El rol de la tecnología en la sociedad está atravesado por manifestaciones acerca del futuro, ya sea en forma de visiones, promesas o expectativas (Jasanoff, 2015; Joly, 2010; Van Lente, 1993), que con frecuencia expresan aproximaciones optimistas al desarrollo tecnocientífico como forma de solucionar retos en diversos ámbitos de la sociedad (Konrad et al., 2017). Lejos de ser neutras, dichas expectativas sugieren formas particulares de entender determinados ámbitos sociotécnicos, y suelen tener un carácter performativo tal que simultáneamente son creadas por y dan forma a los procesos sociotécnicos en cuestión (Borup et al., 2006).
Tanto la tecnología como las expectativas sobre ella suelen hacer parte de la respuesta temprana de los gobiernos a problemas públicos apremiantes, como forma de actuación ágil (Mergel et al., 2018). En ese sentido, las expectativas sociotécnicas se presentan como herramientas de gobernanza anticipatoria cuyo análisis permite entender la gestión de determinados procesos sociotécnicos, particularmente en contextos de incertidumbre (Konrad y Bohle, 2019; Hielscher y Kivimaa, 2019; Budde y Konrad, 2019; Kuhlmann et al., 2019).
La respuesta gubernamental al covid-19 ilustra lo anterior. Durante los primeros meses de pandemia, marcados por la incertidumbre, múltiples gobiernos alrededor del mundo implementaron herramientas tecnológicas con el fin de combatir los desafíos epidemiológicos. Algunas de estas, basadas en ciencia de datos, inteligencia artificial, aprendizaje de máquina, aplicaciones móviles, entre otras, buscaban facilitar la gestión clínica, la cuarentena de casos positivos, el reporte de síntomas o el rastreo de contactos (Whitelaw et al., 2020; Gasser et al., 2020; Horgan et al., 2020).
Rápidamente las aplicaciones de rastreo de contactos ganaron popularidad entre los gobiernos, considerando su potencial para la reducción de casos de covid-19 (Urbaczewski y Lee, 2020). Y, a pesar de las controversias que llegaron a suscitar, algunos referentes exitosos reforzaron lo anterior -Corea del Sur (Lee y Lee, 2020; Ryan, 2020), China (Liang, 2020), Singapur y Australia (Goggin, 2020)-. De acuerdo con el portal Top10VPN, para el 27 de enero del 2021 existían al menos 120 aplicaciones de rastreo de contactos en 71 países, principalmente en Estados Unidos (23) e India (11) (figura 1). Según el portal, al menos 19 de estas, que sumaban cerca de cuatro millones de descargas, no definían políticas de privacidad de manera explícita (Woodhams, 2020).
La proliferación de literatura sobre aplicaciones de rastreo de contactos durante la pandemia refleja la gran atención que han recibido, desde lineamientos técnicos para la implementación de las apps (Vinuesa et al., 2020; Von Wyl et al., 2020; Moy et al., 2020; Polenta et al., 2020) hasta miradas críticas sobre los potenciales riesgos éticos y en derechos digitales de estas (Rowe, 2020; Dubov y Shoptawb, 2020; Galloway, 2020; Guinchard, 2020; Hoffman, et al., 2020; Hsu, 2020; Klar y Lanzerath, 2020; Klenk y Duijf, 2020; Lapolla y Lee, 2020).
Esto último puede limitar la apropiación de las apps por parte del público (Abuhammad et al., 2020; Guillon y Kergall, 2020; Jonker et al., 2020; Joo y Shin, 2020; Kaspar, 2020; Altmann et al., 2020; Trang et al., 2020), particularmente en el Sur Global, donde hay un limitado acceso a tecnologías digitales (Arakpogun et al., 2020). Asimismo, el impacto de las apps de rastreo de contactos depende de la forma en que se implementen (Berardi et al., 2020), concretamente, de su complementariedad con otras medidas de contención (Hernández-Orallo et al., 2020) y su uso generalizado entre la población (Riemer et al., 2020).
La proliferación de apps para el covid-19 y de literatura sobre ellas ilustra las altas expectativas que suscitan a nivel global (Rowe et al., 2020; Goggin, 2020). El análisis de dichas expectativas, sean positivas o negativas, puede ilustrarnos sobre la forma en que los gobiernos se aproximan a las apps en un entorno sociotécnico más amplio (Van Lente et al., 2013) y los posibles imaginarios futuros en las políticas de salud (Goggin, 2020).
En el caso de Colombia, la CoronApp fue lanzada con la promesa de facilitar el rastreo de contactos e incluso "salvar vidas" (MinTIC, 2020). Sin embargo, al tiempo que surgían críticas sobre la eficacia, inclusividad y privacidad de la app, se hizo evidente su ineficacia como forma de rastreo de contactos y se limitó al reporte de síntomas1 (Botero et al., 2020). Frente a este panorama, nos proponemos analizar la evolución de las expectativas sociotécnicas en torno a la aplicación CoronApp, implementada en Colombia por el Gobierno nacional como respuesta rápida a la crisis desatada por la pandemia. Concretamente, nos preguntamos ¿cuáles son las principales características de las expectativas sobre la aplicación CoronApp en Colombia?
Para esto, caracterizamos el escalamiento en expectativas o hype sobre dichas aplicaciones y la posterior fase de desilusión cuando dichas expectativas no se materializan. El análisis crítico de este proceso de hype y desilusión nos permite entender la gestión de la pandemia impulsada por el Gobierno desde el punto de vista de la tecnología. Conceptualmente, apelamos a la sociología de las expectativas (Borup et al., 2006) y, metodológicamente, nos inspiramos en Ruef y Markard (2010) y Van Lente et al. (2013) para realizar una revisión sistemática de prensa en la que identificamos publicaciones sobre CoronApp en medios de circulación nacional, analizamos la frecuencia y el contenido de dichas publicaciones y triangulamos estos datos con: a) las reseñas y comentarios de usuarios de la app en la tienda de aplicaciones (App Store) de Apple Inc.; y b) entrevistas a expertos nacionales sobre derechos digitales.
Con el abordaje de dichos interrogantes buscamos contribuir a la cuestión de cuáles son los aspectos que definen un proceso de altas expectativas y posterior desilusión frente a la tecnología (Van Lente et al., 2013), y cuáles son las dinámicas que anteceden y suceden a una fase de expectativas altas frente a la tecnología (Ruef y Markard, 2010). Asimismo, con este trabajo nos interesa explorar la instrumentalidad de las expectativas sociotécnicas como objeto de gobernanza en contextos de incertidumbre (Konrad y Bohle, 2019; Hielscher y Kivimaa, 2019).
El artículo se organiza de la siguiente manera: primero se presentan los elementos básicos de la sociología de las expectativas como marco conceptual para el análisis que aquí se realiza, luego se describen los detalles metodológicos del análisis, se presentan los resultados del análisis y se los discute; finalmente, concluimos con algunas reflexiones finales.
Marco conceptual
Desde la sociología de las expectativas, Borup et al. (2006) y Konrad et al. (2017) definen las expectativas sociotécnicas como representaciones presentes sobre el futuro de la tecnología que circulan en la esfera pública y sugieren alguna probabilidad de materialización. Estas tienen un carácter performativo en tanto en cuanto ofrecen marcos de gobernanza de procesos sociotécnicos, legitiman innovaciones, movilizan recursos y facilitan la coordinación y formación de redes de innovación (Van Lente, 2012). El carácter colectivo de las expectativas reside no en su aceptación amplia como plausibles sino en su reconocimiento como dispositivos cognitivos que inciden en el debate público (Van Lente, 2012). Estas se manifiestan en discursos públicos, materializados, por ejemplo, en documentos de política o medios de comunicación (Budde y Konrad, 2019). Sin importar su grado de aceptación, las expectativas pueden llegar a ser reproducidas al punto de incidir en la definición de prioridades de investigación e innovación (Konrad, 2006).
Las expectativas operan como marcos de gobernanza tentativa o de facto para tomar decisiones en contextos de incertidumbre (Borup et al., 2006; Konrad et al., 2017). Algunos incluso distinguen la gobernanza de las expectativas, de la gobernanza por medio de las expectativas, subrayando su versatilidad (Konrad y Bohle, 2019; Hielscher y Kivimaa, 2019). A su vez, las expectativas sociotécnicas legitiman y movilizan recursos hacia determinadas innovaciones (Borup et al., 2006) y, en la medida en que la intención de invertir en ellas aumenta, se refuerza el carácter prometedor de sus expectativas (Konrad et al., 2017). Así, la inversión en promesas de este tipo es una práctica anticipatoria que a su vez moldea expectativas sociotécnicas (Alvial-Palavicino y Konrad, 2019); esto, sujeto a la capacidad de construir redes de expectativas, en lugar de formular expectativas de modo individualizado, como sugieren Van Rijnsoever et al. (2014).
Las expectativas sociotécnicas pueden incluir referencias a aspectos económicos, sociales, políticos y culturales, más allá de lo estrictamente técnico (Van Lente, 2012). Asimismo, estas varían según su alcance, ya sean enunciados futuros generalizados que aluden a campos sociotécnicos más amplios o referencias específicas al alcance técnico de un desarrollo tecnológico (Ruef y Markard, 2010; Van Lente et al., 2013). Mientras las expectativas generalizadas describen el desarrollo esperado de un determinado campo tecnológico y su entorno más amplio, las expectativas específicas se refieren a las características particulares de un desarrollo tecnológico determinado y sus resultados concretos (Van Lente et al., 2013).
También es posible distinguir entre expectativas positivas y negativas (Van Lente et al., 2013). Las primeras tienden a pasar por alto los posibles riesgos de una innovación tecnológica y, en contraste, destacan su carácter disruptivo. Además, son reproducidas y colectivizadas de manera poco crítica aun cuando no son ampliamente aceptadas por distintos públicos (Konrad, 2006). Por su parte, las expectativas negativas señalan las tensiones de las innovaciones y conducen a su eventual desuso. Con frecuencia, estas son formuladas bajo narrativas de crisis inevitables como forma de crítica a determinados procesos o discursos dominantes en la actualidad, sugiriendo la necesidad de acción para evitar la materialización inminente de dichos escenarios (Hultman y Nordlund, 2013).
Ahora bien, mientras las características de las expectativas sociotécnicas descritas hasta aquí permiten interpretar su rol, cabe destacar que la sociología de las expectativas presta especial atención a los procesos de escalamiento en expectativas o hype y su posterior declive o desilusión, con el fin de explicar cómo los enunciados futuros sobre la tecnología dan forma a los procesos de innovación, incluida su producción, difusión y uso.
Los hypes son una fase de incremento sostenido en enunciados futuros optimistas sobre un desarrollo tecnológico, con frecuencia sucedido por un momento de desilusión o decepción frente a dichas innovaciones y caracterizado por el declive abrupto de las expectativas positivas cuando estas no son efectivamente alcanzadas o materializadas. Posteriormente, dichas expectativas tienden a estabilizarse con nuevos aumentos en las expectativas positivas, dependiendo del resultado del proceso tecnológico (Konrad, 2006; Ruef y Markard, 2010; Van Lente et al., 2013). La figura 2 ilustra el proceso descrito.
A efectos del presente trabajo e inspirados en Van Lente et al. (2013), interpretamos los hypes de forma tal que, más allá de centrarnos en qué tan acertadas son o no las expectativas en cuestión, nos interesamos en el carácter colectivo de las expectativas como exploraciones de cara al futuro que tienen la capacidad de dar forma a las prácticas sociotécnicas en el presente.
Metodología
Para llevar a cabo el análisis propuesto, mapeamos las expectativas colectivas proyectadas por distintos actores en el debate público a partir de una revisión sistemática de prensa. Esta revisión fue contrastada con la percepción de los usuarios de la aplicación y de expertos en derechos digitales que han realizado seguimiento al tema. Esto se detalla a continuación.
Atención pública sobre CoronApp
Inspirados en Ruef y Markard (2010) y Van Lente et al. (2013), realizamos una revisión sistemática de prensa para determinar el grado de publicidad que CoronApp recibió durante los primeros meses de la pandemia, marcados por la alta incertidumbre, concretamente entre marzo y diciembre del 2020. El análisis ex post de los hypes permite identificar con mayor claridad la forma que adopta un ciclo de expectativas (Ruef y Markard, 2010).
La revisión inició con la búsqueda de la expresión "CoronApp" en el portal web de cuatro medios colombianos: revistas Portafolio y Semana, El Espectador, El Tiempo, seleccionados por su amplio alcance en términos de circulación y audiencia nacional. En ellos, identificamos 239 publicaciones que sistematizamos en una base de datos para cuantificar la atención mediática mensual. Esta frecuencia ilustra el carácter colectivo de las expectativas sobre CoronApp (Budde y Konrad, 2019) (tabla 1).
Medio | Número de publicaciones |
---|---|
El Espectador | 54 |
El Tiempo | 54 |
Portafolio | 23 |
Semana | 108 |
Total | 239 |
Fuente: elaboración propia.
Sin embargo, no basta con la magnitud de la atención para determinar la existencia de un hype, sino que hace falta determinar el carácter positivo (o no) de las expectativas colectivas (Ruef y Markard, 2010). Por ello, se realizó un análisis del contenido de las publicaciones a partir del cual se identificaron los enunciados futuros (expectativas) sobre CoronApp, el tipo de expectativas (positivas/negativas), su alcance (generalizadas/específicas) y el tipo de actor involucrado en la formulación de dichos enunciados. Estos elementos distintivos fueron identificados en la base de datos mencionada anteriormente.
Uso de CoronApp
Para contrastar lo anterior con otras variables sobre el uso de la aplicación, rastreamos el número de nuevos casos de covid-19 confirmados en el país, tomados del portal Our World In Data, y mapeamos el número de actualizaciones realizadas por el desarrolla-dor de CoronApp durante 2020, tal como se encontró en la información sobre la aplicación en la App Store de Apple Inc. En este mismo portal, revisamos los comentarios y reseñas de usuarios de la aplicación2 durante el periodo de análisis. Los datos fueron obtenidos mediante la técnica de web scraping, que permite descargar de manera automatizada y organizada grandes volúmenes de información de una página web. Para esto, usamos una extensión de web scraping para el buscador Google Chrome, con la cual identificamos 1.377 reseñas de usuarios, las cuales cuantificamos mensualmente. Si bien los comentarios no contienen expectativas futuras sobre CoronApp, encontramos en ellos enunciados sobre las características particulares de la app y el nivel de satisfacción del usuario que ilustran su caudal de uso. Advertimos que estos comentarios solo dan cuenta de una fracción de la población que usa dispositivos con sistema operativo iOS, lo cual, si bien no es suficientemente exhaustivo, sí ofrece un panorama ilustrativo sobre el uso de la aplicación.3
Percepción de los expertos
Posteriormente, triangulamos los datos recolectados con dos entrevistas semiestructuradas que aplicamos a dos actores (representantes de la Fundación Karisma y del Instituto de Estudios Constitucionales Carlos Restrepo Piedrahita de la Universidad Externado de Colombia) que trabajan en el campo de los derechos digitales y han realizado seguimiento a CoronApp (véase cuestionario en el anexo 1). Los entrevistados manifestaron su consentimiento para que sus respuestas fueran utilizadas de manera anónima en esta investigación.
Resultados
Como mencionamos anteriormente, la atención mediática es un indicador útil para identificar patrones de evolución en el tiempo de expectativas colectivas para el caso de CoronApp. No obstante, el análisis de frecuencias resulta insuficiente (Ruef y Markard, 2010), por lo cual aquí consideramos el contenido de las expectativas, los datos sobre el uso efectivo de la aplicación y la percepción de expertos. A continuación, presentamos primero un breve contexto del entorno en el que la app fue lanzada en Colombia. Segundo, mostramos los resultados del mapeo a la atención mediática recibida por CoronApp. Tercero, contrastamos lo anterior con otras variables sobre el uso de la app. Cuarto, presentamos las características de las publicaciones de prensa según su tipo y alcance. Finalmente, exponemos los tipos de actores involucrados en la formulación de expectativas.
CoronApp en Colombia
La tecnología fue un elemento central del discurso gubernamental desde los inicios de la pandemia. A comienzos de marzo del 2020, con muy pocos casos de covid-19 confirmados, el Gobierno nacional anunció el lanzamiento de CoronApp, una aplicación móvil para la gestión sanitaria. Su lanzamiento temprano fue posible, en parte, gracias a la existencia de antecedentes en el país. Concretamente, CoronApp fue desarrollada sobre la base de una aplicación anterior, llamada Guardianes de la Salud, que sirvió como estrategia de vigilancia epidemiológica participativa ante posibles aglomeraciones en el marco de la visita del Papa Francisco a Colombia en el 2017 (Índice coronavirus y derechos digitales Colombia, 2020). Asimismo, el Gobierno contó con tiempo para prepararse al observar la respuesta de otros países a la pandemia, donde resaltó el entusiasmo global por la tecnología para atender la crisis (entrevista 2). En ese contexto, CoronApp fue lanzada como una solución tecnológica con altas expectativas por parte del Gobierno (entrevistas 1 y 2). En palabras de la entonces ministra de las TIC, esta aplicación permitiría "salvar vidas" (MinTIC, 2020).
CoronApp fue presentada con funcionalidades como el reporte de síntomas por parte de la ciudadanía para ofrecer diagnóstico a los usuarios, y con ello no solo suministrar evidencias a los tomadores de decisiones de las autoridades sanitarias, sino también informar al público sobre el estado de la pandemia en el país. También se pretendió que la aplicación sirviera como método de rastreo de contactos a través del uso del Bluetooth y como pasaporte de movilidad para la reactivación de la economía (Índice coronavirus y derechos digitales Colombia, 2020; entrevista 2, 2021). Sin embargo, la aplicación no logró operar efectivamente como pasaporte de movilidad ni como herramienta de rastreo de contactos (entrevista 2). Asimismo, la falta de claridad en torno al propósito de la aplicación, la obligatoriedad de su uso y la transparencia en el uso de los datos personales profundizó los cuestionamientos sobre los potenciales riesgos que CoronApp representaba para los derechos digitales y el derecho a la privacidad (Botero et al., 2020; entrevista 1).
CoronApp ha sido considerada por múltiples organizaciones como una solución que no cumplió con las altas expectativas positivas formuladas por el Gobierno nacional (entrevistas 1 y 2). Lo anterior se manifiesta en un reducido uso de aplicación: a diciembre del 2020, contaba con alrededor de 10 millones de descargas; 1,9 millones de personas efectivamente abrieron la app en sus dispositivos móviles al menos una vez; y solo 860 mil personas la usaron efectivamente para reportar algún síntoma (Fundación Karisma, 2021).
Atención pública y expectativas colectivas
La figura 3 permite distinguir tres momentos distintivos en la evolución de la atención mediática sobre CoronApp que reflejan el ciclo adaptado de Ruef y Markard (2010) y Van Lente et al. (2013): el aumento, declive y posterior estabilización de la atención mediática. Este patrón coincide en alguna medida con las discusiones sobre la app en redes sociales, que fueron numerosas al principio, pero tendieron a decaer con el tiempo hasta casi desaparecer (Cortés, 2020).
Primero, se evidencia una fase de hype, que va desde el lanzamiento de la aplicación en marzo hasta el pico de atención en junio. El incremento de la atención mediática en este periodo tiene que ver, por un lado, con el esfuerzo del Gobierno por fomentar el uso de la aplicación y, por otro lado, con las primeras controversias y cuestionamientos en torno que empezaron a aparecer en torno a su utilización.
Si bien los cuatro medios de comunicación analizados no capturan la totalidad de las controversias existentes, vale la pena detenerse en ellas para tener una noción del contexto nacional del momento. Varias de estas controversias se manifestaron alrededor de aplicaciones implementadas por parte de gobiernos subnacionales. Por ejemplo, el Gobierno distrital en la ciudad de Bogotá anunció el uso obligatorio de la aplicación Bogotá Cuidadora, la cual, similar a Coro-nApp, tenía el propósito de servir como pasaporte de movilidad. No obstante, la opinión pública rápidamente rechazó la obligatoriedad de su uso y la decisión fue reversada.
Lo anterior se suma a otros debates que no recibieron similar atención de medios nacionales, pero que se sumaron al escepticismo ciudadano frente al uso de las apps. Esto tiene que ver con la tendencia a securitizar la gestión de la pandemia en ciudades como Cali y Medellín, donde a través de las aplicaciones Valle Corona y Medellín me Cuida, respectivamente, se informó a las autoridades de policía para que intervinieran e incluso se llegó a militarizar barrios con población vulnerable (López et al., 2021; entrevista 1, 2021). Por ejemplo, en el caso de Medellín, únicamente se permitió la movilidad de personas registradas como parte de negocios formales.
Estas controversias condujeron a la segunda fase entre julio y agosto, marcada por la desilusión frente a la aplicación y una reducción sustancial en la atención mediática. Esto se explica por la promesa incumplida en la funcionalidad del rastreo de contactos, así como una percepción generalizada de inefectividad (entrevista 1). Esta fase se caracteriza por el silencio del Gobierno, que dejó de insistir en el uso de la aplicación al observar el creciente rechazo del público hacia ella (entrevista 2).
Por último, es posible observar una tercera fase, de estabilización de la atención mediática, en la que CoronApp continuó funcionando como herramienta para facilitar la reanudación del transporte aéreo al interior del país entre septiembre y diciembre del 2020. Aunque con profundo escepticismo por parte de la ciudadanía y sin tener un propósito epidemiológico claro, la atención mediática sobre la app mantuvo un patrón estable a medida que se propendía por la apertura de la economía y el periodo de vacaciones de fin de año.
Uso de CoronApp
En este apartado, contrastamos la atención mediática a CoronApp con algunas variables asociadas a su uso. No se trata aquí de atribuir a dichas variables el patrón de atención mediática, sino más bien de identificar algunos puntos de convergencia que permitan caracterizar el ciclo de expectativas, como nos proponemos en esta investigación. Para esto, nos centramos en tres aspectos: 1) el contexto de uso de la aplicación, medido en el número de nuevos casos de covid-19 confirmados en el país (figura 4); 2) las modificaciones introducidas en el funcionamiento de la app, medidas en el número de actualizaciones realizadas por el desarrollador (figura 5); y 3) el uso efectivo de la aplicación por parte de la ciudadanía, medido en el número de comentarios y reseñas mensuales realizadas por los usuarios (figura 6).
Fuente: revisión de prensa de los autores y datos de covid-19 tomados del portal Our World In Data del Global Change Data Lab.
Fuente: revisión de prensa de los autores y datos de actualizaciones tomados de la App Store de Apple Inc.
Fuente: revisión de prensa de los autores y comentarios de usuarios tomados de la App Store de Apple Inc.
En primer lugar, es posible observar que los casos de nuevos contagios de covid-19 en el país continuaron aumentando durante las fases de escalamiento y declive en la atención mediática, con un primer pico en agosto (figura 4). Frente a esta coincidencia, es probable que el incremento de casos haya tenido un efecto de sustitución en la agenda pública con el cual CoronApp pasó a un segundo plano. Durante el pico, también aumentaron los anuncios públicos del Gobierno nacional sobre las gestiones para la adquisición de vacunas, aún en desarrollo (entrevista 2). La fase de estabilización parece coincidir con la inminencia del siguiente pico de contagios (entrevista 2) y un escenario de riesgo como la movilidad de personas en el país durante la temporada de vacaciones.
En segundo lugar, encontramos que el ciclo de atención mediática y el comportamiento en la realización de actualizaciones siguen un patrón similar (figura 5). Las actualizaciones a la aplicación proliferan rápidamente durante la fase de escalamiento de atención debido a que su lanzamiento temprano obliga a los desarrolladores a introducir ajustes. La cantidad de actualizaciones se reduce drásticamente en junio, lo cual coincide con el declive de la atención mediática, y se mantiene en un nivel relativamente bajo durante el resto del año.
Finalmente, observamos el patrón de uso de la aplicación a partir de la cantidad de reseñas de usuarios. La figura 6 sugiere que la atención mediática y el uso de la app presentan un patrón similar, pero en momentos distintos: el hype en el uso de la app ocurre más temprano que el hype de atención mediática, lo cual es indicativo de una atención mediática que avanza sin un uso efectivo de la app que la fundamente. El número de reseñas aumentó rápidamente durante la fase de escalamiento de atención y alcanzó su mayor número en abril, dos meses antes de llegar al pico de atención. Este acelerado incremento estuvo relacionado con los incentivos ofrecidos por empresas de servicios de telefonía en términos de gigas de internet gratuitas, lo cual resultó atractivo en un país con niveles desiguales de acceso a internet (entrevista 1). Rápidamente, y mucho antes de haberse iniciado el declive de la atención mediática, el uso de la aplicación empezó a reducirse y alcanzó su mínimo en agosto. Y, aunque tanto la atención mediática como el uso de la aplicación aumentaron con la reanudación de vuelos (pues esta era uno de los requisitos para los viajeros), el número de reseñas volvió a caer en diciembre.
En suma, se tiene que el patrón de atención mediática no coincide con la evolución en el número de casos, pero sí presenta un comportamiento similar a la frecuencia con que se introdujeron actualizaciones y al uso efectivo de la aplicación. Sin embargo, para este último caso, se encuentra que el uso se reduce mucho antes de entrar a la fase de declive de atención mediática.
Tipo y alcance de las expectativas
Volviendo al mapeo de la atención mediática sobre CoronApp, la figura 7 muestra que la mayoría de expectativas sobre ella en medios nacionales durante el 2020 fueron positivas (84%), lo cual obedece a la aproximación optimista del discurso gubernamental hacia la tecnología (López et al., 2021; Cortés, 2020; entrevistas 1 y 2). En dichas expectativas se asume el potencial de CoronApp a través de distintas funcionalidades para facilitar la reactivación de la economía de manera paulatina. En ese sentido, y como confirma el panel B de la figura 7, el patrón en la evolución de las expectativas sobre la aplicación se definió principalmente en función de la variación en las expectativas positivas sobre esta. Por ello, en junio se encuentra el momento de hype, que según Ruef y Markard (2010) implica no solo alta atención sino atención optimista sobre la tecnología.
Cabe anotar que el aumento y el posterior declive de las expectativas positivas no se traducen en una variación en las expectativas negativas en la misma magnitud, pues luego del pico del hype las expectativas negativas no aumentaron. En efecto, los medios nacionales prestaron poca atención a las posibles expectativas negativas que otros actores no gubernamentales tuvieran sobre la app en forma de críticas o análisis de los riesgos asociados a los derechos digitales. En futuras investigaciones se deberá incluir medios de comunicación alternativos y regionales para ofrecer una mirada más comprehensiva en ese sentido.
Adicionalmente, el alcance de las expectativas sugiere un enfoque principalmente específico en estas (63%) (figura 8). Las expectativas sobre CoronApp se enfocan principalmente en sus características y funcionalidades concretas a fin de facilitar su adopción por parte del público. Las expectativas específicas presentan dos momentos de pico: en junio y septiembre. El primero, asociado a los discursos gubernamentales sobre esta y, el segundo, a la reapertura de los vuelos nacionales. Por su parte, las expectativas generalizadas tuvieron su punto más bajo en septiembre y alcanzaron su punto más alto hacia final de año, con la publicación de reportes diarios de revista Semana sobre posibles novedades en los aeropuertos del país, en los que se exhortaba el uso de la aplicación. Una explicación probable al carácter predominantemente específico de las expectativas durante el 2020 es la necesidad de los actores gubernamentales de fomentar el uso de la aplicación mediante una explicación detallada de esta en relación con su utilidad frente a actividades específicas.
Al cruzar el tipo y el alcance de las expectativas, se evidencia que las expectativas negativas son siempre específicas (figura 9). Estas se basan principalmente en análisis detallados sobre las funcionalidades de la aplicación y los riesgos que estas representan frente a aspectos específicos de la vida en sociedad como la privacidad y los derechos digitales. Por su parte, las expectativas positivas, aunque tienen algún grado de generalidad, son principalmente específicas. Las expectativas neutrales son fundamentalmente generalizadas en tanto en cuanto se trata de descripciones hacia futuro de la aplicación en su entorno más amplio de funcionamiento.
Actores involucrados
El carácter predominantemente optimista de las expectativas, como se mostró en la figura 7, tiene que ver con el rol mucho más activo del Gobierno nacional (25%) y de las autoridades nacionales de salud (19%) en la formulación de expectativas sobre CoronApp, así como con el rol de las aplicaciones en general para gestionar la pandemia, en el caso de los gobiernos subnacionales (8%). Esto tiene sentido debido al papel que se espera que estos actores desempeñen en la atención de la pandemia y su capacidad de hacer presencia en medios de comunicación nacionales (figura 10).
Los actores con mayor presencia son aquellos del sector de transporte aéreo (27%) como autoridades y aerolíneas, directamente interesados en el uso de CoronApp como condición para la reanudación de sus servicios. En ese sentido, las expectativas de estos actores son positivas y aumentaron de manera sostenida a partir de julio, cuando iniciaron los primeros pilotos de vuelos nacionales, y alcanzaron su punto máximo en noviembre, tras la reanudación de actividades del sector a nivel nacional e internacional. Asimismo, se destaca la presencia de actores del sector de telecomunicaciones (4%) en el marco de la colaboración entre compañías de telefonía celular y el Gobierno para ofrecer beneficios en dichos servicios a aquellos usuarios que descargaran y usaran la aplicación (entrevista 1).
Como muestra la figura 11, mientras las autoridades gubernamentales y actores del sector de transporte son quienes principalmente tienen expectativas positivas,las ONG (7%) plantean la mayor parte de las expectativas negativas, como actores que hacen seguimiento crítico a la acción gubernamental y, en ese sentido, advierten sobre los posibles riesgos de CoronApp.
Dentro de los actores que también formulan expectativas negativas encontramos individuos y autoridades estatales como la Procuraduría General de la Nación, encargada de velar por la conducta oficial de los funcionarios públicos y la protección de los derechos humanos.
Para cerrar este punto, cabe destacar lo señalado por los entrevistados sobre la coordinación entre distintos actores y sectores. Para uno de ellos, la implementación de CoronApp se vio afectada por la falta de articulación entre el sector de tecnologías de la información y el sector de la salud, pues no siempre hubo claridad sobre cómo los datos recogidos por el primero contribuirían a la toma de decisiones del segundo frente a la pandemia (entrevista 1). Para el otro, la aplicación CoronApp no logró insertarse ni articularse de manera coherente con la estrategia epidemiológica más amplia del Gobierno nacional y, más aún, se sobreestimó su potencial contribución a dicha estrategia por medio del reporte voluntario de síntomas (entrevista 2).
Conclusiones y discusión
Los resultados presentados sugieren tres fases en la evolución de las expectativas sobre CoronApp, que reflejan el ciclo adaptado de Ruef y Markard (2010) y Van Lente et al. (2013) y presentan características diferenciadas. Estas se sintetizan en la tabla 2. Con este panorama, aquí ofrecemos algunas líneas de discusión a la luz de los elementos expuestos en el marco conceptual.
Empezamos por destacar que las expectativas sobre CoronApp aparecen colectivizadas principalmente en medios de comunicación nacionales (Budde y Konrad, 2019). La existencia de expectativas positivas y negativas sugiere que las expectativas colectivas no son compartidas por los distintos actores, sin embargo, sí fueron reconocidas como parte del debate público (Van Lente, 2012). Por ejemplo, las lecturas críticas a la acción gubernamental reconocieron el rol performativo que podían llegar a tener sus expectativas en la implementación de CoronApp (entrevistas 1 y 2).
Por otro lado, tiene sentido que el Gobierno sea el actor más activo en el planteamiento de expectativas positivas. Estas operan como herramientas de gobernanza en un contexto de profunda incertidumbre (Konrad et al., 2017), como fue el inicio de la pandemia. Las expectativas, en este caso, fueron un intento de legitimar el uso de CoronApp (Borup et al., 2006) que se insertó en narrativas globales que observaban con optimismo el rol de la tecnología para abordar grandes retos (entrevistas 1 y 2). Si bien esto fue hecho en colaboración con múltiples actores -autoridades nacionales en salud, sector de telecomunicaciones, sector de transporte aéreo- y se esperaba que facilitara la efectividad de las expectativas para la movilización de recursos (Van Rijnsoever et al., 2014), la poca claridad en el uso de CoronApp limitó la aceptación de las expectativas positivas sobre esta y, finalmente, su adopción (entrevista 1).
Asimismo, las expectativas sobre CoronApp implicaron imbricaciones entre múltiples sectores, como se menciona en el párrafo anterior; la convergencia entre lo económico, lo social, lo político y lo cultural es una característica de estas (Van Lente, 2012). Con todo, las entrevistas revelan controversias intersectoriales en las que los actores del sector de las tecnologías de la información no lograron coordinarse con las autoridades de la salud frente al uso de la app (entrevista 1). Asimismo, parte de la inefectividad de CoronApp puede estar relacionada con su incapacidad para insertarse en una estrategia epidemiológica más amplia (entrevista 2), como sugiere la literatura (Hernández-Orallo et al., 2020). Un aspecto heurístico a destacar es la relevancia de distinguir entre tipos de expectativas, ya sean específicas o generalizadas, positivas o negativas, como proponen Ruef y Markard (2010) y Van Lente et al. (2013). Esto facilita la caracterización de las fases presentes dentro del ciclo de las expectativas y profundiza el potencial explicativo de la sociología de las expectativas.
El caso analizado refuerza la idea según la cual las expectativas positivas pueden colectivizarse rápidamente aun cuando no sean ampliamente aceptadas por el público (Konrad, 2006). Esto se evidencia concretamente en la disminución precipitada en el uso de la aplicación que precede al declive en las expectativas (figura 6). También es probable que, si bien poco numerosas, las expectativas negativas hayan tenido una formulación tal que facilitaron la decisión por parte del público de reducir el uso de la app (Hultman y Nord-lund, 2013). Las múltiples críticas sobre CoronApp se suman a las reflexiones a nivel global sobre el rol de las tecnologías de la información para la atención de la pandemia (Rowe, 2020; Dubov y Shoptawb, 2020; Galloway, 2020; Guinchard, 2020; Hoffman et al., 2020; Hsu, 2020; Klar y Lanzerath, 2020; Klenk y Duijf, 2020; Lapolla y Lee, 2020). Para una mirada crítica más detallada sobre el uso de aplicaciones para contener la pandemia, véase López et al. (2021).
A modo de cierre
En esta investigación presentamos evidencia empírica que nos permite caracterizar y entender con mayor detalle el rol de las expectativas sociotécnicas en torno a la gestión de la pandemia, concretamente, cuando esto implica el uso de soluciones tecnológicas que operan en la interfaz entre lo político, lo social y lo tecnológico, como sucedió con CoronApp. Así, a partir del caso colombiano expandimos el alcance analítico sobre ciclos de expectativas y hypes, asunto de interés desde la sociología de las expectativas (Ruef y Markard, 2010; Van Lente et al., 2013).
Para futuras investigaciones será necesaria la revisión de medios de comunicación alternativos, pues es probable que allí se encuentren contranarrativas que hagan contrapeso a los discursos optimistas gubernamentales sobre la tecnología. De igual modo, esperamos en futuros ejercicios llevar a cabo este tipo de análisis con una mayor disponibilidad de datos, como los de la tienda virtual de aplicaciones para sistemas operativos Android, de uso más extendido en la población. Asimismo, será necesario profundizar en cuáles son los mecanismos a través de los cuales las expectativas sociotécnicas facilitan la gobernanza de los procesos de innovación, particularmente en contextos en los que el carácter urgente de determinados retos hace necesario tomar decisiones de manera ágil (Mergel et al., 2018).
En este análisis crítico no asumimos el carácter negativo de las aplicaciones tecnológicas para la gestión de la pandemia, sino que nos interesamos por el carácter performativo de las expectativas en torno a ellas en un contexto más amplio de atención pública. Esta aproximación suma a las reflexiones sobre el uso de la tecnología a nivel global para atender la pandemia, particularmente con elementos explicativos sobre su posible efectividad o no. Esperamos con este trabajo avanzar en la comprensión de cómo los gobiernos implementan soluciones de manera ágil frente a retos sociotécnicos complejos.