INTRODUCCIÓN
Para un mayor aprovechamiento del potencial productivo y genético en bovinos, es necesario lograr la concepción de las vacas lo más pronto posible dentro de los primeros tres meses posparto, reduciendo el intervalo entre partos e incrementando los ingresos por vaca y por año. De esta manera se puede justificar la aplicación de técnicas de manejo reproductivo que incluyan programas de sincronización de la ovulación con inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) (1). La implementación de programas de IATF permite la inseminación de un gran número de animales en un periodo establecido. Así, pues, se logra obtener una cantidad considerable de crías con semen de toros de alto potencial genético, lo cual facilita y acelera el proceso de mejoramiento genético (2).
El anestro es la ausencia de comportamiento estral en un periodo esperado. Es un evento fisiológico normal que tiene un promedio de tiempo, y se realiza, bajo condiciones pastoriles, de 45 a 60 días (3,4). Actualmente, el anestro se clasifica en cuatro tipos (T) diferentes, teniendo en cuenta las dinámicas folicular y luteal: T1, emergencia de onda folicular sin desviación de folículos; T2, desviación y crecimiento de folículos, seguido de atresia o regresión; T3, crecimiento y establecimiento de un folículo dominante sin ovulación; y T4, ovulación, celo y formación de un cuerpo lúteo con una prolongada fase lútea (5,6).
El anestro posparto prolongado es la causa más frecuente de retardo en la concepción. La incidencia de este fenómeno ha ido en aumento en el contexto mundial, desde el 7 hasta el 38 %, y los principales factores asociados son el amamantamiento y la nutrición. Esto afecta las reservas de hormona luteinizante (LH), que en condiciones normales se restablecen y se incrementan gradualmente, luego del día 15 al 30 posparto, y evita la ovulación de las vacas con cría (7-9).
En vacas de sistemas de producción de carne, el amamantamiento es el factor que más altera la reanudación de la actividad cíclica posparto. Las vacas que se les retira la cría presentan un anestro posparto menor en comparación con las que amamantan con una primera ovulación entre los 34 y los 63 días, respectivamente (7,10). A su vez, la mala nutrición y pobre condición corporal también están altamente relacionadas con el bloqueo de la actividad ovárica y el alargamiento del anestro posparto en las vacas con cría en pie. Se sabe que las deficiencias nutricionales, principalmente de energía, tienen un efecto negativo en la liberación de GnRH, y, por lo tanto, en los pulsos de LH; esto aumenta la sensibilidad del hipotálamo para los efectos de retroalimentación negativa del estradiol (7,11).
La regulación de la succión y estímulo de la lactancia es una opción viable de manejo para disminuir el intervalo posparto. Este último puede disminuirse por destete completo, destete temporario o por corto plazo (72 horas), destete parcial o restringido -restricción de la succión a periodos cortos de tiempos por día- y otros (12). Tales prácticas son empleadas en sustitución al método de destete tradicional que en Colombia se realiza entre los 6 y 8 meses de edad de las crías. El objetivo de estas prácticas es mejorar el desempeño reproductivo de las hembras, e intentar, al mismo tiempo, minimizar pérdidas de peso en la cría (13).
Otro mecanismo para el control del anestro es el tratamiento hormonal. La sincronización de celos en bovinos permite alcanzar mejores desempeños reproductivos. En los últimos años se han logrado importantes avances en la efectividad de los tratamientos para la inducción de la ovulación y la ciclicidad, los cuales, asociados a la IATF, permiten lograr muy buenas tasas de preñez en campo. Se sabe que la exposición a progesterona es un requisito indispensable para el reinicio de la actividad ovárica posparto, y su inclusión es imprescindible para el éxito de cualquier tratamiento hormonal de anestro (9,14,15).
Debido a los muchos factores e interacciones que afectan el reinicio de la actividad ovárica, el control del anestro posparto es complejo y diferentes métodos pueden ser empleados para su control. Dentro de ellos, la restricción del amamantamiento asociada a sincronización de celos con IATF es uno de los métodos con mejores resultados, debido a la disminución del intervalo parto-ovulación y el aumento en la tasa de servicios (16,17).
Dado que la sincronización de celos con IATF continuará siendo el método de servicio de mayor impacto en el mejoramiento genético y el tratamiento del anestro posparto, es importante conocer el efecto de los diferentes protocolos sobre las estructuras ováricas, las concentraciones de progesterona plasmática y el porcentaje de preñez. Con base en lo anterior, el propósito de esta investigación fue comparar protocolos de sincronización de la ovulación empleando gonadotropina coriónica equina (eCG) con el uso de amantamiento restringido, o sin este, en vacas brahman con cría en pie.
MATERIALES Y MÉTODOS
Localización
El estudio se realizó en vacas brahman comercial de sistemas de producción de carne, en la hacienda Villa María, localizada en el municipio de Almaguer, vereda El Cocal, departamento del Cauca (Colombia), a una latitud 1,88806 y longitud -76,9081, con temperaturas promedio entre 11 y 26 °C.
Criterios de inclusión
Se incluyeron vacas diagnosticadas en anestro (ausencia de cuerpo lúteo) mediante ultrasonografía; vacas con cría en pie; vacas con igual manejo nutricional y que no hayan recibido ningún tipo de suplementación adicional, con excepción de sal mineralizada a igual composición y suministrada en las mismas cantidades.
Criterios de exclusión
Se excluyeron vacas con signos de enfermedad sistémica o uterina al inicio y durante el estudio; vacas con modificaciones en la dieta y vacas en las cuales el tratamiento presentó algún imprevisto (cambios en las horas o casos en los que no se administró alguna de las hormonas del protocolo, caída de dispositivo intravaginal).
Tamaño de la muestra
Mediante un método no probabilístico, en el cual, de una población total de 240 vacas con una condición corporal promedio de 2,75 (escala 1 a 5), en un periodo de 3 meses, se seleccionaron para el estudio, con base en el criterio de inclusión, 184 animales, y se les asignó aleatoriamente alguno de los tratamientos.
Ultrasonografía inicial a los animales objeto de estudio
Se realizó examen semiológico completo y evaluación reproductiva con ecografía a todos los animales objeto
de estudio, para establecer si son aptos, según el criterio de exclusión.
Evaluación de semen
Se utilizó en el estudio pajillas del mismo reproductor (Bieber Steakhouse Y165-0200AR2081). Se realizó evaluación de semen congelado de las pajillas que se van utilizar, con el propósito de garantizar la correcta interpretación de los resultados obtenidos.
Asignación de tratamientos
Se realizaron dos tratamientos y dos controles. Los protocolos de sincronización de la ovulación que utilizaron progestágenos y estrógenos variaron en el uso o no de eCG, y en el empleo o no de restricción del amantamiento. Las 184 vacas fueron asignadas aleatoriamente en igual número a cada tratamiento. Los tratamientos asignados fueron:
Tratamiento 1 (T1): sin restricción del amamantamiento:
Día 0: aplicación de dispositivo intravaginal bovino (BID) con 0,5 g de progesterona + administración intramuscular (IM) de 2 mg de benzoato de estradiol.
Día 8: retiro del BID + administración IM de 500 de cloprostenol sódico + administración IM de 500 UI/vaca de eCG.
Día 9: administración IM de 1 mg de benzoato de estradiol.
Día 10: IATF (54 horas después de retirado el dispositivo).
Control 1 (CT1):
Día 0: aplicación de BID con 0,5 g de progesterona + administración IM de 2 mg de benzoato de estradiol.
Día 8: retiro del BID + administración IM de 500 de cloprostenol sódico.
Día 9: administración IM de 1 mg de benzoato de estradiol.
Día 10: IATF (54 horas después de retirado el dispositivo).
Tratamiento 2 (T2): con restricción del amamantamiento:
Restricción del amamantamiento.
Día 0: aplicación de BID con 0,5 g de progesterona + administración IM de 2 mg de benzoato de estradiol.
Día 8: retiro del BID + administración intramuscular IM de 500 de cloprostenol sódico + administración IM de 500 UI por vaca de eCG.
Día 9: administración IM de 1 mg de benzoato de estradiol.
Día 10: IATF (54 horas después de retirado el dispositivo).
Control 2 (CT2):
Restricción del amamantamiento.
Día 0: aplicación de BID con 0,5 g de progesterona + administración IM de 2 mg de benzoato de estradiol.
Día 8: retiro BID con 0,5 g de progesterona + administración IM de 500 de cloprostenol sódico.
Día 9: administración IM de 1 mg de benzoato de estradiol.
Día 10: IATF (54 horas después de retirado el dispositivo).
La restricción del amamantamiento se realizó cuando el ternero tenía 45 días de nacido, y se inició 7 días antes de iniciar el tratamiento. Consistió en permitir el amamantamiento de los terneros durante 2 h en la mañana y luego separarlos de sus madres el resto del día. Los terneros recibieron suplementación adicional con sal mineralizada y concentrado. En los grupos de tratamiento y control (T1-CT1) en los que no hubo restricción del amamantamiento, los terneros permanecieron todo el tiempo de estudio con la madre.
Diagnóstico de gestación
Se realizó mediante ultrasonografía a los 35 días posteriores a la inseminación artificial.
Variables de estudio
Porcentaje de preñez de los tratamientos con uso de eCG y con restricción del amamantamiento o sin esta.
Análisis estadístico
El análisis de los datos se realizó mediante estadística descriptiva, determinando el porcentaje de vacas preñadas en cada tratamiento. Las diferencias entre los tratamientos se establecieron realizando inferencia sobre parámetros, mediante la prueba de comparación de dos proporciones de Pearson para muestras independientes. Para el análisis estadístico se empleó el programa para análisis epidemiológico de datos tabulados Epidat® 3.0.
RESULTADOS
Durante los tratamientos, ninguno de los animales perdió el BID ni presentó inconvenientes durante el protocolo de sincronización de I ATF. En la evaluación de semen no se encontraron alteraciones en motilidad, densidad o morfología, con lo cual se determina que el semen utilizado fue apto para la inseminación.
El mayor porcentaje de preñez se obtuvo en el tratamiento de sincronización de la ovulación con eCG sin restricción del amamantamiento. En vacas en anestro, con cría en pie, en las que se realizó I ATF sin la administración de eCG y sin manejo del amamantamiento, se obtuvieron bajos porcentajes de preñez, los cuales fueron menores al 20 % (figura 1).
Mediante la prueba de comparación de proporciones de Pearson para muestras independientes, se pudo determinar, con un 95 % de confianza, una diferencia del 40,5 % en el porcentaje de preñez, cuando se administraba eCG y no se realizaba restricción del amamantamiento (tabla 1).
Se encontró diferencia significativa entre el tratamiento 2 y el control 2 (restricción del amamantamiento con uso de eCG o sin este), siendo el porcentaje de preñez 21,3 % mayor cuando se realizaba restricción del amamantamiento y se administra eCG (tabla 2 ).
Al realizar la comparación entre los tratamientos 1 y 2 (tabla 3), no se encontró una diferencia significativa. Se puede establecer que no existe diferencia en el porcentaje de preñez si "se realiza" o "no" restricción del amamantamiento cuando en los protocolos de sincronización de celo se utiliza eCG.
Al realizar la comparación entre los controles 1 y 2 (tabla 4), no existe diferencia en el porcentaje de preñez si "se realiza" o "no" restricción del amamantamiento cuando en los protocolos de sincronización de celo no se utiliza eCG.
DISCUSIÓN
Actualmente, en el sistema de producción de bovinos, un alto porcentaje de los productores manejan sus animales con el sistema de restricción del amamantamiento. Sin embargo, obtienen baja productividad, la cual se incrementó con la adición de protocolos de sincronización de la ovulación (18). No obstante, en el estudio se obtuvieron mejores resultados con protocolos de sincronización de la ovulación para IATF, con sincronización de la ovulación utilizando eCG sin restricción del amamantamiento. Lo anterior tiene un efecto positivo en la reproducción del hato, y permite destetar terneros con mayor peso y disminuir costos por manejo. Por lo tanto, la restricción del amamantamiento es una práctica de manejo con resultados positivos cuando los protocolos de sincronización utilizados para la IATF no incluyen la administración de eCG.
Resultados similares al encontrado en el presente estudio se hallaron en la investigación de Núñez y Domínguez (19), quienes establecieron que no hubo efecto significativo en la aplicación del amamantamiento restringido sobre la tasa de preñez en vacas cebuínas con cría sometidas a programas IATF con uso de eCG y repaso con toros.
Adicionalmente, varios autores encontraron resultados similares relacionados con la efectividad de la eCG en vacas en anestro. Ganchou, Soto y Ramírez (20) evaluaron el uso de eCG en vacas mestizas tropicales en anestro posparto, y encontraron una tasa de ovulación superior del 79 %, y una diferencia en la tasa de preñez del 18,3 % cuando se utilizaba eCG. Villa, Morales y Granada (21) compararon cuatro tratamientos de sincronización de la ovulación en vacas Bos indicus lactantes, y obtuvieron una tasa de preñez superior a los demás tratamientos (55,7 % versus 19,4; 22,5 y 21,8 %, respectivamente) cuando se utilizaron dispositivos de liberación de progesterona más eCG, lo cual mejoró el desempeño reproductivo de las vacas. Sánchez y colaboradores (22) determinaron que en vacas anéstricas mestizas cebú el tratamiento con Norgestomet y eCG fue efectivo para inducir estro de fertilidad normal, lo cual fue monitoreado con ultrasonografía.
A pesar de que diferentes estudios corroboran la efectividad de la asociación progesterona-eCG en el tratamiento del anestro en bovinos, los estudios que comparan la efectividad o no del amamantamiento natural en bovinos en anestro tratados con sincronización de la ovulación que utilizan progesterona y eCG son escasos. Se recomienda continuar evaluando la efectividad del amamantamiento con diferentes protocolos IATF y en condiciones medio ambientales diferentes.
CONCLUSIÓN
En vacas en anestro con cría en pie, el uso de protocolos de sincronización de la ovulación para IATF con la administración de 500 UI de eCG, y sin realizar restricción del amamantamiento, es una alternativa de manejo reproductivo que puede incrementar los porcentajes de preñez, y además favorece la cría de terneros.