Introducción
En Estados Unidos de América, dos tercios de los adultos presentan maloclusión, pero la prevalencia del tipo de maloclusión difiere con la edad, la etnia y el sexo 1. En la actualidad, la estética dental se ha vuelto muy importante, sobre todo la sonrisa como atractivo dental. Se presta mucha atención visual a la boca y puede ser más llamativo cuanto más antiestética se presenta la maloclusión 2. Por tanto, el atractivo dental en ambos sexos puede disminuir cuando existe necesidad de tratamiento ortodóncico 3.
Se han asociado problemas de maloclusión con los dominios de incapacidad psicológica y social en lo que respecta a la calidad de vida relacionada con salud oral 4. Así también, la mayoría de los pacientes que requirió tratamiento de ortodoncia informaron impactos negativos en su calidad de vida relacionada con salud oral, en comparación con aquellos pacientes con oclusión normal 5.
Entre los instrumentos subjetivos para medir la necesidad de estética dental se encuentran el Índice de Estética Dental (IED), generalmente utilizado en dentición permanente y que ha recomendado la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su aplicación en estudios epidemiológicos, y el cuestionario Perfil de Impacto de Salud Oral, para medir la calidad de vida relacionada con salud, cuya versión paraguaya se validó recientemente (OHIP-14Py) (6-0). Este último cuestionario cuenta con 14 preguntas agrupadas en 7 dominios: limitación funcional, dolor físico, malestar psicológico, incapacidad física, incapacidad social, incapacidad psicológica y minusvalía. Mide el impacto negativo que pueden tener las patologías bucodentales en la vida diaria del adulto. Está basado en el modelo conceptual de Locker (1998), que intenta registrar las consecuencias de las enfermedades en el plano funcional y su afectación psicosocial (figura 1), a su vez basado en el modelo de la OMS 10,11.
Teniendo en cuenta lo expuesto, se planteó como objetivo del estudio analizar la calidad de vida relacionada con salud oral en pacientes con diferentes grados de severidad de maloclusión que acudieron a consultorios odontológicos públicos de Paraguay durante el 2017. Su importancia se encuentra en que la maloclusión dental, además de afectar la función y estética del paciente, también puede incidir en aspectos relacionados con su calidad de vida (por ejemplo, afectación psicológica e incluso social). En consecuencia, resulta importante para el odontólogo saber cómo dicho problema repercute en el paciente para generar adherencia al tratamiento y brindarle una atención holística. Además, en Paraguay no se cuenta con antecedentes acerca del tema.
Materiales y métodos
Se realizó una investigación con diseño transversal en pacientes de 18 a 59 años que acudieron a la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Asunción y Centros de Salud del Ministerio de Salud en la ciudad de Asunción y Pirayú, durante el 2017. Se incluyeron pacientes de ambos sexos de nacionalidad paraguaya. Se excluyeron aquellos pacientes que estaban con tratamiento de ortodoncia y que tenían menos de 20 dientes presentes.
Se midieron variables sociodemográficas como sexo, edad, residencia y nivel de estudios; así como variables clínicas relacionadas con la ortodoncia: diastema, máxima irregularidad anterior maxilar y mandibular, resalte incisal y mordida cruzada anterior. Para medir la calidad de vida relacionada con salud oral se utilizó el cuestionario 0HIP-14Py.
Con anterioridad, se había aplicado una prueba piloto. Dos odontólogos capacitados realizaron el examen bucal y obtuvieron en la calibración un índice de kappa de Cohen de 0.810. Los exámenes bucales se llevaron a cabo en el sillón dental, siguiendo las recomendaciones de la OMS.
Para la necesidad de tratamiento ortodóncico se utilizó la siguiente escala del IED: a) oclusión normal o maloclusión leve (<25 puntos); b) maloclusión manifiesta (26-30 puntos); c) maloclusión grave (31-35 puntos) y d) maloclusión muy grave (>36 puntos).
Entre las medidas obtenidas para el IED, el diastema de la línea media es la medida de los puntos de contacto de los incisivos maxilares permanentes en milímetros; la irregularidad anterior maxilar o mandibular se refiere a rotaciones o desplazamientos, de los cuales la mayor irregularidad se registró en la que se incluye apiñamiento; el resalte incisal es la relación horizontal entre incisivos superiores e inferiores, y la sobremordida es la mordida cruzada anterior. En cuanto a la relación molar anteroposterior, se basa en la anormalidad a la clase I de Angle, en posición de las cúspides de los primeros molares superiores e inferiores permanentes.
Para el cálculo del tamaño de muestra de carácter referencial, se consideró el 55 % de pacientes que acudieron a la Universidad del Pacífico de Paraguay que requerían tratamiento de ortodoncia, con una precisión del 7 °% y un nivel de confianza del 95 °% 12. Para una población infinita era necesario reclutar a 194 sujetos, como mínimo. Considerando un 10 °% de pérdida de datos, se requerían 216 participantes.
El muestreo fue de casos consecutivos hasta obtener el tamaño muestral necesario. Se invitó a los pacientes a participar del estudio, previa firma del consentimiento informado. Se respetó la autonomía de la persona, ya que era libre de participar o retirarse del estudio sin que esto afectara su atención en la institución.
Se aplicó estadística descriptiva utilizando medidas de tendencia central y dispersión para variables cuantitativas. Se aplicó estadística inferencial, mediante el análisis de varianza para comparar el 0HIP-14Py por grado de severidad de maloclusión, con un nivel de confianza del 95 °%. Por último, se usó el programa IBM© SPSS© versión 22.0.
Resultados
Formaron parte del estudio 269 pacientes, la mayoría mujeres, un poco menos de la mitad tenía menos de 30 años, un poco más de la mitad residía en Asunción y la mitad había culminado la secundaria (tabla 1).
El 30.0 °% presentó una grave maloclusión, y el 34.1 °%, una maloclusión leve (figura 2). El puntaje IED promedio fue de 31.4 ± 11.6.
Se observó resalte incisal aumentado (>2 mm) en poco más de la mitad y una baja frecuencia de mordida cruzada anterior, mordida abierta y diastema (tabla 2).
El 0HIP-14Py aumentó conforme fue mayor la severidad de la maloclusión (figura 3), aunque esta diferencia no resultó estadísticamente significativa (p = 0.496). Sin embargo, al evaluar por dimensiones, se encontró que la incapacidad psicológica (p = 0.028), social (p = 0.034) y minusvalía (p = 0.552) se incrementaron conforme la severidad, por lo que fueron estadísticamente significativas las dos primeras. En las demás dimensiones no se observó diferencia: limitación funcional (p = 0.826), dolor físico (p = 0.825) y malestar psicológico (p = 0.145).
Discusión
l estudio encontró que un 43.5 % tenía maloclusión grave y muy grave, similar al 55% de necesidad de tratamiento en pacientes con dentición mixta que acudieron a la Universidad del Pacífico en Paraguay 12. Entre tanto, en adolescentes y adultos jóvenes uruguayos se encontró una elevada necesidad de tratamiento ortodóncico, lo que difiere de los resultados de este estudio 13. Esto último podría deberse a que fueron incluidos pacientes adultos, quienes debido al aumento de la pérdida dental es más probable que consideren como prioridad la necesidad de corona, puente o implante dental, antes que la ortodoncia con fines estéticos para el paciente.
Por otra parte, en los jóvenes se encontró que la maloclusión tuvo repercusiones psicosociales negativas, especialmente el espacio entre los dientes, la mordida abierta, el resalte incisal aumentado y el apiñamiento 14. En nuestro estudio prevalecieron estas dos últimas anomalías; sin embargo, en otro estudio, adultos con sobremordida horizontal aumentada presentaron disminución de su calidad de vida oral 4. Esto debido a que la alteración de los dientes anteriores (tanto funcional como estética) genera trastornos en las dimensiones física y psicológica, similar a este trabajo, en el cual también se vio afectada la incapacidad psicológica 15.
En cuanto a las dimensiones de la calidad de vida relacionada con la salud oral afectadas, fueron la incapacidad psicológica y la social, lo cual coincide con los resultados obtenidos en un estudio realizado en adultos finlandeses, donde aquellos sujetos que tenían resalte incisal aumentado, mordida cruzada/tijera y mordida abierta presentaron discapacidad física, psicológica o social 4. Ello denota que, además de alterar la estética y función, también existiría un componente psicológico alterado a causa de problemas dentarios, que muchas veces no son considerados por el odontólogo, así como la repercusión que podría tener en el ámbito social del paciente. Por tanto, es recomendable considerar una visión holística del paciente.
Un estudio en adultos españoles concluyó que en seis meses de tratamiento de ortodoncia los pacientes desarrollaron un cambio positivo en el impacto psicosocial 16. Sin embargo, otros estudios no observaron que el impacto psicosocial en adultos se viera afectado, esto último porque los adultos suelen ser menos críticos al evaluar las necesidades de tratamiento ortodoncia, por requerir otros tipos de tratamientos dentales que consideran prioritarios 17-19.
Por otra parte, un estudio que midió el OHIP-14 a lo largo del tratamiento de ortodoncia encontró que el impacto no sigue el mismo patrón para los diferentes tipos de maloclusión, a diferencia de otro estudio, en el cual diferentes tipos de maloclusión se asociaron con los dominios de discapacidad física, psicológica o social 4,20. Es decir, los dominios se pueden ver afectados de manera diferente para cada tipo de maloclusión; por eso, se recomienda llevar a cabo otro estudio donde se pueda evaluar en adultos paraguayos cómo se puede ver beneficiado a lo largo del tratamiento cada dimensión del OHIP-14, según el tipo de maloclusión que presente el paciente. Como limitación del estudio, se menciona que la selección de pacientes no se basó en las clases esqueletales y que ello no permitió realizar comparaciones.
Conforme aumenta la gravedad del nivel de maloclusión, disminuye significativamente la calidad de vida oral para las dimensiones incapacidad psicológica e incapacidad social.
Contribución de los autores
Clarisse Díaz-Reissner contribuyó a la concepción y el diseño, la recopilación de datos, el análisis y la interpretación, y redactó el manuscrito. Juan Roldán-Merino e Irma Casas estuvieron a cargo del diseño y revisaron críticamente el manuscrito. Todos los autores dieron su aprobación final y acuerdan ser responsables de todos los aspectos del trabajo.