Introducción
La Organización Mundial de la Salud define droga como "toda sustancia que, introducida en un organismo vivo, pueda alterar una o varias de sus funciones" 1,2. Reiterando este concepto, toda sustancia de origen natural o sintético que al introducirse por cualquier vía, ejerce un efecto directo sobre el sistema nervioso central (SNC), ocasionando cambios específicos a sus funciones y alterando todas sus dimensiones: psicológica, fisiológica, entre otras 3.
El estudio nacional de sustancias psicoactivas indica que el 0,5% y 1% de la población adulta es adicta a los opiáceos morfina, heroína; entre 5% al 10% al alcohol y entre un 30% al 40%, al tabaco 4. Así mismo, la prevalencia del consumo de sustancias ilícitas en el grupo de 18 a 24 años, fue de 8,7%, los adolescentes de 4.8%, y las personas de 25 a 34 años, con una prevalencia del 4,3%. Se considera que los mayores consumidores son los adultos jóvenes de todas las sociedades, la prevalencia disminuye con la edad (maduración, obligaciones sociales), siendo frecuente en varones 5.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) indicó que en el año 2017, un total de 246 millones de personas, es decir una de cada 20 personas de edades comprendidas entre los 15 y 64 años, consumieron drogas ilícitas 6. En América y Europa, el consumo de cocaína ha disminuido en su conjunto, el consumo de cannabis y el uso no médico de opioides farmacéuticos ha seguido en aumento, en cuanto al consumo de estimulantes de tipo anfetamínico varía de una región a otra, y en algunas subregiones, como Asia sudoriental se ha evidenciadoun aumento del consumo de metanfetamina 7.
El Informe Mundial sobre las Drogas 2015 expresó escasa información sobre la prevalencia mundial del consumo de drogas. En los opioides fue de 0,7% de la población adulta y el consumo de opiáceos de 0,4%, correspondiente a 32,4 y 16,5 millones de personas respectivamente. La prevalencia del consumo de esta sustancia sigue siendo elevada en América del Norte (3,8%). En los Estados Unidos hay indicios de un desplazamiento parcial del consumo de opioides hacia el consumo de heroína. En 2014, las nuevas sustancias psicoactivas notificadas fueron los cannabinoides sintéticos (39%), fenetilaminas (18%) y catinonas sintéticas (15%) 6.
La dimensión del problema sobre las drogas se hace evidente, debido a que 1 de cada 10 consumidores es un consumidor problemático, el cual sufre trastornos ocasionados por el consumo de las sustancias psicoactivas. En el país de Malasia 27 millones de personas de la población son consumidores problemáticos; 12,19 millones de personas consumen drogas inyectables 6.
A nivel nacional el Ministerio del Interior y de Justicia, la Dirección Nacional de Estupefacientes y el Ministerio de la Protección Social, con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, la Embajada de Estados Unidos en Colombia y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la Organización de Estados Americanos (OEA), realizaron un estudio en 126 municipios de los 32 departamentos colombianos, donde mostraron que en el departamento antioqueño y la zona occidental, constituida por Valle, Cauca, Nariño y Bogotá, eran las regiones del país donde hubo mayor consumo de drogas ilícitas 7.
El Observatorio de Drogas de Colombia indicó que el consumo de drogas está creciendo en el país, debido a que no solamente cada vez más personas consumen drogas como lo evidencian los estudios, sino, porque el fenómeno mundial de las drogas emergentes es también una realidad en el contexto nacional en el que cada vez surgen sustancias diferentes, que hacen más diverso el mercado ilegal de drogas. Considerando que Colombia no es ajena a este problema, debido a su impacto y repercusión que tiene en el campo de la salud pública, como lo reconoce en el Artículo 32 de la Ley 1122 de 2007 8, con referencia a la población universitaria, según los estudios comparativos realizados en los países andinos, Colombia tiene los consumos más altos en la mayoría de sustancias 9.
En los estudios de Navia-Bueno y Cols, Wright, Takayanagui y Ventura, se demostró que los estudiantes universitarios no pueden clasificar las sustancias adictivas según su uso socio legal, el 82% reconoció que sí son drogas y psicotrópicas. Se puede observar en cuanto al conocimiento del fenómeno de las drogas, que este se presenta de manera diferenciada en las categorías de los individuos, así como en los diferentes niveles universitarios, siendo muy variado, lo que indica la necesidad de mantener la enseñanza alrededor de la integración, acción y conocimientos referentes a las drogas y a las políticas y programas a nivel nacional e internacional 10,11.
En estudios realizados acerca del conocimiento sobre el consumo de sustancias psicoactivas en estudiantes de enfermería, se evidenció que el 81% de los estudiantes era de sexo femenino, y sus edades comprendían entre 17 y 21 años, el 99,6% consideró que el consumo de sustancias psicoactivas son perjudiciales, en tanto que el 95% estimó que el cerebro es el órgano más afectado por el consumo. El 9,5% consideró que el alcohol no es una droga depresora, y el 18% afirmó que la heroína tampoco no es sustancia depresora. Las benzodiacepinas constituyen la sustancia que en mayor proporción (83%) fue seleccionada como estimulante 12,14.
Por lo anterior, este estudio es importante debido a la necesidad de conocer de dónde viene el problema y abordar de forma específica la población universitaria, porque en esta etapa es donde los estudiantes se enfrentan a un riesgo mayor de consumo de sustancias psicoactivas (SPA); esto se ve influenciado en el periodo de evolución del universitario como es la búsqueda de identidad, autonomía y la necesidad de experimentar nuevas sensaciones en su vida y ser recenonocidos ante su grupo.
La política pretende ofrecer lineamientos que permitan identificar, comprender y contrarrestar los factores sociales y personales que inciden en el consumo de SPA y además, guiar el diseño de planes y programas a nivel territorial que respondan a las necesidades de la familia, la comunidad y los individuos en materia de prevención, superación de los riesgos y daños asociados a estas sustancias. Es por ello que el objetivo de este estudio fue determinar los conocimientos y prácticas de estudiantes sobre sustancias psicoactivas en una universidad de Barranquilla.
Método
El estudio fue de tipo cuantitativo, descriptivo, transversal, con estudiantes del área de la salud de una universidad privada de Barranquilla. De un universo de 4535 estudiantes de los programas de enfermería, medicina, fisioterapia, trabajo social, nutrición, odontología, psicología, terapia ocupacional, bacteriología, fonoaudiología, optometría de todos los semestres académicos (Tabla 1). Se trabajó con una muestra de 324 estudiantes, teniendo en cuenta que la muestra fue de 354 personas, pero se desecharon 30 encuestas por no alcanzar la totalidad de las respuestas, controlando el sesgo de información. Así mismo, se realizó un muestreo probabilístico aleatorio simple, a cargo de un profesional estadístico, con el fin de definir la población a estudiar y así, evitar sesgo de selección.
Para la recolección de la información se aplicó una encuesta titulada "Factores predisponentes y asociados al consumo de sustancias psicoactivas", cuyo autor es Cepeda Díaz, Aldana y Ossío, la cual consta de 33 preguntas, organizadas en tres secciones: socio-demográficos (11 preguntas), conocimientos 4, y prácticas 18. Esta constó de preguntas de selección múltiple, preguntas cerradas de Si, No, No sé, si está en desacuerdo, totalmente en acuerdo y desacuerdo.
Previo a la recolección de la información, se realizó una prueba piloto con 30 estudiantes para determinar la comprensión por parte de los encuestadores y el tiempo empleado para su diligenciamiento para obtener la validez y confiabilidad del instrumento.
Así mismo, se estableció el contacto con los diferentes programas de la universidad privada de Barranquilla, solicitando la autorización con los directores de cada programa. Posteriormente, los investigadores se dirigieron a cada una de las aulas de clase, socializando el consentimiento informado y dando a conocer las consideraciones éticas que se tendrían en cuenta. Además, se les explicó cómo diligenciar la encuesta y el tiempo de aplicación, el cual fue de 15 minutos. Una vez informado el proceso a la población se realizó la encuesta. Para llevar a cabo la actividad, cada uno de los investigadores se dividió los semestres y programas, realizando la recolección de la información, en un periodo de dos meses. Después se procedió a diseñar la matriz en Excel, registrándose las variables significativas, posteriormente los datos fueron procesados con SPSS versión 15.0.
Según el análisis estadístico, en este estudio descriptivo se tuvieron en cuenta las variables cualitativas, las cuales fueron medidas en tablas de frecuencia y porcentaje. Los criterios de inclusión fueron que los estudiantes estuviesen matriculados en el primer periodo de 2016, en todos los programas del área de la salud y los criterios de exclusión fueron estudiantes con alguna limitación física o incapacidad médica que no les permitiera realizar la encuesta. Se tuvo en cuenta la Resolución 008430 de 1993 15, que establece las normas científicas, técnicas y administrativas para la investigación en salud.
Resultados
Las variables sociodemográficas de los estudiantes de la universidad privada de Barranquilla donde se realizó el estudio acerca del conocimiento y prácticas de las sustancias lícitas e ilícitas en el consumo de SPA, señalan que la mayoría de la población estudiada es procedente de Barranquilla, seguido de los municipios de Soledad y Sabanalarga, el género que predominó fue el femenino, el estado civil, solteros de estrato socioeconómico 2 y 3 y la preferencia sexual fue heterosexual (Tabla 2.)
Con respecto a la variable conocimiento sobre el consumo de SPA de los estudiantes de acuerdo con su clasificación, la mayoría respondió que el alcohol era estimulante. Por otro lado, clasifican las anfetaminas, nicotina, cocaína, éxtasis y el bazuco como drogas estimulantes. Con relación a las benzodiacepinas, los estudiantes respondieron en mayor porcentaje que son drogas depresoras, seguido del alcohol, marihuana y los inhalables; así mismo, se observa en la Tabla 3 que los estudiantes categorizan al éxtasis, LSD y la marihuana como sustancias alucinógenas.
Fuente: Encuesta.
Nota: La mayoría de los estudiantes manifestó que las drogas son sustancias perjudiciales para la salud.
Nota: De acuerdo con la variable si las sustancias lícitas e ilícitas afecta algún órgano del cuerpo, la población expresó que los órganos que mayormente se afectan son el cerebro y los pulmones, seguido del corazón, los riñones, la sangre y los ojos.
Nota: Los estudiantes expresaron que la mayoría de sustancias que consumen son lícitas como es el alcohol y tabaco, seguido de drogas ilícitas como la marihuana.
Nota: Se observa que la mayoría de los estudiantes respondió que los estudiantes consumen sustancias lícitas e ilícitas por curiosidad, para divertirse y rumbear y por problemas familiares; otros motivos son para enfrentar la soledad y la depresión.
Discusión de resultados
Al caracterizar a la población estudiada se evidenció que el género que predominó fue el femenino, con un 59% y el 41% masculino, al comparar este resultado con la investigación de Lastre-Amell, et al., mostró que el 81% de los estudiantes era de género femenino y el 19%, masculino 13.
La preferencia sexual de la población estuvo en 96% en ser heterosexual y en menor proporción homosexual con un 3% y bisexual 1%; con respecto al estrato social se identificó que la mayoría pertenece a un estrato social 2 (29%) y 3 (23%), contrastando estos datos con Castellón, et al., 14 se observó que el 99% de los estudiantes son heterosexuales y el 1% se declaró homosexual, además se encontró que el 41.4% pertenece a estrato socioeconómico 2, seguido del 3 con un 23,7%; igualmente el informe final del estudio nacional de consumo de SPA reveló que el estrato con mayor cantidad de población fue el 2 (38,3%) y el 25,7% de la población representó en el estrato 1 16.
Con respecto a la variable de conocimiento sobre el consumo de SPA de los estudiantes según su clasificación demostraron que el alcohol era estimulante, considerando que no tiene conocimiento claro de la clasificación de esta sustancias, debido a que esta droga pertenece a sustancias depresoras; en cambio otros si tienen conocimiento sobre que las anfetaminas, nicotina, cocaína, éxtasis y el bazuco son drogas estimulantes, resultados acordes con estudios encontrados, donde el "Conocimientos, actitudes y prácticas acerca del uso de las drogas en estudiantes indicó que en porcentaje no muy alto (9%) demostró conocer acerca de las sustancias psicoactivas 9.
La investigación señalo que la mayoría de los estudiantes manifestaron que las drogas son sustancias perjudiciales para la salud, pero se sigue observando que hay población que no sabe si algunas de estas sustancias son perjudiciales, considerando que las drogas ilícitas son sustancias que afectan la salud del individuo. Por lo anterior, este estudio nos conlleva a fortalecer la política de la promoción de la salud y prevención de la enfermedad y a trabajar articuladamente con bienestar universitario o servicios de salud amigables con el fin de la mitigación de los daños en aquellos que han tenido contacto con las SPA o evitar el consumo de las sustancias.
De acuerdo con la variable si las sustancias licitas e ilícitas afecta algún órgano del cuerpo, los estudiantes expresaron que los órganos que mayormente se afectan son el cerebro y los pulmones, seguido de corazón, los riñones, la sangre y ojos; es decir que el consumo de estas sustancias, sí afectan los órganos del cuerpo, unos más que otros. Corroborando este resultado con Coullaut-Valera 17, donde la lucha contra el consumo, es caracterizar y cuantificar el daño que dicho abuso produce en el cerebro. Así mismo en otro estudio revelo que los estudiantes de enfermería de la universidad de Barranquilla se identificó que el cerebro, la sangre y los pulmones son aquellos órganos del cuerpo que más sufre los efectos de las sustancias psicoactivas 14.
En la variable prácticas de consumo, la mayoría de los estudiantes expresó que la mayor parte de sustancias que consumen son lícitas como el alcohol y el tabaco, seguido de drogas ilícitas como la marihuana. De acuerdo con el estudio de Barbieri 18, se observó que el 20% de los jóvenes informa consumir alcohol, por lo menos una vez a la semana, el 13% fuma por lo menos una vez al día y el 4% consume drogas ilegales (marihuana, cocaína, éxtasis, heroína, popper, entre otros alucinógenos). Estos datos son similares a los encontrados en la investigación, en la cual se evidenció que las sustancias de mayor consumo son el alcohol y tabaco, seguido de drogas ilícitas como la marihuana 19.
Se observó que la mayoría de los estudiantes respondió que consumen sustancias licitas e ilícitas por curiosidad, para divertirse y rumbear y por problemas familiares, otros motivos son para enfrentar la soledad y la depresión. A nivel etiológico, el consumo juvenil de sustancias psicoactivas responde tanto a intentos de satisfacción de motivaciones hedónicas como propiamente a afanes explorativos, prácticas ritualizadas, deseos de experimentación, desajustes socio afectivos, sobre activaciones varias y a necesidades percibidas de integración en el grupo de iguales y sus estilos de ocio juvenil, propios de una cultura recreativa 19. Hernández et al, 20, en su estudio indicaron que dentro de los factores de riesgo asociados al consumo de sustancias psicoactivas son la violencia intrafamiliar, el abuso, el maltrato, la presión de grupo, el fácil acceso a las drogas y la inactividad en el tiempo libre.
Conclusiones
Los estudiantes de los programas del área de la salud de la universidad privada no tienen conocimiento acerca de la clasificación de las sustancias psicoactivas, es decir ignoran si son depresoras, estimulantes o alucinógenas, entre otras; de acuerdo con las prácticas de consumo de sustancias psicoactivas, las que son lícitas tienen una mayor prevalencia en la comunidad universitaria.
Por lo anterior se concluye que la universidad debe fortalecer planes y acciones estratégicas en la temática de sustancias psicoactivas, que promuevan mejores prácticas de autocuidado en los estudiantes, desde una perspectiva de transformación cultural, educativa y comunicativa, además de la participación social y comunitaria para la prevención, atención y mitigación de los problemas, trastornos y eventos vinculados con la salud mental y al consumo de sustancias psicoactivas de acuerdo con lo manifestado en el Plan Decenal de Salud Pública, involucrando a estudiantes consumidores y no consumidores, alianzas entre las diferentes áreas de servicios de las universidades, directivos, administrativos, educadores profesionales, representantes estudiantiles y redes sociales, mediante capacitaciones, charlas de los docentes en sus clases o en espacios académicos, como eje transversal en el currículo para favorecer un estado de salud y bienestar.