Introducción
La calidad de vida ha sido definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona y la satisfacción experimentada con dichas condiciones vitales, así como la combinación de componentes objetivos y subjetivos ponderados por la escala de valores, aspiraciones y expectativas personales 1,2. La calidad de vida de los adolescentes depende de cambios biológicos, psicológicos y sociales que pueden generar crisis, conflictos y contradicciones 3,4, así como también de otros factores como la pobreza y el acceso a los servicios de salud que dificultan su transición a la vida adulta 5,6. En el periodo de la adolescencia se produce una estructuración de la personalidad del individuo, donde experimenta mejores índices de salud y vitalidad, sin embargo, este es un periodo de riesgo para la salud bucal 7. El establecimiento de acciones oportunas de promoción y prevención en este grupo de población, podrían evitar la prevalencia de enfermedades orales más adelante 8.
Adolescencia, calidad de vida y salud oral
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la población juvenil como, "todas las personas entre 10 y 24 años", subdividiéndola en tres grupos de edad: preadolescentes -entre 10 a 14 años (adolescencia temprana)-; adolescentes jóvenes -entre 15 a 19 años (adolescencia tardía)-; y un tercer grupo comprendido -entre los 20 y 24 años, a quienes define propiamente como jóvenes 9. Según lo declara la Organización de las Naciones Unidas (ONU), existen muchos factores que influyen en la calidad de vida de los jóvenes, como la pobreza, incapacidad para obtener un trabajo digno, falta de acceso a la salud y a los servicios públicos y la baja calidad de la educación recibida, dificultando su transición a la adultez 10-12. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) (1994) definió la "calidad de vida" como la percepción del individuo sobre su posición en la vida dentro del contexto cultural y el sistema de valores en el que vive y con respecto a sus metas, expectativas, normas y preocupaciones 13,14. Por su parte, la OMS define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad", además de "la capacidad de funcionar en la sociedad" 15,16. Es así como la salud integral, depende también de la salud oral la cual se define como la ausencia de enfermedades en la cavidad bucal y en los dientes 17. La calidad de vida relacionada con la salud bucal agrupa elementos que forman parte del individuo creando una interacción directa, llegando a intervenir en su estado de salud general, en esta relación se combinan dos aspectos fundamentales: el primero involucra una percepción subjetiva con relación a un sistema de valores y a un contexto sociocultural, mientras que el segundo daría como resultado el grado de satisfacción con su boca y su funcionalidad 18. Se ha considerado como grupo de "Riesgo" a los adolescentes, debido a que presentan ciertas características que facilitan el establecimiento de enfermedades orales con mayor frecuencia, esto se concluye a que en esta etapa de la vida finaliza el cambio de dentición temporal por permanente 19. Por lo cual es indispensable realizar un diagnóstico más exacto sobre los problemas de oclusión, pérdida congénita de dientes y enfermedades orales, problemas que aparecen en este grupo de edad con mayor frecuencia 20.
La calidad de vida se ha relacionado con la salud oral, donde la boca cumple funciones como: la expresión facial, el lenguaje, la masticación, la deglución, la salivación, el sentido del gusto, donde refiere ser un buen indicador de la salud del individuo, de su calidad de vida y de su bienestar individual y social 21-23, mejorando considerablemente factores como la autoestima, estética, interacción social y la auto-percepción en los adolescentes 20. Existen diferentes instrumentos para evaluar la calidad de vida de los adolescentes entre ellos, el cuestionario KIDDO-KINDL (Ravens-Sieberer y Bullinger, 1998) (Cuestionario de Calidad de Vida en Población Infantil y Adolescente), el cual evalúa propiedades psicométricas como el bienestar físico y emocional, autoestima, familia, amigos y colegio. Según este cuestionario, los niños mayores suelen percibir la calidad de vida como más estresante, principalmente en la pubertad 24-27. Por su parte, entre los instrumentos para medir la calidad de vida relacionada con la salud oral se encuentra el OHRQoL (Oral Health related Quality Of Life: OHRQoL), este evalúa los impactos orales en actuaciones diarias como: comer, hablar, higiene de los dientes, sonreír, así como también la estabilidad emocional y contacto social 28, y el Child-OIDP (Child Oral Impacts on Daily Performances), donde se enmarcan cuatro categorías: factores funcionales, psicológicos, sociales y la existencia de molestias o dolor, encontrándose que entre los mayores problemas bucales que afectan a los niños están: color de los dientes (42,36%) y posición de los dientes (41,87%) y entre las actividades más afectadas debido a problemas bucales fueron, comer (39,9%), sonreír (34,5%) y cepillarse (32, 2%) 29.
Salud oral y su relación con la calidad de vida en adolescentes
En Estados Unidos, entre el 20-30 % de los niños y adolescentes presentan algún tipo de enfermedad crónica, entre las más prevalentes se encuentran: asma, diabetes, obesidad, y la caries dental. A su vez, se ha encontrado asociación entre pacientes con asma y la aparición de la caries dental esto en grupos de edades entre los 6 a 19 años, posiblemente debido al consumo de medicamentos para tratar esta patología como son los antagonistas b2 30. También se ha relacionado la obesidad con la caries dental, debido a la excesiva ingesta de carbohidratos en la población de 7 a 13 años de edad 31. En los adolescentes, los cambios hormonales, la dieta y hábitos de higiene inadecuados sumados a otros factores que modifican el ambiente interno y externo del individuo los convierten en un grupo de riesgo para presentar una baja salud bucal. Es así como la ansiedad, depresión, baja autoestima, y los problemas psicosociales son algunos factores que afectan negativamente la salud bucal tanto de niños como de adolescentes, resultando en patologías como el bruxismo y trastornos temporomandibulares (TTM), afectando su calidad de vida 32-34. Las enfermedades bucales crónicas prevalentes como caries dental, gingivitis y enfermedad periodontal son enfermedades de origen dento-bacteriano y afectan al 95% de la población general 35, en la actualidad estas enfermedades orales se presentan con mayor prevalencia y severidad en hombres antes de los 20 años 36,37. Por otra parte, los problemas como maloclusiones pueden tener origen a nivel dentarios y/ó esqueléticos y en ocasiones relacionarse con hábitos que producen modificaciones en las estructuras óseas y de los tejidos blandos peribucales 38, estos problemas podrían incrementarse si se suman a la aparición de malformaciones congénitas en la cavidad oral como Labio Hendido y/o Paladar Hendido (LH/PH) 39,40.
La alta prevalencia de caries dental afecta de 95 a 99 % de la población mundial y es la principal causa de la pérdida de dientes, donde 9 de cada 10 personas presentan la enfermedad o las secuelas de esta que comienza casi desde el inicio de la vida y progresa con la edad 41-43. Uno de los factores asociados a esta patología es el bajo nivel socioeconómico donde se observa que los niños y adolescentes de áreas rurales, de pocos ingresos y de bajo nivel de escolaridad de los padres presentan bajos indicadores de salud oral comparados con los jóvenes urbanos quienes tienen 5.6 veces más riesgo de tener una higiene oral óptima (95 % IC 2.68±11.95), esto debido posiblemente a un mayor acceso a los servicios de salud y al manejo de enfermedades 44-47. Se ha observado que en los adolescentes el 92,2% presentan caries dental, donde el índice COP-D (dientes cariados, obturados y perdidos) fue de 7 y el porcentaje de necesidades de tratamiento dental analizado fue elevado en un 95,7%. 48. Se ha considerado la población escolar como vulnerable a la presencia de caries, observando factores como el ausentismo a los establecimientos educativos y el bajo rendimiento escolar debido a condiciones como el dolor dental, perdida de la capacidad funcional y alteración de la calidad de vida siendo los más afectados los adolescentes de 18 años a causa de condiciones dentales agudas, donde se reporta que los adolescentes presentan una deficiente higiene bucal y una alta experiencia de caries y dieta cariogénica, considerándose como una población de riesgo moderado para la presencia de caries dental 48-50. En la Encuesta Nacional de Salud Bucal IV (ENSAB IV), se observó, una experiencia de caries a los 12 años de un 54.16%, 15 años un 66.31%, 18 años un 75.21% y para el grupo de 20 a 24 años llego a ser de 97,96%, donde se percibe que la experiencia de caries se incrementa con la edad 51.
Se ha demostrado que los individuos que consideran que su salud oral afecta su calidad de vida es de un 91.97%, siendo levemente mayor en mujeres (p=0,85), permitiendo evaluar dimensiones como el dolor físico, molestias psicológicas, baja autoestima, y problemas de interacción social entre otros. El concepto de calidad de vida relacionado con la salud oral debería ser evaluado ampliamente, y considerar factores como el malestar, dolor, alteraciones de la función, y el aspecto emocional y social asociados a la salud oral 20. Es importante observar que con el incremento de la edad existe una menor calidad de vida, salud y salud oral 52.
Consideraciones bucales en los adolescentes
Algunos aspectos odontológicos importantes en los adolescentes son los relacionados con tratamientos ortodónticos, en los cuales se presentan dificultades para mantener una adecuada higiene oral y los dientes sufren un mayor riesgo de ser perdidos precozmente, debido al acumulo de placa bacteriana en donde se produce la desmineralización de las superficies dentales, ocasionando caries y posteriormente la perdida dental 53. Esta condición se relaciona considerablemente con el factor psicosocial donde influye la perdida de dientes, restricción de la alimentación e insatisfacción estética 54,55. También, las tendencias como la perforación bucal cosmética donde a pesar de su popularidad, puede causar complicaciones, entre ellas: infecciones, hemorragias y daños en los nervios de los dientes y de las encías. Otras situaciones de riesgo que comprometen a los adolescentes y que son parte del medio en donde se desenvuelven se encuentran, el consumo de alcohol, cigarrillo y ciertas sustancias psicoactivas, embarazos a temprana edad 56-59, y desórdenes o trastornos alimenticios como la bulimia (ingesta compulsiva y vómitos) y la anorexia (temor desmesurado ha aumentar de peso) siendo estos últimos, trastornos serios que erosionan el esmalte dental y afectan directamente el aspecto de los dientes 20,60. Los hábitos como el tabaquismo, además de provocar otros problemas de salud como cáncer de pulmón y cirrosis, producen pigmentaciones en los dientes y en las encías conllevando a la formación de cálculos dentales, lo cual contribuye a generar mal aliento o halitosis, a largo plazo se ha demostrado que este hábito aumenta el riesgo de desarrollar cáncer bucal y enfermedades periodontales entre otras 61,62.
Es importante realizar estudios en la población adolescente para que, a partir de sus vivencias, expectativas y visión del mundo, se pueda comprender mejor sus expresiones. En cuanto a la percepción de los dientes, la relación entre la estética y la salud bucal es compleja y abarca dimensiones sociales, culturales y psicológicas que deben evaluarse más profundamente, así mismo es importante realizar la planificación, desarrollo y evaluación de políticas públicas de acuerdo a las verdaderas necesidades percibidas por la población 63-65.
Conclusiones
Es importante considerar aquellas situaciones que afectan directamente la calidad de vida de la población adolescente, tales como la pobreza, exclusión social, violencia, consumo de sustancias psicoactivas, así como la falta de empleo y de vivienda, acceso a la educación y acceso a salud especialmente en las zonas rurales, siendo estas las más vulnerables. Por su parte, la salud oral debe abordarse como parte fundamental del desarrollo integral de esta etapa de la vida mediante acciones de promoción y prevención que permitan que los adolescentes se integren a ambientes saludables y así lograr una mejorar su calidad de vida, es necesario el acompañamiento continuo por parte de la familia, la sociedad y el estado los cuales juegan un papel esencial en esta población de riesgo.