Introducción
El intestino es raramente asiento de metástasis, siendo el melanoma maligno el tumor más frecuente que las produce. Sin embargo, solo en un 5 % de los casos llegan a detectarse.
Caso clínico
Paciente masculino de 73 años, con antecedente de amputación del primer dedo de mano por melanoma amelanótico Clark IV / Breslow 9 mm y linfadenectomía cervical, en seguimiento por Oncología, sin detectar recidiva. Cuatro años después, acude a urgencias presentando dolor abdominal y vómitos de un mes de evolución. En la tomografía computarizada (TC) abdominal se destaca un conglomerado de asas intestinales sin establecer causa (Figura 1).
El paciente presenta rectorragias autolimitadas, por lo que se realiza colonoscopia encontrando ulceraciones colónicas sin sangrado activo y PET-scan donde se objetiva captación compatible con tumoración tipo GIST (Figura 2).
Una semana tras el ingreso empeora clínicamente, con acidosis metabólica y criterios de sepsis. Se realiza nuevo TC (Figura 3) hallando tumoración abscedada que condiciona cuadro oclusivo y liquido libre que sugiere sufrimiento de asa intestinal. Se interviene de urgencia, encontrando tumoración en íleon terminal que compromete dos asas intestinales, una de ellas torsionada sobre sí misma causando la oclusión. Se practica resección intestinal con la tumoración en bloque, con evolución postoperatoria favorable. La anatomía patológica confirmó metástasis de melanoma, infiltrante y ulcerado, alcanzando todas las capas de la pared, con márgenes libres.