En diciembre de 2019, surgió un nuevo Coronavirus (SARS-COV-2), que provocó una epidemia de síndrome respiratorio agudo (COVID-19) en humanos, en Wuhan, China. Cinco meses después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había declarado una pandemia dado que el virus se había propagado a más de 150 países y se habían reportado más de 2 500 000 casos y más de 150 000 muertes 1. Si bien la pandemia llevó al desarrollo de campañas masivas de salud pública mundial, como el lavado de manos frecuente, no tocarse la cara, mantener el distanciamiento físico-social, el aislamiento y usar máscaras en público para frenar la propagación, también emergió la posibilidad de una vacuna para la prevención de la enfermedad. Aunque existía el riesgo de que la pandemia terminara abruptamente antes de que las vacunas potenciales estuvieran listas, en realidad era poco probable que eso sucediera, y los expertos hicieron un llamado para desarrollar las vacunas más prometedoras, a fin de disminuir la probabilidad de la repetición de brotes 2.
Se necesitaba, al menos, una vacuna viable, aunque los usuarios potenciales de ella podrían presentar múltiples barreras para su aplicación, debido a la percepción de la enfermedad 3, las creencias sobre las vacunas y los remedios alternativos 4, características demográficas, barreras cognitivas 5 e incluso riesgo percibido, entre otras. Los países emergentes y en vías de desarrollo se convirtieron en espacios vulnerables a los brotes y propagación de la infección, debido principalmente a una débil infraestructura de los sistemas de salud y los desafíos económicos y sociales 6,7.
Al finalizar febrero de 2020, México anunció sus primeros casos de COVID-19. Durante las siguientes semanas los casos se multiplicaron y la epidemia avanzó hacia las siguientes fases. Para millones de mexicanos, la opción de quedarse en casa y resguardarse nunca fue viable, debido a que más del 50% de su población trabaja en el sector informal y a que tiene ingresos variables y sin prestaciones sociales 8. Adicionalmente, varios sectores de la sociedad no creían en la existencia del virus. Consideraban que se trataba de una estrategia de pánico o una conspiración 9 y, desafortunadamente, los mitos y barreras contra los beneficios que proporcionan las vacunas han aumentado entre la población 10. Esta investigación tiene como objetivo evaluar el efecto del riesgo y las normas sociales percibidos sobre la COVID-19 y sobre la intención de vacunarse si ya se tuviera una vacuna para prevenir la infección.
El riesgo percibido es un fenómeno psicosocial relacionado con las creencias de salud que implica la evaluación subjetiva de que ocurra un evento o accidente y la preocupación de las personas por las consecuencias 11. Involucra evaluar la probabilidad de que ocurra y los efectos de obtener un resultado negativo, ya que, aunque todos voluntariamente asumimos riesgos, también buscamos reducir la vulnerabilidad ante estos 12. Por ejemplo, una investigación sobre la disposición de pagar la vacuna para la hepatitis B en adultos en Malasia, identificó que la susceptibilidad percibida afectaba la disposición de pagarla, aunque la severidad percibida no tuvo un efecto significativo sobre la disposición 13.
La severidad percibida se refiere a la opinión subjetiva de la gravedad de una condición o enfermedad y sus consecuencias; está influida por emociones provocadas, por lo que se piensa de la enfermedad y por la percepción de la dificultad a contraerla 14. La severidad percibida puede afectar las normas sociales, ya que estas son estándares que prescriben el comportamiento social, aquello que es valorado o rechazado por el grupo social 15. En estudios de riesgo y salud, se ha identificado que las personas están influidas por las normas sociales 16,17, especialmente por las que están relacionadas con el comportamiento de riesgo 18. Es posible entonces suponer lo siguiente: H1: la severidad percibida sobre la COVID-19 afecta las normas sociales percibidas sobre éste.
En diversas investigaciones se ha encontrado que la severidad percibida es un buen predictor de la intención de comportamiento 19. Por ejemplo, una investigación llevada a cabo en Corea del sur y Estados Unidos encontró que la percepción del riesgo tuvo un efecto positivo y significativo sobre la intención de comportamiento de autoprotección en el contexto de la pandemia de gripe H1N1 20. En otro estudio realizado en adultos entre 25 y 64 años en Estados Unidos, se identificó que el riesgo percibido, la escucha de recomendaciones médicas y el haberse vacunado contra la gripe estacional previamente fueron predictores significativos de la intención de recibir la vacuna contra el H1N1 21. Por ello, se propone lo siguiente: H2: La severidad percibida sobre la COVID-19 afecta la intención a vacunarse contra la COVID-19.
La susceptibilidad percibida se refiere a la opinión subjetiva del riesgo de contraer una condición; es decir, qué tanto se perciben a sí mismas las personas en alto riesgo de contraer una enfermedad 22. Existe una amplia gama de opiniones entre los individuos sobre la susceptibilidad personal hacia una enfermedad. El rango de opiniones incluye desde la negación total de la posibilidad de contraer una condición y la aceptación de que pueda ocurrir (pero no a ellos) hasta una creencia de un peligro real 23. Esto significa que la percepción de que una enfermedad pueda afectar la propia vida es una influencia para tomar medidas preventivas. Se ha identificado que la susceptibilidad percibida afecta positivamente las normas sociales. Tal es el caso de una investigación sobre el uso de condón entre universitarios, donde factores psicológicos, como la susceptibilidad percibida, afectan significativamente las normas subjetivas 24. Por ello, se propone lo siguiente: H3: La susceptibilidad percibida sobre la COVID-19 afecta las normas sociales percibidas sobre esta enfermedad.
Otras investigaciones apuntan a que la susceptibilidad percibida afecta significativamente la intención de comportamiento. Chai 25 demostró que la susceptibilidad percibida a la enfermedad fue el segundo factor importante en la intención de adoptar comportamientos saludables. En cambio, en un estudio sobre la intención de cribado de cáncer colorrectal en Estados Unidos 26, el efecto de la susceptibilidad percibida sobre la intención estaba mediado por la influencia familiar. En algunos estudios sobre vacunación, la susceptibilidad percibida tiene un efecto positivo sobre la intención de pagar por una vacuna para los hijos 27 y en la intención a vacunarse contra la influenza, especialmente entre aquellos que han recibido la vacuna previamente 28. Por tanto, es posible proponer lo siguiente: H4: La susceptibilidad percibida sobre la COVID-19 afecta la intención de vacunarse contra la enfermedad.
El efecto de las normas subjetivas en la determinación de las intenciones de comportamiento ha sido muy estudiado a partir del surgimiento de la teoría de la acción razonada y la teoría del comportamiento planeado 29,30. En el campo de la salud se ha respaldado este efecto, que implica que las normas del grupo pueden influir en la intención y en un comportamiento asociado a la salud 31,32. En estudios sobre vacunación, Schutten 33 corroboró que actitud, norma social y vulnerabilidad percibida fueron predictores de la intención de vacunarse contra el virus de la hepatitis B entre hombres homosexuales en Holanda. Otra investigación, en China 34, evidenció que gravedad percibida, barreras percibidas, autoeficacia y normas subjetivas son predictores de la intención de comenzar la terapia antirretroviral (TAR) entre las personas con VIH (PVVS). Entonces, es posible suponer lo siguiente: H5: Las normas sociales percibidas sobre la COVID-19 afectan la intención de vacunarse contra la COVID-19.
MÉTODOS
Se desarrolló un estudio cuantitativo, no experimental, transversal y explicativo. Se utilizó una encuesta electrónica debido al distanciamiento social y distribuida a través de un muestreo por conveniencia en el estado de Puebla, el cuarto con más infecciones de COVID-19 en el país. Se utilizaron adaptaciones de escalas validadas en estudios previos (Tabla 1) y medidos es una escala de Likert de 5 puntos, donde (1 = totalmente en desacuerdo y 5 = totalmente de acuerdo). El instrumento fue aplicado a mayores de 18 años durante la fase 2 entre el 24 de marzo y el 14 de abril de 2020. En total, se completaron 552 cuestionarios para el análisis. Se utilizó la modelación de ecuaciones estructurales (SEM) por medio del método de mínimos cuadrados parciales (Smart PLS).
La Tabla 2 presenta las características de quienes respondieron la encuesta. Ninguno había sido contagiado o manifestaba los síntomas de COVID-19 al momento de responderla.
Frecuencia | % | Frecuencia | % | ||
Género | Escolaridad | ||||
Hombres | 156 | 28,2 | Doctorado terminado | 63 | 11,4 |
Mujeres | 396 | 71,8 | Estudiando doctorado | 43 | 7,8 |
Edad | Estudiando maestría | 42 | 7,6 | ||
18-29 años | 106 | 19,2 | Licenciatura terminada | 206 | 37,3 |
30-39 años | 213 | 38,6 | Licenciatura trunca | 29 | 5,3 |
40-49 años | 139 | 25,2 | Maestría terminada | 135 | 24,5 |
50-59 años | 51 | 9,2 | Preparatoria terminada | 23 | 4,2 |
60-69 años | 38 | 6,9 | Preparatoria trunca | 6 | 1,1 |
70 años y más | 5 | 0,9 | Secundaria terminada | 5 | 0,9 |
Modelo de medición
Los constructos fueron evaluados respecto a su confiabilidad y validez. La literatura sugiere que los ítems con cargas de al menos 0,7 son aceptables 37, por lo que fueron eliminaron seis ítems: dos de severidad percibida (SP1, SP2), dos de susceptibilidad percibida (SUP1, SUP2), uno de normas sociales (NS4) y uno de intención de vacunarse contra COVID-19 (1VC3). El resto de los ítems fueron retenidos (Tabla 3); susceptibilidad percibida quedó con un solo ítem, por lo que fue analizado como una variable en el modelo estructural. El alpha Cronbach (α) y la fiabilidad compuesta de cada uno de los constructos excedieron el mínimo de 0,7 38, por lo que se cumple con consistencia interna (Tabla 3) y, los constructos cumplen con el criterio de validez convergente a través de la Varianza Extraída Media (AVE) excediendo el valor mínimo requerido de 0,5 39.
Constructo | Ítem | Factor de Carga | Alpha Cronbach | Rho | Fiabilidad compuesta | AVE |
Severidad percibida | SP3 | 0,9 | 0,7 | 0,8 | 0,9 | 0,8 |
COVID-19 | SP4 | 0,9 | ||||
Normas sociales percibidas COVID-19 | NS1 NS2 NS3 | 0,9 0,8 0,8 | 0,8 | 0,8 | 0,9 | 0,7 |
Intención de vacunarse | IVC1 | 1,0 | 0,9 | 0,9 | 1,0 | 0,9 |
contra COVID-19 | IVC2 | 1,0 |
Se probó la validez discriminante de los constructos a través de tres métodos: indicadores de cargas cruzadas 38, criterio de Fornell y Larcker 40 y el método Heterotrait-Monotrait Ratio (HTMT), cuyo valor debe ser menor o igual a 0,9 41. Como se muestra en la Tabla 4, se confirmó la validez discriminante de los constructos.
Cargas cruzadas | |||||
Intención de vacunarse | Comportamiento previo | Normas sociales | Severidad | Susceptibilidad | |
contra COVID-19 | de vacunación | percibidas | percibida | percibida | |
CVP | -0,2 | 1,0 | -0,2 | -0,1 | -0,1 |
IVC1 | 1,0 | -0,2 | 0,3 | 0,2 | 0,1 |
IVC2 | 1,0 | -0,2 | 0,3 | 0,2 | 0,1 |
NS1 | 0,3 | -0,2 | 0,9 | 0,4 | 0,3 |
NS2 0,2 -0,1 0,8 0,2 0,2 | |||||
NS3 | 0,2 | -0,2 | 0,8 | 0,2 | 0,2 |
SP3 0,2 -0,1 0,3 0,9 0,3 | |||||
SP4 | 0,2 | -0,1 | 0,3 | 0,9 | 0,2 |
SUP3 | 0,1 | -0,1 | 0,3 | 0,3 | 1,0 |
Criterio Forner-Larker | |||||
Intención de vacunarse | Comportamiento previo | Normas sociales | Severidad | Susceptibilidad | |
COVID-19 | de vacunación | percibidas | percibida | percibida | |
Intención de vacunarse | 1,0 | ||||
COVID-19 | |||||
Comportamiento previo | -0,2 | 1,0 | |||
de vacunación | |||||
Normas sociales percibidas | 0,3 | -0,2 | 0,8 | ||
Severidad percibida | 0,2 | -0,1 | 0,3 | 0,9 | |
Susceptibilidad percibida | 0,1 | -0,1 | 0,3 | 0,3 | 1,0 |
Heterotrait-Monotrait Ratio (HTMT) | |||||
Intención de vacunarse | Comportamiento previo | Normas sociales | Severidad | Susceptibilidad | |
contra COVID-19 | de vacunación | percibidas | percibida | percibida | |
Intención de vacunarse | |||||
contra COVID-19 | |||||
Comportamiento previo | 0,2 | ||||
de vacunación | |||||
Normas sociales | 0,3 | 00,,12 | |||
percibidas | |||||
Severidad percibida | 0,3 | 0,1 | 0,4 | ||
Susceptibilidad percibida | 0,1 | 0,1 | 0,3 | 0,3 |
Evaluación del modelo estructural. Los resultados indicaron que la variable control de comportamiento previo de vacunación tiene un efecto negativo y significativo sobre la intención a vacunarse. Cuatro de los cinco efectos sometidos a evaluación fueron significativos.
Respecto a la H1 se encontró que severidad percibida de la enfermedad tiene un efecto positivo y significativo sobre normas sociales percibidas (β=0,267, p<0,0001). Para H3 pudo comprobarse que la variable de susceptibilidad percibida a contraer COVID-19 tiene un efecto significativo sobre normas sociales percibidas (β=0,202, p=0,0001). La severidad percibida tiene un efecto sobre las normas sociales percibidas sobre el virus (β=0,209, p=0,0001) confirmándose H2; en cambio, la variable de susceptibilidad percibida no tiene un efecto significativo sobre la intención a vacunarse (β=0,054, p=0,201), por lo que H4 se rechaza. Finalmente, las normas sociales percibidas sobre la COVID-19 tienen un efecto positivo sobre la intención a vacunarse (β=0,226, p=0,0001), lo que confirma H5. La Tabla 4 contiene los estadísticos t para los efectos planteados y la Figura 1 muestra el modelo contrastado.
DISCUSIÓN
La severidad se vincula con la percepción de la gravedad y las consecuencias que pueden generar las creencias sobre la COVID-19 42. En cambio, la susceptibilidad percibida se refiere a qué tanto considera una persona que está en riesgo de contraerlo 43. En este trabajo ambos son predictores de las normas sociales percibidas, las cuales fueron establecidas para el cuidado y prevención a ser infectado. Durante la epidemia de COVID-19 se observó que los familiares y amigos podían ayudar a alinear el comportamiento con las recomendaciones de expertos en salud pública y epidemiólogos para lograr respuestas más efectivas y reducir la propagación de contagios. Los resultados encontrados corroboran que la percepción de severidad y susceptibilidad de contraer el virus tiene un efecto positivo en las normas sociales en favor de medidas preventivas. Desafortunadamente, en México los mensajes comunicados por algunos medios de comunicación minimizaron el riesgo de contraer el virus y su propagación 44, lo que llevó al detrimento de la severidad y la susceptibilidad percibidas, relajando el cumplimiento de las normas sociales requeridas para atenuar la velocidad de contagios y posible saturación del sistema de salud.
Identificamos también que la severidad percibida y las normas sociales sobre la COVID-19 son predictores de la intención de vacunarse, lo que coincide con estudios realizados principalmente en grupos vulnerables y con efectos positivos y significativos sobre la intención de vacunarse contra virus como el H1N1 o el papiloma humano 45,46,47. En cambio, aunque otros estudios han identificado que la susceptibilidad afecta la intención del comportamiento 48, nuestros resultados mostraron que la variable de susceptibilidad no afecta a la intención de vacunarse contra COVID-19. Esto significa que la percepción del nivel de riesgo de contraer el virus no contribuye a predecir la intención de vacunarse. Por tanto, la recomendación para la promoción de la aplicación de la vacuna se basa en el uso de mensajes que recuerden la gravedad y las consecuencias del virus, así como apoyarse en las recomendaciones de amigos y familiares que refuercen las normas de cuidado y prevención como beneficios de la aplicación de la vacuna ⁘