Introducción
En México existe una oferta de servicios para la salud que se clasifica en tres tipos: 1) los servicios suministrados por instituciones de seguridad social -dirigidos a aquella población asalariada afiliada a instituciones como: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), servicios de salud otorgados para los trabajadores de Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Marina-; 2) los servicios para la salud de carácter público -que atienden a la población abierta (sin acceso a la seguridad social) mediante el Sistema de Protección Social en Salud a través del Seguro Popular en Salud (ahora Instituto Nacional para el Bienestar), y 3) el sector privado, en el que cualquier persona puede atenderse mediante pagos directos o por la contratación de un seguro contra gastos médicos 1,2.
Si bien, y a pesar de que la gente puede recibir de forma gratuita atención médica de carácter pública o que las personas pueden asistir a los servicios a los cuales se encuentran afiliados, durante los últimos años se ha observado un aumento en la utilización de servicios privados en México, lo cual ha llevado a que muchos de los hogares sufraguen erogaciones por encima de su capacidad de pago (3). Ello provoca gastos catastróficos y empobrecedores que ponen en riesgo su calidad de vida y bienestar ante la necesidad de recurrir a fuentes de financiamiento alternativas, como venta de activos, endeudamiento o sacrificio de otro tipo de bienes de consumo e inversión (alimentación, educación, entre otros) 3-10.
Desde esta perspectiva, la economía de la salud ha sido un referente teórico y empírico para explicar por qué se producen cambios en la utilización de servicios de atención médica. El empleo de modelos de comportamiento desarrollados a partir de estimaciones econométricas ha permitido identificar cuáles aspectos inciden para que una persona, ante un evento de enfermedad (curación), o con la intención de mantener su estado de salud (prevención), decida atenderse (o no) y en qué lugar hacerlo 11-20.
En el caso mexicano, los estudios se han abordado principalmente desde el enfoque de la demanda, apoyándose en los supuestos de racionalidad económica, la utilidad individual y las preferencias de estos en la elección de los servicios disponibles 5-8,10,20-27. Este enfoque se deriva de la teoría económica tradicional del consumidor, en la cual el individuo es el principal agente determinador de la demanda de servicios para la salud, pero con restricciones originadas de las características de los proveedores que los suministran. El poder explicativo de este enfoque ha resultado vital cuando se trata de conocer el impacto provocado por los aspectos geográficos, económicos y culturales en la utilización de tales servicios. Al respecto, podemos mencionar que mediante este tipo de estudios se conoce, por ejemplo, que las personas de un hogar, región específica y con ciertos ingresos estarían más interesadas en utilizar servicios a los cuales están afiliados, o bien, acudir a aquellos donde los costos de traslado son menores, por mencionar algunos.
Si bien las contribuciones de estos estudios han resultado importantes para identificar por qué se dan cambios en la demanda, su aporte es limitado cuando la utilización es diferenciada en individuos o familias que cuentan con perfiles sociodemográficos o económicos similares, con lo cual se puede asumir que las preferencias de estos se encuentran determinadas también por las características de los servicios a los cuales acuden cuando requieren algún tipo de atención.
Debido a lo anterior se han desarrollado estudios que emplean modelizaciones en las que se incluyen características de las alternativas disponibles. Entre ellos destacan los modelos logístico condicional, los anidados o los modelos de efectos mixtos 11-14,17,18.
Con el empleo de este tipo de estimaciones se identifican aquellos factores que los consumidores (utilizadores) consideran cuando eligen una opción entre más de dos alternativas. Se trata de generalizaciones de los modelos de regresión logit y probit con la diferencia de que mientras los segundos suponen independencia entre las distintas alternativas posibles, es decir, que las probabilidades de las funciones de utilidad condicional no están correlacionadas a través de las alternativas -las opciones A y B son bienes normales (ninguna se considera un bien sustituto) y el individuo puede elegir cualquier alternativa de manera independiente-; los primeros identifican los factores que determinan la elección de un individuo entre las opciones que se ofrecen, suponiendo que estas son dependientes entre sí -la opción A (bien sustituto) puede ser elegida debido a que el usuario cuenta con restricciones para elegir la opción B-. La evidencia empírica obtenida de este tipo de modelizaciones ha contribuido a identificar que, además de las variables sociodemográficas y económicas (severidad de la enfermedad, edad, sexo, estado civil, la actitud individual del usuario, ingreso-gasto) de los individuos, las características de los proveedores incidirían en la elasticidad del precio de la demanda (cambios en la utilización de un tipo de proveedor cuando cambia su precio), pero también, en la elección de algún servicio en función a sus atributos 12,14,17,18,28.
Desde esta perspectiva, el objetivo del presente estudio consiste en identificar las características de la oferta de servicios para la salud que inciden en la utilización de atención ambulatoria en el caso mexicano.
Materiales y métodos
ara conocer los factores asociados a los cambios en el uso de servicios de atención ambulatoria, se empleó un modelo logístico condicional mediante una modelización con variables discretas. Estos modelos constituyen un instrumento estadístico cuando se cuenta con una variable dependiente cualitativa con dos (binomial) o más valores posibles (multinomial) no jerarquizados (nominal) y, al menos, una variable independiente que puede ser cuantitativa (covariable) o categórica (nominal u ordinal).
Es útil cuando se quiere conocer la probabilidad de que ocurra o no algún evento de interés a partir de una estimación que identifica, por ejemplo, la incidencia (magnitud mediante coeficientes) que una variable predictora (independiente/explicativa) tiene en la elección de los distintos proveedores de servicios para la salud. Con ello se sabe qué y cuáles variables (características de los servicios) aumentan o disminuyen la probabilidad de que una persona decida acudir a algún tipo de proveedor de servicios para la salud.
En el modelo desarrollado en este estudio, la utilidad que un individuo n recibe de la elección de acudir a alguna institución de salud disponible i, dado un conjunto alternativas i = 1,... I, se representa mediante una función indirecta de la utilidad lineal con la siguiente forma:
Donde:
X ni son los atributos observados que caracterizan las alternativas disponibles (disponibilidad de material clínico, medicamentos, por mencionar algunas) para el utilizador.
β’ es el vector de coeficientes (magnitud/incidencia) estimados para cada uno de los atributos observados de X ni.
Si se asume que un individuo siempre elegirá la alternativa en la cual maximiza su utilidad (proveedor de su preferencia), la probabilidad π ni de la elección de la alternativa i será mayor que las del resto de las alternativas, misma que al simplificarse queda expresada como:
Finalmente, al transformar los coeficientes en probabilidades, se identifican aquellas características de los proveedores capaces de influir en la elección de las opciones disponibles; pero también, en los atributos que, para el caso de los servicios que suministran las instituciones de salud públicas y de seguridad social, pueden mejorarse, lo que reduce, como contraparte, la probabilidad de incurrir en un gasto catastrófico y empobrecedor ante la utilización de servicios privados.
La variable dependiente se modeló de manera discreta (categórica) con tres valores posibles: utilizar servicios de salud públicos, de seguridad social o privados. La categoría de referencia (servicios privados) incluyó a individuos que utilizaron servicios para la salud en instituciones privadas (farmacias similares y hospitales de primer nivel: Hospital Ángeles, Médica Sur, entre otros); para los servicios de seguridad social se consideraron a todas aquellas personas que acudieron a servicios como el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, servicios de salud otorgados para los trabajadores de Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Marina. Finalmente, en los servicios de salud públicos se incluyó a quienes se atendieron en instituciones de la Secretaría de Salud: IMSS Oportunidades, Seguro Popular y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.
Respecto con las variables explicativas, se seleccionaron aquellas preguntas que caracterizan a los proveedores de servicios para la salud y que forman parte de las secciones III-VII del cuestionario de utilizadores de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018 (29). Adicionalmente, se incluyó la variable afiliación, relacionada con las características del utilizador. Respecto a la estructura de las variables explicativas, se describen en la tabla 1.
Variable | Codificación |
---|---|
Afiliación | Variable categórica que toma 7 valores: 0 si el hogar no se encuentra afiliado a ningún ser- vicio para la salud, 1 si está adscrito a alguna institución de seguridad social, 2 si cuenta con aseguramiento público, 3 cuando pertenece a algún sistema privado, 4 cuando el utilizador cuenta con cobertura pública y de seguridad social, 5 cuando el utilizador cuenta con una doble cobertura de servicios de seguridad social, 6 cuando la doble cobertura se da a través de servicios de seguridad social y públicos y 7 cuando se encuentra afiliado a servicios privados y públicos. |
Precio de la consulta | Variable continua que indica el desembolso sufragado por quien solicitó servicios de atención médica ambulatoria. |
Disponibilidad de medicamentos | Variable categórica con 4 valores: 0 cuando el utilizador no requirió medicamentos, 1 cuando el utilizador requirió medicamentos y los obtuvo en el mismo lugar de atención, 2 cuando los obtuvo en otro lugar de la atención, pero en la misma institución y 3 cuando los obtuvo en otro lugar. |
Disponibilidad de material clínico | Variable categórica con 4 valores: 0 cuando el utilizador no requirió exámenes de laboratorio, 1 cuando sí los requirió y los obtuvo en el mismo lugar de atención, 2 cuando se realizó exámenes médicos en otro lugar de la atención pero en la misma institución y 3 cuando se los realizó en otro lugar. |
Atención mediante cita | Variable categórica con dos valores: 0 cuando el utilizador no recibió atención mediante cita programada y 1 cuando lo hizo mediante cita. |
Elección del lugar de atención | Variable categórica con dos valores posibles: 0 cuando no eligió el lugar de atención y 1 cuando sí lo hizo. |
Diagnóstico sobre la enfermedad al paciente | Variable categórica con dos valores: 0 cuando el médico no informó al usuario sobre la enfermedad del paciente y 1 cuando sí lo hizo. |
Para estimar la demanda por servicios médicos curativos se utilizó información correspondiente a la Ensanut 2018 (29). La encuesta es de cobertura nacional y cuenta con información de 50 000 viviendas. A efectos de la estimación fue necesario restringir la muestra, a modo de incluir solamente a individuos que tuvieron necesidad de atención ambulatoria curativa. También se excluyeron casos con información incompleta. Con dichas acotaciones se analizaron, de un universo total de 8757 cuestionarios de utilizadores, 7958 casos que, con base en los factores de expansión, representan 7 306 793 individuos, que presentaron un evento de enfermedad y que acudieron a alguna de las instituciones de salud distribuidas en toda la república mexicana.
Respecto al tratamiento de la información, se hicieron pruebas de ajuste en aquellas variables que estudios previos han encontrado con comportamientos no lineales y se optó por mantener la variable costo de la atención (precio de la consulta) como continua, debido a que con ello hubo un mejor ajuste. En el caso de las variables categóricas, se mantuvieron los valores originales, por lo que fue posible obtener coeficientes individuales para cada tramo de dichas variables. Finalmente, los coeficientes fueron transformados en cambios en las probabilidades estimadas a partir de impactos marginales ante cambios en las categorías.
Resultados
Como se observa en la tabla 2, los resultados muestran valores estadísticamente significativos y con coeficientes de diferente magnitud. Las variables afiliación, disponibilidad de material clínico, diagnóstico de la enfermedad, disponibilidad de medicamentos y atención mediante cita cuentan con los valores más altos.
Así, mientras los resultados corroboran los hallazgos, en estudios previos para el caso de las variables precio de la atención, afiliación y disponibilidad de medicamentos 5-10,23-25,27,30-42, la explicación de la enfermedad (diagnóstico), atención mediante cita (37) y disponibilidad de material clínico también son factores que influyen en la utilización diferenciada. Un caso interesante se observó en la variable precio, que presentó un valor considerado por debajo de lo esperado respecto con otros estudios. Esta situación bien puede ser atribuida a que, en el caso de servicios ambulatorios públicos, el precio por la atención tiene un comportamiento similar al de un bien inferior, donde al aumentar el precio (o los costos indirectos asociados a su utilización), disminuye la cantidad demandada, pero en menor medida al de otras variables (afiliación, atención mediante cita, por mencionar algunas).
Alternative-specific condicional logit | Num- ber of obs. | = 17.952 | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Case variable: id | Alts per case | = 3 | ||||||||
Log likelihood = −4095070.8 | Wald chi2(30) Prob>- chi2 | = 1255617.35 = 0.000 | ||||||||
Variables | Seguridad social | Servicios públicos | ||||||||
Coef. | Std. | p>|z| | [95% IC] | Coef. | Std. | p>|z| | [95 % IC] | |||
Precio de atención | 0.0417362 | 0.0000797 | 0 | 0.04158 | 0.0418923 | 0.0510509 | 0.0000791 | 0 | 0.0508958 | 0.051206 |
Afiliación (ninguno como referencia) | ||||||||||
Seguridad social | −0.061688 | 0.0039068 | 0 | −0.0693452 | −0.0540309 | 0.2093984 | 0.0038927 | 0 | 0.2017688 | 0.217028 |
Público | −0.074868 | 0.0044023 | 0 | −0.0834963 | −0.0662398 | 0.2343179 | 0.0043411 | 0 | 0.2258095 | 0.2428263 |
Privado | −0.4104147 | 0.0141011 | 0 | −0.4380522 | −0.3827771 | 0.411452 | 0.0123826 | 0 | 0.3871826 | 0.4357214 |
SS/SS (doble cobertura en seguridad social) | 0.2420597 | 0.0136779 | 0 | 0.2152514 | 0.268868 | 0.4483554 | 0.0134727 | 0 | 0.4219494 | 0.4747614 |
Público/Público (doble cobertura en servicios públicos) | −18.32695 | 496.2649 | 0.04 | −990.9882 | 954.3343 | −0.2243476 | 0.0998486 | 0.03 | −0.4200472 | −0.0286481 |
SS/Público | 0.2238244 | 0.012158 | 0 | 0.1999952 | 0.2476536 | −0.1011769 | 0.0130572 | 0 | −0.1267684 | −0.0755853 |
SS/Privado | 0.0453588 | 0.0170565 | 0.01 | 0.0119286 | 0.078789 | −1.194925 | 0.0212269 | 0 | −1.236529 | −1.153321 |
Disponibilidad de material clínico (no encontró como referencia) | ||||||||||
Solo algu- nos | 0.6266192 | 0.0069627 | 0 | 0.6129725 | 0.6402659 | 0.5142453 | 0.0067995 | 0 | 0.5009184 | 0.5275721 |
Sí, todos | −0.1915674 | 0.0033459 | 0 | −0.1981252 | −0.1850095 | −1.690888 | 0.0044105 | 0 | −1.699532 | −1.682244 |
Cita (no se atendió mediante cita como referencia) | ||||||||||
Se atendió mediante cita | 0.3796182 | 0.0060416 | 0 | 0.367777 | 0.3914594 | 0.7124763 | 0.0061464 | 0 | 0.7004295 | 0.7245231 |
Diagnóstico (no se le explicó su enfermedad como referencia) | ||||||||||
Se le expli- có su enfer- medad | 0.0554729 | 0.0037825 | 0 | 0.0480592 | 0.0628865 | −0.7586707 | 0.0042485 | 0 | −0.7669975 | −0.7503439 |
Disponibilidad de medicamentos (no encontró medicamentos) | ||||||||||
Solo algu- nos | −0.4555215 | 0.0076586 | 0 | −0.4705322 | −0.4405108 | −1.296441 | 0.0091791 | 0 | −1.314431 | −1.27845 |
Sí, todos | −1.716241 | 0.0062314 | 0 | −1.728454 | −1.704028 | −1.034405 | 0.0064841 | 0 | −1.047114 | −1.021697 |
Cons. | 1.040495 | 0.0075402 | 0 | 1.025717 | 1.055274 | 0.9823887 | 0.007665 | 0 | 0.9673655 | 0.9974118 |
A fin de facilitar la interpretación de los resultados, se transformaron en probabilidades aquellos atributos que registraron los valores más altos. Para ello, se estimaron impactos marginales cambiando los valores de las categorías relacionadas con: disponibilidad de medicamentos y material de laboratorio, afiliación, consulta programada y diagnóstico de la enfermedad, manteniendo fijos los valores promedio en el resto de variables incorporadas al modelo general.
La figura 1 muestra el efecto que produce la disponibilidad de medicamentos y material clínico en las instituciones de salud. Como se observa, los servicios de seguridad social presentan nulas probabilidades de ser utilizados cuando no se cuenta con medicamentos; mientras que en los servicios privados existe una alta probabilidad de utilización para las tres categorías. Por su parte, las probabilidades de acudir a servicios públicos incrementan cuando existen algunos o todos los medicamentos. Los resultados obtenidos sugieren que la disponibilidad de estos es un elemento importante en servicios de carácter público y social; en los servicios privados, aunque se observan diferenciales importantes, las probabilidades de uso siempre son las más altas en comparación al resto de los proveedores. Un caso similar ocurre con la disponibilidad de material clínico, en que las probabilidades de utilización más altas se dan en los servicios privados; en los servicios de seguridad social, es prácticamente nula en las tres categorías, mientras que en los servicios públicos las probabilidades pueden considerarse altas cuando la atención no requiere exámenes de laboratorio, o bien cuando existe todo el material clínico.
La figura 1 muestra que el no encontrar medicamentos en las instituciones de atención tiene un efecto importante en el tipo de servicios de salud que los usuarios utilizan; la prevalencia probabilística en servicios privados se mantiene como la más alta de todas las instituciones, lo cual sugiere que una parte importante de quienes presentan eventos de enfermedad de primer nivel tiende a acudir a servicios de seguridad social y, en menor medida, a servicios públicos, cuando resulta posible encontrar, al menos, algunos medicamentos.
Los cambios en las probabilidades por tipo de afiliación arrojan resultados interesantes. La figura 2 muestra que los servicios públicos no han tenido el impacto esperado en términos de utilización, ya que los emplean menos de una tercera parte del total de usuarios que no cuentan con cobertura alguna en salud; mientras que la atención de estos se concentra principalmente en instituciones privadas, cifra muy similar para el caso de quienes cuentan con una sola cobertura pública. También se observa que este tipo de servicios solamente es usado cuando se cuenta con una doble cobertura en servicios públicos. No obstante, y salvo para esta categoría, la utilización de servicios privados permanece como la más preferida cuando se trata de atención ambulatoria. En este sentido, si bien la cobertura universal puede tener un efecto financiero protector, es menor al esperado.
Finalmente, y respecto al tipo de consulta y explicación de la enfermedad, los resultados muestran que acudir a recibir atención médica con cita es un elemento importante, salvo en los servicios privados, para quienes demandan servicios con cualquier tipo de proveedor, ya que las probabilidades son mayores que cuando acuden sin atención programada (figura 3). Lo anterior bien puede deberse al hecho de que en México es muy habitual encontrar largos tiempos de espera para concertar una cita, o bien para ser atendidos cuando la atención no ha sido programada, particularmente cuando es en instituciones públicas o de seguridad social 43. Respecto a la variable diagnóstico, los resultados indican que cuando los médicos explican el estado de salud a sus pacientes, las probabilidades de acudir a cualquier tipo de servicio son mayores que cuando no lo hacen. Este hecho resalta la importancia que los usuarios le dan al conocimiento sobre su padecimiento, al punto de que esto puede garantizar que los enfermos utilicen cualquier proveedor o regresar en caso de que sea necesario.
Discusión
os resultados obtenidos en el modelo logístico condicional muestran el grado y el tipo de relación existente entre las variables de las características de los proveedores con la probabilidad de utilizar algún tipo de servicios para la salud de México. El hecho de que los coeficientes obtenidos en cada categoría muestren signos positivos y negativos indica un impacto diferenciado de sus atributos en la categoría de referencia (servicios privados) de la variable dependiente.
En el caso del precio de la consulta, los valores presentaron signos positivos para los casos de seguridad social y pública, con lo cual se corroboran los hallazgos en estudios similares, en los cuales se muestra el peso de este 23-25,28. No obstante, también se pudo documentar que el impacto es menor al de otras variables incluidas.
Por su parte, la variable afiliación muestra que la probabilidad de acudir a servicios privados aumenta cuando: la persona o el hogar se encuentra afiliado a servicios de seguridad social, público, o con una cobertura doble en servicios público-público, esto para el caso de los utilizadores de servicios de seguridad social. Para quienes se atendieron en servicios públicos, las probabilidades de utilizar servicios privados aumentan en los casos de doble cobertura en servicios público-público, seguridad social-público y seguridad social-privado. Al igual que en el caso anterior, los resultados son consistentes con los estudios que documentan cómo la afiliación favorece de manera general la utilización de servicios para la salud y como mecanismo de protección financiera al evitar gasto de bolsillo en el que los utilizadores podrían incurrir cuando acuden a servicios privados 1,7,10,38,44-47. Sin embargo, resalta el hecho de que dicho impacto es diferenciado, por lo que la extensión de la cobertura universal en salud implementado en nuestro país no garantiza un efecto protector en todos los casos, ya que las personas sin aseguramiento y los que cuentan con una cobertura simple en servicios públicos tienen mayores probabilidades de atenderse en instituciones privadas.
Respecto a las variables diagnóstico de la enfermedad y atención programada, se encontró que las probabilidades son mayores indistintamente del proveedor cuando se explica la enfermedad y cuando la atención fue programada. A diferencia de las variables anteriores, los resultados no se pueden comparar con otros estudios, por lo que estos pueden considerarse un hallazgo que contribuye al diseño de estrategias y líneas de acción en materia de política pública para mejorar la atención en instituciones de salud de carácter público y de seguridad social.
En cuanto a la disponibilidad de medicamentos, se logró documentar que tanto para los servicios de seguridad social como para los públicos, las probabilidades de usarlos son mayores cuando se encuentran algunos o todos los medicamentos; mientras que para el caso de los servicios privados la disponibilidad no es tan importante. Los resultados obtenidos son similares a los realizados en otros estudios, donde se muestra la importancia que tiene la disponibilidad de medicamentes en la utilización y como mecanismo para prevenir gastos de bolsillo 23,24,48,49.
Por último, la variable disponibilidad de material para exámenes de laboratorio muestra en todas las categorías que las probabilidades de acudir a servicios privados son siempre las más altas; mientras que en el caso de los servicios públicos esto solamente ocurre cuando los utilizadores no requieren material clínico para la toma de exámenes o cuando se requiere y está disponible en la unidad de atención. Un caso interesante se observa en los casos de servicios de seguridad social, donde la utilización prácticamente es nula para todas las categorías. Si bien no existen otros estudios relacionados de manera directa con la disponibilidad de este tipo de equipamiento, algunas investigaciones han podido documentar cómo la falta de material disponible puede provocar costos indirectos (casi un 20 % del total de gastos sufragados por motivos de atención curativa) asociados a gasto en medicamentos sin receta, material para curación en servicios de medicina alternativa, aparatos ortopédicos y terapéuticos, así como cambios en la demanda de servicios para la salud a los cuales los utilizadores normalmente acuden 48.
Los hallazgos obtenidos muestran que las características de los proveedores impactan de forma similar en los aspectos sociodemográficos, económicos, epidemiológicos y culturales de los individuos, al punto de que estos pueden limitar el acceso y utilización de servicios ambulatorios de carácter público y social. En este sentido, la política para la salud en nuestro país deberá emplear mecanismos que garanticen no solamente la afiliación a un servicio de salud (público o de seguridad social), sino también que este suministre información relevante a sus pacientes sobre su enfermedad, citas oportunas y programadas, una mayor disponibilidad de medicamentos esenciales, material clínico necesario, entre otras. Así, la escasa o nula disponibilidad de estos atributos en los proveedores de salud deben ser considerados barreras importantes en el acceso que minimizan el efecto protector que tiene la adscripción a este tipo de servicios en términos económicos, lo cual puede ampliar las brechas financieras de los hogares en cuanto a su capacidad de pago, haciendo inequitativo el sistema de salud mexicano.
No obstante lo anterior, las estrategias preventivas serán siempre más efectivas, si lo que se quiere no es solo prevenir el gasto catastrófico o empobrecedor, sino garantizar el derecho a la salud y mejorar la calidad de vida y el bienestar de los mexicanos.
En suma, se requieren esfuerzos adicionales. El desafío pendiente más importante para México; ya no es solamente la extensión y afiliación a servicios de salud públicos y de seguridad social, sino también el rediseño de la política pública, centrada en mejorar los indicadores de estructura (disponibilidad de material clínico y de medicamentos) y proceso (explicación de la enfermedad y atención sin cita previa), a fin de que los grupos más vulnerables no tengan que acudir a servicios privados, evitando con ello sufragar erogaciones por encima de su poder adquisitivo.