INTRODUCCIÓN
La producción mundial de cítricos es superior a los 100 millones de ton anuales; es el grupo de frutales más cultivado en Colombia para el consumo interno, con una participación de 1’681.877 ton, y es el segundo en área cultivada después del banano (ORDUZ & MATEUS, 2012; DANE, 2016). En el país, el cultivo de los cítricos posee 160.408 has plantadas, lo que equivale al 12% de la superficie nacional dedicada al cultivo de frutas, de las cuales el 46,8% se encuentran distribuidas en los departamentos de Caldas, Santander, Tolima, Antioquia y Cauca (DANE, 2016).
Los cítricos, como todas las especies cultivadas, son susceptibles al ataque de insectos, ácaros, hongos, virus, bacterias y nematodos fitoparásitos que afectan la cantidad y calidad de las cosechas. El ataque de insectos al cultivo no radica únicamente en el daño directo que ocasiona, sino también en la capacidad que tienen de transmitir enfermedades de una planta a otra, resultando en pérdidas económicamente significativas, como es el caso del psílido asiático Diaphorina citri Kuwayama (Hemiptera: Liviidae), una de las plagas más devastadoras que atacan el cultivo de los cítricos (HALBERT & MANJUNATH, 2004; FERNÁNDEZ & MIRANDA, 2005; ALEMÁN et al., 2007; ORTEGA et al., 2013), por ser el vector de la bacteria Candidatus liberibacter que causa la enfermedad denominada Huanglongbing (HLB) o enverdecimiento de los cítricos (CHUNG & BRLANSKY, 2005; GRAFTON et al., 2006).
Cuando los árboles se enferman por la presencia de la bacteria, el fruto sufre diversas afectaciones que interfieren en la calidad para su posterior comercialización (RESTREPO-GARCÍA et al., 2016); el diámetro se reduce 17%, no presenta un color uniforme, el brillo baja 13%, se pierde 7% de jugo, mientras que el ácido se incrementa 29% (ROGERS, 2011). En el año 2015 se estableció la emergencia fitosanitaria en el territorio nacional por la presencia de adultos de D. citri infectados con dicha bacteria (ICA, 2015); y en 2016 se declaró en cuarentena fitosanitaria a los departamentos de La Guajira y Atlántico por presencia de la bacteria en material vegetal (ICA, 2016a, 2016b).
El manejo de la enfermedad está dirigido a controlar el insecto vector, ya que esta no tiene cura; para ello, los agricultores utilizan principalmente plaguicidas de síntesis química, lo que puede ocasionar problemas de selección de individuos resistentes debido al uso continuo de ingredientes activos, reducción o supresión de especies benéficas, alta toxicidad de los productos a los aplicadores, presencia de residuos en los alimentos y en el medio ambiente, fitotoxicidad, entre otros (FILGUEIRA, 2000; EASTERBROOK et al., 2001; FRAGOSO et al., 2002; ALEMÁN et al., 2007; PICANÇO et al., 2007).
Una alternativa viable a los problemas generados por el uso excesivo de estos productos es la utilización de métodos de control que deben priorizar la seguridad ambiental y social, y que sean eficientes en el control del insecto (FAJARDO et al., 2013). En la búsqueda de tales métodos, productos alternativos a los químicos convencionales como los caldos fitoprotectores han sido usados por productores de hortalizas para el control de plagas y enfermedades, especialmente en los sistemas de producción ecológicos y orgánicos (CAMPANHOLA & BETTIOL, 2003; VENZON et al., 2007; FAJARDO et al., 2013); dentro de estos, se encuentra el caldo sulfocálcico, que es obtenido por el tratamiento térmico del azufre y la cal (ABBOT, 1945). Esta mezcla es conocida, principalmente, debido a su acción fungicida (SMILANICK & SORENSON, 2001; MONTAG et al., 2005), y también es utilizada como acaricida e insecticida (WARDLOW & LUDLAM, 1975; GUERRA, 1985; PENTEADO, 2000; CHAGAS et al., 2001; GUIRADO, 2001; OCETE et al., 2003; VENZON et al., 2007; SOTO, 2009; SOTO et al., 2011; FAJARDO et al., 2013). El efecto tóxico del caldo sulfocálcico a los insectos se da por la reacción de los compuestos de este sobre la planta, con el agua y el gas carbónico, resultando en gas sulfídrico y azufre coloidal (ABBOT, 1945).
En este trabajo se evaluó el efecto insecticida del caldo sulfocálcico sobre el psílido asiático de los cítricos D. citri en condiciones controladas. Inicialmente, se evaluó la toxicidad letal a través de la estimativa de la concentración letal (CL) del producto; sin embargo, como la CL es una medida incompleta de los efectos de los productos sobre poblaciones, pues analiza solamente la mortalidad como parámetro de toxicidad (STARK & BANKS, 2003), se evaluaron también los efectos subletales de los productos a través de la estimativa de la tasa instantánea de crecimiento poblacional (ri) (STARK & RANGUS, 1994).
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en el Centro de Investigación y Cría de Enemigos Naturales de la Universidad de Caldas, ubicado en el municipio de Manizales (coordenadas: 05°03’ N - 75°29’ W). Los especímenes de D. citri fueron criados en plantas de Swinglea glutinosa de 40 cm de longitud, acondicionadas en jaulas de madera de 1 m x 1 m x 1 m, forradas con tela muselina (Figura 1A). La cría se inició con ninfas y adultos colectados en campo en la granja Montelindo de la Universidad de Caldas (Figuras 1B y C). Posteriormente, fueron estimadas las concentraciones letales del caldo sulfocálcico sobre ninfas de D. citri. Las concentraciones evaluadas fueron seleccionadas a través de bioensayos preliminares, se situaron entre el límite inferior, donde el producto no causó mortalidad, y el límite superior de respuesta, donde causó 100% de mortalidad.
El efecto letal y subletal del caldo sulfocálcico sobre D. citri fue estudiado de acuerdo con metodología adaptada de PENTEADO (2000), manejando tratamiento térmico del azufre y cal virgen, utilizando para cada litro de agua: 250 g de azufre y 125 g de cal virgen (Figura 2A y B). La concentración obtenida de caldo sulfocálcico fue de 29° Baumé.
Para los bioensayos de concentración-respuesta se seleccionaron ramas de cítricos, las cuales se infestaron con ninfas de D. citri en todos los estados de desarrollo (Figura 3A). Los brotes fueron depositados en recipientes trasparentes de 11,5 cm de largo por 11 cm de diámetro (capacidad de 30 oz) y al interior de ellos se colocó una base de espuma humedecida, después fueron expuestos a la aplicación directa con el producto a diferentes concentraciones (0,15; 0,25; 0,35; 0,45 y 0,5%) (Figura 3B). También, se utilizó un testigo absoluto y por cada tratamiento se realizaron 5 repeticiones.
Los recipientes se cubrieron con tela muselina para facilitar la aireación y se ubicaron en una incubadora marca Scientific a temperatura de 25°C±2°C y 60±10% HR (Figura 3C). La mortalidad fue evaluada 24 h después de la aplicación de los productos, y las curvas de concentración-mortalidad fueron estimadas por el análisis de Probit (FINNEY, 1971).
La evaluación de la acción subletal de los productos sobre las ninfas de D. citri fue aplicada utilizando la misma metodología citada para la evaluación de la acción letal de los productos. Esta se realizó a través de la estimativa de la tasa instantánea de crecimiento (ri), por la siguiente fórmula (STARK & BANKS, 2003):
ri = ln(Nf/N0)Δt
Donde Nf es el número final de individuos, N0 es el número inicial de individuos, Δt es la variación de tiempo (duración del experimento: 15 días). El valor positivo de ri significa que la población está en crecimiento; ri = 0, indica que la población está estable, mientras que un valor negativo de ri señala que la población está en descenso y en vías de extinción. El análisis de regresión se aprovechó para la evaluación de ri en función de las concentraciones utilizadas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la Toxicidad letal del caldo sulfocálcico fueron obtenidas la Cl50 de 0,38 y la Cl95 de 0,57% de concentración del producto a 29º B (Tabla 1).
1 Número de individuos evaluados.
2 Coeficiente angular y error padrón de la media.
3 Concentración letal media e intervalo de confianza a 95%.
4 Concentración letal que causa 95% de mortalidad e intervalo de confianza a 95%.
La Tasa instantánea de crecimiento poblacional de D. citri fue igual a cero, indicando que la población está estable, en la concentración de 0,15% del caldo sulfocálcico (Figura 4).
Para que D. citri presente una mortalidad del 95%, la concentración del caldo sulfocálcico fue de 0,57%, lo que demuestra que este producto tiene potencial para ser aplicado sobre el cultivo de cítricos con el fin de controlar poblaciones del insecto, actualmente considerado una importante plaga de ese cultivo en varios países. En las aplicaciones cuya población no presentó mortalidad inmediata debido a la concentración utilizada, fueron estudiados los efectos retardados de este producto, o sea, efectos subletales, que indican cuál es la concentración que lleva a la parálisis del crecimiento poblacional. El crecimiento poblacional deD. citrifue interrumpido cuando se usó el caldo sulfocálcico en concentración de 0,15% (Figura 4). La obtención de control de D. citri a bajas concentraciones representa un gran avance en relación con los estudios que buscan el control de esta plaga.
Durante las diferentes lecturas del experimento se observó que la aplicación del producto fitoprotector interfirió en la metamorfosis del psílido (Figuras 5A y B) así como en su alimentación, lo cual ocasionó la muerte del insecto a las pocas horas (Figura 5C). Resultados similares se han obtenido con el uso de bioplaguicidas, donde los efectos de las dosis subletales de los productos en la población se ven manifestados a través de la reducción en el periodo de vida, disminución de la fertilidad, reducción de la fecundidad, trastornos en la muda, cambios en el comportamiento y fagorrepelencia (STARK et al., 1992; BANCHIO et al., 2003; MANN et al., 2011; CAZARES et al., 2014; ORTEGA et al., 2014). Esto demuestra la importancia de utilizar concentraciones subletales de los productos alternativos para el manejo de D. citri, ya que la reducción en la población de adultos que se asientan, alimentan y ovipositan en la panta, reduce la probabilidad de propagación del HLB (OUYANG et al., 2013).
La decisión de usar concentraciones letales o subletales de los productos alternativos depende de la población plaga al momento de la aplicación. El producto caldo sulfocálcico, en dosis subletales, presenta, normalmente, selectividad para los enemigos naturales (DIMETRY et al., 1993; SCHMUTTERER, 1997; CASTIGLIONI et al., 2002; SOTO et al., 2011). Se debe tener un conocimiento técnico sobre el producto que se va a utilizar, con el fin de que se obtenga un control satisfactorio de las poblaciones de plagas, de manera que no afecte a los enemigos naturales asociados a estas (SOTO et al., 2011).
Con relación a la concentración del caldo sulfocálcico requerida para el control de D. citri, las concentraciones letales y subletales fueron menores que las recomendadas y utilizadas en sistemas de cultivos orgánicos. Estas concentraciones oscilan de 2 a 4% del producto, que posee una densidad de 29 a 320 Baumé (PENTEADO, 2000; D’ANDRÉA, 2001), aproximadamente 0,58 a 1,28% de polisulfatos de calcio en el producto asperjado. Es así como este producto representa una alternativa para el control de plagas, especialmente cuando los agrotóxicos no son permitidos.
El hecho de que D. citri se presente como altamente susceptible, no implica que este producto pueda ser aplicado indiscriminadamente en concentraciones más altas que las recomendadas como resultados de experimentos científicos en campo o en invernadero, ya que se pueden presentar problemas de fitotoxicidad, además de seleccionar biotipos resistentes al producto. PEÑA et al. (2013) evaluaron sobre el cultivo de fríjol el caldo sulfocálcico para el control de Aphis gossypii (Hemiptera: Aphididae), encontrando mortalidad del 95% y 50% de la población a concentraciones del 0,64% y 0,25% del producto, respectivamente. FAJARDO et al. (2013) evaluaron el efecto de dicho producto sobre Trialeurodes vaporariorum (Hemiptera: Aleyrodidae) en tomate, encontrado efecto letal y subletal a concentraciones del 1,13% y 0,40% del producto, respectivamente. En experimentos realizados en laboratorio e invernadero, utilizando el caldo sulfocálcico en concentración de 0,35% (30º Baumé), se comprobó la eficiencia del producto en el control del ácaro Oligonychus ilicis (Acari: Tetranychidae) (TUELHER, 2006).
La necesidad de encontrar productos alternativos a los agrotóxicos convencionales con potencial preventivo y curativo contra las plagas y que no presenten efectos dañinos al medio ambiente, al consumidor y al productor, viene creciendo en todo el mundo. Por presentar esas características, el caldo sulfocálcico puede ser considerado como importante alternativa para uso en la agricultura tradicional y orgánica. La aplicación del caldo sulfocálcico en las concentraciones adecuadas representa una alternativa viable para el control de D. citri sobre plantas de cítricos, tanto cuando se aplican en las dosis letales como en las dosis subletales. En la utilización de dosis subletales es importante considerar el tiempo para la acción insecticida de esos productos.