Introducción
La violencia de pareja contra la mujer (VPM) se define como todo acto de agresión física, coerción sexual, abuso psicológico y conductas controladoras hacia la mujer por parte de su pareja o expareja (Organización Mundial de la Salud (OMS), 2021). La VPM es la forma más frecuente de violencia que sufren las mujeres y conlleva graves consecuencias a nivel personal, familiar y social. Por todo ello, la VPM se considera un problema de salud pública a nivel global, una violación de derechos humanos y una barrera al desarrollo social y económico de las naciones (Bott et al., 2019; OMS, 2002, 2013).
A escala mundial, alrededor de una de cada tres mujeres ha experimentado VPM y el 38% de los femicidios se debe a la violencia conyugal (OMS, 2013, 2021), siendo la proporción de mujeres asesinadas por sus parejas masculinas seis veces mayor que la proporción de hombres asesinados por sus parejas femeninas. En América Latina, la VPM está generalizada en todas las naciones que la conforman. Su prevalencia media es 27.3%, y oscila alrededor del 20% y el 50% dependiendo del país (Bott et al., 2019; Morrison et al., 2005; Safranoff, 2017).
En lo que respecta a Ecuador, el 43% de mujeres mayores de 15 años afirman haber sufrido VPM en algún momento de su vida (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, 2019). Además, en el 84.1% de los casos de femicidio, los perpetradores fueron parejas o exparejas de las víctimas (Fiscalía General del Estado, 2021).
La VPM es un fenómeno complejo, resultado de la interacción de diversos factores psicológicos y socioculturales (OMS, 2002, 2021). Durante los últimos años, se ha dado un interés creciente por el estudio de las actitudes públicas hacia la VPM, puesto que estas dan forma al contexto social en el que ocurre este tipo de violencia y pueden desempeñar un papel crucial en su perpetración y perdurabilidad en la sociedad (Bucheli & Rossi, 2019; Copp et al., 2019; Gracia et al., 2020; Waltermaurer, 2012). Las actitudes hacia la VPM también se relacionan con las respuestas de las mujeres a su victimización, por ejemplo, la revelación, búsqueda de ayuda o denuncia, así como con las respuestas de las autoridades y de la sociedad en general a la VPM (Flood & Pease, 2009; Gracia et al., 2018; Sardinha & Catalán, 2018).
La percepción de gravedad de la VPM influye en las actitudes públicas hacia la VPM. Varios estudios relacionan una menor percepción de gravedad de VPM con mayor tendencia a culpabilizar a la víctima, mayores niveles de sexismo, menor sentimiento de responsabilidad personal y menor tendencia a denunciar los casos de VPM (Gracia et al., 2008; Gracia, García et al., 2009; Martín-Fernández et al., 2022a). Si un suceso de VPM se percibe como de poca gravedad, hay menos probabilidad que las personas estén dispuestas a intervenir (Gracia et al., 2018; Gracia, García et al., 2009; Latané & Darley, 1970). Del mismo modo, si la VPM se considera como tal solo cuando implica violencia extrema, severa o repetida, es más probable que ciertos hechos de VPM sean evaluados como aceptables cuando la percepción de gravedad es menor (Gracia et al., 2020). Esto puede llevar a su justificación, inhibiendo a las víctimas en la búsqueda de ayuda y motivando al perpetrador a persistir en sus comportamientos violentos (Taylor & Sorenson, 2007; Waltermaurer, 2012). Investigar y medir con precisión la gravedad percibida de VPM podría convertirse en un paso importante para comprender y prevenir con mayor eficacia la VPM.
Dadas las elevadas cifras de VPM en Ecuador, existe una evidente necesidad de profundizar en la investigación sobre las actitudes públicas hacia la VPM y en la percepción de gravedad de la VPM, a través de medidas fiables y válidas, lo que podría orientar de mejor manera los esfuerzos de prevención e intervención y contribuir de forma más eficiente al control social informal de la VPM (Gracia, Herrero et al., 2009; Gracia et al., 2020).
Este estudio
El objetivo de este estudio es adaptar la escala española de gravedad percibida de la VPM (PS-IPVAW; Martín-Fernández et al., 2022a) al contexto sociocultural del Ecuador. Inicialmente, la escala PS-IPVAW se desarrolló para evaluar el constructo en población general y policías (Gracia et al., 2008; Gracia, García et al., 2009). Posteriormente, Martín-Fernández et al. (2022a) examinaron las evidencias de validez de la escala PS-IPVAW en una muestra de hombres condenados por VPM y población general, demostrando que la escala PS-IPVAW presentaba adecuadas propiedades psicométricas en el contexto sociocultural español. Aún así, se desconoce si la escala PS-IPVAW puede evaluar de forma adecuada este tipo de actitudes en el entorno ecuatoriano. Si bien existen otras medidas que evalúan este constructo, no se ha realizado un estudio en profundidad sobre sus propiedades psicométricas (Ortega-Ceballos et al., 2007; Peek- Asa et al., 2002), o se basan en ítem único (Lelaurain et al., 2021; Rojas-Solís & Romero-Méndez, 2022).
Con este propósito, se examinará la estructura latente y consistencia interna de la escala PS-IPVAW. También, se examinará sus evidencias de validez relacionando la gravedad percibida de la VPM con otros constructos asociados teóricamente, como son las actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM, la aceptabilidad de la VPM y el sexismo hostil (Gracia, et al., 2008; Gracia, García et al., 2009, 2018; Martín-Fernández, Gracia, Marco et al., 2018; Martín-Fernández, Gracia & Lila, 2018; Martín-Fernández et al., 2022a; Villagrán et al., 2020). Para finalizar, se realizará un análisis de invarianza entre género para asegurar la comparabilidad de las puntuaciones en el instrumento entre hombres y mujeres.
Método
Participantes
En este estudio se emplearon dos muestras. La primera muestra se utilizó para estudiar las propiedades psicométricas de la versión ecuatoriana de la escala PS-IPVAW y constó de 652 participantes adultos (55.4% mujeres), de edades comprendidas entre los 18 y los 65 años (Medad = 28.78, DTedad = 9.94). La mayoría tenían la nacionalidad ecuatoriana (97.5%), siendo el resto inmigrantes residiendo en el país. El nivel educativo de la muestra fue el siguiente: 3.4% completaron estudios básicos, el 42.0% estudios secundarios, el 12.1% se encontraban realizando estudios universitarios o de tercer nivel, el 28.2% completaron estudios de tercer nivel, y el 14.3% poseía estudios de posgrado. La segunda muestra se utilizó para estudiar la invarianza factorial del instrumento entre géneros y estuvo compuesta por 600 estudiantes universitarios de Ecuador (50% mujeres), de entre 18 y 25 años (Medad = 20.59, DTedad = 1.98).
Instrumentos
Gravedad percibida de la VPM (PS-IPVAW; Martín-Fernández et al., 2022a). Esta escala plantea siete escenarios de VPM (e.g., “Una pareja discute continuamente, insultándose y amenazándose mutuamente, llegando a las manos con frecuencia”). Los participantes evaluaron la gravedad de cada escenario por medio de una escala de respuesta tipo Likert de diez puntos (1 = “nada grave”, 10 = “extremadamente grave”). La escala PS-IPVAW ha sido validada en el contexto sociocultural español, presentando adecuadas propiedades psicométricas (Martín-Fernández et al., 2022a). Esta medida se ha relacionado con la aceptabilidad de la VPM, la disposición a intervenir en casos de VPM, las actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM y el sexismo hostil (Gracia et al., 2008; Gracia, García et al., 2009; Gracia et al., 2018; Lila et al., 2010; Martín-Fernández, Gracia, Marco et al., 2018; Martín-Fernández et al., 2022a; Villagrán et al., 2020, 2022). Dos expertos en el campo de la VPM revisaron los enunciados de los ítems, sugiriendo cambios sobre uno de ellos para mejorar su comprensión en el entorno sociocultural ecuatoriano. Los ítems de la versión adaptada al contexto ecuatoriano pueden encontrarse en el Apéndice.
Actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM (VB-IPVAW; Martín-Fernández, Gracia & Lila, 2018). La escala VB-IPVAW evalúa las actitudes de culpabilización a la víctima a través de doce ítems (p. ej., “Las mujeres realizan denuncias falsas para conseguir beneficios económicos o herir a su pareja”). El formato de respuesta de los ítems fue una escala Likert de cuatro puntos (1 = “muy en desacuerdo”, 4 = “muy de acuerdo”). Esta escala se ha relacionado previamente con la severidad percibida, y la disposición a intervenir en casos de VPM y ha sido validada en población española (Gracia et al., 2018; Martín-Fernández, Gracia, Marco et al., 2018) y en población ecuatoriana (Villagrán et al., 2020). La consistencia interna de la escala fue buena en la muestra principal (a = .93, ωtotal = .92).
Actitudes de aceptabilidad de la VPM (A-IPVAW; Martín-Fernández, Gracia, Marco et al., 2018). La escala A-IPVAW está conformada por veinte ítems (p. ej., “Pienso que es aceptable para un hombre lanzar o romper objetos durante una discusión con su pareja”), que evalúan la aceptabilidad de una serie de conductas relacionadas con la VPM, por medio de un formato de respuesta tipo Likert de tres puntos (0 = “Nada aceptable”, 2 = “Aceptable”). Esta escala se ha relacionado previamente con sexismo ambivalente, gravedad percibida y disposición a intervenir en casos de VPM y ha sido validada en población general española y ecuatoriana (Martín-Fernández, Gracia & Lila, 2018; Villagrán et al., 2022). La escala mostró buena consistencia interna en la muestra principal (a = .91, ωtotal = .94).
Inventario de sexismo ambivalente (ASI; Expósito et al., 1998; Glick & Fiske, 1996). Esta escala posee 22 ítems con un formato de respuesta tipo Likert de cinco puntos (0 = “totalmente en desacuerdo”, 5 = “totalmente de acuerdo”). Se compone de dos factores: sexismo hostil, que se define como una actitud de discriminación hacia la mujer debido a su supuesta inferioridad en relación al hombre (p. ej., “Cuando las mujeres son vencidas por los hombres en una competencia justa, generalmente ellas se quejan de haber sido discriminadas”) y sexismo benevolente, definido como una actitud de condescendencia que considera a las mujeres de forma estereotipada y necesitadas de la protección de los hombres (p. ej., “Las mujeres, en comparación con los hombres, tienden a tener una mayor sensibilidad moral”). Este instrumento se ha relacionado con la atribución de responsabilidad, la culpabilización a la víctima y la aceptabilidad de VPM (Lila et al., 2014; Martín-Fernández, Gracia & Lila, 2018; Villagrán et al., 2020, 2022). La consistencia interna de la escala completa (ωtotal = .88) y de ambas subescalas fue buena en la muestra general (a = .84 y ωtotal = .86 para sexismo hostil, a = .77 y ωtotal = .73 para sexismo benevolente).
Subescala de manejo de impresiones de la versión breve del Inventario Balanceado de Respuesta deseable (BIDR-16; Hart et al., 2015). Esta subescala está conformada por ocho ítems con un formato de respuesta tipo Likert de cinco puntos (1 = “muy en desacuerdo”, 5 = “muy de acuerdo”) que evalúan la predisposición de las personas a sobreestimar su autodescripción para crear una imagen socialmente deseable (e.g., “A veces miento si tengo que hacerlo”). La consistencia interna de esta subescala en la muestra general fue buena (a = .79 y ωtotal = .80).
Procedimiento
Para recabar los datos se elaboró un formulario en línea, que incluía la escala A-IPVAW, la escala VB-IPVAW, la escala PS-IPVAW, el inventario ASI, la subescala manejo de impresiones del BIDR-16 y una serie de preguntas sobre información sociodemográfica al final del formulario. Se informaron los objetivos del estudio a través de un mensaje al inicio del formulario. Después, las personas encuestadas debían dar su consentimiento informado y aceptar participar en el estudio. La participación fue anónima y voluntaria. El comité de ética de la Universidad de Valencia avaló la realización del presente estudio (H1524218214832).
La primera muestra se obtuvo a través de un muestreo en línea, por medio de la difusión del formulario en redes sociales. Además, el Consejo Nacional para la Igualdad de Género de Ecuador colaboró con nuestra investigación di fundiendo el formulario a través de sus cuentas oficiales. La segunda muestra se obtuvo difundiendo el formulario a través de las listas de correo de la Universidad Nacional de Educación. Ambas muestras se recogieron en 2019.
Análisis de datos
Para adaptar la escala PS-IPVAW al contexto sociocultural ecuatoriano, se examinaron las propiedades psicométricas de la escala mediante los siguientes análisis. Primero se realizó un análisis descriptivo de los ítems, obteniendo la media, desviación típica, estadísticos descriptivos de asimetría y curtosis de cada ítem, así como la correlación entre cada ítem y el resto de la escala.
Segundo, se examinó la estructura latente de la escala PS-IPVAW, replicando mediante un análisis factorial confirmatorio (AFC) el modelo de un factor reportado en la versión depurada del instrumento (Martín-Fernández et al., 2022a). Este análisis se realizó utilizando máxima verosimilitud robusta (MLR), ya que este método realiza estimaciones precisas de los parámetros y sus errores típicos con datos que siguen tanto una distribución normal como no normal (Maydeu-Olivares, 2017; Yang & Liang, 2013). Para evaluar la bondad de ajuste del modelo factorial se utilizaron los siguientes puntos de corte: valores del índice de ajuste comparativo (CFI) y d el índice Tucker-Lewis (TLI) superiores a 0.90 y 0.95 indican un ajuste aceptable y excelente, respectivamente; y valores de la raíz del error medio cuadrático por aproximación (RMSEA) inferiores a 0.08 y 0.06 indican un ajuste mediocre y bueno, respectivamente. Una vez determinada la estructura latente de la escala, se examinó su consistencia interna mediante el estadístico a de Cronbach.
En tercer lugar, se puso a prueba la carga de deseabilidad social de cada uno de los ítems de la escala PS-IPVAW. Para ello se realizó un nuevo AFC utilizando los ítems de la subescala de manejo de impresiones como marcadores de deseabilidad social (Ferrando, 2005). Mediante este procedimiento se plantean dos factores independientes. El primer factor evaluaría el constructo (p. ej., gravedad percibida), y estaría conformado exclusivamente por los ítems de la escala PS-IPVAW. El segundo factor evaluaría la deseabilidad social y en él saturarían tanto los ítems de la escala PS-IPVAW como los marcadores de deseabilidad de la escala de manejo de impresiones. Saturaciones factoriales elevadas en el factor de deseabilidad social permitirían identificar ítems de la escala PS-IPVAW con una mayor carga de este sesgo de respuesta.
A continuación, se puso a prueba la invarianza factorial y de medida de la escala entre hombres y mujeres utilizando la segunda muestra. El objetivo de este análisis es asegurar que los niveles de gravedad percibida de ambos géneros son comparables, descartando la existencia de un sesgo de medida. Se realizaron una serie de AFC multigrupo para evaluar los niveles de invarianza configural, métrica, escalar y estricta. La invarianza configural pone a prueba si el mismo modelo factorial es aplicable tanto a hombres como a mujeres. La invarianza métrica evalúa si se pueden estimar las mismas saturaciones factoriales en ambos grupos. La invarianza escalar evalúa si los valores de las saturaciones y las intersecciones de los ítems pueden ser iguales en todos los grupos. La invarianza estricta pone a prueba si las varianzas residuales de los ítems pueden fijarse al mismo valor en los dos grupos. Todos los modelos se estimaron mediante MLR. El ajuste de los niveles de invarianza se puso a prueba obteniendo el cambio en los índices de ajuste CFI (ΔCFI) y RMSEA (ΔRMSEA). Para ello se siguieron las indicaciones de Cheung y Rensvold (2002), indicando cambios inferiores a 0.01 en ΔCFI e inferiores a 0.015 en ΔRMSEA que no hay cambios sustantivos entre los diferentes niveles de invarianza. Para evaluar las evidencias de validez basadas en la relación de la escala PS-IPVAW con otros constructos relevantes, se obtuvieron las correlaciones entre las puntuaciones factoriales de la escala y las puntuaciones factoriales de las escalas VB-IPVAW, A-IPVAW, y las subescalas de sexismo hostil y benevolente del ASI.
Todos los análisis estadísticos se realizaron con el programa R statistics (R Core Team, 2021), con excepción de los análisis factoriales, que se realizaron con Mplus (Muthén & Muthén, 2017).
Resultados
Análisis descriptivo
Los estadísticos descriptivos de los ítems mostraron que la mayoría de los participantes calificaron la gravedad de los escenarios de forma alta, con valores medios en torno a 8.60 y desviaciones estándar en torno a 2.30 (Tabla 1). Los estadísticos de asimetría y kurtosis también mostraron esta tendencia, ya que todos los ítems presentaban distribuciones de respuesta desplazadas a la derecha y leptocúrticas, mostrando que la mayoría de las evaluaciones que los participantes realizaban sobre los escenarios se acercaban a los valores más altos de la escala de respuesta. Las correlaciones ítem-test corregidas fueron superiores a 0.70 para todos los ítems, lo que indica una fuerte relación entre cada ítem y el resto de la escala.
Análisis factorial confirmatorio y consistencia interna
El modelo de un único factor mostró un ajuste excelente, con índices de ajuste por encima de los puntos de corte recomendados (CFI = .98, TLI = .97, RMSEA (90% CI) = .051 (.032, .071)). Todas las saturaciones factoriales estandarizadas fueron altas, con valores por encima de 0.60, una fuerte relación entre cada uno de los indicadores y el constructo evaluado (Figura 1). La consistencia interna de la escala fue asimismo buena (a = .95).
Deseabilidad Social
Para examinar la deseabilidad social de los ítems se realizó un nuevo AFC planteando un modelo bifactor con dos factores ortogonales. De esta manera, los ítems de la escala PS-IPVAW saturaron tanto en un factor específico de gravedad percibida como en un factor general de deseabilidad social. Los ítems de la subescala de manejo de impresiones del BIDR-16 se utilizaron como marcadores de deseabilidad social y saturaron únicamente en el factor general. Si la saturación factorial de alguno de los ítems de la escala PS-IPVAW fuese alta en el factor de deseabilidad social, se entendería que ese ítem presenta un sesgo por deseabilidad social. Los resultados mostraron que el ajuste del modelo fue adecuado (CFI = .92, TLI = .91, RMSEA (90% CI) = .074 (.067, .082)) y que las saturaciones factoriales de los ítems de la escala PS-IPVAW fueron altas en el factor de gravedad percibida, tomando valores similares a los del AFC anterior, y muy bajas en el factor de deseabilidad social (Figura 2), con valores inferiores a |.20| en este último factor. Con respecto al porcentaje de varianza explicada del factor general de deseabilidad social, los ítems de la escala PS-IPVAW explicaron el 4.4%, siendo el 95.6% restante explicado por los ítems del BIDR-16.
Invarianza factorial y de medida
La invarianza factorial entre hombres y mujeres de la escala se evaluó en una segunda muestra (Tabla 2). Se estimó primero el nivel de invarianza configural como línea base, mostrando este una bondad de ajuste muy buena. Al fijar las saturaciones factoriales al mismo valor entre ambos grupos, los índices de ajuste se redujeron ligeramente, si bien no superaron el punto de corte de ΔCFI ≤ |.010| y ΔRMSEA ≤ |.015|, apoyando así el nivel de invarianza métrica. Asi mismo, al igualar las intersecciones de los ítems entre ambos géneros los índices de ajuste no superaron los puntos de corte al compararse con el nivel de invarianza métrica, por lo que es posible asumir el nivel de invarianza escalar entre hombre y mujeres. Finalmente se puso a prueba el nivel de invarianza estricto, restringiendo que las varianzas residuales de los ítems tomasen el mismo valor entre los dos grupos. Los resultados permitieron mantener también este nivel de invarianza.
Tabla 2 Bondad de ajuste de los niveles de invarianza factorial

Nota: gl: grados de libertad; CFI: índice de ajuste comparativo; TLI = índice Tucker-Lewis; RMSEA: raíz del error cuadrático medio por aproximación; SRMR: raíz cuadrática media estandarizada del residuo.
Para comparar los niveles medios de gravedad percibida entre hombres y mujeres se realizó un análisis de medias latentes realizando un nuevo CFA multigrupo liberando la media del grupo de mujeres. El modelo resultante mostró un buen ajuste a los datos (CFI = .97, TLI = .97, RMSEA (90% CI) = .068 (.058, .085)) y mostró que en promedio las mujeres presentan mayores niveles de gravedad percibida en casos de VPM que los hombres (Zmujeres = 0.23, S.E. = 0.06).
Evidencias de validez basadas en la relación con otras variables
Las puntuaciones factoriales de los participantes en la escala PS-IPVAW se correlacionaron finalmente con las escalas VB-IPVAW, A-IPVAW, y las subescalas de sexismo hostil y benevolente en la primera muestra (Tabla 3). Los resultados indicaron que los participantes con niveles más altos de gravedad percibida también presentaron niveles más bajos en actitudes de culpabilización de la víctima, de aceptabilidad y de sexismo hostil.
Discusión
En Ecuador la prevalencia de VPM supera el 40%, una de las más altas de Latinoamérica. Las actitudes hacia la VPM se han considerado cada vez más como un tema central para comprender los factores individuales y sociales que contribuyen a su presencia en la sociedad, por lo que representan un objetivo principal para los esfuerzos de intervención y salud pública (Flood & Pease, 2009; García-Moreno et al., 2015; OMS, 2021).
Se hace por tanto indispensable contar con instrumentos que permitan evaluar de forma fiable y válida factores clave como la gravedad percibida, para un mejor entendimiento de la VPM en el contexto específico de Ecuador. Los resultados obtenidos concernientes a la estructura latente y fiabilidad muestran que el instrumento mantiene la estructura factorial de la escala original y una buena consistencia interna, lo que indica que evalúa adecuadamente la gravedad percibida de la VPM en el contexto sociocultural ecuatoriano.
En cuanto a las evidencias de validez basadas en su relación con otras variables, se encontraron resultados en la línea de investigaciones previas, mostrando que la gravedad percibida de VPM se relaciona con la culpabilidad a la víctima, la aceptabilidad de la VPM y el sexismo hostil (Gracia et al., 2018; Lelaurain et al., 2021; Martín-Fernández et al., 2022a, 2022b; Villagrán et al., 2020, 2022). Este hallazgo sugiere que aquellas personas que perciben como de poca gravedad un suceso de VPM tienden a su vez a evaluar como más aceptable la VPM, son más propensas a atribuir la causa de la VPM a las víctimas y tienen actitudes de sexismo hostil más prominentes.
En cuanto al análisis de invarianza, los resultados obtenidos indican que tanto hombres como mujeres interpretan todos los ítems de forma similar, por lo que las puntuaciones entre ambos grupos son comparables. Los hombres tienden a evaluar como de menor gravedad un incidente de VPM en comparación con las mujeres, lo que es asimismo consistente con la literatura previa (Martín-Fernández et al., 2022a).
Este estudio no está exento de limitaciones. El diseño transversal del estudio impide monitorizar los posibles cambios en el tiempo de los niveles de gravedad percibida de los participantes. El muestreo en línea, a pesar de sus ventajas, hace difícil la verificación de los datos sociodemográficos de los participantes y podría conllevar un sesgo de autoselección, pues los individuos con mayor interés en la temática podrían ser los más dispuestos a participar en el estudio (Thornton et al., 2016). Asimismo, no se dispuso de la información sociodemográfica de aquellas personas que decidieron abandonar la participación del estudio, imposibilitando un análisis pormenorizado de las respuestas incompletas.
Como fortalezas, esta investigación realiza por primera vez el análisis del sesgo de deseabilidad de la escala PS-IPVAW. Los resultados obtenidos indican que los ítems de este instrumento tienen una baja carga de deseabilidad social, explicando menos del 5% de la varianza común entre los ítems de la escala y los marcadores de deseabilidad social. Nuestro estudio resuelve además una de las limitaciones de la escala original (Martín-Fernández et al., 2022a) al examinar y evaluar las propiedades psicométricas del PS-IPVAW en un contexto sociocultural diferente al español.
Esta investigación proporciona un instrumento con suficientes evidencias de fiabilidad y validez para evaluar la gravedad percibida de la VPM, abriendo la puerta a futuras investigaciones que busquen explorar la relación entre este constructo y otras variables, como ejemplo, las conductas de control y abuso en línea contra las mujeres (Fajardo-Bullón et al., 2021; Rodríguez-Castro et al., 2018). Aportando de este modo a una mejor comprensión de la VPM en Ecuador, donde a pesar de las altas tasas de VPM, los estudios sobre este fenómeno siguen siendo escasos (e.g., Boira et al., 2017; Safranoff, 2017; Villagrán et al., 2020, 2022).
Cuando un incidente de VPM se percibe como de poca gravedad es más probable que este también pueda considerarse aceptable y por tanto no merecer la intervención de las personas o disminuir los esfuerzos de la víctima por buscar ayuda (Martín-Fernández et al., 2022a). Por ello es de suma importancia contar con una herramienta psicométricamente sólida que permita identificar con precisión la gravedad percibida de la VPM en el contexto ecuatoriano, puesto que permitiría poner en marcha políticas de prevención de la VPM basadas en esta evidencia, así como monitorear su eficacia. Esta escala podría, asimismo emplearse para evaluar la efectividad de programas de intervención con hombres perpetradores de VPM en Ecuador, evaluando el cambio de sus actitudes, así como la versión española ha sido utilizada para estos fines en España (Vargas et al., 2015). Todo esto puede contribuir al logro en Latinoamérica del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5.2, que busca eliminar todas las formas de violencia contra la mujer incluida la VPM (United Nations (UN), 2015).