1. INTRODUCCIÓN
Una visión integral en los campos de aplicación de la Psicología del trabajo y de las organizaciones considera el punto de vista de todos los actores implicados en los procesos laborales. En esta propuesta se resalta la situación actual de los jóvenes, los que siguen sufriendo el déficit de trabajo decente y la mala calidad del empleo al que tienen acceso, lo que puede medirse en términos de pobreza, baja remuneración o baja condición laboral y riesgo de enfermedades y accidentes laborales. Cada vez con más frecuencia, los trabajadores jóvenes pueden carecer de alternativas en la economía formal para evolucionar hacia un trabajo a tiempo completo a partir del empleo a tiempo parcial, temporal, ocasional o estacional (OIT, 2012, p.15).
La inclusión de la visión de los jóvenes considera los procesos subjetivos compartidos manifestados a través de sus discursos y prácticas, en el marco de la cultura en que viven. Las representaciones que le otorgan al trabajo, así como sus atribuciones e imágenes ayudarán acceder a su mundo de significados y a sus propuestas, ante la problemática en torno a su inserción laboral. Lo que permitirá contar con más elementos para la planeación, implementación y evaluación de programas de preparación y promoción para el empleo.
Un enfoque teórico y metodológico que permite el acercamiento a las conceptualizaciones culturales de la población es la Antropología Cognitiva, estudia cómo las personas de diferentes culturas adquieren información sobre el mundo, cómo la procesan, toman decisiones y actúan en formas consideradas apropiadas para otros miembros de su cultura (transmisión cultural).
La cultura es un conjunto de conocimientos, creencias y conductas compartidas que constituyen los elementos normativos de un grupo. La teoría del consenso es un conjunto de técnicas analíticas y modelos que pueden usarse para estimar los saberes culturales. El conocimiento individual, o competencia cultural individual, puede ser analizado desde el acuerdo entre los integrantes de un grupo determinado. Se parte de la idea de que las personas son culturalmente competentes en el área específica de un objeto social en la que son expertos, no solo por su conocimiento científico, sino también y sobre todo, por los saberes culturalmente compartidos. El análisis de consenso es teoría y método, ya que como teoría especifica las condiciones bajo las cuales un mayor acuerdo entre los individuos, indica un mayor conocimiento sobre un dominio cultural. Y como método permite evaluar el grado del conocimiento de los informantes (Weller, 2007).
Los dominios culturales son categorías significativas de conocimiento para una cultura en particular. Son creados por la población a partir de reglas cognitivas que permiten organizar las ideas, cosas y formas que tienen en mente, además de crear modelos para percibir, relacionar e interpretar la información (Bernard, 2006). Se accede a ellos con el uso de técnicas estructuradas de obtención de información (listados libres, card sorting, formación de tríadas o pares, entre otras). Lo que permite generar información cuantificable con el fin de comprobar los tres supuestos de la teoría del consenso cultural: a) verdad común: se asume que todos los informantes provienen de una cultura común, b) independencia local: supone que las respuestas de cada informante son independientes de las respuestas de los otros informantes, c) homogeneidad en los ítems: cada informante tiene una competencia cultural fija sobre cada término (Weller, 2007).
El presente estudio se realizó con base en este enfoque teórico metodológico, cuyo objetivo fue analizar las dimensiones culturales de los conceptos de empleo y desempleo de jóvenes universitarios de Cali, Colombia a fin de destacar la importancia de dar la voz a los jóvenes en proceso de formación académica, en relación a su punto de vista sobre su inserción laboral en el mercado de trabajo, actual y futuro. Máxime cuando entre las diversas propuestas que plantea la Organización Internacional del Trabajo ante esta situación, destaca que los jóvenes son parte de la solución: “Su voz ha de ser escuchada, su creatividad, aprovechada y sus derechos respetados en las acciones para afrontar la crisis del empleo juvenil” (OIT, 2012, p.7). A la vez que se contribuye a explorar caminos alternativos para la reflexión, análisis y conceptualización sobre los temas asociados del campo laboral en correspondencia con las condiciones actuales del contexto del trabajo (Vesga-Rodríguez, 2017).
Se han realizado diversos estudios con el enfoque de la Antropología Cognitiva, en particular con base en la teoría del consenso cultural, en el área laboral se abordó el tema de las dimensiones culturales sobre la seguridad y la salud ocupacional (Aurioles & Torres-López, 2014; 2016); en el área de la salud los temas fueron sobre dominios culturales de la salud sexual y de Virus del Papiloma Humano (Palacios, Méndez, Galarza, & Torres-López, 2016), concepciones culturales del VIH/Sida (Torres-López & Munguía, 2012), dimensiones culturales del dengue (Torres-López, Soltero-Avelar, & Herrera-Pérez, 2012) y la influenza humana (Torres-López, Matsui, & Aranda, 2012), concepciones culturales de la salud mental de personas que asisten a procesos terapeúticos psicológicos (Torres-López, Munguía, Aranda & Salazar, 2015) y sobre concepciones culturales del bienestar de personas con enfermedades crónicas y de profesionales de la salud (Torres-López, Munguía & Aranda, 2015).
Sin embargo, el estudio de los conceptos de empleo y desempleo no han sido abordados con dicho enfoque. Los más cercanos son los de Pereira (2013), Torres-López y Díaz-Villanueva (2016), y Torres-López, Acosta-Fernández y Aguilera-Velasco (2017) con la base teórica de las representaciones sociales (RS).
Pereira (2013) en su estudio incluyó jóvenes universitarios de Venezuela con trabajo remunerado. Las RS incluyeron las necesidades económicas y familiares, así como la valoración del trabajo a pesar de esfuerzo que implica tener que estudiar y trabajar. Para los participantes el trabajo es una forma de vida, asumida como una rutina que permite satisfacer sus necesidades fundamentales. Concluye que el trabajo tiene un valor instrumental al ser un medio para el logro de múltiples fines, alcanzar ingresos y satisfacer necesidades. Así como un valor expresivo, con la necesidad de ser independiente, autónomo, autosuficiente y asumir responsabilidades de adultos. Sin embargo, los participantes no mostraron claridad en cuanto al trabajo productivo decente, como es la conciencia de los derechos laborales fundamentales, la seguridad social y otros aspectos legales (Pereira, 2013).
El estudio de Torres-López y Díaz-Villanueva (2016) identifica las RS de empleo y desempleo de estudiantes universitarios. Las de empleo son de una ocupación o actividad que requiere de aptitudes, actitudes y energía personales para su realización; comprende diversos componentes de tipo económico, genera beneficios materiales producto de la percepción económica, más beneficios personales y sociales. Las RS de desempleo son la falta de trabajo y de oportunidades con implicaciones de escasez económica, dentro de un contexto nacional crítico, con efectos en lo personal y social; genera además emociones negativas. En suma, las RS de empleo y desempleo parecen mostrar una relación complementaria. En estos conceptos se incluyeron categorías coincidentes, así como elementos de tipo negativo en empleo (precariedad) y de tipo positivo en desempleo (afrontamiento). Ello indica que ambas RS (empleo y desempleo) se alimentan tanto con las expectativas de los que aún no desarrollan actividades laborales remuneradas, como con las experiencias de los que ya tienen trabajo (que no han sido del todo positivas).
2. MÉTODO
2.1 Diseño
Estudio de Antropología Cognitiva. La codificación de la información en este enfoque implica un tratamiento estadístico a fin de obtener el análisis de consenso, un análisis cuantitativo de datos cualitativos, ya que implica convertir palabras o imágenes en números (Bernard, 1996) y un análisis del contenido de las respuestas para establecer las categorías.
2.2 Participantes
La población participante fueron estudiantes de licenciatura de una universidad privada de la ciudad. La muestra fue no aleatoria de tipo propositivo (Suri, 2011). Los criterios para su selección fueron: estudiantes de licenciatura vigentes, mujeres y hombres, mayores de edad, habitantes de la ciudad de Cali. El tamaño de la muestra se basó en el supuesto del modelo de consenso cultural para el estudio de patrones culturales que plantea que en estudios de descripción cultural, el tamaño de la muestra no debe ser grande, debido a que la correlación promedio entre informantes tiende a ser alta (0,5 o más). Los dos factores que determinan el número de informantes son la competencia cultural esperada (concordancia entre las respuestas individuales y el patrón estimado de respuestas correctas del grupo) y el nivel de confianza aceptable para determinar la respuesta a la pregunta. Se sugiere un tamaño mínimo de 17 informantes para clasificar el 95% de las preguntas correctamente, bajo un promedio de competencia cultural esperada de 0,5 y un nivel de confianza de 0,95 (Romney, Batchelder & Weller, 1987; Hruschka, & Maupin, 2013).
Participaron un total de 80 jóvenes. En la primera fase (la aplicación de listados libres) se entrevistó a 40 informantes (20 mujeres y 20 hombres), con edades entre 18 a 25 años (promedio 20,1 años). En la segunda fase (la técnica de pile sort), se entrevistó a 40 personas (20 mujeres y 20 hombres), con edades entre 18 a 30 años (promedio de 21 años). Todos ellos se encuentran estudiando su licenciatura y solo 10 de los 80 participantes desarrollan actividades laborales remuneradas.
2.3 Instrumentos
Los instrumentos utilizados favorecen la expresión espontánea de los sujetos y por ello se espera que el contenido evocado esté más libre de racionalizaciones, sesgos de defensa o deseabilidad social (Ruiz, Ponce de León & Herrera, 2001).
2.3.1 Listados libres
En el Anexo No. 1 se incluye el instrumento de listado libre utilizado en el estudio. Consiste en solicitar a los informantes un listado escrito de términos o frases relacionados con una esfera conceptual particular: Dime cinco palabras o frases que se te vienen a la mente cuando escuchas: empleo/ desempleo. Una vez escritas las palabras en el instrumento, se les pide una pequeña explicación de por qué dijeron cada una de ellas (las citas textuales usadas en el apartado de resultados provienen de dichas explicaciones). Luego de obtenidas las listas de palabras, se tabularon los términos por frecuencia de mención, lo que permitió escoger 20 términos a fin de generar el instrumento de pile sort (Bernard, 2006).
La técnica de pile sort implica elaborar tarjetas para cada término y pedir a los informantes que formen grupos de tarjetas que contengan los términos más parecidos, sin importar el número de grupos generados (en el Anexo 2 se encuentran las palabras utilizadas en esta técnica). Después se les pide que etiqueten a cada grupo con una palabra o frase que identifique el conjunto de las tarjetas seleccionadas (Bernard, 2006).
2.4 Procedimiento
Antes de cada entrevista se explicaron los objetivos del estudio y se obtuvo el consentimiento informado verbal (Aguilera-Guzmán, Mondragón & Medina-Mora, 2008), garantizándose a los informantes la confidencialidad y anonimato en la recolección y el análisis de la información. La participación de los entrevistados y entrevistadas se sujetó a su aceptación voluntaria. El proyecto de investigación que fundamentó el presente estudio fue evaluado y en su momento aprobado por el Comité de Ética, Investigación Y Bioseguridad del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Guadalajara, México.
2.5 Análisis de datos
Las palabras obtenidas en los listados libres fueron clasificadas en categorías generadas con base en las definiciones dadas para cada palabra, lo cual se hizo con análisis de contenido temático (Gibbs, 2012), con el apoyo del software para análisis de datos cualitativos Atlas.ti V6 (Muhr, 1997). Como ya se indicó, otro análisis fue la suma de frecuencias de los términos generados para identificar los 20 términos más frecuentes a fin de construir el instrumento de pile sort.
Los datos obtenidos en pile sort fueron tabulados en matrices de palabra por palabra y sus valores fueron transformados a proporciones de similaridades. Las matrices resultantes fueron analizadas por separado para los valores agregados, la Aggregate Proximity (AGPROX) contiene el promedio de las matrices de proximidad de todos los individuos y los valores individuales, y la Individual proximities (INDPROX), las matrices de proximidad de ítem por ítem correspondientes para cada participante.
En el caso de los valores agregados, las matrices fueron analizadas mediante conglomerados jerárquicos. Los conglomerados jerárquicos son un conjunto de procedimientos para organizar objetos (o conceptos) dentro de una secuencia de particiones a partir de una base de datos visualizados por la proximidad (o distancia) entre dichos objetos. En este caso se realizó el análisis con base en el algoritmo de Johnson (1967, citado por Marseline & Premalatha, 2013) con el método complete-linkage clustering, para un tipo de datos de similaridad. Este método asigna palabras a dimensiones conceptuales de acuerdo a la similaridad percibida por los informantes. El grado de similaridad entre palabras se expresó en una gráfica de diagrama de árbol con niveles de correlación. Por convención, se definieron los siguientes niveles de correlación entre las palabras: fuerte entre 1,0 y 0,75; moderado entre 0,74 y 0,50; débil entre 0,49 y 0,25; y mínimo entre 0,25 y 0,0. En forma complementaria, se hizo la representación espacial en dos dimensiones de las similaridades de las palabras representadas en los árboles de conglomerados, mediante escalas multidimensionales no métricas. Con esta técnica se calculó el valor de stress como medida de verosimilitud de la representación de los conglomerados. Esta medida se define como la suma de correspondencias entre pares de objetos dentro de la representación espacial. En el trabajo se siguió la propuesta de Sturrock y Rocha (2000) quienes sugieren para una representación de 20 términos un valor de corte de stress menor a 0,28 y para 15 términos un valor menor de 0,23.
En el caso de los valores individuales, las matrices fueron analizadas mediante un modelo de consenso cultural ajustado a respuestas ordinales (Weller & Mann, 1997; Oravecz, Faust, & Batchelder, 2014). Este modelo estima la verosimilitud de que un sistema homogéneo de conocimientos predomine en una cultura, a partir de la correspondencia entre los conocimientos del grupo y los del individuo. Para el efecto, se corrieron análisis factoriales de componentes principales que agrupan a los individuos en función de sus respuestas. En el análisis de componentes principales, el primer factor o componente sería aquel que explica una mayor parte de la varianza total, el segundo factor sería aquel que explica la mayor parte de la varianza restante, es decir, de la que no explicaba el primero y así sucesivamente. En este caso no se aplicó ningún tipo de rotación (Weller, 2007).
El criterio de verosimilitud para la obtención del consenso en los modelos implica que el primer factor alcance una razón tres veces mayor a la del segundo factor, lo cual significa que hay una alta concordancia en las respuestas de los informantes. El análisis de consenso cultural se considera que la información es más confiable si genera resultados similares aun cuando provenga de múltiples informantes (ya que refleja que estos poseen alta competencia cultural) (Weller, 2007). Los distintos análisis se procesaron con el programa computarizado Anthropac v. 4,98 (Borgatti, 1996).
3 RESULTADOS
3.1 Contenido de las dimensiones culturales de empleo
Los elementos que conforman el contenido de las dimensiones culturales del empleo fueron agrupados en las categorías encontradas en las palabras obtenidas en los listados libres, las que se muestran en la Tabla 1.
CATEGORÍAS | DEFINICIÓN | FRECUENCIA | (%) |
---|---|---|---|
Elementos necesarios | Requisitos para la realización de un trabajo | 33 | 34,4 |
Componentes del empleo | Términos asociados al desarrollo de una actividad laboral | 22 | 22,9 |
Aspectos económicos | Obtención de un salario para cubrir todo tipo de necesidades económicas | 14 | 14,6 |
Beneficios personales | Consecuencias para la persona que realiza el trabajo | 12 | 12,5 |
Beneficios materiales | Adquisiciones de bienes específicos producto del salario laboral | 6 | 6,3 |
Aspectos negativos | Derivados de la realización de un determinado empleo | 6 | 6,2 |
Elementos sociales | Componentes comunitarios implicados en el desempeño de una actividad laboral | 3 | 3,1 |
Total | 96 | 100% |
Las categorías más relevantes para los participantes en el estudio son los elementos necesarios y los componentes del empleo, así como el aspecto económico. El primero se refiere a los requisitos para la realización de un trabajo, incluye competencias (educación, capacidad, especialización: para obtener un buen trabajo hay que estudiar), valores (constancia, honestidad, compromiso: si las cosas no se hacen con el cuidado adecuado solo se harán mal), otras características positivas (responsabilidad, disciplina, vocación, determinación, dedicación, puntualidad, esfuerzo: si tenemos empleo hay que sacrificarnos por cumplirlo) y requiere de tener la oportunidad de llevarlo a cabo (tener un empleo es una oportunidad que no muchos tienen). La segunda categoría, componentes de empleo, incluye términos asociados al desarrollo de una actividad laboral (horario, empresa, jefe, ocupación, labor, etc.); en un empleo exigen el cumplimiento de ciertas horas, el empleo garantiza que el personal adquiera una ocupación dentro de una empresa. Y la categoría de aspecto económico considera la obtención de un salario para cubrir todo tipo de necesidades económicas, es lo que uno recibe a cambio del empleo, por triste que parezca, sin dinero no se sobrevive.
Las categorías menos mencionadas fueron beneficios personales (ganancias para la persona que realiza el trabajo), beneficios materiales (adquisiciones de bienes específicos producto del salario laboral), elementos sociales (componentes comunitarios implicados en el desempeño de una actividad laboral) y los aspectos negativos (de la realización de un determinado empleo).
3.2 Organización de las dimensiones culturales de empleo
La matriz Aggregate Proximity (AGPROX) permitió la realización de los análisis de conglomerados jerárquicos y la escala multidimensional no métrica, se presenta en la Tabla 2.
El análisis de conglomerados jerárquicos permitió conformar el dendograma con la agrupación de las palabras realizadas por los participantes para empleo, se muestra en la Figura 1. Con lo cual se tiene la organización de las dimensiones culturales, de tal forma que los temas ubicados a la derecha representan al conjunto de términos del listado de la izquierda de la figura. Así para los participantes el concepto de empleo se conforma de dos dimensiones: satisfacción y esfuerzo. La primera se subdivide en seguridad (incluye economía y oportunidades) y resultados (beneficios). La dimensión esfuerzo se conforma de trabajo (subdimensiones: futuro, requisitos y exceso de trabajo) y de la relación empresa-trabajador.
3.3 Desempleo
3.3.1 Contenido de las dimensiones culturales de desempleo
Los elementos que conforman el contenido de las dimensiones culturales del desempleo fueron agrupados en las categorías encontradas en las palabras obtenidas en los listados libres, las que se muestran en la Tabla 3.
CATEGORÍA | DEFINICIÓN | FRECUENCIA | (%) |
---|---|---|---|
Efectos sociales | Consecuencias del desempleo en la sociedad | 27 | 28,1 |
Efectos personales | Consecuencias individuales por la falta de empleo | 20 | 20,8 |
Elementos asociados | Términos relacionados a la falta de empleo | 19 | 19,8 |
Componente económico | Sinónimos y otros términos asociados a la falta de dinero | 17 | 17,7 |
Emociones negativas | Efectos emocionales generados por el desempleo | 13 | 13,56 |
Total | 96 | 100% |
Las tres categorías más relevantes para los participantes son los efectos sociales y personales, además de los elementos asociados al desempleo. La primera incluye las consecuencias del desempleo en la sociedad como son situaciones delictivas (robo, violencia, uso de armas, fraudes, etc.: la falta de dinero genera conseguirlo por modos violentos), impactos comunitarios (injusticia, desigualdad, inequidad, corrupción, etc.: el desempleo es el resultado de malas políticas y agentes corruptos que desangran a los países) y otros movimientos colectivos (desplazados, disturbios, etc. al no haber empleos las personas buscan la manera para ser escuchadas y ser tomadas en cuenta). La segunda categoría en importancia son los efectos personales: consecuencias individuales por la falta de empleo (problemas, necesidades, complicaciones, retroceso, estrés, etc.): al no tener un empleo no produzco dinero para satisfacer mis necesidades, se dan cambios en el hogar de un desempleado. Los elementos asociados a la falta de empleo considerados incluyen aspectos relacionados con el sistema social (capitalismo, insuficiencia del Estado, mala política, monopolios, etc.: no se tiene un buen plan de gobierno para generar empleo y oportunidades, gracias al monopolio de pequeños sectores se incrementa el desempleo), la falta de oportunidades: si existieran más ofertas de empleo no existiría una tasa tan alta de personal desempleado y el tiempo perdido: tiempo que no se va aprovechar realizando labores.
Las dos categorías menos relevantes son el componente económico (sinónimos y otros términos asociados a la falta de dinero) y las emociones negativas (efectos emocionales generados por el desempleo).
3.3.2 Organización de las dimensiones culturales de desempleo
La matriz Aggregate Proximity (AGPROX) permitió la realización de los análisis de conglomerados jerárquicos y la escala multidimensional, se presenta en la Tabla 4.
El análisis de conglomerados jerárquicos permitió conformar el dendograma con la agrupación de las palabras realizadas por los participantes para desempleo, se muestra en la Figura 2. Con lo cual se tiene la organización de las dimensiones culturales, de tal forma que los temas ubicados a la derecha son los temas que representan al conjunto de términos del listado ubicado a la izquierda de la figura. Así para los participantes el concepto de desempleo se conforma de dos dimensiones: realidad y daño social. La primera se subdivide en necesidad (incluye desigualdad y desafíos) y consecuencias personales (emociones negativas generadas por la falta de empleo). La dimensión daño social se conforma de causas (subdimensiones problemas sociales y sistema político) y de injusticia y muerte (consecuencias sociales como robo y violencia).
3.4 Consenso cultural
El archivo Individual proximities (INDPROX) permitió la realización de los análisis de consenso, se presenta en la Tabla 5 para ambos conceptos.
PARTICIPANTES | EMPLEO | DESEMPLEO | |
---|---|---|---|
1 | 1 | 0,76 | 0,26 |
2 | 2 | 0,59 | 0,76 |
3 | 3 | 0,55 | 0,49 |
4 | 4 | 0,70 | 0,71 |
5 | 5 | 0,59 | 0,36 |
6 | 6 | 0,47 | 0,35 |
7 | 7 | 0,69 | 0,51 |
8 | 8 | 0,46 | 0,70 |
9 | 9 | 0,38 | 0,69 |
10 | 10 | 0,42 | 0,54 |
11 | 11 | 0,44 | 0,65 |
12 | 12 | -0,04 | 0,57 |
13 | 13 | 0,56 | 0,65 |
14 | 14 | 0,73 | 0,60 |
15 | 15 | 0,72 | 0,72 |
Average: 0,577 | Average: 0,586 | ||
Std. Dev.: 0,191 | Std. Dev.: 0,134 |
Los resultados de análisis de consenso cultural de los conceptos empleo y desempleo se presentan en la Tabla 6. Como ya se indicó en la introducción, los tres supuestos del la teoría del consenso cultural son: verdad común (Factor 1), independencia local (Factor 2) y Homogeneidad del ítem (Factor 3). La regla indica consenso cultural cuando el Factor 1 califica más de tres veces la varianza del Factor 2 (Weller, 2007). Empleo alcanzó una razón F1 de 7,401 y F2 1,017, es decir 7,275 veces más en el primer factor; y desempleo 7,219 en el Factor 1 y 1,156 en el Factor 2, es decir 6,244 veces más en el primer factor. Por tanto, existe consenso cultural en ambos conceptos aun cuando es un poco mayor en el caso de empleo. El porcentaje acumulado de la varianza del Factor 1 fue mayor al 70% (91,7% empleo y 92,1% desempleo) lo que también valida el consenso. Y las dimensiones descritas en los conglomerados tuvieron valores de bondad de ajuste adecuados: stress 0,119 empleo y 0,114 desempleo (deben ser menores de 0,28 según Sturrock & Rocha, 2000) en el análisis de escala multidimensional no métrica.
RAZÓN DEL FACTOR 1 (F1) | VARIANZA ACUMULADA % | RAZÓN DEL FACTOR 2 (F2) | VARIANZA ACUMULADA % | RAZÓN 1 F1:F2 | COMPETENCIA CULTURAL MEDIA 2 DE 3 | CONCORDANCIA GRUPAL | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Empleo (n=20) | 7,401 | 80,6 | 1,017 | 91,7 | 7,275 | 0,577 | 0,191 | 0,332 |
Desempleo (n=20) | 7,219 | 79,4 | 1,156 | 92,1 | 6,244 | 0,586 | 0,134 | 0,343 |
1Cociente de F1 en relación con F2. La regla es: F1 sea por lo menos tres veces mayor que F2 para hacer válido el consenso (Weller, 2007). 2Media aritmética grupal del grado de acuerdo individual con las respuestas promedio. Es la concordancia entre las respuestas individuales y el patrón estimado de respuestas correctas del grupo (Weller, 2007). 3Desviación estándar. 4Acuerdo grupal en las respuestas obtenidas por los informantes.
Se obtiene con el promedio de la competencia cultural elevado al cuadrado (Weller, 2007).
4. DISCUSIÓN
Empleo: Esfuerzo y oportunidad para contar con futuro
Las dimensiones culturales de empleo para los estudiantes universitarios son: el empleo es una actividad laboral que genera satisfacción, ya que permite contar con seguridad económica (recursos económicos), lo cual permite el acceso a beneficios materiales. Se requiere de una serie de competencias (educación, capacidad, especialización) y valores (constancia, honestidad, compromiso), otras características positivas (responsabilidad, disciplina, vocación, determinación, dedicación, puntualidad) de tipo personal, así como de contar con la oportunidad para acceder a ello. Implica esfuerzo a fin de tener crecimiento, superación, estabilidad, progreso y por tanto, un futuro. En ocasiones puede generar frustración por falta o dificultad para alcanzar logros en el ámbito laboral, así como la percepción de esclavitud por exceso de trabajo. Se le visualiza como una actividad que se desempeña en empresas o instituciones, en las cuales se tendrá la convivencia con otros compañeros de trabajo.
Esta conceptualización del empleo tiene concordancia con lo expuesto por Weller y Roethlisberger (2012), en el sentido de que el trabajo no es solamente un factor de producción o una fuerza impulsora para el desarrollo económico; este también proporciona identidad, es un medio clave para la integración en la sociedad y, para la gran mayoría de las personas, es la fuente principal de ingreso y la base de subsistencia.
Además, coincide con lo reportado por Valls y Martínez (2004) en su estudio sobre la centralidad y el valor del trabajo en personas desempleadas, quienes señalaron la importancia que tiene el trabajo, no solo por ser una fuente de ingresos económicos, sino que hay otros aspectos relacionados con el bienestar psíquico, la satisfacción de necesidades psicológicas y sociales; la realización personal, contribuye a la autoestima, a la imagen social; la estructuración del tiempo de las personas y la regulación de la actividad personal y social (Peiró & Silla, 2003, citados por Valls & Martínez, 2004).
Entre los requisitos para desarrollar una actividad laboral se menciona la responsabilidad. Esto fue reportado por Pereira (2013) y por De Jesús y Ordaz (2006) en un estudio con jóvenes de Venezuela los que consideran que un buen trabajador debe tener puntualidad, responsabilidad, valores, cumplimiento de normas y horarios, compromiso con la organización, respeto hacia sus superiores y compañeros, y realizar bien su labor.
La poca importancia, pero no por ello menos relevante, que se les otorgó a los aspectos negativos del empleo podría estar relacionada con las experiencias laborales vividas por algunos de los participantes (los que cuentan con trabajos remunerados) o por referencia de otras personas que conocen, en las que existe la posibilidad de que se encuentren realizando actividades en condiciones de precariedad. Los participantes en el estudio de De Jesús y Ordaz (2006), indicaron que para los participantes un mal trabajo es el que se desarrolla en ambientes hostiles, con baja remuneración y con pocas posibilidades de crecimiento personal. Además, la idea señalada sobre la explotación laboral, coincide con uno de los tipos del sistema de creencias sobre el empleo reportado por trabajadores egipcios que Sidani y Jamali (2010) denominaron marxista.
Finalmente, se destaca el elemento de las oportunidades como un requisito necesario para contar con un empleo, así como la misma oportunidad de que al contar con un trabajo la posibilidad de progresar en el mismo. Tal parece que en esta dimensión cultural del empleo lo ubica como una condición fuera de su control, a esto se le llama locus de control externo. Es la posibilidad de dominar un acontecimiento según se localice el control dentro o fuera de uno mismo. Se refiere a que no importan los esfuerzos que el individuo haga, el resultado será consecuencia del azar o del poder de los demás (Oros, 2005). Según Izquierdo y Alonso (2010), las personas que realizan atribuciones de tipo interno tienen la posibilidad de analizar y resolver, en su caso, las causas que parecen ser las culpables de su situación de desempleo. Por el contrario, las soluciones para aquellas personas que atribuyen las causas de situación de desempleo a factores externos se tornan más complicadas (Izquierdo & Alonso, 2010, p.129).
Desempleo: Una realidad que produce daño personal y social
Las dimensiones culturales de desempleo para los estudiantes universitarios son: el desempleo es un tiempo perdido que genera pobreza y necesidades, es producto de problemas sociales como la desigualdad, falta de oportunidades y por causa del sistema social (capitalismo, insuficiencia del Estado, mala política, monopolios). Lo que produce situaciones delictivas (robo, violencia, uso de armas y fraudes), impactos comunitarios (injusticia, desigualdad, inequidad y corrupción) y diversos movimientos colectivos (desplazados y disturbios). En lo personal produce problemas, necesidades, complicaciones y la vivencia de emociones negativas (tristeza, angustia, ansiedad y depresión). Se le considera un desafío que lleva a destacar las responsabilidades que se tiene hacia la familia, mas no se especifica alguna alternativa de su afrontamiento.
Esta conceptualización de desempleo se encuentra enmarcada en los problemas económicos derivados de las crisis de la sociedad capitalista, que afecta el proceso de inserción social de los jóvenes. De acuerdo con Nascimento y Álvaro (2014) la trayectoria de paso a la edad adulta se manifiesta como una posibilidad cada vez menos probable para los jóvenes actuales. Ya que el escenario socio-laboral es más complejo, diverso y precario, lo que ocasiona inseguridad e inestabilidad en los ámbitos de su vida social.
En un estudio realizado por Amable, González, Logvione, Reif y Zelaschi (2014) sobre la precariedad laboral y su repercusión sobre la salud, se encontró que el estrés se relaciona con el desempleo (y en ocasiones con conductas poco saludables como beber alcohol), también se reportan síntomas psicosomáticos, estados de nerviosismo o tensión, pero sobre todo de depresión. Además, una de sus conclusiones es que la precariedad laboral también puede afectar a la salud, porque presenta características similares al desempleo, ya que dificulta la posibilidad de construir un proyecto de futuro.
Por ello los jóvenes se encuentran en una situación de inseguridad laboral, entendida como la incapacidad percibida para mantener la continuidad laboral ante una situación de amenaza del trabajo. La situación de desempleo puede implicar la pérdida o disminución de los recursos económicos y sociales. Además, esta incertidumbre y la ambigüedad con respecto a la continuidad del empleo dificultan, con frecuencia, al trabajador adoptar las estrategias de afrontamiento más efectivas y apropiadas para gestionar esa amenaza (Sora, Caballer, & Peiró, 2014, p. 16).
Llama la atención la no inclusión de los temas relacionados con el afrontamiento ante el desempleo, a la vez que se responsabiliza de ello solo a instituciones del sistema social, como es el gobierno y a condiciones económicas mundiales. A diferencia de lo reportado en el estudio de Torres-López & Díaz-Villanueva (2016), en cual los jóvenes universitarios realizaron algunas aportaciones al respecto, tales como buscar apoyo, tratar de mantener una actitud positiva, considerar la posibilidad de desarrollar empleos en forma colectiva, mantener la búsqueda de empleo y considerar diversas formas para progresar y mantenerse productivo.
De nuevo se muestra la idea de locus de control externo, donde se destaca algún tipo de control ideológico. Al respecto Van Raap (Isacovic, 2015) reporta que, en algunos programas educativos en Latinoamérica, específicamente los orientados hacia la formación para el trabajo, instruyen a los sujetos jóvenes en la idea de que la baja empleabilidad es la principal causa de su desempleo, trasladándoles la responsabilidad como modo de control social por medio de la subjetividad (Van Raap, citado en Isacovic, 2015). El individuo puede sentir que el control está fuera de él y se ejerce mediante el poder de personas específicas (otros poderosos) o de nadie en particular, atribuyendo estas situaciones al azar, la suerte o el destino (fatalismo). Por el contrario, parte en el caso de la internalidad, el sujeto siente que él tiene la facultad del control y lo ejerce mediante su relación afectiva con otros (control afectivo) o mediante el propio esfuerzo (instrumental) (Oros, 2005).
Notas finales y recomendaciones
En este estudio no se buscó realizar un estudio profundo de la situación laboral de los jóvenes, sino destacar su punto de vista en torno a dicha problemática. A través de lo expuesto se concluye que los jóvenes universitarios participantes mostraron consenso en la forma de conceptualizar al empleo y al desempleo. Ello indica un conocimiento competente sobre el dominio cultural de los conceptos estudiados, sea o no un conocimiento cerca a la realidad social, este ha sido matizado por su cultura inmediata. Como ya señaló en la introducción, las personas son culturalmente competentes en el área específica de un objeto social en el que son expertos no solo por su conocimiento científico, sino por los saberes culturalmente compartidos. Además, no se debe olvidar que el método utilizado es una forma de evaluar su grado del conocimiento cultural al respecto de estos y otros temas (Weller, 2007).
La primera recomendación que se desprende de estos resultados es en el campo de la formación para el trabajo. Los programas actuales deberían considerar el punto de vista de los jóvenes, así como promover el fortalecimiento del locus de control interno y la autoeficacia en relación a sus competencias profesionales, basadas en la formación académica y desarrollo de habilidades para el trabajo. Así como en la búsqueda activa de opciones de inserción laboral.
Otra propuesta es ampliar este estudio considerando otros tipos de población, por ejemplo, de jóvenes que no cuentan con formación académica. Máxime cuando se ha observado que el grado de escolaridad está determinando la posición en el trabajo y en las ocupaciones de las personas. Se debe poner mayor atención en aquellas personas que deciden no continuar con estudios posteriores a los niveles de primaria, secundaria, media superior y/o carrera técnica, dado que aparecen como los grupos con mayor vulnerabilidad y presentan un mayor crecimiento (Reyes-Terrón & Elizarrarás-Hernández, 2013).
En cuanto a las aportaciones del estudio, una de ellas es la metodología empleada, ya que presenta la ventaja de utilizar técnicas de aplicación y análisis de resultados en forma más rápida que en los estudios sobre dimensiones culturales. Por lo cual, la transferibilidad metodológica de Lincoln y Guba (citados en Flick, 2014), podría resultar de interés en otros campos disciplinares.
Financiamiento: La investigación de la cual fue producto el presente artículo se titula Concepciones culturales en torno a los conceptos de empleo y desempleo de diferentes grupos poblacionales de países latinoamericanos. Aprobado por el Comité de Ética, Investigación y Bioseguridad del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Guadalajara, México (Registro No. CI02916). Su financiamiento corrió a cargo de los autores.
Agradecimientos: A las autoridades de la Universidad Libre Seccional Cali, en particular a las de la Maestría en Salud Ocupacional, por el apoyo otorgado a los autores del presente artículo en la realización del trabajo de campo.
Anexo 2
INGRESOS | DINERO | COMPROMISO | TIEMPO |
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Salario | Estabilidad | Dedicación | Horario |
Ascenso | Supervivencia | Disciplina | Trabajo |
Empresa | Esfuerzo | Responsabilidad | Ocupación |
Compras | Educación | Esclavitud | Oportunidad |