Introducción
El cultivo de leguminosas, gramíneas y seudo-cereales que aportan los requerimientos nutricionales de los animales son una alternativa para disminuir los costos de producción en los periodos prolongados de sequía.
Tanto el grano como el follaje de la quinua presentan características nutritivas sobresalientes para los animales1,2,3 y para el ser humano4,5. Además, tiene buena adaptabilidad y resistencia a factores edáficos y ecológicos adversos6).
El desarrollo de la agricultura en el mundo ha tomado importancia debido a la demanda constante de alimentos requeridos por la población7. (La quinua es considerada un “alimento perfecto” por la Organización de las Naciones Unidas7. Es el alimento más completo y balanceado que existe, contiene minerales, vitaminas y aminoácidos en proporciones excepcionales, para una nutrición humana y animal completa y basada en proteínas de origen vegetal8,9,10.
El cultivo de quinua en Colombia fue abundante en el pasado; sin embargo, está casi abandonado en las sabanas colombianas. En Colombia, el desarrollo diversificado de especies asociadas con el cultivo de quinua ha generado valor agregado en las cadenas agroindustriales11.
La producción de quinua es de 4781 toneladas que son cultivadas en 2550 hectáreas principalmente en los departamentos de Nariño, Cundinamarca, Cauca y Boyacá11.
El uso de los microorganismos eficientes aventajan a otros tipos de aditivos como los ácidos ya que son seguros de manipular y son más amables ambientalmente12. Consecuentemente, su uso se ha expandido ampliamente en las últimas décadas. Quizá ningún otro tema vinculado al manejo del ensilaje ha recibido tanta atención, como los inoculantes bacterianos13,14,15. La adición de microorganismos eficientesayuda a disminuir más rápido el pH, inhibiendo otras bacterias y conservando la proteína de la planta. Una rápida disminución en el pH además de acelerar la fermentación y al momento de ser ingerido por los animales, los microorganismos ya han hecho una predigestión del material, aumentando la digestibilidad del mismo, su contenido proteico y además de que aportan otras sustancias como enzimas, hormonas, aminoácidos, vitaminas y antioxidantes.
De acuerdo a estas consideraciones esta investigación tiene como objetivo caracterizar la calidad nutricional del ensilaje de forraje de quinua (Chenopodium quinoa willd) variedad amarilla de maranganí con adición de microorganismos eficientes en relación con la edad de la quinua y los diferentes periodos de fermentación del ensilaje.
Materiales y métodos
Localización geográfica
El cultivo y cosecha del material vegetativo de quinua, para la elaboración de los microsilos se realizó en el municipio de Nuevo Colón-Boyacá que pertenece a la provincia de Márquez, su cabecera está localizada a los 05° 21’ 30’’ de latitud norte y 73° 27’ 38’’ longitud oeste, a una altura sobre el nivel del mar de 2,500 metros; tiene una temperatura media de 16 °C. Está a una distancia de 34 Kilómetros de Tunja y de Santafé de Bogotá a 120 Kilómetros; tiene una población de 5799 habitantes y su área municipal es de 51 km2 16.
Para el estudio se utilizó la planta completa de la quinua variedad amarilla de Maranganí (Chenonopodium quinoa wild) la cual fue recogida a los 60, 90 y 120 días de edad de rebrote. Al material vegetal se le realizó un proceso de pre marchitamiento el cual consistió en exponer al aire libre el material vegetal durante un corto período de tiempo (1 hora), para posteriormente ser picado a un tamaño de partícula de 2 - 2,5 cm.
La conservación de los microsilos, al igual que los análisis de laboratorio para determinar la composición nutricional fue evaluada de acuerdo al periodo de fermentación (7, 14, 21 y 30 días) y se realizó bajo condiciones ambientales.
La determinación del valor nutricional de la quinua y del ensilaje, se realizó en el Laboratorio de Nutrición Animal de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, situada en la ciudad de Tunja-Boyacá.
Preparación de los microsilos y toma de la muestra
Se elaboraron microsilos de 1,0 kg de peso fresco, en bolsas de polietileno negro. Para el llenado de los microsilos se emplearon porciones aleatorias de material vegetal de 60, 90 y 120 días de edad de rebrote. El material se preparó con niveles de microorganismos eficientes a razón de 2 Litros de EM® activados por tonelada según recomendaciones de Fundases (Uniminuto), para esta investigación fue de 2 mL EM® activados por cada microsilo.
Al inicio del experimento, se tomó una muestra compuesta del material preparado de cada periodo de fermentación, esta muestra fue utilizada como referencia (día cero), previa al proceso de ensilaje. Al finalizar el periodo de fermentación (7, 14, 21 y 30 días), se procedió a abrir los microsilos y se separó el material en 2 muestras, las cuales se emplearon para la caracterización del material ensilado, respectivamente.
Evaluación de la calidad nutricional
Se determinó la composición química de las muestras recolectadas antes y después del proceso fermentativo como se describe a continuación:
Contenido de materia seca (MS) y humedad (H) fue determinado por secado en estufa a una temperatura de 60°C por un tiempo >48 horas. La preparación de las muestras se realizó por medio de un molino de fricción a un tamaño de partícula de 2 mm 18; proteína cruda (PC) a partir del nitrógeno total mediante el método Kjeldahl 18. Cenizas (CZ), por incineración de la materia seca a 550 °C durante 4 horas en horno mufla 19, y fibra detergente neutra (FDN y FDN)20. Para la determinación del pH se tomaron 5 g de muestra de ensilaje y se depositaron en un Erlenmeyer de 100 ml, al cual se les adicionó 45 ml de agua destilada estéril. La preparación se agitó durante 30 minutos y se filtró por medio de gasas estériles y se usó un potenciómetro automático, metodología desarrollada por Elías et al. 2001 21.
Diseño experimental
Se empleó un diseño de parcelas divididas en el tiempo (60, 90 y 120 días de rebrote de la quinua). La distribución de los tratamientos en campo se realizó bajo un diseño completamente al azar con tres repeticiones y las sub-parcelas fueron los periodos de tiempo del proceso de fermentación (7, 14, 21 y 30 días) con adición de microorganismos eficientes (EM®).
Se realizaron 4 tratamientos: tratamiento 1 (T1) se refiere al control sin aplicar ningún tipo de EM, los tratamientos T2, T3 Y T4 se les aplico EM a la dosis indicada en la etiqueta como aditivo para ensilajes; detallados en la siguiente tabla 1.
Análisis estadístico
Se efectuó el procesamiento de la información para evaluar la significación del experimento, se utilizó el programa SPSS versión 23. Se utilizó un diseño completamente al azar (DCA) con un arreglo de parcelas divididas en el tiempo, se hizo un análisis de varianza utilizando el Modelo Lineal mixto y una separación de medias por el método de Duncan.
Resultados
De acuerdo a los resultados de la tabla 2 se presentaron diferencias entre las diferentes edades del follaje de la quinua en relación al porcentaje de CZ y PC. El mayor contenido de proteína cruda se obtuvo a los 60 días de edad de la planta. En este estudio no se presentaron diferencias estadísticas significativas (p≥0,05) para el porcentaje de H y FDN Tabla 2.
*H=humedad; CZ=cenizas; PC= proteína cruda; FDN= fibra detergente neutro
Los valores son promedios de 3 réplicas. ** EE = error estándar.(a-c) Diferentes letras en sentido vertical indican diferencias significativas estadísticas según la prueba de Tukey (P≤0,05).
En la tabla 3 se aprecian los valores promedio de pH obtenidos en cada uno de los tratamientos, el cual se valoró para llevar un control del ensilaje de quinua durante el trascurso del estudio, presentándose un rango de pH 4,14 - 5,14.
Como se puede apreciar en la tabla 4, se presentaron diferencias estadísticas significativas P≤0,05 entre tratamientos para la variable humedad, materia seca, cenizas y proteína cruda, pero no se presentaron diferencias significativas entre las edades de fermentación y las edades de rebrote del follaje de quinua.
La inclusión de microorganismos eficientes provocó un ligero incremento en los tratamientos T2, T3 y T4 en el contenido de materia seca en relación al tratamiento (T1) en relación a los periodos de fermentación del ensilaje.
Las cenizas se mantuvieron en valores similares al follaje de quinua en relación a las diferentes edades de rebrote, el mayor porcentaje de cenizas se obtuvo a los 21 días de fermentación del ensilaje con un valor de 20,3 % con el ensilaje de follaje de quinua de 90 días de rebrote; mientras que el contenido de proteína cruda disminuyo ligeramente en la edad de rebrote de los 120 días presentando variaciones significativas entre los tratamientos.
Los tratamientos con adición de microorganismos eficientes (T2, T3 y T4) obtuvieron valores de proteína cruda de 19,3 a 11,3 % presentándose una relación inversamente proporcional entre la edad de rebrote del follaje de quinua y los valores de proteína, presentando los mejores valores proteicos (p≤0,05) para los ensilajes con follaje de quinua con edad de rebrote de 60 días (Tabla 4).
De acuerdo a la figura 1 se presentó una relación positiva perfecta directamente proporcional (P≤0,01) entre los promedios de FDA y FDN (r=0,975). La FDN presentó una media de 60,81 % con una desviación típica de 4,85 y la FDA presento una media de 44,37% con una desviación típica de 4,39. El mayor promedio de FDA Y FDN se observó en el ensilaje de follaje de quinua de 120 días de rebrote y 30 días de fermentación del ensilaje.
Elaboración propia.
*Edad de fermentación: I=7 días; II=14 días; III=21 días y IV=30 días. **EE= Error estándar. ***Sig.= Significancia (P≤0,05). n=16
Discusión
Existe poca información sobre el potencial forrajero del follaje de la quinua, esto a pesar de que es usada en otros países latinoamericanos en la alimentación de aves, cerdos y principalmente rumiantes. Las hojas frescas y la broza de la cosecha de la quinua son apetecibles por los ovinos, bovinos, camélidos, caprinos y peces 19. La quinua se utiliza principalmente para la producción de granos para consumo humano, pero también ha sido estudiada como forraje por sus características nutritivas 22,8 y utilizada como una alternativa forrajera en zonas de baja precipitación 23.
El contenido de MS aumento en relación a la edad de rebrote del follaje para la edad de los 90 días y su posterior disminución. Según Vélez et al.24) es de esperar que los forrajes pierdan al menos 5% de la humedad inicial por hora; sin embargo la pérdida de humedad está determinada por los factores climáticos, principalmente radiación solar, temperatura ambiental, velocidad del viento y humedad relativa. A la variación en estos factores se le atribuye que los descensos en humedad no sean uniformes.
Los valores de FDN son altos en comparación a los reportados en un estudio que indican que el valor de FDN en hojas oscila entre 21,7 a 44% y que podría ser utilizado para alimentación directa 25, o bien en mezclas con otras especies que se utilizan. Además según lo reportado en otro estudio se encontró que los valores promedio de proteína cruda en varias variedades de quinua fue de 15,7% para hojas y 9,9% para tallos 26.
Alanguia27 evaluó diferentes variedades de quinua para medir su potencial forrajero, indicando que la variedad Amarilla de Marangani destaco un contenido de materia seca de 22,23% para proteína 28,00%; el contenido de FDN fue de 25,8% es así como en los resultados obtenidos en esta investigación se encontró un porcentaje de proteína en un rango de 14,06 -16,08% se debe mencionar que esto es a consecuencia que se realizó la mezcla de hojas y tallos para el respectivo análisis del follaje de quinua.
Se reporta que el pH se debe mantener entre 3,5 y 6 para un adecuado crecimiento de microorganismos en proceso de la fermentación 28,29,30). Según Weinberg et al.31, el proceso de ensilaje tiene cuatro fases: la fase aeróbica que es cuando la planta todavía respira y tiene un pH de 6,0 a 6,5. La fase fermentativa, que puede durar entre días y semanas, es cuando las bacterias acidolácticas predominan y producen suficiente ácido láctico para bajar el pH a 3,8-5,0. La fase estable en la que como su nombre lo indica no hay muchos cambios y la fase de apertura que es cuando el silo se expone nuevamente al oxígeno y se reactivan las bacterias aeróbicas que pueden ocasionar grandes pérdidas. Durante la fase fermentativa, la velocidad con la que baja el pH es un determinante importante de la pérdida de nutrientes. Entre más humedad tenga el silo, más lento será el descenso del pH, lo que se observa en esta investigación teniendo en cuenta que se utilizó el forraje de la planta de quinua a edades en estado fenológico tierno.
Los resultados bromatológicos realizados a los diferentes microsilos en este estudio para cenizas en relación a las diferentes edades de fermentación, se observa un valor máximo de 17,56% y un valor mínimo de 13,13% de cenizas (minerales), estos valores concuerdan con lo reportado en la determinación de minerales de una muestra de quinua obteniendo valores de cenizas cercanas al 20% 32.
Los valores promedio obtenidos en esta investigación son similares a los citados en quinua por Primero Rubio y Rojas Lemus33. Sin embargo hay que tener en cuenta que estos porcentajes son considerablemente mayores a los de forraje de alfalfa que rondan el 10 al 12% 33,34, asimismo, en este ensayo no se discrimino los minerales presentes en las cenizas.
Es así como el contenido de proteína cruda (PC) presentó diferencias significativas por efecto de la adición de microorganismos eficientes y en relación a la edad del follaje de quinua en los diferentes microsilos, existiendo una tendencia que al aumentar el periodo de rebrote del follaje de quinua disminuyó el porcentaje de PC. Esto concuerda con González34 quien observo que sobre los 70 días de corte recomendados como adecuados para una pradera permanente de Lolium perenne la PC disminuyó fuertemente. También concuerda con lo obtenido por Keating y O’kiely36, quienes en dos años de evaluación encontraron el mismo efecto en Lolium perenne y Lolium multiflorum. Fulkerson y Donaghy37) explican que la proteína cruda disminuye a medida que la planta va madurando; además es de destacar que los valores de PC obtenidos en este estudio en los microsilos son altos frente a otras plantas y forrajes utilizadas en la producción animal como ensilajes como es lo reportado por Jiménez et al (2009) 38,donde observo valores de proteína cruda de 8,46 - 10,83% en el ensilaje de maíz cultivado en asocio con vigna (Vigna radiata), así mismo se han reportado valores de 14% de proteína cruda a los 91 días de rebrote en un estudio sobre la calidad nutricional de un ensilaje de sorgo negro forrajero (Sorghum almum), valores que son muy similares a los encontrados en este estudio.
Por otro lado, el proceso de almacenamiento del forraje puede alterar sus propiedades nutricionales. Von Rutte39 realizó investigaciones sobre el ensilaje de quinua, encontrando que los valores de grasa, cenizas y proteínas eran similares a los de quinua fresca, mientras que se incrementaron los valores de fibra e hidratos de carbono en quinua ensilada, afirmando que el porcentaje de proteínas de la quinua fue más alto que el de las gramíneas, pero más bajo que el de las leguminosas y que el ganado demostró preferencia por la quinua verde en comparación a la cebada forrajera.
El contenido de FDN en los tratamientos evidenció un efecto directamente proporcional con el contenido de FDA a medida que aumentó el periodo de fermentación de los ensilajes de forraje de quinua con adición de microorganismos eficientes; por lo tanto al día 30 los niveles de FDN y FDA fueron más altos en todos los tratamientos, efecto similar al mencionado por Ferreira et al. 40, quienes en una evaluación del ensilaje con caña de azúcar inoculado con 0,5% de urea en tres periodos de tiempo (14, 28, 56 días) observaron un aumento el porcentajes de FDN con relación al tiempo de apertura. Este efecto como lo menciona el autor puede ser dado por la cantidad de carbohidratos solubles que poseen estos ensilajes y que hacen parte de la FDN. Paiva et al.41, afirman que los niveles de FDN y hemicelulosa disminuyen de forma lineal con dosis crecientes de fuentes de amoniaco debido a la solubilizarían de estos componentes bajo la presencia del NNP; datos que coinciden con los obtenidos por Granzin y Dryden42 quienes trabajaron con heno de pasto Braquiaria y pasto Rhodes amonizados, estudio en el que concluyeron que la urea a medida que aumentó su inclusión aumento los niveles de FDN y FDA.
Además, el alto contenido de fibra del ensilaje de quinua supera casi tres veces al contenido de otros ensilajes lo cual podría ser una ventaja para regular una tasa de pasaje de las partículas de alimento más equilibrado 43 y por ende un mayor tiempo de retención y mayor aprovechamiento de los nutrientes 44.
Conclusiones
Los valores bromatológicos de la planta completa a sus diferentes edades de rebrote y los microsilos con adición de microorganismos eficientes en la mayoría de sus principales componentes (MS, CZ, PC, FDA Y FDN) incrementaron su valor nutricional. Por tal motivo uso de la quinua como materia prima para la elaboración de ensilajes permitiría el uso multipropósito del cultivo de la quinua, generando grano para el consumo humano y follaje para el consumo animal. Es una planta que adaptarse a las condiciones de deterioro ambiental de la región, lo que puede aumentar el interés de los productores regionales por este cultivo, en especial los de menores recursos.