"Yo también tuve 20 años y un corazón vagabundo", dice el bambuco del maestro José A. Morales, recordando esa hermosa edad, plena de promesas y de ilusiones. Al celebrar los veinte años del Programa de Residencia de la Universidad del Rosario en la Fundación Cardiolnfantil, nos sentimos, no solo felices de lo transitado hasta ahora, sino también, como los "veintiañeros", llenos de planes y propuestas para el futuro. Nuestro programa, que entra a la tercera década de vida, es aún joven, rebosa de salud y se proyecta con entusiasmo hacia el porvenir.
Desde su concepción, los doctores Jimmy Schiemman, María Inés Vergara y Manuel Uribe, todos ellos formados en el viejo Hospital San José 1, se propusieron iniciar el proyecto, que sabían complejo, con grandes propósitos y metas porque lo consideraron importante para la formación de especialistas en el área de la neurología.
Los primeros años no fueron fáciles; "todo comienzo es difícil", como dice el filósofo. En este caso, Schiemman a la cabeza del servicio se encargó, con base en su vasta experiencia, de darle forma al Programa. Un poco después, Uribe, de amplia formación académica y un gran manejo de las relaciones humanas, consolidó lo iniciado y abrió nuevas perspectivas para los residentes. Por su parte, Jesús Rodríguez, coordinador actual del programa, como experto navegante en aguas profundas y con una gran visión de futuro, ha expandido el alcance, los logros y vínculos externos del Programa.
La Fundación CardioInfantil, institución dentro de la cual desarrollamos nuestra labor, también ha crecido en estas dos décadas, consolidándose como una de las mejores clínicas del país y su calidad sin duda, ha ayudado al crecimiento y posicionamiento del programa. El trabajo conjunto de la Universidad del Rosario, de la Fundación Cardiolnfantil y el Programa permiten presentarlo consolidado y en continuo mejoramiento. Hoy los residentes cuentan con un volumen importante de pacientes, con varias instituciones nacionales y extranjeras en las que pueden rotar, con rotaciones en subespecialidades de neurología, con espacios para su crecimiento académico y también con espacio para su crecimiento personal.
La producción académica no se ha quedado atrás y las contribuciones de los miembros y de los egresados nos hacen sentir orgullosos de nuestra participación en reuniones nacionales e internacionales. Siempre estamos prestos a enviar investigaciones al Congreso Nacional de Neurología y al Congreso Nacional de Residentes. Se han creado nuevas líneas de investigación, y aunque están en una etapa inicial, han dado ya réditos con la publicación de artículos en revistas nacionales y extranjeras. Así mismo, los miembros y egresados han participado en la elaboración de libros o en capítulos de estos.
Consideramos que el Programa de Neurología de la Universidad del Rosario-Fundación Cardiolnfantil ha cumplido con su objetivo de ser relevante para el sector salud de Colombia. Es incluyente y diverso, con miembros y egresados de diferentes zonas del país, de varias universidades tanto públicas como privadas, con residentes de diversos antecedentes étnicos, religiosos y culturales.
Actualmente se cuenta con doce residentes, con diez docentes en la Cardiolnfantil y otros tantos extrainstitucionales y con egresados distribuidos a lo largo de nuestra geografía. Algunos han ido más allá en su formación y son subespecialistas reconocidos nacional e internacionalmente. Un importante ejemplo de este aserto es Claudia Moreno, nuestra tercera egresada, subespecialista en movimientos anormales y actualmente presidente de la Asociación Colombiana de Neurología 2.
Con entusiasmo y entrega se continuará la labor, formando médicos especialistas en el área de neurología, teniendo en cuenta el cambio de paradigma que, particularmente en esta especialidad, se ha dado precisamente en las dos últimas décadas. Este cambio implica, además de incluir los notables adelantos médicos, resaltar la importancia del carácter social de la especialidad, ya que gran parte de las enfermedades neurológicas no solo repercuten en los pacientes, sino en su entorno familiar y social. Así mismo, reconocemos la importancia del trabajo interdisciplinario y la necesidad de abrir las puertas a diversas competencias, como la investigación y la docencia. En fin, lo aquí expresado para celebrar estos veinte años, es solamente una rápida mirada a nuestro programa, que esperamos continue avanzando y aportando a la medicina colombiana.
Gracias a todos los que han trabajado y colaborado: docentes, administrativos, personal de enfermería y, naturalmente a los egresados y estudiantes del mismo. Especialmente, recordamos y agradecemos hoy a la Universidad del Rosario, que confiere el título y a la Fundación, en la que tiene lugar el día a día de los residentes; sin ese trabajo coordinado interinstitucionalmente, no hubiera sido posible llegar con éxito a este aniversario. Ciertamente, el resultado obtenido no es debido al esfuerzo y constancia de una sola persona o de un reducido número de individuos, sino al trabajo constante de todos los que integramos el programa.
Esperamos que la formación de residentes en Neurología de la Cardioinfantil mantenga los altos estándares de calidad que actualmente tiene y que continúe aportando al desarrollo de la medicina de nuestro país. Con el entusiasmo y el vigor de un "veintiañero", nos proyectamos hacia un futuro promisorio y nos regocijamos al celebrar este importante aniversario.