Introducción
La leucemia viral felina (ViLeF) en los últimos años se ha convertido en uno de los problemas sanitarios de mayor relevancia en la clínica de felinos (Molina 2020; Ortega et al. 2020) y cada vez es más frecuente la consulta por gatos en la fase progresiva de la enfermedad (Molina 2019) . Estos gatos presentan cuadros de leucocitosis persistente y desarrollo de linfosarcomas (Molina 2013; Ortega et al. 2020) . El incremento de la prevalencia de la enfermedad en Colombia puede estar dado por el desconocimiento de manejo de la vacunación como método preventivo y las limitaciones en el diagnóstico precoz (Calle-Restrepo et al. 2013; Molina 2019; 2020; Ortega et al. 2020). Sin duda, ViLeF es una de las enfermedades virales más desafiantes para los médicos veterinarios, debido a que su pronóstico es en muchos casos incierto, pues pacientes con ViLeF pueden permanecer años sin mostrar ninguna sintomatología, como pacientes regresivos (Greene 2012; Quackenbush et al. 1996; Willis 2000), aunque otros en fase progresiva fallecen en menos de un año después de contraer la enfermedad (Chhetri et al. 2015; Flynn et al. 2002).
Debido a estas características, el objetivo de este artículo es describir la frecuencia de ViLeF en fase progresiva, en Rionegro, Antioquia (Colombia), en el año 2020.
Materiales y métodos
Tipo de estudio
Se realizó un estudio descriptivo longitudinal comprendido entre enero y diciembre de 2020, sobre la seropositividad con respecto a ViLeF con la prueba p27.
Población
Fueron muestreados 92 gatos que ingresaron al centro integral de bienestar animal Ceiba, del municipio de Rionegro, Antioquia (Colombia), a los cuales se les efectuó la prueba p27 por inmunoensayo comercial Elisa (Idexx©, Snap Combo Plus®, Maine, EE. UU.) para el diagnóstico de ViLeF, como parte del protocolo sanitario de la institución. Todos los felinos muestreados se encontraban en situación de abandono y vida feral, dentro del municipio.
Comité de ética
Los felinos fueron sometidos a los procedimientos siguiendo las normas del Código de Ética, capítulo VI de la Ley 84 de 1989, la Ley 1774 de 2016, artículo 3, título III y capítulo 6 de la Ley 576 de 2000 de la República de Colombia.
Inmunodiagnóstico
El diagnóstico de leucemia se realizó en muestras de plasma por el inmunoensayo comercial Elisa (Idexx©, Snap Combo Plus®, Maine, EE. UU.). La prueba Snap Combo Plus® FeLV/FIV detecta la proteína p27 del ViLeF, en plasma, con una sensibilidad del 93,3% y una especificidad del 95%, según el catálogo Idexx Laboratories©.
Análisis estadístico
Los datos fueron recolectados en programa Excel®, Microsoft©, y seguidamente, procesados en el programa Statgraphics Centurión XV®, con un nivel de confianza 95%. Los datos cualitativos fueron procesados con prueba Ji2. Finalmente, para los datos cuantitativos, se realizó la prueba añova y luego test de Tukey. Se evaluó la frecuencia usando la siguiente formula: Frecuencia = número de animales ViLeF positivos/población evaluada x 100
Resultados
El número de gatos muestreados para ViLeF fue 92 felinos, los cuales ingresaron a Ceiba en el 2020. De ellos, 46 (50%) eran machos y 46 (50%) hembras; la edad osciló entre 6 meses y 7 años, con un promedio de edad de 3,01 ± 0,32 años. La raza más frecuente fue mestiza, con el 98,91%, mientras que 1,08% correspondió a un felino siamés. El 100% de los individuos vivían en situación de calle dentro de los límites del municipio y el 100% de los animales muestreados fueron rescatados dentro del casco urbaño de Rionegro.
La frecuencia de felinos positivos fue 32,60% (30/92); la proporción según sexo mostró que los machos positivos representaron 18,47% (17/92), mientras que las hembras positivas 14,13% (13/92) (figura 1). No se encontró diferencia estadística significativa para la relación entre seropositividad y sexo p > 0,05 (figura 2). En cuanto a la edad promedio de positividad fue de 2,14 ± 0,5 años. No se pudo determinar diferencia estadística para la edad, entre gatos positivos y negativos (p > 0,05).
Con respecto a la raza, la que mostró mayor frecuencia es la mestiza con 91 ejemplares y 1 solo fue siamés, no se puede determinar correlación entre ViLeF y raza, pero es interesante saber que el único gato de raza fue ViLeF positivo representando 1,08% de la frecuencia.
En cuanto a la frecuencia de la enfermedad por meses, se describe que los meses que presentaron mayor casuística fueron mayo, con 9 casos (9,78%); noviembre, 8 (8,69%); y septiembre, con 6 (6,52%) (ver tabla 1).
Discusión
Aunque las poblaciones de felinos domésticos en el municipio para el año 2020 no se encuentran documentadas, sí se tiene un censo del 2017, en el que se indica que llega a los 1291 ejemplares. El tamaño de muestra es de 297 animales, lo que indica un error estándar del 5%. Aunque la presencia de 92 gatos que ingresaron a Ceiba solo representa el 7,12% de la población general de Rionegro y no es un valor significativo para determinar una prevalencia de la enfermedad en la ciudad, sí representa el 100% de la población del centro, lo cual indica que la frecuencia de ViLeF para Ceiba es extremadamente elevada (32,60%). Esto sobrepasa los datos recolectados por otros autores en otros centros de bienestar y regiones de Colombia, en los que las frecuencias se presentaban entre 17 y 29% (Calle-Restrepo et al. 2013; Massey-Malagón et al. 2019; Molina 2019; 2020; Ortega et al. 2020; Ramirez y Henao, 2009; Tique et al. 2009). Una de las posibles explicaciones a la alta frecuencia es que se trata de felinos en situación de calle que jamás recibieron primovacunación contra ViLeF (Molina 2020; Ortega et al. 2020). Además, el desconocimiento de las nuevas tecnologías en vacunación recombinante hace que la población de gatos progresivos aumente (Little et al. 2020). Los valores encontrados de frecuencia del 32,60% son superiores a datos, inclusive, de otros países como EE. UU., Espana, Italia y Brasil, donde las poblaciones felinas, aun ferales, son mayores, pero las prevalencias van de 1-8% (Ávila et al. 2015; Chhetri et al., 2015; Lacerda et al. 2017). Se sabe que todos los felinos fueron sometidos a la prueba p27, que determina ViLeF en fase progresiva y no en aquellos que están en estado regresivo, por lo cual los niveles de frecuencia pueden ser más elevados, ya que la prueba Gold Standard es la reacción en cadena de la polimerasa PCR (Little et al. 2020; Ortega et al. 2020) y por el alto costo en Colombia, se hace difícil su ejecución.
Mes | Machos positivos | % | Hembras positivas | % | Casos totales positivos | % |
---|---|---|---|---|---|---|
Enero | 1 | 1,08 | 1 | 1,08 | 2 | 2,17 |
Febrero | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Marzo | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Abril | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Mayo | 3 | 3,26 | 6 | 6,52 | 9 | 9,78 |
Junio | 1 | 1,08 | 1 | 1,08 | 2 | 2,17 |
Julio | 1 | 1,08 | 0 | 0 | 1 | 1,08 |
Agosto | 1 | 1,08 | 1 | 1,08 | 2 | 2,17 |
Septiembre | 5 | 5,43 | 1 | 1,08 | 6 | 6,52 |
Octubre | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Noviembre | 5 | 5,43 | 3 | 3,26 | 8 | 8,69 |
Diciembre | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Número total al año | 17 | 18,47 | 13 | 14,13 | 30 | 32,60 |
Debido a que la forma de contagio de ViLeF es por contacto con secreciones como la saliva de un gato infectado, el alto indice de presencia de la enfermedad en felinos en situación de calle es mayor, como se describe en la presente investigación. Además, los gatos de vida libre facilitan la transmisión (Molina 2013; Polani 2010; White et al. 2011; Willis 2000).
El diagnóstico de ViLeF se realizó con el uso de un kit comercial Snap combinado. Se trata de una prueba de Elisa con una sensibilidad de 93,3% y especificidad de 95%, como se usó en el presente estudio, lo que garantiza un diagnóstico precoz y oportuno de ViLeF, en especial en la fase progresiva (Chhetri et al. 2015; Crawford y Julie 2007). Esto coincide con los datos descritos en el artículo (32,60% de gatos ViLeF progresivos).
Con respecto al comportamiento de la enfermedad en los últimos años, en Colombia encontramos que, en un estudio realizado en Medellín (Colombia) entre 2013 y 2018, en el que se evaluaron 1718 felinos, se encontró que la frecuencia de ViLeF fue 21,86% (Molina 2020), mientras que, en un estudio publicado por Ortega et al. (2020), se encontró una prevalencia 59,44% en la misma región geográfica. Otro estudio en Montería, Córdoba, encontró prevalencia de 23,3% en el año 2009 y en la ciudad de Tunja se determinó una prevalencia del 17% (Massey-Malagón et al. 2019). Todos los estudios muestran valores de frecuencia y prevalencia inferior a lo descrito en el presente estudio.
En cuanto a los valores encontrados de la frecuencia de la enfermedad para el sexo, se pudo determinar que el estudio fue equilibrado en cuanto a la población muestreada (50% de cada sexo), pero en los valores encontrados (18,47% en machos y 14,13% en hembras) existe diferencia estadística significativa (p < 0,05) entre machos y hembra, lo cual coincide con varios autores, quienes indican que ViLeF es una enfermedad más frecuente en machos (60%) que en hembras (Polani et al. 2010; Willis 2000). No obstante, el estudio mostró datos muy similares a los descritos para Colombia, posiblemente se debe a que en este país la frecuencia a la exposición es similar para las hembras y para los machos, y, como se trataba de felinos de vida libre, el riesgo de contagio es el mismo (Calle-Restrepo et al. 2013; Molina 2019; 2020; Ortega et al. 2020).
En cuanto al análisis de las proporciones infección/seropositividad al ViLeF entre machos y hembras, se puede ver que la enfermedad se comporta, en este estudio, de manera muy similar a muchas infecciones virales en la especie felina, pues afecta igual a machos y hembras (Calle-Restrepo et al. 2013; Chhetri et al. 2015; Wise et al. 2005), lo cual es similar a lo que encontraron Ramírez y Henao (2009) en el centro de bienestar La Perla, en la ciudad de Medellín, quienes tampoco encontraron diferencia entre la presencia ViLeF en machos y hembras.
Con respecto a la variable edad, la presencia de ViLeF en población de gatos muy jóvenes puede estar relacionada con que estos felinos de procedencia incierta están siendo contagiados de madres de característica feral (Fernandes 2016; Sobrinho et al. 2011), el presente estudio coincide con otros autores, quienes encuentran una alta prevalencia en animales juveniles, menores de 5 años (Massey-Malagón et al. 2019; Molina 2020; Ortega et al. 2020; Tique et al 2009). Esto puede ser debido a que la forma de transmisión del ViLeF, antes de la monta en animales jóvenes, es la transmisión de las madres seropositivas a sus crías durante la gestación, principalmente por placentaria (Polani et al. 2010; Wise et al. 2005; White et al. 2011). La presencia de gatas positivas para ViLeF que entran en gestación es una de las causas más frecuente de leucemia (Crawford y Levy 2007; Hartmann 2008; Willis 2000). Esta puede ser la explicación a cómo crías de menos de 1 año (2-10 meses de edad) fueron positivos para ViLeF (Chhetri et al. 2015; Fernandes 2016; Lucas y Lallo 2013).
Con respecto a la raza, se podría indicar que la mestiza presenta seropositividad para ViLeF más a menudo, pero solamente en la zona del estudio. Esto se explica debido a que es la raza más común, no porque exista una susceptibilidad racial. Cabe notar que este es el tipo de felino más abundante en países latinoamericaños como Colombia y, por ello, este hallazgo es consecuente con otras descripciones para Colombia y Latinoamérica, en las que el mestizo es el felino que presenta mayor infección de ViLeF (Massey-Malagón et al. 2019; Molina 2019; 2020; Ortega et al. 2020; Tique et al. 2009).
En Colombia existen vacunas aprobadas para el control de ViLeF, se trata de vacunas de virus muerto, de subunidad proteica gp70, vacunas recombinantes vectorizadas que usan genes ENV (gp70) y GAG (p27) y vacunas recombinantes con plásmidos de unidad gp45 que se deben aplicar en animales después de las 8 semanas de vida y con revacunación a la décima o duodécima semana, según el caso, por vía subcutánea, lo que garantiza una protección del 90 % (Little et al. 2011). Sin embargo, en el medio ha sido desestimado su uso, por lo cual muchos felinos no reciben la vacunación, pues existen algunos conceptos sobre la posibilidad de contraer la enfermedad a través de la vacunación, mientras que los gatos en condición de vida libre o feral facilitan la trasmisión de virus por saliva, durante los apareamientos o las peleas (Babyak et al. 1996; Willis 2000; Wise et al. 2005).
Conclusión
La frecuencia del ViLeF en el centro integral de bienestar animal Ceiba, de Rionegro, Antioquia (Colombia), es muy elevada, debido a que se trata de animales de vida libre y que no recibieron jamás vacunación contra leucemia felina; parece que los programas de prevención de la enfermedad son insuficientes debido al alto abandono de felinos y al desconocimiento de los protocolos de prevención de la enfermedad.