Introducción
Tanto el análisis como las interpretaciones del presente estudio convergen en los conceptos ὁμόνοια (concordia) y στάσις (discordia)1, a partir de los cuales formulo una tesis que recorre las páginas del escrito y una hipótesis que la sustenta. La tesis afirma que el autor de la Prima Clementis utiliza ὁμόνοια y στάσις, entre otras acepciones, en la línea aristotélica de virtud política. Este enunciado se fundamenta en la estrecha relación que muestran los vocablos ὁμόνοια y στάσις en la Prima Clementis (1Clem), Ética a Nicómaco (EN) y Ética Eudemia (EE),2 cuando se atiende a su dimensión social que liga al individuo con la comunidad o ciudad civil. La hipótesis que sustenta la tesis expuesta es: el autor de la Prima Clementis recepcionó algunos escritos de Aristóteles transmitidos por sus discípulos. La tesis y la hipótesis enunciadas se exponen en dos momentos: el primero, mediante la revisión de los vocablos ὁμόνοια y στάσις en la Ética a Nicómaco y Ética Eudemia, rescatando su sentido filosófico-político; el segundo, mediante el análisis en la Prima Clementis de στάσις y ὁμόνοια, cuya intención es mostrar que dichos términos tienen en este escrito un uso similar al que les confiere Aristóteles en su filosofía política.
La ὁμόνοια y la amistad
La ὁμόνοια en la ética de Aristóteles se relaciona estrechamente con la temática de la amistad. Abordo las principales ideas que encierra el concepto de amistad en algunos textos que hallamos en la Ética a Nicómaco. La intención subyacente a dicha descripción es situar el concepto ὁμόνοια en su contexto literario-filosófico. La amistad es, según el estagirita, una virtud (ética) o algo acompañado de virtud.3 Examinemos a continuación sus características.
En primer lugar, existe un desacuerdo acerca de la naturaleza de la amistad. En relación a su significado coexisten muchas opiniones.4 En segundo lugar, la amistad es necesaria para la vida y vale más que los recursos materiales: la existencia humana debe darse en compañía de los amigos. Al ser humano de nada le sirven las riquezas de este mundo si no posee amigos.5
En tercer lugar, entre la amistad y la posesión de bienes materiales existe compatibilidad y no oposición: tanto la posesión de bienes como su ausencia están relacionadas directamente con la obtención de los amigos. Efectivamente, los bienes materiales que coexisten con el hombre deben, según Aristóteles, ser compartidos con los amigos, quienes ayudan a conservarlos. La amistad se ejercita en los momentos de prosperidad y de adversidad: los amigos están capacitados para auxiliar a los jóvenes, a los viejos y a quienes se encuentran en la mejor etapa de su vida. A los jóvenes les preservan del error (en lo referente a posibles negocios), a los viejos los asisten en sus carencias, y a los que están en su mejor momento les apoyan para que puedan realizar sus nobles acciones.6
En cuarto lugar, la amistad para Aristóteles acontece de modo natural: se desarrolla sin intereses ni cálculos previos. Por lo tanto, la amistad es familiar, esto es, se da en la cordialidad del bien vivir: de modo espontáneo el hombre es amigo del hombre debido a que la amistad se despliega entre los hombres; de manera afable esta nace y crece entre las aves y entre la mayoría de los animales. El estagirita piensa que la amistad -entendida conforme a lo dicho- involucra al universo en la sana sociabilidad.7
En quinto lugar, la amistad es algo hermoso cuando se vive en apertura sana y transparente a un otro mediante la donación y el recibimiento mutuo. El que cumple con la característica descrita de la amistad es un hombre bueno, que aspira a tener muchos y verdaderos amigos.8
En sexto lugar, la amistad es semejante a la ὁμόνοια9. En efecto, la amistad se vive en ὁμόνοια, porque una de sus características es la 'concordia'.10 Lo contrario a la amistad en la ὁμόνοια, según Aristóteles, es la 'discordia'11. La vida en concordia conduce al hombre a la felicidad (Martí, 2017, p. 46). Con estas afirmaciones el estagirita nos introduce en la interpretación política de la ὁμόνοια, la que abordo en el siguiente apartado.
La ὁμόνοια en la ciudad
Se ha dicho en las líneas anteriores que la concordia está estrechamente relacionada con la amistad, sin ὁμόνοια no existe una amistad verdadera. Agrego a lo anterior que la amistad dada en la ὁμόνοια es una de las fortalezas éticas principales de la ciudad: esta debe regirse por la amistad verdadera entre los ciudadanos que la componen, de ahí que la ὁμόνοια es, en el decir de Aristóteles, una amistad política o civil (Gómez, 2017, p. 112).12 ¿En qué consiste una amistad verdadera entre los ciudadanos basada en la ὁμόνοια? Más que señalar una definición del concepto, en el siguiente apartado apunto a sus características. Inicialmente, Aristóteles piensa que dicha amistad ha de tener como característica principal el 'consenso'.13 Esto significa que la naturaleza de la ὁμόνοια está en relación directa con el acuerdo entre ciudadanos acerca de lo más conveniente para la ciudad:
Así pues, la concordia parece ser una amistad civil, como se dice, pues está relacionada con lo que conviene y con lo que afecta a nuestra vida. Tal concordia existe en los hombres buenos, puesto que estos están de acuerdo consigo mismos y entre sí; teniendo lo mismo en la mente, por así decir (pues sus deseos son constantes y no fluctúan como las aguas en el Euripo) (EN, 1167b.2-7).14
A la característica principal de la amistad política algunos estudiosos agregan los siguientes rasgos: disposición interna y volitiva que involucra sentimientos favorables hacia el otro (Cadavid, 2011, p. 63); condiciones de igualdad, semejanza de virtud y reciprocidad (Giraldo, Díaz y López, 2017, p. 192); un mismo parecer en aquellas cosas que son prácticas e importantes para la comunidad (Motto, 2013, p. 38); amor entendido como afecto llevado a su grado supremo (Valencia, 2018, p. 14); reconocimiento, aceptación del otro, igualdad (Blanco y Parrado, 2018, p. 116); participación del ciudadano en modo directo de la función deliberativa en la ciudad, esto es, en los juicios encaminados al gobierno aun cuando no participe en una magistratura o cargo gubernamental (Bueno, 2018, p. 16).
La conveniencia de la ὁμόνοια política se funda en la recta razón. Lo conveniente observado desde la recta razón implica unanimidad de pensamiento entre los miembros de la ciudad. ¿Cómo se ejercita de modo concreto la unanimidad ciudadana de pensamiento? La descripción de su ejercicio se comprende mejor cuando nos fijamos, en primer lugar, en lo que no es la unanimidad ciudadana de pensamiento. Esta no consiste -según el estagirita- en que todos los miembros de la sociedad deban pensar lo mismo en materias concernientes a lo mejor o más conveniente para la ciudad, ya que lo más conveniente para la ciudad no es la uniformidad de criterio: esta existe entre los ciudadanos, pero se verifica en materias que son ajenas a lo conveniente para la ciudad, por ejemplo, en el conocimiento de la conformación del universo.
En este tipo de asuntos -según nuestro autor- no se admiten conclusiones parciales debidas a escorzos o puntos de vista opinables. Dichos argumentos se ordenan al conocimiento científico apodíctico y no a la acción que implica la virtud. La unanimidad ciudadana de pensamiento en contra de la uniformidad de criterio constituye un logro a partir de posturas que difieren entre sí, porque precisamente los ciudadanos se pronuncian en aquello que puede ser de otra manera. Dicho logro es el resultado de la deliberación a la luz de la recta razón, e implica un nivel de convivencia o amistad ciudadana más alto, es decir, con la capacidad de poner en tela de juicio la opinión personal acerca de lo que se discute. Comparto la reflexión de Godoy (2012) respecto a la consideración de la deliberación en la ciudad como un punto central de la democracia aristotélica:
En sus tratados éticos, Aristóteles centra su discurso acerca de la amistad política en el acuerdo o consenso al interior de la Polis. El filósofo observa que los amigos concuerdan entre sí, tienen la misma opinión sobre los asuntos de interés mutuo y aspiran a realizar todo aquello que es bueno para su vida en común y está al alcance de sus posibilidades. Algo similar ocurre en el nivel de la comunidad política y que el filósofo denomina concordia (homonoia). Según Aristóteles, esta, como modalidad de amistad, une a la comunidad en torno a aquello que concierne a la vida en común. Se trata de una actividad eminentemente práctica, a través de la cual la comunidad ejecuta decisiones políticas, compartidas por todos y que buscan beneficiar a todos. El filósofo observa que siendo la concordia un sentimiento amistoso, no es una simple igualdad de opiniones (homodoxía) (p. 358).
Alcanzar la unanimidad ciudadana de pensamiento en aquello que puede ser de otra manera requiere de amistad esforzada y dialógica. La ciudadanía -según el estagirita- puede llegar a un acuerdo o avenencia acerca de lo más conveniente para la ciudad después de un debate con altura de miras: la unanimidad ciudadana de pensamiento constituye una materia que admite libertad de opinión y requiere de una deliberación común conforme a la razón, porque lo más conveniente acoge distintos puntos de vista. Leamos lo expuesto desde el texto mismo de Aristóteles:
La concordia se parece, también, a lo amistoso, y por esta razón no es igualdad de opinión, pues ésta puede darse incluso en aquellos que no se conocen entre sí. Tampoco se dice que los que tienen los mismos pensamientos sobre cualquier cosa son unánimes, por ejemplo, los que piensan lo mismo sobre los fenómenos celestes (porque ser del mismo parecer sobre estas cosas no supone amistad) (EN, 1167a.22-26).15
Los ciudadanos eligen, luego de la deliberación conforme a la razón, las mismas cosas y realizan aquello que es de común interés.16
En algunos textos de la Ética Eudemia, Aristóteles expone un pensamiento similar a lo dicho en los párrafos anteriores:
Se cree, en efecto, que los amigos están de acuerdo y que los que concuerdan son amigos. Pero la concordia basada en el sentimiento amoroso no se extiende a todo, sino a los actos de las personas concordes y a las cosas que tienden a la vida común; y no es solamente un acuerdo en el pensamiento y en el deseo (porque es posible pensar y desear cosas contrarias, como vemos que existe esta discordancia en el incontinente), y si uno está de acuerdo (ὁμονοεῖν) en la elección no tiene por qué estarlo también en el apetito. Entre los buenos existe la concordia (ὁμονοία); siendo así, por cierto, que los malos eligen y desean las mismas cosas y se perjudican unos a otros. Y la concordia (ὁμονοία), al igual que la amistad, parece que no se dice de una manera simple, sino que la primera es también por naturaleza buena, por lo cual no es posible que los malos estén así de acuerdo (ὁμονοεῖν); pero hay otra clase, según la cual, incluso los malos concuerdan (ὁμονοοῦσιν), cuando eligen y desean las mismas cosas. Pero deben desear lo mismo, de manera que ambos puedan poseer lo que desean, pues si el objeto del deseo es tal que no es posible que pertenezca a ambos, se pelearán; en cambio, los que están de acuerdo (οἱ ὁμονοοῦντες) no se pelean. Hay, pues, concordia (ὁμόνοια) cuando la elección es la misma tanto en lo que concierne al mandar como al obedecer, cada uno no escogiéndose a sí mismo, sino ambos escogiendo a la misma persona. En suma, la concordia (ὁμόνοια) es la amistad política (EE, 1241a.15-34).17
Según la reflexión de algunos estudiosos, la deliberación ciudadana que propone Aristóteles es una condición irrenunciable de cohesión social (Sánchez, 2018, p. 35) que lleva a elegir lo mejor a la luz de la recta razón (Morales, 2003, p. 82) (Garcés y Giraldo, 2014, p.199), valorándose de este modo la deliberación política como parte integrante de la filosofía política (Gallardo, 2009, p. 90). La deliberación de lo bueno y mejor no solamente se atiene al ámbito de lo privado (lo bueno y mejor para mí) sino al ámbito público (lo bueno y lo mejor para la ciudad) (Zamora, 2001, p. 48). La deliberación se apoya en una técnica persuasiva, con el fin de convencer a las mayorías acerca de una determinada posición en algún asunto que admite ser tratado desde varios puntos de vista (Covarrubias, 2000, p. 271). Deliberar es una correcta elección frente a las distintas posibilidades que toda experiencia de lo contingente presenta (Borisonik, 2011, p. 110), y una virtud que debe ostentar cualquier ciudadano en toda polis bien constituida (de Meza, 2012, p. 197).
La στάσις en la ciudad
La unanimidad ciudadana de pensamiento se pone en situación de riesgo -según Aristóteles- cuando se manifiesta la στάσις o discordia al interno de la comunidad civil. ¿En qué consiste dicha actitud? Radica en la imposición del particular punto de vista, es decir, en el deseo de hacer prevalecer una determinada visión acerca de un problema sin el recurso del diálogo. La motivación que tiene quien incurre en στάσις es la pretensión de dominio sobre los demás hombres. Dicha pretensión, a diferencia de la ὁμόνοια, es una manera de ser y de vivir que insta a la discordia y promueve la enemistad.18 Los ciudadanos que fomentan la στάσις -a diferencia de aquellos que realizan el ideal de la ὁμόνοια- no buscan lo conveniente ni viven en la amistad; solo concuerdan entre ellos en una medida pequeña en torno a ciertos asuntos19.
La ὁμόνοια y la στάσις en la ciudad eclesial según la Prima Clementis
La Prima Clementis es el primer escrito cristiano de seguro origen romano (Prinzivalli, 2009, p. 23). Es probable que sea una exhortación de parte de la Iglesia de Roma a la Iglesia de Corinto escrita en modo homilía. Es un texto de notable espesor literario y articulación retórica20 en la solución de un conflicto acontecido en Corinto, cuya naturaleza se mueve en el campo de las hipótesis más o menos probables (Bakke, 2001, pp. XVI-390).21
La expresión ὁμόνοια, sin antecedentes en el mundo de la literatura cristiana de la época, ingresa en el cristianismo mediante la Prima Clementis. ¿Qué ascendencia cultural se reconoce en este término? Según varios estudiosos recopilados por Martín (1994, pp. 64-67) el cristianismo romano de la primera centuria es receptor de una vasta gama literaria de procedencia diversa en cuyos textos se utiliza el vocablo ὁμόνοια. Destacan, entre estas obras, tanto la Septuaginta como algunos escritos estoicos y del filósofo Filón de Alejandría. Mostraré en las líneas siguientes, mediante un análisis de los contextos literarios, la utilización que hace del binomio ὁμόνοια-στάσις el autor de la Prima Clementis con el objetivo de establecer una conexión entre ambos términos y la filosofía política de Aristóteles, estudio no realizado hasta la fecha.
El término ὁμόνοια (concordia) aparece catorce veces en la Prima Clementis.22
En primer lugar y en perspectiva teológica, la ὁμόνοια es, según la Prima Clementis, la comunión en los sentimientos realizada por los miembros de la comunidad eclesial, la que invoca a una sola voz la presencia divina en la celebración del culto. Esta acepción del término se refiere a la reunión de los miembros de la Iglesia en concordia, quienes piden a Dios que haga partícipes a los allí reunidos de sus grandes y gloriosas promesas. La interpretación de ὁμόνοια en contexto cultual habla de una cierta unidad eclesial que, en cuanto cuerpo u organismo, acude al culto divino con emplazamiento en Roma.23 A lo anterior se suma la presencia de otros textos donde se encuentra el vocablo ὁμόνοια también en un contexto cultual.24
En efecto, tanto el pasaje de 1Clem, 60, 4 como el de 1Clem, 61, 1 se ubican en el marco de oración que se ofrece a Dios en la ciudad eclesial romana. Existe una duda acerca de si ambos pasajes apelan exclusivamente a una oración comunitaria presidida fuera de la Santa Misa, o si se refieren también a una oración comunitaria presidida dentro de la celebración de la Santa Misa. Ambos textos ponen de manifiesto, sin lugar a mayor discusión, la plegaria dirigida a Dios que hacen los habitantes de la ciudad eclesial, quienes, en parte, componen la ciudad civil. Ellos imploran la ὁμόνοια (concordia) entre los habitantes de la tierra y sus respectivos gobernantes, la cual está estrechamente relacionada con la virtud de la obediencia o sumisión25 a la autoridad civil, debido a que ella manifiesta la presencia de Dios. Oponerse a dicha autoridad es oponerse a la voluntad divina. Una idea relevante que subyace a los pasajes de 1Clem, 60, 4 y 1Clem, 61, 1 es la de Iglesia imitadora del orden civil romano.
La Iglesia, en cierto modo, reproduce dicho orden presentándose como organismo social análogo a la sociedad civil, ordenado bajo un claro principio de capitalidad que se ve reflejado en el culto. La estructura social al interno de la ciudad eclesial vela por la ὁμόνοια, respetando el ordenamiento que Dios le ha dado; ordenamiento que también le concedió a la sociedad civil.
En segundo lugar, el término ὁμόνοια, adquiere una nueva connotación teológica en la Prima Clementis. Esta aplica dicho vocablo a ciertos episodios de la historia de la salvación desplegados en distintos escenarios bíblicos. Estamos aquí ante una interpretación clementina de algunos pasajes bíblicos en los cuales ὁμόνοια apunta a la característica principal de la comunidad. En la narración sucinta de la historia de Noé -personaje que es un ejemplo de concordia- y una vez acontecido el caos diluviano, los animales se disponen a ubicarse en concordia dentro del arca. La naturaleza, que entra en desorden a través de la tempestad, recupera su concordia original en la figura de un arca concebida en modo de sociedad de animales (1Clem, 9, 4). El texto también relata una historia ya conocida por el cristianismo de la época: el episodio de la salida de Sodoma que involucra a Lot y su mujer, enfatizando que ella, a diferencia de su marido, no está en concordia con Dios, por lo que recibe un castigo junto a la merecida desgracia (1Clem, 11, 2). La imagen empleada apela al concepto de sociedad conyugal que no vive en consenso debido a que uno de sus miembros rompe la concordia con Dios.
En tercer lugar, la ὁμόνοιαes una forma de vida relacionada con el comportamiento. El cristiano al interno de la ciudad eclesial ha de vivir con un estilo cuya característica principal es la concordia. Esta lo compromete en la acción, por consiguiente, lo introduce en una ética: quien vive en la ὁμόνοια se involucra -según la Prima Clementis- con un tipo de acción que consiste en obrar lo que es bueno dentro de la ciudad eclesial:
Por tanto, unámonos a aquéllos a los que se les da la gracia de Dios. Revistámonos de concordia teniendo sentimientos de humildad, siendo dueños de nosotros mismos, alejándonos de toda murmuración y calumnia, siendo justos con obras y no con palabras (1Clem, 30, 3).26
La concordia de las obras posibilita la concordia del amor en la ciudad eclesial. Nuestro texto afirma que "el amor todo lo hace en concordia".27
Lo que puntualmente añade la ὁμόνοια de la Prima Clementis al concepto paulino del amor es un matiz que complementa la idea del amor ad intra de la ciudad eclesial: esta ya no es simplemente una virtud individual que se exterioriza desde el corazón humano (1Corintios) sino una nota constitutiva de la ciudad eclesial en tanto organismo (Prima Clementis). Nuestro texto, en definitiva, plantea lo siguiente: allí donde existe la ὁμόνοια del amor, la ciudad eclesial vive; por el contrario, allí donde hay στάσις, la ciudad eclesial muere o está en serio riesgo de muerte.
La concordia es fundamento de la ciudad eclesial del amor y se actualiza en la ciudad civil en la medida en que se vive como virtud ciudadana. La expresión clementina examinada: 'el amor todo lo hace en concordia' varía más adelante, en 1Clem, 50, 5, hacia el enunciado: 'concordia del amor'28 con el mismo significado, ya que tanto la 'concordia del amor' como 'el amor que todo lo hace en concordia' encarnan, al interno del cuerpo social eclesial, aquel amor que se traduce en un hacer29, esto es, en un obrar. Para un cristiano dicho obrar indica una práctica de los mandamientos del Señor (Dios)30.
En cuarto lugar, la ὁμόνοια aparece en la Prima Clementis en modo de exhortación, invitación o consejo para superar la ὁμόνοια Lo ocurrido en esa Iglesia al momento en que se escribe el texto se sintetiza a partir de la expresión στάσις, la cual más que expresión es un concepto o constructo inabarcable en un solo término, susceptible de ser traducido por varios vocablos: 'revuelta', 'desorden', 'rebelión', 'sedición', 'discusión', 'disensión'. Elijo 'discordia' entre todos los términos que se proponen como traducción de στάσις.31 La comunidad eclesial descrita en la Prima Clementis atestigua la existencia de una sorpresiva discordia entre los fieles de Corinto.32 Esta discordia es, según el parecer de los mismos corintios, 'detestable'33. Llama la atención el hecho que la comunidad eclesial de Corinto cambie en algún momento de su desarrollo espiritual la virtud por el vicio: de un tiempo a la fecha han surgido entre los miembros de esta Iglesia sentimientos opuestos a la ὁμόνοια, tales como la disputa y la discordia.34 Según el texto anterior un grupo compuesto por personas jóvenes entró en discordia con los miembros de edad avanzada produciéndose en la ciudad eclesial de Corinto una στάσις de los 'jóvenes contra los ancianos'.35 ¿Quiénes son los ancianos del texto? Al respecto tenemos dos tipos de explicación, complementarias y no opuestas.
La primera, afirma que los ancianos son aquellos sujetos mayores de edad que integran la ciudad eclesial de Corinto. En conformidad con esta interpretación la expresión citada de 1Clem, 3, 3 se refiere a una discordia generacional en la Iglesia de Corinto, es decir, a una discordia entre los que tienen pocos años de vida y las personas mayores en edad. A partir de esta explicación se puede sostener lo siguiente: la στάσιςa la que se refiere la Prima Clementis consiste en una ruptura de la ὁμόνοια en la comunidad eclesial de Corinto entre jóvenes y ancianos, personajes estos últimos con un importante desempeño en la conducción de la Iglesia primitiva en el contexto de la familia en tanto célula básica de la ciudad eclesial. En efecto, alrededor del año 100 d.C. impera en las comunidades cristianas de Roma y Corinto un ambiente eclesial realizado principalmente dentro del marco de las familias, las que constituyen tanto el núcleo de la sociedad como el de la Iglesia en aquella época. El cristianismo de los inicios se desarrolla fundamentalmente en los hogares, esto es, en la así llamada 'iglesia doméstica'.36
Los ancianos de la comunidad familiar, tanto en el aprendizaje de la virtud como en el de las enseñanzas religiosas cristianas más específicas, desempeñan un papel protagónico en la ciudad eclesial de Corinto. Ellos, en el ámbito de la ὁμόνοια, velan por la promoción de lo que más conviene a la comunidad familiar en aquellos asuntos que pueden ser de otra manera, convirtiéndose en guías adecuadas respecto de sus propios parientes. En dicha labor los ancianos fueron acompañados por mujeres, quienes al interno de sus comunidades familiares naturales enseñaron también la virtud. Los ancianos se involucraron en una στάσις con personas jóvenes en el seno de sus respectivas familias, discordia que consiste en un desacuerdo generacional en el clima de una lucha de intereses, cuya naturaleza específica no es aclarada por el texto. El pasaje de 1Clem, 51, 1 da cuenta desde el punto de vista literario de la trama histórica descrita: algunos jóvenes al interno de su núcleo familiar fueron débiles en la práctica de la ὁμόνοια haciéndose partícipes de los sentimientos de στάσις. Entonces, el autor del texto exhorta a pedir perdón por ellos, cuales provocadores de la discordia, a la vez que pide oraciones por aquellos que siguen a los jóvenes en sus inexcusables sentimientos.
La segunda explicación del vocablo 'ancianos' en la Prima Clementis se refiere a los miembros de un consejo directivo de presbíteros en la ciudad eclesial de Corinto.37 No existe una razón histórica suficiente para pensar que este consejo funcionaba en los últimos años del siglo I d.C. solamente en la ciudad eclesial de Corinto. A dicho consejo le corresponde en esa época dirimir problemas en torno a diferencias de opinión que no alcanzan un consenso previo. Por tanto, este consejo es la instancia superior de la ὁμόνοια y su empeño máximo, según el alcance que le proporciona el texto de la Prima Clementis, consiste en zanjar una cuestión en el ámbito de la disciplina para impedir cualquier tipo de στάσις. La ciudad eclesial en su conjunto, con una base en las familias naturales que abrazan la fe cristiana, debe alcanzar la concordia mediante el diálogo y el consenso en aquello que puede ser observado de diversas maneras.
No hubo acuerdo entre los jóvenes y los ancianos al interno de las familias cristianas de Corinto, tampoco el Consejo presbiteral de la ciudad eclesial de Corinto pudo resolver satisfactoriamente el problema. Ante la falta de un acuerdo se pidió la colaboración en la solución del asunto a los presbíteros miembros del Consejo de Roma, quienes en modo exhortativo y no deliberativo colaboraron con dicha solución. La Prima Clementis una vez más es parca en la información. Dice simplemente que la στάσις eclesial en Corinto es 'persistente'.38 El Consejo presbiteral de la ciudad eclesial de Roma no impuso en la solución del conflicto un modo de actuar, sino más bien sugirió la acción más conveniente conforme a la recta razón, proporcionando un camino a seguir para la solución definitiva del conflicto. Dicho camino, probablemente, fue aceptado por el consejo de presbíteros de Corinto y presentado para ser dirimido al interno de las familias cristianas, las cuales se inclinaron en su mayoría por la aceptación de la propuesta del Consejo presbiteral de Roma. La propuesta deliberada con un consenso de mayoría volvió al Consejo presbiteral de Corinto y este la impuso a toda la comunidad como norma a seguir.
El texto de la Prima Clementis no habla expresamente de lo que acabo de exponer, pero si se refiere de modo explícito a los miembros que siguen pensando en una solución diferente del conflicto una vez zanjada la cuestión. Ellos tienen dos caminos posibles a elección. La primera senda -en el orden de aparición dentro del texto- es el exilio voluntario. La restitución de la concordia pasa, necesariamente, por la exclusión de la comunidad de aquellos protagonistas de la στάσις que no están de acuerdo con la solución que se dio al problema.39 Su salida de la comunidad se realiza en virtud de una libre decisión. El relato de la Prima Clementis señala algunos ejemplos de gentiles, tales como reyes y jefes, que en tiempos de calamidad optaron por marcharse de sus propias ciudades con el objetivo de poner fin a una στάσις.40 La segunda vía consiste en el cambio de los sentimientos de στάσις por una obediencia sumisa a los presbíteros, o sea, al dictamen de aquellos que componen el consejo de la ciudad eclesial de Corinto.41 Quienes no están de acuerdo deben deponer su punto de vista asumiendo que su posición no es la mejor ni la más conveniente para la ciudad eclesial a la luz de la recta razón, ya que se opone a un dictamen presbiteral que ha recogido el parecer de la mayoría de los cristianos de Corinto.42
La concepción subyacente al pensamiento descrito en las líneas anteriores es la de comunidad eclesial en cuanto organismo vivo. En efecto, la Iglesia que describen los textos acerca de la στάσις en Corinto posee la fisonomía de un verdadero cuerpo social al modo de una societas. Esta es un totus visible. Sus partes constitutivas ocupan lugares definidos con roles específicos y en tareas complementarias. La totalidad funciona por el aporte de las partes individualmente consideradas y bien trabadas entre sí, al punto que, en el cuerpo de la Iglesia, somos miembros los unos de los otros. La vida al interno de este cuerpo eclesial se rige por la ὁμόνοια del amor, razón por la cual toda clase de στάσις carece de sentido.43
El texto de la Prima Clementis, bajo este punto de vista, es un ejercicio de fraternidad eclesial en el que se busca convencer a los cristianos de Corinto, a través de una retórica persuasiva, de la importancia que tiene el diálogo deliberativo en la ὁμόνοια eclesial. El carácter exhortativo del documento que invita a un diálogo deliberativo se muestra en el tono que su autor, miembro del consejo de presbíteros de Roma, emplea para dirigirse a los corintios: utiliza varias veces imperativos, pero también abundan en el escrito expresiones de corte fraterno cuyo objetivo es seducir y convencer a los corintios de que practiquen la tan anhelada ὁμόνοια. Hacia el final del escrito nos encontramos con el verbo 'recordar' que aparece en relación precisamente con el carácter exhortativo (consejo) del texto: la Prima Clementis no habla acerca de imponer la ὁμόνοια sino de traerla a la memoria de los corintios. El escrito se orienta hacia la toma de conciencia de los corintios en aquella ὁμόνοια que les "hemos recordado".44 Se trata de un recuerdo activo, esto es, actualizado en el aquí y ahora de su vida eclesial. El texto afirma que es bueno acordarse de la ὁμόνοια, porque esta es parte fundamental de la existencia de la Iglesia. En este sentido, el documento es un recordatorio de valores, siempre antiguos y siempre nuevos, de la constitución de la Iglesia como organismo vivo.45
Conclusiones
La Prima Clementis utiliza los vocablos ὁμόνοια y στάσις en la línea de la filosofía política de ciertos textos de la Ética a Nicómaco y Ética Eudemia. Dicha cercanía permite sostener como hipótesis que el autor de la Prima Clementis tuvo un contacto con la obra de Aristóteles en los dos tratados mencionados. Tal como se muestra en (Pardo, 2019, p. 1-23) el enlace entre los textos de Aristóteles y la Prima Clementis es Quintiliano de Calahorra, autor del proyecto educativo romano.
Tanto en la ciudad griega descrita por Aristóteles como en la comunidad de Corinto referida por la Prima Clementis, el hombre se orienta hacia el desarrollo de la amistad natural con sus semejantes. La Iglesia de Corinto, no totalmente equiparable a la ciudad aristotélica, imita dicha ciudad en la realización de la ὁμόνοια, aconsejable como forma de vida comunitaria. La ὁμόνοια, tanto en el pensamiento de la Prima Clementis como en el de Aristóteles, se vive a partir del consenso. Esto implica la búsqueda de lo mejor y lo más conveniente para todos a la luz de los dictámenes de la recta razón. En la ciudad como en la Iglesia, el hombre experimenta el desafío de vivir en sociedad desde la ὁμόνοια, ejercitando la deliberación mediante el diálogo y aprendiendo la sumisión a la instancia superior de discernimiento, eco de la decisión mayoritaria.