1. Introducción
Este artículo estudia las diferentes corrientes ideológicas al interior del movimiento estudiantil sinaloense, a través del método de generación, que implicó analizar la generación que nació durante los inicios de la formación del Estado mexicano, quienes disfrutaron de la estabilidad económica y política, además, se movieron dentro de los canales institucionales, hasta 1965 cuando abrazaron las ideas de democracia de Carlos Madrazo. Mientras que la generación que nació durante la etapa de bonanza económica, su primera experiencia política fue el movimiento cívico encabezado por Enrique Peña Batiz, quien pregonaba la democratización del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La producción sobre los movimientos estudiantiles en México y América Latina es muy basta, se ha escrito desde diferentes miradas. La mayoría de los trabajos han sido analizados desde la movilización de recursos,1 genero,2 análisis de marcos,3 historia y la memoria,4 arte y movilización estudiantil,5 las etapas del movimiento,6 campo intelectual,7 y la izquierda y los movimientos estudiantiles.8
Este trabajo trata de observar a dos generaciones, una adulta y la otra joven que confluyeron en el grupo Francisco I. Madero, cuyo proyecto fue lograr la democratización del PRI en Sinaloa, sin embargo, fue derrotado por el gobernador Leopoldo Sánchez Celis. En la generación adulta estaban viejos profesores comunistas, maestros de corte progresista, catedráticos afines al marxismo; mientras que en la generación juvenil destacaban estudiantes de secundaria, preparatoria y de nivel superior, especialmente de la carrera de Derecho, Economía y Agricultura. El proyecto democratizador del grupo Francisco I. Madero inicio en 1965, con el movimiento político encabezado por Enrique Peña Batiz “El Gallo de Oro” y se extendió a la Universidad - con las ideas de democratizar el gobierno universitario, reformar los programas de estudios, construir un partido político de oposición al PRI y sumarse a las luchas populares- hasta 1968, momento cuando la Juventud Comunista de México (JCM), filial del Partido Comunista de México (PCM), comenzó a organizarse e imprimió su propio cariz al movimiento, le apostó por la formación política del estudiantado por medio de festivales culturales, que incluía poesía, música de protesta, conferencias, proyección de documentales y distribución de material, sobre todo procedente de Vietnam, China y Cuba.
Para estudiar las corrientes políticas al interior del movimiento estudiantil, fue necesario recurrir a la bibliografía existente, así como archivos locales y nacionales, aunado a entrevistas con actores que participaron en el movimiento estudiantil. La investigación desarrollada tiene que ver con las diferentes localidades urbanizadas, como Los Mochis, Mazatlán, pero sobre todo con su epicentro en Culiacán. En ese sentido, el artículo se inscribe dentro de la Historia regional, que se entiende como lo micro, donde emergían las historias que le habían conformado y constituido y donde surgía una identidad sociohistórica que en muchos de los casos no coincidía con las versiones nacionales y oficiales, incluso en la conformación de una periodización que respondiera a la forma en que la sociedad se había manifestado en la historia provincial o local.9
2. Un marco contextual de la Universidad
Durante la década de 1960 y 1970, se implementó un proceso de reforma de los sistemas educativos en Europa y América Latina. Esta reforma fue producto de la consolidación del Estado de Bienestar en Europa y el crecimiento económico acaecidos en los países latinoamericanos. Esto arrojó como resultado la universalización de la educación de nivel medio, lo cual generó mayor demanda de acceso a la educación superior.10
Los estudiantes universitarios latinoamericanos durante largo tiempo tuvieron un papel protagónico en el ámbito de las cuestiones educativas, políticas y sociales.11 Durante varios años los estudiantes (de Venezuela y Brasil) disfrutaron de la autonomía y cogobierno, pero entre 1964 y 1966, tales privilegios fueron trastocados en muchos de los casos por el ascenso de gobiernos militares en América Latina, que por medio de la imposición de autoridades buscaron someter a las universidades.12
En 1966, en el Cuarto Congreso Estudiantil Latinoamericano, realizado en La Habana, se creó la Organización Continental de Estudiantes Latinoamericanos, que proponía desarrollar una lucha contra el imperialismo y desarrollar los vínculos con los campesinos y obreros. Los estallidos estudiantiles se presentaron en diferentes países latinoamericanos:13 en 1964 los estudiantes participaron en la caída del régimen en Ecuador y Bolivia; en 1966 hubo agitaciones estudiantiles en México, Ecuador, Colombia, Brasil (protesta contra la dictadura militar) y Venezuela (el apoyo a las guerrillas y la agitación permanente llevaron al gobierno a ocupar la Universidad de Caracas el 4 de diciembre).14 Estos movimientos explotaron en un contexto donde los modelos de industrialización y la caída de los precios de los productos primarios, marcaron un nuevo escenario caracterizado por las crisis fiscales y de las balanzas de pagos, y la incapacidad de los gobiernos para mantener los niveles de financiamiento que requería la educación superior públicas para cubrir nuevas demandas sociales.15
Para el caso de México, en 1960 contaba con 34.6 millones de habitantes, de los cuales 5.76 millones se encontraba matriculados en el sistema educativo, de esa suma sólo 75 mil estudiantes16 pertenecía al nivel superior. Existían una difícil transición entre la primaria a la secundaria y el nivel superior, por ejemplo, de cada 23 alumnos de primaria uno llegaba a la secundaria; mientras que a nivel superior se calculaba uno por cada 66 alumnos de primaria. Esa desproporción decreció para 1970, en educación superior (sumó 200 mil estudiantes) de un alumno por cada 43 de primaria.17 El origen social de los estudiantes que accedían a la educación superior provenían de los sectores medios, quienes “habían crecido con el desarrollo del país y que por mejores condiciones de existencia superaban la selectividad social que se realizaba a lo largo del sistema escolar, reuniendo los requisito escolares para demandar escolaridad superior y buscaban mayor movilidad y consolidación de una nueva posición”.18
En 1960, el sistema educativo público contaba con 21 universidad públicas estatales siete institutos regionales, la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional. Mientras que 19 instituciones pertenecían al ámbito privado. Para 1970, el número de instituciones públicas se duplicó, sólo cuatro estados no contaban con universidad y el número de instituciones privadas ascendió a 34.19 Al final de la década de 1960, la UNAN recogía más de la mitad de la matricula nacional, mientras que las universidades del interior de la República mexicana daban atención a la demanda regional.20
En cuanto a la Universidad de Sinaloa (US),21 en 1965 cambió a Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS),22 en el ciclo escolar 1962-1963, la matrícula se distribuía como sigue: Secundaria Diurna y Nocturna, 2 551; Preparatoria Diurna y Nocturna, 643; Ciencias Químico-Biológicas, 47; Economía, 52; Ciencias Físico-Matemáticas, 73; Contabilidad y Administración, 139; Derecho y Ciencias Sociales, 177; Superior de Agricultura, 148. El total de la matricula era 3 841 alumnos.23 Aunque hay que aclarar que no aparecía incluida la matrícula de las carreras subprofesionales como Enfermería y Obstetricia, Taller de Artes Plásticas y Academia de Danza, que en el ciclo escolar 1959-1960, tenía 11, 40 y 55 alumnos respectivamente.
Sin embargo, la Universidad incrementó su matrícula de manera exponencial en el periodo de 1965 a 1969. En el ciclo 1966-1967 en el nivel profesional existían 1 420 alumnos: 127 en Química, 320 en Contabilidad y Administración, 277 en Derecho, 88 en Economía, 157 en Físico- Matemáticas, 451 en Agricultura. En el nivel sub-profesional se ubicaba Enfermería (93) y Trabajo Social (52). El nivel preparatoria superaba la profesional alcanzando 1 882 alumnos; el grueso de la matrícula se concentraba en Culiacán con 1 383 estudiantes. Para ese tiempo también figuraban el Centro de Estudios de Idiomas (228), Centro de Estudios Musicales (27) y Taller de Artes Plásticas (39).24
En el ciclo escolar 1967-1968 con respecto al anterior, aumentó 434 estudiantes en el nivel profesional, las escuelas que más crecieron fueron Química (70), Contabilidad y Administración (117), Agricultura (157); mientras que Físico- Matemáticas (42) superó a Economía, que tuvo seis alumnos menos. La preparatoria sumó 486 estudiantes, de los cuales la capital sinaloense agregó la mayoría (332). Las carreras especiales aumentaron 252. En total la Universidad tenía 50 39 alumnos. Para el ciclo 1968-1969 aumentó 416 la población estudiantil.
La matrícula estudiantil se expandió fuertemente en el periodo de 1965 a 1970. Un factor fue que parte de la población joven del ámbito rural sinaloense comenzó a desplazarse a la ciudad, muchas de las veces era para ingresar a la preparatoria y a la carrera profesional universitaria, especialmente en Culiacán y luego en Mazatlán. El fenómeno de la emigración en la entidad permitió a los principales centros urbanos concentrar población, por ejemplo, el municipio de Culiacán en 1960 poseía 55 256 habitantes, para 1970 su población subió a 360 412; en cambio Mazatlán en 1960 contaba con 112 619 personas y para 1970 su población era de 167 616.25 Un segundo factor fue que la Universidad recibió un numeroso grupo de mujeres que se concentraban especialmente en las carreras de Enfermería y Trabajo social. Un tercer factor fue que la UAS incorporó varias escuelas preparatorias en Escuinapa, Guasave, Guamúchil, así como la Rafael Buelna Tenorio, Nocturna Cervantes, Popular Emiliano Zapata y Popular Nocturna Número 1 en Culiacán.
En fin, el movimiento estudiantil que inició en 1966 puso en su agenda la fundación e incorporación de las escuelas preparatorias, al mismo tiempo gestionó la creación de la casa estudiantil Rafael Buelna Tenorio (1968), donde residieron los jóvenes provenientes del ámbito rural.
Durante la etapa de la US, la FEUS organizaba eventos como Día del estudiante y del Maestro,26 así como las elecciones de reinas, novatadas y auspiciaba las campañas estudiantiles a favor de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).27 En ese sentido la FEUS se convirtió en un trampolín para saltar a los puestos políticos del gobierno del estado. Esas prácticas predominaron hasta principios de la década de los sesenta, dejando de un lado, las preocupaciones de la reforma universitaria y cuestiones sociales.28
En 1966, los estudiantes de las escuelas y facultades de la UAS se organizaron bajo el Directorio Estudiantil de Huelga (DEH),29 presidido por el estudiante de Economía, Fausto Burgueño Lomelí. Esa organización logró la renuncia del rector Julio Ibarra Urrea, asimismo tomó el control de la FEUS, que fue dirigido por el estudiante de Derecho Anacleto Terrazas Araujo.30 En adelante la FEUS se convirtió en columna vertebral del activismo político universitario: en 1967, organizó el Primer Consejo Nacional Ordinario de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), donde se decidió luchar por la liberación de los presos político en México, para presionar al gobierno se llevó a cabo la Marcha por la Ruta de la Libertad.31
El 68 mexicano se expresó en Sinaloa a través del Consejo Estudiantil Estatal de Huelga (CEEH),32 replicando el Consejo Nacional de Huelga órgano rector del movimiento estudiantil captalino. El CEEH desplegó por la geografía sinaloense brigadas que se dedicaban a efectuar mítines relámpagos, con el fin de propagandizar, difundir una noticia, una denuncia, un problema e informar al pueblo de la situación de represión y persecución que el gobierno realizaba en contra del estudiantado.33 Además de su solidaridad con el movimiento capitalino, los estudiantes sinaloenses insistían en sus demandas particulares como la aprobación de la nueva Ley Orgánica la UAS.34 Los actores principales de la movilización eran Jesús Michel Jacobo, presidente de la FEUS; Fausto Burgueño y Ceceña Cervantes, alumno y director de la Escuela de Economía; y el Lic. Rafael Guerra Miguel, presidente de la Sociedad General Maestros Catedráticos Universitario.35
Para 1969, bajo la presidencia de Liberato Terán, la FEUS impulsó el primer Congreso de los estudiantes universitarios de Sinaloa. En ese evento se llevó a cabo un balance las experiencias y logros del movimiento estudiantil. Además, se planteó como resolutivo resolver la crisis educativa, mediante la reforma de las leyes, reglamentos, programas, planes y métodos que regulen la enseñanza en la UAS; unificar a todos los estudiantes mexicanos, para garantizar el avance y el triunfo de la lucha estudiantil nacional; recoger las tradiciones revolucionarias del pueblo y de los estudiantes mexicanos; democratizar los órganos de gobierno del estado y del país y solidarizarse con la lucha del pueblo; repudiar el colonialismo y neocolonialismo y apoyar la lucha de los pueblos por su liberación.36 Un elemento destacable fue que el Comité Ejecutivo de la FEUS se transformó en Consejo Estudiantil.
Para 1970, la Junta de gobierno en contraposición con la opinión del estudiantado impuso como rector al Lic. Gonzalo Armienta Calderón. Lo cual provocó una huelga generalizada de las escuelas y facultades que arreciaron las manifestaciones públicas, hasta que lograron la renuncia del rector en 1972.
3. El proyecto hegemónico y su cuestionamiento
Después la destitución del Dr. Julio Ibarra como rector de la UAS, la generación adulta se posesionó del poder al interior de la Universidad. La generación joven también se apoderó de la dirección de la FEUS, especialmente el sector progresista de la Escuela de Derecho permaneció hasta 1968, momento cuando ascendió a la dirección gente de la JCM.
El proyecto democrático construido por la generación joven y adulta tuvo una serie de implicaciones. Los progresistas se acercaban más a la idea de democracia como comunidades armónicas en la que los individuos vivan plenamente, no al servicio de otros individuos e instituciones, sino en la libertad de ejercer sus libertades creativas para vidas plenas no a costa de otros individuos o interfiriendo en comunidades que no son las suyas. Mientras que los comunistas imaginaban la democracia donde los seres humanos no se explotan unos a los otros, donde unos no sacan ventaja de los otros donde los unos no expropian a los otros.37
La generación joven seguía entusiasmada en protestar en contra del PRI por “la absurda imposición a diputado federal estatal, por sus sucios procedimientos antidemocráticos, para elegir candidatos a diputados federales”.38 Para contrarrestar la práctica antidemocrática, los universitarios proponían lanzar una candidatura independiente39 de “dos o tres auténticos universitarios destacados por su actuación entre el alumnado, elementos de reconocida filiación de izquierda radical”.40 Los comunistas y progresistas incluían dentro de su proyecto político formar un partido político de oposición al PRI, esto en aras de crear un Movimiento Nacional Revolucionario apegado a los principios planteados por Carlos A. Madrazo. En ese sentido, en Los Mochis, la Asociación Estudiantil de la preparatoria promovió reuniones para tomar partido en las elecciones federales en los cuatro distritos electores de Sinaloa.41
Lo que quería la generación joven era la pluralidad de partidos políticos donde pudieran participar los obreros y campesinos en las elecciones nacionales y locales.42 El proyecto de Madracista siguió vigente hasta 1968, que incluso los estudiantes de la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales deseaban que Madrazo fungiera como padrino de generación.
La generación joven igualmente se volcó a democratizar la Escuela Secundaria Revolución Incorporada a la Dirección General de Educación en el Estado, donde estalló una huelga respaldado por 284 alumnos, quienes pedían la renuncia del director de la Escuela el Prof. Carlos López Portillo, por irregularidades43 cometidas en la escuela.
En el movimiento huelguísticos participaron los cuadros dirigentes de la FEUS como su vicepresidente Rito Terán Olguín, quien afirmaba “que su agrupación les ofrecía apoyo moral en virtud de que habían constatado que su movimiento era justo, pues tanto alumnos como padres de familia eran explotados por el director, quien al mismo tiempo explotaban a los maestros pagándoles solo $15 pesos la hora”.44 Otros estudiantes y universitarios protagonistas en la huelga fueron Guadalupe Meza Mendoza, presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela de Economía; Russell González de la Escuela de Agricultura; así como Eduardo Aispuro Beltrán de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Secundaria Federal No. 2, quienes señalaban que su participación fue en representación del Ateneo Universitario Sinaloense (grupo de teoría marxista-leninista), dirigido por Rodolfo Rodríguez Meléndrez “El Chichi”.45 Los estudiantes consiguieron la renuncia del director, la creación de la Sociedad de Padres de Familia y de la Sociedad de Alumnos.46
Los cuadros dirigentes de la FEUS, proyectaron su mirada hacia el exterior, se sumaron a la Confederación Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED),47 organización que promovió varias actividades como las siguientes: encuentro nacional de dirigentes estudiantiles donde se trataron asuntos relacionados con la autonomía universitaria y la democratización de la enseñanza universitaria;48 se organizó la marcha por la Ruta de la Libertad, que inició el 3 de febrero en Dolores Hidalgo y culminó en Morelia, Michoacán, para exigir la libertad de los presos políticos - como Rafael Aguilar Talamantes y Enrique Cabrera, dirigentes de la CNED;49 y se protestó contra el imperialismo yanqui por intervención en Vietnam y otros países.50 La CNED fue cuestionada al interior de la UAS por la Confederación de Jóvenes Mexicanos (CJM),51 al afirmar que “la CJM es la auténtica central representativa del estudiantado nacional, ya que la CNED es un grupo minoritario”.52
Pero el eje principal del proyecto fue “lograr la autonomía verdadera, con base en reformas y hacen un llamado a los estudiantes, catedráticos, obreros y campesinos y al pueblo de Culiacán, para que unidos como un solo hombre luchen por la defensa de la Universidad”.53 La autonomía universitaria fue uno de los puntos más complicados para los estudiantes, pues fue un proyecto de largo plazo que implicó batallas, enfrentamientos y manifestaciones públicas violentas contra el cacicazgo político encabezado por Leopoldo Sánchez Celis, quien había fungido, como senador, gobernador (1963-1968) y presidente nacional del PRI.
El ejercicio de la autonomía universitaria se defendía en diferentes universidades del país, en la Universidad Autónoma de México (UNAM), los alumnos de la Escuela Nacional de Economía se manifestaban por la elección de consejeros técnicos y universitarios bajo el régimen de voto universal y directo buscando la paridad en dichos consejos. En La Universidad Autónoma de Puebla (AUP), los estudiantes comunistas se pronunciaron por la cogestión y facilidades a obreros y campesinos a ingresar a la Universidad.54 Mientras que en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, desde 1961 la Federación de Estudiantes de la Universidad Michoacana (FEUM) y el Consejo Estudiantil Nicolaíta (CEN) (ambas organizaciones de izquierda incluían militantes de la JCM y un sector del profesorado con pasiones progresistas) lograron llevar a la rectoría de la Universidad a Eli de Gortari. Sin embargo, el proyecto de la democratización del gobierno universitario55 no se resolvió rápidamente, ya que fue una de las banderas de las luchas estudiantiles en Michoacán.56
Otro punto del proyecto de los universitarios sinaloenses, en sentido social fue protestar por el alza inmoderada de los víveres de primera necesidad.57 Los cuadros dirigentes de la FEUS alzaron la voz contra el gobierno del estado, Sánchez Celis, al acusarlos de procurar el bienestar de una élite que se había enriquecido a costa de la explotación de las masas populares. Como remedio para solucionar el problema, los universitarios proponían que las secretarías de Industria y Comercio y de Agricultura y Ganadería deberían nombrar inspectores para fiscalizar la producción de la leche y proponer medidas para que bajen el precio de los productos básicos.58
El proyecto hegemónico inspirado en Madrazo, especialmente del Grupo Francisco I. Madero, se fue nutriendo de otras experiencias de maestros y estudiantes de la izquierda marxista tanto de Sinaloa como de otras latitudes del país. Los puntos torales fueron la democratización del gobierno universitario, que implicaba elegir al rector por medio del Consejo Universitario, paridad en los Consejos Técnicos y Universitario tanto de maestros como de estudiantes; reforma a los planes de estudio; y formar un partido de oposición al PRI donde participaran estudiantes o profesionistas de ideología izquierdista o progresista. De 1966 a 1968, la cuestión social se limitó a la creación de una casa del estudiante para albergar a los hijos de los obreros y campesinos provenientes del ámbito rural.
De 1966 a 1968, el ambiente político y cultural que se vivía en la Universidad tenía estrecha relación con la Revolución Cubana, ya que los estudiantes escuchaban grabaciones en discos o en casetes de los discursos de Fidel Castro o bien la información llegaba a través de la radio de onda corta. Al respecto uno de los activistas rememora:
A veces llegaban aquí a la Universidad discos o grabaciones que alguien los traía y se ponían en tocadiscos y era una multitud que se reunía alrededor de ellos. También había compañeros que de manera personal, que tenía acceso a la lectura, películas o grabaciones. Se sabían por ejemplo discursos.59
Asimismo surgió entre el estudiantado universitario afinidad ideológica con el guerrillero guatemalteco Luís Turcio Lima (Hebert),60 quien en 1962 junto con el teniente Marco Antonio Yon Sosa (El Chino) encabezaron la guerrilla Frente Alejandro de León Aragón Movimiento 13 de Noviembre (MR13).61 Siguiendo al guerrillero guatemalteco, los estudiantes de la Escuela de Agricultura y Economía -cuestionando el proyecto hegemónico- formaron el grupo Turcio Lima, quienes proponían como forma de lucha el foco guerrillero.62
Otro grupo contrahegemónico fue el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), que era dirigido por estudiantes de la Escuela Superior de Agricultura como Alfredo Octavio Millán Alarid, Wilfrido Fierro Báez, Russell González Zumárraga “El Yuca”, así como los alumnos de Economía José de Jesús Montiel Montoya y Horacio Lozano. Ese grupo pertenecía a la La Liga Comunista Espartaco, que pregonaba como ideología el maoísmo.
Russell González Zumárraga, en los documentos de la Dirección Federal de Seguridad, aparece como procedente del estado de Yucatán y que ingresó a la Escuela de Agricultura alrededor de 1966. González Zumárraga comenzó a resaltar a partir de mayo de 1967, momentos cuando junto con Rito Terán Olguín encabezaron una comisión que se trasladó a la Escuela de Agricultura Hermanos Escobar de Ciudad Juárez, Chihuahua, con fin de conocer el problema y posteriormente lo den a conocer a los estudiantes sinaloenses”.63 A finales de 1967, González Zumárraga participó en el movimiento de la escuela Secundaria Revolución que pedía la destitución de su director.64 En ese mismo año, el dirigente estudiantil junto con Wilfrido Báez y Millán Alarid encabezaron una huelga en la Escuela de Agricultura, con el fin de pedir la construcción de un edificio para su plantel, “ya que no desean seguir compartiendo las aulas, laboratorio con los preparatorianos”.65
En 1968, González Zumárraga realizó una serie de actividades: en la escuela de la Colonia 6 de Enero organizó un mitin donde criticó a las autoridades federales y estatales y, elogió a los “candidatos del PPS, sin mencionar nombre, quienes vienen facilitando el equipo de sonido que utiliza en estos actos y crítico al del PRI y PAN, acusándolos de reaccionarios y paleros del gobierno”;66 al tiempo que exaltó el valor de líder el grupo Francisco I. Madero, Enrique Peña Batiz, porque fue el único que se atrevió a desafiar el gobernador Leopoldo Sánchez Celis; destacó como activista del FER; participó en el Consejo Estudiantil Estatal de Huelga (CEEH); fue orador en el Congreso del Estado en defensa de la Ley Orgánica propuesta por el Consejo Universitario de la UAS. En diciembre de 1968, González Zumárraga fue detenido por la Policía Judicial, para luego ser expulsado del estado de Sinaloa.67
Millán Alarid apareció en la escena política universitaria a partir de 1968, bajo el paraguas del FER. El dirigente estudiantil formó parte del CEEH, aunque hay que aclarar que durante su trayectoria como estudiante no ostentó puesto alguno en la dirección de su escuela o en la misma FEUS, esto seguramente porque lo consideraba “pequeño burgués”. Millán se le observaba participando como orador y agitador político en diferentes mítines y manifestaciones públicas. Por ejemplo, el 7 de octubre de 1968 llevó a cabo con González Zumárraga y Wilfrido Fierro un mitin donde “refirieron al movimiento estudiantil y exhortaron al pueblo a unirse al mismo; asimismo tocaron el punto del subsidio congelado para la Universidad”.68 Para diciembre de 1968, Millán Alarid fue detenido por la Policía Judicial del estado junto con González Zumárraga, José Cabada Rubio y José Manuel Ochavarría.69
Wilfrido Fierro Báez, fungió como presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela de Agricultura durante el periodo, 1967-1968.70 Fierro Báez en 1967 encabezó el Comité del Consejo de Huelga en la misma escuela que pedía la construcción de su propio plantel con sus respectivas aulas, ya que no “desean seguir compartiendo el que ocupa la Escuela preparatoria de la Universidad.”71
En la escuela de Economía miembros del FER eran Lozano Santillán y Montiel Montoya. El primero en 1966, formó parte del Comité Central de Huelga contra el rector Julio Ibarra Urrea; al mismo tiempo comulgaba con las ideas del grupo Francisco I. Madero.72 Lozano Santillán protagonizó varios mítines y manifestaciones públicas, por ejemplo, en enero de 1967, destacó como orador donde proponía para bajar los precios de los productos agrícolas (hortalizas y cártamo) era necesario que el gobierno bajara las tasas impositivas.73 El mencionado dirigente seguía muy de cerca el movimiento guerrillero acaecidos en la ciudad de Madera,74 Chihuahua, así como la movilización coprera75 en Acapulco, Guerrero. Mientras que Montiel Montoya fue reclutado a partir de 1968, momento cuando participó como orador y militante del FER.
Los postulados de la Liga Comunista Espartaco descansaban sobre el maoísmo,76 según Millán Alarid, uno de sus principales protagonistas, ese movimiento planteaba una crítica contra el “improvicionismo soviético […] criticaba casi todas las directivas políticas que hacía el partido comunista maoísta, los criticaba como revisionistas.77 En ese sentido, para los espartacos, la reforma universitaria era una lucha “pequeño burguesa”; para ellos había que hacer trabajo político en el campesinado y en las capas pobres. El reclutamiento de sus cuadros lo hicieron a través de la fundación de la preparatoria Popular Nocturna y de la casa del estudiante Sinaloense.78
Los espartacos inspirados en el maoísmo llevaron a cabo una serie de acciones. A principios de 1968, un grupo de estudiantes encabezados por Montiel Montoya, Fierro Báez, Daniel Zapata Díaz y González Zumárraga trataron de obstaculizar la sesión del Consejo Universitario, pero fueron sometidos por los dirigentes de la FEUS, Fausto Burgueño, Jesús Michel Jacobo presidente del organismo estudiantil.79 Los militantes del FER en algunos volantes acusaban a los dirigentes estudiantiles de la FEUS y al Lic. Rafael Guerra Miguel de “deshonestos y oportunistas”.80 En el edificio central de la UAS, los maoístas rindieron homenaje al Che Guevara, elogiaron sus actividades guerrilleras, leyeron poemas y pasajes alusivas a su vida; al mismo tiempo, criticaron al gobierno federal y estatal por quitar el subsidio de la UAS.81 Por último, en un mitin en el edificio central, los espartacos con un aparato de sonido se pronunciaron contra “la suspensión del movimiento de huelga del profesorado acusándolos de traidores”.82
En 1971 su aislamiento del movimiento de masas los llevó a entrar en un proceso de declive; e incluso algunos miembros del FER, sobre todo, de Economía se inclinaron por la oficialidad al grado de pedir como padrino de generación al Secretario Presidencial Hugo Cervantes del Río. Mientras que, otros tantos (Agricultura) continuaron en la lucha estudiantil y con el surgimiento del “movimiento enfermo”, se sumaron a él, entre los más representativos figuró Octavio Millán Alarid.
4. El Grupo Francisco I. Madero: entre la democracia y la reforma universitaria
En este apartado se estudiará la generación adulta y joven que participó en el grupo Francisco I. Madero. La generación social se entiende como el agregado de todas las personas nacidas en un lapso de veinte años, o en torno a la duración de una fase histórica (niñez y juventud) que comparten creencias, comportamientos y sentimientos comunes.83 Asimismo, la generación implica un nosotros (nuestra, somos, nos pertenece), que se siente por el solo hecho de haber sido testigos de los mismos procesos históricos teniendo una misma edad. Además, el tiempo histórico es el medio donde cada individuo absorbe los recuerdos que van quedando en su memoria. Así se forma la conciencia, por los sucesivos y permanentes cruces entre el tiempo histórico y el estado de desarrollo biopsíquico de cada individuo.
De ahí se entiende la permanente asociación entre generaciones y edad.84 Los procesos históricos llegan de manera distinta a cada espacio, las vivencias del día a día y los recuerdos que van quedando en la memoria de los sujetos que los habitan generan formas de conciencia posibles que son diferentes. El punto es que las distintas situaciones que describe una generación pueden dar origen a distintos modos de interpretar su particular posición en el proceso histórico. Cada una de estas interpretaciones constituye una unidad de generación, una particular lectura y actitud frente a la situación que vive la generación como conjunto abstracto, como generación real.85 La postura teórica de la generación bien se aplica al caso, ya que bajo el proyecto democrático participaron comunistas y sectores progresistas. La generación de la bonanza económica, más menos nacieron entre en 1946 y 1948, pues en 1966 tendría entre 17 y 20 años aproximadamente. Pero junto a ellos, estaba la generación adulta, quienes nacieron entre 1922, 1931, 1937, por ejemplo, Marco Cesar García Salcido rondaba en los 35 años; José Luis Ceceña Cervantes tenía 29 años; mientras que Rodolfo Monjaraz Buelna y Enrique Peña Batiz 49 y 44 años respectivamente.
La generación adulta, sobre todo Monjaraz Buelna y Ceceña Cervantes que militaban en la izquierda comunista y marxista, se movieron dentro de los canales institucionales, pues disfrutaron de puestos dentro del gobierno y de la Universidad, lo mismo que García Salcido, mientras que Peña Batiz participó en el deporte, el ocio y la iniciativa privada.
Para la generación adulta, el espacio de experiencia era más grande, pero su expectativa se acortaba; mientras que para los jóvenes como su espacio de experiencia era más corto, su horizonte de expectativa era de mayor alcance. Para la generación adulta, antes del movimiento democrático de 1965 y de la huelga estudiantil de 1966, ocuparon diferentes puestos en el gobierno; posteriormente, los profesores universitarios entre ellos Monjaraz Buelna fue rector de 1966 a 1970; mientras que Ceceña Cervantes ocupó el puesto de director de Economía en esos mismos años; y García Salcido fue Secretario General de la UAS. Los jóvenes apuntaron su mirada muy alto, democratizar la Universidad y la sociedad.
En ese sentido, Koselleck afirma que la experiencia es un pasado presente, cuyos acontecimientos han sido incorporados y pueden ser recordados. En la experiencia se fusionan tanto la elaboración racional como los modos inconscientes del comportamiento que no deben, o no debieran ya, estar presentes en el saber. Además, en la propia experiencia de cada uno, trasmitida por generaciones o instituciones, siempre está contenida y conservada una experiencia ajena. Mientras que el horizonte de experiencia está ligado a personas, siendo a la vez impersonal y es el futuro hecho presente; también incluye la esperanza, el temor, el deseo y la voluntad, la inquietud, pero también el análisis racional, así como la visión receptiva y la curiosidad.86
La generación joven nació durante la bonanza económica que experimentó el país, pero en la primera década de 1960 comenzaron acumular algunas experiencias, el autoritarismo del Estado mexicano, pero también se les presentó la oportunidad de sumarse a un movimiento de democratizador al interior del PRI y, unos meses después desarrollaron un movimiento estudiantil, que los hizo proyectar un futuro esperanzador, donde se lograse la democratización de la Universidad, de los sindicatos y del sistema político mexicano.
En 1938, el presidente Lázaro Cárdenas convirtió el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), en una organización corporativa, al integrar los sectores obrero, popular, militar y campesino.87 Desde entonces, el PRM, luego PRI, se definió como brazo del Estado y, con el tiempo se convirtió en una casilla de registro en la que llegaba el político para obtener un puesto de representación. El partido al agrupar los sectores más importantes de la sociedad, se convertía en la correa de transmisión de sus inquietudes y, al llevar a los puestos de elección popular al hombre de uno de esos sectores, hacía posible que atendiera las demandas y problemas de la población.88
Aunque ninguna fuerza le disputaba la primacía al PRI, comenzaba a causar cansancio, por su capacidad para atraerse las fuerzas emergentes. Bajo ese contexto, Carlos A. Madrazo, ocupó la presidencia del PRI de diciembre de 1964 a noviembre de 1965. Madrazo se encontró con los siguientes problemas en el partido: los acarreos; no escuchar y no resolver los problemas de la gente; postular en las elecciones a personas cuyo único mérito era la amistad o el interés y no la creencia en los principios del partido; la influencia de los gobernadores en la elección de los candidatos a puestos de elección popular y en la construcción de las directivas locales del PRI.
Para refrescar el ambiente en el partido, Madrazo designó delegados en siete estados89 y, luego renovó los comités directivos estatales y municipales (mediante votación en asambleas) en nueve estados.90 Asimismo, el dirigente nacional se abocó a elegir los dirigentes seccionales por medio de asambleas, al tiempo que organizó elecciones en forma libre y espontánea para elegir candidatos a presidente municipales, síndicos y regidores. Otra reforma fue ordenar a los directivos estatales levantar nuevos padrones de afiliados desde las secciones electorales. Un último punto, fue la dotación de tierras y crédito, agilizar juicios, censar los centros de población, deslindar ejidos, parcelarios, darles asistencia técnica y proveerlos de agua.91
El líder nacional trató de democratizar al partido a partir del plano municipal para permitir la participación de individuos y grupos en el plano local y, romper con las prácticas de los gobernadores y caciques y, los dirigentes de los sectores del PRI. Para eso, ordenó indagar la cantidad real de los militantes, al tiempo que promovía la afiliación y re afiliación, así como la elección de los candidatos a puestos municipales. Esas acciones toparon con los cacicazgos regionales de los gobernadores.
En Sinaloa, por ejemplo, en septiembre de 1965, se realizaron elecciones internas para nominar candidatos del PRI a presidentes municipales y regidores.92 Sin embargo, en Culiacán, en las votaciones internas se enfrentaron, el ahijado político de Sánchez Celis, Alejandro Barrantes contra Enrique Higuera López, resultando triunfador el primero con 19 340 votos, mientras que el perdedor obtuvo 15, 208. Ambos intercambiaron acusaciones de fraude electoral. Así que intervino el CEN nacional del PRI, que decidió anular las elecciones y convocar nuevas para el 17 de octubre donde no podía participar ni Barrante ni Higuera.93 Pero Sánchez Celis no reconoció la decisión del CEN nacional, para él el triunfador era Barrantes.94 Al anularse las candidaturas, en Culiacán la elección institucional transcurrió en medio de una tormenta; Alejandro Barrantes95 se presentó como candidato independiente al PRI, mientras que Alberto Zazueta era postulado por el Partido Francisco I. Madero, que era capitaneado por Enrique Peña Batiz “El Gallo de Oro”.96 Nuevamente se reafirmó a Barrantes como ganador y luego fue declarado presidente municipal de Culiacán.
Ante los resultados, los seguidores del grupo Francisco I. Madero se echaron a las calles, una de sus primeras acciones fue constituir guardias permanentes en lugares públicos. Conforme pasaba el tiempo las protestas aumentaban, al grado de concentrar en los mítines hasta 10 mil personas. Pero pronto, Sánchez Celis desprestigió e intimidó a los dirigentes del movimiento, hasta girar ordenes de aprehensión en contra de Enrique Peña Batiz y Alberto Zazueta Duarte; mientras que los profesores universitarios Marco Cesar García Salcido y Tomás Rochín fueron exiliados. Esto provocó que para septiembre de 1966, las movilizaciones llegaran a su fin.97
El movimiento cívico fue derrotado, sin embargo, muchos los actores involucrados (maestros y estudiantes) llevaron las ideas de democracia a la UAS, lugar donde en 1966 lograron la caída del rector Julio Ibarra Urrea; y unos meses después, los estudiantes movilizados en asambleas generales eligieron a la directiva de la Federación de Estudiantes Universitarios Sinaloenses (FEUS); asimismo plantearon como reforma universitaria: paridad en el Consejo Universitario y en los consejos técnicos de cada una de las escuelas tanto de representación estudiantil como de docentes; desaparición de la Junta de Gobierno y creación de casas del estudiante.98 Los actores y el proyecto del grupo Francisco I. Madero mantuvo su hegemonía hasta 1968, momento cuando comenzó a tener fuerza el Partido Comunista Mexicano (PCM), a través de la Juventud Comunista.
En las filas del grupo Francisco I. Madero destacó todo un abanico de actores como universitarios, campesinos y obreros. La cabeza visible era Enrique Peña Batiz,99 quien había fungido como profesor de inglés en una escuela privada, presidente juvenil en el Distrito Federal de los Partidos del Pueblo y coordinador de campaña presidencial del general Miguel Henríquez Guzmán,100 como resultado fue recluido preso en Lecumberri, compartiendo celda con Fidel Castro.101 Enrique Ruiz de Alba era empleado de la Telégrafos nacionales y dueño del pasquín El Costeño. Mientras que Pedro Oropeza era profesor de la escuela primaria Antonio Rosales de la misma capital sinaloense, quien afirmaba que “Sánchez Celis está a punto de caer del poder y ridiculizó el programa Sinaloa en Marcha”.102 Anatolio Ortega Ortega, dirigente de los estudiantes de secundaria del estado, quien se destacó por haber participado en la quema de cines en Culiacán.103 Otros de los estudiantes de secundaria era José Quiroz Torres, quien atacó al gobernador Sánchez Celis y su hijo Leopoldo Sánchez Duarte.104
Un sector importante dentro del grupo Francisco I. Madero, fueron los profesores y estudiantes universitarios. Uno de ellos fue el Lic. y notario público Marco César García Salcido,105 quien estudió derecho en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNAM, fungió como profesor de la Universidad desde 1955 a 1970, también se desempeñó como secretario general de la UAS de 1966 a 1970; y de 1972 a 1973 ocupó la rectoría de la UAS.106 Otro fue el Lic. Rodolfo Monjaraz Buelna (miembro del Partico Comunista Mexicano (PCM),107 quien realizó sus estudios de preparatoria en la Universidad Socialista del Noroeste de 1939 a1940. Estudió la carrera de Derecho en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en la UAS de 1941 a 1943; y se desempeñó como catedrático en la Facultad de Derecho y rector de la UAS de 1966 a 1970.108
Una pléyade de estudiantes universitarios participaron en el movimiento político. Entre los que destacan, Salvador Lozano Quintero, miembro del Frente Estudiantil Sinaloense, que proponía reformas democráticas al interior de la administración universitaria y las organizaciones estudiantiles como las sociedades de alumnos y de la misma FEUS. Utilizaba como mecanismo de difusión el periódico estudiantil denominado Nueva Conciencia, que era financiada por el PRI y del que sólo vieron la luz dos números, pues cuando los editores, intentaron incluir artículos marxistas el partido oficial se negó a seguir subsidiándolo.109
Benito Flores,110 estudiante de contabilidad decía “que con apoyo del estudiantado de Sinaloa, formaran un grupo juvenil dentro del ‘Francisco I. Madero, cuyo asesor y coordinador general es y será Enrique Peña Batiz, arrogó que su única arma contra las autoridades es la oratoria”.111 Los estudiantes de leyes aparecieron como activistas de primera línea, entre ellos estaban José Refugio Ibarra Romero, Jaime Zazueta Palazuelos,112 y Robespierre Lizárraga, quien se ostentaba como vocero de los estudiantes universitarios y terminó afirmando en una reunión que “un gran contingente universitario sinaloense estará presente en la asamblea para formar el Comité Estudiantil Juvenil Maderista”.113 A esa consigna se sumaron los estudiantes Juan Manuel Terrazas, Anacleto Terrazas Araujo (presidente de la FEUS para el periodo, 1966-1967), Jesús Miche Jacobo “El Hitler”,114 quien ocupó la presidencia de la FEUS en el periodo 1967-1968; así como Andrés Cañas Martínez,115 que “está promoviendo y buscando prosélitos para el grupo Juventudes Profesionales Estudiantiles de Sinaloa, que pretenden formar un partido Nacional Juvenil”.116
En la Universidad existieron dos polos de activismo político, uno fue en la escuela de Derecho y el otro en la escuela de Economía. Los primeros eran mayoritarios, por lo tanto fueron ellos los que estuvieron en primera línea en el grupo encabezado por Peña Batiz y, además que era tradición que los estudiantes de derecho realizaran carrera política dentro de la Universidad, para luego brincar a la arena estatal. El grupo de Derecho fue el que impuso su hegemonía hasta 1968, después comenzó la etapa de la Juventudes Comunistas.
En Economía emergió un núcleo más radical, cuyo ideólogo principal fue el profesor José Luís Ceceña Cervantes,117 quien era de ideología marxista y simpatizante del PCM.118 Ceceña formó parte del Frente Electoral del Pueblo (FEP),119 que era dirigido por el profesor Arturo Campos Román.120 Siendo director de la Escuela de Economía, en 1966 Ceceña en plena huelga estudiantil, coincidía con el Comité Estatal del PCM en su apoyo a los huelguistas, porque el rector Dr. Julio Ibarra para construir Ciudad Universitaria solicitó un préstamo al Banco Interamericano de Desarrollo, que;
En lo personal, si lo estaba por considerar que esa obra era un elefante blanco, sumamente costosa y no proporciona mejoramiento académico, pues no son 30 millones de pesos, los que se necesitan para esa construcción, sino 90 millones, por lo que se está engañando al pueblo.121
Ceceña como principal ideólogo del núcleo de Economía, se convirtió en flanco de ataques constantes por parte del rector Ibarra Urrea y de la prensa local. Se publicó un documento donde se exhibió que Ceceña recibía mensualmente, la cantidad de 7, 250 pesos de parte del Fondo de Cultura Popular, editorial del Partido Comunista.122
Junto a Ceceña estaba la profesora Silvia Millán y el joven profesor Manuel Inzunza Sáenz,123 quien había sido un buen estudiante y como catedrático “según sus propios alumnos, excelente”; ha participado en diferentes cursos y eventos en México y en el extranjero; y como estudiante viajó a la República Socialista de Cuba.124 Por el lado estudiantil, destacaba Fausto Burgueño Lomelí (originario del municipio de Cosalá), quien fungía como presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela de Economía. Él fue uno de los dirigentes principales que se manifestó contra el rector Dr. Julio Ibarra Urrea en 1966 e incluso lo reto “enfrentársele como hombre, no como señorita frustrada”. Burgueño Lomelí siempre fue abierto a que participaran en la huelga “maestros, directores de escuelas y estudiantes en general, sin distinción de ideologías”.125 Otro estudiante fue Horacio Lozano Santillán, quien era profesor de Secundaria y estudiante de Economía, al mismo tiempo participaba en el grupo Francisco I. Madero.126 También destacaron los alumnos Daniel García Mascareño, Salvador Lizárraga Saucedo, José de Jesús Montiel Montoya, Cesar García Vargas y Rodrigo Rodríguez Mendoza.127
Una generación había derrotado al Dr. Julio Ibarra Urrea, quien antes de renunciar como rector en octubre de 1966, realizó una radiografía de sus detractores al decir:
He demostrado que los tres movimientos que en la corta vida de la autonomía que tienen la institución, se ha suscitado, fueron generados y financiados por partidos políticos en la lucha por el poder y evidenciado la intervención descarada del Partido Comunista Mexicano, del llamado grupo Francisco I. Madero, de seudo universitarios secundados en puestos públicos, de exfuncionario será sus muy personales intereses.128
Los cuadros progresistas del PRI, con el triunfo del movimiento estudiantil en 1966, lograron sentar las bases de su proyecto político en la Universidad. Mientras que el PCM comenzó a tener presencia en la Escuela de Economía por medios de estudiantes y maestros, ya que a nivel nacional el partido había centrado su mirada hacia los trabajadores agrícolas, los campesinos sin tierra, los trabajadores del sector estatal, los cristianos radicalizados; los jóvenes y los estudiantes.129 Las dos corrientes políticas abrazaron como proyecto político democratización de las organizaciones universitarias, agrarias y obreras. Uno de los alumnos sostenía: “este es una organización comunista, son totalmente falsos, ya que el “Francisco I. Madero”, es revolucionaria y democrático y cuenta con todo el apoyo del Sr. Presidente de la Republica”. Además, los universitarios querían construir un partido político que compitiera con los candidatos impuestos por los caciques del PRI.
La generación que participó en el grupo Francisco I. Madero y en la izquierda comunista (PCM) y marxista nacieron durante la etapa de estabilidad económica, de 1940 en adelante, por cerca de cuarenta años, el producto nacional bruto alcanzó un crecimiento promedio anual del 6 por 100. Pero comenzaron a aparecer serios problemas en el modelo económico durante la segunda mitad de los años sesenta, donde los presidentes anunciaron administrar la abundancia, gracias a los grandes recursos petroleros.130
5. El ascenso de la izquierda en la Universidad
El núcleo duro de la izquierda en la Universidad, sobre todo marxista se asentó en la Escuela de Economía, su máximo ideólogo fue el Lic. José Luís Ceceña, quien desde 1966 hasta 1967, cuando el PCM no tenía presencia en la Universidad, se encargó del proceso de adoctrinamiento de los alumnos de la citada escuela. Por ejemplo, en 1967 Ceceña organizó un viaje a la Habana, Cuba, lo acompañaron los profesores Manuel Inzunza (secretario de la Escuela de Economía), Silvia Millán y el profesor de Artes Plásticas Arturo Moller y el estudiante de Economía Fausto Burgueño Lomelí entre otros.131 Según la DFS, Ceceña llevó a la Isla a los alumnos a obtener conocimientos de tácticas guerrilleros, brigadas de choque y habilidades para agitar en el medio estudiantil.132 El mismo director de Economía y el estudiante Burgueño Lomelí, en junio de 1967, mostrado admiración por la Revolución Cubana efectuaron la Semana cultural cubana e invitaron al embajador Dr. Joaquín Hernández.133
Las conferencias fueron otras formas de ideologización en la Escuela de Economía. Para eso, Ceceña Jr. contaba con su padre, José Luís Ceceña Gámez, de filiación comunista,134 quien disertó el tema: Desarrollo económico. El conferencista enfatizo en temas como las siguientes: existe un paupérrimo ingreso económico de las clases populares; el gobierno debe acabar con los monopolios y nacionalizar la banca. Terminó diciendo, que la “revolución popular se lograra en el campo y en la fábrica, orientando al campesino y al obrero sobre sus legítimos derechos, para que pida respeto ante el patrón, empresa o gobierno.135
Rodolfo Rodríguez Meléndrez “El Chichi”,136 jugó un papel importante en la creación de cuadros políticos dentro de la universidad, lo cual fue aprovechado por la Juventud Comunista de México (JCM). Al respecto Millán Alarid recuerda:
Rodríguez Meléndrez, este tenía un Ateneo que se llamaba Señor Universitario, donde muchos de nosotros nos preparaban como oradores, el caso de Liberato [Terán Olguín] por qué Liberato era bien tartamudo y lo ponían a practicar con un lápiz en la boca, y lecturas en voz alta, entonces Rodríguez Meléndrez jugó un papel importante, ante el movimiento de marzo de la universidad y, la gente del Partido Comunista, es el que toma el trabajo de este señor y, se empieza como era, una organización nacional, se empieza más fácil a penetrar, Rodríguez Meléndrez finalmente va a salir expulsado de la casa del estudiante [Rafael] Buelna y por la misma gente de la Juventud Comunista.137
Rodríguez Meléndrez dirigía el Ateneo Universitario, que realizaba reuniones los fines de semana en el Auditorio Ruperto L. Palizada, ubicado en el edificio central de la UAS, donde se cursaba oratoria, poesía, asimismo se proyectaba cine universitario y se efectuaban festivales culturales. Liberato Terán, igual que Millán Alarid, coinciden en que el Ateneo fue un crisol ideológico- político de las sociedades de alumnos y de la FEUS, el motor del conjunto de iniciativa que desplego el movimiento universitario de los sesenta y setenta. En el ateneo se discutía y argumentaba en torno a la Revolución cubana, disputa chino-soviética, la condena de la guerra Vietnam, la teoría del foco guerrillero. La agrupación contaba con su propio periódico denominado: Trinchera.138
La presencia del PCM en la Universidad antes de 1968, se encontraba dispersa, si acaso existían algunos profesores como Monjaraz Buelna y, Ceceña Cervantes comulgaba con el marxismo, pero no formaba parte del Partido. El profesor Arturo Campos Román comenzó a aparecer después de 1968, aunque este si había sido uno de los militantes más activos del PCM en Sinaloa, pues fue candidato a senador en 1965, por el Frente Electoral del Pueblo, así como secretario del Comité Central Regional de Sinaloa del PCM.139
A nivel nacional, la Revolución cubana y su compromiso con la revolución continental habían estimulado la politización de una nueva generación de estudiantes. Así que la Juventud Comunista de México140 experimentó un renacimiento en la UNAM y en el IPN, en la ciudad de México, y atrajo a figuras como Rafael Talamantes, Raúl Álvarez, María Fernanda Campa, Valentina Campa, Walter Ortiz, Eliezer Morales, Gilberto Guevara y Pablo Pascual, muchos de los cuales desempeñarían un papel relevante en la izquierda mexicana durante las siguientes dos décadas.141
Pero en Sinaloa fue entre 1967 y 1968, cuando llegaron los representantes de la JCM, quienes se ocuparon de organizar los cuadros juveniles en la entidad y en la Universidad. Uno de ellos fue Eduardo Valle Espinoza (El Búho),142 estudiante proveniente de la UNAM, quien traía consigo todo un bagaje de experiencia política adquirida de los incipientes movimientos estudiantiles que comenzaban a surgir en México. Una de sus mayores contribuciones a la lucha estudiantil en la UAS, fue su destacada actuación en la elaboración del anteproyecto de una Nueva Ley Orgánica, presentado por la FEUS; propuesta que luego retomó el conjunto del movimiento, hasta discutirse en detalle y aprobarse en el Consejo Universitario como iniciativa de ley, misma que se llevó al Congreso del Estado y se ventiló en un debate público.143
También arribaron a la UAS otros dos jóvenes, destacados militantes comunistas: Antonio Medina de Anda, que se inscribió en la Escuela de Agricultura; y Antonio Pacheco Ortiz que se matriculó en la Escuela de Economía, ambos habían participado en las luchas de la Universidad de Guadalajara (UDG, lugar de donde fueron expulsados por la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). Pronto estos dos estudiantes destacaron como dirigentes estudiantiles; “Toni” Medina había sido dirigente en la Juventud Comunista en Guadalajara, junto con su tocayo el “Toni” Pacheco. Decidieron irse a Sinaloa donde cayeron parados. Al rato ya eran jefes de la Juventud, hasta del movimiento estudiantil”.144
Así fue como en la UAS se conformó el cuadro político de militantes comunistas integrado por Liberato Terán Olguín145 y sus hermanos Rito y Lorenzo, así como Audómar Ahumada Quintero, Camilo Valenzuela Fierro, Eleazar Salinas Olea, Francisco Rivera (Chicano), Guillermo Juangorena Tamayo, José Antonio León Mendívil, Andrés Ayala (El Rayo) y Jorge Luna Lujano.146 Esta corriente poco a poco fue consolidando su protagonismo al interior del movimiento estudiantil y por su puesto en la FEUS.
En una primera fase, Liberato Terán - de segundo año de Economía- fue el que destacó dentro de la FEUS,147 ocupó el cargo de presidente del Comité Ejecutivo durante el periodo 1968-1969. Con Liberato se dio un parteaguas, primero porque al ser derrotado el grupo de Mazatlán encabezado por Castro Zamudio, se terminó con la hegemonía en la FEUS de los estudiantes de Derecho. Segundo, Terán Olguín se distanció de sus antecesores, pues desarrolló una política cultural148 entre el estudiantado, además que trató de vincularse a los movimientos populares. Liberato siendo estudiante de segundo año de la preparatoria Central Diurna en mayo de 1966, participó y obtuvo el primer lugar en el concurso Estatal de Oratoria organizado por la FEUS. Gracias a eso, resultó electo como representante del Consejo Universitario y para septiembre participó con la generación joven en la huelga contra Julio Ibarra Urrea.149
Después de la renuncia de Ibarra Urrea, Liberato en una de sus intervenciones sostenía “los estudiantes debemos ser de hoy en adelante los paladines de la justica y que aunque se nos ha calificado de marxistas, anarquistas, comunistas, agitadores, luchamos por verdad”.150 En lapso de 1967-1969, Terán Olguín fue integrante del comité Nacional de la JCM. Liberato aunque más joven sigue siendo parte de la generación que abrazó el proyecto del grupo Francisco I. Madero, sólo que se nutrió de la vena intelectual de Ceceña Cervantes y su habilidad por la oratoria lo perfeccionó con Rodríguez Meléndrez. Mientras que Ahumada Quintero, Valenzuela Fierro, Salinas Olea, Juangorena Tamayo, León Mendívil, Francisco Rivera, Andrés Ayala (El Rayo) y Luna Lujano llegaron a la Universidad entre 1968 y 1969, cuando la Universidad estaba politizada y la JCM controlaba las casas del estudiante Rafael Buelna Tenorio y La Sinaloense. Por ejemplo, Valenzuela Fierro, Ahumada Quintero (oriundos de municipio de Guasave), Salinas Olea (originario de Culiacancito, a unos kilómetros de Culiacán) y León Mendivil se instalaron en las casas estudiantiles, compartiendo habitación con uno de los dirigentes de la JCM Pacheco Ortiz.151
La FEUS encabezada por Liberato Terán, para formar los cuadros políticos implementó como pedagogía los festivales culturales, que incluía música de protesta, poesía crítica y conferencias. La música fungió como fuente de inspiración e identificación con otras personas que comparten su causa. Además la música se baila, se grita, se canta; y todo eso sucede en compañía de otras personas, se hace en sintonía con las bandas y con el público que las acompaña. En las marchas, aun cuando se esté denunciando algo considerado injusto, se respira ambiente de regocijo. Se gritan con coraje reprimido, se exige justicia a gritos, hay indignación y tristeza, pero detrás de todo ello hay alegría.152
En las reuniones celebradas en la escuela de Derecho y Contabilidad y Administración, Liberato Terán, Ismael Arenas y Lamberto Ortega organizaron un festival cultural, donde ofreció un concierto Margarita Bauche quien para ese tiempo se había convertido en una juglar del movimiento estudiantil mexicano; al igual que la compositora Judith Reyes. Para Bauche la música de protesta expresaba un descontento ante un “problema que afecta directamente a los hombres, a un país. La protesta ante un mal sistema o ante lo que nos parece negativo o nos afecta”.153 Entre los temas más importantes resaltaban: México 68, México te amo, Perseverancia, Vale la pena vivir, Rumba jarocha, La Morena, María, Regina, Madre Tierra, Niño Chamula, Soñé y Carreta de Madera. Algunos fragmentos de esta última canción dedicada al Che Guevara decía:
Los paisajes y los cerros Atrás quedándose están, con mi cantar yo me alejo, me alejo cada vez más. Mi canto tiene un mensaje De tristeza y soledad, tiene el sabor del silencio, del llanto lleva la sal. Carreta de madera Déjame donde tú ya no puedas andar, Largo es mi camino Mas tengo es mi camino Más tengo que llegar. Tengo en mi pueblo el hambre y ahora busco libertad, Pan no se necesita Sin antes la paz lograr. Los montes están inquietos, Las flores quieren llorar, Le digo adiós a mi suerte, Al frente voy a luchar. Los campos se están secando, la limpia lluvia se va, el agua se tiñe negra, y negra la tierra esta. Carreta de madera Déjame donde tú ya no pueda andar, Largo es mi camino, Más tengo que llegar. Tuve en mi pueblo el hambre, Y ahora tengo libertad, Será la vida eterna Cuando se descanse en paz.154
Las canciones de protesta consumidas por los estudiantes, se coreaban en las reuniones, los mítines y las manifestaciones públicas, asimismo los mismos alumnos realizaban antologías de canciones, que repartían dentro de la misma Universidad con el fin de construir un discurso legitimador. Además de María Bauche, se cantaban las canciones de Judith Reyes, uno de los más famosos fue Los restos de Don Porfirio, donde se denunciaba el presidencialismo autoritario y la Constitución era una mera formalidad.155
Cuando Armienta Calderón, llegó a la rectoría de la UAS en 1970, los estudiantes se posesionaron del edificio central de la Universidad, quienes por medio de un equipo de sonido difundieron canciones de protesta. Asimismo, dos estudiantes de la preparatoria Emiliano Zapata entonaron canciones de protesta en homenaje a Ernesto Che Guevara; y la estudiante de Enfermería, Blanca Nieves Palacios, interpretó canciones de protesta.156
Dentro de los festivales culturales también se declamaba poesía, por ejemplo, en el atrio de Catedral, con asistencia de 400 personas, la FEUS auspició la presentación del Grupo Coral Político Mascaradas, quienes interpretaron siete poesías donde denunciaban al imperialismo yanqui; y al terminar el acto cultural el grupo vendió al público discos grabados por ellos.157 En otro acto cultural, el grupo de Poesía Coral de la preparatoria Popular Emiliano Zapata entonó los versos de una canción de protesta.158 Para principios de 1970, cuando estalló la huelga contra Armienta Calderón, cincuenta alumnos en la plazuela Rosales, frente al edificio central de la UAS, pusieron discos mediante el sonido local de la Universidad, donde colocaron grabaciones del Grupo Los Mascareños, que “contiene poesía de protesta, invitando a la concentración anunciada para las 5:00 horas frente a la Universidad”.159
En México, después del 68, el viento de protesta, de denuncia, vertebra temáticamente las principales composiciones del 68. El tono acusatorio define una poesía directa, alusiva, donde el interés ideológico prima sobre las definiciones estéticas. La literatura va a abrir un proceso de reflexión sobre el estado de la patria y las consecuencias del desarrollo de una democracia aparente, autoritaria y represiva, con un doble discurso, cargado de grandes significados de progreso y vacía de soluciones reales ante las desigualdades sociales.160
Otro de los géneros socorridos por la FEUS, fueron las conferencias. En mayo de 1969, el organismo estudiantil invitó a la periodista, escritora, museógrafa y crítica de arte Raquel Tibol,161 quien fungía como Secretario de Organización del Comité Mexicano de Solidaridad con el Vietnam. En el salón de actos Ruperto L. Paliza de la UAS, frente a un público de 250 asistentes, entre ellos el secretario general García Salcido, Tibol disertó la conferencia: Avances en la liberación de Vietnam. La exposición versó sobre la guerra que libraba el pueblo vietnamita “contra el imperialismo yanqui y las conciencias sufridas por la población, principalmente mujeres y niñas desvalidas”; también aludió a la ayuda humanitaria que realizaba la Cruz Roja Internacional en la que no influía la ideología. Cerró la conferencia con la proyección de un documental, donde se observaban escenas del conflicto bélico, así como vehículos entregando alimentos a la población civil.162
En otra conferencia en la Universidad, Raquel Tibol habló sobre el tema Influencias de los muralistas mexicanos, destacó los planteamientos ideológicos de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Frida Kalo y José Revueltas. Al terminar su exposición, la conferencista aprovechó el momento para vender bonos para ayudar al pueblo de Vietnam, asimismo obsequió a Liberato Terán un escudo simbólico de Vietnam, periódicos y revistas impresas en Vietnam y en Cuba con textos en español.163
En junio de 1969, en la preparatoria de la Universidad, los días viernes y sábado se llevó a cabo una conferencia, con asistencia del rector Monjaraz Buelna y 400 estudiantes y público en general. La disertación fue realizada por el Dr. Jorge Carrión (1913-2005), con el tema La crisis de la educación superior en México. Carrión, fue, junto con Manuel Marcué Pardiñas, cofundador de la revista quincenal Política, que publicó en México de mayo de 1960 a diciembre de 1967. Los temas de la revista fueron la lucha por la paz mundial, la defensa de los presos políticos, así como la Revolución cubana y la difusión de sus logros.164
Para Jorge Carrión, el auge de la educación en México se observó únicamente durante el sexenio del general Lázaro Cárdenas, ya que permitió que se educaran los hijos de los campesinos, de los obreros y del ejército. Enfatizó que existe demagogia gubernamental al sostener en la prensa que se dedica la mayor parte del presupuesto a la educación; ya que afirmó que once millones de niños no asistían a ninguna escuela. Agregó que la educación en el país era para la clase media y alta, dejando la mayoría de la juventud en la injusticia social. Para solucionar el problema se necesitaba una reforma académica, burocrática y administrativa.165
Carlos Monsiváis166 en 1969, también impartió una conferencia en la escuela preparatoria de la Universidad, cuyo tema se tituló: Un mínimo de los años sesentas. Sus razonamientos se basaron en concepciones filosóficas sobre la literatura de 1960 a 1969. Monsiváis igualmente trató el tema del movimiento estudiantil del 2 de octubre, con lo cual “ha dejado impresionada a la grey estudiantil sinaloense al criticar al régimen actual que preside el Lic. Gustavo Díaz Ordaz por una sucesión de errores cometidos por sus colaboradores con relación al problema aludido.167
Durante el periodo de Liberato Terán en la dirección de la FEUS, desfilaron por la Universidad cantautores, escritores, ensayistas y politólogos de izquierda. Con eso queda demostrado que las JCM a través de la FEUS comenzó un intenso proceso de formación política hacia las bases estudiantiles. Esa postura se sostiene bajo los siguientes argumentos: Terán Olguín se había nutrido de las enseñanzas de su profesor, José Luís Ceceña Cervantes, quien desde 1966 acostumbraba organizar Semanas culturales, donde se impartían conferencias e incluso se invitaba al embajador cubano para estrechar relaciones con la Isla.
El PCM esporádicamente auspiciaba la proyección de documentales y fotografías. Por ejemplo, en agosto de 1966, el Dr. Carlos Riva Camarena, presidente de la Asociación Sinaloense Pro Amistad con China Popular Socialista, en las oficinas del FEP y la Central Campesina Independiente (CCI) exhibió 150 fotografías sobre la agresión imperialista a Vietnam. A los asistentes se les obsequiaba revistas de Vietnam y China Popular, traducidas al español, así como la revista Bohemia editada en Cuba.168 En la ciudad de México, en septiembre el Comité del Distrito Federal del PCM, acordó efectuar rondas de militantes portando carteles contra la Guerra de Vietnam, para el primero de octubre, momento cuando se inaugure el nuevo edificio de relaciones exteriores y “ver que el pueblo mexicano no quiere esa guerra”.169
A partir de 1968, la JCM, filial del PCM, desarrolló en la UAS un intenso trabajo de educación y formación política, para eso se invitaron conferencistas, escritores, se proyectaron documentales sobre la guerra de Vietnam, asimismo, por medio de aparato de sonido, se difundió la música de protesta y poesía critica. Al mismo tiempo, se formaron agrupaciones estudiantiles de poesía coral, que se presentaban en los diferentes festivales culturales organizados por la FEUS. Pero, además, el 68 trajo como consecuencia la producción de revistas, periódicos, libros, cine, teatro, radio y música, que tenía como flanco de críticas al sistema político mexicano y la cultura burguesa.170
6. Conclusión
Dos generaciones, dos proyectos políticos. De 1965 a 1968, confluyeron dos generaciones, una adulta y a otra joven. La primera se integró por militantes de izquierda como Monjaraz Buelna, Ceceña Cervantes y Arturo Campos Román; por otro lado figuraba García Salcido más corte liberal progresista. Los miembros de esta generación, a principios de la década de 1960, disfrutaban de espacios culturales,171 como el Ateneo Sinaloa, que tenía su centro de reunión en el Casino de la Cultura, cuyo objetivo era escuchar música, cultivar las ciencias y las letras a través de la revista Letras de Sinaloa, dirigida por Carlos Manuel Aguirre.172
La generación joven también participaba en los círculos literarios, a lados de sus profesores. Por ejemplo, estudiantes y maestros de la Normal de Sinaloa influidos por el PCM habían fundado el grupo Magisterial 18 de Abril, la inquietud era de tipo cultural, político que se inspiraba la Revolución Cubana, las huelgas ferrocarrileras y magisteriales.173 Entre los maestros fundadores, muchos de ellos se inscribieron y se graduaron en la Escuela de Economía de la UAS, entre los más destacados estaban Silvia Millán, Manuel Inzunza y Salvador Lozano Quintero; mientras que Raymundo Ríos Astorga y Arturo Campos Román siguiendo el mismo camino jugaron un papel protagónico en la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales.
Lo cierto fue que tanto la gente de izquierda como de corte progresista liberal, abrazaron el proyecto planteado por el movimiento democratizador de Carlos Madrazo, representado en el estado por Enrique Peña Batiz. Ese proyecto político fue el que predominó en la UAS desde 1966 hasta 1968, cuyos planteamientos eran la democratización del gobierno universitario, reforma a los planes de estudio; y formar un partido de oposición al PRI con ideología de izquierda-progresista. La hegemonía de ese proyecto fue cuestionado por el grupo Turcio Lima y el Frente Estudiantil Universitario, que pregonaban hacer propaganda con los campesinos y sectores pobres.
Con el ascenso de la JCM en la Universidad, a partir de 1968, la FEUS lanzó el proyecto de formación política de las bases estudiantiles a través de festivales culturales, donde se proyectaba documentales, se impartían conferencias de reconocidos intelectuales de izquierda, asimismo se invitaban a artistas que contaban música de protesta y los maestros organizaban grupos de teatro y poesía.