Más conocido por su producción en el difuso campo de los llamados “estudios culturales”, Carlos Rincón es profesor emérito de la Freie Universität Berlin, donde trabajó como docente y subdirector del Instituto Central de Estudios Latinoamericanos. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Leipzig en 1965, y recibió de la misma universidad el título de doctor honoris causa en 2002. Este trabajo corresponde al proyecto de investigación internacional interdisciplinario “Memoria cultural y procesos de invención de la nación en Colombia” patrocinado por la Fritz Thyssen Stiftung y el Instituto Pensar de la Pontificia Universidad Javeriana.
El texto aborda esencialmente los símbolos que pretenden fundar y dar sustento a la existencia del Estado (bandera, escudo, himno), los mitos identitarios de origen de la nación colombiana, los museos y el canon literario. Evidentemente, otros dispositivos (mapas, estampillas, moneda, enseñanza, lugares de memoria, estatuaria y arte en espacios públicos, vegetación y fauna emblemática) quedan como posibles objetos de investigación ulterior en esta cartografía del nacimiento y precaria consolidación estatal. El punto de partida, sutilmente entreverado en las discusiones centrales, es la dificultosa convivencia entre historia, mito y memoria, y lo que resulta de las fricciones y desencuentros entre estos estratos.
Ya el trabajo de Doris Sommer2 había señalado en diversas naciones de América el papel de ciertas novelas en la fundación simbólica del Estado,3 pero Rincón se decanta aquí por ir más allá de tales inicios, para mostrar la configuración y decadencia del canon, el choque entre modernidad y tradición y la inserción de la literatura en un marco global, llegando hasta el umbral de la transformación de la literatura en un producto típico de las industrias culturales, lo que aparece sugerido en el epílogo, cuando el autor declara a la nación -a la saga de Sloterdijk- como “ un sistema histérico y pánico de información”4.
La discusión sobre las invenciones historiográficas y simbólicas en torno al mapa, el himno, la bandera y el escudo nacionales y la entronización de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús son los “satélites” que giran en torno a las instituciones y arquitecturas museales; dispositivo “planetario” de invención de la historia y genealogía de la nación. Así, Rincón repasa una compleja maquinaria cuyos engranajes (literatura, símbolos patrióticos, instituciones de la memoria) no siempre están en ajuste perfecto, produciendo en la maquinaria de la imaginación de la nación grietas, debilidades y funcionamientos defectuosos, al no convocar en su llamado todas las posibles maneras de construirse como ciudadano de un Estado.
La erudición del trabajo, la apertura de una bibliografía germana, la fecunda interdisciplinariedad con la filosofía, la historia de mentalidades, el fino humor y la confrontación de estos procesos con los sucedidos en otros lugares hacen de este trabajo una pieza de gran alcance, cuyos ecos ojalá estimulen nuevas incursiones en los múltiples niveles que esta investigación revela o sugiere.