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Revista eleuthera

versão impressa ISSN 2011-4532

Rev. eleuthera vol.23 no.2 Manizales jul./dez. 2021  Epub 14-Fev-2022

https://doi.org/10.17151/eleu.2021.23.2.9 

Desarrollo Humano

Argumentos cualitativos para investigar la identidad del pescador del barco camaronero: El proceso metodológico en campo de los actores a estudiar

Qualitative arguments to research the identity of the shrimp boat fisherman: The field methodological process of the actors to be studied

Ramón Ismael Alvarado-Vázquez1 

María Alejandra Salguero-Velázquez2 

1 Universidad Autónoma de Sinaloa. Sinaloa, México. E-mail: ismalvarad@hotmail.com. orcid.org/0000-0001-5748-2694. https://scholar.google.com/citations?user=jqhMD7QAAAAJ&hl=es.

2 Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Licenciatura y Doctorado en Psicología, Estado de México, México. E-mail: alevs@unam.mx. orcid.org/0000-0002-8610-3726. https://bit.ly/2Yk7dTT.


Resumen

El objetivo del presente artículo es analizar los fundamentos de la metodología empleada en la investigación sobre la identidad del pescador de barco camaronero en mar abierto en Mazatlán Sinaloa, México. La propuesta se elaboró con base en la metodología cualitativa de enfoque etnográfico, la cual requiere situar a los actores y los eventos en el proceso de acercamiento a la realidad social. Los resultados permiten identificar las prácticas, los simbolismos y significados que los pescadores otorgan a los fenómenos cotidianos a partir de las construcciones sociales. A manera de conclusión se reconoce que un aporte fundamental en la investigación es el proceso metodológico para identificar, organizar e interpretar la información, que permitirá el análisis de la realidad social en la construcción de la identidad del pescador.

Palabras clave: identidad; pescador; metodología cualitativa

Abstract

The objective of this article is to analyze the foundations of the methodology used in the research on the identity of the shrimp boat fisherman in the open sea in Mazatlán Sinaloa, México. The proposal was carried out based on the qualitative methodology of an ethnographic approach, which requires placing the actors and events in the process of approaching social reality. The results allow identifying practices, symbolisms and meanings that fishermen give to everyday phenomena based on social constructions. In conclusion, it is recognized that a fundamental contribution in the research is the methodological process to identify, organize and interpret the information that will allow the analysis of the social reality in the construction of the identity of the fisherman.

Key words: identity; fisherman; qualitative methodology

Introducción

El barco es mi casa... el mar el lugar de convivencia... el mar es mi vida...

(Jero, el cocinero)

El presente artículo plantea un análisis desde la investigación cualitativa, sobre el proceso de construcción de la identidad del pescador, el hombre que dedica su vida al trabajo de la pesca (Salguero y Alvarado, 2017), a la aventura por sobrevivir en la inmensidad del océano. Es un intento por dar a conocer desde una perspectiva metodológica, los diferentes escenarios de las expresiones simbólicas y culturales de los pescadores de alta mar.

Para analizar los argumentos significativos y simbólicos de los hombres que dedican su vida a la pesca, se recurre al proceso de construcción de la identidad masculina situada en tiempo y espacio, de manera que no es fija, es cambiante, conflictiva, se va construyendo a través de los diferentes procesos de negociación para llegar a construir una postura como hombre, asociada al trabajo, al uso del cuerpo para aguantar las duras faenas de la pesca (García, 2005; Covantes y Beraud, 2011; Salguero, 2014, 2015; Gustavsson & Riley, 2019), a los conceptos de la imagen masculina de Bourdieu (2012), incorporando algunos aportes de los trabajos sociológicos de Giddens (1997), Giménez (2007, 2009), Wenger (2001), Dreier (2005) sobre todo en los conceptos de ubicación, posición y postura como hombres en el ámbito del trabajo y la obtención de recursos económicos para la subsistencia familiar, elementos necesarios para formular los criterios epistemológicos en los que se sustenta el abordaje conceptual. Retomamos de Wenger (2001) el concepto de identidad en la práctica, a través de las diferentes formas de implicación y participación de los hombres en los distintos escenarios como la familia y el trabajo, permitiendo un acercamiento a la construcción de identidad de los hombres que se dedican a la pesca de camarón en mar abierto.

A partir de la revisión teórica, se puede señalar que hay poca investigación sobre una actividad laboral catalogada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)1 como una de las tres actividades productivas más peligrosas desempeñadas por el hombre. Esta característica, sin duda influye en la identidad de los hombres que se dedican a esa práctica en alta mar (García, 2005; Mateo, 2004; Vázquez et al., 2004; Gustavsson & Riley, 2019). Al expresarse como un trabajo reconocido generalmente para un género, particularmente el masculino (Gatti, 1986; Alcalá, 1999; Mateo, 2004; Vázquez, 2007; Aguirre, 2011; Padilla y Pérez, 2014), la sociedad ha estigmatizado la identidad del pescador, debido a los estereotipos de género asociados al reconocimiento del hombre que arriesga su vida en el mar, al hacer alarde de su fuerza física para aguantar el trabajo de la pesca, que es espléndido al gastar el dinero con los amigos sin pensar en el otro día sí tendrá para las necesidades de la familia.

Al evaluar y hacer recuento de las expresiones de reconocimiento con las que se distingue al pescador, consideramos importante indagar sobre su proceso de construcción como hombres de mar, como pescadores, entablando un dialogo situado sobre la decisión de ser pescadores en la idea de Heidegger (1988) entre la esencia y la diferencia, para embarcarse en los barcos camaroneros. Los mitos sobre el ser pescador, la producción de la pesca, el machismo, la violencia y los peligros que representa ser pescador de mar elaboran un acercamiento a la vida y experiencia de los hombres que dedican su vida al mar, con base en los argumentos expuestos desde su propia voz, reconocidos y considerados como actores sociales.

El texto se divide en los siguientes apartados. La introducción donde se plantea el abordaje desde la perspectiva sociocultural de la identidad en los hombres vinculada al ámbito laboral en los pescadores. Posteriormente, la metodología desde el acercamiento de la investigación cualitativa a través del enfoque etnográfico como la mejor opción para acceder a los participantes y sus significados a través de la entrevista. La entrada al campo: el lugar de los pescadores, y el escenario de investigación. Y los resultados sobre la identidad narrativa de los pescadores que hacen de sí mismos. El barco camaronero, el hogar en el mar. El encuentro entre la soledad de lo lejano, al integrar en la discusión las construcciones simbólicas de los pescadores desde las cualidades de la entrevista en profundidad. Finalmente las conclusiones, que reflexionan sobre los aportes y posibilidad de análisis de la identidad en el proceso de construcción del ser hombre y pescador camaronero.

Metodología

Al ser una investigación cualitativa, retomamos los planteamientos de Taylor y Bogdan (1987) y Flick (2004) para analizar los significados que van dando forma a las identidades de los hombres que se dedican a la pesca de camarón, sus masculinidades, experiencias, peligros y rituales a través de los relatos de vida. Encontramos que la flexibilidad del proceso que caracteriza a la investigación, nos ayuda a identificar los procesos cotidianos simbólicos y significativos del actor en un espacio en particular.

Fue través de la etnografía desde la perspectiva de Geertz (2005), que consideramos que era el medio ideal para indagar las relaciones entre los pescadores y analizar las genealogías, resultando importante engancharlas, como la aguja al tejerla en la red para pescar. Es decir, amarrarla desde la perspectiva de la descripción densa para desentrañar las estructuras de significación, desde los códigos establecidos por los mismos pescadores. Sin perder el piso de la plataforma del barco, de su cultura como un documento vivo y público, estudiado desde una perspectiva semiótica y émica como un sistema simbólico.

Encontramos que cada levantada de la red, del mar al barco, es sensible al análisis de las dimensiones simbólicas de las acciones sociales. En este tejido de significados, tal y como tejen las redes que tiran los pescadores al mar para sacar camarón, fuimos tejiendo expresiones, pescando símbolos centrales con las estructuras de estos mismos, identificando su importancia para estudiarlos. De lo cual se fueron construyendo los argumentos, experiencias, sentidos y significados que los pescadores expusieron a manera de síntesis de la cotidianidad de vida de cada uno de ellos.

Para investigar tales dimensiones, se consideró el análisis de los relatos de vida para dar cuenta en su propia voz, de la experiencia de los hombres como actores y las tramas de significados, de las experiencias de vida que se sintetizan en la identidad (Alonso, 1998; Flick, 2004; Kornblit, 2004; Alvarado, 2011). En el proceso de investigación, se consideró que los pescadores como actores principales expusieran lo que consideraban relevante sobre una pregunta que detonaba la construcción de la vivencia y experiencia a manera de discurso en la entrevista, como ¿por qué, decidiste ser pescador de barco camaronero? O, ¿qué es lo que sientes y piensas cuando estás 30 o 40 días en el mar?

Al final de las entrevistas, analizamos cada una de las situaciones, los temas, argumentos, contradicciones, significados y procesos de re-significación de las experiencias de vida, identificando algunas categorías que nos ayudaron a elaborar el análisis entre el dato empírico y los elementos teórico-conceptuales, como dicen los metodólogos, del dato a la teoría y de la teoría al dato (Guba y Lincoln, 2000), para acercarnos al estado de conocimiento del tema.

La entrada al campo: el lugar de los pescadores

Llegamos al lugar donde se realizó el estudio, el Muelle del Parque Industrial Bónfil, sobre la rivera del Estero del Infiernillo. Son las 10 de la mañana, es julio del 2013, el mes más caluroso del puerto de Mazatlán. El verano del Pacífico Noroeste se expresa con una temperatura de más de 40 grados centígrados. Este clima resulta de la mezcla de humedad, la brisa marina, el calor y el sol, los cuales forman la sensación térmica que rebasa los 45 grados centígrados. Además, se combina con el ambiente cotidiano del trabajo de los obreros que están reparando los barcos por la temporada de veda. Por un lado, el ruido de los metales, láminas y fierros, el incesante golpe de los martillos, las chispas de la soldadura, el chillido agudo y molesto para el oído del esmeril, que lima el sarro del metal, el olor a pintura de aceite, el tíner, el aceite de barco y los olores del mar, hacen de este lugar un entorno desagradable para los que no estamos acostumbrados a mirar el trabajo rudo de los hombres que reparan los barcos.

En este muelle se encuentra la flota camaronera más importante del país con 530 barcos pesqueros, lo que la hace competitiva con las más grandes de América Latina. Trasladarse hasta esta zona del espacio urbano, requiere cruzar algunas de las colonias populares y parte de lo que se llama el centro de la ciudad, arribando a la orilla de lo que fueron ricas marismas de gran variedad de especies marinas.

El muelle se ubica en el parque Bónfil, se encuentra entre bodegas de accesorios de pesca, ferreterías, empacadoras de atún, camarón y productos del mar. Situado en la orilla de un canal o afluente del mar. Al cruzar el canal de casi 800 m de ancho se encuentran todavía espacios naturales no explotados por los seres humanos llenos de mangles y vegetación propia de los esteros.

Entrar, convivir, dialogar, sensibilizar y abrir un espacio en el mundo simbólico del hombre rudo, del pescador camaronero, es indagar y adaptarse a los ambientes donde ellos buscan convivir e identificarse con lo cercano a su mundo. El proceso de indagación nos fue llevando a descubrir y profundizar en las experiencias que describían. Cada vez que daban cuenta de sus relatos, era bastante conmovedor y sorprendente escuchar cada aventura, cada historia. Esto es importante, ya que al convivir con los actores que narran las peripecias y los peligros a los que se enfrentan día a día cuando salen al mar, nos sorprenden a los que conocemos poco o casi nada de ese mundo.

Al acercarse a estos hombres, se percibe en su mirada una sensación de ansiedad, de pensar que van a salir a mar abierto. El rostro refleja una imagen de despedida, aun sabiendo que no sale al mar abierto, expresa esa desesperación mediante la adrenalina que expira al hablar, al sonreír nerviosamente, ya que con el solo hecho de prender el barco para checar algún problema, lo hace pensar que se adentra al mar2.

Al estar ahí, se identifica en el pescador, la sensación del mundo simbólico del peligro, haciendo presente las sombras de los frecuentes avisos de la naturaleza, de los vientos, los huracanes, los animales y peces desconocidos con lo que significan la aventura de navegar y los aires de libertad que sienten en el rostro de la brisa marina. Por eso cuidan esmeradamente el barco, lo reparan, le dan mantenimiento y buscan mejorarlo. Saben que es el sustento de su vida, es su trabajo, su identidad se va construyendo en la relación con el barco, las actividades, los compañeros, la captura del camarón, el pago por su trabajo y los sueños de hombre triunfador.

Los pescadores, expresan con orgullo su experiencia de vida. “Soy un pescador amigo del mar, lo dice con mucho orgullo”. (Ricardo, dueño de los barcos). En cada expresión, aparecen simbolismos en un ambiente y fusión de respeto, pero con un alto agradecimiento para el océano.

Así que, al identificar algunos elementos presentes en la identidad de los pescadores de camarón, aparecen estereotipos centrados en la fortaleza, el conocimiento del mar, los viajes, aventuras y peligros; también de agradecimiento como menciona Toño: “Admiro al mar, primero porque lo respeto, pero además le soy agradecido porque me da para comer (el motorista)”. No obstante, la experiencia de convivir la mayor parte de su vida, Toño expresa sus temores a través del respeto al “gigante de agua”. Sin embargo, reconoce que sin la pesca, no podría sobrevivir. Con esa expresión de respeto y reconocimiento hacen una transformación particular del sujeto que trabaja en otras ocupaciones. Se puede identificar que el vínculo entre el mar y el pescador que extrae el camarón, es más fuerte a medida que tienen mayor edad.

El escenario de investigación

Al llegar al Parque Bónfil, la primera vista es sorprendente, la imagen impactante y la expresión del que llega se convierte en una impresión sugerente por conocer. Los gritos, la algarabía de los actores, los sobrenombres de los pescadores (el piolas, el pargo, el mantas, el marlín), la venta de tacos dorados, la fruta, los chiflidos a las vendedoras o entre ellos para hablarle a los compañeros, la venta de comida, el ruido de motores de carro, grúas, tractores, máquinas de soldar y vendedores, muchos vendedores. Además de música, mucha música particularmente, la de banda por todos lados, en reproductores electrónicos, otros en sus celulares. Ver tanta actividad, personas caminando, camiones bajando material para reparar maquinarias o para pintar el casco de navegación de los barcos, hacen inimaginable el poder pensar y conocer qué es lo que sucede ahí.

Al transitar por este lugar se encuentran diferentes actividades, por ejemplo: hombres trabajando en labores de reparación de los barcos, camionetas con productos y herramientas propias de los motores marinos, camiones cargados de atún y de marlín para pasarlos a la fábrica de enlatados. Muchas personas caminando, puestos o pequeños restaurantes al aire libre con venta de comida a lo largo del muelle: ceviches, pescado frito y tacos de pescado marlín. Al mirar los barcos en un espacio de casi un kilómetro de extensión, vienen a la mente una infinidad de preguntas, por ejemplo: ¿qué hace una persona en el mar?, ¿cómo salen al océano sin protección?, ¿qué protección llevan?, ¿cómo se defienden de las manifestaciones de la naturaleza?, ¿cuáles son sus herramientas de trabajo? Finalmente, ¿qué es lo que los hace felices o sentirse bien en lo lejano del mar, pero cercano a lo inhóspito del mundo salvaje?, ¿por qué la búsqueda de lo inhóspito?, ¿no tendrán miedo a los tiburones?, ¿dónde se encuentran sus miedos?

Al caminar por el muelle nos encontramos con el olor a diesel revuelto. Lo que hace encontrarnos con la realidad de la relación mar, barcos y personas que ahí trabajan o subsisten de los productos marinos. Sin duda que la combinación con el olor a sal y mar es desagradable, se inserta en lo profundo del olfato. Pero hay que soportarlo, ya que las entrevistas se realizan en este lugar para recoger la significatividad de la identidad del pescador camaronero.

La selección de los participantes en la investigación

Para la selección de los participantes en la investigación, se incorporó la consideración de que los seres humanos se expresan a través de sus experiencias, sus pertenencias sociales y culturales. En esta idea, Vasilachis de G. (2006) nos dice que para definir los criterios para la selección de los informantes se hace necesario fundamentar la experiencia propia del trabajo, de las experiencias de ser pescador y de la convivencia de los sujetos con el lugar, en este caso con el barco y el mar. Por ello en un primer momento, fue necesario acercarse a una persona con experiencia en el campo de la pesca de camarón en barco. Razón por la cual, considerando la amistad de muchos años, fue que se contactó con el Toño, amigo de toda la vida, con la experiencia de 40 años, pescando en el mar.

Este reencuentro común y empírico ayudó de manera inesperada la facilidad de entrada al campo, ya que coincide con las ideas de algunos de los estudios de investigación cualitativa, por ejemplo con el de Rodríguez Gómez et al. (1999), quien sostiene que una situación que distingue a la investigación cualitativa en la selección de la muestra, es la consideración de dos cuestiones: una cuestión deliberada y la otra cuestión intencional.

Deliberada, porque sabemos anticipadamente a quién vamos a entrevistar, que este caso son los pescadores, e intencional porque sabemos también el objeto de estudio que es la identidad del pescador de barco camaronero. Se utilizó la categoría de conveniencia en la perspectiva de Flick (2004), ya que se hizo uso de la relación y amistad con un pescador que nos ayudó y facilitó el acceso al campo, acercarnos y entrar en la familiaridad con los pescadores, además de que hizo posible que nos presentaran con el dueño y el patrón de un barco camaronero.

Ante tal situación cotidiana, encontramos una explicación teórica, ya que desde la ciencia social, se trata de un proceso secuencial entre la relación del objeto de estudio, los sujetos a investigar y la realidad por construir. Para la presentación de información o datos empíricos se utiliza la construcción textual hermenéutica de la comunicación tal y como lo plantea Habermas (1988), realizada a través del análisis de las entrevistas, lo cual nos ayudó para identificar categorías de análisis que no se habían considerado inicialmente, porque en la medida que entramos en la temática, exploramos las diferentes formas de abordar el estudio en el ámbito de la investigación. Por esa cuestión, buscamos integrarnos de inmediato con los pescadores.

Solicitamos que nuestro contacto que fungió como informante clave, nos facilitara la relación y convivencia con el conjunto de pescadores a entrevistar. Este proceso nos ayudó para considerar la forma de vida en la intimidad y subjetividad del pescador; y cómo aparenta la masculinidad de la que hace gala. Al reconocer que en la idea de Flick (op. cit.), se trata de explicar un fenómeno que ha pasado por diferentes espacios culturales, uno es la relación con otros compañeros y la amistad entre ellos con Toño como motorista del barco, lo cual nos ayudó y facilitó la entrada al mundo de los pescadores, además de aspectos prácticos y estructurales que si no hubiese sido por esta relación se hace difícil llevar a cabo un trabajo como este.

El Toño, como le dicen en la cotidianidad de la cultura en Mazatlán Sinaloa, donde la relación es abierta al instante y o él, abre la confianza de inmediato con el otro, como es costumbre en el norte de México. En este caso, jugó el papel de un informante clave típico ideal, debido a sus conocimientos y experiencia en el objeto de estudio. Fue de una riqueza invaluable el que nos ayudara en la búsqueda y formulación empírica de los atributos identificadores del perfil de los sujetos a estudiar. Los atributos identificadores en la perspectiva de Giménez (2009) sirven para identificar y separar cada una de las características individuales y colectivas de los individuos de una cultura. Analizar sus acciones, sus formas de trabajo en el barco y sus expresiones sociales al bajar a tierra, son importantes porque juegan un papel principal para conocer a los pescadores y sus diferencias con otras personas del puerto.

Nos ayudó la experiencia de Toño como pescador y del conocimiento exhaustivo de una cultura poco estudiada pero que es significativa en la presente investigación. Saber del lenguaje particular en el barco, de sus influencias y de sus gustos personales, de situaciones anecdóticas y el rol que juegan cada uno de los tripulantes, o del porqué algunos no quieren retirarse de la pesca.

Fue así como se seleccionó la tripulación del barco camaronero, conformada por cinco pescadores incluyendo al amigo Toño. Los integrantes son: el patrón de barco (Benjamín), el motorista (Toño), el cocinero (Jero), un marinero (Juan) y un pavo (Jesamil). Cada uno de ellos realiza funciones diferentes en las actividades del barco.

El acceso a la información nos llevó a conocer más y más sobre la cultura y la identidad de los pescadores. En ese sentido, la metodología cualitativa fue adecuada, particularmente por la experiencia de los investigados, el género de los tripulantes y la decisión de investigar sólo a las personas específicas en las actividades que realizaban. El criterio de conveniencia con casos típicos (Flick, 2004), en este caso el de un pescador de camarón de alta mar, mismo que sirvió para analizar el oficio del patrón de barco que es la persona con mayor experiencia, sus actividades son manipular la nave, buscar los lugares donde él sabe que hay mayor cantidad de producto o camarón. Es el líder, el responsable de todo lo que se transporta, de ver por el orden y el trabajo. En ocasiones, juega el papel de negociador del producto, además de que vende para beneficio de todos el camarón que no se reporta. El motorista es el encargado de la mecánica de toda la maquinaria del barco. El cocinero, quien tiene la función de preparar los alimentos que se tomarán en el desayuno, la comida y la cena durante el trayecto del viaje. El marinero es el que lanza la red, la repara, la limpia y la mantiene al día, ayuda al maquinista en ocasiones. Y el pavo, quien se encarga de realizar trabajos diversos desde limpieza, reparación de las redes para pescar, ayudar a descabezar el camarón cuando lo suben a cubierta, entre otras actividades. Aunque todos descabezan el camarón debido a las grandes cantidades y lo delicado del producto, debido a que se necesita congelar inmediatamente.

Resultados

El barco camaronero, el hogar en el mar. El encuentro entre la soledad de lo lejano...

Se selecciona el barco camaronero como escenario de investigación para estudiar la identidad de los pescadores, a partir de las acciones de quienes conviven en este espacio hasta por dos meses en lo lejano del océano, lo cual da cuenta de una realidad social. Se sostiene que el barco, es el lugar donde realizan sus prácticas de trabajo para la búsqueda del camarón. Es el espacio donde pasan todo el tiempo cuando salen al mar. Duermen, comen, platican y descabezan el camarón en colectivo. Además, se refugian en los pequeños dormitorios o camarotes, cuando llueve o hace frío dejan a la deriva al barco manejado solo por el motorista. En el barco, se quedan a pernoctar cuando se refugian en un puerto. Sirve de hotel ya que lo utilizan para subir alguna amiga que se encuentran en un puerto. Es el lugar que se significa por sus cualidades materiales donde también pueden aparecer discusiones, puede servir de arena para pleitos, de lugar de diversión para consumir bebidas alcohólicas, de espacio de reunión para platicar en la noche, de casino para realizar juegos de azar, de bohemias y de trabajo.

Ese fue el espacio de observación y de recolección de información. Encontramos rituales como el echar a andar el barco antes de salir de viaje3, prohibido subir y llevar mujeres, pasar por la estatua de la virgen al final del puerto en el lugar llamado “La Puntilla”4, y hacer oración por casi media hora para despedirse de la familia desde el barco.

Esta descripción del escenario es con la finalidad de situar algunos de los sentidos y significados en los procesos de construcción de identidad, creencias, mitos, subjetividades, como señalan los autores que proponen la metodología cualitativa como posibilidad de acercamiento a los escenarios reales y convivencia con los participantes (Alonso, 1998; Flick, 2004; Kornblit, 2004; Aguirre, 2014). Las narraciones de vida y experiencia de los participantes forman parte del proceso de análisis, observación y recolección de información en los estudios interpretativos, de manera que el barco se convierte en escenario de investigación y análisis; pero también escenario de trabajo, medio de transporte en la búsqueda y captura de camarón. Como escenario de investigación, fue tomando valor epistemológico al cruzar el sentido del valor como transporte, con el sentido del lugar de convivencia, de felicidad, de pesares, tristezas y soledades que fueron dando forma a las argumentaciones que sirvieron para fundamentar categorías de análisis.

Con base en esta argumentación aparece un conjunto de reflexiones que tienen como objetivo reconocer y apoyar el análisis de una realidad desde la reflexión epistemológica, lo cual se suma a la importancia de realizar el trabajo de investigación dentro de una unidad marina para pesca de camarón. Esto es, con la intención de identificar las prácticas y las acciones cotidianas de los pescadores, los lugares a donde se trasladan para pescar, el manejo de las redes, su relación con el producto o camarón, los peligros, hazañas, travesías y todo aquello que se incorpora en la cotidianidad como forma de vida. Incorporamos a su vez, el concepto de articulación de identidades (Salguero, 2013) para dar cuenta de la relación entre el hombre, el pescador, el amigo, el esposo/cónyuge, el padre, con el lugar donde despliega su identidad a través de las diferentes formas de participación como hombre/pescador/amigo/esposo/padre en torno a su actividad como pescador de barco camaronero.

Identidad narrativa de los pescadores que hacen de sí mismos

Los relatos son narraciones biográficas, que se centran en un aspecto particular de la experiencia por conocer (Kornblit, 2004). Es significativo entonces que al observar el escenario de bullicio, en el que nos encontramos para entrar al campo donde se realizarían las entrevistas, se consideró la experiencia para comprender su acción y trabajo sobre sí mismos en la perspectiva de Dubet (2007). Por esa razón, se toman fragmentos significativos de su vida a través del diálogo para tratar de comprender lo significativo de la experiencia de los entrevistados (Giarracca en Kornblit, 2004).

Las entrevistas en forma de diálogos dan cuenta de construcciones de la realidad y experiencias particulares de ser pescador de barco camaronero. Analizar significados, experiencias, prácticas, interacciones de cómo construyen su mundo en términos significativos se ven representados en las voces de los participantes, identificando discontinuidades, fracturas, contradicciones.

La vida de pescador de barco camaronero está fundamentada en esa realidad social, dinámica, global y construida. Por esta razón se indaga sobre la significatividad de la identidad del pescador de camarón de mar.

Es posible encontrar otras formas de identificar al pescador. En algunos de los habitantes la imagen del pescador que vive en Mazatlán, es la del hombre con dinero, de las fiestas, del cierre de cantinas o lugares de diversión sólo para ellos y sus amigos. Para muchos representa una imagen que explica la identidad del machismo, del valemadrismo, de la poca planeación del futuro, de disfrutar la vida en el momento, de la informalidad reconocida. Por eso es que a través de la investigación cualitativa, tratamos de construir textos de sus realidades. El pescador cualquiera que sea, sufre al pensar que va a enfrentarse a veces con lo desconocido, pero es feliz en el barco, teme adentrarse al mar, pero vive y convive con el mar.

“Desde que era niño, me gustaba el mar, quería ser pescador. Ricardo” (Armador/dueño de barco). Esta expresión nos ubica en una variante de su proyecto de vida. Posiblemente también hace que nos encontremos con la relación representativa entre el lugar y las acciones cotidianas de la captura del camarón. Pero se significan a través de las actividades, herramientas, elementos y accesorios para la pesca con el equipamiento del barco. Ese sentido de la expresión y sus simbolismos toman relevancia cuando encontramos un enlace simbólico que una narración o un texto nos puede ofrecer a través del significado de lo narrado en una cultura. Al decir Ricardo, que desde niño ya pensaba en adentrarse al mar, se identifica la atracción que le da, la relación de personas que conviven con el mar.

Por ello, se hace importante estudiar la relación entre identidad y la vida de las personas que se pueden reconocer, abordar y comprender desde la investigación cualitativa (Vasilachis de G., 2006), ya que este tipo de estudios, se ocupa de las historias de vida, de los comportamientos que se construyen en la interacción social, pero además del funcionamiento organizacional, de los movimientos sociales o de las relaciones en interacción. La organización y fundamentación de la información está basada en la comunicación entre investigador e investigado.

Las historias que damos a conocer de los pescadores, son historias personales que toman formas concretas en un contexto, un lugar relevante como es la relación entre barco, mar, camarón, familia y diversión que toma diversas formas en las que se lleva a cabo la vida cotidiana.

Al analizar las identidades de los pescadores de camarón en Mazatlán, nos damos cuenta que son padres de familia, esposos o novios en el caso de los solteros, trabajadores y que su vida no sólo es el barco, el agua, los esteros o el mar. Son actores sociales que conviven con otros y otras, en espacios de práctica social como es la familia, la comunidad. “Empiezo a la edad de 15 años, mi más grande anhelo era precisamente andar arriba de los barcos y ya empecé... (Benjamín, Patrón del barco)”.

Así inician algunos de los entrevistados, con la añoranza infantil. Hay un motivo, existe un pasado que posiblemente algunos lo quieren hacer realidad. En todos se observa una tendencia a ser pescador desde muy niños. Todos los entrevistados tienen un motivo por el cual deciden entrar a trabajar en los barcos, todos coinciden que desde niños querían ser pescadores. Para algunos la necesidad de su condición social, para otros posiblemente el sueño de niños por lograr ser alguien cuando sean grandes. Así dicen todos los entrevistados sobre su vida y su relación con el mar. El mar como escenario de convivencia y de prácticas de trabajo aparece en primer término, es el lugar, donde quieren morir. La relación hombre-mar, rudeza, dinero va construyendo una identidad en la que están presentes sus sueños, anhelos, historias y proyectos de vida.

Discusión

Las construcciones simbólicas de los pescadores desde las visiones particulares. Las cualidades de la entrevista en profundidad

Se expone la narrativa desde los planteamientos de Flick (2004), quien nos acerca a una nueva posibilidad de investigación, pues con base en sus planteamientos, sostenemos que los puntos de vista de los sujetos son construcciones simbólicas, en las que los pescadores configuran significados, atribuyéndolos a las experiencias y acontecimientos cotidianos.

Por ello, se incorpora el proceso interaccionista de Goffman (2001), que sirve para interpretar las actividades que los individuos realizan con otros. Es importante esta formulación ya que atribuye una visión individual y colectiva que colabora en la orientación hacia el valor y significado de los objetos en las actividades que se realizan en los acontecimientos cotidianos.

Nos plantea a su vez, que la aceptación de una realidad y que el acercamiento a la intimidad, sirven para escudriñar los elementos de la identidad. Esta mirada metodológica enfatiza la interacción de las personas en las acciones cotidianas de grupos sociales o de trabajo, como cuando conviven colectivamente persona a persona en un barco. Por esta razón, se utilizó la interacción como herramienta de análisis e interpretación para estudiar la identidad a través de las prácticas sociales del pescador con las actividades que realizan en sus escenarios de convivencia común.

Esto resulta particularmente importante al construir los significados de las acciones cotidianas de los pescadores. Se pueden encontrar con subjetividades complejas representadas en los sinsabores de un día, en el que se divirtió hasta el cansancio. Lo hace después de haber pasado varias horas festejando el sobrevivir del océano, para luego, narrarlo como aventuras epopéyicas. Utilizan la reunión frente a los amigos y mujeres, muchas mujeres para narrar sus proezas, pues en cada narración enaltecen su masculinidad, el ser hombres fuertes, que se enfrentan a retos difíciles, que salen victoriosos, que son “hombres de verdad”. Al encontrarse en tierra firme, fuera del mar con los conocidos, sirve de motivo para poder narrar una y otra vez cada acción o suceso como batallas heroicas.

Al siguiente día, después de una jornada de diversión, vienen otras preocupaciones. La primera es despertar con dolor de cabeza por la fiesta que, en algunos, dura hasta una semana. La segunda preocupación además del dolor de cabeza con nauseas, aparece por la falta de dinero. Principalmente porque después del despilfarro de una noche de música con banda sinaloense, cervezas, vino y mujeres, se convierte en motivo para presumir y narrar el éxito de sobrevivir a los peligros de la naturaleza del mar. Pero, también significa quedarse sin dinero, ya que no planea a futuro o ahorra para los problemas que se le puedan presentar. Viven al día en todas sus actividades, así vive un pescador de barco camaronero (Salguero y Alvarado, 2017).

Esta forma singular de vivir se presenta de manera ilustrativa al interpretar el texto de un diálogo más amplio que a continuación se presenta como ejemplo de las expresiones que diariamente se distinguen en diferentes espacios de interacción entre los pescadores en cada uno de los barcos. Se expone una parte del diálogo sostenido con un miembro del barco donde se realizó la investigación. Como análisis del diálogo, es posible mencionar que es un primer aporte sobre las alusiones a su trabajo, a su diversión, a los alcances de la distinción masculina y de su sexualidad que se manifiestan en el entrevistado. Se puede identificar un estado de alegría, también de tristeza, además de arrepentimiento o de éxito en el logro de su fama de macho y mujeriego. La narración del Jero, el cocinero del barco que contesta eufórico a la idea de comprar placeres y gastar el dinero hasta derrocharlo, está cargada de nostalgias por volver a realizar las mismas acciones.

Si machín..., gasté dinero a lo méndigo, todo me lo pasé por la panza por todos lados. Luego viejas y más viejas, pues una y otra y otra. Traíamos feria, ¡vente, vente mija, conmigo! Les decíamos a las muchachas, quedando bien con ellas derrochando dinero uno o que se yo, tirándolo por todos lados. Jero. (El cocinero)

La significatividad del texto en diálogo, de lo vivido y de lo eufórico al contestar, hace de esta expresión un dato importante para interpretar simbólicamente la acción del Jero (el cocinero) con relación a la imagen que mantienen los pescadores en la ciudad de Mazatlán. Es también, una muestra de la masculinidad tipificada en el acceso inmediato a las mujeres y al placer sexual mediado por el poder del dinero, de la representación del “ser muy hombre” justificadas y avaladas por las peripecias realizadas en alta mar y a través del regreso exitoso de la pesca del camarón, de los dólares ganados a través de ese viaje.

Es una expresión cargada de historias, vivencias, acciones, de prácticas de trabajo, convivencia entre compañeros y admiración entre algunos y de las mujeres. Son datos relevantes y valorados en las argumentaciones de Alonso (1998), para la utilización de la investigación cualitativa en los trabajos para estudiar la identidad.

El valor epistemológico, desde la perspectiva interpretativa, se encuentra en la carga de significados en la expresión del Jero. Los significados, funcionan como elementos metodológicos que, al organizarlos como datos empíricos de estudio, también logran trasladar un conocimiento común para los pescadores, al compartir las experiencias de un pescador que trabaja de cocinero en medio del océano. Se observa en sus expresiones algunas emociones, como el hecho de subir mujeres al barco y por el recuerdo de la lejanía cuando se encuentran en medio del océano. La distancia y la duración del viaje en el mar hacen que la soledad, gane sus pensamientos por las emociones que es, darle gusto al deseo y la búsqueda por satisfacerlos mediante la compra de placeres sexuales. Esto se hace significativo para él, ya que la búsqueda y compra de placer, aumenta el sentido de identidad como hombre, del ser muy hombre, muy macho. Principalmente, porque al encontrarse en tierra firme para los pescadores, significa la búsqueda de aquello que no han podido tener al estar fuera del puerto en un tiempo determinado, que en ocasiones es hasta por treinta o cuarenta días la pesca del camarón en medio del océano.

La búsqueda de sentido a través de las respuestas de los pescadores entrevistados se elaboró con base en las argumentaciones, lo cual forma parte del método de interpretación de contenido en la investigación cualitativa, esencialmente a los relatos de vida en la perspectiva de Kornblit (2004). Para esta autora, el relato de vida se distingue de otras técnicas particularmente porque su interpretación se centra en sus acciones y recuerdos.

Por ello, se tomó en cuenta de manera significativa una particularidad concreta local de esta ciudad, de una situación temporal del contexto de la pesca. Muchos habitantes de este puerto, e incluso investigadores socioculturales como Morán, Téllez y Cifuentes (2010), consideran atractivo conocer la vida de los pescadores, adentrarse a ese mundo seductor que manifiesta ese espacio simbólico de los marinos, de los pescadores, de los hombres que luchan en y con el mar y sus peligros. Significa entrar a los estudios de la cultura y la identidad. Es por eso que, al estudiar la identidad del pescador de barco camaronero y convivir con ellos durante 10 días desde las 10 de la mañana hasta las cinco de la tarde, nos encontramos con un conjunto de producciones y riquezas simbólicas que realizan en sus prácticas y acciones cotidianas los hombres de mar. Se toma en cuenta la propuesta de Geertz (2005), respecto a la trama de significados que se articulan con la realidad social, dinámica, global y construida, los cuales se expresan en las acciones reales de los sujetos.

Respecto a lo que significa estar fuera de tierra, lejos de la familia, y adentrarse en el mar hasta por 50 días en búsqueda del camarón, ese producto maravilloso que les dará no sólo dinero, sino poder e identidad como hombres, incorpora una serie de significados, por un lado, la valoración misma de la práctica; si la pesca es buena, el orgullo y la satisfacción se hacen presentes, pero si la pesca es poca, la valoración y significación es distinta.

Hay ocasiones que uno se desespera, porque a veces la pesca es poca y quisiera uno desear a veces estar con la familia. A veces que tiene uno 30 días o más de treinta días de viaje. Los hemos echado de 50 días o de 2 meses, hay ratos que se siente uno enfadado estar allá. Cuando hay mucho trabajo pues se le olvida a uno todas esas cosas, se concentra en trabajar. No tiene tiempo de pensar en ninguna otra cosa más que en el trabajo, lo que hay en cubierta, qué es lo que se está metiendo en la bodega, cómo están los muchachos acá de trabajo, si van a terminar o no van a terminar, y uno no tiene tiempo de estar pensando a veces en la familia. Benjamín. (Patrón de barco)

El trabajo se convierte en parte de ellos, de su identidad de ser hombre, un hombre de mar, donde no se puede pensar en otras cosas, se tiene que olvidar... La desesperación por estar aquí en la ciudad, cuando está dentro del mar, se recompensa con el producto de lo que pesca. Estas conductas y otras más que analizamos nos orientaron para describir e interpretar los límites de las fronteras que separan las imágenes simbólicas de la fuerza física, la soledad y la masculinidad.

Conclusiones

En la exposición de este trabajo, se postula un esfuerzo por explicar los procesos de construcción de las identidades de los hombres dedicados a la pesca del camarón y las limitaciones para abordar la complejidad de la relación entre el hombre y el mar. En lo expuesto, se da a conocer una breve mirada sobre algunos de los peligros que representa la aventura de salir al océano por el sustento de su familia encontrando una contradicción entre lo que dicen y lo que hacen al gastar el dinero de otra forma. Al analizar la construcción de identidad como algo situado, complejo y en ocasiones contradictorio, podríamos dar cuenta de los cambios en los hombres en la soledad del mar y en sus espacios de convivencia común y social, a través de los planteamientos de la aproximación sociocultural de los estudios de identidad (García, 2005; Salguero, 2014; Gustavsson & Riley, 2019; Wenger, 2001; Dreier, 2005).

La aportación de la práctica social del trabajo del pescador a la construcción de la identidad masculina como hombre, incorpora una carga simbólica de poder y prestigio que trae consigo en una sociedad androcéntrica y heterosexista: se fundamenta principalmente en los ingresos a los que permite acceder y con ello a los derechos, privilegios y ostentaciones a las que da lugar (desde llevar “la raya a la casa” o el dinero, para los gastos cotidianos de los miembros de la familia y cumplir con el papel de buen esposo, buen padre o buen hijo), hasta montar fiestas, pagar la banda, invitar las cervezas a los amigos, a los compadres y a “las otras mujeres”, y con ello incrementar el capital social y simbólico, como se auto valoran, un “bato chido”, “a toda madre”, “bien macho”, que “vive a tope”, que encarna valores y disposiciones vitales: generosidad, entrega y una buena dosis de nihilismo hedonista: “si me he de morir mañana me emborracho de una vez”.

Pero la aportación del trabajo a la identidad de los hombres no se queda en lo que posibilita el dinero, el trabajo deja marcas visibles en el cuerpo (callos en pies y manos, heridas, cicatrices, color en la piel, músculos, tensiones corporales) que a su vez son claves de identidad a ser leídas por otros y otras, signos de pertenencia grupal y regional (en una red de símbolos de lo que significa ser mazatleco), blasones que deberían de sugerir que se encarnan en los valores y las experiencias del oficio: valor, arrojo, fuerza, temeridad, resistencia, pero también un conocimiento y una experiencia subjetiva que no siempre se alcanza a verbalizar y que solo se asoma a veces en la mirada y tras unas cervezas de por medio: soledad, miedo, dolor... y vínculo profundo de la camaradería en alta mar.

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1 Según la OIT (1986), en la reunión tripartita sobre seguridad, se señaló que al menos 24000 pescadores y personas relacionadas con las actividades de la pesca y el proceso del pescado, fallecen cada año, lo que coloca a la pesca y a las actividades relacionadas con ella profesiones de las más peligrosas. En Estados Unidos, dice ese informe que la siniestralidad referida al sector pesquero es 16 veces superior a la del trabajo policial y al relacionado en la lucha con el fuego, y en Dinamarca es 4 veces el número de muertes. En Nueva Guinea, donde aún pescan con artefactos artesanales se calcula que mueren el 6% de los trabajadores en esta actividad.

2 El ritual que hace cada motorista o encargado de las labores mecánicas del barco es hacer una oración antes de salir al mar, revisar el motor, el aceite, limpiar las máquinas, abrir válvulas y dar marcha.

3 Salir de viaje significa salir a la captura del mar, le llaman así porque la travesía puede durar de 20 días a dos meses, según lo escaso o la abundancia del producto del camarón.

4 La puntilla es la parte saliente del puerto entre el canal de navegación y el mar, donde se erigió una estatua de cuatro metros de alto sobre una plataforma de dos metros. Significa la divinidad que protege a los pescadores de los peligros del mar.

Cómo citar este artículo: Alvarado, R. I. y Salguero, M. A. (2021). Argumentos cualitativos para investigar la identidad del pescador del barco camaronero: El proceso metodológico en campo de los actores a estudiar). Revista Eleuthera, 23(2), 165-182. http://doi.org/10.17151/eleu.2021.23.2.9.

Recibido: 23 de Octubre de 2020; Aprobado: 21 de Abril de 2021

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