Introducción
El término lipomatosis intestinal se utiliza para describir una proliferación de tejido graso, histológicamente normal, localizada en cualquier parte del tracto gastrointestinal 1,2. Las lesiones se caracterizan por ser tumores benignos, de crecimiento lento y de origen subepitelial. La mayoría son asintomáticos y se diagnostican de manera incidental en estudios endoscópicos. Sin embargo, en ocasiones pueden presentar síntomas como dolor abdominal, distensión, constipación o diarrea, o manifestarse con complicaciones como sangrado gastrointestinal, intususcepción u obstrucción intestinal 1.
Estos tumores se localizan, principalmente, en el colon, el íleon y el yeyuno, mientras que si están en el duodeno se localizan en la segunda porción de este 3. La lipomatosis intestinal constituye una patología rara, con una incidencia en autopsias del 0,04-4,5 % 4) y con escasos reportes en la literatura médica; ninguno en Colombia.
Presentamos dos casos identificados en nuestro servicio y mostramos las imágenes y las características endoscópicas de la patología en mención, así como la utilidad de la enteroscopia de doble balón en el manejo del sangrado de uno de ellos.
Caso 1
Un hombre de 70 años, cuyo único antecedente patológico es cáncer de próstata, quien ha sido manejado quirúrgicamente sin complicaciones, y con una historia de varios años de dolor abdominal tipo cólico ocasional, asociado a episodios de distensión y diarrea posprandial. Además, ha presentado epigastralgia y pirosis y ha sido tratado con dieta y terapia farmacológica con trimebutina y un inhibidor de bomba de protones.
El paciente traía como estudio ambulatorio una tomografía axial computarizada (TAC) de abdomen contrastada, la cual fue reportada como normal, así como un coprológico seriado sin parásitos intestinales, y exámenes de química sanguínea generales normales.
Así pues, se ordenó realizar una endoscopia de vía digestiva alta (EVDA) y una colonoscopia, como parte del estudio del dolor abdominal. En la colonoscopia, solo identificamos hemorroides internas grado II, mientras que en la EVDA reportamos múltiples inclusiones amarillentas, submucosas, de, aproximadamente, 3 mm cada una (Figura 1), localizadas en el duodeno, hasta el ángulo de Treitz.
Además, se tomó una biopsia que reportó la existencia de células de tejido adiposo maduro. Por tanto, se decidió realizar una videocápsula endoscópica, a fin de determinar de forma más precisa la extensión de las lesiones. El estudio mostró múltiples lesiones amarillentas, de diferente tamaño, de aspecto benigno y con características similares a las reportadas en la EVDA, en todo el intestino delgado hasta la válvula ileocecal (Figura 2).
Caso 2
Varón de 81 años, natural de Anserma (Caldas), que ingresó al servicio de urgencias por causa de un episodio sincopal, acompañado de movimientos tónico-clónicos. Este fue un episodio único, con un período postictal corto y una recuperación completa de la conciencia. Durante la revisión por sistemas, se informó la presencia de un sangrado rectal ocasional y escaso.
Asimismo, el paciente refirió como antecedentes la existencia de enfermedad coronaria de un vaso -con colocación de stent hace 9 años-, así como de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); Alzheimer; cáncer de próstata en manejo conservador; anemia crónica atribuida a pérdidas en el tracto gastrointestinal, causadas por una enfermedad diverticular y hemorroidal, y extabaquismo pesado durante 50 años.
El hombre negó que hubiese antecedentes familiares de patología gastrointestinal. Asimismo, aportó dos colonoscopias previas, en las cuales se informa una enfermedad diverticular del colon sigmoides y hemorroides internas de grado II.
En el momento del examen físico, el paciente presentó palidez cutánea, hipotensión, taquicardia y estigmas de sangrado fresco durante el tacto rectal. Además, se encontró un nivel de hemoglobina en 4,5 y hemoglobina corpuscular media de 27,7. La tomografía cerebral fue normal.
Durante la hospitalización, el paciente presentó múltiples episodios de hipotensión y dolor torácico, junto con 3 episodios de deposiciones melénicas abundantes, por lo que requirió la transfusión de 7 unidades de glóbulos rojos empaquetados. Se realizaron una EVDA y una colonoscopia total, en las cuales no se encontró la fuente del sangrado.
En consecuencia, se decidió realizar una videocápsula endoscópica, cuyo reporte describió la presencia de múltiples lesiones amarillentas, unas planas y otras elevadas, desde el yeyuno alto y 3 en el íleon. De igual forma, se encontró una lesión en el yeyuno medio como posible causa del sangrado, además de algunas angiodisplasias. Estos hallazgos fueron compatibles con una lipomatosis intestinal y malformaciones vasculares.
Se condujo al paciente a una enteroscopia de doble balón que mostró las lesiones descritas por la cápsula (Figura 3). Además, se realizó una terapia con argón plasma para el manejo de la lesión lipomatosa ulcerada y de una angiodisplasia. El paciente evolucionó satisfactoriamente y fue dado de alta.
Discusión
El término lipomatosis intestinal fue descrito por primera vez por Hellstorm en 1906. Este hace referencia a una proliferación de tumores benignos, tipo lipomas, localizados en cualquier parte del tracto gastrointestinal 2. Los hallazgos endoscópicos incluyen múltiples masas submucosas redondeadas u ovaladas -que pueden ser sésiles o pedunculadas- y amarillentas, que protruyen a la luz intestinal (5). La mucosa que recubre generalmente a dichas masas es normal. Sin embargo, en ocasiones estas pueden ulcerarse.
En la TAC abdominal, pueden observarse como lesiones redondeadas u ovaladas bien definidas, con una densidad homogénea grasa (-50 a -100 unidades Hounsfield). Este estudio se utiliza principalmente para valorar la presencia de complicaciones como obstrucción intestinal o intususcepción 2,5.
Durante el estudio histológico, se observa un tejido graso maduro normal, generalmente localizado en la submucosa 2. En el primer caso, el diagnóstico se realizó con la EVDA y la biopsia, pero se complementó con una videocápsula endoscópica. Entre tanto, en el segundo fue fundamental la videocápsula endoscópica para el diagnóstico y la enteroscopia de doble balón para el manejo del sangrado.
Conclusión
La lipomatosis intestinal es una patología rara, generalmente benigna y asintomática, que en la mayoría de los casos solo requiere seguimiento clínico. Sin embargo, se puede presentar con complicaciones importantes como sangrado, intususcepción u obstrucción intestinal, que pueden requerir un manejo con procedimientos invasivos endoscópicos o quirúrgicos.
El diagnóstico se establece principalmente con la evaluación endoscópica y radiológica, que por tradición se ha realizado con EVDA, colonoscopia y tomografía abdominal. El presente artículo destaca la videocápsula endoscópica como un método eficaz y seguro para explorar todo el tracto gastrointestinal en pacientes con lipomatosis intestinal. Este método estaría indicado en pacientes sin complicaciones agudas, a fin de caracterizar las lesiones y determinar su extensión.
Asimismo, se enfatiza en la importancia de tener la posibilidad de realizar la enteroscopia de doble balón en los servicios que manejan pacientes urgentes y electivos gastrointestinales, a fin de complementar el diagnóstico y hacer un manejo adecuado de las complicaciones, tal y como ocurrió en el segundo caso descrito, en el cual se efectuó con éxito la terapia con argón de los sitios de posible sangrado.