Introducción
Para hacer una correcta evaluación, diagnóstico e intervención de problemas emocionales y conductuales en niños menores de cinco años se deben tener en cuenta los constantes cambios implicados en su desarrollo evolutivo (Romero-Acosta & Ruíz, 2015). Estudios anteriores indican que los niños de 0 a 5 años pueden presentar problemas emocionales y conductuales (Romero-Acosta, et al., 2022; Romero-Acosta & Ruíz, 2015; Skovgaard, et al., 2005; Lecannelier, et al., 2005). De hecho, entre 6% y 24% de los niños preescolares padecen de alguna dificultad o trastorno (Skovgaard, et al., 2005). Para este grupo de edad, los problemas más frecuentes son: trastornos del sueño (15-50%), trastornos de la alimentación (6-35%), y los trastornos de la regulación (5-15%) (Keren, et al., 2001; Maldonado-Durán, et al., 2001). Con relación a los trastornos afectivos se estima que el porcentaje oscila entre un 2 y 4% (Kashani, et al., 1997).
La mayoría de estudios sugieren que entre más temprano se manifiesten este tipo de problemas, serán más estables y persistentes a lo largo de la vida del individuo. Con lo cual, la evaluación, diagnóstico y tratamiento temprano son indispensables (Tremblay, et al., 1995). Un estudio realizado en la ciudad de Temuco, cuya muestra consistía en 216 niños preescolares, halló que 16.2% de los participantes se encontraban en un rango clínico de problemas de la conducta y afectivos (Lecannelier, et al., 2005). Se estima que aproximadamente uno de cada cinco niños padece un problema emocional o comportamental leve, y uno de cada diez manifiesta uno severo que dificulta su funcionamiento y adaptación en contextos cotidianos (Costello, et al., 1996).
La prevalencia de los problemas emocionales y del comportamiento en otros grupos culturales es elevada, por ejemplo, el trastorno oposicionista desafiante tiene una prevalencia de 16.8% y el trastorno de déficit de atención con hiperactividad de 2% (Lavigne, & et al., 1996; Lavigne, & et al., 1998). Teniendo en cuenta esta realidad, se están implementando estrategias direccionadas a la prevención e intervención de este tipo de problemáticas en los niños.
En lo que respecta a Colombia, no hay muchos estudios sobre la presencia de problemas emocionales o del comportamiento en etapa preescolar. En una investigación anterior, se estudió la relación entre la presencia de problemas internalizados y externalizados en niños preescolares y su relación con la salud mental de los padres (Romero-Acosta, et a., 2022). Se halló que tanto los problemas internalizados como los externalizados se relacionaron con síntomas ansiosos y depresivos de los cuidadores. Esto quiere decir que, si el estado de ánimo influye en la manifestación de problemas emocionales y conductuales en niños en la primera infancia, también las actitudes hacia la crianza podrían influir en la aparición de problemas de tipo emocional o conductual. En investigaciones anteriores, con niños más grandes y adolescentes, se ha hallado una relación entre la manifestación de problemas emocionales y/o conductuales y las actitudes hacia la crianza (Castillo-Santis, et a., 2015; Pérez, et al., 2019; Romero-Acosta, et a., 2021). Sin embargo, no hay estudios a nivel local que exploren la relación entre las actitudes hacia la crianza y los problemas emocionales y conductuales en niños de educación inicial.
Además, en un estudio cualitativo, los autores encontraron que los modelos utilizados en el contexto parental tienen una incidencia directa en el desarrollo socioemocional, así como en el desencadenamiento de ciertas conductas manifestadas por los niños (Gallego et al., 2019). De esta manera, la implementación de modelos autoritarios genera conductas de aislamiento, mientras que los democráticos propician la autonomía y la socialización más amena.
A continuación, se hará una breve descripción de conceptos claves en el presente trabajo, tales como actitudes hacia la crianza, problemas emocionales y problemas de conducta. Actitudes hacia la crianza Los padres tienden a adoptar actitudes hacia la crianza de los hijos. Roa & del Barrio (2001) definen este tipo de conductas como aquella posición, percepción o tendencia que tienen los padres o cuidadores orientadas al proceso de crianza de los hijos. Las actitudes hacia la crianza, a pesar de estar directamente relacionadas con los estilos de crianza, se centran en dos conceptos básicos: El apoyo y el control. Becker, et al., (1962) definen el control como una actitud de restricción ejercida por los padres o los cuidadores con los menores, en la cual se utilizan técnicas o pautas basadas en el castigo y el autoritarismo. Por otro lado, el apoyo es considerado como lo opuesto al control, esto es, una tendencia a evitar el uso de pautas bajo el castigo físico, utilizando para ello el razonamiento, técnicas de comunicación y la expresión emocional entre los hijos y los padres (Roa y del Barrio, 2001). Problemas emocionalesAchenbach y Edelbrock (1987) definen los problemas emocionales como aquellas manifestaciones de la parte emocional y cognitiva que afectan al sujeto de forma directa o indirecta. Estos se evidencian mediante la aparición de síntomas del estado de ánimo, depresión, ansiedad entre otros (Romero-Acosta, et a., 2022). Los trastornos emocionales, o también conocidos como problemas internalizados, afectan de forma significativa la capacidad que tiene un individuo para gestionar las demandas que se dan en diferentes contextos. Problemas de conducta
Muchos niños tienden a exteriorizar los problemas emocionales mediante comportamientos agresivos o desadaptativos. A este tipo de conductas que se exteriorizan se les llama problemas de conducta (Romero-Acosta et al., 2022). Para Maciá (2007) los problemas de conducta son una serie de comportamientos que se consideran inapropiados, independientemente del contexto en el cual se desarrollen. Estos aparecen cuando existe una alteración en su entorno más cercano que propicia esta serie de situaciones. Mayormente, se suelen detectar en la escuela o el hogar.
Por todo lo expuesto hasta aquí, se considera importante dar a conocer el real valor y el papel que juega el sistema de crianza en el desarrollo y crecimiento de los niños, con especial énfasis en la dimensión emocional y conductual. Se destaca la relevancia de este estudio puesto que en Colombia hay pocas investigaciones sobre psicopatología en preescolares. Por esta razón, se consideró relevante examinar la asociación entre las actitudes parentales hacia la crianza, problemas emocionales y problemas de conducta en niños de 2 a 5 años de Sincelejo, Colombia. Con base a la literatura encontrada, se espera que entre las relaciones halladas la disciplina y la satisfacción con la crianza se relacionen con problemas del comportamiento, y que la deseabilidad se relacione con problemas emocionales (Franco, et al., 2014; García et al, 2018; Hernández-López & et al., 2008; Romero-Acosta, et al., 2021; Smetana, 2017).
Método
Diseño
El presente estudio es de enfoque cuantitativo pues, "utiliza la recolección de datos para probar hipótesis con base en la medición numérica y el análisis estadístico, con el fin de establecer pautas de comportamiento y probar teorías" (Hernández, et al., 2014. p.4). Además, es de alcance correlacional, porque su objetivo es "conocer la relación o grado de asociación que existe entre dos o más conceptos, categorías o variables en una muestra o contexto en particular" (Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p. 93). De tipo no experimental y de corte transversal, puesto que no se manipulan las variables y no se tiene ningún control sobre ellas, y estas variables se analizan en un momento dado (Hernández, et al., 2014, p. 152-154).
Participantes
En total participaron 183 cuidadores, con edades comprendidas entre 19 y 58 años, 167 eran mujeres. Con respecto a los niños, 98 eran niñas (53.6%) y 84 niños (46.2%) Por otro lado, el rango de edad en el cual se encontraban los niños se encuentra entre tres y cinco años (media= 4,35; desviación estándar= ,81). La tabla 1 muestra con más detalle toda esta información. Los niños asistían a centros educativos (CDI) u hogares infantiles de la ciudad de Sincelejo, Colombia. Para la selección de la muestra se utilizó un muestreo no probabilístico, el cual consistió en seleccionar intencionadamente un número de niños a partir de los siguientes criterios de inclusión: niños de 2 a 5 años pertenecientes a centros educativos (CDI) u hogares infantiles, con consentimiento informado previamente firmado por padre de familia, cuidador o tutor. Los criterios de exclusión del estudio: que los padres no quisieran participar a la hora de hacer la entrevista, que los niños presentaran algún problema del neurodesarrollo, que los padres no finalizaran la entrevista de manera completa.
Instrumentos
Cuestionario socio demográfico (ad hoc): La información sociodemográfica como la fecha de nacimiento, sexo de los cuidadores, sexo de los niños, nivel educativo y ocupación de los cuidadores se obtuvo mediante un cuestionario sociodemográfico diseñado por los autores. Para el análisis de la información se tomó en cuenta las directrices dadas por Hollingshead (1975). El nivel socioeconómico se calculó teniendo en cuenta el nivel de estudios y la ocupación de ambos padres.
Child Behaviour Checklist (CBCL 1½-5, Achenbach, & Rescorla, 2000): Las percepciones de los padres sobre los problemas emocionales, conductuales y sociales del preescolar se recolectó mediante la CBCL. Este instrumento fue creado para evaluar las problemáticas mencionadas en un rango de edad de un año y medio a cinco años. La CBCL está conformada por diversas escalas que evalúan problemas afectivos, problemas de ansiedad, somatización, conductas de retraimiento y/o problemas del pensamiento; alteraciones del sueño, problemas de atención y comportamiento agresivo (Lecannelier, et al., 2014). Del mismo modo, cuenta con 99 ítems sobre los problemas infantiles y puede ser cumplimentada por cualquier persona que tenga la posibilidad de estar con el niño en el contexto familiar. La calificación del cuestionario se realiza mediante una escala Likert, el cuidador deberá indicar en cada uno de los ítems si la frase no es tan cierta para el niño (0), si es cierta algunas veces o de alguna manera (1), si es muy cierta u ocurre muy a menudo (2). Los ítems agrupan 8 subescalas que permiten valorar de manera empírica la conducta del niño y su desarrollo socio afectivo. Subescala 1: emocionalmente reactivo, subescala 2: ansiedad - depresivo, subescala 3: quejas somáticas, subescala 4: introvertido, subescala 5: problemas en el sueño, subescala 6: problemas de atención, subescala 7: conducta agresiva y subescala 8: otros problemas. Con 7 sub-escalas se conforman tres escalas generales: internalizantes (EI) (suma de las puntuaciones de las subescalas 1, 2, 3 y 4), externalizante (EE) (suma de las puntuaciones de las subescalas 6 y 7) y problemas generales (PG) (suma de las puntuaciones de las subescalas 5 y 8). En este instrumento, se considera rango clínico cuando las puntuaciones obtienen un percentil mayor a 93. Sin embargo, en este estudio solo se trabajó con medias y desviaciones estándar.
El Parent-Child Relationship Inventory (PCRI; Roa y Barrio, 2001) modificado a población española por Roa y Barrio (2001): Es un instrumento cuyo fin es evaluar las actitudes de los padres hacia la crianza y las actitudes hacia los niños. El PCRI ayuda a identificar algunos aspectos fundamentales en la relación entre padres e hijos. Puede ser aplicado a padres, madres y cuidadores en general. Así mismo, se centra en el control y el apoyo como ejes principales. Posee 78 ítems distribuidos en 8 escalas diferentes: Apoyo (9 ítems), Satisfacción con la crianza (10 ítems), Compromiso (l4 ítems), Comunicación (9 ítems), Disciplina (12 ítems), Autonomía (10 ítems), Distribución de roles (9 ítems) y Deseabilidad social (5 ítems). Para el análisis de este instrumento se sumaron las puntuaciones totales de cada subescala y se obtuvieron las medias y desviaciones estándar.
Procedimiento
Primeramente, se recopiló exhaustivamente información en las diferentes bases de datos sobre las variables estudiadas para el soporte de la investigación, teniendo en cuenta los objetivos planteados, la problemática y el contexto. En segunda instancia, se seleccionó la población que corresponde a niños, niñas y acudientes/tutores. Seguidamente, se socializó la idea de investigación en los distintos centros de desarrollo donde se convocó a una reunión a los padres/acudientes/tutores con niños de 2 a 5 años de edad dirigida por los investigadores del presente estudio. En esta reunión se explicó a los padres de familia el objetivo y procedimiento del proyecto y los que estuvieron de acuerdo en participar, firmaron el consentimiento informado. Después, se aplicaron los instrumentos a través de llamadas telefónicas. Los acudientes y/o tutores principales eran los responsables de responder a los cuestionarios con una frecuencia de dos (2) llamadas por semana con una duración de 30 a 45 minutos. Después de obtener los datos, se tabuló la información y se realizó el análisis estadístico. Por último, se hizo la interpretación de los datos obtenidos y se comparó con investigaciones anteriores.
Análisis de datos
El análisis de la información se llevó a cabo utilizando el programa estadístico SPSS. Se calcularon medias y desviaciones estándar, para el apartado descriptivo. Para la relación de las variables de problemas internalizantes, problemas externalizantes y actitudes hacia la crianza, se utilizó la formula estadística R de Pearson.
Resultados
1. Actitudes hacia la crianza
Las actitudes parentales con las medias más altas de la muestra han sido el compromiso (M = 31.89; DT = 2.09) y la disciplina (M = 29.51; DT = 3.31) mientras que las más bajas de la muestra fueron: comunicación (M = 16.32; DT = 3.53) y deseabilidad social (M = 13.46; DT = 2.43). De manera más detallada, se puede observar en la tabla 2.
2. Problemas internalizados y externalizados
En promedio, los participantes no muestran problemas internalizados y externalizados en el rango clínico. Para ver la información más detallada observar la tabla 3.
3. Relación entre los problemas internalizados y externalizados con las actitudes hacia la crianza
De acuerdo con los datos, se evidencia una relación significativa entre deseabilidad y reactividad emocional y problemas del sueño. Los problemas del sueño presentaron una relación negativa con la disciplina y el compromiso.
Con respecto a los problemas externalizados, se encontró que los problemas de atención se relacionaron con poca disciplina (,001), mientras que los problemas oposicionistas se relacionaron con poca disciplina (,000), poco apoyo percibido (,041), poco compromiso (,004) y más deseabilidad. Por su parte, el comportamiento agresivo se relacionó con poca disciplina (,000), poca satisfacción con la crianza (,034), menos compromiso (,011) y más deseabilidad (,007). Toda esta información se encuentra más detallada en la tabla 4.
Discusión
Este estudio proporciona información sobre la asociación entre las actitudes parentales hacia la crianza y los problemas emocionales y conductuales en niños de 2 a 5 años de la ciudad de Sincelejo (Sucre), Colombia. A continuación, se presentará la discusión en tres apartados: 1. Actitudes hacia la crianza, 2. Problemas emocionales y conductuales, 3. Relación entre problemas internalizados y externalizados y las actitudes hacia la crianza.
1. Actitudes hacia la crianza
Vergara, et., al (2019) evaluaron diferentes actitudes hacia la crianza y la actitud parental que tuvo mayor puntuación fue el compromiso, con una media (M) de 47,58. Así mismo, Castillo-Santis, et al., (2015) encontraron que la actitud parental hacia la crianza con una mayor media fue el compromiso (M= 39). También, Vega & Ramírez (2020) encontraron que la actitud parental hacia la crianza con una mayor media fue el compromiso (M = 31.71; DT = 1.75) y la disciplina (M = 29.78; DT = 3.72) por el contrario, las medias con menos ponderación dieron lugar a las actitudes de comunicación (M = 16.40; DT = 3.12) y deseabilidad social (M = 13.47; DT = 2.44). En esa misma línea, Roa y Del Barrio (2001), encontraron dentro de su estudio realizado en España, que las madres en esta región obtuvieron puntuaciones altas en actitudes hacia la crianza como el compromiso, la comunicación, la satisfacción con la crianza y la distribución de roles. Estos resultados son similares a los hallados en nuestro estudio. Posiblemente se deba a que la subescala de compromiso tiene más ítems que los demás, en total tiene 14 ítems, mientras que apoyo tiene 9, satisfacción con la crianza, 10, comunicación 9, disciplina 12, autonomía 10, distribución de roles, 9 y deseabilidad social 5.
2. Problemas emocionales y conductuales
En la investigación de López y Nieves (2021), los problemas en los que se obtuvieron una mayor media fueron los problemas para comer (M= 1,15) y los problemas negativistas/desafiantes (M= 1.07). Los problemas que presentaron medias inferiores fueron los relacionados con la atención (M= 1.00) y la agresividad (M= 1,02). En contraste, en nuestro estudio se halló que el comportamiento agresivo tuvo la media más alta de todas. Esto pudo deberse a que algunas aplicaciones se hicieron en el tiempo de la cuarentena debido al COVID, y estudios anteriores han demostrado que durante este tiempo los niños pequeños pudieron presentar más problemas internalizados y externalizados, en comparación con cuidadores entrevistados antes de la pandemia (Romero-Acosta et al., 2022).
3. Relación entre los problemas internalizados y externalizados y las actitudes hacia la crianza
Tal como se esperaba, se encontró relación entre la disciplina, la satisfacción con la crianza y los problemas del comportamiento. Lo anterior se encuentra en línea con lo indicado por Hernández-López et al., (2008) quienes hallaron que algunas pautas de crianza, creencias y estilos educativos en la crianza de los infantes son factores de riesgo para que aparezcan problemas relacionados con la atención, hiperactividad y conductas agresivas en diferentes contextos.
En una investigación realizada por García, et al., (2018), los padres que mostraban exigencia y disciplina tenían hijos con más comportamientos agresivos en comparación con aquellos padres que no ejercían tanta disciplina y exigencia. Esto contrasta con lo que encontró Franco, et al (2014), quien identificó que los progenitores que aplican poca disciplina perciben en sus hijos mayores problemas externalizados como lo son: mayor hiperactividad, más problemas de atención y de sueño, mayor conducta agresiva y menos habilidades sociales. Esta última investigación se encuentra en línea con lo hallado en nuestro estudio pues se encontró una relación negativa entre la disciplina y los problemas del comportamiento, esto quiere decir que los padres que obtuvieron medias bajas en la subescala de disciplina percibían más problemas externalizados en sus hijos. No obstante, la disciplina que se ejerce en la familia en forma de castigos y golpes se relaciona directamente con problemas de comportamiento en los niños (Ma et al., 2022). Es decir, los problemas del comportamiento pueden manifestarse por múltiples causas, incluso por la experiencia de maltrato de los padres (Sauvé, et al., 2022), al parecer tanto la disciplina con límites rígidos que se acompaña de golpes, castigos físicos y gritos, se relaciona con problemas de conducta (Ma et al., 2022), y la poca disciplina y la laxitud en las normas del hogar (el extremo opuesto) también produciría el mismo efecto en el comportamiento de los niños (Franco et al., 2014).
Por otra parte, Aguilar-Yamuza et al., (2019) en su estudio refiere que los niños que arrojaron niveles significativos de ansiedad y depresión presentaron una ausencia de apoyo por parte de sus padres, comunicación, y autonomía. En contraste, en nuestro estudio, la deseabilidad y los problemas emocionales tuvieron una correlación positiva. También, los problemas del sueño se relacionaron con deseabilidad, disciplina y compromiso. Esto quiere decir que los padres o cuidadores con menos disciplina y menos compromiso para con sus hijos perciben más dificultades en la conciliación del sueño. Simard et al., (2008) y Zhijun et al., (2016) hallaron una relación entre las prácticas parentales de los padres de niños en la primera infancia y los problemas del sueño. En línea con nuestros hallazgos, Shetty, et al., (2022), encontraron que la falta de rutinas a la hora de dormir y las pautas de crianza laxas predijeron significativamente la gravedad de los problemas del sueño manifestados en los niños participantes de su estudio.
También, existe otra variedad de resultados que no guardan relación o no se asemejan a los resultados de esta investigación, como es el caso de Castillo & et al., (2015), en los resultados de su investigación se encuentra una correlación positiva entre las variables compromiso, comunicación, disciplina y la sintomatología internalizante, sin embargo, entre estos la mayor correlación se da entre el compromiso y la ansiedad, por lo que en los padres con mayor compromiso sus hijos presentan mayor ansiedad. Este contraste entre los resultados de ambos estudios puede deberse a la diferencia de edad de la muestra. El estudio de Castillo-Santis, et al., (2015) se hizo con adolescentes, y el nuestro, con niños en la primera infancia.
Limitaciones:
Mediante la realización de este estudio, se presentaron situaciones que fueron factores limitantes en el transcurso de su ejecución. Debido a la emergencia sanitaria por COVID-19, se hizo más compleja la aplicación de los instrumentos de forma presencial y la accesibilidad a los participantes, situación que llevó a cambiar el método de aplicación de los instrumentos por llamadas telefónicas teniendo en cuenta las implicaciones de tiempo y disposición por parte de los participantes.
Conclusiones:
Las actitudes parentales hacia la crianza influyen en los patrones de comportamiento de los niños. Sería de mucha importancia para el núcleo familiar que los centros de desarrollo infantil y los centros de preescolar ofrezcan espacios de reflexión y diálogo para los padres. En estos espacios pueden dar a conocer, no solo información relevante sobre la crianza, sino también, realizar actividades que aumenten el nivel de participación en el contexto educativo, donde se encuentran los niños la mayor parte del tiempo.
Tal y como se esperaba, se halló una relación entre disciplina y todos los problemas del comportamiento. Entre satisfacción con la crianza y los problemas del comportamiento y entre la deseabilidad y los problemas emocionales. También se encontró relación entre disciplina y los problemas del sueño. Toda esta información nos hace reflexionar acerca de la importancia de las prácticas que ejercen los padres en la educación de sus hijos, pues pueden influir en el desarrollo de problemas emocionales y comportamentales en los niños.