Introducción
En 1855, el bogotano Nicolás Tanco Armero viajó a Hong Kong desde La Habana, en una hazaña épica que expone el primer encuentro real entre la Nueva Granada y China. Su experiencia ofrece múltiples posibilidades para comprender conexiones históricas disímiles como la asiática y latinoamericana. Asimismo, sus escritos -en prosa y periodísticos- son tesoros desconocidos que develan la producción histórica de saberes y prácticas relacionadas con el mundo oriental. Resguardados bajo la noción de sistema representacional, se analizarán los factores confluyentes en la constitución del mundo analítico y figuracional del primer neogranadino que vivió en Hong Kong. Sobresalen el capital cultural adquirido en su formación familiar y escolar; sus largas estancias en el extranjero; las experiencias políticas en la Nueva Granada y su contacto con la servidumbre china -culíes-, enviada bajo su autorización a Cuba, para suplir la carencia de mano de obra en los oficios agrícolas.
Con la mirada microhistórica puesta sobre este personaje, se han buscado registros documentales de su larga trayectoria, en su paso por Nueva Granada, Francia, Cuba y China. Así, la bitácora del protagonismo histórico se apoya en su primer libro, aunque la indagación profunda ha revelado cientos de escritos de perfil periodístico y ensayístico. La manera de sopesar sus apreciaciones personales y las informaciones voluntariosas consistió en la revisión de documentación de archivo en La Habana, donde quedaron consignados los ejercicios de la trata china y las impresiones colectivas sobre la "raza" asiática.
El motivo de la conexión
Desde 1847 navegaron las primeras embarcaciones entre Hong Kong, Xiamen, Cantón y Macao, con destino de Mariel al noroccidente de Cuba, donde eran aguardados cargamentos de servidumbre asiática, consignada para la ejecución de labores agrícolas en la isla.1 El puerto inglés de Hong Kong, inaugurado en 1842 como consecuencia de la Guerra del Opio, acercó el imperio Manchú a las dinámicas globales comerciales y diplomáticas, y se dispuso como escenario principal de la exportación de culíes chinos hacia el Caribe y Suramérica para suplir la escasez de mano de obra esclava ocasionada por las regulaciones abolicionistas.2 En esta coyuntura participó la Nueva Granada, porque el bogotano Nicolás Tanco Armero dirigió las consignaciones de servidumbre asiática destinadas a ingenios azucareros de La Habana y, a finales de 1870, a los campos de producción de guano peruano.3
Esta conexión geográfica supera las relaciones exclusivamente económicas del mundo decimonónico. Como trasfondo aparece un longevo sistema de representaciones, construido desde finales del siglo XVIII por la Ilustración europea, concentrado en la inmovilidad histórica de los pueblos asiáticos. Representar a Oriente -orientalizarlo- significó su producción epistémica-discursiva, originada en la combinación de fuerzas sociales, culturales e institucionales, necesarias para desarrollar destrezas visuales, perceptivas y, en consecuencia, representacionales.4 La mirada de un neogranadino conservador, abolicionista y comerciante de colonos asiáticos, resultó del poder enunciativo de los sistemas de representación, expresados en narrativas dedicadas a la descripción geográfica y social de pueblos no occidentales.5 La impresión, percepción, visión y representación de la China enunciadas por Tanco reflejaron la acción complementaria entre fuerzas sociales y psicológicas formadas por experiencias reales en su vida cotidiana.
La esclavitud africana y la contratación de servidumbre asiática convivieron bajo un sistema semejante de representaciones, entendido como el campo para ejecutar las nociones de la libertad.6 Tradicionalmente, la historiografía marxista y poscolonialista analizó luchas libertarias de agentes subalternos, la precariedad de sus condiciones y el desposeimiento material, aunque se omitieron exámenes históricos sistémicos, también interesados en explorar el sistema representacional hegemónico, responsable de las acepciones atribuidas al derecho moral y ético, para adoctrinar y civilizar a los más débiles.7 Así, es necesario entender el carácter voluble de la libertad,8 en tanto que esta es una noción resiliente a las voluntades sociales de los sectores dominantes, que soportó la reprobación de la trata negrera y la defensa de la libertad por parte de traficantes de culíes.
It was entirely plausible for coolie traffickers to criticize black slavery and condemn the coolie traffic while engaging in one or both of these activities. Nicolás Tanco Armero exemplified this kind of paradox, as he made public claims under the mantel of modern liberal tradition, however questionable his commitments.9
Tanco fue un acérrimo defensor de la libertad racional, al tiempo que expresó compasión por los negros esclavizados y por los culíes destinados al servicio de los europeos en suelo chino
las aceras se hallan cubiertas de peones o cargadores conocidos con el nombre de culíes con sus enormes sombreros de paja, de ala anchísima y la copa rematando en punta; los tales culíes arman un alboroto extraordinario. Estos hombres, a manera de los llamados altozaneros en Bogotá, se la pasan sentados en los escalones al frente de las casas, con sus largas varas o palos para cargar al lado, aguardando el momento que venga un extranjero y los llame para emplearlos.10
Un modelo historiográfico suficientemente sólido para soportar esta conexión histórica debe enfocarse en los nexos transnacionales entre el Pacífico y el Atlántico y aproximarse desde la microhistoria al personaje principal de esta aventura: Nicolás Tanco Armero.11 Así, este ejercicio dialoga con investigaciones históricas interesadas en las dinámicas comerciales globales del siglo XIX, en las cuales China y el Pacífico ocupan lugares preponderantes.12 Además, su presencia histórica vigente ha originado análisis comparativos frente al desarrollo capitalista europeo y revela un dinamismo económico asiático que desafía la narratividad metahistórica europea, construida sobre el pensamiento ilustrado y positivista.13 Así, el orientalismo está lejos de ser una paranoia discursiva.14
La estructura analítica se constriñe a los sistemas de representación, entendidos por el enlace de factores reales e imaginarios, previos a la observación y descripción.15 Entre los factores reales figura el primer acercamiento comercial chino anterior al siglo XIX en América Latina a través del Pacífico, además de su liderazgo económico frente a los pueblos tributarios de la región pacífica.16 Desde 1774 se habían derogado las prohibiciones a la libertad comercial en los puertos americanos, aunque surgieron desafíos hermenéuticos ante el arribo de las naves procedentes de China, cargadas de tejidos y losa.17 Así, la libertad comercial por los mares del Sur, expresada en la Real cédula de 1774, se interpretó como un derecho para el intercambio comercial entre los puertos de las colonias españolas.
Ya entre 1856 y 1859 se estrecharon las relaciones diplomáticas entre Bogotá, Hong Kong y Cantón, encomendadas a Lino de Pombo y Juan Antonio Pardo, por la Nueva Granada, y Silas E. Burrows y Domingo Sañudo, representantes ingleses de la Nueva Granada en territorio chino.18 Sus funciones, aunque limitadas al intercambio consular diplomático y la búsqueda de alianzas comerciales para bienes de exportación granadinos, explican la formación de elementos enunciativos reales, necesarios en la configuración de nuevos sistemas representativos concernientes a Oriente.19
El elemento consular explica la importancia obtenida por Asia en el mundo moderno. China, como la historia global ha revelado, ostentó predominio marítimo en el Pacífico hasta que surgieron las disputas imperialistas contra Inglaterra a finales del siglo XVIII. El liderazgo británico en el nuevo mundo global enmarca el sistema de representaciones de Tanco, adquirido directamente en el puerto inglés de Hong Kong, donde reafirmó sus prenociones sobre raza, cultura y civilización, imprescindibles en la consolidación de sus representaciones sobre Oriente. Además, preservó los modelos de explotación de servidumbre asiática, desarrollados previamente por ingleses con población india. En ese sentido, el primer neogranadino en visitar el Imperio Manchú observó las costas meridionales del mar de China con la percepción capitalista británica. Sus representaciones sobre la libertad, arduamente discutidas durante su estancia en la Nueva Granada, mudaron profundamente.
Las raíces libertarias en Tanco
La complejidad estructural del sistema de representaciones de Tanco se explica desde sus orígenes sociales: nacido en el seno de una familia neogranadina políticamente influyente, poseedora de un capital social y cultural suficiente para formar académica y profesionalmente a sus dos hijos varones.20 Nicolás Mariano Tanco (padre) ejerció el puesto de secretario de Hacienda del libertador Bolívar.21 Reconocidos esfuerzos han de atribuírsele también a su hermano mayor, Mariano N. Tanco Armero, por contribuir moral y económicamente en la formación académica de Nicolás Tanco Armero, enviado a centros educativos en Nueva York y París.22 Regresó a la Nueva Granada con 17 años, exacerbado por los movimientos liberales y comunistas franceses, determinantes en su inclinación hacia el conservatismo neogranadino: "con estas operaciones los que trabajan dirán; si tenemos nos quitan y si no tenemos nos dan, pues mejor es no tener; no hagamos nada. He aquí una bonita sociedad; una sociedad de progreso, una sociedad liberal".23 Sus críticas al liberalismo lo condenaron a prisión y posteriormente al exilio en Cuba, donde ejerció labores de docencia y servicios en la empresa del ferrocarril.24 En 1855, fue contratado por empresarios españoles para ejercer el enlace de exportación de servidumbre asiática desde puertos autorizados chinos hacia ingenios azucareros en Cuba.

Fuente: José María Espinosa, Tanco Chino, 1852. Biblioteca Nacional de Colombia.
Figura 1 Nicolás Tanco Armero por José María Espinosa.
Su formación psicológica individual, en el marco de la transformación política originada con el ascenso del liberalismo en Nueva Granada, la participación política artesana y la emergencia de los sectores populares, aportan nuevos elementos para comprender el sistema de representación que gira en torno a las nociones modernas de la libertad.25 La historiografía política colombiana, al estudiar la formación de los partidos políticos tradicionales, limita las posibilidades analíticas a la adscripción identitaria en el conservatismo o el liberalismo.26 A los sectores populares, aunque revolucionarios, se les adjudicó un lugar pasivo, al acecho de oportunidades, pendientes de los sectores dominantes, políticamente "más lúcidos y racionales". Esta postura maniquea desconoce tejidos tenues, hibridaciones y resistencias, originadas como alternativas explicativas de las disidencias políticas. Tanco ejemplifica al heredero de un capital político conservador, identificado parcialmente con las bases estructurales del partido, aunque crítico acérrimo de sus principios.
Agazapado bajo el seudónimo de Charivari, Tanco apeló a la estrategia revolucionaria de los líbelos y pasquines, en un magazín semanal anónimo de circulación limitada, concentrado en noticias políticas de 1848, para atizar las llamas incendiarias del ambiente político previo al triunfo del liberalismo lopista:
La voz pública ha marcado ya con el dedo como autor del Charivari, al Dr Lombana, al Sr José R. Santander, al Sr Nicolás Tanco Armero, al Sr Caicedo Rojas. El Charivari declara que no tiene el honor de ser ninguno de estos señores.27
Soi demasiado aplicado a los escritos serios, y a ellos estoi naturalmente avezado, en términos que Cervantes, Quevedo, Kock, son para mi insufribles insultos a la humana intelijencia. No.[tas] Te [co] Aflijas.[ro].28
Tuvo cientos de adversarios, provenientes tanto del liberalismo como del conservatismo. Vicente Lombana y José Caicedo Rojas reaccionaron a las denuncias del Charivari, al igual que los pioneros ideológicos del con-servatismo, Mariano Ospina y José Eusebio Caro, acusados por el Charivari de inexperiencia política e incapacidad para reconocer el origen de los problemas socio-económicos del país.
[...] lo llaman legitimista, y al mismo tiempo el Luis Blanc de esta tierra. Bravo! Conservador y al mismo tiempo disociador [...] Los Luis Blanc de esta tierra, son los que se van á beber chicha al río Arzobispo á brindar por el derramamiento de sangre y que fomentan el comunismo [.] menos legaciones, menos misioneros, menos jesuitas, menos fiestas teatrales en San Carlos, menos congregaciones, menos contribuciones a los infelices artesanos para mantener vagamundos y zánganos perjudiciales. ¿Qué le parece, señor Nacional, no se haría un grande ahorro al tesoro con suprimir la partida de misioneros inútiles y fiestas en San Carlos?29
La pequeña producción historiográfica sobre Tanco ha reducido su ideología política al partido conservador y, en algunos casos, al conservatismo, aunque sus nociones sobre orden, libertad y civilización corresponden con modelos conservadores progresistas o libertades moderadas,30 mejor identificados en 1849 con las luchas protagonizadas por la Sociedad Popular.
El club conservero [...] ese club camandulero y fanático que no transije con las ideas del siglo, que ha declarado guerra a muerte a todo jénero de tolerancia, que no puede ver con buenos ojos el progreso siempre creciente de nuestra civilización; ... ese club que en su desesperación al ver el contraste que forma con la bella juventud, se arrepiente de haber sido algún día patriota y haber abrigado sentimientos liberales.31
Las ideas políticas alrededor de la libertad, suficientes para complementar el sistema de representación de Tanco, fueron moldeadas en los debates entre la Sociedad Popular y la Sociedad Democrática. Meses antes de su participación política en la escena electoral, Tanco había expresado solidaridad con el proteccionismo para los artesanos:
Nuestros artistas tienen que estarse quietos, y ceder el campo para que corran las manufacturas estranjeras. Un galápago por ejemplo, fabricado en Francia é en Inglaterra, es mucho mejor y más barato que otro fabricado en la Nueva Granada, y por consiguiente este último no puede competir con los primeros; de aquí tropezón para los talabarteros, que frecuentemente se caen y se meten un clavo.32
Igualmente denunció a los terratenientes aferrados a su derecho a la propiedad y, en consecuencia, la libertad para poseer esclavos:
[...] se sancione y se observe un religioso respeto a la propiedad, es decir que no le vayan a tocar los negros de su hacienda; que no se vaya a pensar siquiera en el monstruoso disparate de proponer algún proyecto sobre libertad de esclavos, porque esto sería atacar directamente la propiedad de los hacendados del sur, y por consiguiente la que tiene él sobre quinientos o mil liberales de esos que por ser esclavos del oligarca trabajan como animales, llevan palo y rejo como animales, padecen hambre y sed y desnudez como animales.33
Sus nociones sobre la libertad -liberales en teoría-, también defendieron el derecho a la congregación y manifestación política.34 El progresismo detectado en ciertos conservadores, principalmente en aquellos educados en el extranjero, se adscribía a la libertad y el orden, necesarios para continuar la búsqueda civilizatoria.35 Sin embargo, la historiografía colombiana asocia la resistencia terrateniente con fuerzas retardatarias adscritas al conservatismo.36 Por otra parte, el liberalismo adquirió el carácter protagónico de las luchas artesanales, aunque sus líderes buscaran un orden distinto al ofrecido por la república.37
La ambigüedad en las nociones de libertad y progreso reflejaron la confusión política de la Nueva Granada a mediados del siglo XIX. Conservadores, liberales y terceras alternativas desconocían la lucidez política añorada por sus audiencias, atentas al desenlace de los fuertes enfrentamientos entre la Sociedad Democrática y Popular. El periodo comprendido entre 1849 y 1851 resultó trascendental para la formación del sistema de representación social de Tanco, porque aclaró su posición política y se inclinó hacia la construcción ideológica de la Sociedad Popular. La censura del gobierno lopista al Charivari le aportó elementos políticos para acomodarse en la oposición.38 También fueron determinantes los encontronazos entre la Sociedad Democrática y Popular, que en más de una ocasión estuvieron al límite de la violencia física.
La crisis alrededor de la noción de libertad, expresada en la prohibición de la esclavitud y cuestionada férreamente por la prensa favorable al gobierno lopista, se ahondó hacia 1851.39 Para la Sociedad Democrática la república liberal significaba una prenda de garantía constitucional de la libertad, a pesar de las resistencias manifestadas por el grupo de los Populares, interpretados como conspiradores contra el orden establecido.40 En un mitin del 16 de enero de 1851, Tanco se refirió a las elecciones del 7 de marzo en términos de "simulacro de gobierno" y alegó la necedad gubernamental de tildar a la Sociedad Popular como conspiradora e insinuó lo que significaría alzarse en armas.
Nicolás Tanco Armero pronunció un discurso incendiario, en el que incitaba sin reservas a la revuelta armada para arrojar a las tinieblas exteriores a los miserables que, adueñados del poder por medio de los puñales, en el nefando 7 de marzo, habían constituido un simulacro de gobierno.41
Animado en la oratoria, no advirtió el ingreso al recinto de J. M. Baraya, presto a encarcelar al incendiario conservador.42 Las influencias políticas de su hermano mayor conmutaron la condena por un exilio en La Habana, destinado a transformar al líder político de la Sociedad Popular en el principal exportador de servidumbre asiática hacia el Caribe.43
Destinos cruzados de la libertad: Tanco y los culíes
El tercer ángulo estructurante del sistema de representación de la libertad en Tanco Armero se explica a través del complejo modelo de exportación de culíes desde China hacia Cuba. Los neoeconomicistas norteamericanos explican la esclavitud estadunidense bajo la premisa del carácter histórico de la libertad,44 aunque la oposición abolicionista sancionó tempranamente la esclavitud y exportación de culíes al Caribe, con amplias explicaciones sobre su improcedencia socioeconómica.45
La historiografía sobre los culíes encuentra asociaciones con las formas de dominación esclavista,46 principalmente en las estrategias utilizadas por los contratantes para ofrecer hombres destinados a labores agrícolas en los ingenios azucareros cubanos.47 También se encuentran pocas diferencias en los periodos, términos de contratación y formas de dominación y control.48 La mirada institucionalista incluso reconoció semejanzas en los costos asignados a combatir el contrabando y la piratería,49 aunque distinguió la trata pública gubernamental británica -delicada con los culíes- del sistema organizado por contratistas privados ingleses y españoles,50 y la comercialización de servidumbre libre en otras regiones aparte de las islas del Caribe y Perú.51
El análisis transicional entre ambos modelos ha recibido atención suficiente para problematizar el cambio entre un modo de producción esclavista y las formas productivas del capitalismo.52 A pesar de la severidad de ambos sistemas, el uso del contrato convirtió la servidumbre china en una relación laboral enmarcada en esquemas jurídicos, aprobados por los estados coloniales y republicanos. En las figuras 3 y 4 se observa el documento, conocido como "la contrata", con el cual los enganchadores obtenían los derechos laborales sobre los culíes chinos. En este sentido, los historiadores se dividen frente al modo de comprender el sistema laboral propio de los culíes. La asignación de un contrato laboral anticipaba formas libres de trabajo y la obtención de un salario -a pesar de su pírrico valor- sugiere formas diferentes del modo de producción esclavista. A pesar de las irregularidades del sistema, la mirada transicional aborda las elecciones racionales de los individuos libres: los culíes, en esta perspectiva, eran contratados para ejercer un trabajo agrario fuera de China durante un periodo convenido. El trabajador no era propiedad del empleador, aunque estaba ligado por un contrato, debido a la inversión considerada en términos de capital fijo.53 La corrupción y erróneas administraciones, correspondientes a patrones y empleados, convirtieron al sistema de servidumbre asiática en una lamentable imitación de la trata esclavista.54

Fuente: ANC, La Habana, Donativos y Remisiones, Legajo 601, exp. 45. También, Elliot Young, Alien Nation. Disponible en: https://elliottyoungblog.wordpress.com/images/contract-chinese-1869-color/.
Figura. 3 Modelo de contrata (Macao, 1864).

Fuente: Elliot Young, Alien Nation. Disponible en: https://elliottyoungblog.wordpress.com/images/contract-chinese-1869-color/.
Figura 4 Copia de contrata en chino.
Las anomalías en la trata asiática limitaron la naturaleza del sistema, implícitamente dividido en la captura forzosa de colonos chinos o su emigración voluntaria.55 En lo concerniente al modelo es evidente su naturaleza progresista, porque surge como alternativa para resolver la crisis económica caracterizada por la escasez de brazos para la agricultura, aunque su funcionamiento dependió de la voluntad de enganchadores, contratistas y hacendados. A pesar de la diferencia entre ambos modelos, uno legal y el otro ilegal, la migración forzada afectó negativamente el modelo económico.56
La Junta de Fomento y Colonización cubana, reunida desde 1847, declaró necesario el estímulo para que migrantes blancos, antes que amarillos o negros, apoyaran los procesos productivos agrarios en la isla.57 A Julián Zuleta y Urbano Sotomayor, importantes hacendados cubanos, les atribuyen los planes de importación de culíes chinos. En las figuras 5 y 6 se registraron los nombres de los principales hacendados junto a la cantidad de colonos requeri-dos.58 Por otra parte, a Tanco Armero se le atribuye la trata de cien mil almas, correspondientes al 74.4 % del total de culíes registrados al salir de puertos chinos, o 80,6 % al contar las bajas en las travesías transcontinentales: "en Cuba, los culíes comenzaron a llegar a través de agentes británicos a partir de 1847, aunque luego el colombiano Nicolás Tanco Armero, contratado por la sacarocracia de la isla, trajo más de cien mil culíes chinos a Cuba y a Perú".59

Fuente: Los números en la gráfica corresponden a la cantidad de colonos tomados por los hacendados. ANC, La Habana, Real Consulado de A, i y O y Junta de Fomento, Legajo 144, exp. 07126.
Figura 5 Relación de señores hacendados que han suscrito tomar colonos asiáticos. Junta de Fomento (1852).

Fuente: ANC, La Habana, Real Consulado de A, I y O y Junta de Fomento, Legajo 144, exp. 007278.
Figura 6 Señores hacendados que se han suscrito a tomar colonos asiáticos a la Real Junta de Fomento por medio de la casa Villoldo, Wardrove & Cía desde el 21 al 26 de enero de 1852.
Si las cifras son correctas, la cuestionable gesta del neogranadino se agudiza, porque hay consenso respecto a que entre 1847 y1874 se exportaron 140 mil culíes en total. Los testimonios esclarecen que, desde 1855, Tanco coordinó las remesas desde Hong Kong, Cantón y Macao, justamente cuando se regularizó la trata de servidumbre asiática, hasta 1860, momento del retorno a la Nueva Granada. Después regresaría a China hacia mediados de 1860 para continuar con la trata asiática.60
Entre los aspectos complementarios a los sistemas de representación deben contemplarse las condiciones objetivas en la contratación de la servidumbre asiática. Tanco fue agente comercial de la compañía Lombillo y Montalvo, estructurada de manera jerárquica, con personal encargado en labores de enganche, también denominados corredores, sobre quienes recaía la responsabilidad moral de la contratación.61 Tanco, por el contrario, asumió un cómodo rol de agente intermediario. A los enganchadores les correspondía la recolección del número de culíes requerido por la compañía anglocubana, a cambio de una comisión inicialmente de tres pesos por individuo. Más adelante, su remuneración se regularizó a través de agencias bancarias establecidas en Hong Kong.62 El ejercicio de la contratación simboliza el escenario de luchas alrededor de la libertad, porque dos discursos opuestos, dominantes y subordinados, enmarcaron el sistema de su representación. La voz del agente dominante, expresada en contratas y actas notariales de registro, señaló la contratación como un acuerdo laboral legal, favorable para los campesinos desocupados de la China.63 La voz del subordinado, en cambio, consignada en la intervención de la Oficina de Relaciones Internacionales china (Zongli Yamen) en 1874, señala la contratación como producto del engaño, secuestro y violencia física.64
During the past years a large number have been killed by blows, have died from the effects of wounds and have hanged themselves, cut their throats, poisoned themselves with opium, and throw themselves into wells and sugar caldrons. It was also possible to verify by personal inspection wounds inflicted upon others, the fractures and maimed limbs, blindness, the heads full of sores, the teeth stuck out, the ears mutilated, and the skin and flesh lacerated, proofs of cruelty patent to the eyes of all.65
A partir de 1854 las autoridades inglesas habían decretado mayores controles en la contratación y transporte de la servidumbre asiática, expresada en mejores condiciones de salubridad, higiene y seguridad. Los viajes transatlánticos fueron sometidos a rigurosos controles en cuanto a espacio, ventilación, provisiones, aguada, personal médico y traductores chinos.66 También obtuvo relevancia la atención prestada al comportamiento de la trata por parte de las autoridades en suelo cubano, atentas a las condiciones de contratación, manutención y entrega de los asiáticos incorporados a la economía local.67
Entre 1847 y 1851 se había desarrollado la primera fase de contratación de servidumbre asiática. Esta homogeneizó progresivamente a los asiáticos, destinados a convertirse en fuerza de trabajo y en sujetos "libres" dentro de la civilización cristiana.68 A su vez, desarrolló el modelo inductivo-punitivo, otorgado al hacendado y bajo el control del Estado, para educar y civilizar a los colonos asiáticos.
los encargados de los colonos asiáticos procurarán iniciarlos en los dogmas de la religión católica, apostólica, romana... les harán también entender la obediencia y respeto que deben a las autoridades y a los superiores de quienes inmediatamente dependan. el colono que desobedezca la voz del superior sea resistiéndose al trabajo sea a cualquiera de sus obligaciones podrá ser corregido con 12 cuerazos, si persiste, con 18 más y si así no entrare en la senda del deber se le pondrá un grillete y se le hará dormir en el cepo.69
Los precios de los peones asiáticos variaban de acuerdo a la forma de la contratación. Los pagamentos declarados en las consignaciones oscilaron entre 170, 204, 284 y 340 pesos, cifra condicionada a las cantidades de colonos contratados y a la depreciación de su valor en una década.70 El colono firmaba un contrato por ocho años con un salario fijo de cuatro pesos mensuales y sus necesidades básicas quedaban reducidas al número de vestidos necesarios y a las raciones alimenticias requeridas para su subsistencia.71 A su llegada a China, Tanco encontró un sistema de comercialización de culíes perfeccionado. En esa medida, los enganchadores recibían una comisión a contra-entrega fijada en seis pesos por cada colono en buenas condiciones mentales y de salud.72 Los hacendados buscaban colonos robustos, ágiles, laboriosos, destinados a oficios agrarios, aunque es importante subrayar una mayor diversidad en las tareas, oficios y obligaciones de las que ha registrado la historiografía. En las figuras 7 y 8 se muestra una complejidad demográfica hasta ahora desconocida; los colonos asiáticos -aunque ocupados en las faenas agrarias- también desarrollaron destrezas y habilidades manuales, que les permitieron ocupar labores domésticas y técnicas como la carpintería, zapatería, ventas y otros oficios especializados.73 De igual manera, un estudio detallado de los censos poblacionales señala que el grupo correspondiente a los culíes chinos también incluía a hombres casados, viudos y menores de edad, aunque se esperaban hombres con edad suficiente para participar en esta trata y preferiblemente menores de cincuenta años (figura 9).74

Fuente: ANC, La Habana, Miscelánea de Expedientes, Legajo 4144 B, 1860. Datos tomados de 478 colonos.
Figura 7 Registro general de trabajadores chinos y yucatecos, clasificado según se previene en el Real Decreto del 7 de julio de 1860.

Fuente: ANC, La Habana, Miscelánea de Expedientes, Legajo 4145, exp. J.
Figura 8 Oficios de servidumbre asiática del distrito Trinidad, 1871.

Fuente: ANC, La Habana, Miscelánea de Expedientes. Legajo 4145, exp. Ac. 1860. Registro de 5.440 colonos trabajadores de los señores señalados.
Figura 9 Demografía del colono según el Real Decreto del 7 de julio de 1860.
El último elemento estructurante del sistema de representación de la libertad se encuentra en los significados otorgados por las condiciones objetivas (pushfactors) de China a mediados del siglo XIX.75 La ambición imperialista inglesa, y europea en general, había provocado una profunda crisis económica y sociodemográfica, por la orden de abrir los puertos meridionales chinos al comercio internacional. Miles de hombres asentados en las riberas del río de las Perlas, provenientes de Fujian, Cháozhou, Xiangshan y Cantón, desempleados de las ramas de transportes, agricultura, artesanía, fueron víctimas de este sistema. Las nuevas relaciones económicas en Xiamen, Hong Kong y Cantón, sumadas a la circulación de mercancías occidentales, aumentaron la desocupación del campesinado, llamado a engrosar la población vulnerable escogida por los enganchadores.76 La desocupación, miseria y rebeliones campesinas en el seno de un imperio con aumento demográfico constante, explican una parte de la emigración forzada y voluntaria de los chinos.77 Su gobierno pareció ajeno al drama social experimentado en el sur, en tanto que agentes comerciales -incluido Tanco- aprovecharon oportunidades estratégicas para proseguir con la contratación.78
El rápido aumento de la trata asiática en una década produjo varios efectos: el primero, una sobreoferta de colonos con deseos libertarios dispuestos a emigrar de su territorio, incluso con una enorme deuda a cuestas;79 un lento despertar de las autoridades manchúes, repentinamente interesadas en controlar la fuga de migrantes;80 y un discurso nacionalista enunciado por el gobierno manchú.81 A partir de 1858, el gobierno chino adelantó políticas regulatorias -Tratado de Tianjin- destinadas al control del tráfico de colonos asiáticos e incluso destinó importantes recursos y gestiones diplomáticas para entender, analizar y remediar el drama de miles de culíes chinos explotados en el Caribe y Sudamérica. En la figura 10 se observa el interés por registrar con mayor detalle a los colonos chinos traídos a Cuba.82

Fuente: ANC, La Habana, Miscelánea de Expedientes. Legajo 4145, exp. Ad.
Figura 10 Nomenclatura de 508 colonos (1863).
La aparición de la trata asiática supuso amplios desafíos cognitivos para la historia contemporánea, principalmente porque los individuos participantes -agentes y hacendados- expandieron el modelo perceptivo de la sociedad poscolonial, estructurado sobre la base de las diferencias raciales.83 El ingreso de los primeros colonos asiáticos modificó un sistema social secular racializado, plenamente aceptado por los sectores hegemónicos, reacios a la contratación de hombres de un color distinto al blanco y negro.84 Incluso, se intentó promover la migración irlandesa, canaria y alemana, tanto en Cuba como en la Nueva Granada, aunque fueron proyectos inconclusos.85 Además, las teorías deterministas geográficas y raciales condicionaban la percepción de los hacendados, históricamente alimentados de nociones sobre el atraso, inmoralidad y animismo, asociados a los pueblos orientales.
Even Cuban independence hero José Marti's antiracist writing on equality between blacks and whites did not seem apply to Chinese, whom Martí characterized in crudely terms. Similarly, in Perú, the marxist José Maria Mariátegui argued for unification of the Peruvian working class, especially Indians and Whites, but his portrayals of Chinese and blacks were racist caricatures.86
La representación más común en la década analizada correspondió a la imagen construida por los mismos ingleses: los chinos como consumidores de opio. En numerosas actas notariales se encontraron testimonios de capitanes de barcos, médicos e incluso colonos asiáticos (aunque su voz la expresaba el escribano), quienes interrogados por las muertes en las travesías trasatlánticas, argumentaron al unísono la escasez de opio en las embarcaciones.87 A pesar de la crisis producida por la falta de brazos para la agricultura, los hacendados abogaron por otras migraciones distintas a la asiática, debido a razones físicas, morales y espirituales, condicionantes de su inferioridad cultural.88
Conclusión: la lucha por la libertad
El oscuro episodio que encierra la contratación, engaño, venta y sometimiento de los culíes chinos a las labores productivas en Cuba, problematiza las nociones adscritas a la libertad, asociada a los estadios de la esclavitud y la formación del trabajo libre. Su definición y ejecución despertó sensibilidades colectivas apoyadas por avances en los actos emancipatorios, destinados a la aplicación indiferenciada de los derechos humanos.89 Sin embargo, la exégesis del concepto permaneció anclada a sistemas representativos propios de dominantes y dominados, ambos suscritos a los valores prácticos de la libertad.90 En este sentido, la trata culí respondió a las demandas económicas de hacendados y comerciantes, al mismo tiempo que camufló un sistema opresivo semejante a la esclavitud por medio de un nuevo campo de significaciones. Cuando se creyó concluido el debate sobre la humanidad del esclavo, aparecieron los chinos, envueltos en los esquemas cognitivos racializados que los significaron como inferiores al sujeto occidental. Por lo tanto, su humanidad todavía requería un proceso civilizatorio, necesario para comprender el significado de la libertad.
Tanco Armero desempeñó un papel importante en el tránsito de las relaciones económicas mundiales, porque extendió durante casi tres décadas las prácticas esclavistas bajo el manto de la libertad laboral. Hacia 1850 se opuso, como muchos liberales y conservadores, a los terratenientes que lucharon por su libertad de poseer esclavos y, más adelante, en su paso por el Caribe reafirmaría su pensamiento abolicionista:
Jamaica [...] Hoy día, con la abolición de la esclavitud, han faltado los brazos; la agricultura ha recibido un duro golpe, y su decadencia es una cosa que se palpa y que no parece detenerse. Los pueblos cuyas bases descansan sobre elementos malos decaen, por el momento, con el principio de libertad; los que se apoyan en los principios naturales y respetan las leyes de la humanidad, por el contrario, se vivifican y cobran nuevas fuerzas.91
Sus arraigadas nociones sobre orden, progreso y civilización lo condujeron por el sendero del autoritarismo conservador, justamente porque aborreció el comunismo, el socialismo y los motivos conducentes a la revolución de 1848, vividos por Tanco en carne propia:
Los franceses han hecho sonar en toda la Europa la terrible trompeta de la democracia y bien pronto esta hermosa causa la veremos triunfar en todo el mundo. Sí, veremos esos hermanos de Ultramar, tan llenos de caminos de fierro de máquinas, de gaz, de vapor, destrozarse los unos y los otros por desquiciar las instituciones, y para que reine la libertad, veremos al comunismo estender sus mil brazos por todas partes y metiéndolas en los bolsillos de los ricos para que reine la igualdad... ¡Libertad...! ¡Bárbaros! Vosotros no conocéis ni aun la de los lobos. Esperamos que de aquí a marzo continuaremos en paz y que la Administración Mosquera acabara tranquilamente.92
Un país con un gobierno fuerte puede marchar adelante en la civilización; aunque esté subyugado por una sola voluntad, por un solo hombre; pero jamás le será dado hacerlo bajo la férula de millares de voluntades. Las doctrinas y los hechos de los socialistas y de los llamados republicanos democráticos han probado claramente al mundo que en toda forma política es preciso que haya siempre cierto grado de fuerza para reprimir al crimen, y que le es tan indispensable como los elementos con que debe nutrirse para garantizar la libertad.93
En su primer regreso de la China a Nueva Granada, en 1860, parecía el mismo sujeto exiliado en 1853 a Cuba, defensor de la libertad, la religión y el progreso como elementos condicionados por el orden, la moralidad y la seguridad:
Adoramos la Libertad, enaltecemos el Progreso, idolatramos la Democracia; pero, como decía el ilustre Caro, en el sentido pacífico i social. Un gobierno es para mí bueno, cuando da orden, garantías i seguridad: cuando cumple i hace obedecer las leyes de un país: cuando desarrolla i fomenta los intereses morales i materiales de un pueblo.94
Tanco Armero, lejos del oportunismo adjudicado por la historiografía, expresa la difícil experiencia del cambio socioeconómico propio del liberalismo. Como producto de su formación académica, comulgó con la libertad, el progreso y la civilización, rasgos asociados a la evolución individual y social. Así, su representación de la libertad discrepa de la noción del derecho extendido igualitariamente a la humanidad; por el contrario, esta hace parte del sistema de representaciones adscrito a niveles de conciencia colectiva, otorgado a sociedades que avanzaron en conjunto en procura de la civilización. La sociedad china de 1855 es indigna de la libertad porque su imperio también desconoce este valor, diría Tanco.95 Pedro María Moure también advirtió en su gesta una acción admirable, principalmente por el riesgo que supuso una aventura hacia esas rarezas orientales.96 De esta manera, Tanco se constituye en el ejemplo más fehaciente de la producción de un sujeto capitalista, participe en la dinámica de los negocios globales, convencido del valor progresista de sus acciones, acompañadas de un discurso humanitario, abolicionista, igualitario, necesario en la búsqueda del apoyo político para sus proyectos ministeriales, organizados con éxito después de sus últimos viajes a Japón.97