Abreviaciones: coronavirus (COVID-19), Colombiana de Trasplantes (CT), Organización Mundial de Salud (OMS), reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (PCR-RT) y empresa promotora de salud (EPS).
Introducción
La propagación de la enfermedad por el nuevo coronavirus (COVID-19), la cual empezó en diciembre de 2019, ha sido declarada emergencia nacional de salud pública por el Ministerio de Salud en Colombia (1). La transmisión generalizada del virus ha alcanzado proporciones pandémicas y ha obligado a aplicar sistemas de telemedicina en varios países, reportando su aplicación en distintas especialidades (2-5).
El uso de la telemedicina se ha expandido mundialmente y con ello se han reportado algunos beneficios como el ahorro de ausencias laborales, tiempo de viajes, costos y accesibilidad a los servicios sanitarios para personas con movilidad reducida o en áreas geográficas distantes (6). En Colombia, como parte de la respuesta de mitigación de la pandemia, el Ministerio de Salud expidió inicialmente el Decreto 538 de 2020, donde se levantaron algunas restricciones para minimizar la prestación de servicios de salud presenciales. Este decreto permitió prestar servicios de telesalud flexibilizados y reconvertir, ampliar o adecuar servicios sin todo el rigor de la habilitación, facilitando el acceso a la atención médica y minimizando la propagación de la infección (5, 7).
Teniendo en cuenta el Decreto 538 de 2020 que fue publicado por el Gobierno Nacional en el marco de la emergencia hasta la Resolución 738 de 2021 (7, 8) y reconociendo la importancia de mantener el acceso a los servicios a los pacientes trasplantados, nuestro programa de trasplantes ha agilizado la introducción de un modelo de teleconsulta (consulta telefónica) como una opción de servicio ambulatorio para receptores de trasplantes y así garantizar el acceso a la atención y seguimiento de esta población de manera remota (9). El objetivo de este trabajo es describir la experiencia del uso de la teleconsulta durante el inicio de la pandemia por COVID-19 en un centro de trasplante en Colombia.
Materiales y métodos
Definiciones
La telesalud: “conjunto de actividades relacionadas con salud, servicios y métodos desarrollados por herramientas tecnológicas y telecomunicación a distancia, incluye la teleeducación y la telemedicina” (10).
La telemedicina: “la prestación de servicios de salud a distancia utilizando medios electrónicos para promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y paliación de enfermedades y lesiones; investigación y educación de proveedores de atención médica para mejorar la salud” (5).
Para términos de este estudio, se adoptará el término de teleconsulta (consulta telefónica) para describir la telemedicina flexibilizada por la contingencia.
Diseño del estudio y escenario
Estudio descriptivo de corte transversal que narra la experiencia de los pacientes en el uso de la teleconsulta al inicio de la pandemia por COVID-19 en un centro de trasplante de órganos en Colombia. La información descriptiva del modelo de teleconsulta utilizado en Colombiana de Trasplantes (CT) fue obtenido mediante la observación directa y los cuestionarios enviados por correo electrónico a pacientes trasplantados de riñón. CT es una institución líder en trasplante de órganos en Colombia con sedes de atención en cuatro ciudades del país (Bogotá, Barranquilla, Rionegro y Armenia). Desde su existencia, en esta institución se han realizado más de 2000 trasplantes renales y anualmente se realizan aproximadamente 200. Mensualmente se atienden alrededor de 1100 pacientes trasplantados, en su mayoría de riñón. Para llevar a cabo el proceso de consulta por teleconsulta, respondiendo a las medidas de aislamiento, se decidió que el personal médico y administrativo cumpliera sus funciones desde sus residencias. Esto implicó un apoyo logístico de todas las áreas, en especial del área de Enfermería quien se encargó de la programación y el agendamiento de las citas, realización de preconsulta y envío por correo electrónico con orden de laboratorios y documentación requerida para la cita. Los laboratorios fueron tomados por domicilio o en un laboratorio cercano a la residencia del paciente.
En el caso de la atención médica, se adaptó la plantilla de historia clínica a las necesidades de la información requerida para su diligenciamiento y se permitió que la consulta se llevara a cabo vía telefónica, debido a la dificultad de muchos pacientes de tener acceso a internet y a cámara de video para la realización de una videollamada. En el caso de que el profesional considerara que era necesario la videollamada, esta se realizó vía WhatsApp. Una vez formulados los pacientes por el médico, los medicamentos los enviaba nuestra farmacia directamente al domicilio del paciente.
Participantes y cuestionario
La encuesta se realizó a través de un formulario de Microsoft Forms y fue enviada a través de correo electrónico a 800 (de 1139) pacientes trasplantados de riñón que tenían correo electrónico propio y fueron atendidos por modalidad de teleconsulta en abril del 2020 (figura 1). La encuesta fue enviada en mayo del 2020 y el periodo de estudio comenzó entre mayo y julio del 2020. Las personas contactadas recibieron un enlace que permitía el acceso al formulario para responder la encuesta.
Se calculó un tamaño de muestra de 288 para considerarla como representativa de la población (total de la población 1139, nivel de confianza de 95 %, margen de error 5 %). La encuesta constó de cinco preguntas estructuradas que hacían referencia al tiempo de consulta, gastos económicos, nivel de satisfacción, preferencia de atención y una pregunta abierta sobre comentarios y sugerencias que permitió identificar fortalezas y limitaciones de la teleconsulta (tabla 1).
Resultados
Descripción de las consultas
Del 1 al 30 de abril del 2020, un total de 1139 pacientes fueron valorados en 1461 consultas por teleconsulta, de las cuales en su mayoría fueron de Nefrología (n = 1139, 71,9 %), seguidas por Nutrición (n = 160, 10,9 %) y salud mental (n = 162, 11,0 %). El 64 % de los pacientes valorados fueron hombres (n = 729) (figura 1) y la mayoría de los pacientes atendidos (67,4 %) pertenecían a la sede de Bogotá, seguida de Barranquilla con el 15,2 %, Armenia con el 11,2 % y Rionegro con el 0,06 % de las consultas; por su parte, la distribución de la zona de residencia de los pacientes totales fue similar entre área metropolitana (n = 575, 51 %) y no metropolitana (n = 564, 49 %).
Al comparar esta misma distribución entre regiones, se encuentra que los pacientes que residen fuera del área metropolitana son en mayor proporción procedentes de las sedes de Armenia y Barranquilla con un 60 % y 65 % respectivamente. Por el contrario, los pacientes del área metropolitana de Bogotá y Rionegro que residían fuera del área metropolitana fueron de 44,7 % y 45 % respectivamente (tabla 2).
De los 1139 pacientes atendidos por teleconsulta, se registraron tres que requirieron hospitalización (0,2 %) y al comienzo de la pandemia por COVID-19 se presentaron dos casos sospechosos de COVID-19, quienes salieron negativos al realizar la prueba de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (PCR-RT).
Descripción de la encuesta dirigida a pacientes
La encuesta fue respondida por 292 (36,5 %) pacientes de un total de 800 que se lograron contactar a través de correo electrónico, donde la media de edad de los encuestados fue de 48 años (DE: 19,9; rango 20-80 años) y la población adulto mayor trasplantada tuvo una proporción de 20,5 % (n = 60).
El 75 % (n = 220) de los pacientes refirieron que la consulta por teleconsulta duró entre 5 a 15 minutos y la mayoría de los pacientes registraron que el tiempo de consulta por teleconsulta fue suficiente con el médico (n = 264, 90 %), por su parte, el 59 % (n =172) de los pacientes respondieron que tenían mayores gastos en la consulta presencial que en la consulta por teleconsulta, 66 (23 %) pacientes no tuvieron diferencia en los gastos y 54 (18 %) refirieron que tuvieron más gastos en la consulta por teleconsulta en comparación con la consulta presencial (figura 2).
Por otra parte, 278 (94 %) pacientes presentaron un nivel de satisfacción entre muy satisfecho y satisfecho con el servicio de consultas por teleconsulta. Al indagar sobre la preferencia entre consulta presencial y por teleconsulta, la distribución es similar entre ambos grupos (n = 139, 47 % y n =154, 53 %, respectivamente) (figura 2).
En el campo de las sugerencias generales (n = 155) se incluyeron aspectos como felicitaciones por el proceso, inconvenientes a mejorar como puntualidad, optimización de la consulta por teleconsulta, entrega oportuna de medicamentos y recomendaciones generales como continuación de las consultas por teleconsulta más allá de la pandemia, tener consulta presencial solo periódicamente o por novedad, entre otras (tabla 3).
Discusión
El presente estudio describe transversalmente la experiencia del uso de la teleconsulta en los pacientes trasplantados en el ámbito ambulatorio y de emergencia sanitaria, durante abril del 2020. En el contexto del inicio de la pandemia, se lograron realizar de forma exitosa 1139 consultas de pacientes trasplantados de riñón, que de otro modo hubieran tenido restricción en el acceso a la atención, además de la probabilidad alta de contagio o transmisión del virus al asistir a un centro de salud, considerando que la tasa de contagio del virus es 2,5 semanal según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), al cabo de una semana la cifra habría aumentado a 2847 personas contagiadas.
El potencial de la teleconsulta en emergencias sanitarias permite garantizar el cuidado del paciente a distancia (12, 13). En Estados Unidos, por ejemplo, la teleconsulta ha expandido sus servicios con una cobertura entre el 40 y el 50 % de los hospitales (14). A nivel nacional, las sedes habilitadas para teleconsulta en el 2019 eran 739 con 2062 servicios, principalmente de diagnóstico cardiovascular, Radiología, Medicina Interna, Pediatría y Dermatología (15). En el marco de la pandemia por COVID-19, según los datos del Ministerio de Salud colombiano, los servicios habilitados incrementaron a 1782 sedes con 6662 servicios al 31 de mayo del 2020 (16). Así, la teleconsulta se ha convertido en una estrategia de prevención y mitigación en la propagación de la pandemia por COVID-19 al generar distanciamiento social, pero al mismo tiempo, oportunidad de acceso y toma de decisiones clínicas de manera sincrónica o asincrónica en la atención en salud (13, 17).
Publicaciones recientes han mostrado aumento del uso de la teleconsulta en todas las especializaciones, incluyendo trasplante, en el marco de la pandemia por COVID-19 (18, 19). En Colombia, la EPS Sura tuvo 626 consultas por teleconsulta en un periodo de 25 días en el servicio de Coloproctología, bajo la emergencia sanitaria (15). En el momento de la revisión bibliográfica, no encontramos ningún estudio descriptivo publicado sobre pacientes trasplantados en Colombia valorados por teleconsulta en la pandemia por COVID-19 como comparador de la presente investigación.
El hecho de que aproximadamente el 50 % de los pacientes evaluados vivan por fuera del área metropolitana del centro de atención, representa un importante beneficio para aquellos pacientes que mensualmente se tienen que trasladar para recibir atención especializada. Este hallazgo dilucida el alcance a áreas remotas de la teleconsulta y ha sido reportado en otros estudios (20, 21). El 20,5 % de los encuestados eran adultos mayores, estos últimos, si bien se ha evidenciado que son una población más resistente al uso de plataformas de telemedicina, han sido una población prioritaria en los programas de teleconsulta durante la pandemia (22, 23).
La mayoría de los pacientes encuestados en nuestro estudio presentaron niveles de satisfacción altos (satisfecho o muy satisfecho) con el uso de la teleconsulta. Este resultado es coherente con la literatura, la cual reporta niveles de satisfacción entre el 80 y el 100 % (20, 24-26). No obstante, al interrogar a los pacientes en la actual cohorte sobre su preferencia comparando la teleconsulta frente a la cita presencial médica, la preferencia es homogénea en ambos grupos (47 % presencial frente a 51 % teleconsulta). Esta medición presentó una mayor preferencia de la teleconsulta frente a la atención presencial en un estudio de 66 pacientes no trasplantados asociado a cuidados ortopédicos (65,7 %) (25).
Los gastos en teleconsulta comparados con consulta presencial han sido reportados en algunos estudios, encontrando que los costos se reducen significativamente con el uso de la teleconsulta en comparación con la consulta presencial (17, 23, 25). Si bien la mayoría de nuestros pacientes reportó gastos mayores o iguales en la consulta presencial, una pequeña proporción refirió gastos mayores en teleconsulta. En nuestro análisis, se considera que este hallazgo puede relacionarse con la situación socioeconómica de los pacientes en la pandemia COVID-19 y no directamente con la comparación específica de la teleconsulta versus la atención presencial.
En las sugerencias de los pacientes al programa de teleconsulta se documentan problemas frecuentes ya mencionados por algunas publicaciones como el examen físico, la necesidad de signos vitales en tiempo real, la integración de los datos y los documentos (27, 28).
La teleconsulta genera ventajas que se han publicado con diferentes grupos de pacientes de Ortopedia, trasplante, Infectología y enfermedades neurológicas (11, 18, 20, 23-25, 29). Entre los beneficios se encuentran: el aumento de la oportunidad de atención, el acceso médico en áreas geográficamente remotas, el diagnóstico temprano, el aumento de la calidad de vida, la reducción de costos, la reducción del tiempo invertido y la respuesta a desastres (13, 22, 30, 31). No obstante, la teleconsulta presenta barreras y desafíos que se deben corregir dentro de su desarrollo (29). En una revisión sistemática de 30 estudios, se registraron 33 barreras en la teleconsulta, entre las cuales las principales fueron dificultades técnicas (11 %), resistencia al cambio (8 %), costos (8 %), reembolso a la inversión (5 %), la edad del paciente en el manejo de tecnologías (5 %) y el nivel educativo del paciente (5 %) (32). Estas barreras a la telecomunicación en el sector salud son un reto y una oportunidad de mejora de este, donde la educación se convierte en una herramienta esencial para solventar estos obstáculos.
Dentro de las limitaciones del estudio se encuentra la naturaleza del diseño descriptivo, lo cual limita la interpretación de los resultados. Adicionalmente, puede haber un sesgo de selección, ya que la muestra alcanzada para la encuesta fue alrededor del 37 % y el resto de la población que no respondió pudiera reunir selectivamente a los que han tenido dificultades con el uso de la tecnología. Por otro lado, la utilización de plataformas con imagen solo se alcanzó en aquellos pacientes que tenían disponibilidad de la tecnología, lo cual limita su accesibilidad y con ello la percepción de su utilización. La introducción de la telemedicina como nuevo paradigma de atención sanitaria trae ciertos desafíos legales y regulatorios.
Conclusiones
La teleconsulta permitió resolver las visitas de seguimiento de los pacientes trasplantados en el contexto de esta emergencia, sin embargo, más allá de la pandemia se debe adaptar como parte de la rutina de atención en salud del paciente trasplantado y perfeccionándose en el camino (17, 33).