SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número30Nota Editorial índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Em processo de indexaçãoCitado por Google
  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO
  • Em processo de indexaçãoSimilares em Google

Compartilhar


Revista de Estudios Sociales

versão impressa ISSN 0123-885X

rev.estud.soc.  n.30 Bogotá maio/ago. 2008

 

Presentación

Beatriz González*

* Maestra en Bellas Artes, Universidad de los Andes, Bogotá. Curso de grabado en la Academia de Bellas Artes de Rotterdam, Holanda. Maestra Honoris Causa en Artes Plásticas, (2000) Universidad de Antioquia. Investigadora (Historia del Arte) Premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura (2006). Ha expuesto individual y colectivamente desde 1964. Ha obtenido varias distinciones, entre ellas, en el Salón Anual de Artistas Colombianos, durante las versiones XVII (1965), XIX (1967) y XXXIII (1990). Directora del Departamento de Educación del Museo de Arte Moderno (1970-1983). Curadora e investigadora de exposiciones de la Biblioteca Luís Ángel Arango (1985-1989). Asesora de Artes Plásticas del Banco de la República (1985-2008). Curadora de Arte e Historia del Museo Nacional de Colombia (1989-2004). Desde 1977 trabaja en investigación sobre museología, historia del arte y caricatura. Algunas de sus publicaciones son: José Gabriel Tatis Ahumada, un pintor comprometido (Carlos Valencia Editores, 1987); José María Espinosa, abanderado del arte en el siglo XIX (Museo Nacional de Colombia, 1994); ¡Quédese quieto!, Gaspard-Félix Tournachon "Nadar", 1820-1910 (Museo Nacional de Colombia, 1995); Le Moyne en Colombia 1828-1841 (Museo Nacional de Colombia), y numerosos textos de crítica de arte.Correo electrónico: beatrizgonzaleza@yahoo.com


Creo que ha sido una irresponsabilidad mía aceptar ser editora invitada de este número de la Revista de Estudios Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes.1 Aunque me considero una descastada de mi universidad, ¿cómo decir que no, cuando las revistas en Colombia han sido las custodias del pensamiento? Con sólo recordar Eco, Mito, Prisma, que han incidido en el transcurso de nuestra vida, se justifica su existencia. Más que formadoras de opinión, las revistas son promotoras de valores.

La revista como género floreció a mediados del siglo XIX. El 15 de mayo de 1881, José María Samper, en su Memoria sobre el periodismo colombiano, la definió como

variado conjunto de opúsculos, que contiene en sus páginas verdaderos extractos o vulgarizaciones de libros, y se aplica principalmente a servir a la historia, la alta literatura, las ciencias políticas, las bellas artes, la filosofía y la crítica. Puede decirse que no tiene del periódico sino la periodicidad, la elasticidad moral y de composición con que se presta a dar cabida a muy diversas materias, y la facilidad relativa con que se adapta, por su precio mucho más reducido que el de los muchos libros que puede contener, a las necesidades intelectuales de un número muy considerable de lectores (Samper, 1881, pp.7-8).

Es más: por su naturaleza misma, tan cercana de la seriedad y solidez del libro, y por las fuentes de donde emanan sus escritos, la revista periódica produce siempre entre sus lectores más profunda y durable impresión que el periódico volante, sin reclamar por eso de aquellos toda la atención de estudio que requiere el libro. Por lo mismo que sus trabajos son de generalización, de condensación y de vulgarización de otros más extensos y laboriosos trabajos, son simpáticos para las gentes que ocupan un grado intermediario en la escala de los conocimientos; ahorran la lectura de muchos libros de consulta y el estudio de muchos pormenores, y ponen las ideas que propagan al alcance de un número de lectores mucho mayor que el de los que solicitan en los libros las fuentes de los conocimientos. Por último, la revista periódica tiene, por su composición misma y por la naturaleza de los lectores a quienes se dirige, un patente carácter de cosmopolitismo (Samper, 1881, p.8).

Juzgo, por tanto, que el periódico voluminoso, esencialmente literario y científico y de lenta o mesurada publicidad, llamado 'Revista', y el opúsculo —término medio entre el libro y la revista— son las formas más adecuadas a los fines de una propaganda moral. Sirviéndose de ellas, nuestra prensa política podrá obtener los mejores resultados, dadas las circunstancias sociales y políticas de nuestro país, mayormente cuando la índole de los talentos colombianos se inclina mucho a los atildados trabajos de la ciencia y la literatura(Samper,1881,pp.63-64).

Cuando José María Samper escribió este ensayo, en el país había muy pocas universidades; por lo tanto, no se debió imaginar que ese género entraría a formar parte de la vida estudiantil, que las distintas facultades tendrían su publicación y que las revistas de las facultades se difundirían por otros países de América. Porque las revistas universitarias son un género particular, una aventura. Y una aventura también es editarla.

En la edición del número 30 de la Revista de Estudios Sociales se pretendió algo que no sospechó Samper, a pocos años de convertirse en Constituyente de la Regeneración: combinar en la revista artículos sobre el libro, sobre la prensa periódica y debatir sobre el humor, el grabado, el poder, la censura y la intolerancia. Se han incluido para animar la edición No. 30, un documento inédito de la persecución a la libertad de imprenta durante la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla y una colección de gráficas críticas que parodian uno de los símbolos patrios.

Se intentó en el contenido aproximarse a diferentes formas de expresión. El ensayo del historiador Renán Silva presenta un estudio de la incidencia de la colección española Araluce en el nivel popular, como un programa de gobierno en el decenio de 1930. La profesora María Clara Bernal trata el tema de la visión fantástica del Caribe que llegaron a formarse los artistas europeos, a partir de relatos de viajeros o de pinturas que hicieron pensar a los surrealistas que los sueños de su inconsciente se habían anticipado. Juan Carlos Guerrero actúa como un curador al incluir la obra de artistas contemporáneos que trabajan en la modalidad del performance para desarrollar una relación entre la filosofía y el arte a partir de reflexiones sobre la caricatura y la posmodernidad.

En "Del grabado como estrategia. Mediaciones entre el original y la copia", la profesora Patricia Zalamea parte de la mecánica de los procesos de impresión y su incidencia y funciones en el Renacimiento para reseñar otros relatos que enriquecen la historia y el papel del grabado como medio artístico.

En las "Visiones paródicas: risas, demonios, jocosidades y caricaturas" la editora pretende tomar cuatro momentos de la historia de la gráfica crítica en los que la parodia se convierte en protagonista.

En esta edición se ofrece al lector arte, risa, filosofía e historia como un trasfondo para reflexionar sobre nuestra propia realidad.


Comentarios

1 Sorprende escribir todas estas palabras con mayúscula cuando el internet nos ha obligado a usar las minúsculas en los nombres propios. Hablar de nombre propios resulta arcaico; sin embargo, las revistas tienen nombres propios.


Referencias

Samper, José María (1881). Memoria sobre el periodismo colombiano. En: Memorias Académicas. Bogotá: Imprenta de Zalamea Hermanos.

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons