Introducción
Los profesionales de la atención primaria en salud del sistema público enfrentan escenarios de gran complejidad, debido la profunda desigualdad y a la vulnerabilidad social, las cuales generan las disparidades en salud y progresivas demandas por soporte integrado social y de salud1-5. Las desventajas sociales en la infancia están asociadas a disparidades y desigualdades en salud que afectan el bienestar durante toda la vida de las personas6. En ese espacio se instala el desafío de gestionar la política pública de salud y la política de protección social integral de la infancia Chile Crece Contigo (SChCC).
El sistema Chile Crece Contigo (SChCC) es una propuesta sistémica en la que convergen diversos servicios públicos para asegurar el máximo de oportunidades a niños/as y sus familias, especialmente al 40% más pobre, desde la gestación hasta los cuatro años de edad. Este programa está integrado a la política de Protección Social (Red Protege), con una oferta de prestaciones integradas a las familias vulnerables, la cual para ser efectiva requiere una gestión pública intersectorial7.
La gestión de la política pública de protección integral de la infancia Sistema Chile Crece Contigo (en adelante SChCC) se presenta a los actores sociales como una propuesta compensatoria de la desigualdad social estructural8,9. Desde el nivel ministerial se asignan los procesos, las directrices, las metodologías, los códigos, las interacciones y las regulaciones normativas que los actores sociales deben cumplir9. Es la orientación hacia los cambios para una nueva cultura de la gestión que permita asegurar la sostenibilidad de la política del SChCC y mejorar la efectividad de las acciones de inclusión social y equidad9. Bajo este marco se implementó la estructura funcional para la colaboración, la coordinación y la cooperación intersectorial9-12. Es en este escenario donde los profesionales deben desplegar la gestión de procesos en red y compartir los símbolos, los significados, las interpretaciones y las representaciones que hacen sobre las políticas sociales8. Desde el año 2006, esta política se aplica en todos los sectores cuyas decisiones tienen como propósito la equidad y la universalidad de la atención de la salud infantil, la salud de la mujer y la de la familia5,8,9.
La literatura que reporta evaluaciones del impacto de la acción intersectorial sobre la equidad en salud es limitada13. En Chile, estudios que evaluaron la efectividad de la política de protección social de la infancia han reportado que las transferencias de be- neficios/prestaciones universales en madres y niños lograron coberturas insuficientes, con mejores resultados en los hijos (66,1, 69,5 y 58,7%, p > 0,05) que en sus madres (55,8 54,2 y 54,8%, p > 0,05). Lo anterior constituye un área problemática que es importante estudiar. A este respecto se señala que los resultados constituyen una mirada de alerta sobre la gestión del SChCC en poblaciones socialmente vulnerables2,14. Sobre este punto se han planteado algunos supuestos que podrían entregar antecedentes importantes que analizar, entre otros, que las expectativas contenidas en la política pública fueron muy ambiciosas para una implementación de por sí compleja o, también, dificultades relacionadas con la gestión integrada de estrategias intersectoriales de los equipos de trabajo del nivel primario y de la red de actores sociales de las instituciones comunales(2, 5). En el contexto situacional señalado, surgen las siguientes interrogantes del estudio: ¿cómo fueron las vivencias de los actores sociales en la gestión del SChCC? y ¿cuáles fueron sus expectativas respecto a la gestión integrada del SChCC?
Por lo anteriormente expuesto, se realizó un estudio sobre la gestión de la política del SChCC en la red pública de atención primaria de salud, para comprender las experiencias vividas por los profesionales en la gestión de procesos del Sistema de Protección Integral de la Infancia en una comuna de la Región Metropolitana, Chile.
Es necesario hacer un acercamiento a la comprensión de los motivos y los dilemas que los actores sociales tienen en la construcción de los fenómenos de la gestión colectiva de la política de protección social, porque esta se ha establecido para mitigar inequidades, desigualdades y disparidades, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. La efectividad en su ejecución implica incrementar las oportunidades de acceso a beneficios sociales instituidos para disminuir las brechas de equidad en las condiciones de vida de la mujer, de los infantes y de las familias socialmente vulnerables.
Materiales y métodos
La investigación corresponde a un estudio descriptivo, cualitativo, desde la perspectiva fenomenológica, el cual considera los planteamientos de Schütz. En este tipo de investigación las personas son el objeto de estudio, razón por la cual el investigador debe llevar a cabo un proceso de reducción fenomenológica y poner entre paréntesis el fenómeno con respecto al contexto donde ocurre15. Esta elección se fundamenta en que la fenomenología permite entrar al mundo de las personas, identificar cómo viven, conocer las condiciones en las cuales trabajan, además de poder entregar una definición del sentido y del significado que dan a sus acciones, lo cual permite la comprensión y la interpretación de lo histórico-social y contextual de lo investigado14-21.
En este caso, el estudio fue realizado para captar el universo de significados, valores y actitudes de los profesionales que gestionaron la política de protección social y así dar respuestas a las interrogantes del estudio.
La región de indagación del estudio fue el SChCC en el ámbito comunal, que es el lugar donde ocurrieron los fenómenos compartidos por los actores en la gestión de los procesos de implementación y ejecución del programa. El recurso metodológico utilizado fue la entrevista en profundidad, dado que esta permite una conversación entre iguales y la comprensión de aspectos importantes de la vida cotidiana y la experiencia22.
El universo cultural de los entrevistados correspondió a profesionales que desempeñaban cargos y funciones en un centro de salud familiar del nivel primario de salud y en los sectores sociales involucrados. Entre agosto y noviembre del 2014 fueron entrevistados doce profesionales, número que fue establecido por la convergencia, la redundancia y la saturación del contenido. Las preguntas orientadoras formuladas para conducir la entrevista fueron: ¿cómo es el día a día de su función en la gestión del SChCC? y ¿cuáles son sus expectativas en la gestión del SChCC?
La entrevista fue realizada por una investigadora del proyecto, en el lugar elegido por cada uno de los informantes, a fin de conservar la privacidad y el anonimato. Se realizaron registros de audio que luego fueron transcritos, con previa firma del consentimiento informado. La interpretación de los discursos se realizó desde una perspectiva fenomenológica, con la escucha atenta y cuidadosa de estos, y continuó con el análisis de información transcrita, en busca de convergencia de los motivos para y los motivos porque19,20.
Las etapas seguidas para el análisis de la información obtenida se señalan a continuación: las descripciones que estaban contenidas en las entrevistas ya transcritas fueron leídas detenidamente, después se confeccionó una lista con todas las afirmaciones que se consideraron más distintivas en relación con la experiencia cotidiana de las personas estudiadas y se eliminaron aquellas que se repitieron en los discursos. En ese contexto, se logró la construcción de categorías, lo cual posibilitó un proceso de horizontalización y descripción amplia del fenómeno en estudio. Posteriormente, se trabajó extrayendo el sentido y el significado de las afirmaciones seleccionadas con anterioridad. Los temas que emergieron en la construcción de los sentidos y los significados de las afirmaciones se agruparon en categorías comunes y, fueron estudiados y examinados de nuevo. Finalmente, se llevó a cabo una descripción del fenómeno de tipo estructural, a partir de la integración de los temas estudiados, lo que permitió describir, desde la experiencia de los actores involucrados, la esencia compartida como propósito del método fenomenológico utilizado en relación con el programa estudiado. El estudio contó con la certificación del Comité de Ética de la Facultad de Enfermería, folio L1/cecenf/92.
Hallazgos
Si se consideran los antecedentes metodológicos expuestos, los principales hallazgos encontrados, toda vez que se llevaron a cabo las etapas señaladas para el análisis fenomenológico, fueron los siguientes: desde los discursos, se develó como categoría el rol relevante que los profesionales del nivel comunal se atribuyeron en la implementación del SChCC. Con respecto a esa categoría, en los discursos analizados se menciona el empleo inicial de habilidades de negociación, comunicación y organización, lo que permitió identificar una construcción social de la cultura de gestión de procesos del sistema.
Unido a lo anterior, se observó que los actores mostraron su preocupación por lograr resultados que garantizaran la optimización del uso de los recursos humanos y materiales. Esta situación se evidenció principalmente en aquellos que eran responsables del logro de resultados propuestos por las autoridades ministeriales. En la medida que en el discurso se identificó el posicionamiento de los actores como observadores de sus propios actos, se retrotrajeron experiencias que les permitieron descubrir los motivos porque, los que se refieren al contexto de la acción, por lo cual fue posible entregar sentido y significado a sus actuaciones23.
Con respecto a la categoría desafíos del día a día en la gestión del SChCC, el análisis permitió señalar que los actores develaron la complejidad de los motivos porque, debido a que en sus discursos se refieren a una cultura de gestión naturalmente fragmentada. En sus conscientes tenían como marco de referencia las normas establecidas por cada institución. En el material analizado se encuentra una conciencia de que las vivencias no estuvieron mutuamente conectadas y, por tanto, las vivencias previas fueron los auténticos motivos porque de la escasa integración. Debido a esto, se pudo comprender que la gestión fragmentada, ya mencionada, presente en los relatos, se constituyó, para los actores entrevistados en una actitud natural, determinada por el acervo de conocimientos y las experiencias vividas en la cotidianeidad10, que los hace más o menos competentes para hacer una gestión efectiva en su realidad23,24. Por ello, en la narrativa se observan y se desprenden del análisis las dificultades para la concreción de acciones para la coordinación, la comunicación y la articulación con las redes intersectoriales y asistenciales. Además, se observó que los actores del ámbito comunal percibieron al nivel ministerial como una estructura sin visión de la diversidad de realidades sociales. Lo anterior, que se desprende de los relatos, se refiere a la falta de vinculación de los lineamientos de la política con el contexto local y las demandas de la población. La red se limitó a cumplir e informar los logros exigidos por las autoridades ministeriales.
Otra categoría que emergió en los discursos estudiados fue la resistencia al cambio y la práctica rutinaria de las acciones, que fue más intensa en la implementación del SChCC. Con respecto a la interpretación de esta categoría, en esta etapa se descubrieron los intereses particulares, las tensiones y las resistencias a la innovación que suscitó este nuevo modelo de gestión. El cambio lo percibieron como una sobrecarga que incrementó sus responsabilidades. Se resistieron a modificar una pauta de gestión individual que ejecutaban y reproducían con poco esfuerzo y en forma inconsciente24. La persona encargada de la salud comunal debió apelar a estrategias y habilidades comunicacionales para superar esta resistencia, fortaleciendo estrategias de participación y cumplimiento en el contexto de una obligatoriedad y unas exigencias de los equipos que monitoreaban el SChCC.
La comprensión del fenómeno de la resistencia al cambio, en el análisis y la interpretación del material obtenido, tuvo sustento en la complejidad de la transición desde las construcciones de pautas típicas, vividas y asumidas, que fueron institucionalizadas como una norma de conducta autorizada. La nueva realidad de la gestión integrada fue establecida para contemporáneos que compartían una realidad social. El sistema gerencial les impuso un proyecto preconcebido en la gestión de prácticas integradas de diferentes sectores. Esta fue una forma de interacción que no hacía parte de la historia natural según la cual se relacionaban con otros sectores sociales25,26.
Otra categoría develada fue la transición del cambio de paradigma. Los profesionales de la atención primaria en salud tuvieron que cambiar el enfoque de atención, ya que el programa promueve el paradigma biopsicosocial, donde deben incluir información sobre el entorno familiar y social. Tenían que incorporar nuevos conocimientos sobre el curso de la gestión, el cual se relaciona con aspectos psicosociales que afectan el desarrollo de las vidas de las personas que atienden, especialmente los niños9,24. Además, el cambio de paradigma les impuso el desarrollo de acciones para incrementar la participación ciudadana en el sistema y tuvieron que retomar el trabajo territorial, donde las actividades en los hogares eran una práctica que se había dejado de realizar. En los discursos de los profesionales de salud se develó la hegemonía del paradigma biomédico en sus prácticas sanitarias. Estos profesionales siempre han asumido bajo este paradigma la responsabilidad de cumplir con las metas y los indicadores que les asignó el nivel jerárquicamente superior. Para subsanar esta situación, se apoyaron en los instrumentos de tamizaje de problemas psicosociales que les proporcionó el sistema.
La brecha entre las políticas públicas y la realidad local fue otra categoría observada en el estudio. Los relatos de los actores revelaron que estos eran conscientes de la vulnerabilidad social de las personas que atienden y del valor del contexto local. En este sentido, expresaron desaliento y desesperanza por la injusticia y la inequidad del sistema social imperante. Por otra parte, valoraron positivamente la política del SChCC y manifestaron que el modelo les facilitó los vínculos de confianza y empatía necesarios para construir las interacciones en el mundo de vida cotidiano. También expresaron sentimientos de frustración y desesperanza, debido a que no se sienten escuchados ni considerados en la toma de decisiones de las políticas públicas. Advirtieron la pasividad, la resignación y la desesperanza aprendidas de la población con respecto a los problemas sociales y de salud. Los profesionales percibieron al nivel nacional como una estructura sin visión de la realidad. Es posible señalar, además, en la interpretación de los relatos, que para los actores estos son niveles que entregan lineamientos homogéneos sin considerar la diversidad de contextos y las demandas particulares de la población. Los entrevistados, en sus relatos, consideraron que el principal interés del nivel nacional, es que la red cumpla e informe sobre los logros exigidos por las autoridades ministeriales.
Con respecto a la visión de futuro y los escenarios deseables para el SChCC, en los discursos se develaron los motivos para, los cuales se estructuran y se desarrollan en la conciencia de las personas. Estos motivos para se atribuyen a fines que se presentan como deseados y también a objetivos de los actores que tienen que ver con el futuro. En el caso de estudio estuvieron relacionados con la esperanza, la confianza y la incertidumbre, ya que a pesar de las debilidades que perciben en la implementación y en la puesta en marcha del SChCC, consideraban que es posible y necesaria su continuidad con una gestión integrada. Estos motivos revelaron esperanzas en el modelo de gestión que propone el SChCC, el cual se desea que se transforme en una política social participativa con todos los niveles de acción, con independencia de las particularidades de los roles de desempeño.
En el análisis de los motivos para, en los relatos sobre el proceso de proyectar el SChCC hacia el futuro se identificaron aquellos motivos sustentados en las expectativas y en las propuestas desde su acervo de experiencias. Para los actores, a partir de sus discursos, la participación ciudadana, la gestión en red y la evaluación de la calidad y el impacto de la gestión fueron reconocidos como los pilares para mejorar los resultados futuros de la política. También se develaron con fuerza las expectativas sobre el sistema de información, reconociéndose como una propuesta la unificación de las plataformas informáticas, con inclusión de todos los actores de salud, educación y desarrollo social. Es importante señalar que en los discursos los motivos para surgieron como una forma de configurar la respuesta para resolver el dilema de la fragmentación y la ineficiencia que enfrenta la política de protección social y sanitaria en la atención primaria de salud2,27,28. Todo lo anterior, relacionado con la realidad cotidiana y la experiencia de los actores entrevistados.
Discusión
La teoría social de Alfred Schutz señala que en el mundo de la vida cotidiana se construyen los proyectos y los planes de vida. Es el escenario donde se llevan a cabo las acciones y las interacciones entre los sujetos que comparten un universo cultural de significaciones intersubjetivas. La comprensión de las vivencias de los profesionales que gestionan la política del SChCC ha develado los motivos para y los motivos porque que motivan la acción en su vida cotidiana del mundo laboral, que se ha revelado como un mundo de objetos delimitados y ordenados por las estructuras que limitan sus posibilidades de interpretación, creación y acción10. En la literatura se señala que la búsqueda del significado subjetivo de la acción por los motivos permite conocer los significados que da el actor social mientras vivencia la gestión de la política29.
En la ejecución de la política pública los profesionales apelaron a su acervo social de experiencias y conocimientos para la gestión compartida con otros en nuevas relaciones sociales para la acción. Desde la perspectiva de la fenomenología de Schütz, los actores sociales usan constructos de primer orden, es decir, tipificaciones establecidas por experiencias anteriores, que consisten en rutinas previamente aprendidas para la acción colectiva10. De los discursos se desprende la ausencia de problematización del sentido de la acción colectiva, haciendo aprehensión de la gestión de la política, a través del uso del acopio de experiencias que Schutz denomina “modo pragmático” para orientarse en la nueva praxis. El acervo de los conocimientos está hecho de tipificaciones y abstracciones que explican los comportamientos pragmáticos de los profesionales en la gestión de la política del programa estudiado30.
Los fenómenos que ocurren en la transición hacia una gestión integrada están determinados por el acoplamiento entre la historia cultural del modo de hacer aprendido y los nuevos requerimientos de la práctica del hacer y saber hacer de la política de protección social9,10,30. Desde la perspectiva del referente teórico, la comprensión del fenómeno de los motivos porque del proceso de gestión devela que se mantiene la cultura organizacional tradicional de los actores sociales involucrados17-19. En los relatos se reveló el sentido común, sustentado en el cúmulo de experiencias vividas en la combinación de relaciones intersubjetivas que han definido las acciones ejecutoras en el nivel local10,16,18. La habituación de la acción explica que esta se puede volver a ejecutar en el futuro, de la misma manera y con idéntica economía de esfuerzo25,30. Como la vida cotidiana está dominada por el motivo pragmático, el conocimiento de receta, esto es, el conocimiento que se limita a la competencia pragmática en quehaceres rutinarios, ocupa un lugar preeminente en el cúmulo social de conocimiento25.
Desde esa perspectiva, se comprendieron los significados que los profesionales otorgaron a este nuevo orden de la realidad social del mundo laboral. Se intuyó que su visión de las necesidades del nuevo escenario que comparten les invitó a aceptar éticamente la ideología de la política “equidad desde el principio”8,9. Sin embargo, cuando entró en disputa la interpretación de los sistemas de tipificación aprobados por las estructuras jerárquicas, surgió el cuestionamiento natural y la resistencia al cambio sobre la nueva acción social de la gestión ejecutora10. En las narraciones se encontraron las explicaciones sobre las motivaciones de la acción, ya que evidenciaron una diversidad de perspectivas y significados que en algunos momentos convergieron entre ellas, pero que en otros develaron divergencias sobre lo socialmente aprobado por la política y la estructura9,10,18,25. Asimismo, en el ámbito cognitivo cobró sentido el contenido del SChCC, expresado en los testimonios sobre las motivaciones colectivas y su trascendencia en la actitud natural de sus prácticas ejecutoras8,10,16,25.
Para Schütz, las recetas, a diferencia de las tipificaciones, se refieren más a la relación existente con las situaciones que aquella que se establece con las personas. En ese sentido, los gestores responsables del programa analizado aplicaron, con economía de tiempo y esfuerzo, técnicas aprendidas en su proceso de socialización profesional, y no se observó la creación de nuevas recetas que posibilitaran una mayor comprensión de aspectos de su realidad cotidiana, en el contexto de sus acciones profesionales30,31.
A su vez, en los relatos se reveló el nivel de compromiso y confianza para efectuar el cambio dentro de la organización11. En la literatura se reconoce la complejidad y las dificultades en la implementación de políticas sustentadas en la interdisciplinariedad y la intersectorialidad para superar la fragmentación de procesos, que es el corazón de la ineficacia de la gestión1,24,27,28.
En la realidad social de los entrevistados, la gestión fragmentada se sustentó en la actitud natural determinada por el acervo de conocimientos y experiencias vividas en la cotidianeidad, que los hizo reconocerse más o menos competentes, para que la gestión proyectada fuera efectiva en su realidad1,24. La comprensión fragmentada del mundo natural, de las interacciones y de los sistemas tiene consecuencias como la ineficiencia, la inefectividad y la desigualdad28. A este respecto, Schütz señala que las personas, al encontrarse con un problema en su actuar cotidiano, deberían dejar de lado sus tipificaciones y recetas, para establecer otras nuevas formas de acción que permitieran respuestas más apropiadas28,31,32. Es la responsabilidad intersubjetiva, individual y colectiva, como categoría ética y política implicada en el discurso y la acción, cuya inquietud tiene que ver con la capacidad de respuesta de los actores para hacerse cargo de la acción en las prácticas que buscan la transformación33.
Se ha señalado, además, que existe una limitada aplicación por parte de los trabajadores, de los mecanismos de gestión integrada en las redes sanitarias de atención en los diferentes niveles, lo que tiene un impacto negativo en la calidad de la atención28,34. Prevalece una fragmentación cultural configurada por esquemas de cognición, representación y prácticas de actores sociales. Para superar esta situación, se recomiendan estrategias de apoyo de las estructuras en los procesos de coordinación en la red de organizaciones involucradas; la provisión de recursos técnicos para el monitoreo, el seguimiento y la evaluación, y el desarrollo de capacidades de respuesta con pertinencia al contexto social8-11,24,34. Existen antecedentes de que un plan estratégico de supervisión, con énfasis en la capacitación, puede mejorar la retención de los trabajadores de primera línea en los sistemas de protección infantil26,27,35.
En los discursos de las y los profesionales entrevistados, se manifestaron las percepciones sobre las insuficiencias de los niveles responsables en la gestión de las estrategias señaladas. Las evidencias revisadas presentan argumentaciones que permiten tomar conocimiento de las debilidades de este tipo de intervenciones. Por una parte, su efectividad se ve afectada por las inconsistencias entre los supuestos sociales y culturales de los profesionales de salud pública y la población destinataria3, y por otra, por la depreciación de conocimientos y capacidades para la gestión intersectorial y la cooperación entre sectores y actores7,34-37. Los actores del sector salud tendrían que asumir el reto de convocar a los actores sociales de la red a la colaboración interdisciplinaria e intersectorial y, además, deberían vincular los sistemas técnicos de la información con la gestión de procesos efectivamente integrados31-39.
Con respecto a la transición en el cambio del paradigma biomédico, el contenido de los relatos permitió comprender que la situación biográfica condicionó tanto el escenario de la acción como la comprensión de sus posibilidades y de su futuro. Lo central fue el sentido común de las explicaciones, que se apoyaron en la formación de pregrado de los profesionales de la salud y su reproducción hegemónica en el mundo cotidiano del hacer. Según Schütz, la realidad del sentido común se considera culturalmente universal, sin embargo, su expresión en la vida individual depende de la experiencia construida por el sujeto en su realidad social. Esa práctica sanitaria le ha tributado conocimientos que están disponibles y accesibles, de acuerdo a la situación biográfica en que se encuentra16-19.
Es importante destacar el significado que los actores le otorgaron a la inclusión de la población beneficiaria en la gestión del SChCC, para mitigar el impacto de las desigualdades sociales8,39. Esta es una forma de construcción del empoderamiento de la participación ciudadana para ejercer sus derechos sociales, orientados a mejores condiciones sanitarias y de calidad de vida8,9,35.