1. Introducción
La Ingeniería Geográfica y Ambiental (IGA) en Colombia cumplió 20 años de existencia en el 2020. Con dos décadas de permanencia y un panorama de cambios nacionales, latinoamericanos y mundiales latentes, es relevante preguntarse por los aportes académicos que ha generado al país y por los que puede seguir sumando en el futuro. En especial, porque una profesión tan amplia y completa como esta tiene una fuerte responsabilidad en el aporte a temas y situaciones complejas, que cada vez requieren del posicionamiento certero de los profesionales que la representan.
Parte de este posicionamiento se puede develar en los ejercicios de estudiantes del pregrado que han realizado proyectos de investigación como trabajo final de grado, como también en los artículos de divulgación científica que los egresados han publicado hasta la fecha. Ambas formas de expresión sobre un asunto investigado permiten establecer una perspectiva respecto a lo que se logra abordar y potenciar desde la IGA.
La perspectiva, entendida como una mirada o un punto de vista, en este caso se ubica desde una ingeniería que como profesión debe responderle al mundo con aplicaciones frente a problemas reales y tendenciales. Aunque en el caso de la IGA en ocasiones pareciese que se tratara solo de geografía o solo de ambiente, disciplinas que tienen otras exigencias y métodos particulares ya que corresponden a las ciencias sociales y naturales respectivamente, este asunto no excluye la necesaria y valiosa retroalimentación entre sus diferentes paradigmas, como campos disciplinarios entretejidos.
Según De La Hoz (2015), la ingeniería, desde su concepción, ha estado llamada a proporcionar soluciones a las necesidades del ser humano y tiene como cimientos la ciencia y la tecnología. Por su parte, la geografía, entre otros objetivos, analiza la interrelación de los sistemas naturales con los sistemas humanos (Siso Quintero, 2010). Respecto a lo ambiental, Morales Jasso (2017) precisa que esta ciencia estudia al conjunto de factores externos, como los atmosféricos, los climáticos, los hidrológicos, los geológicos y los biológicos, que pueden causar efectos directos e indirectos sobre un organismo, población o comunidad.
En el desarrollo integral del ingeniero como solucionador de problemas, es desde el pregrado donde se potencia su capacidad de pensar diferente, de innovar y de dar a conocer sus ideas a la sociedad, es decir, de proyectar sus aportes sin temor a las críticas, con amplitud hacia el intercambio de saberes para fortalecer capacidades y habilidades de adaptación y así ajustar las destrezas de su disciplina a nuevos retos. Cuando el ingeniero geógrafo y ambiental (Ing. GyA) produce un texto académico está aplicando su razón de ser, pues al mismo tiempo que recaba información para analizar, diseñar o proponer está integrando saberes para aplicar en temas complejos, lo que en esencia corresponde, según Parra-Castrillón (2018), a la construcción de la competencia investigativa en ingeniería, a la cual se le adiciona el plus del compromiso y el apasionamiento.
En particular, la IGA en Colombia surge en el año 2000 en la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (U.D.C.A), ubicada en Bogotá, D.C. Posteriormente, en el 2013, la Universidad La Gran Colombia (UGC) se suma a la formación de profesionales con este perfil en sus instalaciones en Armenia, Quindío. Se trata de profesionales capaces de estudiar la geografía y el ambiente para proponer soluciones de ingeniería que contribuyan al desarrollo territorial sostenible y sustentable; así mismo, son idóneos para conocer, identificar y resolver los problemas del territorio y de sus recursos, con fuertes destrezas en el manejo de modernas tecnologías cartográficas y sistemas de información geográfica (U.D.C.A, s. f.; UGC, s. f.).
Este perfil profesional, por una parte, exige considerar tendencias al proyectar hacia dónde y cómo debe avanzar el futuro (Pirela Morillo, 2006) y, por otra, establece una perspectiva que se va concretando en la medida en que los Ing. GyA van realizando sus aportes a la sociedad.
Investigaciones recientes, como las de Pyszczek et al. (2020), señalan que la IGA responde a los desafíos de la complejidad territorial adoptando perspectivas del paradigma complejo, es decir que estudia la realidad de forma diversa, concreta y abstracta, respondiendo así al desafío de fundir disciplinas con cualidades multi, trans e interdisciplinares. En sentido similar, pero una década antes, Bocco (2010) llamaba la atención sobre las interconexiones entre las ciencias ambientales y la geografía y estableció que el profesional que las integra en su campo de acción analiza el espacio para el diseño de modelos territoriales y propone estrategias de desarrollo sostenible.
En Colombia, según Ramírez Martínez et al. (2011), la divulgación y la apropiación del conocimiento desde las ingenierías son aportes a la innovación, y aunque desde la IGA aún se están sembrando semillas, en esta revisión se demuestra que ya hay frutos para cosechar, temas por pulir, enfoques para precisar y caminos por recorrer. Es importante aclarar que si bien en las reformas curriculares la formación para la investigación es cada vez más necesaria, en este artículo no se abordan perspectivas sobre tales reformas, solo se revisan los trabajos que permiten a la IGA hacerse visible de manera escrita. Considerando lo anterior, el objetivo de esta publicación es establecer una perspectiva de la IGA a partir de la producción académica que es potenciada desde el pregrado.
2. Metodología
Esta investigación es de tipo documental con un diseño mixto, es decir, cuantitativo y cualitativo. El estado del arte como herramienta metodológica para obtener la perspectiva, según Guevara Patiño (2016), se define en este caso como una investigación de investigaciones en donde se revisa la situación actual del conocimiento de la producción investigativa de un campo en específico, en este caso, de la IGA en Colombia, para brindar un balance y crear escenarios de formación e investigación en el respectivo campo de interés. Asimismo, Flores (2004, citada por Jiménez Becerra, 2004) señala que en la elaboración del estado del arte se contextualiza, clasifica y categoriza la información para establecer límites, analizar, sistematizar y fundamentar la interpretación de una investigación o campo de acción. En el marco de lo anterior, para esta investigación se definieron cuatro etapas que se desarrollaron de forma gradual y se abordan a continuación:
Etapa 1. Exploración y compilación de los productos académicos generados en el periodo 2005-2019
Los productos académicos hacen alusión a los trabajos de investigación realizados para optar por el título de ingeniero(a) geógrafo(a) ambiental y también a los artículos de divulgación científica publicados en revistas indexadas en un lapso comprendido entre los años 2005 y 2019. La definición de este período obedece a la publicación del primer producto académico y al último hasta la fecha de cierre de esta revisión. Para los primeros productos, se acudió a los repositorios digitales de la U.D.C.A (https://repository.udca.edu.co/) y de la UGC (https://repository.ugc.edu.co/) y a los originales en físico dispuestos en las bibliotecas de las universidades. En cuanto a los artículos de investigación, se filtró la búsqueda en Google Académico y en bases de datos electrónicas como la Scientific Electronic Library Online (SciElo) y la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal (Redalyc). En esta búsqueda también se acudió al contacto por redes sociales con algunos Ing. GyA haciendo uso de plataformas como ResearchGate, Facebook y LinkedIn, con el fin de no dejar, en la medida de lo posible, algún producto académico fuera del análisis realizado. Si existen más productos dentro del período establecido que no se encuentran en esta revisión se debe a que no son visibles en estas herramientas de consulta.
Etapa 2. Categorización de la producción académica
Luego de haber compilado los productos académicos descritos en la etapa anterior, se elaboró una base de datos en Excel donde se sistematizó la información de acuerdo con una matriz bibliográfica propuesta con cinco categorías, más las columnas n° y título (Tabla 1).
No. | Titulo | Tipo | Objetivo | Unidad de Análisis | Localización Geográfica | Núcleo Temático |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | ||||||
2 | ||||||
… |
Fuente: elaboración propia.
De acuerdo con estas categorías, se establecieron trece subcategorías que permitieron otra clasificación más específica de los productos académicos revisados. En la Tabla 2 se describe en qué consistió cada una.
Categoría | Subcategoría | Descripción |
---|---|---|
Tipo de Producto | Trabajo de investigación | Son los trabajos de investigación realizados para optar por el título académico de Ing. GyA. |
Artículo científico | Son los artículos de divulgación científica que han sido publicados en revistas especializadas e indexadas. | |
Objetivo general | Exploratorio | Refiere a los productos académicos en los cuales el verbo del objetivo general fue: conocer, elaborar, estimar, estudiar, formular o priorizar |
Descriptivo | Comprende los productos académicos en los cuales el verbo del objetivo general fue: apoyar, caracterizar, describir, determinar, diagnosticar, diseñar, establecer, evaluar, generar, identificar, optimizar, plantear, proponer, proporcionar o realizar. | |
Explicativo | Abarca los productos académicos en los cuales el verbo del objetivo general fue: analizar, comprender, cuantificar, especificar o modelar. | |
Unidad de análisis | Político-administrativa | Incluye departamento, provincia, municipio, ciudad, comuna, localidad, barrio y unidad de planeamiento zonal (UPZ). |
Natural | Incluye cuenca hidrográfica, río, páramo, ciénaga y humedal. | |
Localización geográfica | Entidad Territorial | Corresponde a las áreas geográficas que han sido estudiadas en la producción académica de los Ing. GyA: 32 departamentos o el Distrito Capital de Colombia. |
Núcleo temático | Ciencias de la Tierra | Refiere a los estudios que abarcan los fenómenos físicos de la Tierra, como: geología y mineralogía, geomorfología, meteorología, climatología, hidrología, geofísica, y gestión del riesgo de desastres. |
Territorio | Comprende los estudios sobre análisis territorial. Dentro de ellos se encuentran los referidos a planeación, prospectiva, gestión, modelamiento, desarrollo y ordenamiento territorial. | |
Sociedad | Hace alusión a estudios de fenómenos sociales, como: migración, desplazamiento forzado, vulnerabilidad social, dinámicas socioespaciales, cosmovisión indígena, y conflicto armado. | |
Ambiente | Son los estudios que se concentran en aspectos ambientales como: biodiversidad, servicios ecosistémicos, ecología, gestión ambiental, manejo ambiental, cambio climático, residuos sólidos, zonificación ambiental, paisaje, minería, y desertificación. | |
Geomática | En esta categoría están los estudios enfocados a la producción, tratamiento y gestión de información espacial, como: cartografía, fotogrametría, percepción remota, procesamiento de imágenes satelitales, sistemas de información geográfica (SIG), estudios multitemporales, y tecnologías en vehículos aéreos no tripulados (drones). |
Fuente: elaboración propia.
Etapa 3. Análisis cuantitativo de los productos académicos según la subcategorización
Con la base de datos en Excel se procedió a calcular los porcentajes de cada subcategoría analizada. Para su representación gráfica, se diseñó una infografía que abarcó los resultados estadísticos de cada categoría, a excepción de la localización geográfica que se representó mediante un mapa a escala nacional (Figura 2). La edición del mapa fue realizada en el software de procesamiento geoespacial ArcMap, en su versión 10.7.
Etapa 4. Establecimiento de la perspectiva de la IGA en la proyección social a partir de la consulta a expertos
Se diseñó y aplicó una entrevista sintética y semiestructurada a cinco expertos en IGA en Colom-bia1. Para la selección de estos profesionales se consideró la relevancia y experticia que han tenido en procesos administrativos, directivos, investigativos y de enseñanza de la IGA, lo cual redujo considerablemente la muestra. La intención de la entrevista fue conocer el punto de vista de algunos actores que han acompañado el crecimiento de la disciplina en el país y que reconocen el proceso de formación investigativa como una competencia relevante en los profesionales. Las preguntas centrales de la entrevista fueron:
¿Cómo cree que el programa de Ingeniería Geográfica y Ambiental aporta a la proyección social?
¿Cuáles son los impactos a la proyección social que generan las investigaciones realizadas por los estudiantes del pregrado de Ingeniería Geográfica y Ambiental?
¿Por qué considera que la estructura curricular del programa de Ingeniería Geográfica y Ambiental es la adecuada para aportar a la proyección social del país?
3. Resultados
De acuerdo con la exploración realizada sobre la producción académica de la IGA en Colombia, se recopilaron y revisaron 91 productos académicos, de los cuales 72 fueron trabajos de investigación2 y 19 corresponden a artículos de divulgación científica3. En la Figura 1 se presentan los datos estadísticos calculados de acuerdo con la categorización planteada en la Tabla 2.
Para la categoría localización geográfica se presenta el mapa de la Figura 2, el cual refiere a las zonas de estudio consideradas en la producción académica bajo análisis. Cabe mencionar que, de los 91 aportes académicos analizados, ocho no fueron integrados al mapa debido a la escala que empleaban: dos consideraron el nivel internacional (Brasil), tres abarcaron todo Colombia y los tres restantes se ocupan del nivel regional (Orinoquía, Pacífico y el complejo de páramos Chilí-Barragán).
La presencia académico-científica de la IGA se expresa de manera visual según la ubicación de los aportes académicos, los cuales, independiente de la naturaleza de la unidad estudiada, se pudieron sintetizar en categorías de nivel departamental. La primera categoría señala las zonas donde no se han identificado aportes académicos; la segunda, representa los lugares donde se ha identificado solo un producto; la tercera y la cuarta categoría precisan dónde se han encontrado de dos a ocho y de nueve a 24 contribuciones respectivamente. En este mapa no se plasmó el detalle intradepartamental de unidades de menor tamaño, como algunas de tipo natural, por asuntos de escala.
Como puede observarse, la producción académica se ha concentrado en el centro del país, concretamente en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y el Distrito Capital de Bogotá. En contraste y de manera gradual, se denota la reducción en los aportes académicos a medida que nos alejamos del centro del país, asunto que se evidencia en las categorías 2 y 3. Para el caso de la categoría 3 (entre dos y ocho aportes académicos), se encuentran los departamentos de Santander, Meta, Huila, Tolima, Cesar y Quindío. Por su parte, en la categoría 2 (solo un producto académico) están los departamentos del Valle del Cauca, Guaviare, Caldas, Magdalena, Bolívar, Antioquia y Casanare. El caso extremo (nula producción) se observa en los departamentos de la periferia de Colombia como Amazonas, Arauca, Atlántico, Caquetá, Cauca, Chocó, Córdoba, Guainía, La Guajira, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Risaralda, Sucre, Vaupés, Vichada, San Andrés y Providencia.
Aunque por asuntos de escala no se observa en la figura, es importante destacar la diversidad de unidades espaciales que es capaz de abordar el Ing. GyA: desde unidades locales hasta supradepartamentales; de tipo natural o intervenido; de tipo ente territorial o instancia de acción social.
En suma, se detecta que los Ing. GyA tienden a realizar investigaciones descriptivas, profundizando en los núcleos temáticos de ambiente y de territorio. También se identifica que las unidades de análisis empleadas en los ejercicios investigativos, en su mayoría, fueron político-administrativas. Por último, respecto a la evolución de la producción académica a nivel temporal, en los tres lustros señalados en la infografía se evidencia un descenso inicial del 50% (del lustro 2005-2009 al 2010-2014) y luego un incremento importante del 1.000% (del lustro del 2010-2014 al 2015-2019). Esto denota un crecimiento significativo en la producción académica de la IGA en este periodo, asunto que podría estar influenciado por la apertura del programa académico en Armenia, por el aumento de estudiantes en el pregrado de Bogotá y por la motivación de estos profesionales por abordar la investigación como parte de su formación.
Respecto al aporte de la IGA a la proyección social, el grupo de expertos coincide con que la producción académica y el quehacer de estos ingenieros considera el estudio de fenómenos espaciales que brindan soluciones a los problemas territoriales, donde, en varias ocasiones, emplean metodologías con enfoque cualitativo que les permite comprender y plantear acciones desde contextos reales para mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
En cuanto al impacto a la proyección social, los expertos entrevistados señalan que los productos académicos de los Ing. GyA inciden en la percepción de las entidades gubernamentales para la toma de decisiones, justamente por la forma en la que analizan el espacio geográfico desde diferentes escalas y objetivos. Asimismo, mencionan que los Ing. GyA ayudan a las comunidades a comprender mejor su territorio, aunque reconocen que aún hay un largo camino por recorrer para que se conozca esta profesión.
Para finalizar, el grupo de expertos asevera que la estructura curricular actual de la IGA en Colombia es la adecuada para aportar a la proyección social del país, ya que incluye componentes de formación en lo geográfico, en lo ambiental y en la geomática que permiten analizar y trabajar en torno a la dinámica humana y natural del territorio, y con ello abordar la complejidad del objeto de estudio, es decir, el espacio geográfico en el cual está inmersa la sociedad y el desarrollo.
4. Discusión
Tanto en los trabajos realizados desde Armenia como en los elaborados desde Bogotá se evidencia una apuesta por abordar problemáticas que existían hace tiempo, como las ambientales, pero que requerían de especialistas y que ahora, con la existencia de la IGA, se enfrentan desde el pregrado, garantizando de esta manera una mayor profundidad en los aportes de los egresados y el éxito en el camino de investigaciones posteriores.
La relevancia de los aportes se centra en la forma no lineal en que se conjugan diferentes sistemas, como los sistemas sociales, los ambientales, los SIG y los sistemas territoriales, lo cual exige una gama de conocimientos previos desde diferentes aristas de la realidad que son comprendidos y expresados no solo utilizando metodologías diversas, sino mostrando posiciones innovadoras en asuntos emergentes, como las de perspectiva compleja, enfoque sistémico y modelaciones prospectivas.
Justamente, para Patiño Vengoechea (2019), la cuarta revolución industrial exige una alta comprensión de las fusiones y de la integración de sistemas y, por ende, requiere profesionales capacitados en adaptación al cambio, con ideas, propuestas y aplicaciones que permitan transitar entre la realidad actual y el cambio tendencial.
Algunos analistas de la situación de la ingeniería en Colombia afirman que la profesión está en crisis porque la demanda va bajando (Serna & Serna, 2015). Sin embargo, con el estado del arte de la IGA, de la manera en que aquí se ha presentado, se demuestra que la crisis es una condición de la humanidad en el planeta y que si los jóvenes la comprenden como parte de una dinámica de sistemas complejos pueden minimizarla, prevenirla y enfrentarla con criterios y acciones que involucran varias soluciones en conjunto con las comunidades.
Muestra de ello es la diversidad de asuntos que maneja el Ing. GyA en varios núcleos temáticos: ambiente, ciencias de la Tierra, territorio, geomática y sociedad, lo cual permite establecer a grandes rasgos que, en efecto, se ha venido trazando una trayectoria y creando una importante base no solo temática, sino como soporte a la formación posgradual de los Ing. GyA ya que, como plantean Aguirre et al. (2019), la demostración de ejercicios de investigación previa es una de las claves para valorar criterios de ingreso a los posgrados en el mundo. Así, el proceso constructivo de aportes sucesivos de IGA en Colombia se demuestra de la siguiente manera:
Respecto a la gobernabilidad. Se ha trabajado en diversidad de temas sobre: diseño e implementación de SIG para el manejo de unidades ambientales; propuestas estratégicas para mejorar ecosistemas, para el ordenamiento territorial, para la gestión integral, para la gestión rural, para la conservación de ciénagas y para el desarrollo sostenible; diseño de modelos de ordenamiento territorial, de usos del suelo, de gobernanza del agua, y de escenarios para la planificación ambiental.
Respecto a la competitividad. Este tema no se ha trabajado suficientemente en la IGA, en especial si se prevén nuevos desafíos, por ejemplo, el de la transformación energética. Se han realizado trabajos sobre: suministro de agua; oferta solar para producir electricidad; actividad ladrillera; cultivo de palma; prospección de carbón con métodos geoeléctricos; aglomeraciones urbanas; industria cauchera; parques metropolitanos; y entornos urbanos.
Respecto a la cohesión social. El Ing. GyA tiene un potencial notorio para abordar esta temática, pero aún es un asunto pendiente por desarrollar, especialmente porque Colombia tiene lugares y comunidades que necesitan aportes contundentes en este sentido. Escasamente se han logrado realizar los siguientes trabajos: la cosmovisión indígena; la relación entre paisaje y conflicto armado; el desplazamiento poblacional; los asentamientos informales y la vulnerabilidad social.
Respecto a las alianzas. Explícitamente no se han trabajado alianzas tal como se entienden en el ámbito de las organizaciones, pero sí se han integrado temas que aportan a la tendencia de las fusiones interdisciplinarias, tales como: el geoturismo; la arqueografía; los entornos periurbanos; los beneficios múltiples del bosque; las relaciones ciudad-cuenca y ciudad-estructura ecológica; y la asociatividad territorial.
Respecto al desarrollo sostenible. Este es en definitiva el que ha tenido mayor desarrollo con trabajos diversos, como: riesgos y amenazas naturales; condiciones del clima y cambio climático; balances hídricos; dinámica costera; cuencas y microcuencas; parques naturales; humedales; servicios ecosistémicos; bosque tropical; cobertura terrestre y del suelo; subsuelo; y desertificación.
En general, cabe destacar que la mayoría de estos trabajos utiliza la especialización tanto de las problemáticas como en los análisis y en las propuestas, un valor agregado que es producto del dominio de los Ing. GyA sobre los SIG, los sensores remotos y, en general, la geomática.
Sin embargo, el abordaje de esta diversidad de temas, en su gran mayoría, aún no se ve divulgado de forma contundente. Los artículos científicos producidos por los Ing. GyA son mínimos y los ejercicios realizados en el pregrado, generalmente, se han quedado estancados en los repositorios de las bibliotecas.
Aunque los trabajos que se han realizado tienen una tendencia mayor a utilizar unidades político-administrativas para la toma de decisiones, será importante continuar insistiendo en aquellas propuestas que asumen las unidades naturales como la base de las decisiones, los estudios y las acciones, asunto que se conecta con el lugar específico en que deberían realizarse los próximos proyectos de investigación que, apoyados en el mapa (Figura 2), pueden señalarse como aquellos sitios en donde aún no existen aportes de la IGA y que de igual manera requieren de su intervención.
La producción académica de los Ing. GyA indica que la tendencia es hacia el manejo de temas combinados, lo cual, por una parte, marca una diferencia con los ingenieros ambientales y sanitarios, ya que la IGA no se refiere a aspectos cuantitativos y cualitativos exclusivos y separados de los recursos agua, aire y suelo, y, por otra parte, genera posibilidades para expandir el campo de acción de la IGA en asuntos que requieren bien sea una cosmovisión diferente o una capacidad integradora y precisa.
Desde una posición propositiva, los programas de IGA de Colombia y sus programas afines en Latinoamérica podrían unir esfuerzos para que, en conjunto, complementen sus debilidades y potenciales en materia de producción académica. El asunto puede ir desde construir estrategias que permitan a los alumnos desde el inicio del pregrado adoptar hábitos de investigación, exigir un ejercicio de investigación como opción de grado o fomentar desde la enseñanza de los docentes la pasión por la ciencia y por la innovación.
5. Conclusiones
Es innegable que, después de dos décadas de existencia de la IGA, quienes han decidido llevar este título por el resto de sus vidas se han esforzado por interpretar y aportar no solo a un problema o un tema, sino por asociar varios de ellos para atender o dar ideas sobre situaciones complejas, lo cual posiciona el conocimiento aportado por esta profesión en la vanguardia de los enfoques requeridos por el mundo.
El espíritu social y ambiental de los Ing. GyA y su pasión por lo que realizan los puede llevar muy lejos, pero no en el sentido de ascensos individualistas y de egos colmados por hojas de vida repletas de actividades dispersas, sino lejos de lo común, lejos de los facilismos y los individualismos, lejos de los mismos lugares en que muchos ya han aportado, lejos en términos del tiempo porque la perspectiva de futuro exige viajar en el tiempo y trazar trayectorias de futuro para construir un nuevo país. La comunicación de los avances de la IGA, por el contrario, nos acerca, nos integra, nos permite visualizar en qué temas y problemáticas podemos unir esfuerzos para crear un mundo mejor.
Hay que escribir, hay que visibilizar todo aquello que permita sensibilizar a las futuras generaciones sobre las necesidades latentes y tendenciales, y mejor aún si se escribe desde las experiencias reales porque esto asegura que las líneas de trabajo cotidiano permiten una construcción paulatina de líneas de profundización.
Con todas las capacidades que tienen los Ing. GyA, lo que se espera a futuro es que sus aportes no solo sean descriptivos, exploratorios o explicativos, sino que traigan consigo una fuerte y sólida construcción prospectiva de los escenarios de futuro en sistemas combinados, para poder aportar en temas de mucha complejidad.
Debido a que la IGA es aún muy joven como programa académico, queda pendiente realizar un estudio al detalle sobre los impactos que vienen generando estos aportes en diferentes campos, tanto en los lugares y poblaciones en donde se realizaron como en la trayectoria profesional de los Ing. GyA. Aun así, no se puede negar el aporte teórico y metodológico que ha hecho esta disciplina a sus campos de acción al generar marcos de referencia y antecedentes en relación con la planeación y ordenamiento del territorio, la gestión del riesgo de desastres, el cambio climático y la gestión ambiental, el análisis del paisaje y de los ecosistemas, y la geomática, entre otros temas. Son aportaciones que se denotan en estas investigaciones porque fusionan temáticas, espacializan fenómenos y relacionan procesos.
La mirada lograda en este ejercicio de revisión puede servir como insumo para los procesos de revisión curricular que se han estado adelantando en programas de ingenierías mixtas, en geografía o en ciencias naturales, en tanto ayudan a mejorar preguntas y metas sobre los objetivos, los resultados de aprendizaje y en especial sobre las competencias de los profesionales requeridos en el país y en el mundo