EDITORIAL

La temible Influenza Aviar

Gran sobresalto ha causado en todos los habitantes del planeta, la señal de alarma, ante el inminente riesgo de una pandemia de la tan temible Influenza Aviar o gripe aviar, como aparece referida frecuentemente en la actualidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre la aparición y el registro aumentado de casos de esta enfermedad en aves y en humanos en Asia y sobre su reciente llegada a Europa, advirtiendo el consiguiente riesgo de su desplazamiento hacia el continente americano. Se han registrado más de un centenar de casos en humanos, con una mortalidad mayor del 50%. Entre los animales se han reportado casos en aves domésticas y silvestres y, en algunas especies de mamíferos; el sacrificio de animales en explotaciones comerciales avícolas, pasa de varios cientos de millones de individuos; y miles de millones de gallinas se han estado vacunando en toda el Asia.

La Influenza Aviar es una infección que se presenta de manera natural en las aves, pero en ocasiones puede aparecer en los mamíferos y entre ellos en el hombre, causando grandes epidemias, enfermedad, y muerte. Las aves silvestres pueden transportar el virus en su organismo, sin necesariamente sufrir la enfermedad o morir, haciendo que a gran distancia las aves domésticas se infecten, se enfermen y mueran a causa de este virus. Las aves infectadas expulsan el virus en su saliva, en las secreciones nasales y en la heces. Las aves susceptibles se infectan cuando tienen contacto con las secreciones contaminadas o con las superficies que están contaminadas con excreciones. Se asume que la mayoría de los casos en humanos, ha resultado del estrecho contacto con aves infectadas o con superficies contaminadas. El riesgo de la gripe aviar generalmente es bajo para la mayoría de las personas debido a que los virus se transmiten principalmente entre las aves y casi nunca entre los humanos.

El virus de la Influenza Aviar, no sólo es muy contagioso, sino que es altamente patógeno, tanto en aves domésticas, como en humanos y la mayor preocupación, es que posiblemente pueda mutar o sufrir un reordenamiento genético y originar un nuevo virus demasiado virulento o severo, con cambios antigénicos, adaptable en los humanos y fácilmente transmitible de persona a persona. Este mecanismo de transmisión es el de la influenza común, que se presenta cada año en toda la población mundial y que tiene un comportamiento endémico y epidémico, con un considerable número de enfermos y muertos.

Lo alarmante en el momento es el gran temor de que el virus siga viajando y pueda originar una grave pandemia de características impredecibles en las aves domésticas y en la población humana, en vista de que la contaminación podría darse por contacto con las aves migratorias o, por el hecho de que muchas personas de todos los continentes viajan permanentemente a Asia. Estas poblaciones son altamente susceptibles debido a que la vacuna disponible actualmente, no ofrece una solución, por no contener los antígenos específicos, responsables de la Influenza Aviar. Estamos entonces ante la amenaza de una enfermedad devastadora que cada día cobra mayor importancia y preocupación por sus antecedentes y similitudes con las pandemias de 1918, 1957 y 1968, en las que fallecieron millones de personas. Enfrentar una pandemia de Influenza Aviar en la actualidad, implica consecuencias de por sí catastróficas.

Una pandemia podría suceder en varios meses o años, no estamos seguros, pero tenemos que estar vigilantes. Es imperativo por lo tanto, anticiparnos a proponer medidas que permitan mitigar el impacto de esa posible pandemia. Debemos prepararnos con un adecuado y oportuno plan de contingencia para una eventual llegada de la influenza aviar a América y particularmente a Colombia.

Desde esta tribuna de la Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias, convocamos a los Médicos Veterinarios, a los Zootecnistas y a los productores avícolas. A ellos les corresponde, en asocio con las entidades estatales, desempeñar un papel crucial en el propósito de evitar la entrada o de minimizar las consecuencias de una epidemia de Influenza Aviar en Colombia; se requiere garantizar la detección precoz del virus y una respuesta inmediata ante la sospecha de un foco de la enfermedad en las aves.

Existe la posibilidad de que la Influenza Aviar no llegue a nuestro país, pero ante cualquiera eventualidad, es preferible prevenir que tener que lamentar.

Fabio Nelson Zuluaga T.
Director