INTRODUCCIÓN
Los primates neotropicales constituyen un grupo ampliamente distribuido en ecosistemas tropicales y subtropicales (Jaramillo y Pérez 2007). El mono choro común (Lagothrix lagotricha) es una de las 39 especies de primates que existe en el Perú (Pacheco et al. 2009); esta especie tiene gran importancia ecológica debido a su rol en la polinización, dispersión y propagación de semillas, con lo cual, ayuda a mantener el equilibrio y la complejidad de los bosques tropicales. En su área de distribución su densidad poblacional es muy baja y la especie prácticamente ha sido exterminada debido a la deforestación y a la caza (Aquino y Encarnación 1994), por lo cual, esta categorizada como especie en situación vulnerable (Palacios 2018), incluida en la lista de especies amenazadas de CITES (2017) y de MINAGRI (2014) que categoriza la fauna silvestre en el Perú.
Ahora bien, la hematología es una herramienta útil para evaluar el bienestar y diagnóstico de condiciones patológicas (Wu et al. 2014). Para el caso de L. lagotricha es preciso determinar los parámetros hematológicos normales para la especie y así determinar posibles alteraciones (Doxey 1987).
Estos valores pueden variar de acuerdo con los estados fisiológicos normales, así como con las afecciones patológicas, el sexo, la edad, las condiciones ambientales en las que viven los animales, el protocolo de captura y su condición clínica (Copete-Sierra 2013). El hemograma, junto con otros procedimientos, ayuda al médico veterinario a llegar a un diagnóstico definitivo, lo cual permite un pronóstico certero y con ello, un tratamiento eficiente (Coles 1989). Además, conocer los valores referenciales permitirá seleccionar primates saludables para ensayos biomédicos (Chichester et al. 2016).
Existen pocos estudios sobre hematología de L. lagothricha, dos con individuos mantenidos en cautiverio realizados por Wallach y Boever (1983) e ISIS (2002) y uno desarrollado en Perú con individuos en semicautiverio por Rodríguez et al. (2014).
Debido a la importancia de la especie y la poca información sobre sus valores hematológicos en cautiverio, el objetivo del presente estudio fue determinar los valores hematológicos del mono choro común mantenido en cautiverio en los zoológicos de la ciudad de Lima. Esta información permitirá contar con una herramienta diagnóstica para la evaluación de su estado sanitario, siendo de gran importancia para la crianza en cautiverio y la conservación de esta especie.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en siete zoológicos de Lima: tres en el "Patronato Parque de las Leyendas-PATPAL", seis del "Parque Zoologico Huachipa", siete en "La Granja Villa y su Mundo Mágico", tres en "La Granja Villa Norte", cinco en el "Parque Zonal Sinchi Roca", tres en el "Parque Zonal Huascar" y uno en "El Buen Pastor". La ciudad de Lima se encuentra a una latitud de -12,043°, longitud: -77,028°, una elevación de 157 msnm, temperatura de entre 15°C a 27°C, precipitación de 0% a 1% y presenta una humedad de 17% a 69%.
El total de la población de individuos de mono choro común (L. lagotricha) mantenidos en los siete zoológicos fue de 28 individuos, 16 hembras y 12 machos, de 4 grupos etarios de acuerdo con la clasificación de Nowak (1999): 6 crías (de 0 a 15 meses), 10 juveniles (hasta los 4 años), 10 subadultos (de 5 a 9 años) y 2 adultos (de 10 años a más). Todos los individuos se encontraban aparentemente sanos, para lo cual se observó el comportamiento y se realizó examen clínico completo.
Se llevó a cabo una contención física utilizando mallas y una contención química mediante la aplicación del anestésico vía intramuscular a través de la malla, utilizando una combinación de clorhidrato de ketamina, 10 mg/Kg p.v (Keta-A-100® Agrovet Market) y xilazina, 0.5 mg/Kg p.v (Dormi-Xyl ® Agrovet Market). Los animales anestesiados se colocaron en decúbito dorsal y mediante una jeringa de 5 ml con aguja de 21G x 1 V", se tomaron 3 ml de sangre de la vena femoral. Posteriormente, se colocó una gota de la muestra recién extraída en uno de los extremos de una lámina portaobjeto y con otro portaobjeto formando un ángulo de 30° se realizó el extendido, recopilando tres láminas por individuo. El restante de la muestra fue colocado en un tubo estéril al vacío de 5 ml con anticoagulante EDTA y conservadas a 4°C hasta su análisis.
Las muestras fueron analizadas en el Laboratorio de Patología Clínica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Los valores de hematocrito y hemoglobina se determinaron mediante los métodos de microhematocrito y cianometahemoglobina, respectivamente (Jain 1986). El recuento de eritrocitos y leucocitos se realizó en la cámara de Neubauer (Navarrete 2000) y el recuento diferencial de leucocitos y recuento de plaquetas se realizó mediante la lectura de los extendidos con tinción Wrigth (Cowell et al. 1999; Navarrete 2000).
Además, se determinaron los índices eritrocíticos: volumen corpuscular medio (VCM), hemoglobina corpuscular media (HCM) y concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM), donde el VCM es el volumen medio de globulos rojos y se calcula a partir del hematocrito y el número de globulos rojos, se expresa en femtolitros o micrometros, su formula es VCM= Hematocrito (l/l)x1000/N° Hematies(x1012/l); el HCM informa sobre el contenido medio de hemoglobina en cada eritrocito, valor que se expresa en picogra-mos y la formula para obtenerlo es HCM= Hb (g/dl)x10/N° Hematies(x1012/l) y por último, el CHCM es la concentracion media de la hemoglobina en un volmen determiando de eritrocitos concentrados, la cual se obtiene de CCMH= Hb (g/dl)x10/ Hematocrito(l/l) (Henry y Benítez 2015).
Para determinar los promedios y la dispersión de los parámetros hematológicos se utilizó estadística descriptiva (media aritmética, desviación estándar y valores extremos); la normalidad de los datos se determinó mediante el Test de Shapiro- Wilk y los valores según sexo mediante la prueba de "T de Student" para muestras independientes (p < 0,05). Para el análisis se utilizó el programa estadístico SPSS 19.0®.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se determinaron los valores promedio, desviación estándar y valores extremos (mínimo y máximo) de catorce parámetros hematológicos del mono choro común (L. lagotricha) mantenido en cautiverio, mediante la evaluación de 28 individuos de siete zoológicos de la ciudad de Lima (Tabla 1). Según el sexo de los individuos analizados se encontró una diferencia significativa para el valor de monocitos (p < 0,05) (Tabla 2).
DE= Desviación estándar, VCM= Volumen corpuscular medio, HCM= Hemoglobina corpuscular media, CMCH= Concentración de hemoglobina corpuscular media.
DE= Desviación estándar, VCM= Volumen corpuscular medio, HCM= Hemoglobina corpuscular media, CMCH= Concentración de hemoglobina corpuscular media. a,b Diferencias estadísticas entre la variable sexo (p < 0,05).
El estudio permitió establecer los parámetros hematológicos del mono choro común (L. lagotricha) mantenido en cautiverio, mediante la evaluación de 28 individuos de siete zoológicos de la ciudad de Lima. El valor de eritrocitos encontrado en ese estudio fue mayor a lo reportado por otros autores, como ISIS (2002) (5,22 ± 0,96 x106/μl) y Rodríguez et al. (2014) (5,71 ± 1,10 x106/μl). En situaciones estresantes el organismo reacciona liberando catecolaminas, las cuales actúan sobre el bazo provocando contracción esplénica y eleva transitoriamente el recuento total de eritrocitos (Morton et al. 1993).
Los valores de hematocrito (Ht) y hemoglobina (Hb) en este estudio fueron similares a los reportados por Wallach y Boever (1983) (Ht 35,0 - 40,0 %), ISIS (2002) (Ht 36,5 - 43,3% y Hb 13,40 ± 160 g/dl) y Rodríguez et al. (2014) (Ht 35,1 - 46,8 % y Hb 12, 7 ± 1,29 g/dl). Las pequeñas variaciones en los valores de hematocrito pueden deberse a diferencias en la dieta, estrés por manejo o estado de hidratación de los animales (Bush 1991).
Por su parte, los valores de VCM y HCM fueron menores a los descritos por ISIS (2002) (75,9 ± 7,6 fl y 25,6 ± 1,3 pg) y Rodríguez et al (2014) (73,15 ± 11,84 fl y 22,76 ± 3,51 pg). A su vez, el valor de CHCM fue similar a lo reportado por ISIS (2002) (33,7 ± 1,6 d/dl), pero inferior a lo descrito por Rodríguez et al. (2014) (31,19± 2,05 g/dl). La disminución del VCM se presenta debido a una deficiencia de hierro (anemia hipocrómica microcítica), además, se ha observado en animales inmaduros ya que tienen los eritrocitos más pequeños (IDEXX 2015); en este sentido, es importante señalar que la población de este estudio estuvo constituida principalmente por individuos inmaduros (crías y juveniles), lo que pudo afectar el valor de VCM. Además, los valores del HCM y VCM guardan relación, lo cual indica que el recuento de eritrocitos y la estimación de hemoglobina son adecuados (Bush 1991).
A su vez, el recuento de leucocitos totales fue menor a lo reportado por otros autores como Wallach y Boever (1983) (11,0 - 14,0 x103/μl) o Rodríguez et al 2014 (8,33 ± 1,64 x 103/μl), pero dentro del rango señalado por ISIS (2002) de 4,5 a 27,5 x 103/μl. Las diferencias en los valores de leucocitos podrían variar según el sistema de manejo y la exposición de los animales a patógenos (Doxey 1987). En muchas especies el aumento de los niveles de hormonas del estrés se asocia con una disminución en el número total de glóbulos blancos y un aumento en el número de neutrófilos (García-Feria et al. 2017).
En cuanto al valor de abastonados, en el presente estudio fue menor a lo reportado por ISIS (2002) (0,6 ± 0,6 103/μl) y el valor de segmentados estuvo dentro del rango señalado por Wallach y Boever (1983) (6,9 - 8,8 x 103/μl) e ISIS (2002) (2,8 ± 21,8 x 103/μl). Considerando que valores normales de abastonados suelen ser muy bajos, sería difícil reconocer una variación patológica (Sodaro y Saunders 1999).
En relación al recuento de linfocitos el promedio hallado fue menor a lo descrito por Wallach y Boever (1983) (3,5 - 4,5 x 103/μl), ISIS (2002) (3,6 ± 1,9 x 103/μl) y Rodríguez et al. (2014) (3,31 ± 1,27 x 103/μl). Las linfopenias pueden ser inducidas por corticoides, terapias inmunosupresoras, estrés, infecciones víricas y enfermedades de inmunodeficiencia mediada (IDEXX 2015). Otras causas de linfopenia son la deficiencia nutricional, la inducida por fármacos, o las relacionadas a trastornos metabólicos y postinfeciosas (Becker 2001). Los animales analizados no presentaron signos de enfermedad ni estuvieron sometidos a una terapia con corticoides, por lo que la variación estaría relacionada con la edad y exposición a patógenos de la población debido a que, en este estudio la población fue mayoritariamente juvenil (Doxey 1987).
Por su parte, el promedio hallado de monocitos fue menor a lo descrito por Wallach y Boever (1983) (0,3 - 0,4 x 103/μl) e ISIS (2002) (0,4 ± 0,3 x 103/μl), pero mayor a lo expuesto por Rodríguez et al. (2014) (0,02 ± 0,04 x 103/μl). Los niveles bajos de monocitos no tienen utilidad clínica en los leucogramas (Bush 1991; Latimer et al. 2005).
Por otro lado, los valores promedios de eosinófilos y basófilos fueron similares a los reportes de ISIS (2002) (0,5 ± 0,3 x 103/μl y 0,12 ± 0,14 x 103/μl, respectivamente) y por Rodríguez et al. (2014) (0,50 ± 0,36 x 103/ μl y 0,08 ± 0,10 x 103/μl, respectivamente). Sin embargo, Wallach y Boever (1983) reportan un valor menor de basófilos (0,22 - 0,28 x 103/μl). La disminución de basófilos no se reconoce ya que puede ser normal en la sangre (Bush 1991).
Con relación a las plaquetas, el promedio hallado fue similar a lo reportado por ISIS (2002) (313,00 ± 102,00 x 103/μl) y dentro del rango brindado por Rodríguez et al. (2014) (250,00 - 400,00 x 103/μl). Las variaciones sutiles podrían estar relacionadas a un proceso de estrés durante la toma de muestra, ya que se ha observado una trombocitosis fisiológica provocada por la contracción esplénica inducida por la adrenalina (Latimer et al. 2005).
Por otro lado, comprender el efecto del sexo de los individuos sobre los parámetros hematológicos ayuda a distinguir los límites entre los cambios normales y los relacionados con enfermedades, así como a identificar otros factores, como la edad, o condiciones que puedan afectar estos parámetros (Wu et al. 2014). En el presente estudio la variable sexo no fue determinante pues no se encontró una diferencia significativa entre los valores obtenidos para machos y hembras, a excepción de los monocitos (Tabla 2). Los mayores niveles de monocitos encontrados en machos en comparación con las hembras difieren a lo reportado Rodríguez et al. (2014), quienes encontraron un mayor valor de monocitos en hembras (0,028 ± 0,05 x 103/μl) que en machos (0,005 ± 0,16 x 103/μl). Durante el examen clínico no se encontraron signos de enfermedad aparente, por lo cual esta variación podría deberse al estrés (IDEXX 2015). En este sentido, la poca variabilidad de los parámetros relacionados con el sexo permite una estandarización de valores más sencilla pues no es necesario considerarlos como variables de importancia para la selección de una población determinada para esta especie mantenida en cautiverio.
CONCLUSIONES
Se determinaron los valores hematológicos obtenidos del mono choro común (Lagothrix lagotricha) mantenido en cautiverio en la ciudad de Lima (Perú), los cuales pueden ser tomados como patrones referenciales para la especie. No se encontraron diferencias significativas entre los valores hematológicos según el sexo, a excepción del conteo de monocitos.