Aplaudimos con beneplácito el esfuerzo desplegado por Khanna y Bustamante, que despierta el interés por el síndrome de Wellens.¹ Según el informe de los autores, el síndrome se asocia fuertemente con estenosis crítica de la arteria descendente anterior izquierda y suele pasarse por alto, dado que es probable que los biomarcadores cardiacos no estén elevados. Nos sentimos obligados a señalar de manera respetuosa un error en su, por lo demás, excelente informe: los cambios en la onda T ocurren predominantemente en las derivaciones V2-V3 y no en V3-5.²

Aun cuando este pudiera parecer un punto excesivamente puntilloso, consideramos que es importante aclararlo, dado que los cambios de la onda T en dos derivaciones constituyen un hallazgo más sutil en comparación con la inversión más generalizada de la onda T en derivaciones precordiales de la Figura 1. Si bien es cierto que los cambios pudieran ser más generalizados, la validación prospectiva de Wellens reportó extensión a V1 solamente en dos tercios de los pacientes, y a V4 en tres cuartas partes de los pacientes.³

El patrón del ECG se asocia a una arteria descendente anterior izquierda en estenosis crítica, la cual se encuentra de manera precarialista para reocluirse, por lo cual el paciente deberá monitorearse en un área de estricta vigilancia y remitirse para angiografía coronaria de urgencia, mientras se inicia el manejo médico.