SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.30 issue91THE AFGHAN WAR MODEL AND REGIONAL STABILITY: THE UNITED STATES' MILITARY INTERVENTION STRATEGY IN SYRIA AND IRAQPUBLIC FINANCING AND SURVIVAL OF MINOR POLITICAL PARTIES IN MEXICO author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Análisis Político

Print version ISSN 0121-4705

anal.polit. vol.30 no.91 Bogotá Sep./Dec. 2017

https://doi.org/10.15446/anpol.v30n91.70266 

Mirada Internacional

LAS ORGANIZACIONES DE BASE DE ALIANZA PAIS: EL PAPEL DE LOS COMITÉS DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA EN LA MOVILIZACIÓN POLÍTICA

PAIS ALLIANCE'S GRASSROOTS ORGANIZATIONS: THE POLITICAL MOBILIZATION ROLE OF THE CITIZENS' REVOLUTION COMMITTEES

Klever Vinicio Herrera Llive* 

* Docente universitario. Consultor y analista político. Máster en Ciencia Política y doctor (c) en Estudios Andinos en Flacso Ecuador. Correo electrónico: kvhl1968@gmail.com


RESUMEN

El presente trabajo describe la conformación y funcionamiento de los comités de la revolución ciudadana, con el objetivo de entender las redes clientelares que sostienen al gobierno de Alianza PAIS. El pedido para constituirlos en cada hogar, en cada cuadra, en cada comunidad, lo hizo Rafael Correa al iniciar su segundo mandato y fue presentado como parte de una estrategia de radicalización revolucionaria gubernamental. La investigación es de tipo descriptivo, con diseño no experimental, documental, empleando fuentes de información primaria y secundaria. Los resultados revelan que las experiencias reales sobre su construcción son insignificantes, que se falsearon las estadísticas sobre su crecimiento y que se debieron recurrir a caciques y punteros locales para cumplir con la demanda presidencial.

Palabras clave: Ecuador; Alianza PAIS; clientelismo; comités de la revolución ciudadana; Rafael Correa.

ABSTRACT

This paper describes the configuration and operation of Ecuador’s Citizens’ Revolution Committees with the objective of explaining how patronage networks underlie the PAIS Alliance government. The call for their establishment in every household, every block, and every community was made by President Rafael Correa at the initiation of his second term, presented as part of a revolutionary government radicalization strategy. Related research is of a descriptive, non-experimental, documentary nature utilizing primary and secondary sources of information and discloses that the reality underlying their organizational experiences is insignificant with statistics pertaining to their evolution falsified and resort to local political bosses and intermediaries to comply with the presidential demand.

Keywords: Ecuador; “PAIS Alliance”; patronage; “Citizens’ Revolution Committees”; “Rafael Correa”.

INTRODUCCIÓN

El 10 de agosto del 2009 se inició el segundo mandato presidencial de Rafael Correa y en el acto de posesión simbólica realizado en el Estadio Olímpico Atahualpa de la ciudad de Quito (Ecuador), emplazó a sus bases y simpatizantes a conformar los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). El anuncio provocó el desconcierto de los funcionarios de gobierno y de los coidearios que desconocían la propuesta y los alcances de la misma, así como desconfianza en sectores de oposición ante la posible conformación de grupos similares a los CDR de Cuba o los Círculos Bolivarianos (CB) de Venezuela1.

Sin la experiencia ni el conocimiento que se requiere para construir este tipo de organizaciones y con la premura de cumplir el deseo presidencial, los dirigentes más experimentados de Alianza PAIS y su dirección nacional tuvieron que articular líneas de trabajo inmediatas, unificar el discurso de los funcionarios públicos para evitar contradicciones y establecer responsabilidades entre sus militantes que -por coincidencia, fortaleza o debilidad en su estructura orgánicaocupaban cargos de alto rango en el Estado2.

Esta investigación describe la conformación y funcionamiento de los comités de la revolución ciudadana (CRC) con el objetivo de conocer a las redes que sostienen al gobierno de Alianza PAIS. El argumento principal del estudio es que su aparecimiento, en el segundo periodo de gobierno, obedeció a la necesidad presidencial de tener una estructura propia que le permitiera actuar con independencia política respecto de sus aliados, organizar las fidelidades dispersas y conquistar espacios propios -barrios, comunas, sindicatos, gremiospara sostener su proyecto político, siempre bajo su mando único3.

Los datos de este documento se recogen de varias entrevistas a dirigentes nacionales y funcionarios de gobierno publicadas en textos y medios de comunicación, así como de una revisión de las noticias consignadas en medios impresos, televisivos y portales de Internet.

El trabajo inicia con el análisis de los partidos políticos y la organización informal. Luego se examinan las estrategias organizativas de Alianza PAIS, para entender la conformación, el funcionamiento y el contexto en el que surgen los CRC. También se hace una breve comparación entre los CDR de Cuba, los CB de Venezuela y los CRC de Ecuador. Por último, se realiza una síntesis del artículo que se expresa en conclusiones varias.

PARTIDOS POLÍTICOS Y MECANISMO DE ORGANIZACIÓN INFORMAL

Los partidos políticos fueron, sin duda alguna, organizaciones esenciales en el ciclo democrático que empezó a finales de la década del setenta4. Y a pesar de que su evolución sufrió altibajos, fundamentalmente por la vertiginosa dinámica social vivida en la región y por los límites para sostener una activa participación social, no se puede desconocer el trabajo periódico de sus estructuras para actuar como facilitadoras de la organización y representación de las preferencias ciudadanas en democracia.

A las limitaciones políticas expuestas en líneas anteriores, se sumó una serie de prácticas poco transparentes, aberraciones y desvíos en su quehacer cotidiano, deslealtades, desideologización, corrupción, alejamiento de las bases y dudosas fuentes de financiamiento que provocaron una grave crisis organizativa, posibilitando el encumbramiento de un discurso que promovía su desaparición o sustitución por “agrupaciones independientes” o “movimientos ciudadanos” como requisito indispensable para recuperar la fe pública en las instituciones.

De este modo, cuando parecía que alcanzaban la madurez institucional y afianzaban la hegemonía representativa, los partidos políticos debieron soportar el rechazo ciudadano y simular adhesión social, más apremiados por la coyuntura electoral que por la consolidación institucional. Tuvieron [98] que suplir la organización de base por las redes clientelares que se activan según la coyuntura política, por los acuerdos alcanzados entre las oligarquías partidarias, o los recursos económicos existentes y la disponibilidad de estas estructuras informales5.

Ahora, debemos tener muy claro que la informalidad no se encuentra reglamentada y menos aún reconocida por las organizaciones políticas y sus dirigentes -por el contrario se la esconde y discursivamente se la confronta como sinónimo de incongruencia y estancamiento-, aunque muchas estructuras informales subsisten gracias a su constancia y efectividad6. Así, se vuelven primordiales para los partidos políticos, ya que actúan como “comodines” que pueden llegar con facilidad a escenarios adversos, establecer relaciones y movilizar recursos que las estructuras formales no pueden o tienen dificultades para hacerlo7.

Quizá por ello, han concitado el interés de diversos autores que buscan explicar su funcionamiento como “lazo social que puede ser dominante en algunas circunstancias y marginal en otras” (Auyero, 2002, p. 35) y por su capacidad de engranarse con las estructuras formales, aquellas que estipulan los reglamentos internos, que cuentan con el respaldo institucional, que son presentadas como un patrimonio de seriedad y que en conjunto aportan a la vigencia de los partidos8.

Las instituciones informales son importantes en sí mismas, más aún si mantienen una interacción constante con las formales (Nort, 1993), estableciendo una red interconectada que facilita modelar elecciones en diferentes contextos. Esto implica que no son un lastre en la acción cotidiana de los partidos y que por el contrario su dinámica de trabajo aporta al logro de resultados electorales favorables, aunque su presencia revele las limitaciones orgánico-partidarias para sostener una relación ideológica más consistente con la ciudadanía9.

Además, debemos tener presente que los procesos políticos no son mecánicos, por tanto, la sola existencia de estatutos, reglamentos o normas de funcionamiento interno de los partidos no garantiza su acatamiento y por ende, su institucionalización. Es un hecho que así como hay organizaciones que cumplen con las obligaciones, plazos y requisitos fijados en sus documentos programáticos y el régimen político, también hay aquellas que no lo hacen y actúan de manera contraria, lo que deja en evidencia que hay escalas de institucionalización10.

LA ESTRATEGIA ORGANIZATIVA DE ALIANZA PAIS: LOS COMITÉS DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA

Alianza PAIS es la fuerza política hegemónica en el Ecuador. A pesar de ello, poco se ha investigado sobre su aparato de dirección política, estructura de base, dinámicas de funcionamiento interno y su labor organizativa. Este vacío no es exclusivo de la mencionada organización política, si lo comparamos con otras, pero es más notorio dada la importancia que ha adquirido en la última década. Ahora, esta carencia de estudios ha supuesto la construcción y difusión de una imagen ilusoria -estructura nacional, organizada, predominantemente formalque ha tropezado con actitudes y comportamientos grupales o subgrupales en distintas etapas de la vida del movimiento.

De ahí que, la estrategia organizativa de Alianza PAIS estuvo atada fundamentalmente al liderazgo de Rafael Correa, a su discurso anti establishment y a los cargos burocráticos en el aparato estatal. Aunque hubo tres momentos muy diferenciados en su desarrollo. El primero se produce en la etapa fundacional del movimiento, es quizá el periodo más ideológico, se hace visible en las elecciones del año 2006 cuando carentes de estructuras de base propias tienen que enancarse en las organizaciones sociales y populares para enfrentar una campaña electoral en donde compitieron con trece candidatos.

El segundo momento empieza cuando se convierte en fuerza gobernante y aprovecha las relaciones establecidas durante los recorridos electorales para conformar unos incipientes grupos

de base a los que se denominó “comités familiares”. Aunque hubo un primer impulso para esta iniciativa, posteriormente no se le brindó mayor atención por lo que no trascendió, sin embargo, este intento organizativo le permitió tener un mejor conocimiento de los escenarios en los que debía moverse y de los actores a los cuales debía acudir para crecer orgánicamente.

El tercer momento es cuando Correa comienza su segundo mandato y dispone la construcción de estructuras propias que le ayuden a contar con una fuerza organizada que actúe bajo su mando, de acuerdo con las circunstancias políticas coyunturales -como la eventualidad de un golpe de Estado-, pero a la vez que le doten de mayor independencia y autonomía frente a los personajes, grupos económicos y partidos políticos que cogobernaban. Para ello llamó a conformar los CDR sobre la base de los comités familiares creados para su primera elección11.

Y aunque la idea en principio era tener una organización de base propia con funcionamiento regulado, no lo consiguieron. Debieron recurrir a caciques y/o punteros locales -Montgómery Sánchez (El Oro), Balerio Estacio (Guayas), Kharla Chávez (Los Ríos), Ana Rivas (Orellana), etc.con un largo historial político y quienes recibieron el apoyo gubernamental para realizar su trabajo. Posteriormente, estas estructuras trataron de ser formalizadas mediante el Régimen Orgánico de Alianza PAIS, la Guía de los comités de la revolución ciudadana y las actas constitutivas para convertirles en el soporte básico del movimiento12.

El membrete y la forma de agrupar a sus seguidores y simpatizantes les valieron para presentar una imagen de organización ciudadana, renovada, sin los “vicios y males” de lo que llamaron partidocracia13. Además, para cohesionar las incipientes fuerzas propias y demostrar que las diferencias [100] que se habían hecho públicas por esos días y que terminaron con la separación de casi todas las organizaciones primigenias que fundaron el partido, habían sido superadas14.

CONTEXTO EN EL QUE SURGEN LOS COMITÉS DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA: ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ SE CREAN?

La disposición de crear los CDR se anunció en el acto de posesión simbólica del segundo mandato de Rafael Correa realizado en el Estadio Olímpico Atahualpa de la ciudad de Quito. Un espacio que aglutinó a miles de personas, 30.000 aproximadamente, que buscó presentar a un presidente con alto apoyo social, presto a radicalizar su socialismo del siglo XXI y a consolidar los vínculos afectivos, políticos y místicos entre el líder y sus seguidores15.

La presencia de los presidentes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, como Raúl Castro (Cuba), Hugo Chávez (Venezuela) y Manuel Zelaya (destituido en Honduras), compartiendo tarima y discurseando a los asistentes, intentó darle un aval democrático al llamado a conformar los CRC y un toque ideológico al programa. No faltó la presentación de un séquito de artistas de todo género y una especie de culto a la imagen del mandatario, que apareció impresa en banderas, camisetas, afiches, telas y pancartas de toda especie.

Los medios de comunicación que estuvieron en el acto, no dejaron de transmitir imágenes de un Correa efusivo, mostrando que “es igual al pueblo y que es diferente a los pelucones y a la partidocracia” (Freidenberg, 2011, p. 145), pero también de diversos actores que buscaron protagonismo en el evento. Por ejemplo, la nueva burocracia, convertida a fuerza del cargo público en militancia revolucionaria, que festejaba cada expresión de su jefe. En algún momento incluso parecía convencerse de que la revolución ciudadana era un proyecto colectivo, hasta que se emitió el sorpresivo mandato:

(...) tenemos un gran desafío, tenemos un inmenso capital político pero que no se traduce en estructuras organizadas y movilizadas, así que somos vulnerables, podemos ser fácil presa de grupos pequeñitos pero con gran poder económico, social, informativo hasta religioso. Así que el gran desafío en esta nueva etapa de la revolución es crear en cada casa un comité revolucionario, en cada barrio un comité de defensa del gobierno nacional y de la revolución ciudadana para estar preparados frente a aquellos que quieren desestabilizarnos (...)16.

Un poco más distantes, agrupados en otro espacio del recinto, los militantes del Partido Comunista del Ecuador, los pocos dirigentes históricos que quedaban y los muchos jóvenes reclutados al calor de la disponibilidad de trabajo en el aparato estatal, flameaban sus rojas banderas con la hoz y el martillo. Los socialistas no se quedaban atrás, querían demostrar que eran una importante fuerza de apoyo y que, como tal, los ministerios y las subsecretarías que ocupaban no eran dádivas del gobierno, sino escenarios de lucha ganados con trabajo revolucionario. Se sintieron reivindicados al escuchar:

Estamos mucho mejor, listos, con experiencia, que hace 30 meses, que el 15 de enero del 2007, pero no nos engañemos, los enemigos del cambio también, ya se dieron cuenta que no estamos jugando, ya lo demostraron en las últimas elecciones cuando todos se unieron en contra de nosotros y qué cantidad de calumnias, de infamias, de propaganda negativa tuvimos que aguantar de los medios de comunicación corruptos, así que atentos ya no somos tan ingenuos como hace 30 meses, pero los enemigos de la revolución tampoco los son y cuidado no solo hay enemigos nacionales, sino internacionales (...).

Con un perfil más bajo, pero no menos activo, producto de su larga experiencia en distintos gobiernos, estaban conocidos políticos que expresaban su desencanto con la militancia que mantuvieron durante muchos años en la denostada partidocracia y que se mostraban dispuestos a trabajar, una vez más, en favor de los pobres, a “sacrificarse” por servir a la patria y los altos intereses nacionales. Con una diferencia que jamás pudieron explicarla, su mutación a simples ciudadanos, apolíticos e integrantes de la nueva izquierda. Su patriotismo llegó al clímax cuando el mandatario mencionó con ímpetu:

Las oligarquías saben que los pueblos de América Latina están despertando, saben los imperios que se les está yendo de las manos América Latina y por eso comienzan en su desesperación al no poder vencernos en las urnas, a usar los mismos métodos de siempre, que creíamos superados en América Latina. Brutales, burdos, torpes golpes de Estado como en Honduras, campaña difamatoria como la de Colombia hacia el gobierno ecuatoriano (...) pero tengan claro que lo que sucede no es fortuito, lo de las bases militares en Colombia es gravísimo, es una provocación, se quiere guerra en América Latina, están desesperados. Nuestra responsabilidad histórica es organizarnos. Unidos, organizados, seremos invencibles (...).

Entonces, la orden para conformar los CRC que impartió Rafael Correa tuvo varias razones que se desprenden de su discurso: la necesidad de contar con una estructura política propia; la confianza de tener un alto respaldo popular; el temor de enfrentar un golpe de Estado como el sucedido en Honduras sin bases que lo defiendan; y la posibilidad de un ataque militar que pudiera promoverse desde territorio colombiano donde se asientan bases militares estadounidenses, pero también tener independencia frente a sus aliados políticos en el gobierno17.

Asimismo, la propuesta se lanzó sin haber definido la ruta a seguir, los mecanismos y los recursos para alcanzar su ideal, lo más probable es que en esta decisión pesó más la coyuntura política y su personalismo. Hay que tener en cuenta que Correa había sido reelegido en una sola vuelta con el 51,9 % de los votos, un hecho sin precedentes en la democracia ecuatoriana reciente; asumía la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas con el apoyo mayoritario de los países de la región ante el conflicto diplomático con Colombia, y unos meses antes, en septiembre del 2008, su oferta refundacional del Estado recibió el apoyo del 63 % de los ecuatorianos que se expresó a favor de la nueva Constitución en el referendo convocado para el efecto.

Luego del anuncio de la creación de los CRC y de reiteradas informaciones hechas por ministros, gobernadores, alcaldes y asambleístas del partido de gobierno, sobre su rápido desarrollo como estructuras de base, la propuesta política recién empezó a tomar forma en la Primera Convención Nacional de Alianza PAIS que se celebró en noviembre del 2010. Por ello, el planteamiento de O’Donnell (1996) respecto a que las estructuras informales pueden ser altamente institucionalizadas, se ajusta muy bien a lo sucedido con los CRC en Ecuador.

LA ESTRATEGIA DE CREACIÓN: QUÉ SON, QUÉ FUNCIONES CUMPLEN Y CÓMO SE ORGANIZAN

La definición que consta en los documentos oficiales de Alianza PAIS, refleja que los CRC guardan mucha similitud con lo que serían las células, brigadas u otras formas de adhesión básica de las organizaciones políticas tradicionales. En realidad, no hay nada novedoso en ello y no existirían razones para dudar de sus intenciones, a no ser porque los gobernantes de Cuba y Venezuela tienen estructuras de base con el mismo nombre y con un historial de prácticas poco democráticas18.

El anuncio de su creación no solo provocó dudas y recelos entre opositores sino reacciones que generaron temores en la ciudadanía. El alcalde Jaime Nebot llamó a conformar los Comités por la Libertad y el Bienestar de Guayaquil, bajo la consigna “nada ni nadie acabará con Guayaquil y su progreso”, en una clara alusión a que estaba dispuesto a confrontar con las fuerzas gubernamentales. En todo caso, con el paso de los días la discusión se centró en tres temas fundamentales:

La conformación de los Comités de Defensa de la Revolución desde las instancias del gobierno nacional

A pesar de las aclaraciones realizadas en distintos momentos por miembros de Alianza PAIS, siempre quedó la duda y casi la certeza que la conformación inicial y ulterior de estas estructuras estuvo en manos de los funcionarios gubernamentales, quienes no tuvieron reparos en utilizar las instituciones y los recursos estatales para cumplir con su objetivo. Esto generó confusiones al interior del movimiento y obligó a tomar decisiones a su dirigencia y a los pocos militantes de base, pues pese a comprender lo incorrecto de este procedimiento, en lo político y ético, buscaban la manera de impulsar el mandato presidencial19.

Entonces algo que es fundamental es que su construcción tiene que hacerse desde la militancia del proyecto político, no desde la burocracia, no desde el Estado. Eso no quiere decir que, en algunos casos, pueda haber militantes que sean funcionarios públicos. Si el instrumento político se construye desde la burocracia estatal, si los ministros por ser ministros, o los gobernadores por ser gobernadores, los directores de Educación, de Salud, por ser tales, son los que lo construyen, el Instrumento político está destinado al fracaso (Patiño, citado en Harnecker, 2011)20.

En este marco, los antiguos militantes de varias organizaciones políticas y sociales de izquierda o de la socialdemocracia que se integraron a Alianza PAIS intentaron replicar los procesos vividos por ellos y asumieron la tarea de organizar y capacitar a las nuevas bases, aunque con resultados limitados. Entre las experiencias más relevantes de la etapa inicial, están la Escuela de Formación Política de la Revolución Ciudadana en Imbabura y la Coordinadora General del Sur de Quito que agrupa a 42 CRC y a varias organizaciones y movimientos sociales de este sector21.

A la par, sostuvieron una estrategia discursiva que les ha resultado exitosa en el ámbito nacional y subnacional: desprestigiar al sistema de partidos y deslegitimar la representación política que de este se derive. Para fortalecer su dominio territorial consumaron alianzas con un espectro limitado de “movimientos alternativos” formados por caciques locales y en otros casos, los reclutaron sin importar su largo pasado, luego los convirtieron en “revolucionarios” y les absolvieron de sus culpas pasadas22.

Y no han dejado de recurrir, con mucho empeño, al recurso clientelar. Ofreciendo soluciones concretas desde el Estado a necesidades reales de los pobladores: legalización de los predios, trabajo, agua potable, alcantarillado, capacitación, espacios de recreación, etc., que en última instancia son las que mejores resultados han dado23.

La cooptación de las formas tradicionales de organización popular

El llamado para aprovechar el capital político expresado en las urnas y convertirlo en grupos organizados que defiendan incondicionalmente la revolución ciudadana ante intentos golpistas o amenazas externas, al parecer no hacía referencia únicamente al ciudadano común, sino también a las formas tradicionales de organización ciudadana.

El instrumento político tiene que estar conectado con la sociedad a través de sus militantes, pero también tiene que articular lo que existe y lo que se construya en cuanto a organización social. Pero eso sí, es importante, nuestra meta debe ser que no haya una ciudadana, un ciudadano, que no esté organizado, de cualquier manera, aunque sea a través de la liga barrial, a través del club deportivo, a través de cualquier forma de organización: asociación de mujeres, los amantes del cine, lo que sea, para que la gente pueda opinar colectivamente sobre lo que pasa en una sociedad como la que queremos construir. Antes creíamos que solo desde el partido se podían hacer las cosas, pero ahora vemos que igualmente se pueden hacer desde la sociedad organizada, pero eso sí, ganada para el proyecto político (...) (Patiño, citado en Harnecker, 2011)24.

En este camino se idearon enemigos, profetizaron desestabilizaciones, fantasearon con poderes fácticos, a la par que desprestigiaron a dirigentes sociales, organizaciones de trayectoria como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y a toda persona, político, académico, periodista, empresario y ciudadano común, que se fuera en contra de las opiniones de Correa. Así, con una mezcla extraña de temor e incentivos se facilitó la cooptación de dirigentes de movimientos sociales, comités barriales, frentes culturales, asociaciones, sindicatos y gremios para asegurarse respaldos más amplios25.

Cuando estas medidas no funcionaron, se eligió erigir organizaciones paralelas. El ejemplo que mejor ilustra esta acción gubernamental es la Unión Nacional de Educadores, histórico sindicato de los maestros al que no lograron doblegar, ni desarticular, ni atraer hacia sus posturas por lo que se creó la Red de Maestros por la Revolución Educativa para disputarle sus espacios, siempre con el soporte de las estructuras gubernamentales.

Como gobierno estamos trabajando, creando mecanismos a través de los consejos ciudadanos sectoriales que son instancias de participación de la ciudadanía en relación con cada ministerio. Todos los ministerios hemos ido paulatinamente creando espacios donde ciudadanos vinculados a organizaciones sociales interlocutan con las autoridades sobre política pública, sobre la definición y evaluación de esas políticas. Es decir, vamos construyendo esos mecanismos que permitan una relación de otra naturaleza entre el Estado y la sociedad26 (Tola, 27 de diciembre de 2011).

Finalmente, a los sectores más radicales, aquellos que no cedieron a presiones, incentivos ni chantajes, se les aplicó demandas judiciales y acusaciones por “terrorismo y sabotaje”, con lo cual se dejó muy en claro que las organizaciones políticas y sociales tienen dos caminos: adherirse a la revolución ciudadana o ir a la cárcel por opositoras27.

La construcción de los comités de la revolución ciudadana entre anhelos y datos falsos

El número exacto de los CRC en el ámbito nacional se ha manejado con hermetismo y al parecer nunca hubo un control sistemático o deliberadamente siempre se adulteraron las cifras.

Luis Monge, secretario nacional de [la] Organización Territorial de Alianza PAIS, recuerda que llegaron a tener un registro de unos 8.000 CRC, cuando se posesionó la actual directiva, en 2014. En cambio, el 23 de junio del 2016 Óscar Bonilla, secretario nacional de Acción Política, reconoció que sumaban 1203 a esa fecha. Es decir, casi un 85% menos (El Comercio, 20 de julio de 2016).

Contradictoriamente, en la página web de Alianza PAIS, se señalaba que “hasta el momento tienen 12 mil Comités de la Revolución Ciudadana (CRC) que participarán con sus delegados en la convención nacional, en donde aprobarán el programa de gobierno y el binomio presidencial” (20 de septiembre de 2016). El manejo poco transparente sobre la real dimensión de la organización política, provocó que durante la Cuarta Convención Nacional de Alianza PAIS, Rafael Correa hiciese un fuerte reclamo a sus coidearios.

(...) porque se demostró que Alianza PAIS en muchos lugares es inexistente o con muchas ficciones. Por ejemplo se nos decía que solo en Quito, teníamos más de 1000 Comités de la Revolución Ciudadana y cuando llamamos de urgencia a esos Comités, unas dos semanas antes de las elecciones, fueron 400 personas, ni siquiera Comités. Y nos dicen que tenemos un millón de adherentes, que están articulados, coordinados, movilizados, en muchos lados (...) (Rafael Correa)28.

Ahora bien, la realidad sobre la construcción y funcionamiento de estas estructuras poco ha variado. Se han emprendido campañas de capacitación y formación política a los líderes de los CRC, se ha intentado crear canales de comunicación directos y se han zonificado los sitios de vivienda para tener un acercamiento permanente con los dirigentes barriales y otras estrategias que no han dado mayor resultado. Al final, quedaron como fuerzas de acompañamiento a actos gubernamentales aunque existe un sinnúmero de denuncias realizadas por sectores de oposición respecto a que las movilizaciones no eran voluntarias, sino que se pagaba a los asistentes.

Cuando iniciamos, partimos de cero pero hemos tratado de construir una organización política y al mismo tiempo administrar un país, eso no es sencillo, pero es claro que ha habido falta de estrategia de construcción partidaria. El movimiento ha ido operando de forma espontánea a partir de las iniciativas que han generado sus miembros en cada provincia, cantón o parroquia, ya que al no existir una estrategia menos aún la ejecución de un plan de evaluación o formación partidaria, los organismos de dirección y los Comités de la Revolución Ciudadana no tuvieron conducción, por lo que en muchos casos se constituían con fines oportunistas para tener incidencia en la definición de candidaturas u otras designaciones públicas para defender espacios de poder (Rafael Correa).

LOS COMITÉS DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA EN PERSPECTIVA COMPARADA: SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS CON EXPERIENCIAS SIMILARES EN CUBA Y VENEZUELA

La existencia de los CDR en Cuba y de los CB en Venezuela, sumada a las múltiples coincidencias políticas expresadas entre los gobiernos de esos países con el de Ecuador, provocó que los CRC sean inmediatamente relacionados con esas experiencias, por lo que voceros del régimen salieron a aclarar el tema29. Pero, más allá de las denominaciones, ¿que tanto se parecen y se diferencian estas organizaciones?

En general, diríamos que los CDR son los ejemplos que siguieron los países andinos para formar sus organizaciones de base con el argumento de defender procesos “revolucionarios”, aunque en Venezuela y Ecuador se habla de un socialismo del siglo XXI sin una posición ideológica clara, al contrario de lo que sucede en Cuba donde todavía adhieren al marxismo-leninismo30.

Una divergencia de fondo es que los CDR cubanos son el resultado de una alta etapa de confrontación política que se expresó en un enfrentamiento armado, en una revolución popular que culminó con el derrocamiento de un dictador, Fulgencio Batista, la instauración del modelo de gobierno socialista que impulsó cambios estructurales en la sociedad y que resistió durante varias décadas al embargo comercial impuesto por los Estados Unidos.

Mientras que los CB y los CRC son promovidos por gobiernos que fueron elegidos democráticamente, que aunque se hacen llamar “socialistas”, mantienen intactas las estructuras que sostienen el sistema capitalista, no obstante haber impulsado una política social muy novedosa. Otro elemento que se debe señalar es que en Cuba, el Partido Comunista asume el control y la dirección política de los CDR, por lo que a primera vista, se podría deducir que la adhesión a estos organismos es más ideológica, refleja un mayor compromiso político para defender las conquistas que se consiguieron como resultado de la revolución.

En el caso andino, Venezuela y Ecuador, los presidentes de la República son los que definen las líneas a seguir en el proceso de conformación de los CB y CRC, y están en función de las obras que entregan a la comunidad, es decir, aquí prima la relación clientelar. Además, hay aspectos de carácter administrativo y orgánico en los que los diferencian y en los que no me voy a detener porque resulta intrascendente para el trabajo, por ejemplo, la edad de las personas que pueden ingresar a las organizaciones, en Cuba es a partir de los 14 años, en Ecuador desde los 16 años, mientras que en Venezuela la edad no es un impedimento.

En tanto que las similitudes son de mayor contenido, empezando por el hecho de que las tres estructuras son organizadas y financiadas desde los gobiernos. También en su definición como organizaciones de base y en su objetivo de movilizar al pueblo para defender a sus gobiernos, a las revoluciones y a las conquistas alcanzadas.

CONCLUSIONES

Los CRC empiezan su proceso de estructuración en el año 2009, esto es, tres años después de la aparición de Alianza PAIS, pero a pesar del fuerte apoyo gubernamental no han terminado de cuajar como los organismos de base que aspiraba Rafael Correa. Una de las razones para que esto suceda es la ausencia de una planificación a largo plazo que contemple la organización partidaria y la formación de cuadros políticos.

Otro elemento es la dispersión orgánica. Pese a los esfuerzos por unificar criterios y acciones en una sola dirección política, la variopinta integración de Alianza PAIS sigue siendo una traba para consolidarse políticamente, ya que rutinariamente se presentan conflictos internos que se solucionan en apariencia pero que en realidad ahondan las diferencias. Solo el fuerte liderazgo de Rafael Correa logró mantenerlos unidos.

Luego de una década de trabajo de la burocracia estatal, de la militancia de Alianza PAIS y de los ingentes recursos invertidos para la conformación de los CRC, estos no pasan de ser grupos de acompañamiento para movilizaciones convocadas por el gobierno, por tanto, su participación en actos públicos no obedece a una adhesión ideológica, sino a las estrategias clientelares que se han desplegado para tener grupos que obedezcan sus lineamientos de forma incondicional y que les respalden en las urnas.

Alianza PAIS ha utilizado los mismos recursos clientelares que la llamada partidocracia, a la cual combate discursivamente, para tratar de crecer orgánicamente y repite viejas prácticas tales como [108] obras, canonjías y prebendas para mantener sus fidelidades. Sin embargo, cada vez hay más actores que requieren el apoyo de caciques y punteros locales para conseguir sus objetivos electorales.

REFERENCIAS

Alianza PAIS. (20 de septiembre de 2016). Doris Soliz: tenemos 500 precandidatos para asambleístas propuestos democráticamente en Alianza PAIS. Disponible en: https://www.alianzapais.com.ec/tag/comites-de-la-revolucion-ciudadana/Links ]

Audelo, J. (2004). ¿Qué es el clientelismo? Algunas claves para comprender la política en los países en vías de consolidación democrática. Estudios Sociales, 12(24), 124-142. [ Links ]

Auyero, J. (comp.). (1997). ¿Favorespor votos? Estudios sobre clientelismo contemporáneo. Buenos Aires: Losada. [ Links ]

Auyero, J. (2001). La política de los pobres. Las prácticas clientelistas del peronismo. Buenos Aires: Manantial. [ Links ]

Auyero, J. (2002). Clientelismo político en Argentina: doble vida y negación colectiva. Perfiles Latinoamericanos, 20, 33-52. [ Links ]

De la Torre, C. (2010). El gobierno de Rafael Correa: posneoliberalismo, confrontación con los movimientos sociales y democracia plebiscitaria. Revista Temas y Debates, 14(20), 157-172. [ Links ]

Ecuador inmediato. (15 de agosto de 2009). Comités barriales reforzarán la democracia participativa en Ecuador, asegura Doris Soliz (audio). Disponible en: http://www.ecuadorinmediato.com/Noticias/news_user_view/ecuadorinmediato_noticias--110712Links ]

El Comercio. (20 de julio de 2016). Alianza PAIS tiene menos Comités de la Revolución. Disponible en: http://www.elcomercio.com/ actualidad/alianzapais-comites-revolucionciudadana-politica-oficialismo.html Links ]

El Mercurio. (17 de enero de 2012). Supuestos intentos de campaña en el Registro Civil. Disponible en: http://www.elmercurio. com.ec/hemeroteca-virtual?noticia=317565Links ]

El Universo. (30 de agosto de 2009). Roberto Cuero: “Ricardo Patiño coordina acciones para la conformación de los comités familiares”. Disponible en: http://www.eluniverso.com/2009/08/30/1/1355/roberto-cuero-ricardo-patino-coordina-accionesconformacion-comites-familiares.htmlLinks ]

Freidenberg, F. (2012). Ecuador 2011: revolución ciudadana, estabilidad presidencial y personalismo político. Revista de Ciencia Política (Santiago), 32(1), 129-150. Disponible en: http://www.scielo.c]/scielo.php?script=sci_arttext&pid = S0718-090X2012 000100007&lng=es&nrm=isoLinks ]

Freidenberg, F. & Levitsky, S. (2007). Organización informal de los partidos en América Latina. Desarrollo Económico Revista de Ciencias Sociales, 46(184), 539-568. [ Links ]

Harnecker, M. (2011). Ecuador: una nueva izquierda en busca de la plenitud. Barcelona: Ediciones El Viejo Topo. Disponible en: http:// www.rebelion.org/docs/135337.pdfLinks ]

Helmke, G. & Levitsky, S. (2003). Informal institutions and comparative politics: a research agenda. Paper prepared for the conference Informal Institutions and Politics in Latin America. University of Notre Dame: Kellogg Institute for International Studies. [ Links ]

Huntington, S. (1991). El orden político en las sociedades en cambio. Buenos Aires: Paidós. [ Links ]

La República. (27 de diciembre de 2011). Tola: “Con toda seguridad el presidente optará por la reelección”. Disponible en: http:// www.larepublica.ec/blog/politica/2011/12/27/con-toda-seguridad-el-presidente-optara-por-la-reeleccion-segun-ministra-tola/Links ]

Lauth, H.-J. (2000). Informal institutions and democracy. Democratizaron, 7(4), 21-50. [ Links ]

Levitsky, S. (2001). Una “des-organización organizada”: organización informal y persistencia de estructuras partidarias locales en el peronismo argentino. Revista de Ciencias Sociales, 12, 7-62. [ Links ]

North, D. (1993). Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica. [ Links ]

O’Donnell, G. (1996). Another institutionalization: Latin America and elsewhere. WorkingPaper 222. Notre Dame, Kellogg Institute for International Studies. [ Links ]

Sartori, G. (1980). Partidos y sistemas de partidos. Madrid: Alianza Editorial. [ Links ]

1En Cuba estas organizaciones se activan en los barrios y reemplazan a cualquier otra modalidad de asociarse sobre bases vecinales independientes del Estado. Tienen tres tareas: (i) defender la revolución, que incluye vigilar, inmovilizar e impedir cualquier acción del enemigo, así como controlar sus posibles contactos con el extranjero; (ii) vigilar y controlar a la población civil en su zona de vivienda; y (iii) apoyar a los sectores de salud y educación.En Venezuela, según Hugo Chávez, su objetivo era “elevar la conciencia social, formar cuadros revolucionarios y velar por el cumplimento de la democracia participativa”. Además, construir una militancia más estructurada, debido a lo frágil del Movimiento Quinta República, destinó 140 millones de dólares del Fondo Intergubernamental de Descentralización.

2Versiones de prensa señalan que inicialmente la responsabilidad de la conformación de los CRC fue encargada a Manuela Gallegos, que en ese entonces ocupaba el cargo de secretaria de Pueblos, Movimientos Sociales y Participación Ciudadana, luego a Ricardo Patiño que en esos momentos era ministro coordinador de la Política y posteriormente a Mercedes Diminich, que fue asambleísta nacional (Diario Hoy, 12 de agosto de 2009, 31 de agosto de 2009).

3En Alianza PAIS confluyeron un conjunto de organizaciones que nacieron en medio de la agitación social que culminó con la destitución de Lucio Gutiérrez. Entre las más activas se destacaron Acción Democrática Nacional, Iniciativa Ciudadana, Movimiento Ciudadano por la Nueva Democracia, Alianza Bolivariana Alfarista, Alternativa Democrática, Ruptura de los 25, Polo Democrático, entre otras. Además, hay que tener presente que durante el desarrollo de la Asamblea Nacional Constituyente, Rafael Correa tuvo serias discrepancias con Alberto Acosta, quien debió renunciar a su cargo de presidente, por la forma en la que se pretendía aprobar el articulado y los tiempos. Así mismo tuvo que ceder protagonismo a los desaparecidos Movimiento Popular Democrático y a la Red Ética y Democracia entregando dos vocalías de la mesa directiva a sus representantes, Jorge Escala y Martha Roldós.

4Asumimos que un partido es “cualquier grupo político identificado con una etiqueta oficial que se presenta a las elecciones, y puede sacar en elecciones (libres o no), candidatos a cargos públicos” (Sartori, 1980, p. 91).

5Se denomina clientelismo a “aquellas relaciones informales de intercambio recíproco y mutuamente benéfico de favores entre dos sujetos, basadas en una amistad instrumental, desigualdad, diferencia de poder y control de recursos, en las que existe un patrón y un cliente: el patrón proporciona bienes materiales, protección y acceso a recursos diversos y el cliente ofrece a cambio servicios personales, lealtad, apoyo político o votos” (Audelo, 2004, p. 127).

6O'Donnell (1996) plantea que las nuevas poliarquías de América Latina y Europa del Este están formalmente institucionalizadas solamente con elecciones, pero están institucionalizadas de manera informal a través del particularismo (clientelismo en sentido amplio). En tanto, Auyero (1997) sugiere que “las obligaciones personales, lealtades, sentimientos y la confianza que la gente tiene dentro de sus redes sociales continúan ejerciendo una influencia tan poderosa y persuasiva que compite con la de la radio y la televisión [...] En la era de la videopolítica y de la construcción del acontecimiento político en las escenas mediáticas, los contactos interpersonales siguen siendo esenciales” (p. 19).

7Instituciones informales se definen como “reglas socialmente compartidas, usualmente no escritas, que son creadas, comunicadas, e impuestas por fuera de los canales oficialmente sancionados” (Helmke y Levitsky, 2003, pp. 11-12).

8“En este sentido, se debe destacar que todos los partidos tienen en su organización aspectos formales e informales. Incluso los partidos más burocráticos contienen redes personales y facciones informales dentro de ellos. Pero los partidos varían bastante en lo que concierne al peso relativo de organización formal e informal dentro de su estructura” (Freidenberg y Levitsky, 2007, p. 543).

9Para mayor información sobre partidos políticos, política informal e instituciones informales véanse Lauth (2000), Levitsky (2001), Auyero (2001), Helmke y Levitsky (2003) y Freidenberg y Levitsky (2007).

10La institucionalización es “el proceso por el cual adquieren valor y estabilidad las organizaciones y procedimientos” (Huntington, 1991, p. 23).

11La primera experiencia de estructuras de base formadas en la perspectiva planteada por el presidente Correa se remonta a los años cincuenta, cuando Carlos Guevara Moreno, líder de la otrora poderosa Concentración de Fuerzas Populares, organizó en los sectores suburbanos de Guayaquil los “comandos cefepistas”, una fuerza de choque con existencia fugaz que sentó precedente de la fidelidad e incondicionalidad a su líder.

12Las críticas expresadas por los miembros de los partidos de oposición y las dudas generadas en la ciudadanía hicieron que la denominación de CDR cambiara a Comités de Vigilancia de la Revolución Ciudadana y posteriormente a CRC, aunque en el fondo los propósitos siguieron siendo los mismos (Guía de los Comités de la Revolución Ciudadana, s. f.; Acta Constitutiva de un Comité de la Revolución Ciudadana, s. f.; Régimen Orgánico de Alianza PAIS, 4 de octubre de 2017).

13La autodefinición como movimiento se hace con el argumento que “una buena parte de la dirección de Alianza PAIS, no considerábamos demasiado importante el debate sobre si partido o movimiento, porque termina siendo bastante formal. En la legislación actual ecuatoriana, tanto en la Constitución como la Ley de partidos y organizaciones políticas, las diferencias entre partido y movimiento son mínimas (...) para nosotros la mayor razón por la que preferimos declararnos movimiento es por el hecho de que la ciudadanía repudia el nombre de partido (...)” (Paredes, citado en Harnecker, 2011, p. 210).

14Los conflictos internos fueron de diversa índole, se presentaron en distintos momentos y aunque sería motivo de otro trabajo más específico, me parece oportuno citar a varios. Con el movimiento Iniciativa Ciudadana se produjeron inconvenientes luego del bombardeo a territorio ecuatoriano por parte del ejército colombiano debido a una denuncia respecto a que Gustavo Larrea mantuvo contactos con “Raúl Reyes”, líder de las FARC. Acción Democrática Nacional y su dirigente Manuela Gallegos se separaron del gobierno luego de la orden presidencial para que no se firmara el fideicomiso internacional a favor de la Iniciativa Yasuní-ITT y de las declaraciones en contra de Fander Falconí y Alberto Acosta a los que se les tildó de “ecologistas infantiles”. Mientras que Ruptura de los 25 se separó como resultado de la convocatoria a Consulta Popular donde, entre otras cosas, se sometió a votación la “reestructuración de la justicia”.

15“(...) el triunfo es de ustedes, lo que hemos hecho es imposible, es histórico, ganar en una sola vuelta contra todos y contra todo, muchas gracias compas nunca les vamos a fallar (...)” (Rafael Correa, acto de posesión simbólica).

16Lo sorpresivo del anuncio presidencial puso al descubierto que nadie en el partido, ni en el gobierno conocía la naturaleza ni los alcances de la propuesta. El desconcierto inicial fue tan grande que el vicepresidente Lenín Moreno, señaló “El gobierno de Ecuador estudiará la creación de grupos populares de base que han sido denominados como Comités de Vigilancia de la Revolución Ciudadana (...) con toda certeza se concretará en el próximo buró, en la reunión de Gabinete, [se] comunicará, se estructurará [y] se diseñará la forma [de esos comités]” (Diario Hoy, 12 de agosto de 2009).

17El apoyo a Correa era tan alto, que aun desconociendo qué eran y para qué se organizaban los CDR, ante la pregunta ¿está de acuerdo o no con que el gobierno organice comités para defender su revolución?, hecha por la Revista Vanguardia el 25 de agosto del 2009, el público contestó: en Quito, el 63 % de acuerdo y el 35 % en desacuerdo, mientras que en Guayaquil, el 49 % estuvo de acuerdo y el 46 % en desacuerdo.

18“Los Comités de la Revolución Ciudadana son los organismos de base del Movimiento, y se encuentran integrados por los adherentes y simpatizantes de PAIS, se organizan territorial y sectorialmente; y sus funciones son: a) Dar soporte y organización democrática a PAIS; b) Constituir centros de formación política permanente; c) Posibilitar la movilización y comunicación; d) Defender las conquistas de la Revolución Ciudadana; y, e) Las demás establecidas en el presente Régimen Orgánico y los reglamentos del Movimiento. Además, deben registrar una sede, solicitar el Registro del Comité a la Dirección Territorial y se integrarán de conformidad con el reglamento que, para tal efecto, dicte la Dirección Nacional” (Régimen Orgánico PAIS, art. 36).

19“El gobierno empezó a tomarle cuerpo a su anuncio de instalación de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), cuando el gobernador del Guayas, Roberto Cuero, presidió la ‘ceremonia simbólica’ de oficialización del primer grupo, el miércoles anterior” (Diario Hoy, 4 de septiembre de 2009). “ Usted sabe que existe el compañero Ricardo Patiño que es el ministro de la política, verdad, entonces el ministro de la política tiene un accionar político en todos los frentes, también es miembro del consejo político nacional de nuestro partido. Entonces, bajo ese esquema se están coordinando acciones con las instancias respectivas para ir dándole forma de empoderar más a estos comités familiares” (Roberto Cuero) (El Universo, 30 de agosto de 2009). “ El Salón de la Ciudad fue el escenario donde se desarrolló el acto de posesión de 200 primeros Comités de Revolución Ciudadana (C.R.C.) acreditados y legalizados en el cantón Babahoyo, (...) la Alcaldesa Kharla Chávez, como Directora Cantonal del Movimiento Alianza PAIS, presidió el acto [de] validación de los C.R.C.” (Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal del Cantón Babahoyo, 31 de julio de 2012). “ La explanada del estadio Humberto Arteta Mayesa será el lugar donde se realizará la brigada de atención médica, organizada por el Comité de la Revolución Ciudadana de Huaquillas, en coordinación con el Asambleísta Carlos Zambrano Landín; el Alcalde de Huaquillas, Abg. Manuel Aguirre Piedra y el grupo de juventudes de los CRC del cantón. Personal médico del Ministerio de Salud efectuará la atención a la población de Huaquillas, en el horario de ocho de la mañana hasta las 15 horas. El grupo de galenos que dará atención está integrado por tres médicos, dos enfermeras, un odontólogo, un nutricionista, dos de malaria y cuatro auxiliares del hospital de Huaquillas, además de un médico, una enfermera y un nutricionista del hospital de Arenillas” (Prensa sin Fronteras, 20 de abril de 2012). “ En el Registro Civil (Loja) se habría entregado a los empleados que trabajan bajo calidad de contrato un formulario para que en cada uno de sus barrios se conforme un Comité de la Revolución Ciudadana. Marlon N. es empleado de la institución, comenta que la titular de la entidad, Alexandra Abarca, convocó en tres ocasiones a los empleados que laboran como contratados desde este año, para explicarles el proceso de conformación de los Comités de la Revolución Ciudadana; posteriormente les entregó un documento o acta constitutiva en la que constan datos como nombre del coordinador de formación política, comunicación, y de acción política de los comités” (El Mercurio, 17 de enero de 2012).

20Ricardo Patiño es actualmente miembro de la Dirección Nacional de Alianza PAIS. La entrevista completa aparece en Harnecker (2011).

21En Imbabura, el promotor y coordinador fue Ney Delgado, expresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador-Directiva Nacional y del Movimiento Popular Democrático, teniente político de Ibarra y funcionario de la Empresa Eléctrica del Norte. En el segundo caso está Gustavo Baroja, prefecto de Pichincha, exmilitante de la Izquierda Democrática, coordinador nacional de Formación y director provincial de Pichincha de PAIS.

22El Movimiento Autonómico Regional, que lidera Montgómery Sánchez, prefecto de El Oro; Movimiento Independiente Obras Son Amores del prefecto de Bolívar, Carlos Chávez; Movimiento Independiente Unidos por Pastaza, de Washington Varela, alcalde del Tena, por citar algunos ejemplos.

23“Alianza PAIS no se ha conformado en un partido político, tal vez por la fuerza de los sentimientos anti-partidos que están en su origen. Por lo pronto funciona como una red clientelar durante las diferentes elecciones y como un mecanismo para acceder a los puestos estatales. El gobierno de Correa tampoco se asienta en los movimientos sociales. En ausencia de un respaldo partidista y de una base en la sociedad civil, el gobierno ha utilizado dos estrategias para ligar al líder directamente con el pueblo: la campaña permanente y los enlaces ciudadanos” (De la Torre, 2010, p. 164).

24Ricardo Patiño es actualmente canciller del Ecuador. La entrevista completa está en Harnecker (2011).

25“Los movimientos sociales hemos sido golpeados por el régimen, que trató de dividirnos, compañeros de años de lucha fueron cooptados por el gobierno; los mecanismos clientelares -los bonos- fracturaron el movimiento”, según Clara Merino. Elba Ulcuango, del Movimiento Nacional de Mujeres de Sectores Populares Luna Creciente, vive en el sector rural de Pichincha y afirma: “Las políticas asistencialistas inmovilizan la organización social, el gobierno compra conciencias, si no das apoyo no te dan el bono”. Rocío Rosero, presidenta de Acción Ciudadana por la Democracia y el Desarrollo, explica que “Los movimientos sociales han sido licuados por el gobierno con dineros estatales. Se institucionalizó la participación, desplazando la movilización ciudadana” (Revista Vistazo, 22 de marzo de 2012).

26En el momento de las declaraciones Beatriz Tola ocupaba el cargo de ministra coordinadora de la Política (La República,

27Uno de los casos más sonados por la ilegalidad de la detención y por lo burdo de las pruebas con las que se les acusa -Discos de Silvio Rodríguez, Víctor Jara y Jaime Guevara, un par de botas de caucho y una película de El Exorcista- se produjo en los días previos a la marcha contra la minería que realizó en marzo del 2012 la CONAIE. “En realidad, es difícil de entender que un gobierno cuyos ministros cantan a voz en cuello ‘Comandante Che Guevara’ y mantienen estrechas relaciones, políticas y diplomáticas con los gobiernos de Nicaragua y Cuba, puedan mantener durante seis meses en prisión, y acusar de terrorismo, a unos jóvenes que no han ejecutado ningún acto violento, ni han secuestrado personas, ni han asaltado bancos ni se han levantado en armas. Cosas más graves hizo, hace veinte años, Rosa Mireya Cárdenas y ahora es parte del gabinete como Secretaria de Pueblos” (Carlos Jijón) (Diario Hoy, 28 de septiembre de 2012).

28La intervención de Rafael Correa no fue de difusión pública. El archivo de la misma es personal.

29“La comparación con Cuba, Venezuela, a nosotros no nos molesta porque son procesos que respetamos y reconocemos que tienen su propia lógica, de acuerdo con las circunstancias que ellos han vivido, pero ¿por qué no nos comparan con Brasil?, Brasil es una sociedad completamente participativa (...) atrás de todo eso está el miedo a la democracia participativa, el miedo a la organización social, el miedo a ciudadanos que no sean pasivos, desinformados, engañados, ciudadanos deliberantes, críticos libres, participando activamente que es la base de nuestra Revolución Ciudadana (...)” (Doris Soliz) (Ecuadorinmediato, 15 de agosto de 2009).

30“Detrás del concepto de ‘socialismo del siglo XXI’ que esgrime Correa en realidad no hay nada: más allá de la retórica estatista de la nueva Constitución, hasta el momento no hay señales de grandes transformaciones y de decisiones trascendentales en la economía. El anunciado socialismo del siglo XXI no aparece más que en los discursos del presidente y corre el riesgo de convertirse en la irónica consigna de un programa de ajuste o, peor aún, en el anuncio del fin de un experimento cargado de retórica” (Simón Pachano) (Infolatam, 20 de mayo de 2012).

Otros

Acta Constitutiva del Comité de la Revolución

Ciudadana Andes: Agencia Pública de Noticias

del Ecuador y Sudamérica Diario Hoy

Discurso de Rafael Correa. Acto de posesión simbólica en el estadio olímpico Atahualpa

Guía de los comités de la revolución ciudadana

Infolatam.com

Prensa sin Fronteras

Régimen Orgánico de Alianza PAIS

Revista Vistazo

Recibido: 13 de Octubre de 2017; Aprobado: 15 de Noviembre de 2017

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons