INTRODUCCIÓN
La otitis canina es una de las enfermedades más comunes en los perros; en muchos casos, es producto de otras alteraciones que afectan el canal auditivo. Entre estos factores causales, las bacterias y las levaduras son algunos de los más reportados (Bourély et al. 2019; Cole et al. 1998). En Colombia, así como ocurre en otros países, la otitis canina suele tratarse empíricamente en el momento del diagnóstico con limpieza, administración de antibióticos y antiinflamatorios tópicos. Aquí, la elección del antibiótico se basa en ocasiones en la experiencia clínica de los veterinarios y las guías terapéuticas (Dziva et al. 2015).
Actualmente, los perros son considerados uno de los posibles reservorios de microorganismos con resistencia a antimicrobianos que pueden transmitirse a los seres humanos a través del contacto directo o indirecto (Guardabassi et al. 2004; So et al. 2012), lo que puede acarrear consecuencias en la salud pública. Así, debido al incremento del número de personas que viven con mascotas en las últimas décadas, especialmente con caninos (Song y Lim 2015), como lo reflejan cifras obtenidas en Floridablanca, Colombia, en las cuales se encontró que el 65% de los hogares reportan tener caninos como mascotas (Mosquera y Osorio 2020), y como lo manifiestan las cifras de vacunaciones antirrábicas, en las cuales, para el año 2019, se estimó una población de 6.403.444 caninos (Ministerio de Salud y Protección Social 2019), mientras que para el año 2018 se estimó una población de 5.393.052 caninos (Ministerio de Salud y Protección Social 2018), es necesario conocer la prevalencia de la resistencia a antimicrobianos y las variaciones temporales, con actualizaciones periódicas, para evaluar las amenazas potenciales para la salud pública, diseñar estrategias de control eficientes y medir su efectividad.
Dentro de los agentes patógenos en los procesos óticos bacterianos, se destacan bacterias que constituyen la biota normal del canal auditivo, pero que bajo condiciones que permitan su sobrecrecimiento ocasionan un proceso patológico. Las más comúnmente reportadas en proceso óticos han sido Sta-phylococcus pseudintermedius, Pseudomona auriginosa, Proteus mirabilis, Escherichia coli, Corynebacterium spp., Enterococcus spp., y Streptococcus spp. (Dziva etal. 2015; Ludwig et al. 2016; Oliveira et al. 2008), y, hasta ahora, solo unos pocos estudios realizados han investigado la resistencia de cepas patógenas aisladas de otitis canina (Dziva et al. 2015; Oliveira et al. 2008).
En la actualidad, las opciones terapéuticas tienen en cuenta el espectro de actividad de los antibióticos, su vía de administración (tópica o sistémica) y su disponibilidad, en las cuales usualmente se recomiendan para el tratamiento de la otitis canina betalactámicos, como las penicilinas, cefalosporinas e inhibidores de las beta-lactamasas; aminoglucósidos, como la gentamicina; tetraciclinas, como la oxitetraciclina; sulfamidas, como la trimetoprima; macrólidos, como la eritromicina; fenicoles, como el cloranfenicol; fusidanina, como el ácido fusídico y las polimixinas, como tratamientos de primera línea. Además, también son recomendadas las fluoroquinolonas como tratamiento de segunda línea (AFVAC 2016).
En este contexto, el conocimiento de la resistencia de las bacterias más comunes involucradas en la otitis a estas clases de antibióticos podría ayudar a seleccionar los antibióticos adecuados y proporcionar una base científica para el tratamiento de otitis canina. Por ello, y teniendo en cuenta que en Colombia hay pocos reportes acerca de las bacterias que afectan los oidos de los caninos, el objetivo de este estudio fue determinar los agentes bacterianos más frecuentemente aislados de infecciones óticas de caninos y su resistencia a antibióticos a partir de muestras de secreciones óticas remitidas a un laboratorio veterinario de Medellín durante el 2019.
MATERIALES Y MÉTODOS
Fuente de datos
Este estudio retrospectivo se realizó utilizando los reportes de cultivo y antibiogramas realizados a partir de secreciones óticas mediante difusión en disco remitidas a un laboratorio de referencia de la ciudad de Medellín durante el año 2019.
Criterios de inclusión y exclusión
Se analizaron todos los reportes del año 2019 del laboratorio de referencia, sin discriminar si la infección era aguda o crónica, o si ya habían tenido tratamientos previos. Se excluyeron aquellos reportes cuya información no estuviera completa.
Variables extraídas
Las características analizadas fueron las especies bacterianas que se encontraban en la afección ótica, raza del canino, edad de los caninos afectados y resistencia a los antibióticos, de acuerdo con la bacteria aislada.
Análisis de los datos
Se realizó un estudio descriptivo transversal retrospectivo. Se efectuó un análisis estadístico descriptivo de las variables de interés. Para cada variable se obtuvo la frecuencia para la muestra total. Los resultados se expresaron como porcentajes. Se realizó un análisis bivariado para determinar asociaciones entre las características de los animales y la resistencia reportada; sin embargo, no se encontró ninguna asociación.
RESULTADOS
Se analizaron 1366 reportes de caninos, dentro de los cuales cerca del 50% de los animales eran menores de 5 años. Existió una mayor representación de los machos y de la raza criolla o mestiza, tal como se presenta en la tabla 1. Así mismo, en relación con los microorganismos bacterianos más frecuentemente aislados, se pudo encontrar que estos fueron principalmente Staphylococcus pseudintermedius, Pseudomona auriginosa, Proteus mirabili y Staphylococcus aureus como se puede apreciar en la figura 1.
Variable | Categoría | Frecuencia (n =1366) | Porcentaje (%) |
---|---|---|---|
Rango de edad | Menor de 1 año | 126 | 9,22 |
Entre 1 y 5 años | 555 | 40,63 | |
Entre 5 y 10 años | 403 | 29,50 | |
Entre 10 y 15 años | 114 | 8,35 | |
Mayores de 15 años | 6 | 0,44 | |
No reporta | 162 | 11,86 | |
Sexo | Macho | 737 | 53,82 |
Hembra | 622 | 45,67 | |
No reporta | 7 | 0,51 | |
Raza | Criollo | 204 | 15,04 |
French Poodle | 113 | 8,33 | |
Shitzu | 113 | 8,33 | |
Beagle | 103 | 7,60 | |
Labrador | 101 | 7,45 | |
Bulldog inglés | 85 | 6,27 | |
Golden Retriever | 75 | 5,53 | |
Cocker Spaniel inglés | 69 | 5,09 | |
Pug | 59 | 4,35 | |
Bulldog francés | 54 | 3,98 | |
Schnawzer | 52 | 3,83 | |
American Pitbull | 37 | 2,73 | |
Bull Terrier | 36 | 2,65 | |
Pastor alemán | 30 | 2,21 | |
Husky siberiano | 25 | 1,84 | |
Pinscher miniatura | 24 | 1,77 | |
Yorkshire terrier | 24 | 1,77 | |
Otros* | 152 | 11,20 |
*Está conformada por razas de perros cuyas frecuencias absolutas fueron inferiores a 24 animales.
Fuente: elaboración propia.
Adicionalmente, con respecto a la resistencia frente a antibióticos de uso común para las afecciones óticas, se encontró que la gentamicina fue el medicamento que mayor porcentaje de resistencia presentó, mientras que la cefalexina fue el antibiótico que menos resistencia presentó en las muestras analizadas como se ilustra en la figura 2.
Al realizar el análisis por especie bacteriana identificada, se encontró que el Staphylococcus pseudintermedius, Pseudomona auriginosa y Staphylococcus aureus presentaron resistencia principalmente a la gentamicina y a la enrofloxacina, y el Proteus mirabili manifestó alta frecuencia de resistencia frente a la ciprofloxacina, tal como se presenta en la tabla 2.
Porcentaje de resistencia de las bacterias aisladas | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Microorganismo (n= 737) | Amoxicilin+ ácido clavulánico (%) | Tetraciclina | Cefalexina | Ciprofloxacina | Gentamicina | Norfloxacina | Enrofloxacina | Oxitetraciclina |
Staphylococcus | ||||||||
pseudintermedius | 7,20 | 26,91 | 2,54 | 24,36 | 56,78 | 7,84 | 33,47 | 25,42 |
(n=472) | ||||||||
Pseudomona | ||||||||
auriginosa | 1,20 | 0,00 | 0,00 | 10,84 | 61,45 | 14,46 | 48,19 | 0,00 |
(n=83) | ||||||||
Proteus mirabilis (n=57) | 5,26 | 3,51 | 14,04 | 12,28 | 42,11 | 3,51 | 12,28 | 0,00 |
Staphylococcus | ||||||||
aureus | 2,08 | 20,83 | 10,42 | 6,25 | 58,33 | 8,33 | 31,25 | 18,75 |
(n=48) | ||||||||
Enterococcus spp. (n=30) | 0,00 | 33,33 | 0,00 | 30,00 | 0,00 | 26,67 | 46,67 | 30,00 |
Escherichia coli (n=24) | 29,17 | 12,50 | 45,83 | 20,83 | 54,17 | 4,17 | 25,00 | 4,17 |
Streptococcus spp . (n=15) | 6,67 | 13,33 | 6,67 | 20,00 | 40,00 | 13,33 | 33,33 | 13,33 |
Streptococcus | ||||||||
pyogenes | 12,50 | 0,00 | 0,00 | 0,00 | 50,00 | 0,00 | 0,00 | 0,00 |
(n=8) |
Fuente: elaboración propia.
DISCUSIÓN
El objetivo de este estudio fue determinar los agentes bacterianos más frecuentemente aislados de infecciones óticas de caninos y su resistencia a antibióticos empleados para combatirlos, durante el año 2019, basados en los reportes de un laboratorio de referencia de la ciudad de Medellín. Se lograron identificar dichos microorganismos, y evaluar los niveles de resistencia a antibióticos de relevancia en medicina veterinaria.
Desde un punto de vista epidemiológico, los resultados son concordantes con otros estudios respecto a las especies bacterianas comunes aisladas en la otitis canina, entre las que Staphylococcus pseudintermedius es el patógeno del oído más comúnmente aislado, seguido de Pseudomona auriginosa (Hariharan et al. 2006; Kawakami et al. 2010; Moreno Anzola et al. 2018; Pulido et al. 2010).
En relación con los medicamentos para tratar las otitis de acuerdo con los microrganismos detectados, es importante mencionar que la cefalexina, así como la combinación de amoxicilina + ácido clavulánico, son las opciones que se encontraron con menor grado de resistencia, lo que las hacen opciones terapéuticas válidas para otitis originada por Staphylococcus pseudintermedius y está en concordancia con lo encontrado en otros estudios (Bourély et al. 2019; Carlotti 1991; Guedeja-Marrón et al. 1998; Ludwig et al. 2016; Soler et al. 2000).
Para el caso de la Pseudomona auriginosa la cefalexina continúa siendo una opción terapéutica válida, ya que en el presente estudio no se encontró resistencia a ella, lo cual concuerda con otros estudios (Oliveira et al. 2006; Soler et al. 2000). Sin embargo, en el caso de los aminoglucósidos como la gentamicina, la cual ha sido empleada como tratamiento para este microorganismo, el presente estudio refleja que el 61,45% de las muestras analizadas fue resistente, lo cual difiere de lo reportado por Sánchez et al. (2011), quienes en su estudio obtuvieron una susceptibilidad para este medicamente del 76,9%; sin embargo, los hallazgos en la resistencia de este microorganismo para la gentamicina concuerdan con lo reportado por otros autores en España (Barrasa et al. 2000) y en Croacia (Mekic et al. 2011).
La resistencia presentada por Pseudomona auriginosa a la enrofloxacina (48,19%) durante el periodo estudiado está acorde con los resultados de otros estudios (Bello et al. 2018; Boireau et al. 2018; Ludwig et al. 2016; Rubin et al. 2008) y es alarmante, considerando que las fluoroquinolonas son antibióticos de importancia crítica en la medicina humana, tal como lo reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS), debido a que este grupo de antibióticos, constituye uno de los pocos o el único tratamiento disponible para tratar infecciones bacterianas graves en humanos y es utilizado frecuentemente en cualquier indicación médica humana o en determinados grupos de alto riesgo (por ejemplo, pacientes con infecciones graves en centros sanitarios) (OMS 2019).
Otro de los tratamientos para la Pseudomona auriginosa que se emplea cotidianamente es el uso de fluoroquinolonas como la ciprofloxacina, la cual, en un estudio anterior, se mostró como el fármaco más efectivo frente a este microorganismo con una susceptibilidad del 76% (Escribano et al. 2009). En el presente estudio se encontró que este medicamento continúa siendo propicio para tratar otitis generadas por Pseudomona auriginosa, ya que solamente se evidenció una resistencia en el 10,84% de las muestras con este patógeno.
Respecto a este microorganismo, la proporción de resistencia frente a los diferentes fármacos es particularmente preocupante porque Pseudomona auriginosa es intrínsecamente resistente a muchos antibióticos, incluidos cloranfenicol, trimetoprima y kanamicina (Li et al. 2015), y también es conocida por su capacidad para adquirir rápidamente resistencias adicionales (Mekic et al. 2011).
Para el caso de Proteus mirabilis, los resultados difieren de lo reportado por Petrov et al. (2013), quienes encontraron una resistencia del 28% de este microorganismo frente a la gentamicina y del 22% frente a la enrofloxacina. En el presente estudio, la resistencia de este microorganismo para la gentamicina fue del 42,1%; mientras que su resistencia frente a la enrofloxacina fue del 12,28%, lo cual se puede deber a diferencias geográficas y políticas en el uso de medicamentos de los respectivos países.
Respecto a la Escherichia coli, la gentamicina se ha presentado como medicamento de alta eficacia, tal como lo reporta (Barrasa et al. 2001); sin embargo, en el presente estudio, se encontró que dicha efectividad ha disminuido, debido a que el 54,17% de las muestras en las cuales se aisló este patógeno fueron resistentes a la gentamicina.
En términos generales, el presente estudio evidencia, a diferencia de otros reportes en los que se señala la gentamicina como una buena opción terapéutica (Sánchez et al. [2011]), que puede no ser, en la actualidad, la mejor alternativa para el tratamiento de la otitis en los caninos debido a la resistencia que está presentando, ya que, en términos generales, fue el medicamento con mayor resistencia (30,58%).
De otro lado, es pertinente presentar algunas reducciones en los niveles de resistencia en algunos fármacos, como la enrofloxacina, marbofloxacina y ciprofloxacina, ya que de acuerdo con algunos estudios se habían encontrado resistencias en altos grados 84%, 35% y 27%, respectivamente (Escribano et al. 2009). Sin embargo, el presente trabajo, identificó la enrofloxacina con 20,03% y la ciprofloxacina con 12,42% de resistencia frente a las bacterias aisladas identificadas. Así mismo, respecto a la oxitetraciclina, antibiótico que en estudios anteriores había presentado alto grado de resistencia frente a los agentes bacterianos causantes de otitis canina (73,1%, de acuerdo con Sánchez et al. [2011]), en este estudio se encontró una resistencia del 11,54%, posiblemente por la disminución de su uso en la práctica clínica de animales de compañía frente a estas afecciones.
Así, los resultados presentados en este trabajo permiten identificar la importancia de los perros con otitis como posibles reservorios de bacterias resistentes, por lo que el conocimiento de los niveles y tendencias de resistencia se hace necesario para generar un uso de antibióticos en animales de manera cuidadosa y racional, proporcionando datos para guiar su terapia inicial de la otitis canina no complicada a los médicos veterinarios y médicos veterinarios zootecnistas dedicados a la práctica de animales de compañía.
En relación con algunas limitaciones que se tuvieron en el presente estudio, es importante mencionar que, la falta de información sobre el uso de antibióticos en los perros muestreados por afecciones óticas u otras patologías en el pasado pueden contribuir a los niveles de resistencia encontrados en este estudio, por lo que estos resultados deben analizarse de manera cautelosa, ya que no son representativos de la resistencia de los microrganismos en su generalidad.
CONCLUSIONES
Este estudio proporcionó una imagen general de la resistencia de los microorganismos de otitis canina aislados, entre los que Staphylococcus pseudintermedius fue el vinculado con más del 60% de los casos de otitis bacteriana.
La resistencia presentada por los microorganismos varía en el tiempo, por lo que actualmente los aminoglucósidos como la gentamicina son los fármacos que en las otitis caninas están presentando el mayor porcentaje de resistencia y, por lo tanto, su elección terapéutica debería ser reconsiderada como plan terapéutico en otitis caninas.
Estos resultados son importantes para apoyar y complementar el ejercicio profesional de los médicos veterinarios mientras se espera el resultado de los antibiogramas, en los que la cefalexina y la amoxicilina + ácido clavulánico podrían ser opciones terapéuticas iniciales, mientras se obtienen los datos de cultivos bacterianos y antibiogramas Esta recomendación se realiza considerando a Staphylococcus pseudintermedius como agente microbiológico que está generando más de la mitad de las afecciones óticas bacterianas.
Es necesario continuar fomentando la educación de los médicos veterinarios y zootecnistas dedicados a la clínica de animales de compañía, así como de los propietarios, en torno a la importancia de la realización de pruebas microbiológicas y antibiogramas para el adecuado aislamiento e identificación de los agentes microbianos involucrados en las patologías. De igual manera, es necesario hacer énfasis en el poder determinar la resistencia que dichos agentes presentan frente a diferentes fármacos para mejorar la terapéutica en la otitis canina.