SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue21Female migration from the Colombian Caribbean: A look at their work spaces in targetEnsayos sobre las mujeres y relaciones de género en el Caribe author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe

On-line version ISSN 1794-8886

memorias  no.21 Barranquilla Sept./Dec. 2013

 

El fabricante de peinetas. último romance de María Antonia Bolívar

Inés Quintero
4a reimpresión, editorial Alfa,
Colección Trópicos/Historia Caracas, agosto de 2012

Inés Quintero quien se puede dar el gusto de mencionar que su obra, La Criolla Principal, obra dedicada a la hermana mayor monarquista de Bolívar, va por la cuarta edición sigue vital escribiendo. Su última obra está consagrada al último amorío de María Antonia Bolívar, a los 57 años, con un fabricante de peinetas de carey de 22 años.

El fabricante de peinetas tiene el mismo encanto que la anterior obra de la historiadora venezolana como es la buena escritura de la historia, como si se tratase de una novela histórica; segundo, el personaje, la hermana mayor de Bolívar, resulta atractivo para historiar. Y tercero, la historiadora se dedica a acabar con los mitos historiográficos acerca de la mujer en el período colonial y republicano como la eterna víctima.

La narración histórica sin acudir a los pies de página es una particularidad de la escritura de las obras de la autora. Aunque, Inés Quintero es cuidadosa de las fuentes pero las incorpora en la narración de manera casi natural. Así cuando inicia el primer capítulo de la obra reseñada, El fabricante de peinetas, José Ignacio Padrón relata brevemente el contexto del año de 1814, el año como dice la historiadora "más cruento y violento de la guerra de Independencia", el del Decreto de Guerra a Muerte de Simón Bolívar; le recuerda al lector, el Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela de José de Austria o la Relación documentada de los principales sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró estado independiente hasta el año de 1821, o menciona el Archivo Arquidiocesano de Caracas que consultó.

Aunque aquí habría que decir, como se dijo en la revista Arcadia de Simón Schama, Inés Quintero tiene dos personalidades. La primera es la de profesora de toda una vida de la Universidad Central de Venezuela e Individuo de Número de la Academia de Historia de Venezuela donde ocupa el Sillón del distinguido historiador fallecido Tomás Polanco Alcántara con su Discurso acerca de Los Nobles de Caracas. A quien le guste un escrito a la manera común, con muchas citas de las fuentes documentales puede leer éste excelente trabajo. La otra personalidad, es la de narradora de historias que nos ocupa.

Como afirma Francois Xavier Guerra, en la República se creía que las normas eran "capaces de curar todos los males sociales y de crear ex nihilo un hombre nuevo"; de allí lo duro de las penas. Tal es el caso del robo de un carmelito descalzo, el catalán Ramón Prats quien le robó al capellán Dr. José Francisco Diepa, del convento de las madres carmelitas de Caracas en joyas, unos 5.445 pesos de las cuales muchas se las había confiado María Antonia al capellán, días antes de que ella denunciara a José Ignacio Padrón como ladrón de 10 mil pesos. El abogado defensor de Prats adujo una serie de argumentos que de pronto en un tribunal colonial lo hubiese salvado de la cárcel pero que ahora en un tribunal de la República no le funcionó porque se trataba de administrar "justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, se condena a Ramón Prats a la pena de setenta cinco azotes de dolor en la cárcel y seis años de presidio..."

El segundo caso es el eje central de la obra consistente en la acusación de María Antonia Bolívar contra su antiguo protegido, el fabricante de peinetas de haberle robado 10 mil pesos y a quien la Criolla Principal le había encargado algunas peineta. De ser encontrado culpable, según la ley de hurtos de 1836, Padrón recibiría cien azotes públicos y sería sometido a la vergüenza de llevar un cartel que diga por Ladrón y ocho años de presidio.

Inés Quintero es cuidadosa de mostrar al lector la forma como se van construyendo los argumentos, principalmente de María Antonia contra el presunto ladrón. En ningún momento, María Antonia Bolívar abandona su condición social y su conciencia de su rango y status social, al acusar al joven quien había decidido casarse con una mulata! ante los jueces con la seguridad de que ganaría el caso puesto que se trataba según sus palabras de un mozo pobre y miserable que andaba en esta ciudad ganando dos o tres reales en calidad de escribiente y a quien yo había tenido en mi casa en clase de dependiente...

Inés Quintero sostiene que no era posible para María Antonia que este mozo de repente cambiase de estilo de vida y pasase de ser ...un joven infeliz, de la noche a la mañana, haciendo francachelas, gastos y desembolsos que son totalmente incompatibles con su miserables suerte y ninguna fortuna.

Sus testigos son sus otros dependientes, sirvientes, unos albañiles y un Coronel y la testigo clave de María Antonia del robo, era una zamba que vivía de moler maíz, cargando agua y lavando ropa para la casa de la señora Bolívar y que recientemente había adquirido su libertad.

El fabricante de peinetas. último romance de María Antonia Bolívar, se desarrolla en 8 breves capítulos. El capítulo más interesante es el llamado "Es absolutamente falso" donde María Antonia es sometida al interrogatorio implacable del abogado defensor del fabricante de peinetas fundamentado en las mismas cartas escritas en cierto tono íntimo por María Antonia al fabricante de peinetas donde se revelaba los secretos de un amor futivo.

En el último capítulo titulado Sola, triste y desamparada, Inés Quintero ilustra la relación conflictiva de María Antonia Bolívar con la República, con la Independencia y de la sutil transición de la élite colonial caraqueña a la República. Por un lado, María Antonia en el juicio todo lo niega con la dignidad y arrogancia de ser una Bolívar, descendiente de conquistadores.

Por otro lado, hay un detalle que me llamó la atención y que vale la pena destacar: cuando el juez del asunto le devuelve a María Antonia dos bustos de oro del Libertador, de su hermano Simón Bolívar que ella mismo había aportado como prueba del robo; ésta delante del juez y de los asistentes al juicio, con arrogancia, furiosa porque Padrón es absuelto y ella obligada a pagar las costas judiciales, los tira al suelo y dice esto no vale nada. El juez Rivas a sabiendas que la Señora María Antonia Bolívar no tiene protectores políticos porque los generales aliados de su hermano están presos o desterrados por el general José Antonio Páez, la obliga so pena de mandarla a la cárcel, a arrodillarse a recoger del suelo los bustos. ¡Semejante humillación que un abogadito mandase a la hermana preferida del Libertador, delante de todos los chismosos de Caracas!

Finalmente, María Antonia quien había violado los códigos morales coloniales que condenaban a una viuda a la "muerte de los sentidos"1 y se había entregado con frenesí en las noches oscuras, otra vez vuelve a hacer temblar los patrones culturales. ¡Qué mejor que después de la guerra, vivir el amor¡ Aunque, Padrón la cambia por una mulata, María Antonia, quizás dolida, le escribe con dignidad antes de quedarse para siempre sola, Le juro por lo más sagrado, que es la Santísima Trinidad, que jamás volveré a arrastrar las cadenas que diez meses soporté por usted.

Obviamente, El fabricante de peinetas. último romance de María Antonia Bolívar, inevitablemente no se puede leer sin olvidar el momento histórico que vive la sociedad venezolana donde, según la misma Inés Quintero "se vende más historia que ficción porque la historia acaba siendo ficción"2 De hecho, en sus artículos acerca de la historia republicana permanentemente reflexiona para "que a los venezolanos no le confisquen el pasado."3

Esta bella crónica judicial de la temprana República en Venezuela, que protagoniza la hermana del Libertador a seis años de su muerte, en 1836, se suma a la valiosa historiografía fundamentada en los documentos judiciales acerca del amor, la historia de género y de los procesos judiciales.

Vladimir Daza
Universidad de Caldas
Manizales, septiembre de 2013


Notas

1 Tovar Pinzón, Hermes, La batalla de los sentidos. Infidelidad, adulterio y concubinato a fines de la colonia, Bogotá, Ediciones Uniandes, 2012.

2http://www.elmundo.es/america/2010/04/14/noticias/1271199733 .html

3http://venezuelaysuhistoria.blogspot.com/2010/04/la-historeiadora-ines-quintero.html