INTRODUCCIÓN
El dolor muscular de inicio retardado (DOMS, por sus siglas en inglés) se clasifica como una lesión por mecanismo de distensión muscular de grado 1, el cual suele presentarse de 24 a 72 horas luego del ejercicio y desaparece entre cinco y siete días después de la actividad 1-3. El DOMS se caracteriza por presentar síntomas somáticos como dolor, rigidez, hipersensibilidad e inflamación muscular, a menudo asociados con desacondicionamiento físico o ejercicios de tipo excéntrico de alta intensidad 1-5.
La etiología del DOMS ha considerado la posible participación de factores como inflamación, espasmo muscular, aumento de la temperatura muscular, incremento de la producción de radicales libres y daño del tejido muscular o conectivo. En particular, se ha postulado la teoría del daño muscular inducido por múltiples factores como posible causa del DOMS 2. Actualmente, la literatura destaca entre los tratamientos no farmacológicos la suplementación nutricional de flavonoides, L-carnitina y de vitaminas como C, D y E 3,6,10. Esta última se caracteriza por estar conformada por un grupo genérico de ocho compuestos, los cuales se subdividen en α, β, γ δ-tocoferoles y α, β, γ δ-tocotrienoles. En los seres humanos, se encuentra en la forma de α-tocoferol y las mejores fuentes alimentarias son los vegetales de hoja verde, cítricos, frutas, legumbres, nueces, semillas y aceites 2,11,13.
La vitamina E se ha relacionado con un posible papel potencial en la atenuación de ciertos signos y síntomas como el DOMS y estrés oxidativo, pero no con la reducción del daño muscular 2,8,14. Por esta razón, en la presente revisión se planteó como objetivo evaluar la efectividad de la vitamina E en la atenuación del DOMS.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una revisión narrativa de la literatura por medio de la búsqueda de artículos en las siguientes bases de datos: Mediline, Cochrane Library, Scopus, SportDiscus y SciELO. La estrategia de búsqueda se elaboró utilizando los términos “vitamin e supplementation”, “muscle damage”, “delayed onset muscle soreness” en forma conjunta con los operadores booleano “AND” “OR”, con la finalidad de obtener resultados concretos y dirigidos al objetivo de estudio. La búsqueda bibliográfica estuvo limitada al título, resumen y palabras clave en artículos publicados desde el 2000 hasta el 2018.
A los artículos seleccionados por la búsqueda preliminar se les aplicó un filtro a partir de una lectura crítica de los títulos o resúmenes; se excluyeron todos los artículos duplicados y los seleccionados se analizaron bajo los siguientes criterios: artículos originales, realizados en humanos de ambos sexos, que estudien solo la suplementación de vitamina E y su relación directa con el DOMS o con biomarcadores de estrés y daño oxidativo, como malonildialdehido (MDA), ácido tiobarbitúrico (TBA), indicadores de daño muscular como creatina kinasa (CK) y lactato deshidrogenasa (LDH) comparado con placebo. Por último, esta revisión referencia 50 artículos de interés con el objetivo de estudio, de los cuales se analizaron seis.
RESULTADOS
La mayoría de los estudios referentes al DOMS y biomarcadores de estrés oxidativo se ha relacionado con la suplementación nutricional de vitamina E en forma individual o combinada con vitamina C 15-22.
La tabla 1 resume los aspectos metodológicos de los seis artículos seleccionados 23-28, con relación a sus protocolos de suplementación de vitamina E. Todos los estudios suministraron vitamina E en forma de cápsulas en dosis que iban desde 250 mg/día (375 UI) hasta 800 mg (1200 UI/día), durante un periodo que osciló entre 1 h hasta 12 semanas. Por otro lado, la tabla 2 resume las principales medidas de resultados y las conclusiones de los seis artículos analizados 23-28. Tres estudios analizaron el DOMS y otras variables de daño celular 23-25, mientras que los tres artículos restantes analizaron el estrés oxidativo en conjunto con otras variables de daño celular 26-28.
Autor y año | Muestra (vit E / placebo) | Dosis | Tiempo de suplementación (preejercicio/posejercicio) |
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Silva, 2010 23 | 21 (11/10) | cápsula (800 UI/día) | 21 días (14 /7) |
Avery, 2003 24 | 18 (9/9) | cápsula (1200 UI/día) | 31 días (21/10) |
Beaton, 2002 25 | 16 (9/7) | cápsula (1200 UI/día) | 30 días |
Itoh, 2000 26 | 14 (7/7) | cápsula (1200 UI/día) | 4 semanas y 6 días (4 semanas / 6 días) |
Sacheck, 2003 27 | 32 (16/16) | cápsula (1000 UI/día) | 12 semanas |
Santos, 2016 28 | 9 | cápsula (375 mg/día) | 1 h |
UI: unidades internacionales x día, mg: miligramos x día
Autor principal y año | Indicadores | Variables estudiadas | Ejercicio | Evaluación posejercicio | Efecto de la suplementación con vitamina E |
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Silva, 2010 (23) | DOMS biceps Daño celular Estrés oxidativo Inflamación | VAS (0 a 10 cm) LDH Peroxidación lipídica, carbonilación de proteína TNF-α e IL-10 | 3 series isocinéticas hasta la fatiga | 48, 96 y 168 h | La suplementación con vitamina E atenúa el dolor muscular, el daño muscular y el estrés oxidativo, pero no la inflamación |
Avery, 2003 (24) | DOMS hombro y cadera Estrés oxidativo Daño celular DOMS cuádriceps | VAS (0 a 10 cm) MDA CK VAS (0 a 10 cm) | 4 x 10 contracciones concéntrica excéntrica en brazos y piernas | 24, 48 y 72 h | La suplementación con vitamina E no mostró efecto sobre el DOMS, el daño muscular ni el estrés oxidativo |
Beaton, 2002 (25) | Daño muscular | Biopsia y CK | 24 x 10 acciones excéntricas | 24 y 48 h | La suplementación con vitamina E no mostró efecto sobre DOMS ni sobre el daño muscular no inflamatorio |
Itoh, 2000 (26) | Daño muscular Daño oxidativo | CK y LDH TBH | Contracción concéntrica excéntrica en carrera | 24 h y 3 semanas | La suplementación con vitamina E atenúa el daño muscular y el estrés oxidativo |
Sacheck, 2003 (27) | Estrés oxidativo Capacidad antioxidante Daño muscular | MDA e iPF2 α Absorción de radicales de oxígeno CK | 45 min acciones excéntricas en carrera | 0,6,24 y 72 h | La suplementación con vitamina E disminuyó el estrés oxidativo y el daño muscular |
Santos, 2016 (28) | Indicadores de daño muscular Indicadores de inflamación Indicadores de inflamación | CK CK y LDH IL-6, TNF-α, IL-1.a e IL-10 | 1 h aeróbicos en hipoxia | 0 y 1 h | La suplementación con vitamina E redujo el daño muscular, el estrés oxidativo y la inflamación |
CK: creatina quinasa, LDH: lactato deshidrogenasa, IL: Interleucina, MDA: malondialdehyde, DOMS: dolor muscular de inicio retardado, TNF-α: factor de necrosis tumoral α, iPF2: α isoprostano F2 α, ácido tiobarbitúrico.
Los estudios que analizaron el DOMS utilizaron la escala visual análoga (VAS), mientras que los artículos que analizaron el estrés oxidativo, daño celular e inflamación utilizaron los biomarcadores MDA, CK, LDH y IL. Los tres estudios relacionados con el DOMS prescribieron ejercicios isocinéticos, excéntricos y concéntricos/excéntricos de corta duración, mientras que los tres estudios relacionados con el análisis del estrés oxidativo prescribieron ejercicio aeróbico de tipo excéntrico, aeróbicos en condiciones hipóxicas y aeróbicos con fase excéntrica/concéntrica.
Con relación a los principales resultados, de los tres estudios que analizaron el DOMS 23-25, solo uno reportó una pequeña disminución en la percepción del DOMS 23, mientras que en los dos estudios restantes no se observaron efectos positivos relacionados con la suplementación de vitamina E y DOMS comparado con placebo 24,25. Por otro lado, los tres estudios que analizaron el efecto de la vitamina E sobre el estrés oxidativo reportaron cambios favorables en los respectivos biomarcadores 26-28
DISCUSIÓN
Los resultados observados son contradictorios; Silva et al. 23, al comparar una ingesta durante 14 días antes y 7 días después de los ejercicios isocinéticos hasta la fatiga, reportó una atenuación del dolor muscular, del daño muscular y del estrés oxidativo, pero no la inflamación.
No obstante, Avery et al. 24, al analizar los efectos de la vitamina E sobre la recuperación de los brazos y piernas, determinó que una suplementación de 1200 UI/día no mostró efecto sobre el DOMS, el daño muscular ni el estrés oxidativo, mientras que Beaton et al. 25, al suministrar la misma dosis 30 días antes de realizar acciones excéntricas, encontró que no hay efecto sobre DOMS ni daño muscular inflamatorio.
Estos resultados pueden explicarse debido a que el ejercicio físico tanto de tipo aeróbico como anaeróbico puede provocar un desbalance en la homeostasis oxidante y antioxidante. En favor de los primeros, este desbalance o estrés oxidativo induce una ruptura del proceso de control y señalización fisiológica del sistema de reducción oxidación (REDOX) y posteriormente un daño celular reflejado en un aumento de CK y LD, marcadores de estrés oxidativo como el MDA y citoquininas proinflamatorias TNF-α y IL-6, 2,29-33.
Siguiendo esta argumentación, Itoh et al. 26 determinaron que una suplementación de 1200 UI/ día durante 4 semanas antes de una carrera de resistencia a intensidad máxima puede reducir la pérdida de CK y LDH, indicadores de daño muscular, a causa del estrés oxidativo luego de 6 días consecutivos de carreras.
Del mismo modo, Sacheck et al. 27 sugieren cambios moderados del estrés oxidativo inducido por el ejercicio excéntrico, independiente de la edad, mientras que Santos et al. 28, luego de suministrar 250 mg (375 UI/día) de suplementos de vitamina E una hora antes de ejercicios en condición hipóxica, reportaron cambios favorables en los marcadores de daño celular y concentración de citoquímicas proinflamatorias.
Estos resultados permiten corroborar que la vitamina E solo tiene un efecto comprobado sobre la capacidad antioxidante y la disminución de la peroxidación lipídica; sin embargo, estos efectos dependerán de múltiples factores intrínsecos y extrínsecos, como nivel de entrenamiento, fatiga, intensidad de la carga de trabajo, duración del ejercicio, edad y el sexo de cada individuo 29-40.
El hecho de que no se haya comprobado una función reguladora del DOMS por parte de la vitamina E se puede atribuir al tiempo de exposición, debido a que se ha observado que intervenciones agudas no siempre logran reflejar disminuciones en biomarcadores sanguíneos como la CK 41,42.
Siguiendo esta línea, Burton et al. 43 observaron una disminución en la concentración sérica de vitamina E de hasta aproximadamente cuatro veces menos luego de 41 días desde la última suplementación, mientras que otros autores han planteado que intervenciones crónicas podrían mejorar la recuperación muscular, no así las adaptaciones propias al entrenamiento deportivo 44,45.
Los resultados de esta revisión no permiten determinar un efecto real asociado al consumo de vitamina E y disminución del DOMS; es poco probable que las pequeñas diferencias estadísticas en la percepción del DOMS que favorecen la suplementación con vitamina E equivalgan a diferencias importantes en la práctica, debido, sobre todo, a los escasos estudios que analizan la suplementación de vitamina E en forma única.
Finalmente, la literatura recomienda, para prevenir el daño oxidativo y mejorar la respuesta inmune, dosis entre 5 y 19 mg/día para poblaciones sedentarias y entre 100 y 200 mg/día para deportistas de resistencia aeróbica; sin embargo, estos valores pueden oscilar dependiendo de factores como rango etario, sexo, zona geográfica de residencia y déficit nutricional, siendo este último bastante raro en seres humanos 11,46-50