1. Introducción
En el siglo XVI Mexico-Tenochtitlan1 era el núcleo central de un estado o altépetl,2 entidad sociopolítica principal en aquellos momentos en el Altiplano Central mesoamericano, a la que algunos estudiosos han denominado, desde un punto de vista eurocéntrico, como ciudad-estado. Se trataba de una verdadera organización estatal, con una sociedad estratificada, existencia de autoridad política, ejército, normas jurídicas decretadas, religión institucionalizada y un territorio fijado.
El territorio de un altepetl se componía de un núcleo urbano central y un conjunto de lugares suburbanos y periféricos -pueblos, villas y aldeas rurales-, habitualmente unidos por razones de tipo étnico, aunque no era rara la existencia de formaciones estatales multiétnicas.
El núcleo urbano central, era conocido con el nombre nahuatl de altepenayotl3 -textualmente matriz del altepetl-, en contraste a altepemaitl4 -dependencia campestre, aldeana-.
En Mesoamérica, desde la concepción indígena, la idea de ciudad no coincidía con el concepto europeo que se tenía de la misma como un conjunto habitacional de dimensión notable y alta densidad poblacional, cuyos habitantes se dedicaban a actividades fundamentalmente no agrarias. Una opinión autorizada de lo que era es la reflejada en la siguiente cita:
Desde el punto de vista de la concepción de las ciudades europeas, la ciudad mesoamericana constituiría una unidad territorial en donde los espacios rurales y urbanos se imbrican unos con otros. La población y las construcciones arquitectónicas pertenecientes a dicha unidad se extenderían de manera decreciente desde un núcleo densamente poblado, pasando por espacios entreverados de casas-habitación y tierras de cultivo, hasta la periferia limítrofe, la cual pudiera formar parte de este tejido, aunque se encontrara escasamente habitada. […].5
Aunque las fronteras del altepetl, de hecho, estaban bien establecidas, los límites del centro urbano no estaban claramente definidos, lo que hace que se presenten dificultades a la hora de determinar la superficie y la población del mismo. Si a ello añadimos que los españoles denominaron, en algunas ocasiones, como “cabecera” al corazón de la ciudad y como “sujetos” a estancias rurales, que según hemos dicho formaban en algunos casos parte de la concepción de la ciudad, la situación se complica a la hora de hacer cálculos adecuados.
Así, en el caso de Mexico-Tenochtitlan es importante señalar que, en 1.519, alrededor de la isla principal existían varios enclaves dentro del lago, como los islotes de Atztacalco, Toltenco, Mixihucan, Itztacalco, Acachinanco, y otros, de los que no se tiene constancia de si eran altepemame -plural de altepemaitl-, es decir, estancias del altepetl, o territorios regidos por un señor o teuctlahtoani,6 aunque sujetos a la autoridad de aquél.
A principios del siglo XVI el altepetl de Mexico-Tenochtitlan comprendía como centro rector una única urbe, la ciudad de Tenochtitlan-Tlatelolco, así como numerosas posesiones en islas dentro del lago de Tetzcoco y en otros lugares de tierra firme.
Aunque a veces, en la historiografía, se ha distinguido entre Mexico- Tenochtitlan y Mexico-Tlatelolco como dos ciudades “gemelas”, sin embargo, las referencias en este escrito a la metrópoli de Mexico-Tenochtitlan hay que entenderlas al conjunto de Tenochtitlan-Tlatelolco como una sola urbe, ya que Tlatelolco fue anexionada a Tenochtitlan en 1473, de la que solo estaba separada por un canal7 -el Tezontlalli-.
Escribir sobre el cómputo de población de la ciudad de Mexico-Tenochtitlan en vísperas de la llegada de los españoles a ella no es tarea fácil. Debido a los estragos causados por los conquistadores y sus aliados indígenas -que arrasaron por completo la ciudad-, y después a los primeros frailes que, en su afán evangelizador, se dedicaron afanosamente a destruir los antiguos “libros pintados” de los naturales -en los que con caracteres glíficos y pictográficos guardaban su historia y su cultura-, no nos han llegado datos de población prehispánica anotados por nativos de dicho período. El primer censo del que se tiene conocimiento nos lo ofrece el historiador Alva Ixtlilxochitl, aunque no dice si fue transcrito en un libro pictográfico, cuando refiere que Xolotl ordenó contar la gente que traía:
De esta manera vino Xolotl á estas partes con Zenzonxipiltzontli que son 3.002.200 hombres y mujeres, según aparece de la historia y se halla en los lugares a donde los contó, que fueron en más de cinco á seis partes: trayendo cada persona una piedrecita pequeña, y echándola en el lugar destinado para el efecto, se hicieron á un lado y otro dos montones muy grandes de piedras pequeñas, y los capitanes y nobles traían piedras mayores que las de la gente común. Esta fué la orden que tuvo Xolotl para contar y saber la cantidad de gente que traía […]; y á estos lugares les quedó el nombre de lugar del contadero, que es Nepohualco. También contó á sus vasallos otras dos ó tres veces en esta tierra, […].8
Que existían determinados censos -cuya tradición se mantuvo tras la conquista, pero adaptada a las nuevas circunstancias del orden colonial- nos lo acredita Cortés, cuando en una carta de 20 de septiembre de 1.538, dirigida al Consejo de Indias, dice:
[...] Y los vasallos no las pueden enagenar [se refiere a las tierras] por venta ni troque ni por otra vía alguna, sin espresa licencia y mandado del señor é sin que el tequitato9 de aquel barrio (que es casi como los que se llaman jurados en esos reinos) asiente en la matrícula ó copia que tiene de las tierras y vecinos de aquel barrio, de aquel que dexa las tales tierras do es el que nuevamente las toma y se satisfaga que es tal persona que pagará aquel tributo que con el otro tenía; […]; de manera que en cada pueblo y en cada barrio ó collación dél hay número de vecinos señalados, que contribuyen al señor y en las obras y gastos públicos. (El subrayado es mío).10
Esta desaparición de censos y datos estadísticos no impidió a los primeros cronistas españoles y a sucesivos historiadores hasta hoy en día pronunciarse acerca de la población de la urbe en el momento de la Conquista; pronunciamientos basados en unos casos en meras apreciaciones y, en otros, en análisis más profundos. Siendo de destacar que las cifras son muy dispares, y no se ha llegado a una conformidad no sólo en el volumen de habitantes, sino en el tamaño de la isla y de la ciudad.
Desde el mismo siglo XVI hasta el primer tercio del siglo XX han sido muchos los autores que han cuantificado la población de México. Habrá que esperar a la década de 1940-50 para ver, con el surgimiento de la demografía histórica aplicada a Mesoamérica, las aportaciones estadísticas de la llamada Escuela de Berkeley. Sus principales especialistas serían L.B. Simpson, W. Borah, C. Sauer y S.F. Cook, los cuales darían lugar a los primeros métodos importantes de investigación interdisciplinar sobre la población de México. En el presente estudio abordaré el examen historiográfico de las principales propuestas realizadas por algunos destacados autores, introduciendo posteriormente un análisis comparativo de densidades de población entre diversas aglomeraciones urbanas para la estimación del número de habitantes de Tenochtitlan-Tlatelolco, en el bien entendido de que aun cuando sobre la verdadera cifra de la ciudad en 1519 nunca se llegue a una solución única, estudios realizados desde distintas vertientes, y teniendo en cuenta distintas hipótesis, nos podrán acercar a resultados más en consonancia con la realidad histórica.
2. Examen de algunas fuentes documentales de los siglos XVI y XVII
De entre los primeros conquistadores y cronistas que escribieron sobre cifras, directas o indirectas, referentes a la población prehispánica de Mexico- Tenochtitlan, el único que participó en la conquista de la ciudad y vio la misma antes de su destrucción fue Fray Francisco de Aguilar, pues del segundo, que dice que era compañero de Cortés, y menciona número de habitantes, el llamado Conquistador Anónimo, se tienen fundadas dudas de que allí estuviese. Todos los demás mencionados en este epígrafe o bien obtuvieron sus datos de los primeros conquistadores o los tomaron unos de otros.
Hernán Cortés no dejó cifras escritas sobre el número de habitantes de la ciudad. En su segunda Carta de Relación a Carlos V, fechada el 30 de octubre de 1520 en Segura de la Frontera -Tepeyacatl, la actual Tepeaca-, describe la ciudad a su Rey, maravillado y por extenso, siguiendo una narrativa “laudatoria”11 que mucho tiene que ver con las descripciones de ciudades por parte de escritores renacentistas. Así, comienza:
Porque para dar cuenta, muy poderoso señor, a vuestra real excelencia, de la grandeza, extrañas y maravillosas cosas de esta gran ciudad de Temixtitan, del señorío y servicio de este Mutezuma, señor de ella, y de los ritos y costumbres que esta gente tiene, y de la orden que en la gobernación, así de esta ciudad como de las otras que eran de este señor, hay, sería menester mucho tiempo y ser muchos relatores y muy expertos; no podré yo decir de cien partes una, de las que de ellas se podrían decir, más como pudiere diré algunas cosas de las que vi, que aunque mal dichas, bien sé que serán de tanta admiración que no se podrán creer, porque los que acá con nuestros propios ojos las vemos, no las podemos con el entendimiento comprender.12
Sin embargo, en esa misma Carta de Relación, aunque se aventura a ofrecer el número de vecinos de varias poblaciones cercanas a Tenochtitlan, no ofrece cifras para ésta última. Y así, dice:
“[...] Es tan grande la ciudad como Sevilla y Córdoba […] Tiene otra plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca, toda cercada de portales alrededor, donde hay cotidianamente arriba de sesenta mil ánimas comprando y vendiendo; […]”.13
Entiendo que quiere decir que era tan grande como Sevilla y Córdoba juntas. Cortés, como buen conocedor del castellano, como demuestra en sus Cartas de Relación, no usa la conjunción “o”, que tiene un significado optativo, sino “y”, que entraña adición.
Se sabe que las murallas que rodeaban la ciudad de Sevilla en el siglo XVI medían unos 7.314 m.14 (4,48 Km2 de superficie) y las de Córdoba eran algo mayores, aproximadamente de unos 7.330 m15 (4,50 Km2).
En un anterior estudio sobre la superficie de México-Tenochtitlan en 151916 anoté que el perímetro de la urbe sería de unos 13.300 m., correspondientes a una superficie de 9,44 Km2, mayor que la de la suma de las dos ciudades españolas. Por otra parte, hacia 1500, Sevilla tenía una población de entre 60.000 y 70.000 habitantes,17 y Córdoba en 1509 estaba habitada por entre 26.343 y 29.270 almas,18 lo que lleva a pensar, sin tener en cuenta las densidades de población, que la urbe mexicana debería tener más habitantes que los de las dos capitales andaluzas juntas.
Sabida es la propensión de los conquistadores a exagerar sus narraciones sobre el descubrimiento del Nuevo Mundo y sobre sus hazañas, para resaltar así sus méritos a la hora de solicitar “mercedes”19 a la Corona española. Las primeras normalmente consistían en encomiendas, oficios públicos, estancias ganaderas, tierras de labor, y concesiones mineras Por ello no podemos contentarnos, a priori, con los resultados de las observaciones de Cortés.
El primer y único cronista que menciona directamente el número de habitantes es el llamado Conquistador Anónimo, que nos dice: “[…] La mayor parte de los que la han visto juzgan que tiene sesenta mil habitantes, antes más que menos.”20
Esta cifra de 60.000 habitantes ha dado lugar a controversias, ya que los censos de España en aquellos tiempos, realizados principalmente por motivos fiscales, computaban número de vecinos, o de casas, y no de habitantes. Se ha llegado a decir que el original castellano del Anónimo, hoy extraviado, mencionaba vecinos pero que el traductor al italiano, cuya versión es la que nos ha llegado, tradujo equivocadamente el vocablo por habitantes. Sea o no así, las mismas razones aducidas para las observaciones de Cortés serían aplicables al Conquistador, máxime teniendo en cuenta además lo manifestado por el historiador Gómez de Orozco,21 quien verosímilmente niega la participación del autor del Anónimo en la conquista.
El resto de los escritores de estos dos primeros siglos aluden a cifras de vecinos, o de casas, o de familias. Entre los que citan vecinos están el licenciado Alonso de Zuazo (1466-1539) y Gonzalo Fernández de Oviedo (1458-1577), primer cronista oficial de Indias.
El licenciado Zuazo, en 1521, escribe: “[…] Está la cibdad de México ó Teneztutan, que será de sesenta mill vecinos.” El cronista Fernández de Oviedo y Valdés, informado por fray Diego de Loaysa, narra: “[…] La población de la cibdad sería de 50.000 vecinos.”23
El problema estriba en que no sabemos el número de personas dependientes de cada vecino. Aunque no hay un consenso entre los historiadores, tradicionalmente se ha aceptado, en general, un coeficiente multiplicador de 4,5 personas por vecino, aunque el mismo puede variar entre 3, 6 y 7. Aplicando el coeficiente de 4,5 a las cifras de los autores que mencionan vecinos, resultaría:
-Alonso de Zuazo……..270.000 habitantes
-Fernández de Oviedo…….225.000 habitantes
Entre los que citan número de casas figuran:
Fray Francisco Aguilar (1479-1521), que sí presenció la ciudad como uno de los conquistadores: >100.000.24
Pedro Mártir de Anglería (1456-1526), miembro del Consejo de Indias: 60.000.25
Fray Bartolomé de las Casas (1484-1566), fraile dominico: >50.000.26
López de Gómara (1511-1566), capellán de Cortés, de quien posiblemente obtuviera el dato: 60.000.27
Cervantes de Salazar (1513-1575), Rector de la Universidad de México: 60.000.28
Francisco Hernández (1514-1587), nombrado por Felipe II protomédico general de las Indias, islas y tierra firme del mar Océano: 60.000.29
Antonio de Herrera y Tordesillas, (1549-1625): Cronista Mayor de Indias: 60.000.30
Fray Agustín de Vetancurt (1620-1700), misionero franciscano e historiador: 70.000.31
Antonio de Solís y Rivadeneyra (1610-1686), Cronista Mayor de Indias, menciona 60.000 familias.32 Ello plantea nuevos problemas al cálculo poblacional, pues así como en España era bastante frecuente que una familia nuclear habitase una casa, entre los mexica cada casa solía acoger una familia extensa, compuesta de varias familias nucleares unidas por lazos de parentesco.33
Tal es el caso de Fray Bartolomé de las Casas (1484-1566), que dice:
Aquella ciudad está fundada en el lago ó laguna como Venecia está en la mar; tenia cuando los españoles primeros entraron en ella más de cincuenta mill casas, y en cada una tres y cuatro y hasta diez vecinos, como arriba se ha dicho, por manera que había más de docientos mill vecinos, y de gente mucho más de un millón, porque esto se debe de tener por regla general en esta Indias, que donde quiera que hay cient vecinos casados se hallará haber quinientas y seiscientas personas; […]”34
Torquemada, al igual que Las Casas, escribe: “[…] Dicese de esta ciudad, que quando entraron los Españoles en ella, tenia ciento y veinte mil Casas, y en cada una, tres y quatro, y hasta diez Vecinos, por manera que á esta quenta eran sus Vecinos, mas de trecientos mil, […]”35
En el cuadro 1 figuran las cifras ofrecidas por los autores mencionados anteriormente.
Autor | Vecinos | Casas | Familias | Habitantes |
---|---|---|---|---|
- Conquistador Anónimo | 60.000.- | 60.000- | ||
- Alonso de Zuazo | 50.000.- | |||
- Gonzalo Fdez. de Oviedo | ||||
- Fray Fco. De Aguilar | >100.000.- | |||
- Pedro Mártir de Anglería | 60.000.- | |||
- López de Gómara | 60.000.- | |||
- Cervantes de Salazar | 60.000.- | |||
- Fco. Hernández | 60.000.- | |||
- Antonio de Herrera | 60.000.- | |||
- Fray Bart. de las Casas | >200.000.- | >50.000.- | >1.000.000.- | |
- Fray J. de Torquemada | >300.000.- | 120.000.- | ||
- Fray Ag. de Vetancurt | 70.000.- | |||
- Antonio de Solís | 60.000.- |
En resumen, para este período de dos siglos vemos que el número de habitantes asignados a la ciudad varía entre los 60.000 que informa el Conquistador Anónimo y los de más de un millón que alegan Las Casas y, tácitamente, Torquemada.
3. Estudio historiográfico de algunas informaciones, desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX
Tanto en este epígrafe como en el siguiente, debido a motivos de concreción del artículo, me limitaré a citar las contribuciones de determinados autores que considero relevantes, sin desconocer por ello las aportaciones sobre el tema realizadas por otros escritores. William Robertson, en 1777, criticando lo que cree exageraciones de los primeros conquistadores y cronistas, afirma:
Los españoles, acostumbrados a este modo de habitación entre todas las tribus salvajes con las que estaban hasta ahora familiarizados se asombraron, al entrar en la Nueva España, de encontrar nativos residiendo en ciudades de tal extensión como las de Europa. Cuando, después, visitaron sucesivamente Tlascala, Cholula, Tacuba, Tezcuco, y el mismo México, su asombro aumentó tanto, que los llevó a transmitir ideas de su magnitud y población bordeando lo increíble.
Incluso cuando hay tiempo libre para la observación, y ningún interés que conduzca a engañar, las presuntas estimaciones del número de personas en las ciudades son extremadamente holgadas, y por lo general muy exageradas. No es sorprendente, entonces, que Cortés y sus compañeros poco acostumbrados a tales cálculos y poderosamente tentados a ampliarlos, con el fin de exaltar el mérito de sus propios descubrimientos y conquistas, hubieran caído traicionados por este común error, y elevasen sus descripciones considerablemente por encima de la verdad. Por esta razón, se debe hacer una reducción considerable de sus cálculos del número de habitantes en las ciudades Mexicanas, y podemos fijar el nivel de su población mucho más bajo de lo que ellos hicieron; […] De sus relatos, podemos suponer que México, la capital del imperio, tenía menos de sesenta mil habitantes”. 36 (Traducción personal).
En 1780 Francisco Javier Clavigero atribuye, en su “Historia antigua de México”, una cifra de “más de 60.000 casas”, sin ofrecer más explicaciones. 37
Bancroft, en su History of México, escribe:
La ciudad fue ampliada y embellecida por sucesivos gobernantes, y cuando fue vista la primera vez por los españoles había alcanzado su más grande extensión -una a la que nunca más se acercó- y tenía fama de tener alrededor de doce millas de circunferencia. Esta área abarcaba un gran suburbio de varios pueblos y ciudades con nombres independientes, que contenía en total sesenta mil casas, lo que equivale a una población de trescientos mil.38 (Traducción personal).
Esas doce millas de circunferencia serían aproximadamente una superficie de 29,68 Km2, área descartable por su magnitud, aunque Bancroft toma el número de casas ofrecido por los primeros cronistas. Alexander von Humboldt, tan inclinado al uso de las estadísticas, no se atreve a dar una cifra concreta, manifestando en 1.808:
Es imposible determinar con alguna certidumbre el número de habitantes del antiguo Tenochtitlan […].Los autores modernos han sentado las ideas más contradictorias acerca de la población de la capital. El abate Clavigero, en su excelente obra sobre la historia antigua de la Nueva España, prueba que estos cálculos van desde 60.000 hasta 1.500.000 habitantes. Estas contradicciones no deben admirarnos, si consideramos cuan modernas son las indagaciones estadísticas, aun en la parte más culta de Europa.” 39
Lewis H. Morgan, en 1877, es quien ofrece la cifra más baja conocida hasta el momento. Nos dice:
Parece necesario decir algunas palabras sobre la población del valle y el pueblo de México. No hay modo de averiguar el número de integrantes de las cinco tribus nahuatlacas que habitaban el valle; cualquier estimación debe ser conjetural. Como conjetura entonces, basada en lo que sabemos sobre su horticultura, sus medios de subsistencia, sus instituciones, su área limitada y sin olvidar el tributo que recibían, calcular en conjunto 250 mil personas sería probablemente excesivo. Daría alrededor de 160 personas por milla cuadrada, igual al doble de la actual población promedio del estado de Nueva York, y aproximadamente igual a la población de Rhode Island.
Es difícil percibir una razón suficiente para explicar un número tan grande de habitantes en todas las aldeas del valle, que según se dice eran entre 30 y 40. Quienes afirman que el número era mayor deberán mostrar cómo un pueblo bárbaro, sin rebaños ni ganados y sin agricultura de campo, podría haber sostenido en áreas iguales un número de habitantes mayor que el que un pueblo civilizado puede sustentar hoy disponiendo de esas ventajas. No es posible mostrarlo por la sencilla razón de que es imposible que así fuera. De esa población quizá podrían atribuirse al pueblo de México 30 mil personas.40
Orozco y Berra, asumiendo el común de las cifras ofrecidas por los primeros cronistas, acepta el número de “unos 60.000 hogares ó 300.000 habitantes.”41 George C. Vaillant también concuerda con los primeros autores en la cantidad de hogares -60.000-,42 ofreciendo un total de 300.000 ciudadanos.
4. Análisis de algunas de las principales contribuciones realizadas desde mediados del siglo XX
Jacques Soustelle, en 1955, interpretando que Torquemada cuando habla de vecinos se refiere a habitantes, opina:
[…] Si se admite con Torquemada que un hogar comprendía de cuatro a diez personas, se llega a un promedio de siete habitantes por casa. Pero todavía esa cifra es probablemente inferior a la realidad, porque en México muchas familias tenían servidores de situación social inferior, a los cuales llamamos impropiamente esclavos. De una manera que reconozco arbitraria, pero que utilizo a falta de otra mejor, se puede admitir que Tenochtitlán-Tlatelolco tendría de 80,000 a 100,000 hogares de siete personas, o sea una población total de 560,000 a 700,000 almas. Digamos que esa población era seguramente superior a 500,000 personas y probablemente inferior a 1.000,000.43
Woodrow Borah y Sherburne F. Cook, verdaderos pioneros de la demografía histórica Mesoamericana, publican en 1.963 su estudio “The aboriginal Population of Central México on the eve of the Spanish conquest”. Aplicando métodos cuantitativos a la investigación demográfica del México Central llegan a la conclusión de que esta zona estaba habitada por 25.200.000 personas.
Para ello se basan en los registros tributarios existentes del sistema de exacciones de la Triple Alianza, a saber: los contenidos en la denominada Matrícula de los tributos; en la segunda parte del Códice Mendocino; y en el documento Scholes. Este último es un registro tributario redactado con vistas a satisfacer la información solicitada por la Real Cédula que Felipe II emitió el 20 de diciembre de 1553, y que se giró al virrey Luis de Velasco y a las autoridades de la Real Audiencia de México; se trata de una investigación basada en una serie de preguntas sobre la materia realizadas a testigos indios -seis principales de Tlatelolco- en 155444. Los tres registros no son homogéneos, ya que éste último cita más ciudades tributarias que los otros dos, que no ofrecen valoraciones sino cantidades, y cuyas medidas asimismo varían de uno a otro.
Borah y Cook dan por supuesto que estos documentos reflejan la evaluación de los tributos que llegaban a Tenochtitlan. Determinan con posterioridad el tributo pagado anualmente, estableciendo que se realizaba en cuatro pagos y medio, basándose para ello en que las fuentes indican la entrega cada ochenta días, aunque hay productos que se satisfacían una o dos veces al año. A continuación, valoran esos pagos en mantas y fanegas (granos) y establecen una cuota a pagar de una manta o dos fanegas de maíz o frijoles por tributario, para determinar el número de familias.
Finalmente, multiplican el número de familias por 4,5 (personas que estiman dependientes de cada una) para obtener el total de la población sometida a tributación, al que suman aproximadamente la mitad por tratarse de personas exentas del pago -nobles, sacerdotes, guerreros distinguidos-, y otra mitad más por mayeques o arrendatarios que tampoco tributaban, añadiendo un pequeño porcentaje de esclavos. Llegan así a la cifra que asignan al México Central.
En cuanto a la población de Tenochtitlan-Tlatelolco, su cálculo lo realizan aceptando el número de 60.000 hogares establecido por casi todos los primeros cronistas. Multiplicando esta cifra por un factor 6, llegan, pues, a un resultado de 360.000 habitantes. He aquí sus propias palabras:
Los primeros relatos españoles que estiman el número de hogares en las ciudades conjuntas de Tenochtitlán-Tlatelolco hacen constar sesenta mil. Afirman además que tales hogares tenían de dos a diez personas de todas las categorías y clases en ellos. En consecuencia, podemos tomar seis como promedio razonable, y estimar la población de las ciudades conjuntas en 360.000 personas.45 (Traducción personal).
En la nota a pie de página a ese texto hacen constar que Torquemada ofrece una estimación de 120.000 casas con una oscilación de cuatro a diez personas en cada una. Sin embargo, como hemos podido observar al transcribir a ese autor, la fluctuación de que habla es de entre tres y diez vecinos por casa, y no personas, por lo que la cifra de habitantes que se deduce de sus cálculos es mucho mayor.
Los métodos y cálculos de Borah y Cook, calificados como “maximalistas”, han sido muy criticados por investigadores posteriores como Rosenblat,46 y Zambardino,47 entre otros supuestos “minimalistas”, aunque aquí no se analizarán por enjuiciar la población del México Central y no concretamente la de la ciudad de Tenochtitlan-Tlatelolco.
Charles Gibson, en 1963, partiendo de censos de la población tributaria en la década de 1560, estima una población de entre 250.000 a 400.000 habitantes. He aquí sus palabras:
Los cálculos hechos a principios de la década de 1560 registraban una población tributaria de 18 mil a 21636 habitantes, siendo esta última cifra resultado del cálculo más cuidadoso. La población total se calculaba en 75665 habitantes. En las cifras más específicas (1562), se atribuía a Tenochtitlan un total de 45335 y a Tlatelolco de 30330 habitantes, con proporciones respectivas de 1 a 3.49 y de 1 a 3.50 entre los tributarios y la población total. Si suponemos una población indígena total de aproximadamente 80 mil habitantes en 1560, y la de 1519 como de 3 a 5 veces la de 1560, se daría una población, en el momento de la conquista, de 250 mil a 400 mil habitantes.48
Sonia Lombardo, en 1973, en “Desarrollo urbano de México-Tenochtitlan según las fuentes históricas”, acepta como cifra más razonable la de 60.000 habitantes ofrecida por el Conquistador Anónimo.49
Edward E. Calnek, en 1974, en “Conjunto urbano y modelo residencial en Tenochtitlan”, aceptando la cifra de 60.000 casas dada por los primeros cronistas y en base a su estudio sobre los distintos tipos de residencia, afirma:
[…] las tasas de conversión deben de haber sido algo más bajas que los normales cinco a siete habitantes por casa que más comúnmente se ha venido aceptando. Mientras que un cálculo seguro del máximo de población continúa escapando al análisis, parecería que el mínimo de población no puede haber sido mucho menor que 150.000 habitantes. Por otra parte, puede haber sido considerablemente mayor de 200.000.50
En otro estudio, basándose fundamentalmente en fuentes documentales y en ciertos hallazgos arqueológicos, aunque parciales -como un conjunto residencial en el antiguo barrio de Huehuecalco-, le llevan a inferir para la urbe (excluida Nonoalco) una densidad de población de 12.000 hab/Km2, que aplicada a sus estimados 12 Km2 de extensión de la ciudad ofrecería una cifra de 144.000 habitantes. Textualmente manifiesta:
Ningún intento de estimar la población total basada en estos datos por sí solo sólo puede ser totalmente persuasivo, pero produce cifras en el mismo rango de magnitud que las implícitas en los primeros informes españoles. Si se aplica a la estimación más baja de 12 km2 para la zona metropolitana en su conjunto, la densidad de 12.000 por kilómetro cuadrado estimada para el sector este del barrio de Huehuecalco implicaría una población total de 144.000 habitantes. Si se consideran áreas de alta densidad del tipo de las situadas dentro de los barrios más céntricos de la ciudad, el total necesariamente aumentaría en varias decenas de miles.
Las primeras estimaciones encontradas en fuentes españolas afirman que la ciudad fue ocupada por 50.000 o 60.000 casas (casas) o vecinos […] Estas cifras serían imposibles si se tratara del número total de complejos residenciales, pero tienen mucho sentido si las consideramos un recuento del número de viviendas unifamiliares o del número de hogares familiares nucleares. Si se vuelve a utilizar una relación de conversión de 3:1, la población total de la ciudad habría sido de 150-180.000 habitantes.”51 (Traducción personal).
William T. Sanders y Jeffrey J. Parsons, aceptando explícitamente las valoraciones de Calnek, declaran:
Los centros de la Triple Alianza (Tenochtitlan, Texcoco, y Tacuba) representan un nivel claramente más alto de organización sociopolítica. Esto especialmente es así para Tenochtitlan, que con una población estimada de 150,000 a 200,000 (Calnek 1972) es tan diferente […]52(Traducción personal). Posteriormente Sanders afirmaría: “Aunque las estimaciones sobre su tamaño varían, creemos que los cálculos de Calnek, entre 160.000 y 200.000 personas están cerca de la realidad.”53 (Traducción personal).
Y en su estudio titulado “La población de Tenochtitlan-Tlatelolco”54 afina las estimaciones de Calnek, abarcando a Nonoalco, concluyendo con una extensión de 12 a 13 Km2 para la ciudad, una densidad media de 10-11.000 hab/Km2 para áreas residenciales y un rango de población entre 125-140.000 habitantes. Y una vez más: “La ciudad tenía una población de más de 100.000 [habitantes], posiblemente hasta 200.000, […]”55 (Traducción personal).
Miguel León-Portilla basándose en la aserción de Chimalpahin de que el número de los mexica al salir de Chicomoztoc era de unos 10.000, distribuidos en 7 calpoltin, y de lo afirmado en la “Crónica Mexicayotl” de que poco después del asentamiento en Tenochtitlan los calpoltin ascendían a 15, manifiesta:
Atribuyendo a cada unidad una población algo menor en promedio, de 1.200 individuos (se vivía con cultivos reducidos y duras cargas tributarias), cabe pensar que durante esa primera etapa no se rebasó probablemente la cifra de unos 18.000 habitantes (1200 X 15 = 18.000. Es verosímil que un desarrollo demográfico más intenso no pudiera iniciarse antes de la segunda mitad del reinado de Acamapichtli, hacia 1380. A partir de entonces, y sobre todo una vez consolidada la independencia mexica en 1430, el incremento de la población fue grande. ¿Cuántas veces pudo doblarse ésta -incluyendo la asimilación de grupos procedentes de fuera- a lo largo de 140 años, es decir de 1380 a 1519? Suponer que ello ocurrió, en promedio, cada 70 años es ciertamente hipótesis bastante optimista en un contexto socioeconómico preindustrial. Si así fuera, la población de Tenochtitlan no rebasaría al tiempo de la Conquista la cifra de 72.000 habitantes.56
Posteriormente escribiría: Su superficie, en forma de cuadrado más o menos regular, tendría algo más de cinco kilómetros por lado. La población rebasaba probablemente la cifra de 200.000 habitantes.”57
José Luis de Rojas, en 1.986, en “México Tenochtitlan: Economía y sociedad en el siglo XVI”, utilizando distintas cifras, como la de la extensión de la urbe, y las proporcionadas por distintos autores sobre el tamaño de la población, sin aceptar ninguna en concreto, llega a admitir la posibilidad de 300.000 habitantes.58
Michel E. Smith, estimaba una población de entre 150.000 y 250.000 habitantes: “Como el asentamiento más grande en la Cuenca (de 150.000 a 250.000 residentes y un área de 12 - 15 km), el impacto de Tenochtitlan en las comunidades circundantes es innegable, […]”59(Traducción personal).
Aunque después afinaría para aceptar una cifra de 212.500 habitantes en un área de 1.350.- hectáreas (13,50 Km2).60
Autor | Habitantes |
---|---|
Soustelle, Jacques | más de 500.000- y menos de 1.000.000.- |
Borah y Cook | 360.000.- |
Gibson, Charles | entre 250.000.- y 400.000.- |
Lombardo, Sonia | 60.000.- |
Calnek, Edward | entre 150.000.- y 200.000.- |
Sanders y Parsons | entre 100.000.- y 200.000.- |
León-Portilla, Miguel | más de 200.000.- |
Rojas, José Luis de | unos 300.000.- |
Smith, M. | entre 150.000.- y 250.000.- |
5. Estudio comparativo de densidades de población para la estimación de la población de Tenochtitlan-Tlatelolco
Al observar las grandes discrepancias en las cifras ofrecidas anteriormente he intentado analizar las mismas a la luz del cálculo de las concentraciones de población, como cociente entre las cifras de habitantes y la superficie asignada por los distintos autores a la ciudad.
Se comparan tales densidades con las de otras poblaciones del Viejo y del Nuevo Mundo, tanto de entonces como contemporáneas. Y se presta atención a los datos existentes sobre dos urbes preindustriales en el momento de la llegada de los españoles a ellas, las de Tzintzuntzan -centro rector del imperio tarasco- y Cuzco -capital del imperio incaico-, cuyas sociedades tenían algunos rasgos comunes, entre otros una religión institucionalizada, fuerte estratificación social, cultivo del maíz, sistemas de ingeniería hidráulica de riego de control centralizado, desconocimiento del uso la rueda, etc.
Finalmente, se ha tenido en cuenta el área presumible de la ciudad según mi anterior estudio “En torno a la superficie de México-Tenochtitlan en 1519” para hallar la cifra más probable de población.
En el cuadro N.º 4 se han calculado las densidades de población para las superficies y datos de población ofrecidos por los diversos autores. Cuando alguno de éstos presenta un rango de cifras entre un máximo y un mínimo, sea de superficie o habitantes, se han tomado como valores las medias aritméticas de las mismas. En el caso de Orozco y Berra, y Morgan, para los que no encontré datos sobre la superficie de la ciudad se han adoptado las establecidas por el Conquistador Anónimo.
Autor | Habitantes | Media arit | Área Ciudad | Media arit | Densidad |
---|---|---|---|---|---|
(A) | Km2 | (B) | (A/B) | ||
Conquistador Anónimo | 60.000.- | 60.000.- | 11,65-16,98 | 14,31 | 4.192,87 |
Orozco y Berra | 300.000.- | ----- | 14,31 | 20.964,36 | |
Morgan, Lewis H. | 30.000.- | ----- | 14,31 | 2.096,43 | |
Soustelle, Jacques | 500.000.- a 1.000.000.- | 750.000.- | 10 | 10 | 75.000,00 |
Lombardo, Sonia | 60.000.- | 60.000.- | 10,00-15,33 | 12,66 | 4.739,33 |
Calnek, Edward | 150.000.- a 200.000.- | 175.000.- | 10,00-15,00 | 12,50 | 14.000,00 |
Rojas, José Luis | 300.000.- | 300.000.- | 13,60 | 13,60 | 22.058,82 |
Sanders y Parsons | 100.000.- a 200.000.- | 150.000.- | 12,00-15,00 | 13,50 | 11.111,11 |
León-Portilla, Miguel | 200.000.- | 200.000.- | 25 | 25 | 8.000.- |
Smith, M | 150.000.- a 250.000.- | 200.000.- | 12,00 -15,00 | 13,50 | 14.814,81 |
En el cuadro N.º 5 se ofrecen datos históricos de densidad de población para distintas ciudades:
Ciudad | Habitantes | Área (Km2) | Densidad | |
---|---|---|---|---|
(A) | (B) | (A/B) | ||
Sevilla y Córdoba (en conjunto) | hacia 150062 | 92.806.- | 8,98 | 10.335.- |
Sevilla | hacia 150063 | 65 .000.- | 4,48 | 14.509.- |
Córdoba | hacia 150964 | 27.806.- | 4,50 | 6.179.- |
París | hacia 150065 | 150.000.- | 6,00 | 25.000.- |
Tzintzuntzan | hacia 151966 | 30.000.- | 6,70 | 4.451.- |
Cuzco | hacia 153367 | 125.000.- | 10,16 | 12.303.- |
Constantinopla | hacia 155068 | 500.000.- | 17,94 | 27.871.- |
Venecia | hacia 155869 | 158.000.- | 6,32 | 25.000.- |
Bronx County (N. York) | 201070 | 1.385.108.- | 67,75 | 20.444.- |
Ciudad de México | 201571 | 8.918.653.- | 1.495,00 | 5.966.- |
Delegación Iztapalapa (Ciudad de México) | 201572 | 1.827.868.- | 117,00 | 15.622.- |
Delegación Cuauhtemoc (Ciudad de México) | 201573 | 532.553.- | 32,40 | 16.436.- |
En cuanto a los datos del cuadro Nº 5, se observa que el Bronx, con edificios elevados, posee una densidad de cerca de 20.500 hab/Km2, cifra que nunca hubiese alcanzado Tenochtitlan-Tlatelolco, ya que sus casas eran en su inmensa mayoría de planta baja y las de los nobles no sobrepasaban las dos alturas.
Parece lógico concebir que la densidad poblacional para la urbe prehispánica estuviese comprendida entre las de Sevilla y Córdoba, siendo inferior a las de las actuales Delegaciones de Cuauhtémoc y de Iztapalapa. Se han tomado ambas Delegaciones por constituir la antigua Ciudad parte importante del ámbito territorial de la de Cuauhtémoc, y la segunda por ser contemporáneamente la más poblada de Ciudad de México. Hay que tener en cuenta, como he dicho, que muchas casas de hoy en día suelen tener más de una altura, mientras que hacia 1500 la gran mayoría era de planta baja.
Por otra parte, el espacio ocupado por grandes centros ceremoniales era abundante. Además del Recinto Ceremonial del Templo Mayor, de unas 16 hectáreas, y el de Tlatelolco, de dimensiones aproximadas, existían al menos otros cuatro en las parcialidades de Tenochtitlan, junto con sus juegos de pelota74 y sus plazas de mercado. Así mismo es conocido que cada uno de los calpoltin,75 al menos en número de veinte, y otros barrios menores también poseían sus estructuras colectivas: templos dedicados a sus dioses patronos, así como mansiones en las que residían el jefe de estos y otras personas de clase alta.
En cuanto al tamaño de las edificaciones de la clase alta hay que resaltar, como ejemplo, que un palacio ocupado por un hijo de Ahuitzotl ocupaba una superficie de 3.760 m2. Y que Motecuhzoma Xocoyotzin obligaba a los señores de las ciudades conquistadas a vivir temporadas en Tenochtitlan y a algunos de sus hijos a residir todo el año asistiendo al calmecac y aun sirviendo en palacio.76 El Códice Mendocino destaca más de 400 de éstos. Es de suponer que ellos, o la mayor parte, habitarían en casas de dimensiones notablemente mayores que las del común. Todo ello restaba capacidad a la habitación residencial, tanto de las clases medias como de los plebeyos.
¿Cuánto espacio? Hoy en día es difícil de determinar, pues los hallazgos arqueológicos al respecto son insuficientes, al estar situadas las construcciones prehispánicas bajo el suelo de la actual Ciudad de México, aunque es de esperar que, en el futuro, con la renovación o reforma de muchas de las edificaciones actuales, dichos descubrimientos puedan ser más esclarecedores. Lo manifestado en párrafos anteriores puede conducirnos a razonar que la densidad media poblacional no sería superior a 10.000 hab/Km2 -es de recordar que Sanders estableció un rango medio de 10.000 a 11.000-.
En concordancia con lo dicho anteriormente, y teniendo en cuenta las siguientes hipótesis:
la superficie de la ciudad no sobrepasaría en 1519 los 9,44 Km2, cifra calculada en mi anterior estudio sobre la superficie de Mexico-Tenochtitlan.
la densidad de la población estaría comprendida en un rango de 8.000 -10.000 hab/Km2.
Se obtendría una cifra de población de entre 75.000 a 95.000 habitantes.
En el cuadro Nº 6 se presentan densidades de población comparadas, de conformidad con las argumentaciones realizadas en los últimos párrafos.
Ciudad | Población(A) | Area, Km2(B) | Densidad(A/B) | |
---|---|---|---|---|
Sevilla | hacia 1500 | 65 .000.- | 4,48 | 14.509.- |
Delegación Iztapalapa | en 2015 | 1.827.868.- | 117,00 | 15.622.- |
Delegación Cuauhtemoc | en 2015 | 532.553.- | 32,40 | 16.436.- |
Mexico-Tenochtitlan (1) | en 1519 | 94.400.- | 9,44 | 10.000.- |
Mexico-Tenochtitlan (2) | en 1519 | 75.520.- | 9,44 | 8.000.- |
4. Conclusión
De conformidad con las informaciones disponibles, hoy en día no es posible ofrecer una cifra exacta de la población para Mexico-Tenochtitlan en el momento de la arribada de los españoles a ella. No han llegado hasta nosotros censos prehispánicos realizados por los mexica de aquellos tiempos, debido a la destrucción sistemática a que se sometió a sus “libros” pictográficos, llevada a cabo tanto por los conquistadores como los primeros misioneros.
Por otra parte, las narraciones de los primeros conquistadores y cronistas no invitan a la confiabilidad. Y las reflexiones de posteriores autores e investigadores ofrecen un alto rango de cuantías, que van desde un mínimo de sesenta mil habitantes hasta un máximo de un millón.
A la luz de un examen multidisciplinar, he intentado en un anterior estudio -utilizando fuentes documentales, herramientas Geográficas y hallazgos Arqueológicos-, medir la superficie de Mexico-Tenochtitlan; y atendiendo en esta indagación a núcleos urbanos verosímilmente comparables en sus densidades de población históricas a los de la urbe prehispánica, infiero que su número de habitantes estaría comprendido entre los 75.000 y 95.000.
Sobre la imprecisión del dato exacto del número de habitantes recojo las palabras de Nicolás Sánchez Albornoz:
Los cronistas atribuyen a Tenochtitlán varios cientos de miles de habitantes a la llegada de Cortés. Si esto es correcto, entonces tuvo una población más grande que la mayoría de los centros urbanos europeos de la época. Fue, desde luego, la mayor ciudad de todo el hemisferio americano, […] El tamaño exacto de Tenochtitlán todavía se discute, pero en cualquier caso era inusualmente grande para esa época.77 (Traducción personal).