Introducción
Los profundos cambios que se han sucedido en las últimas décadas en torno a la producción y difusión del conocimiento requieren que la sociedad en general, y especialmente los educadores, desarrollen investigacio nes que permitan los ajustes necesarios en las ciencias de la educación, a fin de que exista equiparación entre la in formación disponible y los mejores modos de apropiarse de ella por parte de la nueva generación de jóvenes a ni vel mundial, latinoamericano y colombiano. Estrategias de esta naturaleza mejorarían el rendimiento académico de los estudiantes del siglo XXI, pero supondrían, sobre todo, una contribución a su desarrollo personal y al de las sociedades de las que forman parte (Montoya, Caro y Aguirre, 2015).
La aplicación de procesos de innovación didác tica, enmarcados en nuevas acciones pedagógicas que incentiven el pensamiento crítico, con énfasis en los métodos educativos que promuevan el desarrollo de ha bilidades y competencias intelectuales en los estudian tes, resulta una obligación para garantizar la necesaria transformación educativa del siglo presente, en la que, entre otros rasgos, debe cambiar la concepción de que la profesión docente es solo transmisión de conocimientos (Tedesco, 2010).
En este sentido, es preciso que los docentes am plíen su perspectiva del hecho educativo y observen los avances en diferentes áreas y ciencias, de modo que esta apertura de miras les permita acelerar los procesos de innovación. Un ejemplo de los conocimientos sobre los que los docentes deberían poseer mayor información son los que provienen de la neuropsicología y la psico logía educativa. Al tema específico de los movimientos sacádicos se dedica este artículo, entre cuyos propósitos se encuentra dar mayor visibilidad a un fenómeno poco conocido, pero fundamental, en el proceso de lectura (Torcal, 2012).
En relación con los problemas visuales, el docente identifica sin mayor dificultad a aquellos alumnos cuya agudeza visual es menor, pues, por ejemplo, entrecierran los ojos para leer los escritos del tablero, alejan o acercan los libros o cuadernos a la cara para leer, pestañean o se tocan los ojos constantemente. Estos comportamientos constituyen indicios de que existen patologías visuales usuales tales como astigmatismo, hipermetropía o mio pía. Un problema de la visión no tan conocido, pero que causa graves perjuicios en quien lo padece es el de las al teraciones de los movimientos sacádicos (Torcal, 2012).
Es obvio que el principal estímulo de entrada para la lectura es la visión, y que la lectura es fundamental para la mayoría de los aprendizajes y base fundamental de la educación escolar. Por ello resulta imprescindible detectar los problemas de visión que presentan los estu diantes y, en lo que respecta al tema de este trabajo, si existe o no influencia de los movimientos sacádicos en el rendimiento académico (Garrido Hermoso, 2013).
Para poder comprender las anomalías en los mo vimientos sacádicos es preciso conocer con anterioridad cómo deben ser los movimientos oculares normales durante la lectura. Ello, en efecto, resultaría de gran utilidad para lograr un apropiado acercamiento al co nocimiento sobre la percepción visual (Montés y Ferrer, 2002).
Se entiende por movimientos sacádicos los des plazamientos oculares rápidos horizontales y transversa les, a manera de saltos, efectuados durante la lectura. El término proviene de la palabra francesa saccade, que significa sacudida o tirón y fue acuñado por Louis Emile Javal (1839-1907), quien durante sus estudios sobre la fisiología de la lectura descubrió que al leer los ojos no recorren las líneas con movimientos regulares, sino que realizan pequeños saltos a lo largo del renglón. Esto re vela que durante la lectura el foco cambia de un grupo de letras a otro de manera rítmica (Purves et al., 2001). Cada vez que los ojos realizan un movimiento sacádico, antes de realizar otro salto, se detienen por un momento brevísimo que se denomina fijación. En ocasiones, se producen regresos cuando el lector, por falta de com prensión, relee algún fragmento. Ni el tiempo de las fijaciones o el número de pausas o la velocidad o la can tidad de saltos es fijo. Dependen, además, de factores como la edad, la dificultad del texto o el objetivo de la lectura. Así, el número de saltos por renglón depende de la amplitud perceptiva de la fijación o el rango de reconocimiento; dicho de otro modo, de la cantidad de palabras que se recoge en una fijación. El movimiento sacádico tiene como función presentar una nueva por ción de texto en la fóvea (área de mayor disposición de agudeza visual) y la retina periférica durante la lectura. Estos movimientos guían y ajustan la imagen en la retina central teniendo en cuenta los espacios durante la fija ción. La supresión sacádica, por su parte, consiste en la inhibición de parte del procesamiento visual resultante entre salto y salto, lo que trae como consecuencia que el lector no tenga la sensación de borrosidad o movimien to de la imagen, inhibición que sucede durante los pri meros 50 milisegundos (ms) (Crespo, Cabestrero, Barrio y Hernández, 2008). La importancia del conocimiento de este comportamiento tiene que ver con la calidad y aprovechamiento de la actividad lectora, pues la adqui sición y desarrollo de una pauta regular de movimien tos sacádicos favorece una mejor velocidad en la lectura (Leong et al., 2014).
Contra lo que en general se piensa, los ojos no ven, pues los sentidos, la vista incluida, transmiten una imagen del mundo externo hacia el cerebro, que la re interpreta como una imagen mental. La facilidad con la que utilizamos los sentidos oculta el hecho de que la percepción es una actividad cerebral de complejidad extrema que implica los almacenes de memoria y exi ge clasificaciones, comparaciones y decisiones antes de que los datos de los sentidos se conviertan en las percep ciones conscientes de las sensaciones exteriores (Parras González, 2012).
El ojo es el receptor de estímulos de entrada vi sual, encargado de transformar las ondas luminosas en impulsos eléctricos por intermedio de los conos y los bastones fotorreceptores existentes en la retina. Los co nos son los responsables de la agudeza y color visual y se encuentran en la fóvea, esto es, en la parte central de la retina. Los bastones son sensibles a la luz débil y al mo vimiento, y se hallan en la zona periférica de la retina. Este tipo de células se conectan con las células bipolares, que a su vez se acoplan a los ganglionares, cuyos axo nes forman el nervio óptico, cruzan el quiasma óptico y alcanzan el núcleo geniculado lateral. Las células gan glionares, conformadas por células parvo, son responsa bles de la agudeza visual y el color. Por vía parvocelular y magno, informan al cerebro de cuándo hay luz débil y movimiento (Urtubia Vicario, 1996).
La variable rendimiento académico se define como el nivel del logro alcanzado por un estudiante du rante su trayectoria escolar, en un período lectivo o una asignatura en particular. Tal rendimiento se mide a tra vés de evaluaciones pedagógicas enmarcadas en conjun tos de procedimientos planificados y aplicados dentro del proceso educativo, con el fin de observar la infor mación recopilada y valorar los alcances del estudiante respecto de los objetivos establecidos por dicho proceso (Devalle y Vega, 2006).
En las evaluaciones internacionales del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), de la Organización para la Coope ración y el Desarrollo Económico (OCDE), los países la tinoamericanos han obtenido bajos puntajes. La prueba se realiza cada tres años. La última fue en el 2012 y, entre 65 países, Chile, México, Uruguay, Costa Rica, Brasil, Argentina, Colombia y Perú ocuparon los puestos 51, 53, 55, 56, 58, 59, 62 y 65 respectivamente (Bos, Gani- mian y Vegas, 2013).
El promedio general de la OCDE fue de 494 pun tos en matemáticas, 496 en lectura y 501 en ciencias. Siguiendo el mismo orden por áreas, los puntajes de Co lombia fueron, de acuerdo con el Informe de Resultados de las Pruebas PISA 2012 del Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES, 2015), de 376, 403 y 399. Dichos resultados están, por tanto, muy por debajo del promedio general.
La institución en la que se realizó la investigación obtuvo puntajes promedios de las pruebas Saber 3 de 2014. En matemáticas y lenguaje los puntajes fueron de 280 y 277 respectivamente, los cuales fueron a su vez comparados con el promedio nacional: 319 para mate máticas y 324 para lenguaje, según el Ministerio de Edu cación Nacional (ICFES, 2015).
Datos como los anteriores, provenientes de infor mes nacionales e internacionales, ponen de manifiesto un grave problema que exige de los educadores la ne cesidad de indagar en los factores que influyen en el rendimiento académico de los estudiantes colombianos a fin de plantear programas de intervención, basados en la evidencia científica, que busquen dar respuesta a este problema (Vargas, 2012).
Sobre la base de la exposición precedente, se ha planteado como objetivo de esta investigación determi nar si los movimientos sacádicos influyen en el rendi miento académico de estudiantes de básica primaria.
Método
Diseño
Estudio de investigación de tipo cuantitativo, con diseño no experimental ex post facto, pues no se manipulan variables, ni se cuenta con grupo experimen tal, ni de control. Con referencia reciente al sistema de variables, la dependiente está asociada al rendimiento académico, para lo cual se ha trabajado con dos niveles de rendimiento: alto y bajo rendimiento académico. Las variables independientes están relacionadas con los dis tintos indicadores de los movimientos sacádicos.
Teniendo en cuenta los trabajos antecedentes, se plantea la siguiente hipótesis: hay diferencias significa tivas en los tiempos y el número de errores cometidos en la lectura del test de los movimientos sacádicos entre estudiantes con alto y bajo rendimiento académico.
Participantes
La población está conformada por 450 niños de estrato socioeconómico bajo en situación de vulnerabi lidad. Estos niños forman parte de familias desplazadas por la violencia de zonas rurales colombianas y depor tadas de Venezuela. Sus edades se encuentran entre 8 y 16 años y son estudiantes de básica primaria en una ins titución educativa ubicada en el noreste de la cabecera municipal de Cúcuta, Colombia. Se tomó una muestra no probabilística por conveniencia. Esta muestra estu vo constituida por 121 estudiantes de tercer grado, con edades comprendidas entre los 8 y 16 años (la media de edad fue de 12,02 años con una desviación típica de 1,98 años). La muestra se dividió en dos grupos discri minados por la media de las calificaciones obtenidas en cada asignatura (escala medida de 1 a 5). Los alumnos con calificaciones promedio igual o superior a 3,8 cons tituyeron el grupo de alto rendimiento. La edad media de este grupo fue de 11,70 años. Los estudiantes con promedios inferiores a 3,8 fueron incluidos en el grupo de bajo rendimiento académico. La edad media de este conjunto fue de 12,29 años. En la Tabla 1 se muestra la distribución de los alumnos por grupo y género.
Género | |||||
---|---|---|---|---|---|
Femenino | Masculino | Total | |||
Grupo | Alto | Frecuencia % de Grupo | 34 60,7 % | 22 39,3 % | 56 100,0 % |
Bajo | Frecuencia % de Grupo | 26 40,0 % | 39 60,0 % | 65 100,0 % | |
Total | Frecuencia % de Grupo | 60 49,6 % | 61 50,4 % | 121 100,0 % |
Instrumento y procedimiento
Test K-D o prueba de King-Devick. Esta prueba permite el peritaje del movimiento ocular durante la lec tura. Las siglas K-D corresponden a la letra inicial de los apellidos de sus diseñadores, quienes en 1976 idearon la prueba con el fin de medir el rendimiento sacádico. El test se administró por primera vez en la Universidad Estatal de Nueva York. Dado que se trata de una prue ba rápida, cuya administración resulta sencilla, y que proporciona, además, información relevante, se ha em pleado repetidamente en numerosos estudios que han confirmado la importancia de la evaluación de los mo vimientos oculares para la temprana detección y correc ción de anomalías.
La prueba K-D consiste en la lectura en voz alta de una serie de números, de izquierda a derecha, repar tidos en cuatro tarjetas. La primera tarjeta es un ensayo y las tres restantes constituyen la prueba propiamente. Para la aplicación del test se pone por orden secuencial cada una de las tarjetas frente al niño y se cronometra en segundos el tiempo que tarda en leer el contenido de la tarjeta. Esta lectura, como se ha dicho, ha de hacerse en voz alta. El administrador de la prueba, además de cronometrar el tiempo de lectura, anota el número de errores cometidos. Ambos aspectos (tiempo de lectura y número de errores) se registran en una ficha o cuaderno de notas.
Para estimar el resultado del test se suma el tiem po de lectura de las tres tarjetas (la primera, como ya se ha mencionado, es una especie de ensayo), que luego se compara con el tiempo esperado (con un margen de error estimado por los propios autores) según la edad. El test está concebido para sujetos entre 6 y 14 años, y el número de errores admitidos va disminuyendo en la medida en que aumenta la edad, pues conforme pasa el tiempo, las destrezas lectoras deben mejorar hasta alcan zar el error cero a los 14 años.
Los números, dispuestos en columnas, en la tar jeta I están unidos por líneas horizontales; las tarjetas
y III no tienen líneas que los unan, y en la tarjeta
la separación vertical entre las filas es mucho menor. A cada estudiante se mostraron las tarjetas a una dis tancia promedio de 40 cm y se le pidió que leyera cada tarjeta en la misma dirección horizontal en que lee un texto. Mientras tanto, el administrador de la prueba, tal y como contempla el protocolo de uso, anotó la cantidad de errores cometidos, el tiempo empleado (en segundos) y si hubo o no movimientos de la cabeza durante el pro ceso de la lectura de cada una de las tarjetas. Se registran los resultados del tiempo total de lectura en cada tarjeta, así como la suma total del tiempo y de errores de las tres tarjetas. Mediante las tablas de valores normativos cla sificada por edades (consultadas en Pinto Blanco, 2014 y en Olivera Plaza, 2015), se determinó la existencia o inexistencia de problemas en los movimientos sacádicos en cuanto al tiempo y los errores. En las Tablas 2 y 3 se presentan los valores normativos para el tiempo medido en segundos y los errores para cada una de las tres tarje tas. Estos valores forman parte del diseño y protocolo de aplicación de la prueba K-D.
Tiempo Edad | (según edad) I | II | III | Total | |
---|---|---|---|---|---|
Tiempo | 6 | 30.98 | 37.05 | 51.00 | 119.03 |
margen de error | 6 | 10.10 | 12.96 | 19.39 | 40.92 |
Tiempo | 7 | 26.71 | 31.12 | 43.06 | 100.89 |
margen de error | 7 | 5.97 | 8.75 | 15.36 | 25.16 |
Tiempo | 8 | 22.98 | 24.89 | 31.26 | 79.13 |
margen de error | 8 | 6.37 | 7.75 | 11.59 | 27.35 |
Tiempo | 9 | 21.02 | 22.89 | 29.53 | 73.44 |
margen de error | 9 | 7.20 | 7.50 | 10.82 | 26.03 |
Tiempo | 10 | 19.72 | 20.79 | 27.76 | 68.27 |
margen de error | 10 | 6.08 | 7.37 | 10.21 | 26.22 |
Tiempo | 11 | 17.58 | 18.95 | 20.39 | 56.92 |
margen de error | 11 | 4.60 | 4.51 | 7.45 | 13.85 |
Tiempo | 12 | 16.94 | 17.68 | 19.42 | 54.04 |
margen de error | 12 | 3.60 | 4.43 | 5.31 | 13.51 |
Tiempo | 13 | 16.29 | 16.96 | 18.98 | 52.23 |
margen de error | 13 | 2.52 | 2.72 | 3.26 | 7.50 |
Tiempo | 14 | 14.86 | 16.87 | 18.73 | 50.46 |
margen de error | 140 | 2.40 | 2.33 | 2.49 | 5.84 |
Errores (según edad) | |||
---|---|---|---|
I | II | III | Total |
1.32 | 3.81 | 10.84 | 16.97 |
1.12 | 2.10 | 8.75 | 11.97 |
0.34 | 0.53 | 2.48 | 3.35 |
0.28 | 0.45 | 2.02 | 2.75 |
0.28 | 0.43 | 1.12 | 1.83 |
0.25 | 0.33 | 0.62 | 1.20 |
0.18 | 0.21 | 0.44 | 0.83 |
0.12 | 0.12 | 0.36 | 0.59 |
0.07 | 0.07 | 0.33 | 0.47 |
Para el cálculo de variable rendimiento académico se tomó el segundo informe académico dado por la ins titución en el año 2015. La institución establece cuatro periodos académicos de 10 semanas cada uno con un valor del 25 %. Finalizado cada período, se confecciona un reporte académico conformado por las calificaciones obtenidas por los estudiantes (en un grado del 1 al 5) en las asignaturas de español, inglés, matemáticas, ciencias sociales, educación física, ciencias naturales, artística, ética, religión, tecnología y comportamiento social. Me diante este reporte se informa a la comunidad educati va del rendimiento académico de cada estudiante. Los estudiantes se distribuyeron en dos grupos de acuerdo con su rendimiento académico, el cual fue calculado to mando como parámetro la media general. Así, el grupo de alto rendimiento académico quedó conformado por los estudiantes con media igual o superior a 3,8 y el de bajo rendimiento académico estuvo constituido por los alumnos con calificación promedio inferior a 3,8.
Se realizó una reunión con los estudiantes y sus padres con la finalidad de informar a los representantes sobre la finalidad del experimento y que otorgaran, por cuanto los sujetos de estudio son menores de edad, el consentimiento escrito para participar en el proyecto.
Para la realización de la prueba se trasladó al estu diante a un salón donde se acomodaron dos pupitres de la manera más apropiada a fin de evitar la mayor canti dad de distracciones posibles. Las pruebas se realizaron en las horas de la mañana, entre las 6:00 a.m. y las 11:30 a.m. La duración promedio de aplicación del test fue de 11 minutos por estudiante.
Una vez obtenidos los datos, se compararon los grupos por medio de la prueba t de Student para las variables cuantitativas: tiempo tarjeta 1, tiempo tarjeta 2, tiempo tarjeta 3, errores tarjeta 1, errores tarjeta 2, errores tarjeta 3, tiempo total de lectura de las tres tarje tas y edad. También se realizaron pruebas Chi cuadrado para comparar a los mismos grupos en las variables cate góricas, género, problemas en movimientos oculares en función del tiempo total y problemas en movimientos oculares en función del total de errores.
Resultados
Resultados de las variables demográficas
Las variables demográficas estudiadas en los gru pos de alto y bajo rendimiento académico fueron la edad y el género de los estudiantes.
La Tabla 4 muestra la media, la desviación típica de la variable cuantitativa edad y el error típico de la media para los grupos de alto y bajo rendimiento aca démico.
Variable | Grupo | N | Media | Desviación típica | Error típico de la media |
---|---|---|---|---|---|
Edad | Alto | 56 | 11,70 | 2,114 | 0,283 |
Bajo | 65 | 12,29 | 1,835 | 0,228 |
Puesto que se trata de una variable cuantitativa se aplicó la prueba t de Student con una significancia del 0,05. La hipótesis nula planteada fue la igualdad de las medias en los dos grupos. Como hipótesis alterna se propuso que las medias en los dos grupos no son iguales, t (119) = -1,660, p = 0,100. En vista de los resultados, no se puede rechazar la hipótesis nula y se acepta, en con secuencia, que las medias en las edades de los grupos de alto y bajo rendimiento académico son similares.
La Tabla 5 muestra la frecuencia y porcentaje de la variable cualitativa género en relación con los grupos de alto y bajo rendimiento académico.
Género | Total | ||||
---|---|---|---|---|---|
Femenino | Masculino | Femenino | |||
Grupo | Alto rendimiento | Frecuencia % de Grupo | 34 60,7 % | 22 39,3 % | 56 100,0 % |
Bajo rendimiento | Frecuencia % de Grupo | 26 40,0 % | 39 60,0 % | 65 100,0 % | |
Total | Frecuencia % de Grupo | 60 49,6 % | 61 50,4 % | 121 100,0 % |
Se aplica la prueba Chi cuadrado con una signifi cancia del 0,05 por ser el género una variable categórica. La hipótesis nula formulada es la de la igualdad de rendi miento académico entre niños y niñas. La hipótesis alter na es la de que los porcentajes en los dos grupos no son iguales. El valor obtenido en la prueba es x2 (1) = 5,164, p < 0,05. Los resultados, por tanto, indican la existencia de evidencia suficiente para rechazar la hipótesis nula y aceptar que en los grupos de alto y bajo rendimiento la distribución por género no es uniforme. Se observa, en efecto, que el porcentaje de niñas en el grupo de alto rendimiento es mayor, mientras que en el grupo de bajo rendimiento es mayor el porcentaje de niños.
En la Tabla 6 se presentan los datos de las me dias y desviaciones típicas de las variables cuantitativas en la prueba de movimientos sacádicos, discriminadas de acuerdo con el rendimiento académico de los estu diantes.
Variable | Grupo | N | Media | Desviación típica |
---|---|---|---|---|
Alto | 56 | 27,89 | 5,12 | |
Tiempo Tapeta 1 MS | ||||
Bajo | 65 | 30,15 | 4,72 | |
Alto | 56 | 0,75 | 0,96 | |
Errores Tarjeta 1 MS | ||||
Bajo | 65 | 0,72 | 0,96 | |
Alto | 56 | 27,23 | 4,60 | |
Tiempo Tarjeta 2 MS | ||||
Bajo | 65 | 30,00 | 6,02 | |
Alto | 56 | 0,41 | 0,73 | |
Errores Tarjeta 2 MS | ||||
Bajo | 65 | 0,51 | 0,92 | |
Alto | 56 | 28,64 | 5,22 | |
Tiempo Tarjeta 3 MS | ||||
Bajo | 65 | 30,54 | 5,05 | |
Alto | 56 | 0,75 | 1,29 | |
Errores Tapeta 3 MS | ||||
Bajo | 65 | 0,69 | 0,98 | |
Alto | 56 | 83,77 | 12,73 | |
Tiempo Total de MS | ||||
Bajo | 65 | 90,69 | 13,66 |
Al aplicar la prueba t de Student, con un nivel de significancia del 0,05, para comparar las medias entre grupos en relación con la variable cuantitativa relativa a los movimientos sacádicos, se considera la hipótesis nula de la igualdad de las medias entre los grupos. Como hi pótesis alternativa se propone la diferencia de medias entre los grupos.
Las variables que presentaron diferencia estadísti ca significativa entre medias de los grupos de alto y bajo rendimiento académico en la prueba t de Student fue ron las siguientes:
La variable tiempo en la tarjeta 1 produjo como resultado un valor de t(119) = -2,526, p < 0,05; la va riable tiempo en la tarjeta 2, t(119) = -2,806, p < 0,05; la variable tiempo en la tarjeta 3, t(119) = -2,027, p < 0,05; y la variable tiempo total de las tres tarjetas, t(119) = -2,869, p < 0,05.
En cuanto a la variable referida al número de erro res por tarjetas (1, 2 y 3) la prueba t de Student suminis tró los siguientes resultados: t(119) = 0,154, p = 0,878; t(119) = -0,634, p = 0,527 y t(119) = 278, p = 0,782. Estos estadísticos demuestran la inexistencia de diferencias estadísticas significativas. Los resultados, por tanto, con ducen a la aceptación de la hipótesis nula, según la cual las medias de los errores cometidos durante la lectura de las tarjetas están asociadas al rendimiento académico.
Se aplicó la prueba Chi cuadrado de Pearson para las variables categóricas: problemas en los movimientos oculares en función del tiempo total y problemas en los movimientos oculares en función del total de errores. En la Tabla 7 se muestra la frecuencia y el porcentaje por grupo de los sujetos que tienen o no problemas en los movimientos oculares en función del tiempo total de lectura de las tres tarjetas.
Problemas por Tiempo | |||||
---|---|---|---|---|---|
Sin problemas | Con problemas | Total | |||
Grupo | Alto | Frecuencia % de Grupo | 24 42,9% | 32 57,1% | 56 100,0% |
Bajo | Frecuencia % de Grupo | 8 12,3% | 57 87,7% | 65 100,0% | |
Total | Frecuencia % de Grupo | 32 26,4% | 89 73,6% | 121 100,0% |
Para la aplicación de la prueba Chi cuadrado de Pearson, a fin de comparar los grupos de alto y bajo rendimiento académico en relación con la variable ca tegórica problemas en los movimientos oculares en función del tiempo total de lectura de las tres tarjetas, se plan teó como hipótesis nula la inexistencia de diferencias de porcentajes entre los dos grupos; como hipótesis alterna se estableció la existencia de diferencias entre los por centajes de los dos grupos. El resultado de la prueba fue X2 (1) = 14,433, p < 0,05, lo cual supone evidencia de que existe información suficiente para falsar la hipótesis nula. Dicho de otro modo, existen diferencias entre los porcentajes de los participantes que presentan proble mas en los movimientos oculares en función del tiempo total de lectura de las tres tarjetas, según pertenezcan a los grupos de alto y bajo rendimiento académico. Con cretamente, se observa que el 42,9 % de los estudiantes del grupo de alto rendimiento académico no tiene pro blemas con el tiempo de lectura de las tres tarjetas del test K-D, mientras que solo el 12,3 % de los estudiantes del grupo de bajo rendimiento efectúan la lectura sin problemas.
En la variable categórica problemas en los movimien tos oculares , en función de los errores totales cometidos en la lectura de las tres tarjetas del test K-D para los movimientos sacádicos, se hallaron las frecuencias y los porcentajes por grupo de alto y bajo rendimiento acadé mico, resultados que se muestran en la Tabla 8.
Problemas por Erorr | |||||
---|---|---|---|---|---|
Sin problemas | Con problemas | Total | |||
Grupo | Alto | Frecuencia % de Grupo | 36 64,3% | 20 35,7% | 56 100,0% |
Bajo | Frecuencia % de Grupo | 35 53,8% | 30 46,2% | 65 100,0% | |
Total | Frecuencia % de Grupo | 71 58,7% | 20 41,3% | 121 100,0% |
Observamos que el 64 % de los estudiantes de alto rendimiento académico y el 54 % de los de bajo ren dimiento no presentan problemas oculares en función de los errores de lectura y que estos porcentajes están muy próximos entre sí.
De la prueba Chi cuadrado de Pearson, con un nivel de significancia del 0,05, se obtienen los siguientes resultados: X2 (1) = 1,352, p = 0,245. Esto demuestra que no existe diferencia entre los porcentajes de los grupos respecto de los problemas vinculados con los movimien tos oculares en función de los errores totales. Por consi guiente, no existe evidencia suficiente para rechazar la hipótesis nula de que no existe diferencia entre los gru pos de alto y bajo rendimiento académico con respecto al porcentaje de errores totales en la lectura de las tres tarjetas del test K-D de los movimientos sacádicos.
Discusión
El objetivo del estudio consistió en examinar si los movimientos sacádicos influyen en el rendimiento académico de los estudiantes de básica primaria.
De acuerdo con los resultados de la investigación, los estudiantes de alto rendimiento académico emplean menos tiempo en la lectura de las tarjetas del test de movimientos sacádicos, lo cual, tal y como se ha repor tado en investigaciones previas, facilita la comprensión lectora (López Nieto, 2015), agudiza el razonamiento y adquisición de conocimientos e influye en el rendimien to académico (Caso-Niebla y Hernández, 2007).
También se estableció que el porcentaje de los es tudiantes que no tienen problemas con los movimientos oculares en función del tiempo es mucho menor en el grupo de alto rendimiento académico.
En el estudio, en cambio, no se encontraron di ferencias significativas entre los grupos con alto y bajo rendimiento académico en relación con el número de errores por tarjeta o total, ni tampoco diferencias con respecto al porcentaje de participantes con problemas en movimientos oculares en función de los errores co metidos.
Por tanto, se confirma la hipótesis inicial de la in vestigación, que fue la de la existencia de diferencias sig nificativas en los tiempos y el número de errores come tidos en la lectura del test de los movimientos sacádicos entre estudiantes con alto y bajo rendimiento académi co, aunque en lo concerniente al número de errores no se encontraron diferencias entre los grupos. Estos resul tados coinciden con los de Vidal (2015), quien encontró en su investigación relación entre el tiempo requerido en la lectura de un test de movimientos oculares y el rendimiento académico.
En un plano más general, se puede establecer que el rendimiento académico y la comprensión lectora son aspectos estrechamente relacionados. En efecto, gran parte del desempeño escolar se basa en textos escritos y, por tanto, en la habilidad de comprensión lectora. En este sentido, los resultados de este trabajo se muestran parcialmente coincidentes con los hallazgos de investiga ciones anteriores, que han probado la relación existente entre los movimientos oculares y la comprensión lectora (Bucci, Bremand y Kapoula, 2008; Okumura, Wakamiya, Suzuki & Tamai, 2006; Páez y Perea, 2007; Torcal, 2012; Zhang, Yan, Kendrick & Li, 2012).
Aunque la comprensión lectora y el rendimien to académico son fenómenos distintos, existen estudios que demuestran una fuerte relación entre ambos (Caso-Niebla y Hernández, 2007; Chávez, 2006; Palomino, 2011; Peralbo, Porto, Barca, Risso, Mayor & García, 2009). En esta misma línea, los resultados de este tra bajo coinciden con los de otros que encuentran una re lación entre nivel lector y movimientos oculares y que establecen que los buenos lectores tienden a mostrar un buen nivel en movimientos oculares (Torcal, 2012; Pa rras González, 2012).
Con respecto al género, se encontró una distri bución asimétrica entre niños y niñas en los grupos con alto y bajo rendimiento. Sería interesante establecer con mayor profundidad la influencia de esta variable en los resultados obtenidos.
Como conclusión global, se puede afirmar que los movimientos sacádicos en función al tiempo de lectura influyen en el rendimiento académico de los estudian tes de básica primaria. Y como resumen de la discusión, puede decirse, en correspondencia con el objetivo y la hipótesis del proyecto, que las variables movimientos sacádicos y género han resultado ser factores importantes en el rendimiento académico de los estudiantes de bási ca primaria de la institución educativa objeto de estudio.