INTRODUCCIÓN
En la producción pecuaria, uno de los principales renglones a nivel mundial, es la cría de aves 1 a través de los años, la avicultura ha presentado varios cambios, inicialmente surgió como una actividad del sistema agrícola, donde las aves se alimentaban de animales de su entorno y semillas de las cosechas 2 actualmente, es uno de los sectores más productivos, donde se debe hacer un uso eficiente de recursos para lograr mantener los costos y obtener la rentabilidad deseada 3.
En una investigación realizada por Calle 4 se habla sobre la importancia de mejorar la competitividad avícola mediante estrategias, pues, la producción de huevo y carne crece constantemente debido a la automatización a la que se somete esta actividad 5.
En el tracto gastrointestinal de las aves habita una comunidad diversa de bacterias, hongos y protozoos, la industria avícola puso especial empeño en el control de la microbiota intestinal de los animales para obtener los mejores beneficios productivos, recurriendo para este fin al uso de antibióticos en dosis subterapéuticas, que actúan como promotores de crecimiento 6.
Los ácidos orgánicos inhiben el crecimiento bacteriano en los alimentos, y consecuentemente preservan el balance microbiano en el tracto gastrointestinal de los animales 7. Son constituyentes normales de la mayoría de los suelos agrícolas, existen numerosas evidencias que indican sus efectos fisiológicos en el crecimiento de las plantas 8. Estos ácidos pueden considerarse sustancias seguras, ya que no abandonan el tracto digestivo y por ello no dejan residuos en los productos animales 9. Así mismo, mejoran la funcionalidad intestinal y promueven mayor control del crecimiento de microorganismos sensibles, favorece las condiciones ecológicas intestinales; y, además, aumenta el consumo de alimento diario, reduciendo la mortalidad en la etapa de producción 10
Por todo lo anterior, el objetivo fue evaluar el uso de ácidos orgánicos en ponedoras de la línea Hy-Line para determinar el efecto en los parámetros productivos y la calidad del agua en etapa de crianza de la semana 10 hasta la semana 16.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio. Se realizó en el área de producción avícola de la Universidad Técnica de Manabí, Facultad de Ciencias Zootécnicas, la misma que se encuentra en el kilómetro 2% de la vía Chone Boyacá, del Cantón Chone, Provincia de Manabí, la zona se localiza en promedio a 45 msnm, con temperatura de 282C, precipitación anual de 1025 mm y humedad relativa del 83% (Figura 1).
Método. Se utilizó un diseño completamente al azar, se administraron diferentes dosis de mezcla de ácidos orgánicos, se conformaron cuatro tratamientos con cuatro réplicas; a los cuales se le realizó un análisis ANOVA para la comparación de promedios de los tratamientos se aplicó la prueba de TUKEY al (p<0.05). Los datos obtenidos en la investigación se ingresaron a un programa estadístico InfoStat versión español 2017. En la tabla 1 se detalla el esquema del experimento.
Para realizar la presente investigación se utilizaron 320 ponedoras de la línea comercial Hy-Line, mismas que fueron divididas en cuatro tratamientos con cuatro repeticiones cada uno denominados T0 (testigo), T1, T2 y T3. El ácido orgánico que se adicionó en el agua de bebida fue de 0,5 cc; 1 cc y 1,5 cc por litro de agua en cada tratamiento respectivamente a partir de la semana 10 hasta la semana 16.
Las variables a considerar fueron: peso inicial, peso por semana, consumo de alimento, mortalidad y consumo de agua. Para la evaluación del agua de bebida se realizó un análisis físico-químico: pH del agua, cloro residual, temperatura y dureza.
Adecuación y desinfección del local. La investigación se realizó en un galpón para pollos, el mismo que contó con toda la infraestructura necesaria para la crianza. Se adecuó compartimientos de 1,5 m de ancho por 2 m de largo, con capacidad para 20 pollos, posteriormente se realizó la desinfección utilizando yodo para el lavado de pisos, paredes, finalizando con la colocación de la cama de viruta.
Alimentación de las ponedoras. Fueron alimentadas todos los días en una misma hora 07H30 con un 70 % de alimentación y a las 15H30 se le daba el 30% restante hasta la semana 16. En el agua se adicionó la mezcla de ácidos orgánicos en la dosis establecida para cada tratamiento.
RESULTADOS
Peso inicial (g). Se lo realizó desde el día de llegada hasta la salida; los resultados de los pesos en (g), durante la evaluación inicial, se detallan en la (Tabla 2). Cabe mencionar que el peso inicial corresponde a la semana 9 que fue donde se escogieron las ponedoras para su investigación.
Los resultados obtenidos en el Análisis de Varianza con respecto al peso corporal de las ponedoras en la semana inicial muestran diferencia significativa al (p>0.05) entre los tratamientos teniendo un mejor promedio en peso el T3 con un valor de 644g.
Peso corporal por semana (g). Se escogió 20 ponedoras al azar por cada tratamiento de la semana 10 donde se empezó a utilizar la adición de la mezcla de ácidos orgánicos hasta la semana 16 que duró la investigación, los resultados del análisis de varianza de los pesos (g) de las ponedoras, se detallan en la tabla 3.
Los resultados del ADEVA (Tabla 3) para la variable peso corporal semanal de las ponedoras, presentó diferencia significativa en los tratamientos al (p>0.05) en la semana 10 resultando con un mayor promedio de peso el T2 con un valor de 716,25g. En la semana 11 hubo diferencia significativa al (p>0.05) entre los tratamientos aplicados resultando con un mejor promedio en peso el T3 con un valor de 818 g. En la semana 11 y 13 estadísticamente los tratamientos resultaron no significativos resultando con mayor peso el T0 con un valor de 972,15g; y con un valor de 1028,75g en ambos casos sin la presencia de ácidos orgánicos. En la semana 14 y 15 existió diferencia significativa al (p>0.05) entre los tratamientos resultando con mejor promedio el T3 en ambas semanas con un valor de 1156,50g y 1275,25g respectivamente. Por último, en la semana 16 no existió diferencia significativa al (p>0.05) entre los tratamientos resultando con un mejor promedio el T3 con un valor de 1385,50g.
Los resultados obtenidos en la investigación fueron inferiores de la semana 10 a la 15 con 716,25g, 818,00g, 972,15g, 1028,75g, 1156,50g y 1275,25g con valores de que indica la Guía de manejo de la línea Hy-Line 11, solo en la semana dieciséis el resultado del peso corporal fue superior en el T3 con un promedio de 1385,50g superior al que indica la Guía de manejo de la línea Hy-Line 11, mismo que establece un valor promedio de 1370g.
A continuación, en la figura 2 se observan los pesos promedios registrados semanalmente de las ponedoras.
Consumo de alimento (g): Los resultados indican que no existió diferencia en los tratamientos al (p>0.05) en la semana 10, resultando con promedio más alto en consumo de alimento el T1 obteniendo un promedio de 12125g; debido al peso vivo promedio más alto de las ponedoras de este tratamiento. En la semana 11 no hubo significancia estadística, pero si se obtuvo un promedio más alto de consumo de alimento en el T3 con un valor de 14340g. En la semana 12 el promedio más alto estuvo en el T2 con un valor de 15337,50g. En la semana 13 el T3 con un valor de 16355g obtuvo mejores resultados. En la semana 14 los T2 y T3 obtuvieron el mismo valor de 16442,50g. En la semana 15 el promedio más alto fu el T2 con un valor de 165546,25g. Y por último en la semana 16 si hubo significancia estadística resultando con un promedio más alto el T3 con un valor de 17150g. Los resultados obtenidos en el consumo de alimento por semana fueron inferiores al compararlos con los que indica la Guía de manejo de la línea Hy-Line (11) (Tabla 4).
Mortalidad (%). En lo que respecta al índice de mortalidad de las ponedoras se lo midió en porcentaje, en el desarrollo de la investigación no se murió ninguna ponedora de los tratamientos estudiados. Se procedió a llevar un control del agua de bebida de las ponedoras por tratamiento; utilizando la siguiente ecuación:
CG(ml) = AgS - RAg
Dónde:
CG (ml): Consumo de agua; AgS = Agua subministrada (ml); RAg = Residuo de agua (ml)
La variable consumo de agua no presentó diferencia estadística significativa en los tratamientos en la semana 10 y 11 al (p>0,05) resultando con un mayor promedio de consumo de agua el T3 con un valor de 3192,50 ml y 3807,50 ml. De la semana 12 a la 15 si hubo diferencia estadística significativa entre los tratamientos obteniendo promedios más altos el T3 en las semanas mencionadas con promedios 4300,00 ml; 4710,00 ml y 5120,00 ml respectivamente, excepto en la semana 14 que el T2 fue quien alcanzó un promedio más alto con un valor de 4852,50 ml. En la semana 16 no hubo significancia estadística entre los tratamientos resultando con promedio más alto el T3 con valor de 5280,00 ml (Tabla 5).
Los resultados obtenidos en esta variable fueron inferiores a los que indica la Guía de manejo de la línea Hy-Line, 11 misma que establece valores promedios de consumo de agua de 4200 ml a 5420 ml entre las semanas diez a la dieciséis. Cabe indicar que en el T3 hubo mayor consumo de agua de las ponedoras en comparación con los otros tratamientos, lo que se presume puede deberse a la mayor concentración de la mezcla de ácidos orgánicos.
Se procedió a realizar un análisis físico-químico del agua con ácidos orgánicos en el laboratorio de bromatología de la Facultad de Ciencias Zootécnicas.
Los resultados físico-químicos del agua de bebida de las ponedoras obtenidos en la investigación indica que tuvieron un pH de 3,29 para el T1; 2,40 para el T2 y 2,10 para el T3 es decir que a mayor concentración de citro-quim baja el pH del agua.
DISCUSIÓN
En algunas investigaciones realizadas, no se descarta la posibilidad de que los ácidos orgánicos mejoren la digestibilidad de los nutrientes 12 o se comporten como una fuente directa de energía 13. Una combinación de ácidos orgánicos muestra reducciones significativas de proteína cruda en el contenido de las heces 14, mientras que el contenido de N en las heces no se ve influenciado con la suplementación de ácido cítrico en la dieta 15, lo que da a entender que con la utilización de ácido cítrico no se aprovecha eficientemente la proteína disponible ya que se requiere un pH más bajo para la proteólisis.
Los ácidos orgánicos como el ácido cítrico disminuyen el consumo de agua ya que provocan cambios en su sabor. Sin embargo, se ha observado que dosis de consumo de ácidos orgánicos mayores a las recomendadas no reducen el consumo de agua. Una menor mortalidad numéricamente en pollos en el grupo con ácido cítrico es probable, ya que se ha demostrado un estado inmunológico más alto para combatir enfermedades infecciosas cuando se utiliza este tipo de ácido orgánico 16.