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Revista Latinoamericana de Psicología

Print version ISSN 0120-0534

rev.latinoam.psicol. vol.43 no.2 Bogotá May/Aug. 2011

 

ARTÍCULO

Empatía y resolución de conflictos durante la infancia y la adolescencia

Empathy and conflict resolution during infancy and adolescence

Maite Garaigordobil
Carmen Maganto
Universidad del País Vasco, España

Maite Garaigordobil y Carmen Maganto, Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos, Facultad de Psicología, Universidad del País Vasco, País Vasco España

Este estudio ha sido financiado por el Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco (GIC07/57-IT-351-07). Queremos agradecer la colaboración de todas las personas implicadas en el desarrollo de este trabajo especialmente a los profesores y estudiantes sin los cuales nunca hubiera sido posible.

La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a Maite Garaigordobil: Avda. de Tolosa 70. 20018. Donostia-San Sebastián, País Vasco. Correo electrónico: maite.garaigordobil@ehu.es

Recibido, Febrero de 2010 Aceptado, Febrero de 2011


Resumen

La investigación ha puesto de relieve la conexión entre la empatía y la capacidad para resolver conflictos. El estudio tuvo tres objetivos: (a) analizar si existen diferencias entre sexos y cambios evolutivos en empatía y resolución de conflictos, (b) explorar las relaciones entre empatía y resolución de conflictos, y (c) identificar variables predictoras de empatía. El estudio utilizó una metodología descriptiva y correlacional de corte transversal. La muestra fue de 941 participantes de 8 a 15 años, 509 chicos y 432 chicas, del País Vasco (España). Los resultados confirmaron lo siguiente: (a) Las chicas tienen puntuaciones superiores en empatía en todas las edades; durante la infancia la empatía no aumenta, y durante la adolescencia se confirma un incremento con la edad pero únicamente en las chicas, (b) Las chicas utilizan más estrategias de resolución de conflictos positivas-cooperativas y los chicos más agresivas; el uso de estrategias positivas-cooperativas no aumenta con la edad, y (c) Se confirman correlaciones positivas entre empatía y resolución de conflictos cooperativa, y negativas con resolución agresiva; las variables predictivas de la empatía son: ser mujer, utilizar muchas estrategias de resolución positivas-cooperativas de conflictos y poco agresivas. El trabajo permite concluir que, en estas edades, las chicas tienen nivel superior en la capacidad de empatía y de resolución de conflictos, pero no se observan importantes cambios evolutivos. Además, los resultados sugieren la importancia de implementar programas que incluyan actividades para fomentar la empatía ya que incidirán positivamente en la capacidad de resolución cooperativa de conflictos.

Palabras clave: empatía; resolución de conflictos; género; cooperación; agresividad


Abstract

Research has revealed the connection between empathy and the capacity to resolve conflicts. The purpose of this study is three-fold: (a) to analyze sex differences and developmental changes in empathy and conflict resolution; (b) to explore the relations between empathy and conflict resolution; (c) to identify predictors of empathy. The study used a descriptive, correlational, and cross-sectional methodology. The sample comprised 941 participants aged 8 to 15 years, 509 boys and 432 girls, from the Basque Country (Spain). The results confirm that: (a) The girls score higher in empathy at all ages; empathy does not increase during childhood, and, an increase with age is confirmed during adolescence, but only in girls; (b) The girls use more positive-cooperative conflict-resolution strategies and the boys use more aggressive strategies; the use of positive-cooperative strategies does not increase with age; (c) Positive correlations between empathy and cooperative conflict resolution and negative correlations with aggressive resolution are confirmed; the predictors of empathy are: being female, using many positive-cooperative conflict-resolution strategies and few aggressive strategies. The work allows us to conclude that, at these ages, girls have a higher capacity of empathy and of conflict resolution, but no important developmental changes are observed. Moreover, the results suggest the importance of implementing programs that include activities to promote empathy because they will have a positive impact on the capacity to solve conflicts cooperatively.

Key words: empathy; conflict resolution; gender; cooperation; aggressiveness.


El interés de este estudio consiste en analizar las diferencias en función del sexo y la edad en la capacidad de empatía, así como si dicha variable tiene un rol predictivo en la resolución de conflictos. Este análisis será útil para proponer medidas educativas más adecuadas ante la creciente expresión de la agresión en niños y adolescentes como medio para resolver conflictos, y también para clarificar si estas medidas han de ser diferenciadas en función de la edad y sexo.

Partiendo de la conceptualización de la empatía planteada por Hoffman (1975, 1983), y Davis (1983), este constructo se define desde un enfoque multidimensional, haciendo énfasis en la capacidad de la persona para dar respuesta a los demás teniendo en cuenta tanto los aspectos cognitivos como afectivos, y destacando la capacidad para discriminar entre el propio yo y el de los demás. La empatía incluye tanto respuestas emocionales como experiencias vicarias o, lo que es lo mismo, capacidad para diferenciar entre los estados afectivos de los demás y la habilidad para tomar una perspectiva tanto cognitiva como afectiva respecto a los otros (Garaigordobil, 2009; Garaigordobil & García de Galdeano, 2006). Actualmente, la empatía se define como una reacción emocional elicitada y congruente con el estado emocional del otro; es decir, sentir lo que siente el otro.

Empatía: Diferencias entre Sexos y Cambios con la Edad

La empatía, como variable supuestamente diferenciadora de género, ha sido frecuentemente estudiada, encontrándose en muchos estudios una superioridad en las mujeres frente a los varones (Garaigordobil & García de Galdeano, 2006; Litvack, Mcdougall & Romney, 1997; Mirón, Otero & Luengo, 1989; Sánchez-Queija, Oliva & Parra, 2006). No obstante, el estudio de Lafferty (2004) realizado con una muestra de adolescentes de 12 a 14 años, halló que las mujeres puntuaban significativamente más alto en el componente afectivo de la empatía, no habiendo diferencias en el componente cognitivo. Además, algunos investigadores han subrayado que las diferencias de género en la empatía disminuyen a medida que aumenta la edad. Tobari (2003) encontró puntuaciones significativamente superiores en las mujeres durante la infancia pero las diferencias de género disminuyeron en la adolescencia. En el estudio de Mestre, Samper, Frías, y Tur (2009) se encontró mayor respuesta empática en las adolescentes respecto a los varones de su misma edad, confirmando que dichas diferencias aumentaban con la edad.

Desde la teoría del desarrollo cognitivo, algunos trabajos han sugerido que la empatía se incrementa a medida que aumenta la edad (Underwood & Moore, 1982). Litvack et al. (1997) encontraron un incremento de la empatía con la edad en una muestra de niños de 8 a 11 años. Sin embargo, el estudio de Calvo, González y Martorell (2001), con participantes de 10 a 18 años, únicamente confirmó un aumento de la empatía con la edad en las chicas; pero Garaigordobil (2009) no halló cambios significativos de 10 a 14 años. Sánchez-Queija et al. (2006), al revisar las investigaciones sobre la superioridad de las mujeres frente a los varones en función de la edad, consideran que ésta se debe a que mientras las mujeres en la adolescencia incrementan la empatía con la edad, en los varones permanece constante.

Resolución de Conflictos: Diferencias entre Sexos y Cambios con la Edad

El interés por identificar y medir los estilos personales de afrontar los conflictos, entendiendo por tales estilos la manera como una persona responde habitualmente a dichos conflictos, comenzó en los años 60. Los conflictos son parte de la vida en sociedad y se pueden solucionar de una manera constructiva, que aporta un beneficio a las partes en conflicto; o de una forma negativa, porque se gestionan inadecuadamente o no se resuelven, lo que genera un perjuicio, y aumenta la tensión existente entre las partes implicadas.

Los estudios que han explorado diferencias de género en los estilos de resolución de conflictos entre iguales durante la adolescencia han encontrado que las chicas tienen puntuaciones superiores en habilidades de comunicación para resolver conflictos (Black, 2000), son más precisas en la percepción del conflicto (Haugen, 2007), tienden a usar más estrategias cooperativas de resolución (Alexander, 2001), tienen más habilidades relacionadas con la empatía (Taylor, Liang, Tracy, Williams & Seigle, 2002), mayores puntuaciones en las estrategias de resolución basadas en la transigencia y el compromiso (Owens, Daly & Slee, 2005), y usan más un estilo de resolución cooperativo, mientras que los chicos emplean más un estilo agresivo (Laca, Alzate, Sánchez, Verdugo & Guzmán, 2006). Estos resultados sugieren la hipótesis de la diferenciación de género que también se ha observado en los estudios sobre empatía (Carlo, Hausmann, Christiansen & Randall, 2003; Eisenberg, Zhou & Koller, 2001; Keung Ma, 2005; McMahon, Vernsman & Parnes, 2006; Toussaint & Webb, 2005), observándose respuestas menos agresivas en mujeres que en varones ante conflictos de relación social entre iguales.

Por otro lado, la teoría del desarrollo cognitivo ha sugerido que, a medida que aumenta la edad se amplía la capacidad para ver el punto de vista de otro, por lo que sería esperable que también las habilidades de resolución de conflictos mejoren durante la adolescencia. En esta dirección, algunas investigaciones han mostrado que la adolescencia está marcada por un cambio de estrategias coercitivas a estrategias más constructivas (Laursen, 1996; Laursen, Finkelstein & Townsend, 2001), aumentando las estrategias de resolución basadas en el compromiso y la transigencia en adolescentes de 13 a 16 años (Owens et al., 2005).

Relaciones entre Empatía y Resolución de Conflictos

Los estudios que relacionan empatía y el modo de resolver los conflictos entre iguales son escasos y los que existen se han realizado con adolescentes. De las relaciones entre empatía y resolución de conflictos, el estudio de Alexander (2001) evidenció la existencia de una relación entre la resolución cooperativa con la toma de perspectiva y con la respuesta empática. Björkqvistm, Österman y Kaukiainen (2000) encontraron que, la empatía correlaciona fuertemente con la resolución pacífica de los conflictos, y en la misma dirección, de Wied, Branje y Meeus (2007) confirmaron la hipótesis que postulaba que alta empatía disposicional (característica de personalidad) estaba positivamente relacionada con mayor éxito en el manejo de los conflictos, versus la empatía situacional (activación empática creada ante una determinada situación).

Variables Predictivas de la Empatía y Conexiones de la Empatía con la Conducta Social

En general, las investigaciones evidencian que la empatía es un fuerte predictor de la conducta social positiva en niños y adolescentes. Estudios realizados confirman una relación positiva de la empatía con la conducta prosocial (Garaigordobil & García de Galdeano, 2006; Litvack et al., 1997; McMahon et al., 2006), y con conductas sociales armoniosas (Sezov, 2002), y una relación negativa con la conducta agresiva (Garaigordobil & García de Galdeano, 2006). Son pocos los estudios que han identificado variables predictivas de la empatía. En concreto, Roberts y Strayer (1996) encontraron que la expresividad emocional era un fuerte indicador de la empatía. El trabajo de Garaigordobil y García de Galdeano (2006) con niños y niñas de 10 a 12 años identificó como variables predictivas de la empatía, un alto nivel de conducta prosocial, bajo nivel de conducta agresiva y alto autoconcepto. Los estudios han puesto de manifiesto que la empatía es un factor importante en el proceso en que el individuo desarrolla pautas de pensamiento y comportamiento acordes con las normas sociales. La empatía parece estar estrechamente relacionada con la conducta antisocial en los varones y con la conducta prosocial en ambos sexos, siendo una variable imprescindible para la comprensión de la conducta social.

Pese a que muchos estudios han encontrado diferencias de género en diversas variables psicológicas (Garaigordobil, 2009; McMahon et al., 2006; Mestre et al., 2009), recientemente se está planteando la hipótesis de la similitud de género que defiende la semejanza entre varones y mujeres. Esta hipótesis emerge debido a los cambios que se han producido en la realidad social en los últimos años y que han puesto de relieve mayor similitud que en años precedentes en variables conductuales como consumo de alcohol, drogas, problemas de conducta... En general se enfatiza la idea de que la falta de consenso entre los estudios puede deberse, entre otros aspectos, a las diferentes edades de las muestras, o a los instrumentos utilizados. El debate sobre las diferencias de género y edad sigue abierto, por lo que se precisan datos confirmatorios, ampliando el análisis a edades más tempranas a la adolescencia. Aunque los estudios han explorado la empatía durante la adolescencia, el presente trabajo amplía las edades de la muestra, incluyendo el final de la infancia (8-10 años) y el inicio de la pubertad-adolescencia (10-12 años), con la finalidad de explorar si las diferencias de género y las diferencias en función de la edad se manifiestan o no desde edades tempranas.

A partir de esta contextualización, el estudio realizado se planteó tres objetivos: (1) analizar si existen diferencias entre sexos y cambios evolutivos, entre 8 y 15 años, en empatía y resolución de conflictos; (2) explorar las relaciones entre empatía y resolución de conflictos, y (3) identificar variables predictivas de empatía. Tomando como referencia los hallazgos de estudios previos, con la finalidad de arrojar luz en torno a la hipótesis de similitud o diferencia de género, a la hipótesis de estabilidad o cambio evolutivo, y a la hipótesis sobre la empatía como variable mediadora de la resolución positiva de conflictos, la investigación se planteó tres hipótesis: 1) Las chicas tendrán puntuaciones significativamente superiores en empatía respecto a los chicos; la capacidad de empatía no aumentará significativamente entre los 8 y los 15 años, aunque a medida que aumente la edad la diferencia entre chicos y chicas se incrementará a favor de éstas; 2) Los chicos tendrán puntuaciones significativamente inferiores en el uso de estrategias de resolución de conflictos positivas-cooperativas, y superiores en las agresivas; el uso de estrategias de resolución positivas-cooperativas aumentará a medida que aumenta la edad; 3) Se encontrarán correlaciones positivas entre empatía y uso de estrategias de resolución de conflictos positivas-cooperativas y correlaciones negativas con estrategias agresivas. Además, serán variables predictivas de alta empatía: ser mujer, utilizar muchas estrategias de resolución positivas-cooperativas de conflictos (estrategias que implican comunicación bidireccional, actitud de negociación, centrarse en el problema, actitud de cooperación, adoptar la perspectiva del otro, evitar actitudes de confrontación agresivas...) y pocas agresivas. De confirmarse estas hipótesis, las orientaciones educativas y los programas de resolución de conflictos deberían ir encaminados no solo a tomar medidas frente a la agresión, sino a incrementar la empatía entendida como capacidad de ponerse en el punto de vista del otro tanto cognitiva como afectivamente, la capacidad de escucha y el respeto ante las diferencias, la regulación emocional ante el ataque y agresión de otro compañero...

Método

Participantes

La muestra total está constituida por 941 participantes de 8 a 15 años, pertenecientes a cuatro centros educativos públicos y privados del País Vasco (España). Del conjunto de la muestra, 369 tienen de 8 a 11 años, 192 chicos (52%) y 177 chicas (48%), distribuidos en 16 aulas de 3º a 6º curso de Educación Primaria. La media de edad es de 10.05 (DT = 1.01). Además, la muestra contiene 572 participantes de 12 a 15 años, 317 chicos (55.4%) y 255 chicas (44.6%), distribuidos en 20 aulas de 1º a 4º curso de Educación Secundaria. La media de edad es de 13.38 (DT = 1.14). Los centros educativos fueron seleccionados con una técnica de muestreo aleatorio simple utilizando la lista de centros del País Vasco, teniendo en cuenta el tipo de red educativa (pública y privada), procediendo a la selección de dos centros de cada categoría.

Procedimiento e Instrumentos de Medición

El estudio utilizó una metodología descriptiva y correlacional de corte transversal. Primero se llevó a cabo una entrevista con los directores de los centros educativos para exponer los objetivos de la investigación y promover su colaboración. Posteriormente, se envió una carta a los padres para explicarles el estudio y solicitar su consentimiento. Los cuestionarios fueron contestados de forma colectiva. La batería de evaluación fue aplicada por Licenciados en Psicología, en cada centro, en horario escolar, en su propia aula, y en una sesión de evaluación de 45 minutos de duración. A los participantes se les informó de los objetivos del trabajo, de la voluntariedad para participar en el mismo, y se les solicitó el consentimiento informado. Ningún participante rechazó colaborar en el estudio. El estudio cumplió los valores éticos respetando los principios fundamentales incluidos en la Declaración Helsinki, en sus actualizaciones, y en las normativas vigentes: a) consentimiento informado y derecho a la información; b) protección de datos personales y garantías de confidencialidad; c) no discriminación, y d) gratuidad. Con la finalidad de medir las variables objeto de estudio se administraron 4 instrumentos, 2 para evaluar empatía y resolución de conflictos de 8 a 11 años (EQ, SAAC), otros 2 para evaluar las mismas variables de 12 a 15 años (CONFLICTALK, IECA).

EQ. Cuestionario de empatía (Merhabian & Epstein, 1972). Contiene 22 frases que hacen referencia a sentimientos empáticos con los que se mide la capacidad de empatía cognitiva y emocional. La tarea consiste en informar si habitualmente hace, piensa o siente lo que afirma la frase (por ejemplo, ver a alguien llorar me provoca ganas de llorar, cuando veo que una persona está enferma me siento triste...), utilizando para ello una escala de respuesta dicotómica (si/no). La consistencia interna (alpha de Cronbach) de la escala original fue adecuada (α = .74), aunque un poco más alta que la obtenida con la muestra de este estudio (α = .68). Los análisis mediacionales del cuestionario llevados a cabo por Merhabian y Epstein (1972) confirman que la conducta de ayuda es una función de la tendencia empática (b = .31), y la agresión mantiene una relación negativa con empatía (b = -.21). La validación española del cuestionario se llevó a cabo en un estudio previo (Garaigordobil, 2000).

SAAC. Student's attitudes about conflict (Jenkins & Smith, 1987). El SAAC tiene 40 ítems, que se responden con una escala Likert de 4 puntos (muy de acuerdo, de acuerdo, desacuerdo, muy desacuerdo). El cuestionario ha sido utilizado para evaluar los efectos de programas de entrenamiento en resolución de conflictos y mediación entre iguales. En este estudio se ha utilizado una versión breve del SAAC, que incluye 14 ítems principalmente relacionados con las actitudes de los estudiantes y su forma de acercamiento al conflicto y a la resolución de problemas. La prueba aporta una puntuación global basada en el grado de acuerdo con las afirmaciones, las cuales se acercan al conflicto de una manera bipolar, en un polo el rol cooperativo, orientado a la resolución del problema mediante la negociación (por ejemplo, yo soy bueno ayudando a la gente a resolver sus problemas); y en el otro polo, el rol de competidor, orientado hacia sí mismo, agresivo (por ejemplo, algunas veces una persona no tiene otra elección que luchar). La consistencia interna obtenida con la muestra de este estudio fue aceptable (α = .70). La validación española del cuestionario se llevó a cabo en un estudio previo (Garaigordobil, 2008).

IECA. Índice de empatía para niños y adolescentes (Bryant, 1982). Evalúa la activación empática de los adolescentes a través de 22 afirmaciones, algunas de las cuales reflejan situaciones en las que se da una activación empática hacia otra persona ante una situación determinada, mientas que otras reflejan una falta de empatía. La escala evalúa dos dimensiones: por un lado, la empatía afectiva, entendida como una activación emocional que hace referencia a mecanismos mínimamente cognitivos; y, por otro lado, las creencias sobre la expresión de sentimientos. El adolescente puntúa cada frase en una escala de 1 a 7 en función del grado de acuerdo con el contenido de la frase. La consistencia interna de la escala original obtuvo un alpha de Cronbach de .68 en cuarto grado y .79 en séptimo grado, mientras que la obtenida con la muestra de este estudio fue más alta (α = .81). Un estudio de fiabilidad test-retest con 108 participantes evidenció un coeficiente de correlación .81 con la muestra de cuarto grado y de .83 con estudiantes de séptimo. Estudios de validez han encontrado correlaciones positivas con otras medidas de empatía y negativas con conducta antisocial (Sobral, Romero, Luengo & Marzoa, 2000) y conducta violenta (Wied, Goudena & Matthys, 2005). La validación española del cuestionario se llevó a cabo en un estudio previo (Garaigordobil, 2008).

CONFLICTALK. Instrumento para medir los estilos de mensajes de resolución de conflictos en jóvenes y adolescentes (Kimsey & Fuller, 2003). Autoinforme diseñado para identificar el estilo de abordaje del conflicto en jóvenes y adolescentes. Mide tres estilos de resolución de conflictos: enfocado en sí mismo (AG. agresivo: implica estar centrado en sí mismo, queriendo que las cosas se hagan a la manera propia, frente al conflicto se actúa de forma agresiva y autoritaria); enfocado en el problema (CO. cooperativo: implica mostrar interés por la causa del conflicto y por identificar concretamente el problema en colaboración con el otro, el interés se centra en encontrar la mejor solución y en la actuación cooperativa), y enfocado en los otros (PA. evitativo: implica pensar que el conflicto siempre es malo, frente al conflicto se actúa de forma pasiva). Presenta 18 frases que podrían expresarse en una situación de conflicto, y se solicita que el adolescente puntúe cada frase en una escala de 1 a 5, indicando con ello desde "nunca digo cosas como esa" (1) hasta "casi siempre digo cosas como esas" (5). La consistencia interna (alpha de Cronbach) para los tres estilos fue adecuada tanto en la versión original de la prueba (CO = .87; AG = .81; PA = .63) como en la muestra de este estudio (CO = .86; AG = .70; PA = .61). Estudios de validación (Laca et al., 2006) han encontrado correlaciones positivas entre habilidades de comunicación y resolución cooperativa, y negativas con resolución agresiva y evitativa. La validación española del cuestionario se llevó a cabo en un estudio previo (Garaigordobil, 2008).

Resultados

Empatía: Diferencias entre Sexos y Cambios con la Edad

Con el fin de analizar si existen diferencias en la capacidad de empatía en función del sexo y la edad se realizaron análisis univariantes. Los resultados del análisis de la interacción sexo x edad en empatía pusieron de relieve que durante la infancia la interacción no fue significativa, F(3, 365) = 1.90, p > .05; sin embargo, durante la adolescencia se encontraron diferencias, F(3, 568) = 4.20, p < .05, pero el tamaño del efecto fue muy bajo ( ף² = .022, r = .14). Los resultados muestran que en la adolescencia a medida que aumenta la edad, aumentan las diferencias de género a favor de las chicas. Las puntuaciones medias en cada variable y para cada sexo se presentan en la Tabla 1.

Con relación al sexo, los resultados evidencian diferencias significativas, con puntuaciones superiores en las chicas, tanto en la muestra de 8 a 11 años, EQ: F(1, 367) = 33.98, p < .001, aunque el tamaño del efecto fue bajo ( ף² = .092, r = .30), como en la muestra de 12 a 15 años, IECA: F(1, 570) = 157.60, p < .001, siendo el tamaño del efecto medio (ף² = .217, r = .46).

En relación con la edad, los resultados indican que no existen cambios en la capacidad de empatía entre los 8 y los 11 años, EQ: F(3, 365) = 0.76, p > .05, siendo el tamaño del efecto muy bajo ( ף² = .007, r = .08). Sin embargo, sí se encontraron diferencias entre los 12 y los 15 años, IECA: F(3, 568) = 2.52, p < .05, siendo el tamaño del efecto bajo ( ף² = .013, r = .11). Los análisis post hoc de Tukey confirmaron diferencias únicamente (p < .05) entre los 13 y los 15 años, con un incremento de 5.40 puntos a los 15 años.

Figura 1

Figura 2

Resolución de Conflictos: Diferencias entre Sexos y Cambios con la Edad

Con la finalidad de analizar si existen diferencias en el uso de estrategias positivas de resolución de conflictos en función del sexo y la edad se realizaron análisis univariantes. Los resultados del análisis de la interacción sexo x edad en resolución de conflictos pusieron de relieve que durante la infancia la interacción no fue significativa, F(3, 365) = 1.09, p > .05, y tampoco lo fue durante la adolescencia, ni en las estrategias cooperativas: F(3, 568) = 1.08, p > .05; ni en las agresivas: F(3, 568) = 1,48, p > .05; ni en las pasivas: F(3, 568) = 0.49, p > .05. Las puntuaciones medias en cada variable y para cada sexo se presentan en la Tabla 2.

Figura 3

Figura 4

Figura 5

Figura 6

En relación con el sexo, los resultados evidenciaron diferencias significativas, con puntuaciones superiores en las chicas de 8 a 11 años, SAAC: F(1, 367) = 26.27, p < .001, aunque el tamaño del efecto fue bajo ( ף² = .071, r = .26). En la muestra de 12 a 15 años, se evidenció un nivel superior de uso de estrategias cooperativas de resolución de conflictos en las chicas (CONFLICTALK: F(1, 570) = 19.56, p < .001 siendo el tamaño del efecto bajo (ף² = .033, r = .18); en las estrategias agresivas de resolución de conflictos el nivel superior se confirma en los chicos, F(1, 570) = 14.18, p < .001, siendo el tamaño del efecto bajo (ף² = .024, r = .15); sin embargo, en las estrategias pasivas de resolución de conflictos no se encontraron diferencias entre sexos, F(1, 570) = 0.10, p >.05.

De acuerdo con la edad, los resultados muestran ligeras variaciones en la capacidad de resolución positiva de conflictos entre 8 y 11 años, aunque no se observan incrementos a medida que aumenta la edad, SAAC: F(3, 365) = 4.13, p < .05, siendo el tamaño del efecto bajo (ף² = .035, r = .18). En la muestra adolescentes, en estrategias de resolución de conflictos cooperativas, no se evidenciaron cambios significativos, CONFLICTALK: F(3, 568) = 1.19, p > .05; tampoco se observaron cambios en estrategias de resolución agresivas, CONFLICTALK: F(3, 568) = 2.24, p > .05; ni tampoco en las estrategias pasivas, CONFLICTALK: F(3, 568) = 0.84, p > .05.

Relaciones entre Empatía y Resolución de Conflictos

Con el fin de analizar las relaciones de concomitancia existentes entre empatía y resolución de conflictos, se calcularon los coeficientes de correlación de Pearson con las puntuaciones obtenidas en el SAAC y en el CONFLICTALK, para chicos y chicas, de forma independiente, debido a las diferencias existentes en estas variables entre ambos sexos (véase Tabla 3). La relación entre empatía y resolución positiva de conflictos en la muestra infantil (8-11 años) fue significativa tanto en la muestra de chicos (r = .27, p < .001), como de chicas (r = .22, p < .05). Durante la adolescencia, se ratifican las correlaciones positivas entre empatía y resolución cooperativa de conflictos para la muestra de chicos (r = .25, p < .001) y chicas (r = .28, p < .001). Asimismo, se evidenciaron correlaciones negativas entre empatía y resolución agresiva de conflictos tanto en chicos (r = -.11, p < .05) como en chicas (r = -.15, p < .01). Mientras que las relaciones entre empatía y estrategias pasivas de resolución de conflictos fueron significativas únicamente en los chicos (r = .15, p < .05).

Variables Predictivas de Alta Empatía

Para identificar las variables que predicen una alta puntuación en empatía se realizaron análisis de regresión lineal múltiple, paso a paso (véase Tabla 4).

Del conjunto de las variables predictivas de "alta empatía" en la infancia (véase Tabla 4), dos resultaron estadísticamente significativas: resolución positiva de conflictos interpersonales (Beta = .248), y sexo (Beta = .245). Los coeficientes de regresión estandarizados Beta indican que estas variables tienen poco peso sobre la variable "empatía". De acuerdo con esta afirmación, los porcentajes de varianza explicada (coeficientes de determinación ajustados) por cada una de tales variables predictivas fueron de magnitud baja para estas variables (9% y 14%). Dos variables resultaron predictivas de la variable criterio empatía: muchas estrategias de resolución positiva de conflictos y ser mujer, pero explican únicamente el 14% de la varianza. Durante la adolescencia, cinco variables resultaron estadísticamente significativas: sexo (Beta = .395); resolución cooperativa (Beta = .216); resolución agresiva (Beta = -.200); resolución pasiva (Beta = .126) y edad (Beta = .087). Los coeficientes de regresión estandarizados Beta indican que estas variables tienen cierto peso sobre la variable "empatía". De acuerdo con esta afirmación, los porcentajes de varianza explicada (coeficientes de determinación ajustados) por cada una de tales variables predictivas fueron de magnitud media para estas variables (22%, 27%, 29%, 30% y 31%). Cinco variables resultaron predictivas de empatía: ser mujer, utilizar muchas estrategias de resolución de conflictos cooperativas (estrategias que implican comunicación bidireccional, actitud de negociación, centrarse en el problema, actitud de cooperación, adoptar la perspectiva del otro...), muchas estrategias pasivas (evitar actitudes de confrontación agresivas...), pocas estrategias agresivas y la edad, explicando el 31% de la varianza.

Discusión

El estudio se planteó como objetivos analizar las diferencias entre sexos y cambios evolutivos entre 8 y 15 años en empatía y resolución de conflictos; explorar las relaciones entre estas variables, e identificar variables predictivas de empatía. En primer lugar, los resultados del estudio mostraron que las chicas, en comparación con los chicos, tienen puntuaciones significativamente superiores en empatía en todas las edades, lo que apunta en la dirección de otros estudios que también han encontrado mayor disposición empática en las mujeres (Garaigordobil & García de Galdeano, 2006; Litvack et al., 1997; Mirón et al., 1989; Sánchez et al., 2006). Estas diferencias son coherentes con la teoría de la socialización de género, pudiendo ser atribuidas a las divergencias en las pautas de crianza y socialización de hombres y mujeres. Se podría asumir que las mujeres han sido socializadas de un modo que favorece el desarrollo de las habilidades orientadas hacia las relaciones interpersonales cálidas, en mayor medida que los hombres; es decir, que la capacidad para comprender y compartir los sentimientos y emociones de los otros sería una característica ligada al rol femenino antes que al estereotipo del rol masculino. Los datos apuntan hacia la hipótesis de la diferenciación de género en empatía, y sugieren modificar las pautas de socialización que se utilizan con los chicos en la dirección de estimular más su desarrollo emocional (expresión y comprensión de emociones).

Por otro lado, los resultados han evidenciado que durante la infancia (8-11 años) no se observan incrementos en la empatía a medida que aumenta la edad. Sin embargo, durante la adolescencia (12-15 años) se confirma un aumento de la empatía con la edad pero únicamente en las chicas. Además, durante la adolescencia, a medida que aumenta la edad, se incrementan las diferencias de género, a favor de las chicas. Estos resultados confirman los obtenidos en otros estudios que no han hallado cambios evolutivos de la empatía durante la infancia (Garaigordobil, 2009), así como los obtenidos en otros estudios (Calvo et al., 2001; Mestre et al., 2009; Sánchez-Queijas et al., 2006) que han encontrado un incremento en la empatía durante la adolescencia, pero únicamente en las chicas. Una posible explicación de este resultado puede deberse a que las mujeres en todas las edades alcanzan un mayor nivel de conductas de resolución positiva de conflictos, mientras que los chicos tienen mayores niveles de resolución agresiva de conflictos. Y es precisamente la resolución positiva de conflictos la que en este estudio se identifica como predictiva de la empatía. No obstante, nuestros resultados no apoyan los obtenidos en otros estudios (Litvack et al., 1997; Underwood y Moore, 1982) que han mostrado un aumento de la empatía con la edad. Estas discrepancias pueden explicarse en parte por la variabilidad de las edades muestrales, por los distintos tipos de instrumentos de evaluación utilizados para evaluar la empatía en las diferentes investigaciones (autoinformes, heteroinformes, situaciones de laboratorio...), o por las diferencias culturales. Los resultados sugieren la necesidad de llevar a cabo estudios longitudinales con muestras que tengan amplios rangos de edad y en distintos contextos culturales a fin de clarificar la hipótesis evolutiva de la empatía. Los resultados en su conjunto ratifican parcialmente la hipótesis 1, ya que se evidencian puntuaciones significativamente más altas en empatía en las chicas, un aumento de las diferencias entre chicos y chicas a medida que aumenta la edad, aunque únicamente hay un incremento de la empatía en las chicas durante la adolescencia.

En segundo lugar, los datos muestran que las chicas en todas las edades utilizan más estrategias de resolución de conflictos positivas y cooperativas que los chicos, mientras que éstos usan más estrategias agresivas, no habiendo hallado diferencias entre sexos en el uso de las pasivas. Estos resultados apoyan la hipótesis de diferenciación de género en resolución de conflictos, y apuntan en la misma dirección que otros estudios que han puesto de relieve que las adolescentes tienen puntuaciones superiores en habilidades de comunicación para resolver conflictos (Black, 2000); usan más estrategias cooperativas (Alexander, 2001; Laca et al., 2006); más estrategias basadas en el compromiso y la transigencia (Owens et al., 2005), y menos agresivas (Laca et al., 2006).

Por otro lado, y en contra de lo esperado, los resultados no confirman que el uso de estrategias de resolución de conflictos positivas y cooperativas aumente con la edad. Estos datos contradicen los hallazgos de otros estudios que han observado que las habilidades de resolución de conflictos mejoran con la edad, y que en la adolescencia aumentan las estrategias constructivas (Laursen, 1996; Laursen et al., 2001). Una explicación puede estar relacionada con el tipo de instrumento de evaluación utilizado, ya que no se obtienen los mismos resultados al utilizar autoinformes que al observar el modo de resolver conflictos reales con metodologías experimentales. Los resultados sugieren la necesidad de llevar a cabo más estudios que permitan clarificar la hipótesis evolutiva de las teorías cognitivas del desarrollo que postulan una mejora de la capacidad de resolución de conflictos con la edad.

Los resultados obtenidos en relación con la resolución de conflictos confirman parcialmente la hipótesis 2, ya que si bien se evidencian puntuaciones superiores en las chicas en estrategias cooperativas-positivas, y superiores en los chicos en las agresivas; sin embargo, no se observa un aumento de las estrategias cooperativas-positivas con la edad.

En tercer lugar, los coeficientes de correlación han mostrado que en la infancia los niños y niñas con alta capacidad de empatía tienen también alta capacidad para resolver positivamente los conflictos. Además, los y las adolescentes con alta empatía también usaban muchas estrategias cooperativas de resolución de conflictos y pocas agresivas. Estos resultados confirman lo encontrado por otros estudios (Alexander, 2001; Björkqvistm et al., 2000; De Wied et al., 2007). Finalmente, los resultados de los análisis de regresión han permitido identificar como predictivas de alta empatía: ser mujer, utilizar muchas estrategias de resolución cooperativa de conflictos y pocas agresivas. Estos datos apuntan en la misma dirección que los obtenidos en otros estudios, por ejemplo, el de Roberts & Strayer (1996) que demostró que la expresividad emocional era un indicador de la empatía, así como el estudio de Garaigordobil y García de Galdeano (2006) identificó como variables predictoras de la empatía: un alto nivel de conducta prosocial, bajo nivel de conducta agresiva y alto autoconcepto. Por lo tanto, los resultados permiten ratificar completamente la hipótesis 3.

La investigación llevada a cabo pone de manifiesto en la adolescencia temprana la conexión entre la capacidad de resolver constructivamente conflictos y la empatía, factor determinante en el proceso en el que el individuo desarrolla pautas de pensamiento y comportamiento relacionados con las relaciones interpersonales. El trabajo contribuye a la compresión de la empatía y la resolución de conflictos en la infancia y la adolescencia. En primer lugar, porque aunque la magnitud del efecto en algunos casos ha sido algo baja, los resultados sugieren que la empatía y la resolución de conflictos son variables diferenciadoras de género femenino. En segundo lugar, porque aporta información sobre la resolución de conflictos en edades tempranas. Además, al tomar un rango de edad que cubre infancia y adolescencia, amplía la comprensión de la dimensión evolutiva de la empatía y la resolución de conflictos, aportando resultados que, en contra de lo esperado, no ratifican la hipótesis evolutiva. No menos relevante es la relación confirmada sobre el rol de la resolución de conflictos en la empatía, aspecto poco estudiado hasta el momento y que da pie para diseñar estrategias de afrontamiento positivo, especialmente para adolescentes varones con el fin de disminuir su conflictividad en la resolución de conflictos, ya que un aprendizaje de estrategias positivas y cooperativas incrementaría el nivel de empatía. El estudio ha identificado variables predictivas de empatía lo que facilitará el diseño de programas y estrategias educativas que incidan directamente sobre el desarrollo de dicha variable relacionada con la resolución positiva de conflictos y alternativas menos agresivas de respuesta ante la frustración y el conflicto, es decir, que ante estas situaciones no se provoquen comportamientos violentos, agresivos, impositivos...

Como limitación del estudio cabe destacar que siendo los datos de naturaleza correlacional, poco aportan sobre la relación causal que puede existir entre estas variables, por lo que se sugiere realizar otros estudios con una metodología de investigación experimental y con estudios longitudinales. Por otro lado, la evaluación de la empatía y de la resolución de conflictos se ha realizado mediante autoinformes con el sesgo de deseabilidad social que implican, por lo que se sugiere la medición de estas variables con otro tipo de instrumentos de evaluación, de tal modo que permitan ratificar los datos obtenidos. Complementariamente cabe destacar que la consistencia interna de los datos obtenidos con la prueba de evaluación de la empatía en edades tempranas (Merhabian & Epstein, 1972), así como la obtenida en las estrategias de resolución de conflictos pasivas (Kimsey & Fuller, 2003) son algo bajas, por lo que se sugiere interpretar los resultados con precaución.


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