Introducción
El Estado de Chile ha experimentado en los últimos años avances importantes en la adaptación de su legislación a las normas internacionales contrarias a la discriminación (Nogueira, 2006). Diversas encuestas de opinión indican que los ciudadanos también han ido flexibilizando su postura en el último tiempo para aceptar la diversidad social (Fundación Ideas, 2003; Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, 2013). Sin embargo, en el país se sigue discriminando a personas por su tendencia sexual (Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, 2013), se vulneran derechos humanos de grupos étnicos, existe segregación por clase social, entre muchas otras formas de discriminación (Centro de Derechos Humanos-Universidad Diego Portales, 2014).
Los prejuicios y la discriminación son problemas vigentes, no solo en Chile sino en el mundo entero; esto se evidencia en el aumento sistemático de investigaciones y publicaciones científicas sobre prejuicios y discriminación (Pascale, 2010). En Chile, las investigaciones transitan desde el problema de la identificación y existencia de los prejuicios hasta la calidad de vida de las minorías sexuales y étnicas (Sandoval, Hatibovic, & Cárdenas, 2012). En general, los estudios muestran niveles altos de prejuicio y segmentación social existentes en el país (Sandoval et al., 2012).
En los últimos años, Chile se ha transformado en un país que atrae un alto número de inmigrantes provenientes de países vecinos. Esto se relaciona con la existencia de oportunidades económicas, similaridad cultural y cercanía geográfica (Arias, Moreno, & Nuñez, 2010). A su vez la sociedad y el Estado chileno han mostrado señales de mayor apertura a la diversidad, por ejemplo, al aprobar iniciativas legislativas que entregan mayores garantías y derechos a las minorías sexuales. Un ejemplo de ello es la entrada en vigencia del Acuerdo de Unión Civil, que permite a parejas del mismo sexo legalizar la convivencia con el fin de resguardar sus derechos civiles. En este contexto, surge el interés por explorar la presencia de xenofobia y homofobia en la población juvenil chilena.
Preguntarse por xenofobia y homofobia en los jóvenes chilenos es relevante, ya que un estudio reciente (Instituto Nacional de la Juventud, 2012) revela que este grupo presentaría menores niveles de intolerancia y discriminación en comparación con otros segmentos etarios. Esto es esperable especialmente en estudiantes universitarios, quienes acumulan mayores niveles de capital cultural (Aravena & Alt, 2012).
Antecedentes Teóricos
Psicología Social y Estudio de Prejuicios
Los prejuicios han sido un tema de interés fundamental en la historia de la psicología social (Duckitt, 1992). Como sostiene Pascale (2010), en los estudios psicosociales de los prejuicios podemos identificar dos momentos. En el primero, inaugurado por Allport (1954), se desarrollan teorías que se proponen explicar a partir de elementos sociocognitivos asociados al proceso de categorización (Tajfel, 1959), el prejuicio manifiesto y el racismo clásico.
En el segundo momento, asociado a las transformaciones culturales de la segunda mitad del siglo xx, se desarrollan estudios sobre las llamadas ‘nuevas formas de racismo’, las que han recibido diferentes denominaciones, entre ellas: racismo simbólico (Kinder & Sears, 1981), racismo ambivalente (Katz, 1981) e infra-humanización (Leyens, Paladino, Rodríguez, Vaes, Demoulin, Rodríguez, & Gaunt, 2000). En este segundo momento, los estudios psicosociales se centran en las manifestaciones sutiles del prejuicio (Pettigrew & Meertens, 1995) y en la diversificación de sus abordajes teóricos y metodológicos (Billig, 1996). En este contexto, los estudios sobre el prejuicio se extienden a ámbitos diferentes al puramente racial, emergiendo el interés por el estudio de las relaciones prejuicios que se entablan con minorías sexuales, económicas, religiosas o con cualquier grupo percibido como diferente. Como apunta Bobo (1988), este nuevo prejuicio se basa tanto en el afecto como en los valores, ya que tiene un fuerte fundamento sociocultural. El presente estudio aborda desde una perspectiva sociocognitiva las categorías: homofobia, xenofobia, clasismo y patriocentrismo.
Homofobia y sus Antecedentes
El concepto homofobia comenzó a ser utilizado en la década de 1960 para referirse a la actitud negativa hacia los homosexuales (Borrillo, 2001). Hoy se define la homofobia como la hostilidad dirigida a los homosexuales (Barrientos & Cárdenas, 2013), cuyos componentes emocionales son la ira y el enojo (Herek, 2004). Si bien el concepto de homofobia se ha problematizado en la actualidad (Chamberland & Lebreton, 2012; Herek, 2007), mantenemos el término dado que refleja de mejor forma la medición realizada en el presente estudio.
En la actualidad existen numerosos estudios que evalúan la homofobia. Diversas investigaciones señalan que los hombres son más prejuiciosos hacia las personas homosexuales que las mujeres (Cárdenas & Barrientos, 2008; Cárdenas, Barrientos, Gómez, & Frías-Navarro, 2012; Finlay & Walther, 2003; Herek, 2000; LaMar & Kite, 1998; Lingiardi, Falanga, & D’Augelli, 2005) y más homofóbicos y conservadores respecto a los roles sexuales (Lieblich & Friedman, 1985). Otro estudio señala que los hombres muestran más distancia hacia los hombres gays que las mujeres, pero no se encuentran diferencias en relación con las mujeres lesbianas (Toro-Alfonso & Varas-Díaz, 2004).
Respecto a la religión, existen un conjunto de trabajos específicos que distinguen entre quienes adscriben y no adscriben a una religión. En esta línea se ha encontrado que las personas que se identifican con una religión son más homofóbicas que las personas que no se identifican (Cárdenas & Barrientos, 2008; Cárdenas et al., 2012; Finlay & Walther, 2003). Incluso se ha encontrado que, muchos seguidores de las religiones con tolerancia a los homosexuales muestran más prejuicios ‘antigay’ que los sin preferencia religiosa (Fisher, Derison, Polley, Cadman, & Johnston, 1994) y que la distancia hacia las personas homosexuales estaría asociada positivamente en quienes participan religiosamente contrario a quienes no lo hacen (Gentry, 1987).
Cuando se explora la orientación política en un continuo entre liberal y conservador, se establece una correlación positiva entre conservadurismo político y homofobia (Morrison & Morrison, 2002). También, el conservadurismo sería un buen predictor de actitudes homofóbicas (Rottenbacher de Rojas, 2012) al igual que la preferencia político partidista (Steffens & Wagner, 2004). Por su parte, las personas de izquierda serían menos homofóbicas que las de centro y de derecha (Cárdenas & Barrientos, 2008).
Con respecto a la relación del clasismo con la homofobia, si asumimos una de sus dimensiones como la superioridad de ciertos grupos sociales, se ha encontrado un alto valor predictivo de la dominancia social (Whitley & Lee, 2000). Al investigar el nacionalismo, se ha establecido que la retórica ‘antihomosexual’ del nacionalismo negro refuerza la homofobia (Ward, 2005) y que también reivindicaría que los gays serían externos y no ciudadanos reales, como sería el caso de la homofobia nacionalista en Rumania (Bartoş, Balş, & Berger, 2014).
Xenofobia y sus Antecedentes
El concepto xenofobia se refiere a las actitudes o comportamientos relativos a la exclusión social de extranjeros, es decir, personas con nacionalidad distinta a la propia (Diez, 2009). Se define como una actitud negativa, o de miedo, hacia los individuos o grupos que son en sentido real o imaginario diferentes a uno mismo, o al grupo(s) de pertenencia, principalmente inmigrantes. No supone automáticamente un trato despectivo a otros con base en las diferencias culturales o de otro tipo, dado que se trata de una actitud. Y las actitudes no siempre son consistentes con las acciones de las personas. Si se entiende la xenofobia como una predisposición a actuar de una cierta manera hacia las personas por ser percibidos como diferentes, es posible interpretar que conlleva un problema social (Hjerm, 2001).
Una investigación que abordó el prejuicio de los chilenos hacia los bolivianos, mostró que el prejuicio manifiesto en hombres es muy superior al de mujeres (Cárdenas, 2006). Por otra parte, se ha examinado la asociación con la pertenencia religiosa y se ha encontrado que quienes se definen como ateos o indiferentes a la religión presentan niveles más bajos de xenofobia en comparación a quienes se adscriben a alguna religión (Aymerich, Canales, & Vivanco, 2007). En relación con la orientación política, se ha encontrado que las personas con simpatías políticas de derecha presentan niveles más altos de xenofobia que las personas de izquierda (Aymerich et al., 2007; Prezza, Zampatti, Pacilli, & Paoliello, 2008).
En un estudio realizado en diversos países, se encontró una correlación entre nacionalismo y xenofobia (Hjerm, 2001). Esto se ve ratificado en un meta-análisis que establece la asociación entre el nacionalismo y la xenofobia hacia exogrupos (Rodríguez-Pérez, Betancor, & Ariño, 2013). Se ha encontrado que en las sociedades con mayor multiculturalidad de origen inmigratorio hay más actitudes xenófobas de origen etnocéntrico (Alaminos, López, & Santacreu, 2010), la representación étnica de la nación refuerza la xenofobia y los valores universalistas y la identidad europea la debilitan (Grad & Sanz, 2008). Por último, la superioridad del endogrupo, expresada en la orientación a la dominancia social, también estaría relacionada con la xenofobia (Herrera & Kraus, 2016).
Patriocentrismo y Clasismo, sus Antecedentes
El patriocentrismo es una variante del etnocentrismo y del nacionalismo. Implica una adhesión ciega e irracional a símbolos y valores ‘etnonacionales’ y una valoración elevada a los constructos de verdad y justicia; entraña, además, una conformidad acrítica con el grupo dominante y rechazo a otros pueblos como exogrupos (Aymerich et al., 2007).
Los estudios que han relacionado el patriocentrismo con la orientación política plantean que un posicionamiento hacia la izquierda refiere menores niveles de patriocentrismo, en contraste con la posición de derecha. Por otra parte, cuando se asocia a la pertenencia religiosa, quienes se definen como ateos o indiferentes presentan niveles más bajos de patriocentrismo en relación con quienes adscriben a alguna religión (Aymerich et al., 2007). En la literatura revisada se observó escaso uso del término patriocentrismo, por ello la revisión de antecedentes se hizo en función de los conceptos nacionalismo (Bartoş et al.,2014; Hjerm, 2001; Herrera & Kraus, 2016; Rodríguez-Pérez et al., 2013; Ward, 2005) y etnocentrismo (Alaminos et al., 2010; Herrera & Kraus, 2016).
El clasismo se define como la aceptación de las desigualdades sociales en cuanto necesarias al sistema social y referencia de los modos de vida de los estratos altos como los modelos de aspiraciones sociales y distancia social en relación a los pobres (Aymerich et al., 2007). Implica estereotipos, prejuicios y discriminación basados en el estatus socioeconómico (Fiske, 1998; Lott, 2002) y es un tipo de creencia intolerante (Gilmore & Harris, 2008). Para Lott (2002) el clasismo se define como un distanciamiento institucional e individual contra los pobres. Al igual que con el sexismo, la homofobia, el racismo y la discriminación por edad tendría como elemento común la intolerancia hacia el ‘otro’ que es diferente de los miembros de un grupo mayoritario. El clasismo sirve para mantener el statu quo, invisibilizando a los más pobres.
Los estudios de clasismo se han centrado en la percepción de los pobres (Cozzarelli, Wilkinson, & Tagler, 2001; Orpen, 1991; Stacey, Singer, & Ritchie, 1989) dado el énfasis de la definición del clasismo en la desigualdad y superioridad de ciertos grupos y su relación con la orientación a la dominancia social (SDO, por sus siglas en inglés; Pratto, Sidanius, Stallworth, & Malle, 1994; Sidanius, Pratto, & Bobo, 1994).
Al asociar clasismo con orientación política, se ha encontrado que quienes se autodenominan de izquierda refieren un menor clasismo, a diferencia de los de derecha, que presentan mayores puntuaciones. Respecto a la pertenencia religiosa, quienes se definen como ateos o indiferentes presentan niveles más bajos de clasismo, en relación con protestantes o evangélicos y católicos (Aymerich et al., 2007).
Objetivos e Hipótesis del Estudio
En el presente estudio se busca indagar los predictores y los procesos explicativos de la homofobia y la xenofobia en una muestra de estudiantes universitarios chilenos. El primer objetivo es determinar si existen diferencias significativas en los niveles de prejuicio en función de las variables sociodemográficas: sexo, religión y orientación política. El segundo objetivo es indagar la incidencia del clasismo y patriocentrismo como variables mediadoras en la relación entre la orientación política, religión y el sexo -variables predictoras- con la xenofobia y homofobia -variables criterio-. Con base en la revisión teórica se plantean las siguientes hipótesis:
Los hombres tendrán puntuaciones significativamente más altas que las mujeres en las sub-escalas homofobia y xenofobia.
Las personas religiosas puntuarán significativamente más alto que las personas no religiosas en las sub-escalas homofobia y xenofobia.
Las personas de orientación política de izquierda puntuarán significativamente más bajo que las personas de orientación política de derecha en las sub-escalas homofobia y xenofobia.
Las variables clasismo y patriocentrismo mediarán las diferencias en homofobia y xenofobia en función de sexo, religión y orientación política.
Metodología
Perspectiva y participantes
Se utilizó metodología cuantitativa con diseño correlacional tipo encuesta. Los participantes fueron 509 estudiantes de universidades estatales y privadas tradicionales1 de la Región de Valparaíso, con un promedio de 20.81 años de vida (de=2.25)2. Se realizó un muestreo por cuotas, en función del tipo de universidad, categoría de carrera3 y sexo. Se cruzaron las nueve áreas de conocimiento por los dos tipos de universidad, generando así 18 cuotas. Cada cuota incluyó entre 25 y 30 participantes -mitad hombres y mitad mujeres-. Esto evitó la sobre-representación de algunas carreras. Los hombres representaron el 50.3 % de la muestra y las mujeres el 49.7 %.
Un 53% de los participantes pertenecía a universidades tradicionales privadas y un 47% a universidades estatales. El 49.9% de los participantes se identificó como católico/a, un 33.8% se declaró agnóstico/a, ateo/a o sin religión y 12.2% de otras religiones. Con respecto a la orientación política, el 25.9% se definió de izquierda, el 14.5% de centro, el 14.9% de derecha y un 44.4% no se adscribió a ninguna tendencia política.
Instrumento
Escala de Prejuicios. Con el fin de medir las diferentes dimensiones del prejuicio, se utilizaron cuatro sub-escalas: (a) homofobia, (b) clasismo, (c) xenofobia y (d) patriocentrismo. Estas se incluyeron en una encuesta realizada dentro del marco de un proyecto de investigación más amplio, adaptadas de la Encuesta de Tolerancia y No Discriminación (Aymerich et al., 2007). Este último fue desarrollado en Chile en base al Inventario de Actitudes Sociales de Eysenck, Escala de Autoritarismo de Adorno, Escala de Dogmatismo de Rokeach, Escala de Principios Democráticos de Prohtos y Grigg y la Escala de Prejuicios Raciales de Schuman y Harding. El instrumento original presentó niveles de fiabilidad convencionalmente aceptados y preguntas con capacidad discriminatoria. La validez mediante análisis factorial indicó que se establecieron dimensiones subyacentes independientes (Aymerich et al., 2007).
Las cuatro dimensiones seleccionadas para los objetivos de este estudio incluían en total 24 ítems -de los 51 ítems del instrumento completo aplicado en este proyecto de investigación-. Para confirmar la validez de la estructura de cuatro dimensiones propuestas, se realizó un análisis factorial exploratorio con rotación oblimin que confirmó que los 24 ítems efectivamente medían, como proponía la escala original, cuatro dimensiones distintas que explicaban un 40.6% de la varianza total: xenofobia (28.20%), homofobia (6.46%), clasismo (3.38%) y patriocentrismo (2.60%; ver anexo). Posteriormente se llevaron a cabo análisis de fiabilidad de las cuatro escalas. Los valores de fiabilidad se presentan a continuación con la descripción de cada una de las subescalas. Todos los ítems fueron situados en una escala Likert con un rango de respuesta de 1 (totalmente en desacuerdo) a 6 (totalmente de acuerdo).
Patriocentrismo. Se utilizaron los siguientes tres ítems para medir patriocentrismo: ‘A pesar de que hay excepciones, está claro que los chilenos somos más capaces que los habitantes de los países vecinos’, ‘Los chilenos son más valientes y patriotas que las personas de los países vecinos’, ‘Los derechos humanos son importantes, pero no son aplicables a los enemigos de la patria’. La consistencia interna de esta escala fue satisfactoria ((=.70).
Clasismo. Esta escala recogía seis ítems: ‘Aunque hay excepciones, los pobres son pobres porque no se han esforzado por salir de su situación’, ‘Los pobres son tan descuidados con su aspecto que da temor acercarse a ellos’, ‘Es triste admitirlo, pero las desigualdades sociales son necesarias para el funcionamiento de la economía’, ‘Está bien que los empleadores pregunten por el lugar de residencia de quien busca trabajo, pues hay ciertas comunas donde se concentran los delincuentes y drogadictos’, ‘Dentro de lo razonable, hay que hacer todo lo posible para adoptar el estilo de vida de la clase alta’, ‘Es bueno que haya distintos lugares para personas de distinto nivel socioeconómico’. El coeficiente de fiabilidad fue satisfactorio ((=.71).
Homofobia. Esta escala fue elaborada en base a siete ítems: ‘Las parejas homosexuales deben tener la opción de casarse como cualquier pareja’ (recodificada), ‘Las personas homosexuales deben tener los mismos derechos y deberes que cualquier chileno’ (recodificada), ‘Las parejas homosexuales deberían tener la posibilidad de adoptar niños’ (recodificada), ‘La homosexualidad debiera ser prohibida, pues va en contra de la naturaleza humana’, ‘Los médicos deben investigar más las causas de la homosexualidad para evitar que sigan naciendo más (personas homosexuales)’, ‘A los homosexuales no se les debe permitir ser profesores de colegios’, ‘La homosexualidad tiene una relación muy estrecha con la pedofilia’ . El coeficiente de fiabilidad fue también satisfactorio ((=.86).
Xenofobia. Se elaboró en base a ocho ítems relacionados con extranjeros o inmigrantes: “Los inmigrantes peruanos que viven en nuestro país son más propensos a cometer delitos”, “Si se mezclan mucho los peruanos con los chilenos, la calidad de la gente de nuestro país se va a echar a perder”, “Es verdad que los peruanos necesitan empleo, pero los empresarios deben preferir siempre a los chilenos”, “Hoy hay más extranjeros viviendo en nuestro país de lo que la sociedad chilena puede acoger”, “Los extranjeros que vienen a nuestro país son un riesgo para las fuentes laborales de los chilenos”, “Los extranjeros que llegan a Chile son mayoritariamente de bajo nivel educacional”, “Deberían existir restricciones a todos los trabajadores extranjeros”, “Chile debiera aceptar el ingreso de extranjeros que buscan mejorar su situación económica” (recodificada). El coeficiente de fiabilidad fue satisfactorio ((=.81).
Datos socio-demográficos . El cuestionario además integra preguntas sobre características sociodemográficas de la muestra: sexo, religión y orientación política. Religión se operacionalizó como variable nominal con las alternativas: ‘católica’, ‘evangélica’, ‘otra religión o credo’ y ‘ninguna, ateo o agnóstico’. Orientación política se midió como variable nominal con las alternativas: ‘de izquierda’, ‘de centro’, ‘de derecha’ y ‘ninguna de las anteriores’.
Procedimiento
En primer lugar, se contactó a informantes clave, profesores y estudiantes universitarios quienes facilitaron el contacto con los potenciales participantes. Toda participación fue informada, voluntaria y formalizada a través de la firma de un documento de consentimiento informado. Los cuestionarios fueron respondidos por los estudiantes en sesiones de entre 30 minutos y una hora de duración, en forma grupal, en salas de clases universitarias. Los jóvenes no obtuvieron beneficios directos por su participación en el estudio. Los cuestionarios fueron aplicados por estudiantes de psicología, capacitados para esta tarea, proceso que tuvo un mes de duración. La investigación fue revisada y aprobada por un comité de ética institucional.
Análisis de Datos
El análisis de diferencias de medias de la variable sexo se realizó con la Prueba t y se realizó Análisis de Varianza (ANOVA) para las variables religión y orientación política. Para los análisis de comparaciones múltiples se aplicó la Prueba Post hoc de Bonferroni. Se calculó el tamaño del efecto para dar cuenta de la magnitud de las diferencias de medias detectadas, utilizando d de Cohen o Ghedges, según corresponda (Kotrlik & Williams, 2003). Por último, se utilizó el macro PROCESS de spss versión 20.0 con el modelo de mediación múltiple, que estima simultáneamente múltiples efectos indirectos con sus errores estándar y sus intervalos de confianza derivados de la distribución bootstrap (Preacher & Hayes, 2004). Para los análisis se procedió a aplicar el procedimiento de contrastes para responder a las hipótesis planteadas y asimismo a recodificar las variables orientación política y religión. Para el primer caso, se asignaron los siguientes valores en los análisis posteriores: izquierda (1), derecha (-1) y centro-ninguna (0); y para religión los siguientes: católicos (1), evangélicos (1), otras religiones (1) y ninguna religión (-3).
Resultados
Homofobia, Xenofobia, Patriocentrismo y Clasismo: Diferencias de Medias en Función de las Variables Sociodemográficas e Ideológicas
En la Tabla 1 se presentan los valores de las medias en las variables criterio presentes en el estudio -homofobia, patriocentrismo, xenofobia y clasismo- en función de las variables predictoras -sexo, religión y orientación política-. Además, se describen estadísticos de los análisis de diferencias de medias correspondientes a cada variable predictora.
Sexo. Los análisis de diferencias demostraron que las mujeres puntuaron más bajo en homofobia que los hombres (t(500)=3.44, p<.01). No se encontraron diferencias significativas en xenofobia, patriocentrismo y clasismo.
Religión. El anova mostró que existen diferencias en función de la religión en todas las dimensiones analizadas, siendo los participantes declarados como creyentes de alguna religión los que puntuaron más alto en homofobia, f(1, 499)=37.16, p<.001; patriocentrismo, f(1, 498)=31.58, p<.001; xenofobia, f(1, 487)=20.57, p<.001; y clasismo, f(1, 499)=44.59, p<.001.
Orientación Política. Para esta variable también se efectuó un anova, encontrándose diferencias en todas las sub-escalas. Se observó que los participantes que se identificaron de izquierda puntuaron más bajo que los que se identificaron como de centro/ninguna posición o de derecha en homofobia, f(2, 498)=26.02, p<.001; en patriocentrismo, f(2, 498)=19.64, p<.001; en xenofobia, f(2, 487)=19.75, p<.001; y en clasismo, f(2, 499)=38.71, p<.001. Por su parte, los de derecha también puntuaron más alto en todas las dimensiones que los centro/ninguna posición. En términos generales, los jóvenes participantes de este estudio tienen niveles medios de prejuicios, pero con niveles más altos en la dimensión de xenofobia.
Correlaciones
En relación con la asociación entre las distintos variables (Tabla 2), se encontró una mayoría de variables asociadas significativamente, a excepción de la variable sexo que solo correlaciona con religión.
En función de estos resultados, ya sea la no asociación entre variables o la correlación en valores moderados, se puede establecer que las variables serían independientes entre sí, lo cual permitiría realizar sin inconvenientes el análisis de mediación múltiple que se presenta a continuación.
Análisis de Mediación Múltiple
Para realizar el análisis de mediación múltiple, se utilizaron las variables orientación política, religión y sexo como variables predictoras -con valores asignados en los análisis de diferencias de medias con contrastes-. Las variables patriocentrismo y clasismo fueron mediadoras. Xenofobia y homofobia fueron variables criterio.
Efectos de la orientación política, la religión y el sexo a través de patriocentrismo y clasismo sobre homofobia. Los análisis de regresión indicaron que la orientación política se asoció negativamente con patriocentrismo (B=-.42, ET=.08, t=-5.06, p<.001) y con clasismo (B=-.50, ET=.07, t=-7.67, p<.001). Con respecto a patriocentrismo, este se vinculó con homofobia (B=0.21, ET=.04, t=4.98, p<.001), al igual que clasismo (B=.27, ET=.05, t=4.87, p<.001; Figura 1).
En relación con el efecto total, la orientación política se asoció negativamente con homofobia (B=-.47, ET=.08, t=-6.10, p<.001), pero este efecto disminuyó con la inclusión de las variables mediadoras (B=-.25, ET=.08, t=-3.28, p<.01). Por su parte, la prueba del efecto indirecto basada en el procedimiento bootstrap de la orientación política a través de patriocentrismo sobre homofobia fue significativa (b=-.09, Boot ET=.03, 95 % CI [-.153, -.039]). De la misma manera, fue significativo el efecto indirecto de la orientación política a través del clasismo sobre la homofobia (b=-13, Boot ET =.04, 95 % ci [-.208, -.064]).
Los análisis mostraron que también la ‘religión’ se relacionó con patriocentrismo (B=.13, ET=.03, t=4.89, p<.001) y con clasismo (B=.11, ET=.02, t=4.96, p<.001). Con respecto al efecto total, la religión se asoció con homofobia (B=.13, ET=.03, t=5.09, p<.001), y este efecto se vio disminuido con la inclusión de las variables mediadoras (B=.08, ET=.03, t=2.99, p<.01). La prueba del efecto indirecto para la religión a través de patriocentrismo sobre la homofobia fue significativa (B=.03, Boot ET=.01, 95 % CI [.013, .047]), como también en el caso del clasismo como variable mediadora (B=.03, Boot ET=.01, 95 % ci [.012, .047]).
Por su parte, los análisis mostraron que el ‘sexo’ se relacionó con el patriocentrismo (B=-.24, ET =.10, t =-2.37, p<.05), sin embargo, no se relacionó con clasismo (B=-.05, ET=.08, t=-.60, p=.55). En relación con el efecto total, el sexo se asoció con homofobia (B=-.41, ET=.10, t=-4.32, p<.001) y este efecto se vio disminuido con la inclusión de las variables mediadoras (B=-.35, ET=.09, t=-3.90, p<.001). La prueba del efecto indirecto para el sexo a través del patriocentrismo sobre la homofobia fue significativa (B=-.05, Boot ET=.03, 95 % ci [-.112, -.009), sin embargo, no fue significativa a través del clasismo (B=-.01, Boot et=.02, 95 % ci [-.058, .028]).
Estos resultados indican que la asociación entre la religión -ser creyente de alguna religión- y la orientación política -ser más de derecha- con la homofobia, puede ser explicada tanto por el patriocentrismo como por el clasismo. Sin embargo, cuando se introduce la variable sexo como variable predictora, esta asociación solo es explicada a través del patriocentrismo. En este sentido, las personas no creyentes de una religión y más de derecha expresan más xenofobia porque muestran más clasismo y patriocentrismo.
Efectos de orientación política, la religión y el sexo a través de patriocentrismo y clasismo sobre la xenofobia. Los análisis de regresión indicaron que la orientación política se asoció con patriocentrismo (B=-.42, ET=.08, t=-5.12, p<.001) y con clasismo (B=-.51, ET=.07, t=-7.66, p<.001). Por su parte, el patriocentrismo se relacionó con xenofobia (B=.30, ET=.03, t=8.87, p<.001), al igual que clasismo (B=.35, ET=.04, t=8.39, p<.001; Figura 2).
El efecto total de la orientación política se asoció con xenofobia (B=-.38, ET=.07, t=-5.45, p<.001), pero esta se vio reducida con la inclusión de las variables mediadoras (B=-.07, ET=.06, t=-1.16, p=.25). El efecto indirecto basado en el procedimiento bootstrap de la orientación política a través de patriocentrismo sobre xenofobia fue significativo (B=-.13, Boot ET=.03, 95 % ci [-.198, -.069]), y este mismo efecto a través del clasismo también (B=-.18, Boot ET=.04, 95 % ci [-.251, -.115]).
Los análisis indicaron que la religión también se asocia con patriocentrismo (B=.12, ET=.03, t =4.51, p<.001) y también clasismo (B=.10, ET=.02, t=4.62, p<.001). En relación con el efecto total, la religión se asoció con xenofobia (B=.07, ET=.02, t=3.18, p<.01) y se vio levemente disminuido con la inclusión de las variables mediadoras (B=.01, ET=.02, t=-0.02, p=.987). Las pruebas del efecto indirecto de religión sobre xenofobia a través del patriocentrismo (B=.04, Boot ET=.01, 95 % CI [0.020, 0.057]) y a través del clasismo (B=.04, Boot ET=.01, 95 % CI [0.020, 0.055]) fueron significativas.
Finalmente, ser mujer -comparado con ser hombre- se relacionó con un menor patriocentrismo (B=-.26, ET=.10, t=-2.60, p<.01), sin embargo, no se relacionó con clasismo (B=-.08, ET=.08, t=-.99, p=.32). Sin embargo, sexo no se asoció con xenofobia (efecto total: B=-.13, ET=.08, t=-1.49, p=.137), tampoco al haber incluido las variables mediadoras (B=-.02, ET=.07, t=-0.27, p=.791). Asimismo, no se tuvieron en cuenta los efectos indirectos.
Estos resultados indican que la asociación entre la religión y la orientación política con la xenofobia, puede ser explicada tanto por el patriocentrismo como por el clasismo. Es decir, las personas creyentes de una religión y más de derecha expresan más xenofobia porque muestran más clasismo y patriocentrismo.
Discusión y Conclusiones
El objetivo de la presente investigación fue examinar, en estudiantes universitarios chilenos, la relación entre xenofobia, homofobia y las variables: sexo, religión y orientación política. También se evalúa el papel mediador del clasismo y patriocentrismo en la relación entre las variables sociodemográficas y las variables criterio. En términos generales, los resultados de la presente investigación proporcionan evidencia empírica de que las personas no religiosas y de izquierda muestran menores niveles de homofobia, xenofobia, clasismo y patriocentrismo. En cambio, las mujeres muestran únicamente menores niveles de homofobia comparado con los hombres. Finalmente, la mayor contribución de presente estudio es demostrar que clasismo y patriocentrismo explican la diferencias en homofobia y la xenofobia en función de las variables sociodemográficas.
Los resultados del presente estudio indican que, en comparación con los hombres, las mujeres tienen niveles menores de homofobia tal como plantean muchas investigaciones anteriores (Cárdenas & Barrientos, 2008; Cárdenas et al., 2012; Finlay & Walther, 2003; Herek, 2000; La Mar & Kite, 1998; Lingiardi et al., 2005). Sin embargo, para el caso de la xenofobia no se encuentran diferencias entre hombres y mujeres, a diferencia de que lo plantea Cárdenas (2006). Por tanto, se acepta la hipótesis (1) solo para el caso de la homofobia. Por su parte, religión y orientación política presentan diferencias significativas en homofobia y xenofobia, cumpliéndose en ambos casos con las hipótesis planteadas (2 y 3). Este dato es coincidente con otros estudios que han indicado que quienes se identifican con una religión presentan mayores niveles de homofobia (Cárdenas & Barrientos, 2008; Cárdenas et al., 2012; Finlay & Walther, 2003; Fisher et al, 1994) y de xenofobia (Aymerich et al., 2007). Además, se establece que aquellos estudiantes que adscriben a la posición política de izquierda muestran menores niveles de xenofobia y homofobia que aquellos que adscriben a la derecha, este resultado es consistente con otros trabajos (Aymerich, et al., 2007; Cárdenas & Barrientos, 2008; Prezza et al., 2008).
Con respecto a la hipótesis de efectos de mediación (4), esta se cumple tanto para la homofobia como para la xenofobia. En este sentido, la asociación entre ser creyente de alguna religión y ser más de derecha con la homofobia, puede ser explicada tanto por el patriocentrismo como por el clasismo; sin embargo, cuando se introduce la variable sexo esta relación solo es explicada a través del patriocentrismo. Por su parte, con respecto a la xenofobia, las personas creyentes de una religión y más de derecha expresan más xenofobia porque muestran más clasismo y patriocentrismo.
Los hallazgos del presente estudio, relevan el valor insoslayable de las dimensiones ideológicas en la percepción y valoración de los grupos sociales diferentes. La propuesta de que vivimos en una sociedad reconciliada en la cual se erradican los conflictos valóricos e ideológicos y se impone un ‘consenso pospolítico’ (Mouffe, 2007) se ve cuestionada por los resultados de este trabajo. Por el contrario, este estudio muestra que variables como orientación política y religión son relevantes en los modos como los jóvenes universitarios estructuran su visión sobre el mundo y los demás. Más allá de la evidencia que cuestiona los niveles de identificación de los jóvenes con la política convencional, los resultados muestran que el sentirse subjetivamente más de izquierda o derecha afecta los niveles de prejuicio. Del mismo modo, más allá de los niveles de secularización que viven los jóvenes chilenos, los resultados nos permiten afirmar que la orientación religiosa sigue siendo en el país una fuente potencial de discriminación e intolerancia hacia un otro diferente. Por lo tanto, lejos de una sociedad pospolítica, los jóvenes de este estudio nos hablan de una sociedad en la cual los conflictos valóricos e ideológicos siguen siendo elementos estructuradores de los niveles de tolerancia que establecemos con aquellos que percibimos como diferentes.
Este estudio no carece de limitaciones. En primer lugar, si bien se utiliza parte de un instrumento que ha cumplido un rol importante en la problematización de la discriminación y la tolerancia en la sociedad chilena, se hace necesario utilizar otros instrumentos que exploran los prejuicios en Chile (Cárdenas & Barrientos, 2008). También, sería adecuado abordar otras dimensiones relacionadas con la religiosidad (Fisher et al., 1994) e ideología política (Rottenbacher de Rojas, 2012) en relación con los prejuicios acá analizados; y también indagar la variable género de un modo más complejo. Otra limitación del estudio consistió en que, al realizarse con una muestra de la región de Valparaíso, no es posible tener una perspectiva acabada del país, dada la diversidad geográfica y cultural de Chile, principalmente en sus zonas extremas.
Se considera una fortaleza haber realizado el estudio con población universitaria, esto produjo resultados que aportan a la discusión sobre la tolerancia y discriminación en la educación superior. En este sentido, dada la relevancia que se ha demostrado que tiene la educación intercultural en el combate de los prejuicios (Esteban & Bastiani, 2010), se hace necesario que las reformas legales de Chile, en materia de respeto y tolerancia hacia las distintas minorías, se traduzcan en los planes y programas de estudio de las universidades como un eje transversal para construir relaciones educativas de inclusión y de derechos humanos. En este sentido, las asociaciones encontradas entre las distintas variables permiten pensar en la necesidad de explorar la emergencia de un prejuicio generalizado (Akrami, Ekehammar, & Bergh, 2011), ya sea en la población universitaria en particular como en la población chilena en general.
Por último, este trabajo se constituye en una invitación a profundizar en la investigación y problematización de los prejuicios. Considerando que problemáticas como la homofobia y la xenofobia, se verían reforzadas en un país en que el clasismo ha estado permanentemente presente (Contardo, 2008) y que los discursos nacionalistas son cada vez más frecuentes en un contexto de flujos de migratorios en aumento.