INTRODUCCIÓN
Este artículo ofrece una mirada descriptiva y analítica de las motivaciones lexicales y gramaticales de la transitividad escindida en wayuu. Tiene como objetivo principal el de examinar y discutir los datos relacionados con los aspectos lexicales y gramaticales de la transitividad escindida con la cual cuenta esta lengua. En muchas lenguas hay expresiones de transitividad escindida y esto se demuestra claramente en la lengua wayuu. La transitividad se refiere a la estructura sintáctica ligada a los verbos, y, más concretamente, divide a tipos de verbos según sus relaciones gramaticales. Este trabajo contempla una visión panorámica de los sistemas morfosintácticos de alineamiento escindido en el intransitivo según la agentividad. Muchos de los afijos, especialmente los verbales, funcionan a nivel de cláusulas o de oraciones. Las cláusulas con verbos activos marcan el sujeto por medio de un prefijo pronominal y los objetos por medio de un pronombre pospuesto. El wayuu distingue morfológicamente las construcciones intransitivas y transitivas según el sistema actancial de la transitividad y el sufijo -in detallado en la parte 3.2.
La sección inicial presenta brevemente la localización de los hablantes del wayuu, la población, la filiación lingüística y rasgos tipológicos, y el análisis de los datos de estudio. En la sección 2 se exponen teorías sobre algunos conceptos básicos sobre nociones de transitividad escindida, modo y modalidad, y sobre estudios previos del wayuu. En la sección 3 se describe las motivaciones gramaticales y lexicales de la transitividad en la lengua. En 4 se profundiza en el tema de las motivaciones lexicales de la transitividad escindida. Finalmente, en la sección 5, se presenta conclusiones y perspectiva de investigación.
La localización y población wayuu
La comunidad indígena wayuu habita las regiones Alta, Media y Baja del Departamento de La Guajira, la zona más septentrional de Colombia y en el Estado Zulia en la parte noroccidental de la República Bolivariana de Venezuela, formando territorio fronterizo colombo-venezolana en la zona caribeña de ambas naciones. Su población se estima en unas 300.000 y 400.000 personas repartidas en el norte de Colombia y en la zona fronteriza con Venezuela; en la zona de la Guajira -300.000 según Aikhenvald (1999), 350.000 para Bravo (2011) y 400.000 para Álvarez (2005) -.
Filiación lingüística y datos de la lengua
El wayuu3 es la lengua más hablada y una de las lenguas indígenas colombianas más estudiadas4. Esta lengua hace parte de la gran familia arawak5, una de las familias más extendidas de las Américas según el número de lenguas y la distribución geográfica. De hecho, ella cuenta con más de 40 lenguas todavía habladas desde el sur de Brasil hasta América Central por alrededor de 500.000 hablantes, si tomamos en cuenta las estimaciones más optimistas (Aikhenvald 1999, p. 72). La misma autora clasifica al wayuu como perteneciente al grupo norteño. Por otra parte, Mansen y Captain (2000) afirman que la lengua wayuunaiki “pertenece a la familia lingüística arawak, de la subfamilia maipureana, tronco norte, cercanamente relacionado con los añún de la costa venezolana de Zulia”. Las lenguas arahuacas sureñas tienen la tendencia a tener una morfología más compleja. El estatuto sociolingüístico de estas lenguas, dada la extensión de la familia, varía mucho. Así, unas lenguas pueden contar con decenas de miles de hablantes mientras otras tienen menos de diez hablantes. Las más habladas pueden tener la oportunidad de ser enseñadas en la escuela, tal como el ashaninka en Perú o el terena en Brasil.
En cuanto a las características tipológicas, igual que la mayoría de las lenguas arahuacas el wayuu es mayormente aglutinante con tendencia a la polisíntesis (Aikhenvald, 1999). La morfología verbal es particularmente rica y sobre todo sufijal. Tanto la palabra nominal como la palabra verbal están compuestas de una base léxica y de marcas afijadas que la determinan. La mayoría de los morfemas son sufijos. Como prefijos están los índices de persona, ligados al nombre y al verbo. Sobre el alineamiento, esta lengua se caracteriza por tener intransitividad escindida motivada por parámetros tanto gramaticales como lexicales, lo que se observa según la realización del sujeto con un prefijo o un pronombre pospuesto al predicado (Durand, 2016). Si consideramos las cláusulas transitivas, encontramos igualmente dos realizaciones del sujeto, para lo cual la distribución fue menos descrita que para los verbos intransitivos, pero no con verbos transitivos -con la notable excepción de Álvarez (2002) -. El orden predominante de palabras en cláusulas es VSO y SVO con construcciones pronominales.
Los indígenas wayuu llaman a su lengua con la denominación wayuunaiki. La lengua wayuu aún es transmitida significativamente a las generaciones presentes y es usada en los medios de comunicación -en parte en el periódico Wayuunaiki, por ejemplo- y hasta en la política. Además, el wayuu es, junto con el español, la lengua co-oficial del departamento de La Guajira, en Colombia, desde 1991. En cuanto a Venezuela, si bien el español es la lengua oficial, las lenguas amerindias son de uso oficial, lo que hace que se realicen numerosos programas gubernamentales en favor del wayuu.
Los datos
Esta investigación es de tipo descriptivo y los datos usados para ella fueron tomados de fuentes primarias que corresponden a trabajo de campo realizado entre noviembre-diciembre de 2017 y junio-julio de 2018 en el corregimiento de Nazareth (región de la Alta Guajira). Los datos son resultados de entrevista y aplicación de cuestionario de preguntas abiertas. Para la recolección de datos se contó con una cooperante wayuu bilingüe wayuu-español durante dos periodos de trabajo de campo. Los datos fueron recopilados enfocados específicamente sobre el tema de intransitividad escindida. Dichos datos de análisis fueron complementados con datos tomados de otros autores (Álvarez, 2002; Mansen y Mansen, 1984; Olza y Jusayú, 2012; Sabogal, 2018 y Urdaneta, 2011).
ESTADO DEL ARTE
La transitividad escindida
En este artículo nos interesa tratar las motivaciones de la transitividad escindida, un fenómeno que consiste en la escisión del sistema actancial de un verbo transitivo. Decidimos hablar de transitividad escindida -en referencia al fenómeno de intransitividad escindida- en lugar de la ergatividad escindida, para más neutralidad tipológica. En efecto, como las lenguas con alineamiento ergativo-absolutivo no tienen un sistema actancial homogéneo, no existe ninguna razón para hablar de ergatividad escindida en lugar de acusatividad escindida. Lo que nos interesa aquí no es la inclinación sino la realización del sujeto de los verbos transitivos a través de una escisión actancial.
Modo y modalidad en la familia arawak
A continuación, haremos referencia al cuadro teórico del modo y de la modalidad en la literatura y su impacto en las lenguas arahuacas.
Calificamos el modo de categoría verbal flexional y como morfemas de modo los morfemas que pertenecen a esta categoría, como el asertivo o el dubitativo. En cuanto a la modalidad, se refiere a un sistema de oposición más general, que sea entre realis e irrealis, como es el caso para varias lenguas arahuacas sureñas -como para el mojeño trinitario (Rose, 2014), el baure (Danielsen y Terhart, 2015) o el nanti (Michael, 2014)- o la distinción entre indicativo y subjuntivo en las lenguas europeas, siguiendo a Palmer (2001).
La modalidad tiene un lugar muy importante en la morfología6 de la familia, a tal punto que la oposición realis (actual) / irrealis (no-realizado) es una categoría expresada obligatoriamente en los verbos de las lenguas sureñas como el baure, el joaquiniano, el paunaka y el terena (Danielsen y Terhart, 2015) o el mojeño trinitario (Rose, 2014). Para este último, por ejemplo, las construcciones negativas requieren marcas de irrealis específicas según los diferentes tipos de negación -existencial, oracional o al nivel de constituyente (Rose, 2014)-.
En estos trabajos, la noción de irrealis aparece completamente justificada para estas lenguas arahuacas, contrariamente a las afirmaciones de Bybee (1998) para la validación de la irrealis como categoría interlingüística (ver Mithun, 1995).
Este estatuto de realidad está igualmente presente en las lenguas del grupo kampa. En ashaninka, por ejemplo, los morfemas del irreal -e y -ia se necesitan para varios eventos, a veces ligados al tiempo o al aspecto: futuro, imperativo, optativo, contrafactual, condicional, eventos de propósito, unas construcciones completivas, oraciones negativas y construcciones deónticas (Mihas, 2010, pp. 6-8).
De la misma forma, en nomatsigenga, los marcadores de irrealis son usados para el imperativo, referencia al futuro, los verbos negativos y unas cláusulas completivas; en general, para los eventos que no se han realizado (Castillo, 2020; Lawrence, 2013, p.105). En nanti, estos marcadores son usados para el futuro, la polaridad negativa, el imperativo o el tono educado, los directivos/exhortativos, la obligación o necesidad, la incertitud o los enunciados hipotéticos (Michael, 2008, p. 254, 2014, p. 266). Además, la oposición entre realis e irrealis es tan marcada que se considera la existencia de lo que el autor llama sistema de estatuto de la realidad, estatuto que tiene un impacto significativo sobre el sistema flexional (Michael, 2014). Además, Michael (2014) subraya la proximidad de los sistemas de realis/irrealis del nanti y del terena, dos lenguas arahuacas significativamente alejadas, con la existencia de construcciones de irrealis dobles, lo que demuestra una herencia común (p. 289).
Este panel de eventos engloba lo que se considera generalmente en tipología como enunciados irreales. Estos enunciados, generalmente gramaticalizados, son mencionados por Bowern (1998), quien considera seis categorías modales positivas y negativas (Tabla 1.). Seguimos la formulación de la autora para la cual la modalidad es la categoría semántica que muestra la actitud del hablante a una proposición particular. El estudio de estas actitudes pasa por las gramaticalizaciones que enumeramos aquí:
El impacto de la modalidad sobre el sistema actancial se observa en las lenguas del grupo kampa. En la mayoría de estas lenguas, se encuentra un fenómeno de intransitividad escindida donde un mismo predicado puede llevar ambas marcas actanciales -la del agente o la del paciente- según parámetros morfosintácticos. Más precisamente, un prefijo o un pronombre libre son requeridos en enunciados marcados al nivel modal, concretamente el imperativo, el prohibitivo y varios enunciados negativos (Durand, 2016, p. 218). Así, en nomatsigenga, el enunciado prohibitivo es aceptable con un prefijo actancial pero no con un sufijo. El aspecto es otro factor relevante, dado que el progresivo aty- es incompatible con el sufijo actancial en ashéninka del Perené (Durand, 2016, p. 217).
Consecuentemente, tenemos una relación significativa en varias lenguas de la familia arawak entre sistema actancial y varios subgrupos de la modalidad7, lo cual permite explicar los resultados expuestos en la siguiente sección.
Sin embargo, el wayuu no tiene marcas de modo que puedan referir a marcas de realis/irrealis, así que nos focalizaremos en la pertinencia de esta categoría para la calificación del sistema gramatical del wayuu.
Antecedentes de estudios lingüísticos wayuu
Los estudios lingüísticos wayuu tempranos y recientes han sido orientados a cuestiones fonológicas, morfosintácticas y gramaticales. La lengua wayuu ha sido muy estudiada en los últimos tiempos y la mayoría de los trabajos sobre esta lengua han sido publicados, como la tesis de Sabogal (2018), la gramática de Olza y Jusayú (2012)y decenas de artículos como los de Álvarez (2002, 2010), Bravo (2011), Mansen y Captain (2000), Martín (2011), Ramírez González y Dieck Novial (2019) y Urdaneta (2011). Entre los trabajos publicados varios años atrás se resaltan los de Ehrman (1972), Hildebrandt (1963), Mosonyi (1975), Mansen y Mansen (1984), así como Álvarez (1994). Algunos de los autores mencionados aportan datos importantes para el presente estudio.
Un trabajo relevante para este artículo es la tesis de Sabogal (2018) que aborda el tema de la expresión del sujeto de un verbo transitivo y del poseedor. Su logro consiste en demostrar que el uso de prefijos es pragmáticamente marcado, indicando agentividad, accesibilidad y topicalidad mientras el uso de pronombres pospuestos indica una topicalidad alta para ambos actantes (Sabogal, 2018, pp. 139, 184). En este mismo trabajo, el autor describe igualmente la expresión formal y la correferencia de los actantes. Así, cuando se usan prefijos, hay una fuerte tendencia a que el paciente sea expresado lexicalmente, pero no el agente (Sabogal, 2018, pp. 161-162). A nivel de la correferencia, se perciben muchos casos de anáforas y de catáforas para ambos actantes. Además, el autor confirma el papel crucial de la definitud del objeto para la marcación con prefijos del verbo transitivo. Por lo tanto, es necesario evaluar este impacto pragmático por la identificación de los diferentes modos gramaticales de expresión de la definitud en comparación con los diferentes tipos de uso de demostrativos -uso anafórico, situación inmediata, situación mayor, bridging (Schwarz, 2013, p. 535)-.
Además, trabajos como el de Olza y Jusayú (2012) mostraron los diferentes subtipos de construcciones transitivas usando los prefijos actanciales -la conjugación sintética según su terminología-. Desafortunadamente, los autores no indican ninguna hipótesis sobre las motivaciones de esta cláusula particular.
Un aporte significativo vino de Álvarez (2002). El autor sostiene que este fenómeno es principalmente motivado por la definitud. Más precisamente, el uso de un prefijo necesita el uso de un paciente definido correferente con una marca de género/número (G/N) que marca la definitud, como con el ejemplo (1). En caso contrario, si el objeto no está especificado, el ejemplo se torna agramatical, como para el ejemplo (2):
Ejemplo (1)
te'itaain nneetkalü julu'u susukolu
1sg=poner-th-ep-ger dinero-def-f 3f=dentro mochila-def-f
‘Yo puse el dinero en la mochila’
Ejemplo (2)
*tV-‘laka-jV-V-ni-ja-tü asala
1sg-cocinar-th-ep-ger-vol-f carne
‘Yo voy a cocinar carne’ (Álvarez, 2002, p. 48)
Dada la ausencia de demostrativos o de un sufijo de definitud, podemos considerar a este punto que son las marcas de G/N las que marcan la definitud del objeto por ser correferentes con el objeto.
En los otros casos, sin necesidad de marcar la definitud, se usa la cláusula con pronombre pospuesto donde la marca de G/N es correferente con el sujeto. La estructura de estas cláusulas se manifiesta por el morfema impersonal a- y el pronombre personal pospuesto. Así, en el ejemplo (3), el femenino -sü está en correferencia con el pronombre de primera persona taya:
Ejemplo (3)
a'lakajaasü taya (asalaa).
v-'laka-jv-v-sü taya asalaa
imps-cocinar-th-ep-f 1sg carne
‘Yo estoy cocinando (carne).’ (Álvarez, 2002, p 4)
Además, el autor precisa que esta cláusula es igualmente permitida así mismo si el paciente no aparece explícitamente.
Al tratar el tema de transitividad, la mayoría de los autores hablan de conjugaciones analítica y prefijal (Hildebrandt, 1963), subjetiva y objetiva (Mosonyi, 1975; Sabogal, 2018), o de analítica y sintética (Álvarez, 2002). Su distribución es objeto de muchos debates. Unos mencionan la topicalización de un argumento (Mosonyi, 1975), otros subrayan el factor lexical, dado que unos verbos prefieren tal marcado y otros pueden pasar fácilmente del uno al otro (Mansen y Mansen, 1984, p. 101).
El impacto de la tematización se realiza por las compatibilidades entre un constituyente tematizado y las marcas de persona correferentes. Así, Álvarez confirma igualmente la existencia de un proceso de tematización, que está confirmado por la agramaticalidad de los casos de topicalización del agente para la cláusula con un pronombre (ejemplo (4)) y la del paciente para la cláusula con un prefijo:
Ejemplo (4)
*tü(j), a'-laka-ja-a-in-ja-chi(i) taya(i)
dem.f imps-cocinar-th-ep-ger-vol-m 1sg
‘Esto lo voy a cocinar yo.’
Ejemplo (5)
tü(j), ta(i)-'laka-ja-a-in-ja-tü(j)
dem.f 1sg-cocinar-th-ep-ger-vol-f
‘Esto lo voy a cocinar yo.’ (Álvarez, 2002, p. 13)
Sin embargo, se puede observar otros usos de la marcación prefijal en nuestros corpus, motivados no pragmáticamente sino morfosintáctica y lexicalmente, lo que muestra que el factor pragmático tiene un papel limitado. Además, el factor pragmático tiene otras herramientas a su disposición. Por ejemplo, es posible resaltar al autor de una acción usando la marca de agente atu’ma9 y la marca de pasivo -nü, como en el ejemplo (17). Notemos que, en los dos ejemplos siguientes, la definitud se marca con el demostrativo tü, lo cual no permite usar las marcas de G/N.
Ejemplo (6)
pü-si’já-itpa tü kutkoluCon un prefijo
pü-si’já-itpa tü kulu-ka-lü
2sg-asar-pret dem lagartija-esp-f
‘Acabas de asar la lagartija’
asi’jünüitpa putu’ma tü kutkolu Con una marca de agente
Ejemplo (7)
a-si’jü-nü-itpa pü-tüma tü kulu-ka-lü
imps-asar-pas-pret 2sg-a dem lagartija-esp-f
‘Acaba de ser asada la lagartija por obra tuya (puedo haberla asado yo o haber dado la orden de asarla)’ (Olza y Jusayú, 2012, p. 137, nuestras glosas)
LAS MOTIVACIONES GRAMATICALES Y LEXICALES DE LA TRANSITIVIDAD ESCINDIDA
Marcas actanciales y alineamiento
Sobre el alineamiento del wayuu, se trata de un caso tipológicamente particular de intransitividad escindida (Durand, 2016). Primero, esta lengua se caracteriza por distinguir los verbos intransitivos activos, que denotan una acción, de los estativos, que denotan un estado10 (Sabogal, 2018). Segundo, esta distinción lexical se manifiesta morfológicamente en el uso sistemático de un prefijo personal11 para los verbos activos como en (8) -incluyendo el prefijo impersonal12a- (ejemplo (9))- y la ausencia de cualquier prefijo personal para los verbos estativo y de movimiento (ejemplos (10) y (11)):
Ejemplo (8)
taayalajüin pülia tü womokat
ta-ayalaj-ü-in pü-lia tü womo-ka-t
1sg-comprar-past-in13 2sg-de det sombrero-esp-f
‘yo te compré el sombrero’
Ejemplo (9)
a’yalajüshi wayuuchonkai süka motlüin
a-’yala-j-ü-shi wayuu-chon-kai sü-ka mot-lü-in
imps-llorar-th-psd-m wayu-dim-m 3sg.f-instr miedo-sf-sub
‘El guajirito lloró de puro miedo’
Ejemplo (10)
kauktüsü shia naoulia
kaukt-ü-sü shia na-oulia
callar-psd-f 3sg.f 3pl-ante
‘Ella quedó callada ante ellos’
Ejemplo (11)
antüshi nia watta’apa
a-nt-ü-shi nia watta’a-pa
imps-llegar-psd-m 3sg.m mañana- psd
‘Él llegó esta mañana’. (Ramírez González, datos personales, 2017- 2018)
Adicionalmente, la marcación de los verbos intransitivos es impactada por parámetros gramaticales y no lexicales. Los verbos llevan una de las dos marcas actanciales: un prefijo personal usado canónicamente para codificar el agente de un verbo transitivo (ejemplo (12)), y un pronombre pospuesto, usado canónicamente para codificar el sujeto de un verbo transitivo del predicado14 (ejemplo (13)), con correferencia con un sufijo de género/número. Los objetos directos forman parte de un sintagma nominal al final de la cláusula.
Ejemplo (12)
natajüin chi amakai
na-taj-ü-in chi ama-ka-i
3pl-espantar-psd-in det caballo-esp-m
‘Ellos espantaron el caballo’
Ejemplo (13)
aa’inmajaashi taya tü apainkat
a-a’inmaj-aa-shi taya tü apain-ka-t
imps-cuidar-pres-m 1sg det huerta-esp-f
‘Yo cuido la huerta’ (Ramírez González, datos personales)
En un estudio anterior sobre wayuu (Álvarez, 2002), el autor detectó que, dentro de una cláusula principal, la mayoría de los verbos intransitivos pueden llevar el pronombre pospuesto. En cambio, en una cláusula subordinada, los verbos intransitivos activos se ven generalmente con prefijos por la afijación del subordinador -in, mientras que los verbos estativos llevan el pronombre pospuesto como en los siguientes ejemplos:
Ejemplo 14
talatashaanashi ma'in taya
tala-tV15-shaana-shi ma'in taya
alegre-th-super-m mucho 1sg
aka ta'yataain pümaa
aka tV-'ya-tV-V-ni16 pV-maa
porque 1sg -trabajar-th-ep-ger 2sg-com
‘Estoy muy contento porque trabajo contigo’
Ejemplo 15
talatashaanashi ma'in taya
tala-tV-shaana-shi ma'in taya
alegre- th-super-m mucho 1sg
aka makatüin pia tamaa.
aka maka-tV-ni pia tV-maa
porque quedar-th-ger 2sg 1sg-com
‘Estoy muy contento porque tú te quedaste conmigo’ (Álvarez, 2002, pp. 4-5)
Esta distribución no solamente subraya su particularidad dentro de la familia arawak17, donde la escisión es generalmente motivada por el léxico, sino que ilustra el uso del subordinador -in para la formación de cláusulas subordinadas. Con la descripción de este fenómeno, en adición con nuestros datos, esperamos elaborar un retrato más completo del alineamiento en wayuu.
En las cláusulas transitivas, el sistema actancial del wayuu se caracteriza por la transitividad escindida. Este fenómeno se manifiesta en la posibilidad, para un verbo activo transitivo, de llevar un pronombre sistemáticamente pospuesto al verbo (ejemplo (16)) o un prefijo (ejemplo (17)) para el agente:
Ejemplo 16
akuyamajeechi taya nulumase Kamiirü.
v-kuyama-jv-ee-chi taya nv-luma-se Kamiirü
imps-construir-th-fut-m 1sg 3m-enramada-gen Camilo
‘Yo construiré la enramada de Camilo’
Ejemplo 17
tasakeerü nii Kamiirü.
tv-sa-kv-ee-lü nV-i Kamiirü
1sg-saludar-th-fut-f 3m-madre Camilo
‘Yo saludaré a la madre de Camilo’ (Álvarez, 2002, p. 2)
Otro cambio morfosintáctico se manifiesta en las marcas de G/N. Mientras el acuerdo se hace con el agente en el ejemplo , se realiza con el paciente en el ejemplo (18). Así, lo que cambia en estas dos cláusulas no es la valencia sino la marcación del agente y la indexación de sufijos de género/número.
Consecuentemente, la expresión de la definitud se expresa tanto en los demostrativos como las marcas de género/número -precisamos que los dos tipos de marca pueden coocurrir (ejemplo (19))-. Cuando el objeto está definido, se privilegia la correferencia de las marcas de G/N con éste. Al contrario, cuando se usa un pronombre pospuesto para expresar el sujeto - en otros términos, cuando la indefinitud del objeto no necesita un marcado particular -, se prioriza este último, lo que implica una correferencia con las marcas de G/N.
Ejemplo (18)
oshotteechi talaüla wunu’uirua süo’u kashikat tü
o-shott-ee-chi ta-laüla wunu’u-irua sü-o’u kashi-ka-t tü
imps-cortar-fut-m 1sg-tío palo-pl 3sg-ojo luna-esp-f18 dem
süpüla akumajaa wanee küleki
sü-püla akumajaa wanee küleki
3sg.f-dest construir indef cocina
‘Mi tío va a cortar unos palos en este mes para construir una cocina’ (Ramírez González, datos personales)
Encontramos en el siguiente ejemplo una tendencia fuerte de la familia arawak en la cual, cuando los actantes están presentes morfológicamente en el predicado, los prefijos denotan el sujeto y los pronombres pospuestos denotan el objeto/paciente.
Ejemplo (19)
nüayatüin taya jüka naajapü
nü-yat-ü-in taya jü-ka na-japü
3sg.m-pegar-psd-in 1sg 3sg.f-instr 3sg.m-mano
‘Él me pegó con su mano’ (Ramírez González, datos personales)
Consideramos que la coocurrencia de parámetros modales y morfosintácticos con marcas actanciales específicas son perfectamente compatibles con los trabajos de Álvarez (2002, 2005) y Sabogal (2018). Son apenas un complemento que permite tener una visión más completa de los parámetros involucrados en este fenómeno. En efecto, consideramos que la coocurrencia de estas dos cláusulas debido a la evolución del alineamiento se impacta en varios niveles, lo que explica la multiplicidad de los factores. Tales factores pueden ser lexicales, con el uso de una marcación definida para unas clases de verbos particulares, o morfosintácticos, con el uso de tal marcación con tales morfemas, en particular modales.
El vínculo entre marcación prefijal y subordinación
Inicialmente, consideramos necesaria la identificación del sufijo -in en el estudio del sistema actancial del wayuunaiki. Este morfema es empleado como marca de subordinación, una función que ha sido abordada minuciosamente por Urdaneta (2011), pero es igualmente usada en oraciones principales sin ninguna relación con la subordinación, debido a una probable evolución diacrónica. Aunque su función cambió, todavía requiere el uso de un prefijo actancial para los verbos activos, contrariamente a los sufijos actanciales que son prohibidos si marcan el sujeto19:
Puede notarse que todos los verbos de la principal y de la subordinada van prefijados, es decir en conjugación sintética y aparece la marca -in en el verbo de la oración subordinada. No encontramos en nuestro corpus oraciones con marca de subordinación -in que estén en conjugación analítica. (Urdaneta, 2011, p. 126)
Para una mejor compresión del fenómeno presentamos a continuación los mecanismos identificados por Urdaneta (2011) para los verbos que aceptan una cláusula sustantiva:
El verbo de la oración subordinada lleva el sufijo subordinante -in.
La cláusula subordinada puede estar encabezada por la preposición sünain y el verbo en infinitivo.
El verbo de la subordinada puede estar en infinitivo sin preposición.
La cláusula subordinada puede estar encabezada por preposición, y el verbo de la subordinada con el sufijo subordinante -in.
Las cláusulas subordinadas pueden estar también marcadas por el enunciativo tü
Uso del sufijo hipotético -le. (Urdaneta, 2011, p. 38)
Para más a favor de nuestro estudio, el autor puntualiza que el -in no es el único subordinador. En efecto, la subordinación puede codificarse solo con el infinitivo (ejemplo (20)) o el -le hipotético, ligado a la modalidad (ejemplo (21)):
Ejemplo (20)
kamalainsü tamüin [asaauujolu].
kamalain-sü ta-müin a-sa-aa uujolu
gustar-f 1sg-hacia imps-tomar-inf chicha
“Me gusta [beber chicha]”. (AD) (Urdaneta, 2011, p. 129)
Ejemplo (21)
anasü [tü piküle kaa’ula].
ana-sü tü pü-eka-le kaa’ula
ser.bueno-f dem.f 2sg-comer-hip chivo
“Es bueno [que comas chivo]”. (EM) (Urdaneta, 2011, p. 133)
Sin embargo, el morfema -in no es utilizado solamente para la subordinación; se encuentra igualmente en oraciones principales. El siguiente ejemplo ilustra donde se nota que no cobra ninguno de los empleados listados por Urdaneta (2011):
Ejemplo (22)
jüchikije nüouktüin jia’in
jü-chikie nü-oukt-ü-in ji-a’in
3sg.f-postp 3sg.m-matar-psd-in 3sg.f-alma
“Después él lo mataba (su alma)” (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Interpretaremos este fenómeno como proceso de finalización, presentado en la sección 2.2, de un nominalizador/subordinador hasta una marca que pertenece a la morfología verbal, tornándose en el principal factor morfosintáctico en la realización de los prefijos actanciales. El origen nominal del -in, se debe seguramente a la marca de posesión -in, que después adquirió un papel nominalizador. Luego, este nominalizador fue usado como subordinado. Posteriormente, este morfema empezó a aparecer en oraciones principales a través de un proceso de insubordinación donde empezó su finalización. Esta situación aparece para la misma marca en varias otras lenguas arahuacas (Durand, 2016; Haurholm-Larsen y Stark, 2016), lo que en cierta manera consolida nuestra hipótesis.
En la literatura sobre lengua wayuu, el -in presente en oraciones principales fue glosado de diversas formas. Álvarez (2010) y Urdaneta (2011) lo califican de gerundio, mientras que Bravo (2011) lo identifica como un singular. Últimamente, el tipólogo Creissels, a través de una comunicación personal, propuso la glosa de objeto definido (OD) para -in. No obstante, en algunos análisis -tal como los que implican el uso de glosas que denotan el singular como del objeto definido- no son enteramente satisfactorios, porque fueron encontrados varios enunciados en los que el verbo con el sufijo -in tiene como agente un plural (ejemplo (23)0), o donde el -in está seguido de un objeto indefinido, como se ve en estos tres ejemplos con la presencia del artículo indefinido wanee (ejemplos (24) y (25)0). Este sufijo se encuentra hasta en verbos intransitivos, sin objeto (ejemplo (26)):
Ejemplo al plural - el uso de la glosa de singular se torna inválido:
Ejemplo (23)
nojotka’aka neerüin
nojot-ka’aka na-er-ü-in
neg-? 3pl-ver-psd-in
“Ellos no vieron” (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Ejemplos con objeto indefinido - el uso de la glosa de objeto definido se torna invalido:
Ejemplo (24)
jiasa wanee ai, neerüin wanee jüwarala
jia-sa wanee ai, ni-er-ü-in wanee jü-wara-la
3sg.f-enf indef noche, 3sg.m-ver-psd-in indef 3sg.f-resplandor-?
siki wattasü ; peje peje müsü jüwarakat
siki wattasü ; peje peje müsü jü-wara-ka-t
fuego lejos cerca, cerca, asi.es 3sg.f-resplandor-esp-f
“Ella entonces una noche él vio un resplandor de un fuego lejos: se vino cercando el resplandor” (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Ejemplos con objeto indefinido - el uso de la glosa de objeto definido se torna inválido:
Ejemplo (25)
tasûütüin wané limúna.
t-asü’üt-ü-in wanee limuuna
1sg-arrancar-psd-in indef limón
“Arranqué un limón” (Martín, 2011, p. 99, de Jusayú, 1977; nuestra traducción).
Ejemplos sin objeto - el uso de la glosa de objeto definido se torna inválido:
Ejemplo (26)
aya´alajamuyu taya serwesa jülu´u
a-ya´alaja-muyu taya serwesa jü-lu´u
imps-comprar-hab 1sg cerveza 3sg.f-ines
oikaleekaa tü jüka jayamuyuin jia
oika-lee-kaa tü jü-ka jaya-muyu-in jia
vender-deriv-esp dem 3sg.f-instr barata-psd-in 3sg.f
“Solía comprar la cerveza de esta tienda, eran bien barata” (E)20 (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
En consecuencia, distinguiremos dos acotaciones de la marca -in. En el primero, usaremos la glosa sub “subordinador” cuando está dentro de una cláusula dependiente y que marca una situación de dependencia sintáctica. En el segundo, usaremos la glosa impf “imperfectivo” cuando está dentro de una cláusula independiente. La elección de esta glosa se explica, en primer lugar, por la necesidad de encontrar una glosa con un valor aspectual, resultado de un proceso de finitización, y segundo, por la inherencia del imperfectivo a la nominalidad -que no tiene localización temporal, tal como los enunciados con la marca -in encontrados hasta ahora-. Esta proximidad entre morfología verbal y nominal se observa en varios enunciados. Olza y Jusayú consideran, por ejemplo, que tekǘin puede significar “mi comida” o “yo como” (Olza y Jusayú, 2012, p. 118). Otra posibilidad podría ser la glosa “no futuro”, ya que el wayuu tiene un sistema no-futuro/futuro (tanáinsü nüshéein chi tawa’lakai “yo me pongo (puse, he puesto) la ropa de mi hermano” (Olza y Jusayú 2012, p. 157)), pero no implica el vínculo con la morfología nominal como lo hace el imperfectivo.
En lokono, otra lengua del grupo caribeño, este -ni se usa como marca de posesión, como marca de subordinación y como locativo (Patte, 2000). Y si se nota primero una posibilidad de homofonía, la autora considera que se trata de la misma marca -una hipótesis que validamos y transferimos al wayuu-.
Además, Patte (2000, pp. 33-36), exponiendo la función del -n como marca de dependencia sintáctica, muestra que esta marca se necesita con el uso de ciertos tipos de verbos -la marca se afija entonces al constituyente dependiendo de estos verbos-. Abordaremos más en detalle las motivaciones lexicales de la transitividad escindida en la sección 4.
Semántica y morfología temporal y aspectual
Encontramos pocas evidencias en el ámbito de las marcas tempo-aspectuales sobre la transitividad escindida (Durand, 2016; Haurholm-Larsen, 2016). Se pueden observar unas tendencias, como un uso mayor de los sufijos actanciales con el durativo -pu’u o, en datos no elicitados, o con el habitual -marcado con el lexema -muyu o el sufijo -pü hab-. Podríamos considerar el situacional/simultaneidad -yapa, para el cual aún no encontramos ejemplos con la marcación con pronombre pospuesto (ejemplo (27)).
Ejemplo (27)
tapütaayapa ekuulu jüa´u meesakaa,
ta-pütaa-yapa ekuulu jü-a´u meesa-kaa
1sg-dejar-simul/hab comida 3sg.f-supes mesa-esp
nieküin chi tamuusainkai.
ni-ekü-in chi t-amuusa-in-kaa-i
3sg-comer-impf dem 1sg-gato-poss-esp-m
'Cada vez que dejo comida en la mesa, mi gato la come' (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Sin embargo, dado que este morfema indica también eventos que podrían pasar en el futuro, se puede considerar que hace parte de la morfología modal y no temporal. En este caso, tenemos la ilustración del carácter arbitrario de la atribución de una cláusula al modo o al tiempo (o a otra categoría) -así como el futuro, a veces marcado como modo y no como tiempo (De Haan, 2006)-.
Evidentemente, hay que tener en cuenta la imposición de los prefijos actanciales con el gerundio -ni. Este resultado no es sorprendente, dado que las lenguas que muestran un tipo de escisión actancial asocian el imperfectivo con la marcación prefijal y el perfectivo con la marcación con pronombre pospuesto. En otras palabras, existe una correspondencia entre marcas actanciales y aspectuales. Este fenómeno ya fue ampliamente descrito por Gildea (2013) en las lenguas caribes, donde la aparición de la intransitividad escindida fue ligada a la finitización de marcas originariamente no-finitas. Sin embargo, consideramos que el requerimiento de la marcación prefijal para este morfema se debe más a su insubordinación y finitización que a su función de gerundio.
Semántica y morfología modal
Presentaremos de inmediato diferentes enunciados con marcas formales de modo, o que involucran una significación ligada en la modalidad según la literatura. La definitud no varía. Hemos puesto igualmente enunciados que involucran tiempo y aspecto, dado que llevan marcadores de irrealis en otras lenguas arahuacas, como vimos con el grupo kampa. Los datos fueron facilitados por el segundo autor, en su calidad de hablante nativo, pero hemos hecho igualmente estas pruebas con la señora Griselda Iguarán.
Encontramos tres subtipos de oraciones que imponen un tipo de marcado, en la gran mayoría con la marcación prefijal.
Ninguna morfología es usada. Es el caso del imperativo y del prohibitivo.
Una morfología particular es usada. Es el caso de la negación, de la modalidad deóntica, del condicional y del contrafactual.
Se involucran construcciones subordinadas, lo que implica el uso del -ni como marca de dependencia (proposiciones aprehensivas o de finalidad).
Oraciones modales sin morfología particular
El imperativo y el prohibitivo no tienen diferencias morfosintácticas en comparación con el modo indicativo y se entienden solo por parámetros pragmáticos. Ambos mantienen la oposición activa/estativa para la selección de la marcación. Los verbos activos llevan un prefijo, que el objeto sea definido (ejemplo (28)) o indefinido (ejemplo (29)) y los estativos, un pronombre pospuesto (ejemplo (30)):
Imperativo con verbo activo (objeto definido):
Ejemplo (28)
paapa tamüin tü asalakat
pa-apa ta-müin tü asala-kaa-t
1sg-dar 1sg-alat dem carne-esp-f
“Dame la carne! (Literalmente “Me das la carne”)” (E)
Imperativo con verbo activo (objeto indefinido):
Ejemplo (29)
pieinyaja wanee süi nüpüla püshi
pi-einyaja wanee süi nü-püla pü-shi
2sg-colgar indef chinchorro 3sg.M-fin 2sg-papá
“Cuelga un chinchorro (hamaca) para tu papá!” (E)
Prohibitivo con verbo activo transitivo:
Ejemplo (30)
nojot pulakajain tü asalakat
nojo-t pu-lakaja-in tü asala-ka-t
neg-f 2sg-cocinar-impf dem carne-esp-f
“No cocines la carne! (Literalmente “No cocinas la carne”)” (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Dado que no se puede encontrar en wayuu verbos estativos transitivos, en el sentido de que no hay con marcados canónicos de un verbo de acción prototípico, concluimos la comparación en este punto. Evidentemente, existen verbos estativos divalentes que usan otros marcados. Es el caso de los dos ejemplos siguientes en los que aparecen adposiciones específicas, una adposición de finalidad en (31) y un superesivo en (32):
Imperativo con verbo estativo transitivo:
Ejemplo (31)
ali taya püpüla
ali taya pü-püla
querer 1sg 2sg-fin
‘¡Ámame!’
Prohibitivo con verbo estativo transitivo:
Ejemplo (32)
nojot uttüin pia’in tanain
nojo-t utt-ü-in pi-a’in ta-nain
neg-f odiar-psd-sub 2sg-corazón 1sg-supes
‘¡No me odies!’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Olza y Jusayú (2012) presentan unas construcciones condicionales del dominio de la sugestión que llevan igualmente verbos con prefijos, especialmente con un empleo metafórico (ejemplos (33) y (34)):
Ejemplo (33)
já ta-ashet-ü-le pia’
y 1sg-golpear-pas-hip 2sg
‘¡¿Y si te doy un puñetazo!?’
Ejemplo (34)
já nno’jo-i-rre pü-wa’laj-ü-in ta-müin
y neg-m-hip 2sg-pagar-pas-sub 1sg-alat
‘¿Y si no me pagas?’ (Olza y Jusayú 2012, p. 185)
Sobre la cláusula caduca (cuando una acción o un estado ya no es activa/o posible), dado que se construye o por la negación o por una cláusula analítica que incluye un infinitivo, no hay un marcado requerido para el caduco en sí (ejemplo (35)):
Ejemplo (35)
nojot taatüjüin / isasü tachiki alakajawaa
nojo-t ta-atüj-ü-in / isa-sü ta-chiki a-lakajaw-aa
neg-f 1sg-saber-psd-impf / escapar-f 1sg-acerca imps-cocinar-inf
‘Ya no sé / no puedo más cocinar.’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Para las construcciones potenciales, encontramos varias estrategias en wayuu. La primera consiste en una cláusula especial con la posposición de finalidad -püla y un verbo que lleva el subordinador -in por causa de esta misma posposición (ejemplo (36):
Ejemplo (36)
eesü jüpüla talakajain tü asalakat
ee-sü jü-püla ta-lakaja-in tü asala-ka-t
haber-f 3sg.f-fin 1sg-cocinar-impf dem carne-esp-f
‘Puedo cocinar la carne (Literalmente: hay para yo cocinar la carne)’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Sin embargo, unos verbos pueden, según el contexto, vincular un sentido de potencialidad. Es el caso de tü’ja ‘saber’ (Olza y Jusayú, 2012, pp. 300, 316) o de áinká ‘poder, lograr’ (Olza y Jusayú, 2012, p. 96), verbos que fueron encontrados con la marcación con pronombre pospuesto (ejemplo (37) con tü’ja ‘saber’):
Ejemplo (37)
a-tü’ja-shi taya’ yale’jé-uá yá
imps-saber-m 1sg donde-sea
‘Sé ir / puedo ir (para volver) a otra parte’ (Olza y Jusayú, 2012, p. 316)
En fin, consideramos que los enunciados potenciales no imponen una marcación actancial determinada.
Marcas modales que imponen un marcado actancial
Tal como otras lenguas arahuacas, el wayuu posee varias marcas modales. Sostenemos que la mayoría de ellas imponen la marcación prefijal, especialmente aquellas que pertenecen al irrealis.
Primero, podemos considerar que la misma marca -in sea categorizada como modal. Olza y Jusayú (2012, pp. 546-547) citan varios ejemplos en los cuales esta marca tiene un significado equivalente a “seguramente” o “probablemente”:
Ejemplo (38)
ana’miain chi püsípükai
ana’-mia-in chi pü-sípü-kai
ser.bueno-?-dub dem 2sg-sobrino-m
‘Es posible que tu sobrino sea bueno.’ (Olza y Jusayú 2012, p. 546)
Segundo, los dos elementos con un impacto categórico sobre el sistema actancial son el hipotético -le y el condicional ma’ka/muleka, generalmente asociados (ejemplo (39)). Ambos son utilizados en oraciones condicionales, lo que involucra la modalidad deóntica (ejemplo (40)), el contrafactual (ejemplo (41)) y otros tipos de oraciones como los consejos (ejemplo (42)):
Condicional:
Ejemplo (39)
muleka talakajaale tü asalakat joolu’
muleka ta-lakaj-aa-le tü asala-ka-t joolu’
cond 1sg-cocinar-prs-hip dem carne-esp-f ahora
kettajeeru jüpüla eküna kale’u
kettaj-ee-rü jü-püla ek-ü-na kale’u
listo-fut-f 3sg.f-fin comer-psd-deriv medio.dia
‘Si cocino la carne ahora, estará lista para el almuerzo.’ (E)
Modalidad deóntica:
Ejemplo (40)
anasuje’e walakajaale tü asalakat joolu’
ana-sü-je’e wa-lakaj-aa-le tü asala-ka-t joolu’
bueno-f-pond 1pl-cocinar-prs- hyp art carne-esp-f ahora
“Deberíamos cocinar la carne ahora.” (E)
Contrafactual:
Ejemplo (41)
ma’aka püya’lajüleje’e ja’müin asaalaka,
ma’aka pü-ya’lajü-le-je’e ja’müin asaala-ka
cond 2sg-comprar-hip-pond más carne-esp,
maimasüje walakajain empanara
maima-sü-je wa-lakaja-in empanara
bastante-f-ind 1pl-cocinar-sub empanada
‘Si hubieras comprado más carne, habríamos podido cocinar más empanadas.’ (E)
Ejemplo (42)
anasüje’e pushe´ejale!
ana-sü-je’e p-ushe´eja-le
bueno-f-pond 2sg-golpear-hip
‘¡Deberías golpearlo!’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Consideramos que el uso de prefijos actanciales del condicional también se explica con el uso del -le como subordinador, un papel mencionado por Urdaneta (2011) -cf. sección 3.2-. Sin embargo, dada la presencia de los prefijos actanciales en oraciones independientes, como en el ejemplo precedente, consideramos que el parámetro modal es el parámetro que permitió privilegiar la marcación prefijal.
Las marcas siguientes, al contrario, no parecen influir sobre la transitividad escindida. El desiderativo -ee, a pesar de su pertenencia al dominio de la irrealis, no impone un marcado particular (ejemplos (44) et (45)):
Ejemplo (44)
alakajaweesü taya tü asalakat
a-lakajaw-ee-sü taya tü asala-ka-t
imps-cocinar-des-f 1sg dem carne-esp-f
‘Quiero cocinar la carne’ (E)
Ejemplo (45)
ta-lakajaw-ee amüin-rü tü asala-ka-t joolu'
ta-lakajaw-ee amüin-rü tü asala-ka-t joolu'
1sg-cocinar-des alat-f dem carne-esp-f ahora
‘Quiero cocinar la carne ahora’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Este ejemplo con el sufijo desiderativo -ee ilustra la compatibilidad de este último con la marcación prefijal, mismo si unos ejemplos proponen esta combinación.
También existen el asertivo -ja’a y el dudativo -che (Sabogal, 2018, p. 100) (ejemplos (46) et (47) respectivamente). Desafortunadamente, los datos actuales -en nuestra posesión como los de otros autores- no nos permiten identificar la marcación de los verbos transitivos. Por lo tanto, dado que el asertivo no es selectivo en relación con su base, a la manera de un clítico, y que se acepta la marcación con pronombre pospuesto con auxiliares y verbos intransitivos, creemos que no influye en la transitividad escindida.
Ejemplo (46)
o-’una mü-sü-ja’a jía
imps-ir aux-f-aser 3f
‘Ahí se fue.’ (MAJ-OP 7.34) (Sabogal, 2018, p. 136, mi traducción)
La misma situación ocurre con la marca -a’ya, la cual puede ser considerada otro asertivo. En el ejemplo siguiente, está afijado a un pronombre dentro de una predicación no verbal:
Ejemplo (47)
niaja’ya nüwala chi semeyuukai
nia-ja’ya nü-wala chi semeyuu-ka-i
3sg.m- aser 3sg.m-hermano dem gemelo-esp-m
‘Él debe ser su hermano el gemelo.’ (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Oraciones modales subordinadas
Varias oraciones modales se manifiestan en construcciones subordinadas, lo que impone el uso del subordinador -ni, y por consiguiente el de los prefijos actanciales. Es el caso de las oraciones de negación (ejemplo (50)) o de finalidad -purposive clauses-, que llevan la marca -ja/-inja (ejemplos (48) y (49)). Además, los dos ejemplos siguientes presentan marcas de G/N en correferencia con objetos indefinidos, lo cual indica que el uso de estas marcas no implica necesariamente la definitud del objeto y que hay otros factores en juego. Por lo tanto, es necesario reconsiderar el papel de las marcas de G/N y determinar que no expresan -al menos inherentemente- la definitud.
Finalidad:
Ejemplo (48)
jieyuukaana mashii nümüin wayuukali
jieyuu-kaa-na ma-shii nü-müin wayuu-ka-li
mujer-esp-pl decir-pl 3m-hacia hombre-esp-m
[nüsüinjatüin uujolu sülu’u wanee iita]
[nü-sü-inja-tü-in uujolu sü-lu’u wanee iita]
[3m-beber-fin-f-sub chicha 3f-en uno totuma]
‘Las mujeres le decían al hombre [que bebiese chicha en una totuma].’(Urdaneta, 2011, p. 135)
Ejemplo (49)
ayataashi Antonio jio'u semaanakat tü jünain
a-yat-aa-shi Antonio ji-o'u semaana-ka-t tü jü-nain
imps-trabajar-prs-m Antonio 3sg-en semana-esp-f dem 3sg-supes
akumaja jeketü luma
a-kuma-ja jeketü luma
imps-construir-inf nueva enramada
jüpüla takettajaainjatüin wanee alapaja
jü-püla ta-kettaj-aa-inja-tü-in wanee alapaja
3sg.fin 1sg-preparar-prs-fin-f-sub indef velorio
‘Antonio trabajó durante esta semana en construir una nueva enramada para que yo prepare un velorio.’(E)
Negación:
Ejemplo (50)
nojotsu te’rü-in
nojo-tsu ta-’rü-in
neg-f 1sg-ver-sub
‘No la veo.’ (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Desenlace
Los resultados están resumidos en esta tabla (2):
Uso exclusivo de prefijos | Uso de ambos marcados o de ninguno |
---|---|
Imperativo (verbos activos) | Negación |
Prohibitivo (verbos activos) | Desiderativo |
Condicional | Caduco |
Contrafactual | Potencial |
Estos datos muestran tres resultados principales. Primero, ambos marcados están asociados a oraciones modales, pero el uso de un prefijo actancial se usa más en construcciones modales marcadas por el irrealis. Este resultado, si no prueba una relación causal, por lo menos indica una correlación fuerte. Además, el número de tipos de modalidad para un marcado particular muestra la fuerte especificación de los marcados en contextos específicos. Segundo, el prefijo se usa tanto para categorías modales positivas como para negativas. Tercero, excepciones notables en el uso de prefijos para el modo desiderativo y el caduco.
Sostenemos que contrariamente a las oraciones temporales y aspectuales, las oraciones modales codifican más el sujeto con prefijos actanciales -codificación que opera sin variación de definitud-. Para confirmar esto, hicimos el mismo tipo de comparación con un objeto indefinido. Los resultados muestran claramente que el uso de la marcación prefijal se conserva en las oraciones modales con un paciente indefinido -ejemplo (51)-, en oposición con las oraciones temporales y aspectuales (ejemplos (52) y (53)) que cambiaron a un pronombre pospuesto en el ejemplo (54):
Condicional (indefinido):
Ejemplo (51)
ma’aka talu’ujale wanee tiksionario pümuin,
ma’aka ta-lu’uja-le wanee tiksionario pü-muin,
cond 1sg-traer-hip indef diccionario 2sg-abl
eesu jüpula püalatira pümuin
ee-su jü-pula pü-alatira pü-muin
haber-f 3sg.f-fin 2sg-pasar 2sg-alat
tü putujainka jünain anüikikaa
tü pu-tuja-inka jü-nain anüiki-kaa
dem 2sg-saber-inka 3sg.f-supes lengua-esp
‘Si te traigo un diccionario, podrás avanzar en el estudio de la lengua’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Futuro (definido):
Ejemplo (52)
talakajajeeru tü asalaa pulu´ujalakaa,
ta-lakajaj-ee-ru tü asalaa p-ulu´ujala-kaa
1sg-cocinar-fut-f dem carne 2sg-traer-esp
ma´aka pülojoole loosaka juchiki.
ma´aka p-ülojoo-le loosa-ka juchiki
cond 2sg-lavar-hip loza-esp después
‘Cocino la carne que trajiste solo si lavas la loza después’ (E)
Futuro (indefinido):
Ejemplo (53)
alakajajeeru taya wanee ekutchon,
a-lakajaj-ee-ru taya wanee ekutchon
imps-cocinar-fut-f pro1sg indef postre
ma´aka pülojoole loosakaluirua juchiki.
ma´aka p-ülojoo-le loosa-ka-lu-irua juchiki
cond 2sg-lavar- hip loza-esp-pl después
‘Cocino un postre solo si lavas las lozas después’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
En adición, recordemos que el uso de un objeto indefinido es perfectamente válido si el verbo transitivo lleva el imperfectivo -in:
Ejemplo (54)
ta-pünaj-ü-in wanee maata
ta-pünaj-ü-in wanee maata
1sg-sembrar-psd-impf indef árbol
‘Sembré una mata (planta/árbol)’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Sin embargo, la definitud sigue siendo un parámetro decisivo para la marcación con pronombres pospuestos. Los enunciados donde esta marcación aparece junta con un objeto definido son raros (ejemplos (14), (17) y (44) por ejemplo) y llevan generalmente una definitud vinculada por posesivos o una construcción genitiva. No se encontraron verbos transitivos que lleven un pronombre pospuesto y un objeto definido por un demostrativo.
Ejemplo (55)
asajamuyu taya jüchon wunu’u-pana
asaja-muyu taya jü-chon wunu’u-pana
buscar-solía 1sg 3sg.f-fruto árbol-hoja
eejee jüyujo´ulu’u tü taluinyuka
eejee jü-yujo´u-lu’u tü ta-luinyu-ka
del 3sg.f-huerta-ines dem 1sg-cuñada-esp
‘Solía buscar las frutas de la huerta de mi cuñada’ (E) (Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Consecuentemente, podemos considerar que la irrealis constituye un factor a lo menos tan importante, si no más, que la definitud en relación con la realización de los índices personales del wayuu.
LAS MOTIVACIONES LEXICALES DE LA TRANSITIVIDAD ESCINDIDA
Presentaremos aquí un análisis del trabajo de Mansen y Mansen (1984), seguido de la presentación de nuestras propias observaciones, sobre las clases verbales con características lexicales comunes. En otras palabras, presentaremos el papel del Aktionsart, o aspecto lexical, sobre la transitividad escindida. Nos enfocaremos en particular en los verbos declarativos, que indican una producción verbal particular, o los verbos de percepción -con varias subclases-.
Para los verbos que requieren la marcación prefijal, los autores estudiosos del tema citan el verbo -eraa “ver”, un resultado confirmado por nuestros propios datos, pero sin proponer otros ejemplos o tipos de clases. Para los verbos que toman la marcación con pronombre pospuesto, sostienen que son en la mayoría verbos intransitivos, como el verbo o’unaa “ir”, lo cual no es de interés para este artículo.
Consideraremos que la elección del verbo -eraa “ver” por los autores se debe a la particularidad de los verbos de percepción sensorial o mental. En efecto, tomando el caso del lokono, estos verbos, además de los verbos declarativos, llevan toda la marcación de dependencia sintáctica -n, lo que impone la marcación prefijal (Patte, 2000, p. 33-36). Consecuentemente, los verbos como ‘decir’, ‘pedir’, ‘preguntar’, ‘interrogar’, ‘rezar’ (verbos declarativos), ‘ver’, ‘mirar’, ‘oír’, ‘escuchar’ (percepción sensorial) o ‘saber’, ‘reflexionar’ (percepción mental) llevan esta marca:
Lokono
Ejemplo (56)
da-khojabV-ja bo bu-sika-n
1sg-rezar-verit 2sg 2sg-poner-n
kho to da-duna-oa da-mun
neg deict.nm 1sg-alat-refl 1sg-dat
‘Te suplico de devolverme mis alas’ (Patte, 2000, p. 34, nuestra traducción)
Sostenemos que las mismas clases verbales se encuentran en wayuu, como en el ejemplo siguiente:
Ejemplo (57)
nojotsü neerüin jüchikinain washalú
nojot-sü ni-er-ü-in jü-chiki-nain washalú
neg-f 3sg.m-ver-psd-impf 3sg.f-acerca-adp lobo
‘No veía las trillas del lobo.’(Ramírez González, datos personales, 2017-2018)
Además de estas clases verbales, se distinguen otros verbos. Es el caso de los verbos asaja “buscar” (ejemplo (58)) y o’ula “dejar” (ejemplo (59)) que requieren respectivamente la marcación con pronombre pospuesto y la marcación prefijal:
Ejemplo (58)
asajamuyu taya jüchon wunu´upana jülu´ujee isashika
asaja-muyu taya jü-chon wunu´u-pana jü-lu´u-jee isashi-ka
buscar-solía 1sg 3sg.f-fruto árbol-hoja 3sg.f-ines-abl selva-esp
‘yo solía buscar frutas en la selva’ (E)
Ejemplo (59)
tao´ulajeein tü aya´lajaka serwesa
ta-o´ulaj-ee-in tü a-ya´laja-ka serwesa
1sg-dejar-des-impf dem imps-comprar-esp cerveza
nojoishi anain taya jütüma
nojoi-shi ana-in taya jü-tüma
neg-m bien-impf 1sg 3sg.f-a
‘Quiero dejar de comprar cervezas, no era bueno para mi salud’ (E) (Ramírez González, datos propios)
Además, los otros verbos transitivos con una baja tasa de agentividad tampoco usan la marcación prefijal. Estos verbos, tal como moto ‘olvidar’, no usan un marcado actancial, sino un lexema ligado a los sentimientos. Es el caso de los dos ejemplos siguientes, con el lexema -a’in ‘corazón/alma’:
Ejemplo (60)
moto-sü ta-a’in ka’-che’e-in pia wayuu-naiki
olvidar-f 1sg-corazón/alma attr-oreja-sub 2sg pueblo-lengua
‘Olvidé que entendías la lengua wayuu.’ (Urdaneta, 2011, p. 125)
Considerando que el wayuu usa un tipo de marcado particular para distinguir diferentes clases de verbos de acuerdo con su Aktionsart, podemos afirmar que este fenómeno se acerca a un caso de marcado diferencial.
Debido a estos resultados, sostenemos que el wayuu se caracteriza por un caso de transitividad escindida lexical.
CONCLUSIONES
Hemos demostrado que las construcciones modales del dominio del irrealis favorecen la codificación del sujeto con la marcación prefijal para los verbos activos, mientras que la definitud del objeto juega un papel secundario. Al contrario, este último criterio está priorizado con las otras construcciones (realis, tiempo, aspecto). Sostenemos que esta especificidad de la modalidad en el sistema actancial es una herencia de la familia arawak, en la cual se requiere la marcación prefijal para oraciones modales particulares. Así, en nomatsigenga, por ejemplo, la marcación prefijal está requerida en oraciones modales como el imperativo o el prohibitivo. Este puede ser en un futuro objeto de investigación interesante, tratar de entender por qué el factor modal solo, y no el aspecto o el tiempo, tiene un impacto sobre la transitividad escindida.
Además, confirmamos la hipótesis de Mansen y Mansen (1984) sobre la relevancia de la motivación lexical. Se observa que la marcación prefijal es requerida para verbos declarativos y verbos de percepción, una situación parecida a lo que se puede encontrar en lokono (Patte, 2000). En otros verbos con baja agentividad, se usan lexemas como -a’in “corazón/alma” en el lugar de marcas actanciales.
Finalmente, el uso cada vez mayor de la marcación prefijal se debe igualmente a la insubordinación de las construcciones usando el nominalizador/subordinador -in y a su finitización como imperfectivo, imponiendo la marcación prefijal en las construcciones principales. Este cambio influye directamente sobre el alineamiento del wayuu, reorientándolo en dirección de un sistema nominativo-acusativo al lugar de un sistema ergativo-absolutivo -lo cual es el caso con la fuerte presencia de la marcación con pronombre pospuesto-. Otra observación importante es la existencia de los mismos factores tanto para verbos intransitivos como para transitivos.
Consideramos que el fenómeno de la transitividad escindida en wayuu se puede explicar a nivel diacrónico por las características propias a la familia arawak. Motivaciones lexicales como morfosintácticas sobre diferentes tipos de escisión se encuentran en varias lenguas de la familia, como el lokono o el garifuna. Además, la relación entre transitividad escindida y definitud opera igualmente en varias lenguas (Lazard, 1996, pp. 153-154). Consideramos que esta problemática diacrónica podría ser el objeto de un trabajo posterior.
Abreviaciones
A agente
ABL ablativo
ADP adposición
ALAT alativo
AOR aoristo
ART artículo
ASP aspectual
ASER asertivo
AUX auxiliar
CAUS causativo
COND condicional
DAT dativo
DEF definido
DEM demostrativo
DEICT deíctico
DIM diminutivo
DERIV derivativo
DES desiderativo
DUB dudativo
EP epentético
ESP especificador
EXTR extractor
F femenino
FIN finalidad
FUT futuro
GEN genitivo
GER gerundio
HAB habitual
HIP hipotético
IMPF imperfectivo
IMPS impersonal
INDEF indefinido
INES inesivo
INF infinitivo
INSTR instrumental
M masculino
NEG negación
NF no futuro
NM no masculino
NMZ nominalizador
O construcción objetiva
PAS pasivo
PL plural
POND ponderativo
POSS posesivo
POSTP postposición
PRET pretérito
PRO pronombre
PROHIB prohibitivo
PROSP prospectivo
PRS presente
PSD pasado
REAL realis
REFL reflexivo
SG singular
SIMUL simultaneidad
SU radical verbal supletivo
SUB subordinator
SUP superlativo
SUPES superesivo
TH temático
TI temático (serie TI)
VERIT veritacional
VOL volicional