Introducción
Se acepta generalmente el tratamiento de las interrogativas indirectas como procedimiento de subordinación oracional de las preguntas emitidas en el discurso directo. Para el trasvase sintáctico de estos enunciados, la gramática del español estándar recurre a dos mecanismos especializados y complementarios según la constitución de la interrogativa (Reyes, 1993; Maldonado, 1991, 1999; RAE & ASALE, 2009): la partícula si se emplea con las interrogativas totales o polares (Dime si ya han llegado los invitados), mientras que el interrogativo (o palabra qu) se basta para introducir las parciales o pronominales (Pedro pregunta quién ha venido). El objeto del presente estudio consiste en la descripción y el análisis de dos esquemas subordinantes de interrogativas indirectas anómalos y antinormativos documentables en algunas variedades vernáculas del español contemporáneo. El primero de estos esquemas interrogativos consiste en el empleo de si ante interrogativas parciales (<si + palabra qu >) y se ilustra en (1)1;me referiré a esta estructura como "esquema si". El segundo se caracteriza, tal y como se refleja en los fragmentos de (2), por la anteposición de la conjunción que a la estructura apenas aludida y, en adelante, lo menciono como "esquema que si".
(1) a. En todo momento me pidieron dinero, en idioma guarani me dijeron si dónde estaba el dinero que retiré, le dije que no tenia, buscaron por todas (Paraguay, ABC Color, 12/06/2004).
b. En oportunidad de brindar una entrevista a la revista Gente, le preguntaron si qué cosas querías hacer ella que él no aceptaba. Y Oliva respondió: "Terminar este año mi carrera de futbolista en River y estudiar para ser directora técnica [...]" (Argentina, El Liberal digital, 14/02/2019).
c. En una primera instancia se hizo un desembolso de 30 de mil bolivianos, en otra oportunidad hicieron otro de 10 mil. Sin embargo, desconoce si cuánto de este dinero fue gastado por la Junta Electoral (Bolivia, El País en línea, 12/07/2017).
d. Se les preguntó a algunos jóvenes sobre si qué opinaban con respecto a las votaciones, y uno de ellos [.] comentó que se ha dado cuenta de la importancia que tiene el ir a votar y que él asistirá el 5 de juni a la casilla para emitir su derecho de elección (México, El Debate, 05/05/2016).
(2) a. A lo que Brian Kilmeade, uno de los conductores le preguntó que si qué le había comprado de regalo a Melania a lo que él contestó después de una pausa: "Bueno, mejor no entro en detalles porque me voy a meter en un lío", contestó Trump (México, El Imparcial, 26/04/2018).
b. Regresé al pasillo donde esperaba turno mi esposa, la encontré, le dije de los números y le pregunté que si cuándo pasaría a que le dieran las recetas. Me comentó que la doctora iba muy atrasada y que tardaría (México, Peninsular Digital, 04/05/2018).
c. El desafortunado comentario ocurrió cuando jugaban una de las tantas dinámicas del programa "Hoy", el Negro Araiza le preguntó que si cuánto creía que ganaban en promedio quienes se dedican a esta profesión y ella al no dar con la cifra y perder el juego... (Estados Unidos, Soy carmín, 22/07/2018).
d. Un día él lo notó y me preguntó que si qué de especial tenía, que no usaba las que él me regalaba. Pensé rápido y le inventé que había sido un regalo de mi madre, por eso significaba mucho (Puerto Rico, Primera hora, 15/08/2017).
Pese a contar con numerosos estudios monográficos acerca de la estructura de las interrogativas indirectas del español2, estas dos construcciones no han recibido, por motivos diferentes, especial atención entre los especialistas en sintaxis oracional o discursiva. La primera, por su marginalidad, al quedar -supuestamente- arrinconada en el catálogo de calcos sintácticos motivados por el contacto con el guaraní (Granda, 1994). El fragmento de (1a) del español paraguayo confirma tal asociación. La batería de ejemplos evidencia, sin embargo, la extensión del esquema por los geolectos cercanos de Argentina (1b) y Bolivia (1c).
La novedad explica la desatención hacia el segundo esquema. El escaso puñado de ejemplos de que si recabado en el primer cuarto del siglo XXI confirma, de hecho, su carácter reciente e innovador. La posibilidad de anteponer que a <si + palabra qu> está limitada geográficamente al español de México (2a-b) y al de aquellos territorios sobre los que el gran país hispanohablante ejerce influencia lingüística directa, tal y como sucede en Estados Unidos (2c), o mediata, como en Puerto Rico (2d). La documentación en México (1d) del esquema si, esquema que sostiene la composicionalidad de que si, sugiere una relación implicativa entre ambos.
Los mecanismos representados en (1) y (2) se vertebran alrededor de la partícula si y hallan correlatos estructurales en algunos dialectos del gascón y el catalán, cuyos modelos prescriptivos se atienen, en cuanto a la subordinación de las interrogativas, a una regla equivalente a la del español (Rigau & Suils, 2010)3. Pese a su marginalidad y excentricidad, estos esquemas vernáculos iluminan aspectos poco explorados de las denominadas interrogativas indirectas del español y permiten revisar algunos aspectos del análisis que se ha dedicado a estas subordinadas. En las páginas siguientes defenderé, en consonancia con los postulados clásicos de Karttunen (1977), que la partícula si ante palabra qu revela, en las modalidades idiomáticas donde se registra, la existencia de un operador -nulo en la versión estándar- interrogativo o "disyuntivo" y prueba -residuo de una fase primitiva- la derivación común, con independencia del discurso directo, de interrogativas subordinadas totales y parciales.
Marco teórico
Los componentes de los esquemas interrogativos vernáculos apenas introducidos desempeñan funciones discursivas como elementos citativos. Bien conocidos son, en efecto, los valores de que y, en menor medida, si en las "interrogativas de eco" (Escandell Vidal, 1999, pp. 3965-396)4. Estas funciones citativas ponen las bases para la aparición de que si en la reproducción de interrogativas totales -Pregunta que si hace frío (RAE & ASALE, 2009, p. 3276)- y justifican su empleo exclusivamente en series enumerativas con un tono de esperabilidad o impertinencia ante las estructuras parciales: "Siempre está preguntándome que si voy a volver tarde, que si con quién salgo, que si adónde voy" (... ) (RAE & ASALE, 2009, p. 3268). Este contexto favorece la creación de "marcadores enumerativos" del estilo de que si patatín... quesipatatán (Loureda, 2000; Aliaga & Iglesias, 2011) construidos a partir de la expresión citativa que si.
El análisis que planteo en el presente trabajo se desarrolla dentro de parámetros sintácticos5 con la convicción de que el significado de < (que) si + palabra qu > se construye composicionalmente, contra lo expresado por Gras (2013). El modelo cartográfico de Rizzi (1997) servirá de instrumento heurístico en este primer acercamiento. Como es conocido, este modelo, representado esquemáticamente en (3), supone un intento de ahormar la estructura informativa del enunciado a la sintaxis mediante la formalización de capas funcionales contenidas en la periferia izquierda oracional. Según esta propuesta, el sintagma complementante de las lenguas naturales se articula entre dos niveles funcionales: uno superior, que aloja la fuerza ilocutiva del enunciado (S[intagma] Fuerza), y otro inferior, que comprende las informaciones proposicionales y flexivas del predicado (S[intagma] Fin[itud]). En la zona intermedia se acomodaría una serie ordenada de estratos con propiedades informativas como el Foco (S[intagma] Foco) y los distintos tipos de Tópico.
(3) SFuerza.... STópico1.... SInt... SFoco... STópico2... SFin
En desarrollos posteriores, Rizzi (2001, 2013) refina este modelo e incorpora, por encima de SFoco, un nudo interrogativo (S[intagma] Interrogativo]) en el que se cotejarían los rasgos de las palabras qu. La necesidad de discriminar un ulterior nudo funcional respecto de SFuerza surge de oraciones como Me preguntó que si María había ido a la fiesta acompañada. En estas oraciones, puesto que el núcleo de SFuerza no puede estar doblemente ocupado (Plann, 1982), se impone la formulación del sintagma interrogativo en el que situar la partícula si. Mientras que SFuerza aloja que, si ocuparía el núcleo de SInt6. La presente investigación aporta evidencia empírica que, por vías independientes y suplementarias, corrobora la existencia de este nudo funcional cuyo núcleo lexicalizan las variedades periféricas del español mediante la partícula si (Rigau & Suils, 2010).
Metodología
Los datos se han extraído de las secciones Web/Dialects y News on the Web (NOW) del Corpus del español (Davies, 2015-2019)7. Las búsquedas se realizaron durante el mes de enero de 2023 mediante las cadenas <si + palabra interrogativa> y <que si + palabra interrogativa> (con la posibilidad de interpolar una preposición en el caso de dónde). Además de eliminar los dobletes, no se contabilizan los usos, posibles en todas las variedades del español, de que si como "marcador de enumeración" (Loureda, 2000)8. Después de depurar el material, el conjunto de datos quedó conformado por 329 casos válidos localizados mayoritariamente, como muestra la Tabla 1, en el corpus de noticias. El empleo de estas estructuras vernáculas en las cabeceras digitales de periódicos, de tirada nacional o regional, garantiza en gran medida la autenticidad de las muestras (el grado de significatividad es %2 = 10.3215, p = .001315). En las páginas web las muestras recogidas son menores y, en alta proporción, se entresacan de blogs (se ofrece la cifra entre paréntesis en la Tabla). En este género es más difícil discernir el dialecto materno del usuario y, por lo tanto, estos ejemplos deberán tomarse con precaución (se señalan debidamente).
NOW | Web/Dialects | Total | |
---|---|---|---|
Esquema si | 211 [79 %] | 36 (26) [59 %] | 247 |
Esquema que si | 57 [21 %] | 25 (18) [31 %] | 82 |
Esquema que si | 268 | 61 | 329 |
Los esquemas interrogativos no muestran preferencias significativas por la palabra qu con la que se combinan9. El interrogativo qué ocupa los primeros lugares con frecuencias alrededor del 40 % para ambas construcciones. En la segunda posición, el esquema si se antepone a por qué en casi 20 de cada cien ocurrencias, mientras que que si precede a dónde en 11/82 casos (13.4 %). En la mayor parte de los enunciados, el interrogativo funciona como pronombre o, en su caso, adverbio, salvo algunos empleos adjetivales de qué (35 casos en total), cuál (3) y cuánto (2).
Resultados
Distribución dialectal de los esquemas interrogativos vernáculos
En las Tablas 2 y 310 se ofrecen las ocurrencias de cada esquema interrogativo por país y subcorpus11. Los datos de la primera Tabla certifican la vinculación, abrumadora, del esquema si con el español paraguayo. En esta variedad, si transfiere al español las partículas interrogativas del guaraní y funge de "marcador enfático" (Granda, 1994; Palacios, 2008) empleado -con valores epistémicos- para expresar la actitud del hablante respecto de lo dicho. Existen dos elementos que invitan a modular el impacto del calco estructural, si bien no en el surgimiento del si subordinante, sí en su difusión. El primero lo constituye la localización del esquema en textos periodísticos procedentes de Argentina y Bolivia. Aunque no falta en prensa nacional como Clarín, sorprende su uso generalizado en periódicos con sede en ciudades cercanas a Paraguay como, en Argentina, El Tribuno (Salta/Jujuy) o El Liberal (Santiago del Estero) o, en Bolivia, El País (Tarija) y delimitadoras de un área aproximada correspondiente a la región del Gran Chaco. El segundo elemento relativizador del contacto español-guaraní se basa en la presencia del esquema si en México y, con intensidad menor, en otros países. Además de indicar la correlación implicativa entre ambos esquemas, la coincidencia de si y que si en este país12 obliga a no excluir la posibilidad del poligenismo.
NOW | Dialects | Total | Frec. norm. | |
---|---|---|---|---|
Paraguay | 132 | 21 | 3 | 463,8 |
Argentina | 42 | 3 | 45 | 24,6 |
Bolivia | 2 | 1 | 3 | 6,9 |
México | 8 | 5 | 13 | 5 |
EE. UU. | 7 | 1 | 8 | 4,4 |
Colombia | 8 | 0 | 8 | 4,4 |
Chile | 2 | 0 | 2 | 2,8 |
Uruguay | 1 | 0 | 1 | 2,4 |
Venezuela | 2 | 0 | 2 | 1,9 |
España | 6 | 2 | 8 | 1,7 |
Perú | 0 | 2 | 2 | 1,7 |
Guatemala | 0 | 1 | 1 | 1,7 |
Cuba | 1 | 0 | 1 | 1,5 |
Con relación al esquema que si, México se identifica como foco innovador13, pues triplica las frecuencias ponderadas que arroja el segundo país (Puerto Rico) por número de casos, pero se nota, de nuevo, cómo la innovación sobrepasa las isoglosas de los dialectos tradicionales. Es conjeturable la asociación de esta estructura con la existencia de partículas interrogativas polares no marcadas (Siemund, 2010). Aunque faltan trabajos monográficos sobre la sintaxis de las preguntas polares en México14, el estudio de González Escribano (2015) se ocupa de un tipo de qué tónico (¿Qué tienes miedo de morirte?), diferenciado, por una parte, del qué invariable (Reig Alamillo, 2019) o "comodín" (González Escribano, 2004-2005) de interrogativas hipotéticas (¿Qué viene, Carlos?) y, por otra, del que átono de las citativas (¿Que se ha casado?)15. Este qué polar, prototípico de México, podría corresponder, en interrogativas principales, al que del esquema subordinante que si.
NOW | Web/Dialects | Total | Frec. norm. | |
---|---|---|---|---|
México | 47 | 13 | 60 | 0 |
Puerto Rico* | 1 | 2 | 3 | 8,4 |
Costa Rica* | 0 | 2 | 2 | 6,3 |
EE. UU. | 5 | 4 | 9 | 5 |
El Salvador* | 0 | 1 | 1 | 2,6 |
Venezuela | 0 | 2 | 2 | 1,9 |
Colombia | 3 | 0 | 3 | 1,7 |
Perú | 0 | 1 | 1 | 0,9 |
España | 1 | 0 | 1 | 0,2 |
Al proyectar los datos de las Tablas 2 y 3 en un mapa, se observa una distribución areal16 de los esquemas interrogativos. La Figura 1 fija en el español paraguayo el foco de < si + palabra qu> y reafirma el calco sintáctico como factor desencadenante de la innovación. De esta variedad, se extiende a través de las regiones fronterizas por Bolivia y Argentina y, en menor medida, por Chile y Uruguay (países donde la presencia de la construcción es, por el momento, testimonial). La Figura 2 sitúa, por su parte, en México el centro innovador y difusor del esquema que si. La influencia del dialecto mexicano en los Estados Unidos explica su extensión en la variedad hispana estadounidense (y de ahí, indirectamente, en la puertorriqueña). La construcción no se ha difundido aún por países centroamericanos como Guatemala, Honduras o Nicaragua, si bien se registra -con frecuencias mínimas- en El Salvador y Costa Rica. La construcción escasea en los países del Caribe continental, casi no se manifiesta en el área andina (ningún caso en Ecuador o Bolivia)17 y está ausente, salvo Puerto Rico, de las Antillas (falta en República Dominicana y en Cuba).
Entornos sintácticos de los esquemas interrogativos vernáculos
Los esquemas interrogativos vernáculos en oraciones principales
Los dos esquemas interrogativos se atestiguan en oraciones independientes. En este contexto, los esquemas desempeñan una clara función citativa tal y como se comprueba en los ejemplos siguientes.
(4) a. "Oye ¿por qué estas sacando fotos a las casas?" me dice y me ve furiosamente, la dueña de las vacas también me interroga "¿si por qué? luego vienen a sacar fotos y luego ya nos andan cobrando un dineral por el predio... " (México, alianzatex.com, blog, 23/22/2013).
b. Estoy cenando, no pience mal, jajajaja ¿Qué si qué estoy cenando?, cuando me acuerde se lo digo, porque también padezco de magnesia... (México, todamujeresbella.com, blog, 01/10/2016).
El esquema si aparece en este tipo de enunciados en poco más de un caso cada cien ocurrencias (3/247), mientras que que si devuelve frecuencias más elevadas (12/82, 15 %), lo que sin duda se debe a la capacidad de que para reproducir un acto de habla previo (Demonte & Fernández Soriano, 2013a).
Los esquemas interrogativos vernáculos dependientes de sustantivos
Los sustantivos que seleccionan los esquemas interrogativos con si están léxicamente relacionados con los verbos de solicitud de información como preguntar. Si bien ambos esquemas aparecen dependiendo de predicados nominales, sobresale en esta combinación el esquema si. Este esquema concurre en 27 ocasiones18 subordinado a sustantivos como pregunta o consulta, así como otros relacionados con la "problematicidad" cuales datos, duda, incertidumbre, interrogante, polémica o problemática. La selección de si por parte de este tipo de sustantivos caracterizados por el significado de "pregunta" o "incertidumbre" apoya el análisis de esta partícula como "operador disyuntivo". Por su parte, el esquema que si aparece solo en tres ocasiones con los sustantivos pregunta, sentir y mensajes.
Los esquemas interrogativos vernáculos dependientes de verbos
Los esquemas interrogativos se combinan en su mayoría con predicados verbales; difieren por la clase verbal que tiende a seleccionarlos. Los predicados que seleccionan el esquema si se distribuyen entre los denominados "verbos de lengua y entendimiento"19 (Bosque, 1982, pp. 22-23). Dentro del primer subgrupo destacan los verbos que solicitan información como consultar, interrogar o preguntar (164/217). Junto a estos lemas, incluyo decir, ya que en las (32) muestras recogidas concurre con el significado de "preguntar, pedir información" (5a). Otros verbos de lengua señalan la transmisión de una información como explicar, responder o ver (5b). En la subclase de verbos de entendimiento sobresale saber en cuarto lugar, que selecciona la partícula si en contextos intensionales como la negación (6a), el futuro (6b) o las interrogativas (6c). En estos contextos intensionales, que propician la selección de la partícula si, la construcción se registra, fuera de Paraguay, en países como Perú, México o España20.
(5) a. Mercedes Sosa me dijo una vez si por qué, con Horacio, no seguíamos haciendo cosas. Y yo no supe qué responder (Argentina, El liberal digital, 14/04/2006).
b. Mañana me tengo que hacer unos estudios para ver si qué tal estoy, ojala Dios quiera que salga todo bien (Paraguay, Epa!, 14/05/2013).
(6) a. Universitario de Deportes terminó alzando la Copa Crema en un encuentro ante América de Cali que acabó empatado y tuvo un confuso final en el que, por momentos, no se sabía si quién era el campeón (Perú, El Comercio, 04/02/2011).
b. La historia de la empresa por tratar se de la velada donde sabremos si quién es el único monarca de la empresa (México, Medio Tiempo.com, 13/12/2014).
c. Es decir ¿cómo podemos saber si qué producto o bien es más o menos caro entre dos países diferentes? (España, actibva.com, blog, sin fecha).
(7) a. Nos dirigimos a el supervisor y le decimos que si qué está pasando, y se enoja y nos dice que la Comisión no paga (México, El debate, 16/09/2016).
b. La mujer que caminaba les gritó que si qué estaban haciendo, a el ver se sorprendido el hombre corrió de el lugar (México, El Imparcial, 16/03/2019).
c. Despues de el domingo que se conozcan los resultados muchos se lamentarán o más bien se sorprenderán que si dónde estuvo toda esa multitud que acarrearon (México, TabascoHOY.com, 27/06/2018).
El esquema que si está restringido al subgrupo de los verbos de lengua. A pesar de que el verbo preguntar acapara seis de cada diez ocurrencias del esquema, se observa una gran variedad léxica en esta clase verbal, pues aparece con decir (7a) y con otros verbos de manera de decir, como gritar (7b), contestar, comentar, cuestionar u opinar. La aceptación de que si por un verbo como sorprender (7c), que selecciona exclamativas indirectas (RAE & ASALE, 2009), demuestra que la fuerza ilocutiva del complemento no ha de ser necesariamente [+pregunta].
Discusión
Los esquemas interrogativos vernáculos analizados en las secciones anteriores se articulan en torno a la partícula si. Este elemento -prueba de su inestabilidad categorial- ha recibido denominaciones variadas en la tradición gramatical -"adverbio interrogativo" (Bello, 1988, p. 343), "gramema" (Contreras, 1956-1957), "conjunción (...) dubitativa" (RAE, 1973) o marca de "problematicidad" (Alcina & Blecua, 1976, pp. 1126-1128)-. Si la hipótesis que defendemos es correcta, este elemento si corresponde a un operador interrogativo o "disyuntivo" (Karttunen, 1977; Bosque, 1982) con ámbito sobre la proposición subordinada, a la vez que ocupa el núcleo de la proyección SInt de acuerdo con el modelo de (3). Los datos aportados en la presente investigación demuestran cómo este elemento -silente o nulo en la norma estándar- emerge en condiciones favorecedoras de la modalidad vernácula y, al mismo tiempo, permite enfocar el análisis de las interrogativas indirectas del español desde otra perspectiva.
La relación de las interrogativas indirectas con el discurso directo ha condicionado, en efecto, el análisis de estas subordinadas al establecimiento de dos tipos semánticos de interrogativas subordinadas. La anteposición de que ante las interrogativas indirectas (Suñer, 1991, 1993, 1999) determina la distinción -bien consolidada en la descripción de estas subordinadas (RAE & ASALE, 2009; Bosque & Gutiérrez-Rexach, 2009)- entre interrogativas indirectas propias (o verdaderas) y las indirectas impropias o semipreguntas (directas y modales, respectivamente, en los términos de Girón Alconchel, 1995). Esta distinción cimienta la agrupación en dos clases de los verbos que aceptan oraciones interrogativas. Por un lado, los verbos como preguntar y sus equivalentes (wonder-type verbs) se combinan con "interrogativas indirectas verdaderas", como demuestra la posible aparición de que a la izquierda del constituyente qu (8a) en el subtipo de las pronominales o de la partícula si en el de las totales (8b). Estas subordinadas muestran la correspondencia potencial con oraciones interrogativas del discurso directo. La admisión de que desambigua la polivalencia semántica de decir que en (8c) se comporta como sinónimo de preguntar. Por otro lado, la clase de los verbos como saber (know-type verbs)21 rechaza la conjunción que: la interrogativa subordinada no tiene una contrapartida en el estilo directo y se correspondería con una "interrogativa indirecta impropia" (9a-b). En la acepción de "explicar, contar, informar", decir se comporta igualmente (9c). En estas interrogativas indirectas es posible atribuir un valor a la variable introducida por el interrogativo (Tina {sabía / me dijo} quién iba al partido: Loris), con lo que la denotación de esta proposición subordinada se aproxima a la de un enunciado declarativo (~ 'Tina {sabía / me dijo} que Loris iba al partido').
(8) a. Roi preguntó (que) quién iba al partido (= Roi preguntó: «¿Quién va al partido?»).
b. Roi preguntó (que) si Loris iba al partido (= Roi preguntó: «¿Va Loris al partido?»).
c. Roi me dijo que quién iba al partido (= Roi me dijo: «¿Quién va al partido?»).
(9) a. Tina sabía (*que) quién iba al partido *Tina sabía: «¿Quién va al partido?»).
b. Tina no sabía (*que) si Loris iba al partido *Tina no sabía: «¿Va Loris al partido?»).
c. Roi me dijo quién iba al partido: Loris.
(10) a. Los invitados dijeron que qué bonita casa.
b. El entrenador dijo que a correr.
c. Me contestó que de acuerdo.
d. Creo que sí.
e. Me preguntó que qué había comprado.
Los ejemplos analizados en las secciones anteriores muestran que tanto preguntar como saber aceptan el esquema si. A partir de estos datos se derivan algunas conclusiones para renovar el análisis sintáctico de las interrogativas indirectas en, al menos, tres direcciones. La primera de estas concierne a la derivación de las interrogativas subordinadas. La segunda atañe a las diferencias que manifiestan los contrastes de (8) y (9). La tercera, en fin, remite a las variables propiedades codificadoras que las piezas léxicas implicadas muestran en los registros del español.
Como introductor de interrogativas indirectas parciales, el esquema si revela una estructura primitiva y embrionaria -"embryonic structure" (Karttunen, 1977)-en la derivación de este tipo de subordinadas sustantivas. Creo que se han aportado argumentos para sostener una fase primitiva común, compartida por preguntar y saber, en la subordinación de estas oraciones. La documentación de los esquemas si y que si en el español de México autoriza a formular una relación implicativa y composicional ([si] > [que [si]]) entre ambos. En la variedad mexicana, la actualización de la secuencia que si innovadora se ve favorecida, sin duda, por otros desarrollos, independientes pero correlacionables, que afectan a que como, por un lado, la evolución de los valores evidenciales de este elemento (Treviño, 2019) y, por otro, la sintaxis -aún por describir en profundidad- de los enunciados interrogativos (González Escribano, 2015; Reig Alamillo, 2020, 2022). El esquema interrogativo que si se añadiría, en definitiva, a la compleja red de valores citativos y evidenciales que cubre que en el español mexicano.
Parece claro que el comportamiento opuesto de preguntar y saber respecto de la anteposición de que, tal y como hacen patente los ejemplos de (8) y (9), ha de explicarse, en consonancia con las conclusiones de Lahiri (2002), por el hecho de que en español los verbos de lengua, frente a los de entendimiento, poseen la capacidad de subordinar actos de habla22. Una vez más, la correspondencia con el discurso directo ha condicionado la visión de que como un operador de pregunta (Krifka, 2001; Sánchez López, 2022). Las oraciones de (10) evidencian, como se destaca en el estado de la cuestión -entre otros, Etxepare (2010)-, cómo que no se antepone necesariamente a preguntas (10a), sino que se combina además con exclamaciones (10b) (cf. el ejemplo de 7c de que si con sorprender), imperativos con <a + infinitivo> (Rivero, 1994) y, en general, con otros enunciados que no deben presentar forma oracional (10c-d). Estas oraciones obligan a alargar la caracterización del complemento de la conjunción que más allá del rasgo [+pregunta] para dar cabida a los enunciados de tipo declarativo (10c); es más, el objetivo consistiría en uniformar el análisis de los que citativos y completivos (Bosque & Gutiérrez-Rexach, 2009). Los valores evidenciales que transmite la subordinación oracional del estilo directo -véase, entre otros muchos, Hapler (2002)- podrían unir las distintas funciones de que. Treviño (2019, p. 390) describe el uso evidencial del que mexicano como "the natural extension of the complementizer que of verba dicendi". La línea uniformadora de la evidencialidad ha guiado la propuesta de Demonte y Fernández-Soriano (2013a) 23 al caracterizar el complemento del que citativo como "acto de habla previo" (p. 55). Esta conjunción exige a su complemento la marca [+acto verbal] independientemente de la fuerza ilocutiva que transporte el enunciado.
Por último, los registros del español difieren en función de los rasgos que codifican los componentes léxicos de las estructuras interrogativas indirectas. En los registros donde se atestiguan los esquemas vernáculos el gramema si materializa el núcleo de un SInt caracterizado por un rasgo fuerte [+interrogativo] y con ámbito sobre los constituyentes interrogativos que selecciona. En estas variedades, si ejerce de único elemento interrogativo, mientras que las palabras qu se limitan a propiedades discursivas opuestas según estén seleccionadas por los verbos preguntar o saber. En el primer caso, la palabra qu, al introducir una variable abierta, funciona como foco y se aproxima a un pronombre interrogativo; en el segundo caso, por el contrario, la variable introducida por la palabra qu está disponible discursivamente (9c), por lo que este elemento se caracteriza por sus propiedades temáticas y se aproxima a los relativos. En las interrogativas indirectas del español general, la palabra qu amalgama estos rasgos, sintácticos y discursivos, e incorpora léxicamente el núcleo interrogativo (si [+interrogativo] + qu [±foco] = qu [+interrogativo, ±foco])24.
Conclusiones
En la gramática normativa, los fenómenos originados en situaciones de contacto lingüístico se despachan -siempre que se consideren dignos de mención- como excepciones anómalas al comportamiento general del sistema estándar que se describe. La teoría gramatical, sin embargo, ha destacado la trascendencia de estos fenómenos (Franco & Landa, 2006) a la hora de sacar a la luz categorías funcionales ocultas por la norma prestigiosa. En las páginas precedentes hemos demostrado cómo el si de las interrogativas indirectas vernáculas del español paraguayo, generado y difundido en un área de fuerte contacto lingüístico, materializa el núcleo nulo de un SInt. Su documentación en otras variedades, principalmente la mexicana, demuestra la relación implicativa entre este esquema y el encabezado por la secuencia que si. Además de delimitar sus áreas geográficas, hemos presentado una primera descripción de estos esquemas y de sus consecuencias para la teoría gramatical conforme a la investigación más reciente en la sintaxis de las interrogativas indirectas y, en general, del sistema complementante del español.
En esta primera aproximación no he podido desarrollar otros posibles análisis del si interrogativo. Nótese que, frente a la incertidumbre que transmite la opción Manu no sabe si ha llegado el cartero, el emisor que profiere Manu no sabe que ha llegado el cartero se compromete con la verdad de la aserción insertada (El cartero ha llegado). Estos contrastes invitan a reflexionar sobre la función de si en cuanto operador de polaridad no veritativo, ya que suspende el compromiso epistémico del hablante respecto de la verdad de la proposición subordinada (Giannakidou, 2013), lo que explicaría la inclinación de esta partícula a aparecer en contextos intensionales como los comentados para la versión negativa de saber (no se sabía si quién era el campeón). Nuestro si se postula, por tanto, como candidato a formar parte de una terna de términos de polaridad del español junto con sí (operador veritativo) y no (operador antiveritativo). Esta alentadora vía de análisis exigirá, sin embargo, futuros esfuerzos.