Covid-19 y calidad de vida
Dada la dimensión de la emergencia sanitaria durante el año 2020 (Lai et al., 2020; Bao et al., 2020; OMS, 2020; OPS, 2020, 2022; Woolf et al., 2020), diferentes países establecieron cuarentenas obligatorias, medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarilla, lo cual tuvo consecuencias en la calidad de vida y múltiples aspectos psico-sociales (Jaramillo-Valverde & Marquina, 2020; Sánchez-Duque et al., 2020; Rajkumar, 2020; Douglas et al., 2020; Fiorillo & Gorwood, 2020; Wang et al., 2020; Dawel et al., 2020; Pierce et al., 2020; Wu et al., 2021; Xiong et al., 2020).
La calidad de vida es multidimensional, incluye elementos físicos, psicológicos y sociales, que se ven influenciados por las propias experiencias, creencias, expectativas y percepciones; cada una de sus dimensiones puede llevar a un análisis objetivo del estado de bienestar y, a su vez, a un análisis subjetivo sobre las percepciones en términos de satisfacción (Robles-Espinoza et al., 2016). "Así, se puede llegar a un concepto integral: entenderla como el nivel percibido de bienestar subyacente de la evaluación que realiza cada persona de elementos objetivos y subjetivos en distintas dimensiones de su vida" (Rojas-Rincón et al., 2021, p. 21). Particularmente, en epidemias y desastres se presentan síntomas de estrés postraumático, de depresión y de ansiedad, los cuales afectan de manera significativa la calidad de vida (Guessoum et al., 2020; Taylor et al., 2020).
Las investigaciones indican que la situación de pandemia generó sentimientos de soledad, miedo, ansiedad, depresión y estrés en toda la población con una tendencia a presentar más consecuencias negativas en los jóvenes universitarios (Cao et al., 2020; Huarcaya-Victoria, 2020; Urzúa et al., 2020; Wang et al., 2020; Velavan & Meyer, 2020; Proto & Quintana, 2020; Benitez et al., 2020; Dagnino et al., 2020). Así mismo, estudios anteriores en el tema de epidemias mundiales muestran que la presencia o no de ansiedad influye en el comportamiento; las personas con altos niveles de ansiedad muestran malestar psicológico y conductas disruptivas asociadas a una mayor preocupación por su salud e higiene; en cambio, aquellos que presentan bajos niveles de ansiedad pueden tener conductas de riesgo, incumpliendo las normas de prevención al creer que no se van a contagiar (Taylor, 2019; Asmundson & Taylor, 2020a, 2020b; Matar et al., 2021).
Dentro de los instrumentos más conocidos para la evaluación de la calidad de vida en diferentes países se encuentra el desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), denominado Whoqol, que inicialmente se componía de 236 ítems que fueron reducidos a 100. Posteriormente, se generó una versión aún más breve, el Whoqol-BREF de 26 preguntas, que demostró adecuadas propiedades psicométricas similares al Whoqol-100, utilizándose en sujetos con diagnósticos como depresión, sujetos sanos y con enfermedades médicas crónicas (The Whoqol Group, 1995; Skevington et al., 2004; The Whoqol Group, 1998; Bonicatto et al., 1996; Bonicatto et al., 1997; Bonicatto et al., 2001; Hidalgo-Rasmussen et al., 2021). Ahora bien, la versión española seleccionada por sus adecuadas propiedades psicométricas y su facilidad de aplicación que se usó en la presente investigación es el Multicultural Quality of Life Index (MQLI-Sp), que consta de 10 ítems que dan cuenta de las principales dimensiones más frecuentemente empleadas en la literatura para la evaluación de la calidad de vida (Mezzich et al., 2000). El MQLI-Sp ha sido validado en su versión en español en países como España (Lorente et al., 2002), Perú (Schwartz et al., 2006), Chile (Hernández et al., 2004), Venezuela (Gonzalez et al., 2005) y Argentina (Jatuff et al., 2007). Además, se desarrolló una versión en portugués que ha sido estudiada en Brasil (Zubaran et al., 2004).
Retorno a clases presenciales en pandemia
En Chile se tomaron medidas definidas por el gobierno (Minsal, 2021), en las que se diseñaron diferentes acciones para reducir la velocidad de propagación y el número de contagios por Covid-19; entre estas se encuentra la implementación del aislamiento social restringiendo el acceso a los recintos académicos, solo algunos sectores aislados fueron abiertos para actividades presenciales (Ministerio de Salud & Ministerio de Educación, 2021).
Bajo las circunstancias mencionadas, el retorno a clases presenciales tuvo una serie de implicaciones. Existió una preocupación entre los expertos de la educación y la salud, las autoridades, la opinión pública, los educadores o docentes y los estudiantes y sus familias sobre el rol de la educación durante la pandemia, la calidad de la educación y sobre cómo la educación puede aportar a la salud mental y calidad de vida de comunidades, familias, docentes y estudiantes. Así, además de considerar volver a las aulas en un sentido académico, se pensó en sus implicaciones al retomar otras actividades físicas fuera de casa e interacciones sociales directas con otros (Cedeño-Solórzano et al., 2021; Rama, 2021; Rojas-Londoño & Díaz, 2020; Tejedor et al., 2020).
Actualmente, la desmotivación académica asociada a la pandemia es multicausal y una responsabilidad compartida entre el sistema educativo, los métodos de enseñanza en línea, el ambiente familiar y el aislamiento social. Para el retorno a clases presenciales se debieron tener en cuenta tanto criterios científicos como sociales y culturales, tomando en consideración las ventajas y desventajas de volver desde un punto de vista sanitario, económico, desde la salud física, salud mental, y desde el sentido que se le dé a la educación (académico o socioemocional) (Correa et al., 2021; Caicedo & Calvachi, 2021; Expósito & Marsollier, 2021; Vincent et al., 2021). Así, el presente estudio pretendió evaluar la calidad de vida, variables asociadas y de influencia en una muestra de estudiantes universitarios chilenos que estaban por retornar a clases presenciales.
Método
Participantes
El presente estudio cuantitativo, inferencial, transversal y prospectivo se desarrolló con una muestra seleccionada de manera aleatoria estratificada, en la que el tamaño muestral corresponde a lo establecido por la fórmula de Namakforoosh (2012) al considerar un nivel de confianza del 95 %, error de estimación del 5 %, especificando una muestra de 532 estudiantes universitarios entre los 17 y 40 años (24.4 % género masculino, 72 % género femenino y 3.6 % no binario) de una universidad regional estatal chilena que retomarían clases presenciales en marzo de 2022.
Instrumentos
Para evaluar la calidad de vida se empleó el instrumento autoaplicable MQLI-Sp (Mezzich et al., 2000). Este incluye las siguientes dimensiones: "Bienestar físico, bienestar psicológico, autocuidado y funcionamiento independiente, funcionamiento ocupacional, funcionamiento interpersonal, apoyo social-emocional, apoyo comunitario y de servicios, sentimientos de plenitud tanto personal como espiritual, así como una valoración global de la percepción que la persona tiene de su calidad de vida" (Lorente et al., 2002). Cada dimensión se califica en una escala de Likert de 1 a 10, obteniéndose una puntuación total a partir de la suma de los ítems dividida entre el número de ítems contestados (Jatuff et al., 2007).
En términos de las estimaciones de la fiabilidad, considerando como criterio de optimalidad el valor 0.7, se establece que el MQLI-Sp presenta las características de consistencia interna adecuadas para su replicabilidad y uso en población universitaria (ver tabla 1). De manera confirmatoria se estimó la fiabilidad basada en la estadística Game (González & Aspeé, 2021), siendo coincidente con el alfa de Cronbach, por lo tanto, se determina que no existe presencia de covarianzas negativas para los ítems.
Tabla 1 Indicadores de consistencia interna del índice de calidad de vida MQLI-Sp para el retorno a clases presenciales en estudiantes universitarios en contexto del Covid-19
Índice | Coeficiente a de Cronbach | Coeficiente co de McDonald | Coeficiente a de Game |
---|---|---|---|
Calidad de vida | 0.907 | 0.911 | 0.907 |
Fuente: elaboración de los autores.
En cuanto a la validez, el análisis factorial confirmatorio según los índices CFI, RMSEA y la estadística chi-cuadrado estableció que la unidimensionalidad del índice de calidad de vida es aceptable y en las pruebas relativas a la pertenencia de cada ítem a la dimensión correspondiente se halló en todas las estadísticas un p inferior a 0.05, que igualmente respalda la unidimensionalidad del MQLI-Sp (ver tabla 2).
Tabla 2 Análisis factorial confirmatorio de la unidimensionalidad del MQLI-Sp en estudiantes universitarios
RMSEA 90 % CI | Test de ajuste exacto | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
CfI | RMSEA | Inferior | Superior | χ² | df | p | |
0.901 | 0.140 | 0.126 | 0.155 | 305 | 27 | <0.001 | |
Factor | Indicador | Estimación | SE | Z | p | ||
Calidad de vida | Bienestar físico (sentirse lleno de energía, sin dolores ni problemas físicos) | 1.44 | 0.0906 | 15.9 | <0.001 | ||
Bienestar psicológico/emocional (sentirse bien consigo mismo) | 2.05 | 0.0893 | 23.0 | <0.001 | |||
Autocuidado y funcionamiento independiente (desempeñar sus tareas cotidianas básicas, tomar sus propias decisiones) | 1.51 | 0.0867 | 17.5 | <0.001 | |||
Funcionamiento ocupacional (desempeñar su trabajo, tareas escolares y tareas domésticas) | 1.48 | 0.0911 | 16.3 | <0.001 | |||
Funcionamiento interpersonal (relacionarse bien con la familia, amigos y grupos) | 1.69 | 0.0941 | 18.0 | <0.001 | |||
Apoyo social-emocional (disponer de personas en quién confiar, que le proporcionen ayuda) | 1.83 | 0.1106 | 16.5 | <0.001 | |||
Apoyo comunitario y de servicios (vecindario seguro y bueno, acceso a recursos financieros, de información y otros) | 1.64 | 0.1180 | 13.9 | <0.001 | |||
Plenitud personal (sentimiento de equilibrio personal, dignidad y solidaridad, disfrute sexual, de las artes, etc.) | 2.23 | 0.0920 | 24.3 | <0.001 | |||
Plenitud espiritual (sentimiento de fe, religiosidad y trascendencia, más allá de la vida material ordinaria) | 1.93 | 0.1050 | 19.1 | <0.001 | |||
Percepción global de calidad de vida (sentimiento de satisfacción y felicidad con su vida en general) | 2.24 | 0.0860 | 26.1 | <0.001 |
Fuente: elaboración de los autores.
Por lo tanto, según los análisis métricos presentados, se logró establecer una aceptable fiabilidad y validez para la aplicación del MQLI-Sp en universitarios chilenos, y de esta manera dar soporte a los resultados sobre la calidad de vida frente al retorno a clases presenciales.
Además, se aplicó un cuestionario para recabar información sociodemográfica, de salud, y preguntas asociadas al Covid-19 para obtener otras variables, como rango etario, género de identificación, número de personas con las que vive, si convive con personas de riesgo en salud por Covid-19 (niños, adultos mayores, pacientes crónicos), promoción o cohorte de su proceso académico, trabajo, tener o no responsabilidades de cuidado (niños, personas dependientes o personas mayores), valoración de la eficacia de la vacuna ante retorno a la presencialidad, vacunación, diagnostico Covid-19, muertes cercanas por Covid-19, consumo de tabaco y alcohol, actividad física, embarazo, haber sido diagnosticado o no con obesidad, ansiedad, depresión o estrés.
Procedimiento
Los instrumentos de recolección de datos (MQLI-Sp, cuestionario y consentimiento informado) fueron aplicados mediante un formulario en línea (Google Forms), entre los meses de septiembre a noviembre de 2021, en una universidad regional estatal de Chile, cumpliendo con los estándares éticos para la investigación.
En cuanto a la fiabilidad del instrumento, se utilizó como estimador de la consistencia interna la estadística alfa de Cronbach y tú de McDonald, y para el análisis factorial confirmatorio se soportó en la estadística KMO de adecuación de la muestra, junto a los criterios CFI, RMSEA y la estadística chi-cuadrado, para el ajuste exacto.
Respecto al análisis de asociación se verificó la calidad de los datos y se usaron las estadísticas: one way anova, previa verificación de los supuestos de homogeneidad (Levenne), normalidad (Shapiro-Wilk), y complementados para la especificación con análisis post hoc dependiendo de la prueba de homogeneidad (Tukey o Games-Howell). Por último, para evidenciar posibles relaciones de influencia entre la calidad de vida (continua) y otras variables (nominales), se empleó un análisis de regresión múltiple e incorporación de factores.
Todos los análisis se realizaron en el programa estadístico Jamovi, versión 1.2.2.
Resultados
Características de la muestra
Se contó con la participación de 532 universitarios, entre los 17 y 40 años. El 24.4 % responde al género masculino; el 72 %, al femenino; y el 3.6 %, al no binario. Se destaca que el 65 % de los participantes reportaron vivir con personas de riesgo en salud, el 88.4 % no había sido diagnosticado con Covid-19, sin embargo, el 53.5 % indica que una persona cercana fue diagnosticada y el 87 % reporta que no había tenido muertes cercanas a causa de esta enfermedad (ver tabla 3).
Análisis de calidad de vida en la muestra
Para este análisis se definieron los distintos valores del índice de calidad de vida de manera frecuentista, en función de quintiles, para de esta manera favorecer la precisión en la puntuación, siendo estos: muy mala [0;0.444], mala [0.444;0.556], regular [0.556;0.678], buena [0.678;0.811], excelente [0.811;1].
A partir de los análisis descriptivos se estableció que en general el índice de calidad de vida en la muestra de estudio se encuentra en la categoría "regular", presentando, además, un comportamiento relativamente homogéneo (coeficiente de variación 30 %). En cuanto a la forma, y particularmente refiriendo la asimetría, se halló un comportamiento simétrico (-0.03), es decir, una tendencia hacia puntuaciones en torno a la media (-0.824) y con un grado de concentración platicúrtico.
Asociaciones de la calidad de vida con variables sociodemográficas y de salud
Se presentan los resultados de los estadísticos descriptivos y asociaciones en relación con el índice de calidad de vida (ICV) y las variables obtenidas del cuestionario de información. Así, respecto al rango etario, no se reportan diferencias significativas, sin embargo, en términos descriptivos se observa un icv más alto en los rangos etarios "muy vieja" y "vieja", siendo estos clasificados en la categoría "buena", mientras los otros rangos etarios presentan un ICV "regular" (ver tabla 4).
Tabla 4 ICV según las variables rango etario, género, cambio de vivienda por la presencialidad, convivencia con alguien de alto riesgo en salud, diagnóstico de alguien cercano y diagnóstico de alguien cercano por Covid-19
![](/img/revistas/apl/v41n3//2145-4515-apl-41-03-e3-gt4.jpg)
Fuente: elaboración de los autores.
De igual forma, en cuanto al hecho de haber tenido o no Covid-19, se estableció que no existen diferencias significativas, sin embargo, aquellos estudiantes que declaran no tener a alguien cercano diagnosticado de Covid-19 muestran mayores puntuaciones en el ICV. Y en cuanto a la pregunta ¿ha muerto alguien cercano a ti a causa de Covid-19?, se determinó que no existen diferencias significativas, sin embargo, a nivel descriptivo se visualizan mejores puntuaciones en calidad de vida para aquellos estudiantes que declaran no tener alguna muerte de alguien cercano por Covid-19 (ver tabla 4).
En cuanto al género existen diferencias significativas, estableciéndose que tanto el género masculino como femenino presentan un icv superior en comparación con los declarados no binarios de la muestra. También, para la variable "cambio del lugar de residencia por el retorno a las clases presenciales", se evidenciaron diferencias significativas asociadas a un mayor ICV en aquellos estudiantes que no requieren cambiar su lugar de residencia. Con respecto al hecho de convivir con personas de riesgo en salud por Covid-19 (niños, adultos mayores, pacientes crónicos), se encontraron diferencias significativas, siendo superior la calidad de vida en aquellos que declaran no convivir con personas en riesgo de salud (ver tabla 5).
Tabla 5 Análisis de comparación del ICV y dimensiones de la escala de percepción de riesgo de retorno a clases presenciales en estudiantes universitarios según factores de identificación, sociales y de salud en relación con el Covid-19
Variable | Índice de calidad de vida (ICV) | |
---|---|---|
Género de identificación | <0.001 | No binarios tienen un ICV significativamente menor que los identificados con otro género. |
Retorno a la presencialidad, ¿debes cambiar tu lugar de residencia? | <0.001 | Aquellos que responden ‘no’ tienen un ICV significativamente mayor. |
Vive con personas de riesgo en salud por Covid-19 (niños, adultos mayores, pacientes crónicos) | <0.005 | Aquellos que responden ‘no’ tienen un ICV significativamente mayor. |
Valoración de la eficacia de la vacuna ante retorno a la presencialidad | 0.008 | Quienes sí se vacunaron tienen un ICV significativamente mayor. |
¿Alguien cercano a ti ha sido diagnosticado de Covid-19? | <0.001 | Aquellos que responden ‘no’ tienen un ICV significativamente mayor. |
¿Consumes tabaco? | 0.023 | Quienes no consumen tabaco tienen un ICV significativamente mayor. |
¿Prácticas a lo menos 150 minutos a la semana de actividad física? | <0.001 | Quienes practican deporte tienen un ICV significativamente mayor. |
¿Estás embarazada o vas a ser padre? | 0.002 | Aquellos que van a ser padres o madres presentan un ICV significativamente superior. |
Obesidad | <0.001 | Quienes ‘no’ presentan diagnóstico o un antecedente familiar tienen un ICV significativamente mayor. |
Ansiedad | 0.004 | Quienes ‘no’ presentan diagnóstico o un antecedente familiar tienen un ICV significativamente mayor. |
Depresión | <0.001 | Quienes no presentan diagnóstico tienen un ICV significativamente mayor. |
Estrés | <0.001 | Quienes no presentan diagnóstico tienen un ICV significativamente mayor. |
Nota: * p <0.05, ** p <0.01, *** p <0.001: por lo menos un nivel del factor es de efecto significativo en el índice respectivo. Test estadístico one way anova con análisis post hoc dependiendo del test de homogeneidad de Levenne, Tukey o Games-Howell.
Fuente: elaboración de los autores.
Por otra parte, se manifiestan puntuaciones significativamente mayores en el ICV dentro de los universitarios que afirman que la vacunación es una medida eficaz para el retorno a la presencialidad, que no consumen tabaco y que no presentan diagnóstico de obesidad, de ansiedad, de depresión y de estrés (ver tabla 5).
Análisis de influencia de las variables sobre la calidad de vida
Desde la perspectiva de los efectos conjuntos de las distintas variables sobre el ICV, se ha focalizado el análisis sobre la interacción y efecto de las variables depresión, ansiedad, estrés, obesidad y la práctica deportiva. Desde la perspectiva bivariada, excepto en relación con la práctica deportiva, todas las variables mencionadas se encuentran altamente asociadas, con niveles de dependencia significativos (p-valor <0.001 en todos los casos, estadística chi-cuadrado).
Sin embargo, al verificar los supuestos de autocorrelación y multicolinealidad, se establece que solo las variables depresión y la práctica deportiva son de incidencia significativa en la explicación del ICV. Esta reducción dimensional se debe a la fuerte asociación existente entre ellas, siendo este modelo significativo en la explicación del ICV aproximadamente con el 16 %, en la cual el efecto de la depresión es inverso, es decir, presentar esta condición se traduce en menores niveles de calidad de vida, pero en el caso de la actividad física el efecto es directo.
Además, al incorporar al modelo el género con el que se identifica, se observa respecto a los declarados no binarios efectos en la calidad de vida significativos e inversos, mejorando el poder explicativo a un 17 %. Concretamente, identificarse como no binario, tener diagnóstico de depresión, aparte de no realizar actividad física por más de 150 minutos, se traduce en un ICV bajo. De modo contrario, el no tener depresión y realizar actividad física por sobre los 150 minutos se traduce en un ICV alto.
Como se observa en la figura 1, en cuanto a la interacción del género y las variables actividad física, depresión e índice de calidad de vida, aquel que se identifica como masculino, realiza actividad física y no presenta diagnóstico de depresión alcanza los mayores índices de calidad de vida.
Discusión y conclusiones
Se estableció que el instrumento de calidad de vida MQLI-Sp aplicado en población universitaria chilena frente al retorno a clases presenciales presenta una aceptable fiabilidad y validez de acuerdo con lo determinado en investigaciones previas en Latinoamérica (Mezzich et al., 2000; Lorente et al., 2002; Schwartz et al., 2006; Hernandez et al., 2004; Gonzalez et al., 2005; Zubaran et al., 2004).
En la población de estudio que se encontraba en el proceso de retorno a las clases presenciales, se observó una calidad de vida "regular", lo cual concuerda con las investigaciones en las que se evidenciaban diferentes afectaciones a la salud mental y la calidad de vida en población joven y universitarios durante la pandemia por Covid-19 (Cao et al., 2020; Huarcaya-Victoria, 2020; Urzúa et al., 2020; Wang et al., 2020; Velavan & Meyer, 2020; Proto & Quintana, 2020; Benitez et al., 2020; Dagnino et al., 2020).
Vale la pena destacar que dichas investigaciones no buscaban evaluar de manera específica población joven o en edad universitaria, pero evidenciaron que es esta población la que mayores afectaciones manifestó en los períodos de aislamiento durante la pandemia. Así, la presente investigación confirma lo previamente encontrado concretamente con universitarios.
Se hallaron asociaciones significativas en el ICV en un sentido directo con la no necesidad de un cambio de vivienda por el retorno a la presencialidad, el hecho de no convivir con personas de alto riesgo en salud por Covid-19 y la percepción favorable de la vacuna como una medida eficaz para reducir el contagio. Ello demuestra que una mejor calidad de vida se relaciona con circunstancias que favorecen el retorno a las clases presenciales, además de la confianza en las vacunas (Fernández et al., 2022; Reiter et al., 2020; Yupari & Paredes, 2021). En este sentido, es posible que no presentar circunstancias adversas que pudieran afectar la calidad de vida (cambio de vivienda o convivencia con personas en riesgo) lograra facilitar el retorno a clases.
Adicionalmente, aquellos que no tienen a alguien cercano que haya sido diagnosticado o que haya muerto por Covid-19 mostraron una valoración más favorable de la calidad de vida, demostrando que dicha valoración tiene un sentido no solo individual, sino relacional, en cuanto al entorno social cercano (Jeci de Holanda et al., 2021).
Respecto al género los resultados dan cuenta de asociaciones significativas en el ICV con la categoría no binario en un sentido inverso, lo cual se relaciona con sus bajas puntuaciones en calidad de vida debido a las afectaciones socioemocionales que se presentaron en esta población durante la pandemia, reportadas en otros estudios, como síntomas depresivos y altos niveles de estrés vinculados con el aislamiento social, la falta de redes de apoyo y la discriminación y prejuicios incluso de su propia familia (Hurtado-Murillo et al., 2021; Ramírez-García et al., 2022; Gato et al., 2021; Barrientos et al., 2021).
También se estableció que realizar actividad física regularmente y además no presentar síntomas de ansiedad, estrés y depresión logra predecir una mejor calidad de vida, lo cual coincide con lo encontrado en múltiples estudios (Concha-Cisternas et al., 2019; Dagnino et al., 2020; Navarrete et al., 2019; Rodríguez-Rodríguez et al., 2018), haciendo evidente que mantener una buena salud mental y física contribuye a la valoración positiva de la calidad de vida.
Esta investigación tiene implicaciones para la salud pública y la educación frente a situaciones de confinamiento, ya que los resultados muestran un nivel de calidad de vida "regular" en los universitarios, lo cual puede estar asociado a las afectaciones generadas por esta medida sanitaria implementada durante la pandemia (Vergara et al., 2021); en este sentido, el proceso de vacunación mostró ser un aspecto favorable para el retorno a clases presenciales.
Finalmente, se sugiere a las instituciones de educación superior que retomaron las clases presenciales que puedan contribuir de manera articulada al sector salud para diseñar estrategias de psicoeducación en pro de adquirir y mantener comportamientos en salud tanto física como mental que generen una mejor calidad de vida y, de esta forma, prevenir alteraciones en la salud mental de los estudiantes. Para futuras investigaciones con universitarios, se recomienda seguir evaluando tanto aspectos de salud física y mental como elementos relacionales y afectivos de influencia en la calidad de vida teniendo en cuenta las particularidades del contexto latinoamericano.