INTRODUCCIÓN
Según Xia y otros (2012) los gobiernos y los líderes empresariales tienen un interés cada vez mayor en identificar por qué existen territorios y empresas con más éxito que otras. La intención en los últimos años ha sido identificar el porqué del fracaso de algunas economías o empresas y esto lleva a la necesidad de identificar aspectos clave de las economías que apunten al desarrollo de la competitividad.
Para Tello (2006) uno de los mecanismos para el crecimiento económico de las regiones consiste en la identificación de las características propias de cada una de ellas para así potenciar las políticas públicas basadas en el conocimiento de las fortalezas y debilidades del entorno, esto, con el apoyo de diferentes agentes en el ámbito sociocultural lo que se fundamenta en la teoría del desarrollo económico local (DEL).
El propósito de este trabajo es identificar las capacidades y potencialidades propias con las que cuenta el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, para el de sarrollo territorial. El proceso de investigación está compuesto por dos momentos metodológicos: el primero es la identificación de capacidades, restricciones y potencialidades con las que cuenta el territorio, y el segundo es un análisis de la percepción de los expertos o agentes de desarrollo que intervienen en la economía del territorio, esto, por medio de una relatoría realizada en diversos talleres donde se recopila la opinión de los expertos.
Este estudio da cuenta de las políticas implementadas en la región, donde se destaca el desarrollo de cluster que fortalece los vínculos empresariales y desarrolla cadenas productivas fuertes. Sin embargo, se cuentan con algunas restricciones como la desaceleración industrial y la falta de articulación entre las regiones para el desarrollo de un entorno sociopolítico adecuado que potencie las alianzas público-privadas necesarias para la competitividad territorial y de las empresas ya creadas.
El artículo se encuentra dividido en cuatro secciones a partir de la introducción; la primera sección presenta las teorías que fundamentan el desarrollo económico y de competitividad territorial; en la segunda sección, se describe la metodología con la que se recopila y procesa la información; en la tercera sección se exponen los resultados a los que llega la investigación, y se muestran las capacidades y res tricciones con las que cuenta la región para el desarrollo competitivo, y por último, se presentan las estrategias, líneas y proyectos requeridas para impulsarlo. Al final del artículo se muestran las conclusiones a las que llega el estudio.
1. COMPETITIVIDAD EN EL DESARROLLO TERRITORIAL
Para Lira (2005) en la nueva economía globalizada, los territorios deben aprender a adaptarse al cambio de las estructuras productivas del mundo, es decir, econo mías basadas en conocimiento, lo que implica que los territorios sub-nacionales requieren del desarrollo de habilidades y ventajas que destaquen en el ámbito internacional; a su vez, deben preocuparse por incrementar la capacidad para cons truir estas ventajas y así especializarse en áreas o sectores que tengan proyección internacional.
Sin embargo, Krugman (1994) afirma que el concepto de competitividad ha generado diversas discusiones académicas; en términos empresariales ya se tiene claro que se hace referencia a la productividad de las firmas; los debates se generan cuando se habla de competitividad en las esferas regionales o nacionales. Furman, Porter y Stern (2002) afirman que la competitividad puede verse desde distintos ámbitos debido a que las regiones o territorios también compiten entre sí por capital. Pero es la competitividad de las industrias la que presiona la competitividad en el entorno industrial y nacional. Lo anterior también es soportado por Kao y otros (2008), Lall y House (2001) y Lira (2005).
El concepto de la ventaja competitiva está basado en la productividad y en factores que la determinan. Según Krugman y Obstfeld (2000) la productividad es la relación entre los resultados obtenidos de un sistema para producir bienes y servicios, y los recursos usados para obtener este resultado; en otras palabras, su uso eficiente o relación entre los resultados obtenidos y los recursos usados y el tiempo que toma obtenerlos.
Por su parte Romo y Abdel (2005) argumentan que las empresas que pertenecen a una industria competitiva son beneficiadas por la creación de una estructura especializada que aumenta el desempeño. Además, permite acceder a eslabones en la cadena de suministros y relaciones inter-empresariales que aportan al desarrollo del sector.
Los recientes enfoques del desarrollo económico utilizan como mecanismo para la consecución del crecimiento, la identificación de las simplicidades de cada región buscando la potenciación del desarrollo local por medio de políticas públi cas, cimentadas en el conocimiento de las necesidades y fortalezas del entorno a través de la interacción con los diferentes agentes inmersos en los espacios so ciocultural, económico y político, creando de esta forma un desarrollo económico desde lo local.
La teoría del desarrollo endógeno establece que el desarrollo económico de los territorios debe sustentarse en los recursos disponibles en la región con el objetivo de mejorar los niveles de vida para la población local. De esta manera, Fuentes (2005) indica que las estrategias DEL tienen como prioridad el desarrollo de territorios con capacidad competitiva, teniendo como metas: el desarrollo y reestructuración del sistema productivo, el aumento del empleo, y el mejoramiento de la calidad de vida de la población local.
Para potenciar las relaciones interempresariales, Lira (2005) otorga la concep tualización del proceso que lleva al desarrollo local y regional, donde se introduce el concepto de territorio como la base principal en la cultura de los sistemas empre sariales que desean desarrollar capacidades competitivas con la colaboración del entorno. Cabe aclarar que este proceso va más allá de solo incentivar a la pequeña o mediana empresa; debe tratarse de un sistema donde, por medio de un proceso endógeno, el sistema empresarial se desarrolle brindando transformación de los procesos productivos por medio de la innovación, que lleven a la mejora de la calidad de vida de la población. En la figura 1 se ilustra la relación existente entre estos factores.
De acuerdo con el postulado anterior, para Lira (2005) las políticas de desa rrollo productivo deben contar con una marcada aproximación territorial, por lo que los gobiernos deben incorporar esta visión de desarrollo desde sus políticas; si bien, son las empresas las que compiten, con estrategias que potencien el sector, las empresas sentirán la importancia de ser empresas del territorio; así la asociatividad y la colaboración se convierten en tema central del aumento de la competitividad.
Camagni (2005), citado en Benzaquen y otros (2010), aduce que los territorios definen un rol productivo en la división internacional del trabajo y en la economía mundial. Estos desarrollan un conjunto de externalidades sociales, tecnológicas y políticas locales que favorecen a las firmas locales y a las empresas extranjeras. Así, las políticas territoriales para atraer la inversión extranjera hacen efecto mediante la adaptación de las externalidades y la rotación de las empresas multinacionales entre los territorios que ofrezcan ventaja competitiva para sus procesos y productos en los mercados
Un enfoque con el que se trabaja la competitividad desde el ámbito regional es el concepto de competitividad sistémica propuesto por Esser y otros (1996), el cual hace referencia a particularidades en el desempeño del sector que no resultan de los esfuerzos particulares de las compañías, sino de la institucionalidad que enmarca el entorno competitivo, según lo expresan Otero y Cerimedo (2006). Dentro de las teorías del desarrollo económico local, la competitividad por áreas locales es un enfoque que ha tomado fuerza y se ha difundido de forma rápida en los países en desarrollo; este concepto se basa en el apartado expuesto por Porter (1990) en su postulado la "Competitividad de las Naciones". Con esta concepción se relacionan las estrategias del DEL para alcanzar el desarrollo económico sostenido con la identifica ción y localización de recursos humanos, infraestructura, capital financiero y medio ambiente, es decir, factores internos y externos de la organización y el mercado que apunten al desarrollo competitivo de la región. La figura 2 muestra el esquema de competitividad para el desarrollo económico local basado en Tello (2006).
Para Tello (2006) otra de las aplicaciones del concepto de competitividad de Porter (1990) se encuentra enmarcada en el desarrollo de distritos interiores; esta aplicación se nombró teoría de las ciudades interiores; aquí se argumenta que ciuda des grandes con bajos niveles de desarrollo no necesitan incentivos artificiales por parte del Gobierno, sino desarrollar ventajas competitivas y negocios que impulsen el desarrollo y destacar las principales como una localización estratégica, demanda potencial no explotada, integración con cluster regionales y recursos humanos de alta calidad.
Cárdenas (2002) indica que para el desarrollo de estrategias que mejoren los niveles de desarrollo local, los territorios deben conocer y focalizar sus esfuerzos y destrezas económicas en el mejoramiento y crecimiento económico; estas estrate gias deberán articularse con la institucionalidad e inserción generativa de políticas nacionales e internacionales.
2. METODOLOGÍA
La metodología se dividió en dos procesos. El primero contempla los procesos realizados para la identificación del entorno y las vocaciones económicas, así como los proyectos para la promoción de la competitividad y el desarrollo territorial para los municipios del Aburrá Sur y del Aburrá Norte. El segundo recoge una relatoría con el análisis perceptual de las opiniones y reacciones de los agentes de desarrollo o expertos asistentes a los diversos talleres, que contribuyen a diseñar e implemen tar estrategias de promoción institucional y con actores líderes de opinión para la competitividad y el desarrollo territorial. En el anexo A, se presentan las guías con las preguntas orientadoras, para los encuentros previos subregionales de donde se extrajeron los primeros acercamientos de las actividades económicas de las regiones. El anexo B presenta las guías o preguntas orientadoras para las relatorías, además, la cantidad de participantes desde los diversos roles que contribuyen a la economía de las regiones sur y norte del Valle de Aburrá.
Lo anterior se realiza con el fin de identificar las vocaciones económicas o sectoriales del Valle de Aburrá (Norte y Sur), y ratificar las apuestas de cluster de la ciudad de Medellín; asimismo, de registrar las condiciones (capacidades, restricciones y potencialidades) del territorio que se requieren para fortalecer la competitividad y el desarrollo regional. Luego se exponen las estrategias (subdividida en líneas) y un conjunto de acciones y proyectos de inversión y cooperación que contribuyen al propósito enmarcado en la estrategia de desarrollo.
El proceso de identificación del entorno territorial y vocaciones económicas de los proyectos para la promoción de la competitividad y el desarrollo territorial en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, parte de un ejercicio previo de percepción con la consulta de diferentes actores, realizado por la Universidad EAFIT, CICE, y Spin-off Conecta (2014, p. 5) donde se concluye como consenso "la necesidad de un escenario de desarrollo conjunto metropolitano sin fronteras, donde cada uno aporta de manera activa desde su campo de competencia y acción a la consolidación de unas líneas de desarrollo económico, social y territorial metropolitano".
Este ejercicio se desarrolla con el reconocimiento de las particularidades su bregionales norte y sur del Valle de Aburrá, la construcción de tejido institucional e interinstitucional, y la exploración de la memoria histórica organizacional y territorial como ente promotor de la competitividad para la región.
Los actores participantes por la subregión norte fueron: Cámara de Comercio de Medellín, Sede Aburrá norte, Corporación Empresarial Pro Aburrá Norte, Fundación Social, Universidad San Buenaventura, Institución Universitaria Minuto de Dios y el Politécnico Marco Fidel Suarez. Por el Aburrá sur participaron: Cámara de Comercio del Aburrá Sur, Corporación Empresarial Pro Aburrá Sur, Fundación Diego Echavarría Misas y la Caja de Compensación Familiar Comfenalco.
3. RESULTADOS: ELEMENTOS COMUNES DE CONDICIONES TERRITORIALES Y VOCACIONES ECONÓMICAS
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá se encuentra compuesta por diez munici pios (Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Medellín, Itagüí, Envigado, Sabaneta, Caldas y La Estrella) que se distribuyen en 1152 kilómetros cuadrados, concentrando el 60 % de la población del departamento; genera el 67 % del PIB y el 70 % de la actividad económica industrial y de servicios de Antioquia, según las cifras de la Gobernación de Antioquia (2014). En el Valle de Aburrá, existe información que da cuenta de las características y el comportamiento social, político y económico de la región como los estudios de la Gobernación de Antioquia y otros (2015) y Velilla (2015), pero no se destacan las vocaciones o apuestas productivas sectoriales. Exis ten algunas particularidades municipales, como la de Medellín, Envigado, La Estrella y Bello, que han definido sus vocaciones económicas (tradicionales y promisorias) como apuestas estratégicas de desarrollo del territorio, pero no como una apuesta integral y articulada del Valle de Aburrá.
La figura 3 muestra la situación. La lista comienza con casos muy particulares como el de Medellín, que define seis clusters estratégicos de ciudad: textil, confec ción, diseño y moda; construcción; servicios de medicina y odontología; turismo de negocios, ferias y eventos; energía eléctrica; cluster de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Además, en el sur del Valle de Aburrá, los municipios de Envigado y La Estrella definieron: en el primero, turismo saludable, agroindustria e industria manufacturera; y en el segundo, industria logística ligada a puertos secos y el turismo de naturaleza articulados a comercio y servicios, de acuerdo con el hallazgo del estudio de Esumer (2011) y Esumer y Área Metropolitana del Valle de Aburrá (2013). Los últimos, enfocados hacia el desarrollo de cadenas productivas, mediante el establecimiento de múltiples y complejas relaciones de tipo horizontal y vertical entre empresas y/o instituciones, personas y actividades económicas es tratégicas. Y finalmente, en el Aburrá Norte, el municipio de Bello, según el estudio Esumer y Cámara de Comercio de Medellín (2014), priorizó turismo de naturaleza (parapente, truchera, represa, conexión con ruta lechera) asociado a las actividades de comercio y servicios especializados; de esta manera, cada municipio define sus prioridades productivas.
El plan estratégico del Aburrá Norte desarrollado por la Corporación Empresarial Proaburrá Norte y Area Metropolitana del Valle de Aburrá (2004) muestra las apuestas productivas de la subregión; sin embargo, este apunta a unas particularidades de la zona y no se encuentra articulado con los seis cluster de Medellín o las once cadenas productivas priorizadas desde la Gobernación de Antioquia. En la primera subregión, (Aburrá Norte), los sectores priorizados como ejes de desarrollo económico fueron agroindustria, recreación y turismo.
En el trabajo realizado por Esumer (2015) para Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA) y la Agencia de Cooperación Internacional (ACI) se define seleccionar y priorizar, de manera participativa y consensuada -con actores y expertos de insti tuciones representativas y promotoras del desarrollo territorial (de ciudad-región)-, aquellas vocaciones productivas comunes, no solamente entre el Aburrá Norte (Bello, Copacabana, Girardota, Barbosa) y el Aburrá Sur (Itagüí, Sabaneta, Envigado, La Estrella, Caldas) sino también la articulación con los clúster estratégicos definidos en la ciudad de Medellín.
4. CAPACIDADES, RESTRICCIONES Y POTENCIALIDADES TERRITORIALES
El primer paso importante para la identificación de vocaciones económicas de la región es realizar una lectura crítica al entorno del Valle de Aburrá, no solo desde sus capacidades y potencialidades, sino también, de sus limitaciones y restriccio nes. Las capacidades o potencialidades se refieren a las bondades y ventajas que ofrece el territorio en temas políticos, económicos, sociales y físico-espaciales, para su desarrollo y competitividad. Las limitaciones se encuentran relacionadas con dificultades naturales propias de la región o aquellas impuestas o creadas por los agentes que lideran, intervienen o participan en el territorio.
4.1 Desde las restricciones
Una restricción importante es la aparición de un conjunto de tensiones existentes para la promoción de la competitividad y el desarrollo de la región. Entre estas, la visión municipal sin contexto regional, los bajos niveles de articulación con los programas y proyectos de la ciudad capital, una elevada competencia empresarial y de las instituciones por el mercado correspondiente; se crean microempresas sin la concepción de una apuesta económica sectorial, débil cultura del desarrollo y la gobernanza, intereses individuales y sectoriales por encima de los colectivos y territoriales.
Los retos radican en el diseño y la gestión de los planes de desarrollo de la ad ministración de turno, los cuales no tienen continuidad en el tiempo; por tanto, se convierten en acciones localistas y poco articuladas a otros municipios o regiones; tampoco se encuentran de forma frecuente alianzas público-privadas, o ecosistemas que permitan la interacción.
Existe, entonces, una débil articulación entre los municipios del Valle de Aburrá y de las regiones con diseños, desarrollos y la experiencia acumulada de la ciudad capital. Programas que son referentes en el contexto nacional e incluso internacional, no se toman como modelos para los municipios aledaños y las subregiones; tampoco son vistos como estrategias de desarrollo a las cuales se podrían articular o incluso, no existe una estrategia desde Medellín a otras subregiones y municipios del Valle de Aburrá. De igual forma, ocurre con las estrategias, lineamientos, instrumentos y políticas públicas que desde el contexto nacional se dirigen, es decir, en el caso de la asociatividad, las estrategias son ignoradas.
Los nuevos proyectos de emprendimiento se conciben desde la capacidad y la intuición de cada potencial empresario, pero no como una oportunidad de desa rrollo sectorial que se traza desde la región o desde una apuesta circunscrita en los planes de desarrollo municipal o desde las estrategias sectoriales de los planes regionales de competitividad.
Las pequeñas y medianas unidades productivas emergen como una oportuni dad de mercado que tiene como objetivo la generación de ingresos; por lo tanto, la competencia surge, como alternativa de crecimiento. Además, de acuerdo con el estudio de Esumer (2015) las empresas medianas y grandes no encuentran en el entorno político, social, económico y físico-espacial las condiciones mínimas para ser competitivas en el ámbito internacional; por eso, nace la necesidad de que la gran empresa migre a otros lugares de la región o del país, ya que los usos del suelo han sido promovidos con otros intereses, evidenciándose una fuerte desindustrialización.
4.2 Desde las capacidades y potencialidades
Se reconoce que la base de la estructura empresarial en Colombia en su mayoría está compuesta por micro, pequeñas y medianas empresas (alrededor del 96 %) y el porcentaje restante corresponde a la gran empresa. En el Valle de Aburrá este comportamiento es similar; a pesar de estas características se revela que hay en la región una plataforma y una base industrial tradicional de alta significancia para la economía y el territorio que se necesita retener y motivar; así lo especifica el Concejo de Medellín (2014). Son industrias que, a pesar de las adversidades del urbanismo, la movilidad, la conectividad, la seguridad, y las decisiones públicas y políticas, siguen asentadas en la región generando impactos positivos para la economía.
Existen potencialidades que a futuro se deben aprovechar, como lo son: la localización y extensión geográfica estratégica que va en pro del mejoramiento de la competitividad empresarial y el desarrollo territorial. Ya no debe tratarse, por ejemplo, de un solo valle como región, sino de tres (Valle de Aburrá, de San Nicolás y Occidente) que han desarrollado una apropiación productiva.
Otra potencialidad es la existencia de población joven con talento que, cualificada de manera pertinente a las condiciones y potencialidades de la región, será clave para el futuro desarrollo territorial. Sumado a lo anterior, es importante diseñar, fortalecer y consolidar el ecosistema regional de ciencia, tecnología e innovación, y los Centros de Desarrollo Tecnológico.
4.3 Vocaciones económicas o sectores productivos del Valle de Aburrá
En el territorio se cuenta con un enfoque de desarrollo de carácter regional, esto es, la visión de ciudad-región, la cual es soportada por los encadenamientos productivos y las redes empresariales que se promocionen desde las vocaciones económicas elegidas, dándole así al modelo de desarrollo un enfoque hacia el modelo de cluster, para el aprovechamiento de la plataforma industrial asentada. Además, es importante la articulación no solo entre los municipios del Valle de Aburrá sino con los llamados tres valles, de manera que el desarrollo regional sea visible, siempre y cuando, las condiciones de infraestructura física y social para el desarrollo sean mejoradas.
Partiendo del concepto de desarrollo local y de la institucionalidad como eje articulador, se deberán promocionar y consolidar las apuestas sectoriales o voca ciones económicas comunes (industria, agroindustria, turismo y servicios logísticos) cuyos ejes transversales se sustentan en sectores como oferta ambiental, desarrollo tecnológico y educativo y comercio especializado que requieren el fortalecimiento en beneficio de las vocaciones. La figura 4 muestra la priorización de las vocaciones económicas del Área Metropolitana, teniendo en cuenta las apuestas sectoriales de la región.
De la misma figura 4 se destaca que las apuestas productivas o sectores econó micos, en los que se debe enfocar la región son: agroindustria e industria, turismo, servicios logísticos, sectores transversales, oferta ambiental, desarrollo tecnológico y educación, comercio especializado.
5. ESTRATEGIAS PARA PROMOVER LA COMPETITIVIDAD Y EL DESARROLLO TERRITORIAL
De acuerdo con las capacidades y vocaciones económicas, además de las limitacio nes encontradas en los estudios realizados, se identifica una serie de estrategias y proyectos encaminados a la mejora competitiva del Valle de Aburrá. A continuación, se expresan las estrategias a proponer, agrupadas por líneas de acción, y seguidas por los proyectos estratégicos de la región.
5.1. Visión conjunta de región sin fronteras, con oportunidades de desarrollo
• Programa para liberar las tensiones existentes entre localidades y promover la competitividad y el desarrollo de la región, en el marco de un proyecto político-público común (asociativo y colaborativo).
• Diseño y gestión de los planes de desarrollo de la Administración municipal conciliando intereses regionales y de largo plazo (se requiere priorizar el interés colectivo-regional por encima del individual-municipal).
• Crear condiciones pertinentes del entorno político, social, económico y físico-espacial para el desarrollo, por ejemplo, revisión de los usos del suelo con fines colectivos.
5.2. Capacidades y potencialidades para consensuar políticas públicas territoriales
• Identificación de las características y localización de recursos humanos y físicos de cada localidad para potenciar las capacidades, construir ventajas y especializarse en sectores de talla mundial.
• Identificación de bondades y ventajas que ofrece el entorno territorial en temas políticos, económicos, sociales, ambientales y físico-espaciales en función del desarrollo de la región (incluido el empresarial) y/o mejorar las existentes (movilidad, conectividad, seguridad, otras) para favorecer las condiciones de competitividad.
• Vocaciones económicas (tradicionales y promisorias) como estrategia de desa rrollo del territorio en sincronía con la apuesta integral y articulada de la región, mediante el establecimiento de múltiples y fuertes relaciones de tipo horizontal y vertical entre empresas y/o instituciones, agentes y actividades económicas.
• Existe la plataforma y base industrial tradicional (o promisorias) de alta signifi cancia para las economías locales que se requiere retomar, retener, encadenar, potenciar y consolidar como estrategia de desarrollo regional.
5.3. Economías con proyección basadas en conocimiento
Políticas territoriales con visión nacional e internacional para atraer la inversión extranjera, generar empleo, reestructurar el sistema productivo, con base en proyectos basados en conocimiento (Ciencia, tecnología e innovación).
Fortalecer y consolidar el ecosistema regional de ciencia, tecnología e innova ción y los Centros de Desarrollo Tecnológico, y con este modelo, la creación y consolidación de empresas que estén bajo la concepción de una apuesta económica sectorial/regional.
Institucionalidad: articulación y sincronía a lo supranacional, regional y local
5.4. Exploración de la memoria histórica organizacional y territorial
• Construcción y fortalecimiento de tejido institucional e interinstitucional que promueva y opere la cultura del desarrollo y la gobernanza regional.
• Articulación entre las localidades-regiones e interacción entre los agentes promotores del desarrollo para lograr un entorno sociocultural, político y económico adecuado que potencie las alianzas público-privadas regionales, nacionales e internacionales.
6. PROYECTOS ESTRATÉGICOS PARA EL VALLE DE ABURRÁ
Del conversatorio multiactor realizado por las instituciones, se extraen los proyectos comunes y principales requeridos para el desarrollo competitivo económico y terri torial, orientados a consolidar las vocaciones económicas o apuestas productivas sectoriales. De lo anterior se encontró que los esfuerzos y el desarrollo de estrategias para la promoción de la competitividad en el Valle de Aburrá se enfocan en
• Fortalecer la institucionalidad regional. Los fortalecimientos de las insti tuciones permitirán un gobierno transparente, que genere confianza y conlleve al trabajo conjunto entre el Estado y la industria.
• Desarrollo de una ruta turística del Valle de Aburrá. Invertir en el desarrollo de rutas y planes que consoliden la región a su vez, unidos por una cadena productiva que integre diferentes eslabones promoviendo la capacidad de la región de ofertar productos turísticos sostenibles.
• Oferta estándar internacional. Unificar las regiones pertenecientes al Valle de Aburrá para ofertar de forma articulada, los productos y servicios provenientes de los diferentes territorios que la integran.
• Recurso humano. Promover planes de capacitación a la población, enfocados en el desarrollo y oferta de las capacidades propias de la región. Con lo anterior, proveer la oferta estándar internacional.
• Vocaciones económicas en cadena, innovadoras y productivas. Fomentar el desarrollo de productos y servicios integrando los clusteres de cada uno de los territorios pertenecientes al Valle de Aburrá, para el aprovechamiento de las capacidades productivas identificadas anteriormente.
• Incrementar la atracción hacia la ruralidad. Permitirá que las áreas no urbanas se integren y formen un eslabón más en la cadena productiva, promo viendo el desarrollo rural sostenible.
• Proyectos asociativos agroindustriales y ambientales. Debido a las características de la región, deben fortalecerse las inversiones en productos y servicios que mejoren la producción en el campo, generando una buena fuente de recursos, que puedan ser usados como materias primas de calidad, en la industria.
También debe procurarse por el desarrollo de una red de formación, con capacidad en técnica/tecnología y superior, orientada a vocaciones económicas y desarrollo del territorio, programa de innovación y comercialización agroindustrial, ecosistema o distrito de Ciencia Tecnología e Innovación subregional, relocalización y gestión sostenible con proveedores, intervención en la industria (promover, retener, atraer), observatorios económicos de carácter regional y sostenibilidad ambiental.
Las estrategias que se desarrollen en torno a estas propuestas deben encon trarse articuladas con todas las subregiones del Valle de Aburrá, para garantizar la colaboración y desarrollo conjunto de la competitividad. El propósito principal en el que deben centrarse los gobiernos locales es la promoción de alianzas industriales y posicionamiento de estas, dentro del ambiente empresarial; de esta forma, las compañías realizan un esfuerzo conjunto, no individualista y enmarcado en un ambiente de cooperación, que evitaría que el fenómeno de la desindustrialización afecte al largo plazo la economía y el desarrollo regional.
7. CONCLUSIONES
Los territorios deben enfocar sus esfuerzos en el desarrollo de estrategias para los sectores económicos especializados de la región, de manera que se potencien las capacidades propias y se alcance un desarrollo sostenible en el tiempo para el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, destacando las asociaciones desarrolladas por el municipio de Medellín en cluster estratégicos de ciudad: textil, confección, diseño y moda; construcción; servicios de medicina y odontología; turismo de negocios, ferias y eventos; energía eléctrica; cluster de Tecnologías de Información y Comunicación -TIC- (Concejo de Medellín, 2014). También, en la región sur del Valle de Aburrá, los casos de Envigado y La Estrella se definieron: en primera instancia, turismo saludable, agroindustria e industria manufacturera; y luego, industria logística ligada a puertos secos y el turismo de naturaleza articulados a comercio y servicios, enfocados hacia el desarrollo de cadenas productivas, mediante el establecimiento de múltiples y complejas relaciones.
Las subregiones del Valle de Aburrá presentan, a través del tiempo, una serie de ideas desarticuladas en términos del desarrollo empresarial; esto debido a que las empresas no encuentran un entorno social y político adecuado para el crecimiento. Otra de las restricciones que tiene el Área Metropolitana es la desaceleración pro ductiva en los últimos años, además de la falta de alianzas público-privadas para potenciar la competitividad de las industrias ya creadas.
Una de las principales potencialidades con las que cuenta la región del Área Metropolitana es una ubicación estratégica para integrarse a otros valles; en este orden de ideas, no se debería estar concibiendo como mejor opción de desarrollo económico el Valle de Aburrá, sino también otros dos valles como el de San Nicolás y el Valle de Occidente, según Pineda (2012), con el fin de encontrar nuevos usos del suelo para la implantación de nuevas zonas industriales, para mejorar los niveles de competitividad en un espectro geográfico más amplio.