sobre el acto42, en el que estuvieron presentes, además, “los presidentes del Gobierno y de las Cortes, y los ministros de Gobernación, Trabajo, Justicia, Educación, Presidencia, secretario general del Movimiento e Información y Turismo”, lo que da una idea de la significación que el gobierno franquista quería otorgar al acto. El presidente destacó la labor de la Sección Femenina, que calificó de “ejemplar” a través del “esfuerzo abnegado [y] la tarea callada”. Una declaración de intenciones ante una aim que se alejaba enormemente de las causas y planteamientos en los que había puesto su foco el movimiento feminista.
Estos contenidos ejemplifican muy bien lo que podemos encontrar a lo largo del año: “Comunicado de monseñor Bernardin, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos”43 con motivo del Año Internacional de la Mujer; “Un año para entenderlas”44 o “La princesa Sofía: una mujer resuelta e independiente”45, en el que se destaca que se ocupa personalmente de la vida doméstica de palacio y de la educación de sus hijos, entre otros muchos.
Frente a esta cobertura oficialista, hubo un espacio dentro de la televisión pública, el programa Informe Semanal, que, en línea con su tendencia a desmarcarse de la agenda de la dictadura, decidió aprovechar el aim para tratar temas relacionados con la situación de las mujeres y sus derechos. Como así afirmaba el director del programa:
“Intentábamos buscar historias que no hubieran tratado los Telediarios, y si las habían tratado, intentar tratarlas desde otros prismas. Lo mismo ocurría con los programas no diarios, Siete Días era un programa que me sirvió mucho para evitar muchos temas en Informe Semanal. Yo los sorteaba”46.
De esta manera rompían con el oficialismo propio de los Telediarios47 y mandaban a la audiencia un mensaje de diferenciación frente a la programación informativa a la que los tenía acostumbrados tve. Para muchos, este es uno de los elementos fundamentales en los que reside el éxito y la longevidad de Informe Semanal:
“Un programa muy decisivo que hizo un servicio enorme a la sociedad española durante la Transición, porque se ocupaba de asuntos que desentrañaba, de una manera asequible y comprensible, ante una sociedad que no había recibido hasta entonces información desmenuzada e interpretada. Un programa capital para la evolución política de España”48.
De hecho, Informe Semanal, desde su nacimiento en marzo de 1973, consiguió cosechar credibilidad y apoyo entre los telespectadores. Si analizamos la clasificación elaborada por el Gabinete de Investigación de Audiencia de rtve, en la que evaluaban la aceptación del público de los programas emitidos cada semana, Informe Semanal siempre se encuentra entre los primeros puestos en 197549 y acabará el año entre los diez programas más valorados de la programación, siendo el mejor puntuado en género informativo50. El programa también obtiene evaluaciones muy positivas por parte de la crítica especializada, como muestran los premios recibidos en sus primeros años (en 1975 el Premio Ondas y en 1976 el Óscar de Oro al mejor programa)51. Además, podemos encontrar en la prensa críticas muy positivas donde se destacan las fortalezas de Informe Semanal: “Un programa que une a su rigor periodístico habitual la enorme virtud del tratamiento específico”52; “con evidente profesionalismo hacen el programa que goza de prestigio y alto puesto en el ‘rating’ de audiencia”53, por poner algún ejemplo.
Como veremos posteriormente, Informe Semanal realizó ocho reportajes que estaban vinculados directamente con la efeméride, pero, a su vez, abordó, en otros tantos, temáticas que afectaban la situación legal y social de las mujeres. Tal es el caso de los reportajes titulados “La igualdad de la mujer” y la “Entrevista a Pilar Primo de Rivera”, emitidos el 7 y el 14 de abril de 1974, respectivamente, en los que se abordaba la situación frente al poder legislativo de las mujeres en España desde perspectivas opuestas; “El aborto a las urnas”, difundido el 26 de abril de 1975, y en el que la periodista Carmen Sarmiento, autora de todos los reportajes citados, vuelve a tratar -ya lo había hecho en abril de 1973- el tema del aborto, un asunto prohibidísimo en la España franquista; y “Hogar, dulce hogar”, proyectado el 25 de octubre de 1975, en el que intenta desmontar los roles de género adscritos a las mujeres que las prescriben al espacio privado del hogar como destino obligado. Y, por último, “Nulidad matrimonial”, divulgado el 13 de diciembre de 1975, elaborado por Sol Alameda y Javier Basilio, en el que abordan el problema del divorcio, un derecho que tardará en conseguir la ciudadanía española.
Cabe advertir que, en muchos casos, la elaboración y emisión de reportajes con temáticas y fuentes contrarias a lo marcado por el discurso oficial de la dictadura provocó que los profesionales de Informe Semanal se vieran obligados a emitir contrarreportajes, muchas veces sin firma de periodista, con un enfoque opuesto a los ya difundidos. Es el caso, por ejemplo, de la entrevista a Pilar Primo de Rivera, en la que se vanagloriaba de la labor realizada por la Sección Femenina en los avances legislativos de las mujeres en España y que surgió como reacción al divulgado una semana antes, “La igualdad de la mujer”, en el que la fuente principal era la abogada feminista María Telo.
Asimismo, el equipo del programa sufrió la censura en diversos grados y de diferentes maneras. “La primera censura la ejercíamos nosotros mismos, en la propia reunión de redacción había censura. Era la censura del sentido común porque si no luego iban a suprimir el programa”54. Luego estaba la censura externa, la de los jefes de informativos que controlaban todas las emisiones, o la de los censores, que mutilaban o prohibían la emisión de algunos reportajes55. La periodista Mercedes Milá recuerda cómo subían las músicas en la sala de edición para que los censores no pudieran oír el off y cortasen palabras o frases que no se podían emitir56 o cómo engañaban a los productores cuando pedían un equipo para grabar y ocultaban el tema fundamental de un reportaje57, todo ello con la intención de “meter un gol al franquismo, ese era nuestro lema. Siempre tratábamos de colar alguna cosa que nos iban a censurar”58.
Informe Semanal ante el aim
Como hemos adelantado, el aim fue narrado por Informe Semanal a través de ocho reportajes difundidos a lo largo de 1975, salvo el que precede al inicio de la efeméride (junio de 1974) y el que hace balance de esta (enero de 1976). Si tenemos en cuenta que dicho programa se emitía únicamente los sábados y que cada emisión incluía un máximo de 3-4 reportajes, llama la atención el peso que este Año Internacional tuvo en él. De ahí que la presente investigación se centre en esa muestra (ver tabla 1) y soslaye alguno, como los anteriormente citados, que, si bien trataron temas relacionados con las mujeres o sus derechos, no se centraron de manera exclusiva en la efeméride puesta en marcha por la onu59.
Fecha | Título | Autor/a | Duración |
---|---|---|---|
15-06-74 | “Año Internacional de la Mujer” | Agustín Monasterio | 9' |
08-03-75 | “La lucha femenina ayer y hoy” | Juan Caño | 11' 30" |
07-06-75 | “Mujer, ganarás el pan... (mujer y trabajo)” | Agustín Monasterio | 4' 30" |
28-06-75 | “La mujer hoy: la creatividad de las mujeres” | Carmen Sarmiento | 8' |
28-06-75 | “La mujer hoy: la mujer emigrante” | Javier Basilio | 14' |
28-06-75 | “La mujer hoy: el falso paraíso de las suecas” | Ana C. Navarro | 11' 30" |
28-06-75 | “La mujer hoy: mujer y futura fuerza política” | Carmen Sarmiento | 9' |
03-01-76 | “Mujer: una revolución en marcha” | Carmen Sarmiento | 15' |
Fuente: elaboración de las autoras.
El presente artículo estudia todos y cada uno de los trabajos de Informe que trataron directamente sobre la efeméride o que, con motivo de esta, tocaron temáticas que afectaban la situación legal y social de las mujeres. Para presentar los resultados de manera más ordenada, el análisis de contenido de los reportajes se ha reorganizado a través de las temáticas específicas de cada emisión. Así, se estudian en primer lugar los elaborados por Agustín Monasterio que abordan temas análogos, pero con un enfoque opuesto a pesar de ser efectuados por el mismo periodista. En segundo lugar, el reportaje de Juan Caño en el que recoge las inquietudes del movimiento feminista español y que puede considerarse una presentación de este a la audiencia. En tercer lugar, se analizan los cuatro reportajes hechos por diversos periodistas y que conforman el programa especial en el que solo se emitieron reportajes vinculados a la efeméride. Por último, el reportaje realizado por Sarmiento desde México, que fue censurado y no se emitió hasta pasado medio año desde su grabación.
“Año Internacional de la Mujer” y “Mujer, ganarás el pan”, dos reportajes con enfoques disímiles
“Si las mujeres mandaran / en vez de mandar los hombres, / serían balsas de aceite / los pueblos y las naciones”. Con esta zarzuela comienza el reportaje dedicado al Año Internacional de la Mujer60 realizado por Agustín Monasterio, un reportaje que pretende ser preludio de lo que supondrá la celebración de la efeméride. En este caso Monasterio se centra, sobre todo, en la inclusión de la mujer en el trabajo fuera del hogar, que es una de las cuestiones que le niega la dictadura, sobre todo hasta los años de desarrollismo (especialmente a partir de la década de los sesenta) cuando, por motivos estratégicos, la dictadura necesitará incorporar a las mujeres al mundo laboral como mano de obra barata no cualificada.
Lo primero que hace el periodista es contextualizar la petición de igualdad de las mujeres en el entorno internacional, para justo después alegar que el Estado español promulgó en 1961 una ley “que amparaba los derechos políticos, profesionales y de trabajo de la mujer” y así argumentar que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. Es curioso cómo Agustín Monasterio utiliza la mención al Estado al menos en tres momentos del reportaje para relativizar un discurso muy cercano al feminismo, como veremos a continuación. Lo hace nada más comenzar el reportaje con la alusión a la Ley del 61, en mitad del reportaje al asegurar que la incorporación de la mujer al trabajo es una constante en España desde los años cuarenta y al finalizar el programa al aludir a los Reyes Católicos como paradigma de igualdad, con la connotación de que tenían en el imaginario colectivo a los monarcas como símbolos apropiados por el régimen para su legitimización61.
Aun así, el reportaje aborda muchas cuestiones de marcado carácter feminista. En primer lugar, las fuentes: todas ellas mujeres que pertenecen a grupos feministas, y que, por tanto, ponen el foco de la desigualdad entre mujeres y hombres en España, en el “arcaico” Código Civil, en la “doble jornada”, en la necesidad de que los hombres “se incorporen al hogar” o en la imposibilidad de acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad. Y aunque el reportero evite pronunciar la palabra feminismo, habla de movimiento de liberación y enumera las reclamaciones que se demandan desde él:
“Pleno empleo e igualdad de salario, guarderías gratuitas de funcionamiento permanente e igualdad de oportunidades, derechos y obligaciones. También piden la participación, la colaboración del marido, ya que rechazan la posibilidad de que la mujer acepte voluntariamente la sumisión al hombre. Argumentan que no es a la mujer a la que tienen que transformar porque de un modo u otro siempre ha trabajado, incluso en la rudeza del campo. Las mentalidades que precisan evolucionar son las masculinas”62.
Antes de concluir el reportaje, Monasterio hace una afirmación que explica el origen de la discriminación de género: “La batalla de la mujer para lograr sus propósitos de emancipación social es un hecho candente ¿se decidirá el varón a prescindir de su dictadura y dar paso a una democracia de sexos?”, y mantiene la esperanza de que la conmemoración del aim pueda despejar la incógnita.
Respecto a las imágenes utilizadas, acuden a motivos contrapuestos y en ellas pueden verse mujeres que realizan oficios o deportes que no son los tradicionales dentro de los roles de género impuestos por la dictadura, como conducir un autobús, hacer judo, bricolaje, o imágenes de hombres que realizan labores del hogar. También emiten imágenes de mujeres en manifestaciones feministas en Francia, en contraposición a imágenes de mujeres que efectúan tareas acordes con los estereotipos de género, como empujar un cochecito de bebé o coser.
Un año después de realizar el reportaje “El Año Internacional de la Mujer”, Agustín Monasterio hará el que será su último trabajo en el contexto de la conmemoración, un programa que, si bien tiene como tema el mismo que el anterior -el trabajo femenino-, el enfoque se aleja bastante del que acabamos de analizar.
“Mujer, ganarás el pan”63 es un reportaje que se emitió el 7 de junio de 1975. Como hemos adelantado, existen diversos puntos en común con el reportaje anteriormente analizado. En primer lugar, el autor enumera las discriminaciones a las que son sometidas las mujeres en el ámbito laboral. Habla de la doble jornada que sufre el 14 % de los 4 000 000 de trabajadoras -lo que indica que en 1975 solo trabajaban en España 560 000 mujeres casadas64-, habla de la ‘marginación’ de las mujeres en tareas que puede realizar un hombre o de la falta de participación de las mujeres en la sociedad.
Utiliza una frase de Chesterton de la que también hace uso en el anterior reportaje: “Cuando la mujer se decidió a no vivir bajo los dictados del varón, se dedicó a la vida profesional y se hizo mecanógrafa”, y pone de ejemplo la educación sueca como paradigma de formación sin estereotipos de género, ejemplo también utilizado en el reportaje de 1974:
“Es cierto que la maternidad impide en muchos casos las actividades fuera del hogar y es aquí donde se pone de manifiesto la escasez de guarderías subvencionadas o justas de precio. De la misma manera la mujer pide la colaboración del marido en los cuidados de los hijos o los cuidados de la casa ya que normalmente se produce el caso de sumisión. En este sentido la educación sueca puede considerarse vanguardista ya que no existen en la educación las diferencias de sexo”65.
Aunque el reportaje utiliza recursos ya empleados en el anterior, vemos diferencias evidentes que provocan que el enfoque vire a una postura más en línea con la retórica dictatorial y se aleje de la perspectiva feminista anterior. Lo podemos ver en primer lugar en las fuentes. En este caso existe una única fuente, Rafael Martínez Emperador, director general de Trabajo y presidente de la Comisión Nacional de la Mujer y el Trabajo, que habla durante un minuto y medio -el reportaje dura poco más de cuatro minutos-. El entrevistado habla de conceptos vagos y poco clarificadores, y sin hacer referencia a ninguna reivindicación feminista.
Por otra parte, así como en el anterior trabajo el periodista al concluir parecía dejar claro que la discriminación de la mujer provenía de la situación de privilegio del hombre, en este caso acaba el programa con una aseveración que sorprende porque invierte la carga de prueba al manifestar: “[La] discriminación que en ocasiones afecta al hombre, ya que la mujer tiene a su alcance determinados privilegios que deberán desaparecer el día que se establezca la igualdad auténtica, entonces las lágrimas no servirán como arma de convencimiento”66.
“La lucha femenina ayer y hoy”: la presentación formal del movimiento feminista español en televisión
El 8 de marzo de 1975, Día de la Mujer Trabajadora -aunque en España no se celebrará hasta tres años después-, se emite un reportaje titulado “La lucha femenina ayer y hoy”67. En este caso es Juan Caño el encargado de hacer una presentación formal del movimiento feminista al público español. Y decimos una presentación formal, porque Caño, a través de una entrevista múltiple que realiza a varias feministas, a las que reúne en torno a una mesa que preside un gran retrato de Machado68, no solo explica los orígenes de los movimientos feministas a nivel mundial, sino que indaga en sus características, explica las desigualdades de género por medio de conceptos y categorías feministas como ‘ideología patriarcal’ o ‘machismo’, habla de los logros alcanzados por los movimientos de liberación, de que la sexualidad femenina está sometida al ‘paternalismo o a la agresividad’, y de que no existe igualdad de condiciones entre mujeres y hombres para enfrentarse al mundo, por lo que los movimientos feministas son necesarios para alcanzarla.
Es un reportaje que sorprende por muchas cuestiones. La primera porque no era algo habitual que un hombre asumiera las premisas feministas y las trasladase desde la televisión en 1975. Tampoco que lo hiciera desde una postura tan abiertamente feminista de acuerdo con la cual se habla de ‘patriarcado’, ‘de clase social’, ‘de sexualidad’ o ‘de violencia’.
El periodista, antes de entrar a abordar la situación del feminismo en España, advierte: “Estamos asistiendo a un despertar de la conciencia femenina, se está construyendo un frente de solidaridad de mujeres españolas, que no posee una única unidad ideológica, por eso hablamos de movimientos, no de movimiento”, exponiendo de manera clara y concluyente lo que ha conseguido el movimiento feminista en otros países:
“El control de la natalidad a través de la planificación familiar, los anticonceptivos y la legislación favorable al aborto. La lucha por conseguir mejoras legislativas que intenten igualar a la mujer respecto al hombre y el estudio de condición de la mujer, el análisis de cuáles son las características de la mujer, su participación en la historia y su desarrollo como ser humano. Pero por encima de todo no se pretende una igualdad con el hombre en nuestra sociedad, se pretende incorporar a la mujer en la lucha y en las tareas de construcción de una nueva sociedad con unas estructuras sociopolíticas y económicas distintas de las que hoy en día existen”69.
Para finalizar, Caño hace una aseveración que parece interesante señalar: “No vamos a hablar sobre el número de hombres y mujeres que han alcanzado la eminencia, la superioridad masculina ha sido aplastante. Las diferencias pueden achacarse a factores ambientales, a las mujeres se les ha vedado sistemáticamente muchos tipos de ocupaciones”, e indica que las diferencias se deben en su mayoría a factores culturales y, por lo tanto, son modificables, es decir, explica el concepto de género sin especificarlo.
En cuanto a las imágenes que se pueden ver en pantalla, es reseñable que en algunos momentos del reportaje se recurre a planos de mujeres muy conocidas, como la actriz y activista Jane Fonda o la política israelí Golda Meir, además de imágenes de carteles donde se pide el voto para la actriz Vanessa Redgrave y de la cantante y política griega Melina Mercouri. Esta idea de utilizar personajes famosos como apoyo legitimador a las ideas expuestas en el programa es algo que fue habitual en los reportajes de Informe Semanal, tanto con figuras extranjeras como nacionales.
Es importante destacar que este reportaje tiene una duración mayor, 11 minutos y medio, frente a los casi 9 y los poco más de 4 que tenían los anteriormente analizados, lo que puede dar una idea de la relevancia que se le otorgó. Además, el que cuenta con menor duración es el que tiene una postura más cercana a la oficial, mientras los demás buscan enfoques y fuentes en las posiciones más contranormativas de la conmemoración, como son las mujeres del movimiento feminista.
“La mujer hoy”. El programa especial de Informe Semanal sobre la Conferencia Mundial sobre la Mujer
Para conmemorar la Conferencia Mundial sobre la Mujer de México, Informe Semanal dedicó un monográfico especial70 que emitió el 26 de junio de 1976. El programa se componía de cuatro reportajes, de entre 9 y 14 minutos, todos bajo el mismo antetítulo “La mujer hoy”, y con los subtítulos: “La creatividad de las mujeres”, “La mujer emigrante”, “El falso paraíso de las suecas” y “Mujer y futura fuerza política”, difundidos en ese orden, y con los que pretendían dar una visión amplia y completa de la situación de las mujeres contemporáneas y sus luchas.
El primer reportaje, “La creatividad de las mujeres”, elaborado por Carmen Sarmiento, intenta desmontar ciertas ideas asentadas en el imaginario colectivo, como la debilidad física e intelectual de las mujeres, defendida durante siglos incluso por científicos del prestigio del Dr. Marañón o los académicos de la rae:
“Estas puertas que pertenecen a la Real Academia de la Lengua, continúan cerradas para la mujer. No fueron ni siquiera entreabiertas para escritoras del prestigio de Rosalía de Castro, Concepción Arenal o Emilia Pardo Bazán […] En 1973 fue propuesta para incorporarse a la Academia María Moliner, autora de uno de los diccionarios más importantes de nuestra Lengua. Pues bien, los académicos en función debieron pensar que este diccionario no limpia, ni fija, ni da suficiente esplendor a nuestra Lengua, como para que su autora fuera merecedora de entrar en el sancta sanctorum del bien hablar y mejor escribir”71.
A partir de aquí la periodista aborda, a través de entrevistas a mujeres científicas, como la Dra. Laura Ángeles Lastra, académica de medicina; la Dra. Anna Asland, ‘célebre geriatra’; o la Dra. Carmen Álvarez, cómo las mujeres son capaces de llegar a la cima del conocimiento y la creatividad si tienen posibilidad de acceder a los medios para hacerlo, con el fin de desmitificar la idea de que no tienen capacidad para investigar y ser creativas. Aunque declara Sarmiento, aún existe la “caza de brujas” propia de la sociedad medieval, “pero con métodos menos notorios y más refinados como puede ser poner en tela de juicio las teorías e investigaciones de las investigadoras”72.
Por otra parte, se trata la capacidad emprendedora de las mujeres jóvenes para emigrar a otro país con el fin de adquirir mayores conocimientos de inglés y poder progresar laboralmente; en este caso, el reportaje realizado por Javier Basilio, “La mujer emigrante”, grabado entre Gibraltar y Londres, analiza la situación de 175 000 mujeres -cifras oficiales- que emigran a otros países de Europa para buscar posibilidades que sus lugares de origen les niegan. En el reportaje se recogen testimonios, tanto en España como en el Reino Unido, de mujeres que han tenido que emigrar para poder trabajar. Hacen hincapié en cómo establecen su vida familiar -marido e hijos- y en la parte emocional de la emigración, es decir, en los sentimientos que provoca estar lejos del país de origen. Es el reportaje que menos enfoque feminista tiene de los cuatro que conforman el monográfico.
Ana Cristina Navarro se encarga de evaluar en “El falso paraíso de las suecas”, con un marcado enfoque feminista, el ya citado sistema social sueco como paradigma de igualdad, para destacar los aciertos e incidir sobre los temas pendientes en la agenda de la igualdad en el país nórdico, con el fin de que sirva de espejo a una sociedad española, en la mayoría de los aspectos retrasada respecto a los países del norte de Europa. En este caso, y al igual que en los reportajes analizados anteriormente, se destacan las quejas de las mujeres suecas sobre la doble jornada, el techo de cristal o el límite para progresar de las mujeres cuando se convierten en madres. Es interesante la inclusión en este reportaje de la idea de la necesidad de construir nuevas masculinidades -emancipación del hombre, lo llama-, un planteamiento que Suecia incluyó en los trabajos de la Conferencia Mundial sobre la Mujer.
Por último, en “Mujer y futura fuerza política”, Carmen Sarmiento aboga por que la mujer sea un agente activo esencial en la vida social y política de los Estados para alcanzar las reivindicaciones prioritarias que permitan su avance, a través de ejemplos como el de la feminista Betty Friedan, a la que se ve, o el de las políticas italianas Adela Facio o Franca Falcucci, pese a las dificultades que deben superar -simbolizadas en las primeras imágenes del reportaje que muestran a la japonesa Junko Tebai, primera montañera en ascender al Everest, en un descanso de la expedición-.
Al igual que hace Ana Cristina Navarro en el anterior reportaje sobre Suecia, Sarmiento aprovecha para argumentar que los hombres estadounidenses han entendido la verdadera finalidad del feminismo y cada vez son más los que se unen a su lucha, así como que cada vez hay más hombres conscientes de que su papel en la sociedad también es impuesto, una reflexión importante para que los hombres españoles se puedan ver reflejados73. En cuanto a las fuentes, ya hemos adelantado que en su mayoría son primarias, es decir, personas protagonistas de los hechos de los que se informa en los reportajes, además, casi en la totalidad de los casos, los testimonios recogidos provienen de mujeres. En el primer reportaje de Sarmiento, hay tres declaraciones, y todas ellas son de mujeres; Basilio recoge testimonios de 10 personas y 9 de ellas son mujeres, solo encontramos una fuente oficial -el agregado laboral de la embajada española en Londres-. Ana Cristina Navarro habla en Suecia con numerosas mujeres sobre su situación en el país. Y Carmen Sarmiento en el último reportaje recoge también testimonios únicamente femeninos.
La revolución de las mujeres, por Carmen Sarmiento
Entre el 19 de junio y el 2 de julio de 1975 se celebró en México la Conferencia Mundial sobre la Mujer, y tve cubrió el evento con una enviada especial: Carmen Sarmiento, quien plasmó todo lo acontecido en el evento mundial en el reportaje “La mujer: una revolución en marcha”74, emitido el 3 de enero de 1976, y de forma mucho más pormenorizada en el libro de idéntico título publicado en febrero de ese mismo año. La diferencia de fechas entre la conmemoración de la conferencia y la divulgación del reportaje se explica porque Sarmiento consiguió que Pepe Casas, director de informativos, le aprobase el reportaje saltándose el criterio de Erquicia, quien se encontraba de viaje en ese momento. A su vuelta de México, Erquicia, en desacuerdo con lo sucedido, no quiso emitir el programa y tuvieron que pasar varios meses hasta que la periodista, por fin, lo consiguió75.
Las sesiones plenarias del Congreso se politizaron sobremanera y dejaban a un lado las reivindicaciones feministas. Se centraron en problemas de ámbito general como “el colonialismo, el neocolonialismo, el sionismo, la discriminación racial y el apartheid”76, crítica que recoge Sarmiento tanto en el reportaje como en el libro. Además, la exclusión de los movimientos feministas de los actos oficiales obligó a la organización de un congreso paralelo llamado ‘Tribuna Libre de Mujeres’, donde trataron los problemas y las reclamaciones que habían previsto exponer en el evento. Estos hechos quedan reflejados en el reportaje televisivo a través de la alternancia de testimonios oficiales y no oficiales. Si Sarmiento entrevista a alguna representante de la delegación española o de otros países - “valientes algunas, pero sujetas a los intereses particulares de cada nación”-, a continuación, incluía una declaración de una delegada de los movimientos feministas, “que al no representar más que sus propios intereses, abordaron con audacia problemas estrictamente femeninos”.
Ante las quejas de las feministas por la información recibida en España sobre lo acontecido en la conferencia de México, a la que definen como “escasa y en gran parte tergiversada”77, destacan la labor de la obra periodística de la reportera de Informe Semanal que aporta veracidad, “rigor en el manejo de datos, claridad en la exposición y sistematización en el tratamiento de los temas”, además de ser capaz de hacerlo inteligible para la mayoría de la audiencia78. Y no deben ser estas características una cuestión menor en la periodista si nos fijamos en la crítica que publica Del Corral en el periódico abc meses más tarde, cuando Carmen Rodríguez entrevista a Sarmiento para el informativo de Ladislao Azcona, con motivo de la presentación del libro La mujer: una revolución en marcha. En ella el crítico alaba a las dos periodistas que consiguen mantener una conversación “fuera de los tópicos habituales yendo a la profundidad del tema, no a la periferia casuística de la publicación del libro, dando al espectador noticia del movimiento mundial feminista y de los auténticos derechos de la mujer [...], importa que digamos que este debe ser el módulo para análogos empeños”79.
Es destacable la implicación de la periodista en el reportaje, habitualmente en los contenidos que elabora Sarmiento se encarga de aportar datos estadísticos, de citar estudios que apoyen lo que plantea en sus reportajes, sin embargo, en un momento del reportaje, ante una respuesta de una mujer mexicana a la que pregunta sobre machismo y que responde culpabilizando a las mujeres, porque “son ellas las que educan a los hombres en el machismo”, Sarmiento no duda en rebatirle en directo al sostener que la mujer ha sido educada en una sociedad masculina, por y para el hombre.
A lo largo de los quince minutos que dura el reportaje, Sarmiento hace un claro y completo balance de lo que supuso la conferencia mexicana, los acuerdos a los que se llegaron y los que quedaron fuera, las intervenciones más representativas, como la de Laura Allende o la de la cosmonauta rusa Valentina Tereshkova, la acusación de imperialismo a la delegación americana por parte de las representantes suramericanas o la huelga de hambre de las mujeres ucranianas por sus compatriotas confinadas en cárceles soviéticas, que dan una clara aproximación de lo que acaeció en la cita mundial, que, sin embargo, supuso “la desesperación de las feministas radicales que hubieran deseado una conferencia dedicada a los problemas de la mujer”, según la periodista, que califica el congreso mundial como “el de las hermosas palabras”.
Todas las imágenes utilizadas para la realización del reportaje, como no podría ser de otra manera, son de la conferencia de México. No tendría sentido utilizar otras habiéndose desplazado hasta allí un equipo de tve que cubrió todo el congreso. Consideramos, que más allá de la obstinación de Sarmiento para acudir a la cita y poder ofrecer la información al público español, la posibilidad que le otorga tve de poder enviar un equipo de grabación y una periodista a un evento a otro continente durante casi un mes proporciona al espectador una imagen positiva de la radiotelevisión pública de su país, al comprender que posee la capacidad de llegar a cualquier lugar del mundo para cubrir informaciones y ofrecérselas de primera mano, por tanto, es un modo también de generar confianza y fidelidad entre la cadena y la audiencia.
“La mujer: una revolución en marcha” fue un ejemplo más de cómo Informe Semanal apostó por dar prioridad en su agenda mediática a todo lo que tuviera que ver con el aim y los derechos de las mujeres en un año clave para el feminismo. Así lo hemos visto tanto en los reportajes elaborados por Agustín Monasterio -desde perspectivas dispares- como en los de Juan Caño -que consideramos una verdadera presentación del feminismo a la audiencia-, o en los cuatro reportajes que conforman el programa especial sobre la efeméride emitido el 28 de junio de 1975.
Conclusiones
El aim celebrado en México en 1975 supuso un salto cualitativo y cuantitativo no solo en la lucha feminista en España, sino también en su visibilización pública, al convertirse el mandato internacional de la onu en el pretexto perfecto que utilizaron los grupos clandestinos de mujeres para evidenciar su trabajo públicamente. Este hecho sirvió, igualmente, para que miles de mujeres de toda España se unieran a su causa, a pesar de que las asociaciones no eran legales, al ver reflejada su situación personal en las reivindicaciones que las feministas planteaban. Porque, lejos de mantenerse al margen de las conmemoraciones de 1975, el movimiento feminista aprovechó la oportunidad que le brindaba la celebración del aim para tomar posiciones de resistencia desde la legitimación de una celebración emprendida por una institución internacional a la que, además, pertenecía España.
Informe Semanal se convirtió en aliado fundamental capaz de llegar a una audiencia millonaria cada sábado ante la que ejercía una función alfabetizadora, al incluir categorías y conceptos feministas en sus contenidos de manera natural, lo que provocó que se convirtiera en una plataforma difusora de conceptualizaciones feministas a una audiencia heterogénea y numerosa a la que de otra forma el movimiento feminista le hubiera sido imposible acceder.
Ocho fueron los trabajos que realizó Informe Semanal en torno a esta conmemoración. A su vez, el programa elaboró paralelamente otros tantos reportajes que recogían cuestiones que afectaban la situación legislativa y social de las mujeres en España, como “La igualdad de la mujer” (1974), “Hogar, dulce hogar” (1975), ambos de Carmen Sarmiento, “Nulidad matrimonial” (1975), de Sol Alameda, “La crisis de los cuarenta años” (1974), “Hogar, dulce hogar” (1975) y, posteriormente, “Ama de casa: hogar y mercado” (1977), “Siempre trabajaron” (1978) o “Mujer, nueva imagen” (1978), dedicados a difundir las discriminaciones hacia las mujeres y una alternativa a la hegemonía cultural franquista a través de la creación y revalorización de nuevos roles en los que los miembros de la sociedad podían proyectarse, lo que además facilitaba su aceptación social. Así, como hemos analizado, la cobertura que efectuó el programa rompió con la retórica oficialista de la dictadura, y se acercó a la postura de los grupos feministas que preparaban sus propuestas al margen de los trabajos que la Sección Femenina llevaría al congreso de México, ante lo cual el régimen no fue indiferente, y trató de contrarrestar esa influencia con contrarreportajes o moviendo hilos sobre los propios profesionales del programa.
Carmen Sarmiento, autora de la mayoría de los reportajes, tuvo una labor fundamental en todo este proceso, ya que propició la introducción de significaciones feministas a una amplísima parte de la población a la que de otro modo hubiera sido muy difícil llegar. Por medio de todos estos reportajes se proporcionaron, de manera no necesariamente explícita, a un número elevadísimo de ciudadanos, conceptos teóricos feministas que explicaron el sometimiento de las mujeres a través del rol de madre y esposa como afirmación del sistema patriarcal; o categorías feministas que se mencionan de forma directa, como patriarcado, machismo, doble jornada o discriminación; por este motivo, se puede decir que ella es la responsable de la introducción del feminismo en la televisión en España.
Como conclusión y retomando la hipótesis que planteábamos en la introducción, podemos aseverar que, durante la conmemoración del aim, Informe Semanal no solo trasladó a la sociedad española un nuevo modelo de mujer desde ópticas netamente feministas, sino que además mostró a la audiencia un discurso democrático en pro de la igualdad entre mujeres y hombres que sirvió como ejercicio de oposición al régimen desde la única televisión existente en la España de Franco.