Introducción
Uno de los principales minerales del organismo es el calcio, que se encuentra distribuido en su mayoría en el sistema óseo y representa el 2 % del peso corporal total 1. En el embarazo y la lactancia se debe prestar mayor atención a la dieta debido a los cambios fisiológicos de dichas etapas 1. La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) sugiere una ingesta de calcio entre 1.200 y 1.500 mg/día, independientemente de la edad 1. El reporte del Institute of Medicine (IOM) de la Academia Nacional de Ciencias indica 1.300 mg/día para gestantes < 18 años, y 1.000 mg para >18 años 2. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 1.200 mg/día 3.
Para la mineralización del esqueleto fetal la madre aporta entre 25 y 30 gramos de calcio, alcanzando al final del embarazo un depósito máximo de 350 mg/día, lo que es posible por el incremento sustancial de la absorción intestinal 4,5.
En la fase de lactancia se entregan entre 280 y 400 mg/día de calcio, lo que ocasiona en la madre una pérdida de mineral del 3 % al 6 % durante los primeros seis meses, que se recuperan con adecuados aportes alimentarios 1,5.
Del calcio dietario total, se absorbe apenas del 25 al 40 %, aunque en el embarazo se incrementa al 60 %, por lo que se aconseja consumir cuatro porciones de lácteos al día, ya sea de leche, yogurt o queso 6. Las personas que no gustan de lácteos pueden adquirirlo del pescado, legumbres, soja, frutos secos, cereales y verduras 7. Las leches deslactosadas son una opción para las personas intolerantes: si a pesar de una correcta dieta no se consigue el aporte necesario, se deben administrar suplementos de calcio 1.
Entre 2006 y 2014, las principales causas de mortalidad materna en Ecuador fueron la preeclampsia y eclampsia, representando el 27,53 % 8,9; se ha descrito una relación inversa entre la ingesta de calcio y el valor de presión arterial 10. Además, en la literatura se demuestra que la ingesta alta de calcio está relacionada con menor incidencia de trastornos hipertensivos 11,12; por tanto, es necesario conocer el valor de calcio adquirido a través de la ingesta dietaria en las mujeres embarazadas de nuestra población.
Material y métodos
Se realizó un estudio descriptivo, observacional-transversal en el Hospital Privado Básico Provida de Latacunga, Ecuador, en donde la altitud es de 2.800 m s. n. m. Previa obtención y firma del consentimiento informado aprobado por comité de ética de investigación en seres humanos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, se aplicó una encuesta nutricional a mujeres gestantes desde el segundo trimestre de gestación; estas tenían entre 19 y 41 años y acudieron a los controles prenatales en la consulta del hospital, en el período comprendido entre septiembre de 2017 y julio de 2018.
La encuesta nutricional aplicada fue tomada del estudio realizado por Giandoménico 13 y consta de catorce preguntas cerradas que proporcionan información sobre las prácticas alimentarias. Las cuatro primeras para determinar la cantidad de calcio consumido proveniente de lácteos (leche, yogurt, queso y crema de leche), las siguientes siete para determinar el consumo de fuentes complementarias de calcio (huevos, pescado, vegetales, frutos secos, legumbres, pan, cereales) y las últimas tres para determinar el consumo de alimentos que intervienen en la absorción de calcio. La ingesta de calcio en la dieta se calculó mediante la suma de los aportes de cada alimento, aplicando el valor nutritivo estándar referido según las tablas de composición de alimentos de Moreiras, Carbajal, Cabrera y Cuadrado 7; fueron adaptadas a nuestro entorno según lo referido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación FAO 14 y el Instituto Nacional de Nutrición Ecuatoriana 15.
El análisis estadístico se realizó con el software spss v.23; se aplicó estadística descriptiva en las variables edad, índice de masa corporal (IMC) y edad gestacional; se obtuvieron media y desviación estándar mínima y máxima. Se realizó el cálculo de frecuencia para los resultados de ingesta de calcio en la dieta y su distribución según grupos de edad.
Resultados
De las 210 mujeres embarazadas que participaron en el estudio se obtuvo que la media de edad fue de 30,37 ± 4,87 años, el valor mínimo de IMC que presentaron al momento de la entrevista fue de 20,5 kg/m2 y el valor máximo de 47,5 kg/m2, la media de la edad gestacional (EG) fue de 31,2 semanas (Tabla 1). El 61,4 % fueron multíparas (Tabla 2).
N | Mín. | Máx. | Media | Desviación estándar | |
---|---|---|---|---|---|
Edad (años) | 210 | 19 | 41 | 30,37 | 4,87 |
IMC (kg/ m2) | 210 | 20,5 | 47,5 | 28,17 | 3,81 |
EG (semanas) | 210 | 20 | 39,5 | 31,2 | 4 |
Fuente: elaboración propia a partir de resultados de encuesta.
Frecuencia (n) | Porcentaje (%) | |
---|---|---|
Primípara | 81 | 38,6 |
Multípara | 129 | 61,4 |
Total | 210 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia a partir de resultados de encuesta.
La ingesta de calcio en las mujeres embarazadas a través de la dieta fue de 562,11 ± 257,52 mg/ día, el aporte máximo de calcio proveniente de lácteos fue de 1.536,90 mg/día y el aporte mínimo de calcio proveniente de alimentos complementarios fue de 18,93 mg/día (Tabla 3).
Calcio (mg/día) | Mín. | Máx. | Media | Desviación estándar |
---|---|---|---|---|
Lácteos | 0,00 | 1.536,90 | 344,82 | 223,65 |
Alimentos complementarios | 18,93 | 595,87 | 217,28 | 100,09 |
Total de la dieta | 59,93 | 1.656,61 | 562,11 | 257,52 |
Fuente: elaboración propia a partir de resultados de encuesta.
Del total de la población, 190 (90,48 %) tuvieron una ingesta de calcio inferior a 900 mg/día, de las cuales el mayor porcentaje (32,6 %) se presenta en edades entre 26 a 35 años; solo veinte (9,52 %) tuvieron una ingesta mayor a 900 mg/día (Tabla 4).
Discusión
La ingesta de calcio es un aspecto relevante en los países en vías de desarrollo en los que la dieta es tradicionalmente baja en calcio 16. El único antecedente sobre la ingesta de calcio en mujeres embarazadas en Ecuador data del año 1991 cuando Weigel, Narváez, López, Félix y López reportan que la ingesta es inferior a las recomendaciones 17.
En este estudio se encontró que la ingesta dietética media de calcio en las mujeres embarazadas fue de 562,11 mg/día. Este resultado concuerda con la revisión sistemática de Lee, Talegawkar, Me-rialdi y Caulfield, en la que 35 de 42 estudios demostraron que la ingesta dietética media de calcio era < 900 mg/día en Asia, África, América Central y América del Sur 18.
Cormick et al. llevaron a cabo una revisión sistemática y meta-análisis de la ingesta de calcio en 73.958 mujeres embarazadas provenientes de 37 países, llegando a la conclusión de que en los países desarrollados la ingesta fue de 948,3 mg/día (95 %, intervalo de confianza (IC) 872,1-1024,4 mg/ día) y 647,6 mg/día (95 % IC 568,7-726,5 mg/día) en países en vías de desarrollo 19.
Cheng, Dibley, Zhang, Zeng y Yan, en su estudio llevado a cabo en zonas rurales de China reportan que la ingesta de calcio es de 412,9 mg/día en las mujeres embarazadas 20, valor inferior a lo encontrado en nuestro estudio.
Estudios en que se reporta una ingesta mayor a la encontrada son el de Gupta, Kant y Misra, en el que se reporta una ingesta media de calcio en la dieta de 858,4 mg/día ± 377 mg/día en una población gestante de la India 21; el estudio llevado a cabo en España en mujeres embarazadas sanas, que muestra que la ingesta es de 948,6 ± 353,8 mg/ día 22; el estudio de Durán, Soto, Labraña y Pra-denas, realizado en Chile, en el que se reporta una ingesta de 760 ± 324 mg/día 23.
En este estudio se encontró que el 90,48% de las gestantes tienen una ingesta dietética de calcio inferior a 900mg/día; este resultado es similar al reportado por Restrepo et al., en el que evaluaron la ingesta de calcio en una población de mujeres embarazadas colombianas de bajos recursos económicos y encontraron que el porcentaje de ingesta inadecuada de calcio fue de 91,7% 24. Sacco, Caulfield, Zavaleta y Retamozoreportan una prevalencia de ingesta baja de calcio de 86 % en mujeres embarazas peruanas; en dicho estudio se utilizó la recomendación de ingesta diaria de calcio del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos 25.
La ingesta inadecuada de calcio representa un factor asociado con una mayor incidencia de enfermedades hipertensivas en las mujeres gestantes 12. La OMS define ingesta inadecuada al consumo de calcio como < 900 mg/día 26. El Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología 27 y la Sociedad Canadiense de Obstetricia y Ginecología definen una ingesta baja de calcio cuando es inferior a 600 mg/día 28.
Por lo tanto, en este estudio solo 9,52 % de las participantes tienen una ingesta dietaria de calcio considerada como adecuada. Giddens et al. reportan que el porcentaje de mujeres que alcanza la ingesta diaria recomendada de calcio es inferior al 30%; además, la ingesta no varía entre gestantes adolescentes y adultas y tampoco hay relación con la edad gestacional 29.
Los requerimientos diarios de calcio en mujeres embarazadas según la guía de práctica clínica del Ecuador son de 1.300 mg/día en menores de 18 años, y en mayores de 19 años de 1.000 mg/día 30. Según la recomendación de la guía de Bolivia la ingesta de calcio en gestantes debe alcanzar los 1.200 mg/día 31, lo que concuerda con la recomendación de la OMS 3 y la Federación Internacional Ginecología y Obstetricia (FIGO) 32. En este estudio se demuestra que la población estudiada no alcanzó dichos valores.
En la guía del Ministerio de Salud Pública del Ecuador, la recomendación de suplementación de calcio para prevenir trastornos hipertensivos en las mujeres gestantes menciona que en las zonas en las que la ingesta de calcio es baja se debería suplementar 33, pero con este estudio se pone en manifiesto que la ingesta de calcio dietario en mujeres embarazadas en general es inadecuada.
Conclusión
La ingesta dietética de calcio en las mujeres embarazadas es de alrededor de 562,11 ± 257,52 mg/ día, valor que varía de un país o región a otra, por las diferentes costumbres gastronómicas y accesibilidad a los alimentos. Se puede afirmar que la ingesta dietética de calcio no llega a los niveles recomendados por la OMS para las mujeres gestantes. Cabe mencionar que la población de este estudio tiene acceso a servicios de salud privada.