Introducción
La preocupación por conocer cómo las tecnologías de la información (TI) aportan a la generación de valor de las organizaciones ha estado vigente desde hace varias décadas (tabla 1). En sus inicios, antes de 1975, las investigaciones en el tema estaban asociadas básicamente al uso de los computadores en los diferentes sectores de la sociedad; posteriormente, entre 1975 y 1990, la investigación se centra en la discusión sobre el impacto y el valor económico de las tecnologías de información en las organizaciones (Brynjolfson, 1993; Bakos y Kemerer, 1992), particularmente en temas relacionados con la evaluación de la relación de las ti y el impacto organizacional en diferentes contextos (Kauffman y Weill, 1989; Lucas, 1975; Weill y Olson, 1989); los métodos para la evaluación del impacto o valor de las TI (Alpar y Kim, 1990a; Alpar y Kim, 1990b; Carslon, 1974), y la eficiencia de los sistemas de información (Hamilton y Chervany, 1981a, 1981b). Es en esta misma década que una discusión se presenta sobre la relación de las TI y la productividad organizacional, especialmente por las críticas de Steven Roach y el premio nobel Robert Solow, quienes acuñaron el concepto de la paradoja de productividad, al señalar que las inversiones en TI no se veían reflejadas en la productividad de las organizaciones (Solow, 1987).
Es a partir de finales de la década de los 80 y comienzos de los 90 que se empieza a "construir una masa crítica en esta área de investigación" (Kauffman y Weill, 1989, p. 1) y empieza a haber un consenso sobre el impacto y contribución de las TI en las organizaciones (Brynjolfsson y Hitt, 1998). Entre 1990 y el 2000, las investigaciones se enfocan en estudiar si la relación ΤΙ-organización es directa o indirecta (Bharadwaj, Bharadwaj y Konsynski, 1999; Mooney y Kraemer, 1996; Soh y Markus, 1995; Wang, Gopal y Zionts, 1997), así como los factores que afectan dicha relación (Brynjolfson, 1993;
Brynjolfsson y Hitt, 1998; Lee y Barua, 1999; Li y Ye, 1999; Soh y Markus, 1995; Tam, 1998), y los modelos e instrumentos que permiten medir y evaluar los sistemas de información (SI) y su impacto en las organizaciones (DeLone y McLean, 1992; Mahmood y Mann, 1993; Mirani y Lederer, 1998; Mooney y Kraemer, 1996; Torkzadeh y Doll, 1999). Involucrando investigaciones asociadas, en general, al éxito de los si y, en particular, al uso de los si y a la satisfacción de los usuarios (Kanungo, Duda y Srinivas, 1999; Torkzadeh y Doll, 1999).
Un crecimiento exponencial de los trabajos en este tema ocurre a partir del 2000. Es en esta década cuando se consolidan y fortalecen los principales modelos e instrumentos propuestos en la década de los 90, generando variaciones en ellos (DeLone y McLean, 2003), o nuevas propuestas asociadas al impacto y beneficios de las ΤΙ (Albadvi, Kera-mati y Razmi, 2007; Azadeh, Keramati y Jafary Songhori, 2009; Azadeh y Songhori, 2006; Gregor, Martin, Fernandez, Stern y Vitale, 2006; Hempell, 2005; Lee, 2001; Lee, Lee y Park, 2009; Mao, Mei y Ma, 2009; Melville, Kraemer, K., Gurbaxani y Ew, 2004; Shang y Seddon, 2002), así como al éxito, la utilidad y la aceptación de las ΤΙ (Gable, Sedera y Taizan, 2008; Legris, Ingham y Collerette, 2003; Saadé y Bahli, 2005; Venkatesh, Morris, Davis y Davis, 2003), y a la identificación de beneficios en contextos particulares (Irani y Love, 2000; Peppard, Ward y Daniel, 2007; Yu, Lee y Kim, 2006).
Después del 2010, los trabajos de investigación están asociados, en su mayoría, a la aplicación de los modelos e instrumentos propuestos y validados en las décadas precedentes, aplicaciones que se hacen en múltiples contextos organi-zacionales y tecnológicos (Ahmadian, Nejad y Khajouei, 2015; Bajwa, Pervan y Lewis, 2010; Basahel y Irani, 2010; Ker, Wang, Hajli, Song y Ker, 2014; Maiga, Nilsson y Jacobs, 2014; Uwizeyemungu y Raymond, 2010). Adicionalmente, se encuentran trabajos ligados a la identificación de factores tecnológicos u organizacionales, afectando el aprovechamiento de las ΤΙ y el desempeño organizacional (Leidner, Lo y Preston, 2011; Ray, Ling y Barney, 2013; Ruivo, Oliveira, Johansson y Neto, 2013; Tisdell, 2017; Yang, Chen y Wang, 2012), y modelos o metodologías para anticipar la decisión de inversión en ΤΙ a partir de los beneficios a obtener (Dutra, Ribeiro y Carvalho, 2014; Ide, Aoyama, Kishida y Kikushima, 2014; Kauffman, Liu y Ma, 2015; Wiedenhõft, Luciano y Testa, 2014).
En la actualidad, existe consenso sobre la capacidad que tienen las τι para crear valor; sin embargo, aún se encuentra latente la preocupación por cómo medir y hacer evidentes los beneficios que generan las ΤΙ (Dutra et al., 2014; Ide et al., 2014; Kauffman et al., 2015; Tisdell, 2017; Wiedenhõft et al., 2014).
La presente investigación tiene como objetivo principal desarrollar y proponer un marco referencial que sirva como base teórica en la identificación, clasificación y posterior medición de beneficios de las τι. Para ello, se analizan diferentes trabajos de investigación referentes a modelos de beneficios e impacto de las τι en las organizaciones, y se construye una estructura actualizada para la identificación y clasificación de dichos beneficios de las ΤΙ.
Metodología
La metodología empleada para la revisión de la literatura es una adaptación del enfoque propuesto por Achimugu, Se-lamat, Ibrahim y Naz, (2014) y Kitchenham y Charters (2007), fundamentado en las etapas de formulación de preguntas de investigación, aproximación inicial y diseño de la búsqueda, así como búsqueda de artículos, selección de artículos relevantes, lectura y análisis de estos.
Para la realización del estado del arte, inicialmente se estableció una pregunta de investigación que permitió encontrar respuestas en relación con los beneficios organizacionales de las iniciativas τι. De esta manera, se formuló la siguiente pregunta de investigación: ¿cuáles son los beneficios de la implementación de un proyecto de TI?
Búsqueda de fuentes de información
Se realizó una búsqueda inicial de artículos para determinar los términos, las herramientas y bases de datos relevantes para el tema y las fuentes potenciales de consulta. Luego se acotaron y afinaron los términos de búsqueda que se relacionan con la pregunta de investigación. Los términos, tanto en inglés como en español, que aparecen para desarrollar la pregunta de investigación planteada son: modelo, model, method, methodology, evaluación, evaluation, assessment, measurement; beneficios, benefits, impact, effect, revenue; sistemas de información, information systems, information and comunication systems, is, 1er, IT; y organización, organization, organisation, enterprise, factory (tabla 3 y tabla 4).
En el proceso de búsqueda se incluyeron fuentes de información reconocidas desde el ámbito académico, principales revistas internacionales en gestión de si, principales bases de datos académicas, buscadores y herramientas bibliográficas (tabla 2).
El proceso tuvo dos búsquedas o revisiones (figura 1). La primera tuvo como objetivo recuperar los documentos relevantes en torno a la identificación de los beneficios que generan las inversiones ΤΙ; para ello, se utilizó la ecuación 1 (tabla 3), de donde se obtuvieron 321 documentos. En el primer filtro aplicado se tuvo en cuenta la relevancia del artículo (provista por la base de datos) y por actualidad (tomando artículos después de 1980), de donde se obtuvieron 120 documentos. En seguida, después de leer el título y el resumen de cada uno de los 120 artículos, se escogieron 56 potenciales documentos para revisar la introducción y las conclusiones; de este último paso, resultaron 20 artículos finales de la primera revisión, que aportan directamente a la pregunta de investigación.
La segunda búsqueda se realizó con el fin de acercarse de manera más profunda al concepto de modelo de evaluación; por lo tanto, se generó una ecuación de búsqueda (tabla 4) que permitiera explorar específicamente estos términos en las bases de datos y revistas relacionadas con ingeniería y gestión de tecnología. Como resultado de ese proceso, se encontraron 649 documentos, a los que se les aplicó los mismos filtros de la primera revisión y se obtuvieron 32 documentos, constituyéndose así una base final de 52 documentos de análisis.
En el gráfico 1 se puede observar que la publicación de trabajos de investigación en relación con los beneficios de las ΤΙ está en crecimiento, siendo un tema de interés en las principales revistas científicas de si: el 77% de los documentos corresponde a artículos de investigación, mientras que el restante 23% pertenece a conferencias, libros y artículos de revisión.
Resultados
Beneficios de las iniciativas de ΤΙ en las organizaciones
A partir de la lectura de los artículos seleccionados, se identificaron 87 beneficios de la implementación de ΤΙ en las organizaciones (tablas 5 a 19). Posteriormente, usando como criterios de asociación la existencia de elementos comunes y eliminando repeticiones, se agruparon en 15 beneficios (figura 2).
1. La incorporación de las τι en las organizaciones permite un mejor acceso a la información (tabla 5). Por un lado, facilita el acceso a información que antes era difícil de conseguir y, por otro, agiliza el tiempo empleado para acceder a dicha información, garantizando una recuperación y entrega rápida y oportuna de esta.
2. Uno de los principales objetivos de la implementación de TI en una organización es la de ayudar al cumplimiento de sus objetivos (Hamilton y Chervany, 1981b). La incorporación de la nueva tecnología permitirá fortalecer el alineamiento con la estrategia de la organización (tabla 6). Esta coherencia estratégica puede contribuir a mejorar su eficiencia global, su creatividad, su flexibilidad y su aprendizaje, así como el fortalecimiento de sus alianzas globales y de su independencia del departamento de ΤΙ (Basahel e Irani, 2010).
3. Los empleados obtienen beneficios con la implementación de nuevas ΤΙ (tabla 7): desarrollan o mejoran sus habilidades y conocimientos; en algunos casos, se desarrollan profesionalmente y logran un bienestar y satisfacción personal o profesional.
4. El uso de las ΤΙ en las organizaciones implica una mejora en la calidad de la información (tabla 8). La organización podrá contar con una mejor precisión y actualidad de la información, así como con una mayor confiabilidad y disponibilidad de la información.
5. Varios autores señalan un aumento de las capacidades organizacionales con el uso de las ΤΙ (tabla 9). La organización podrá mejorar y expandir sus procesos de innovación, creatividad, aprendizaje organizacional, flexibilidad y respuesta rápida y eficiente a los cambios en el entorno. Adicionalmente, la organización podrá aumentar su capacidad de τι, en los ámbitos técnico, humano y estratégico.
6. Al tener al alcance más herramientas tecnológicas, se facilita el desarrollo de nuevos y mejores planes y modelos de negocios (tabla 10). Se accede a aplicaciones que no eran factibles de ser implementadas anteriormente, se crean oportunidades que permiten el desarrollo de otras aplicaciones más rápidamente y se generan cambios en la forma en que las empresas hacen negocios.
7. Mejoras en la estructura y en los procesos organizacionales normalmente ocurren tras una implementación tecnológica (tabla 11). Se transforman los procesos operativos y de gestión generando nuevas formas organizacionales, mejor trabajo en equipo e integración entres las áreas, así como eficiencia y flexibilidad operacional; esto mejora el desempeño en todos los niveles de la organización.
8. La optimización del uso de recursos, mayor control organizacional, mejor gestión tecnológica y, en general, mejoras en la gestión de los recursos son beneficios obtenidos gracias a la implementación de las τι en las organizaciones (tabla 12).
9. El uso adecuado de ΤΙ hace trabajadores más eficientes, mejora la calidad del trabajo, crea rutinas y genera automatización de reportes, reducción de tiempos, disminución de errores, mayor eficiencia en el negocio y un aumento en la productividad laboral (tabla 13).
10. Uno de los beneficios de las τι más mencionados en la literatura es la reducción de costos (tabla 14), que abarca varios elementos:
Ahorros en costos de operación, debido a que se mejoran los procesos productivos, los procesos operativos y las rutinas en los servicios.
Reducción de gastos administrativos, ya que los sistemas de información los optimizan los procesos comunicacionales y de control.
Reducción de costos laborales, ya que se optimiza la inversión en talento humano.
Reducción en costos de τι, lo que optimiza la implementación de nuevas aplicaciones, el uso de los servicios web y la posibilidad de realizar mantenimientos de manera rápida a los sistemas.
11. El uso de las ΤΙ puede mejorar las relaciones con el cliente (tabla 15), ya que permite la creación de nuevos y mejores productos y servicios al cliente, lo que mejora la manera de relacionarse y comunicarse con los clientes, y aumenta su satisfacción.
12. Mejora en las relaciones con otras organizaciones (tabla 16). La implementación de ΤΙ ayuda a las organizaciones a establecer vínculos útiles con otras organizaciones, lo que genera creación y consolida alianzas entre proveedores, productores y distribuidores.
13. Una de las preocupaciones más comunes de la alta dirección al invertir en ΤΙ es el retorno financiero de la inversión (tabla 17). Múltiples investigaciones presentan evidencia sobre el retorno directo o indirecto de las ΤΙ en relación con las ventas, a los activos, al valor en el mercado y al crecimiento de la organización.
14. Contar con información oportuna y de calidad permite mejorar la toma de decisión (tabla 18), así como un mejor uso de esta para la planeación estratégica.
15. La ventaja competitiva es presentada en la literatura como un beneficio indirecto del uso de las ΤΙ (tabla 19), beneficio asociado al liderazgo en costos, precios o diferenciación en producto, así como a la flexibilidad y capacidad competitiva de la organización que contribuya a generar una mejora en la competitividad y estar al mismo o a un mayor nivel que la competencia.
Dimensiones organizacionales de los beneficios de las τι en las organizaciones
En el proceso de revisión de la literatura se encontraron diferentes dimensiones en las que se refleja el impacto de las inversiones en ΤΙ (tabla 20). Al analizar las definiciones de las diferentes dimensiones encontradas en la literatura, con criterios de similitud y repetición, se identifican cuatro dimensiones organizacionales principales: estratégica, informacional, transaccional y transformacional.
La dimensión informacional está asociada a los efectos in-formacionales sobre el procesamiento y administración de la información para la toma de decisiones, la coordinación, la comunicación y el control (Mooney y Kraemer, 1996). Estos beneficios implican acceso a la información, calidad de la información y flexibilidad de la información (Mirani y Lederer, 1998).
Por otra parte, la dimensión estratégica hace énfasis en la ventaja competitiva, el alineamiento estratégico y las relaciones con los clientes (Mirani y Lederer, 1998), involucrando aspectos que van a cambiar la manera como la organización compite o la naturaleza de sus productos (Gregor et al, 2006). Se relaciona, además, a las dimensiones estratégica y gerencial propuestas por Shang y Seddon (2002), así como parte de la dimensión transformacional de Mooney y Krae-mer (1996) y las perspectivas financieras y de clientes de los modelos de Balance Score Card (BSC) (Azadeh y Songhori, 2006; Uwizeyemungu y Raymond, 2010).
Por su parte, la dimensión transaccional está estrechamente relacionada con los procesos operativos (Mooney y Kraemer, 1996), la comunicación, la eficiencia del negocio y el desarrollo eficiente de sistemas (Mirani y Lederer, 1998). Shang y Seddon (2002) la denominan "operacional"; Mooney y Kraemer (1996) la llaman "de automatización", mientras que Gable et al. (2008) la identifican como de impacto organizacional y los modelos BSC la asocian con las perspectivas de procesos internos u operacional (Azadeh y Songhori, 2006; Uwizeyemungu y Raymond, 2010). La dimensión transaccional está estrechamente relacionada con los beneficios que aparecen en la cadena del proceso productivo (Gable et al, 2008; Gregor et al, 2006; Mirani y Lederer, 1998).
Finalmente, la dimensión transformacional esta asociada a la generación de nuevas capacidades y maneras de hacer negocios (Mooney y Kraemer, 1996). Shang y Seddon (2002) la catalogan como "impacto organizacional" y Gable et al. (2008) la presentan como impacto individual e impacto organizacional. Los modelos de BSC la asocian con las perspectivas "innovación y aprendizaje" o "competitividad estratégica" (Azadeh y Songhori, 2006; Uwizeyemungu y Raymond, 2010), para denominar y clasificar todos los cambios intermedios benéficos en las condiciones y capacidades de las personas y de la organización que transforman las empresas (Gable et al, 2008; Gregor et al, 2006; Mirani y Lederer, 1998; Mooney y Kraemer, 1996).
Estructura de dimensiones y beneficios de las ΤΙ
A partir de los beneficios y dimensiones identificadas anteriormente, se construye una estructura general (tabla 21), que será el marco de referencia propuesto para la evaluación de los beneficios de las iniciativas de ΤΙ. Esta estructura está formada por cuatro dimensiones: informacional, transaccional, transformacional y estratégica. En la dimensión informacional, se clasifican aquellos beneficios que promueven una mejora en el uso y características de la información que fluye en la organización. En la dimensión transaccional, se agrupan aquellos beneficios referentes a procesos productivos y de gestión. En la dimensión transformacional, se encuentran los beneficios basados en el aprendizaje tanto de las personas como de la organización que promueve la innovación. Finalmente, en la dimensión estratégica se encuentran los beneficios de las inversiones τι para solucionar problemas gerenciales, así como los de crecimiento y competitividad de la organización.
Discusión y conclusiones
Identificar los beneficios de una inversión en τι ha sido un reto para los investigadores en el área y para los gerentes de TI de las organizaciones. Múltiples investigaciones han sido realizadas y múltiples términos han sido usados para referirse al tema (tabla 1). Hoy en día no hay discusión sobre el impacto del uso de tecnologías en las organizaciones, sino sobre cómo se obtienen beneficios al implementarlas.
Al revisar la literatura en el tema se encuentran varias cosas: 1) muchos de los estudios realizados se han enfocado en la medición de los beneficos, haciendo uso de medidas y métodos cuantitativos; 2) los efectos del uso de las τι en las organizaciones no son directos ni inmediatos, sino que, a medida que se usan en las organizaciones, van contribuyendo poco a poco en diferentes aspectos de la organización, llevándola, en algunos casos, a lograr una ventaja competitiva, y 3) diferentes factores internos y externos a la organización afectan el grado de aprovechamiento de las ΤΙ.
A partir de una revisión de la literatura, se presenta un marco referencial asociado a la contribución de las ΤΙ a las organizaciones que sirva como avance teórico en la identificación y clasificación de beneficios, tangibles e intangibles, de las τι en las organizaciones (tabla 21).
La síntesis planteada en esta revisión permite evidenciar que la implementación de iniciativas de τι tiene repercusiones multidimensionales y graduales. Los beneficios que se pueden esperar tras la puesta en marcha de un sistema de información se despliegan a lo largo de toda la organización, de tal manera que, dependiendo del tipo de solución que se implemente, la organización podrá beneficarse en cuatro ámbitos principalmente (figura 3 ): el informacional (color blanco), el transaccional (gris claro), el transformacional (gris intermedio) y el estratégico (gris oscuro).
En un primer ámbito, las tecnologías de la información podrán permitir a una organización un mejor acceso a la información y una mejor calidad de la información. El poder acceder a la información y contar con una información de calidad le podrá permitir a la organización tomar mejores decisiones y gestionar mejor sus recursos, lo que puede llevar a la organización a un segundo ámbito: mejorar su estructura, sus procesos, sus habilidades individuales y su productividad, logrando así un fortalecimiento de sus capacidades organizacionales, de su estrategia y de sus productos o servicios (tercer ámbito). Finalmente, llegará a diferenciarse de la competencia, posicionarse estratégicamente y obtener beneficios financieros (cuarto ámbito).
El contar con una estructura referencial asociada a los beneficios generados por las ΤΙ puede ayudar a las organizaciones a diseñar las soluciones de τι de una manera ajustada a las necesidades de la organización y de acuerdo al problema que se quiere resolver. Paralelamente, esa estructura permite poner en relieve que la implementación de cualquier herramienta de τι en una organización es un proceso de cambio que afectará tanto a la organización como a las personas. Es un reto para los directores de tecnología y para las empresas consultoras en ΤΙ el garantizar la obtención de estos beneficios para las organizaciones.
No obstante, es importante tener en cuenta que múltiples factores afectan la obtención de estos beneficios en las organizaciones, y que no todas las organizaciones llegarán al máximo nivel en la obtención de dichos beneficios. Dentro de los factores mencionados en las investigaciones revisadas se mencionan el grado de preparación de la organización, la manera como se gestionan la ΤΙ, el compromiso de la alta dirección, la manera como se gestiona el cambio y la misma tecnología, así como factores políticos, sociales y organizacionales.
Una investigación que relacione los beneficios de las ΤΙ, los factores externos e internos, facilitando o inhibiendo la obtención de estos beneficios y el nivel de aprovechamiento de estos, aportaría en el avance de la investigación en esta área. Se propone, pues, que este tipo de investigaciones involucren métodos cualitativos y cuantitavos.